3)Gran calor específico: Es debido a que los puentes de hidrogeno absorben gran cantidad de calor. Cuando se produce un cambio de temperatura dentro del citoplasma, el agua permite que este cambio no sea tan brusco. Es decir, ayuda a mantener la temperatura corporal.
4)Alta temperatura de vaporización: el agua no consigue su punto de ebullición hasta los 100ºC y en ese momento pasa a ser vapor de agua, cambiando de estado.
5)Alta constante dieléctrica: esta propiedad se desprende del hecho de que es un gran disolvente de compuestos iónicos como las sales minerales y de componentes covalentes polares como los glúcidos.
6)Bajo grado de ionización: debido a la composición química de sus moléculas.
Y dentro de sus propiedades bioquímicas tenemos que forma parte importante en dos tipos de reacciones que se dan en los seres vivos. Por un lado en la fotosíntesis de las plantas, tema que no desarrollaremos en este trabajo; por otro, en las reacciones de hidrólisis. En ésta última, el agua actúa rompiendo unos determinados enlaces, con la ayuda de los enzimas hidrolíticos, hasta degradarlos en otros compuestos orgánicos más simples que ayudaran a una mejor digestión
El agua y el organismo
Dentro del organismo, el agua es un componente indispensable para todos los tejidos corporales; como anteriormente hemos nombrado, forma parte de la gran mayoría de ellos.
Es esencial para procesos fisiológicos como el de la digestión, la absorción y eliminación de los desechos metabólicos que no son digeribles, así como para que el aparato circulatorio posea estructura y función. Por lo que se le considera un elemento hidrodinámico que utiliza los sistemas mecánicos para transmitir presión. Lo podemos observar en la filtración renal o en la misma tensión arterial movida por la actividad del corazón.
Dentro del intestino realiza una labor de desguace y fraccionamiento de los nutrientes.
Actúa como medio de transporte de los nutrientes y de todas las sustancias corporales, y posee un acción directa en la conservación de la temperatura corporal.
El agua es el medio de comunicación existente entre las células de nuestro organismo, que son las que constituyen nuestros órganos y sistemas.
Gracias a la existencia de agua se evita que se produzca la fricción entre las diferentes articulaciones, es decir, actúa como un lubricante.
Igualmente está presente cuando se realiza el acto de la fecundación en nuestras células reproductoras.
Recomendaciones sobre el agua
El organismo humano necesita una cantidad determinada de agua para poder funcionar correctamente. También se sabe que dentro de él se produce un equilibrio, que se da en el agua contenida en el peso corporal. Dicho equilibrio se establece por la regulación homeostática que se establece entre el aparato digestivo, los riñones, el celebro y la hormona antidiurética o ADH.
Pues se sabe que un organismo puede sobrevivir varias semanas sin ingerir ningún tipo de alimento, pero no es posible hacerlo sin la ingestión de agua. La muerte llegaría a los pocos días.
Científicamente está comprobado que la pérdida de un 10% de agua produce alteraciones graves en el organismo y si esta pérdida asciende al 20%, se puede llegar a la muerte.
El cuerpo no posee ningún tipo de depósito de agua, solo existe una pequeña cantidad estable, llamada agua metabólica, que está producida dentro del propio organismo a partir de las reacciones necesarias para la asimilación de los nutrientes que llevan los alimentos. Por lo que el agua restante tiene que proceder del exterior y se ha de reponer diariamente.
Este aporte del exterior proviene o bien de la propia agua de bebida, o de los alimentos que ingerimos a través de la dieta, que poseen una cantidad de agua determinada.
Los alimentos que se toman a través de la dieta poseen diferentes cantidades de agua en su composición, así los que poseen más cantidad son las frutas, verduras y hortalizas; y las que menos, los frutos secos, llegando a los aceites, que no tienen cantidad alguna de este tipo de nutriente.
Es muy recomendable beber unos tres litros de agua diariamente. Habitualmente, según los nutricionistas, se reparten en un 50% que provienen de los alimentos que ingerimos y el otro 50%, es decir, un litro y medio aproximadamente, en forma de agua de bebida.
El hecho de mantenerse bien hidratado, de beber agua, es uno de los pilares básicos para tener un buen estado de salud.
Una no adecuada ingesta de agua puede llegar a producir fallos en el metabolismo, digestiones lentas, concentraciones excesivas de la orina que posteriormente pueden conllevar problemas renales, problemas de estreñimiento, disminución de la velocidad de circulación de la sangre, síntomas de deshidratación, etc.
El consumo recomendado de tres litros de agua al día, tiene que aumentarse en el caso de realizar un ejercicio físico intenso, durante el periodo de lactancia, cuando existen temperaturas ambientales elevadas, si se producen vómitos o diarreas, cuando se tiene fiebre o en el caso de diabetes descompensada, entre otras.
Tipos de aguas
Existen diferentes tipos de agua de bebida: las aguas potables de consumo público, y las aguas de bebida envasadas.
Dentro de estas últimas encontramos las aguas de mesa o minerales naturales, las aguas de manantial y las aguas potables preparadas.
Podemos encontrar otro tipo de clasificaciones, por ejemplo, dependiendo de los minerales que las componen, del lugar de donde se extraen, si son manipuladas o no, por sus propiedades terapéuticas, etc.
Las aguas potables de consumo público, son las aguas no envasadas que están destinadas al consumo humano directo o incorporadas a los productos alimentarios industriales.
Comúnmente es la llamada agua del grifo.
Éstas deben cumplir unos requisitos que son, ausencia de contaminación microbiológica, parasitológica y química.
Se extraen de los pantanos o de subsuelos por medio de pozos y se someten habitualmente a procesos de potabilización con cloro, ozono, etc.
Estas aguas, al ser sometidas a procesos de potabilización, sufren un tratamiento de desinfección, ya que podrían llegar a estar contaminadas, bien por las diferentes actividades humanas, o por fuentes naturales.
La contaminación por fuentes naturales se debe al mercurio que se encuentra en los océanos y en la corteza de la tierra, y también por la existencia de hidrocarburos.
Si es debida a las actividades del hombre, se produce por la industria (los residuos dependen de los metales tóxicos que se emplean en ellas), de los vertidos urbanos (emisiones de los automóviles, sales, aceites, etc.), por lo que se instalan depuradoras en los municipios para evitar este tipo de contaminación; por la navegación (hidrocarburos, petróleo, tanto vertido accidentalmente como no), así como por la ganadería y la agricultura, siempre que no sean biológicas (pesticidas, fertilizantes, restos orgánicos de animales, plantas,etc).
Dentro de las aguas de bebida envasadas, como comentábamos anteriormente existen tres tipos.
Las aguas de mesa o minerales naturales, son aguas envasadas que se pueden ingerir como una bebida cotidiana.
Éstas deben ser aguas no contaminadas más allá de su microbismo y no por sustancias químicas, según nos expone la OMS[1]
Deben proceder de una fuente subterránea que brote de un manantial natural o perforado. A veces, precisan de tratamientos físicos como la oxigenación, la decantación o la filtración para separar los elementos naturales indispensables, de los que esta compuesta.
Se les permite también que tenga una adición o eliminación del anhídrido carbónico. Pero está totalmente prohibido el uso de sustancias para la desinfección o modificación del propio contenido microbiano.
Las propiedades que poseen son saludables y aseguran que su composición es constante.
Las aguas de manantial, son de origen subterráneo y brotan de forma espontanea por medio de manantiales o son extraídas por el hombre.
Dentro de éstas se encuentran las llamadas aguas mineromedicinales, que son las que provienen de manantiales naturales y que no han sufrido ningún tipo de manipulación química. Son envasadas en su lugar de origen, y poseen un alto poder de mineralización.
Podemos clasificarlas en:
Mineralización muy débil: su residuo seco[2]se encuentra por debajo de los 50 mg/l.
Mineralización débil: posee un residuo seco entre 50 y 500 mg/l.
Estos dos tipos poseen un cierto sabor dulzón, ligero y fino; habitualmente son utilizadas en curas depurativas y/o diuréticas.
Bicarbonatadas o alcalinas: poseen más 600 mg/l de bicarbonato; lo que hace que tengan un ligero sabor salado, chispeante. Son también sódicas y con cuerpo; y si son cálcicas, saciantes.
Si nuestro paciente/cliente llevara una dieta asódica, no sería indicada.
Cálcicas: compuestas por más de 150 mg/l, incluso pueden llegar a existir con una composición mayor de 250 mg/l.
Son importantes para la salud de nuestros dientes y huesos.
Magnésicas: poseen más de 50 mg/l de magnesio.
Si estas aguas se asocian con calcio, se favorece su absorción, tan importante para huesos y dientes, hecho comentado anteriormente.
Fluoradas: tienen más de 1 mg/l de flúor.
Ferruginosas: contienen más de 1 mg/l de hierro. Habitualmente se beben frías. Beneficiosas para estados de anemia, reconstituyentes.
Cloruradas: con más de 200 mg/l de cloruros.
Tienen un sabor salado. Tienen que tenerse en cuenta en dietas hiposódicas.
Carbónicas: contienen más de 250 mg/l de anhídrido carbónico.
Sulfatadas: formadas por el anión sulfato.
Han de tenerse muy en cuenta si la persona presenta cálculos renales.
El agua potable preparada es aquella a la que se le exige que tiene que estar libre de contaminación microbiológica y parasitológica, pero no garantiza la concentración constante de los minerales que la componen.
En éstas, está permitido realizar tratamientos físicos y también químicos, tales como la decantación, la filtración, la cloración, la ionización, etc., aunque con ellos se llegue a una modificación de la composición química inicial que poseía el agua.
Existen sales minerales que pueden enriquecer el agua y otras que tienen que limitarse.
Entre los que la enriquecen se encuentran: los floruros, si existe una concentración superior a 0.7 mg/l, pero no más de 1.2 mg/l. El magnesio entre 30-60 mg/l y máxima hasta 150 mg/l; o el calcio con una concentración máxima de 75 mg/l.
Los factores que deben ser limitados son la existencia de más de 50 mg/l de nitratos, pues estos componentes nos indican la mejor o peor calidad de las aguas. Una concentración por encima de 200 mg/l de sulfatos y/o una tasa mayor de 0.5 mg/l de manganeso produciría toxicidad del agua.
Enfoque actual
En la actualidad, existen zonas en las que el agua para el consumo público se encuentra gravemente contaminada con metales tóxicos y otras sustancias contaminantes, así como por productos químicos tóxicos añadidos de forma totalmente deliberada para según dicen "purificarla".
Según diversos estudios y autores, el agua del grifo contiene más de 1.000 sustancias tóxicas contaminantes, entre ellas el plomo, el mercurio, el cadmio, el amianto, el beceno, el bifenil, el policlorado, los nitratos, los pesticidas, el radón, el cloro, el flúor, etc.
El cloro se acumula en el organismo y puede provocar enfermedades cardíacas y circulatorias. Incluso este agua mata la flora intestinal amiga, como los acidofilus y los bífidus.
En 1988, un laboratorio americano que contrató el Servicio de Salud Pública de los EE.UU., descubrió que el flúor no solo inducía, sino que favorecía el cáncer. También descubrió que la fluoración de las aguas no tenía ningún efecto beneficioso sobre la prevención de la caries.
Desde 1952, se han realizado muchos estudios sobre el flúor que se añade a las aguas, y se han llegado a unas conclusiones muy parecidas. Sin embargo se sigue practicando en muchas zonas la fluorización de las aguas porque sale más barato que purificarla de forma apropiada para un correcto consumo humano.
En relación con las aguas envasadas, existe en la actualidad una publicidad engañoso y un marketing que no se corresponde con las verdaderas propiedades que puedan poseer dichas aguas.
Muchos médicos y nutricionistas recomiendan el consumo del agua Solan de Cabras® y ésta posee unos valores de calcio demasiado elevados, para pacientes/clientes que padezcan de cálculos renales, o que tengan predisposición a los mismos.
Otros no le dan ningún tipo de importancia al contenido de sodio que puedan tener las aguas y no advierten a la población con problemas de hipertensión, problemas cardíacos.
Incluso recomiendan la utilización de las aguas procedentes del grifo cuando se sabe que están compuestas y expuestas a multitud de sustancias nocivas para el organismo. Por poner sólo un ejemplo, la gran cantidad de cal que contiene el agua, que se acumula en el cuerpo y da lugar a litiasis renales, problemas de dermis, capilares, etc. Por no mencionar todos los metales pesados, el hecho de abastecerse de agua cuando las cañerías están realizadas de plomo, etc.
Conclusiones
Al realizar el trabajo y ponerme con la revisión bibliográfica me pude dar cuenta que existía un gran fondo bibliográfico en todas las bibliotecas, librerías, librerías especializadas, etc., pero que se basaba en la composición/descripción bioquímica del agua.
Nutricionalmente era mucho más complicado conseguir información. Incluso también existía mucha bibliografía donde se trataba el papel filosófico y espiritual del agua.
Tenía claro que el agua era un componente esencial para la vida de todo ser vivo, que al mismo tiempo era terapéutica dependiendo de las sales minerales de las que estuviera formada, y conocía las propiedades que poseía e incluso las funciones que realizaba en nuestro organismo; pero me horroricé al descubrir la cantidad de componentes perniciosos que puede llegar a aportar el agua denominada potable, el agua del grifo, para nuestro organismo.
El horror fue en aumento cuando reflexioné y recapacité y me di cuenta de que, encima, desde la medicina alopática, tanto médicos de familia, enfermeras, nutricionistas, endocrinólogos, urólogos, entre muchos otros, la recomiendan de forma encarecida. Porque según todo este colectivo es mucho más fiable en cuanto a su composición en minerales y al hecho de que esté absenta de microorganismos patógenos.
Me pregunto, ¿ se dan cuenta de lo que puede suponer y supone a corto y largo plazo, para nuestro organismo?
Tras esta pregunta retórica lanzada al aire, reflexiono y llego a dos conclusiones, una es que verdaderamente ellos no son conscientes de la perniciosidad del agua potable, y dos, que no le dan al agua toda la importancia que tiene como nutriente.
Desde el sistema sanitario, se cree que la nutrición no posee una relación directa con el hecho de que se desarrollen la mayoría de las enfermedades que se padecen actualmente.
He realizado este trabajo para intentar saber mucho más sobre este elemento químico. En la medida de lo posible intentaré aplicar todos los conocimientos que he adquirido en las personas de mi entorno, y espero que en un futuro no muy lejano, en mis pacientes o clientes.
El agua es el principal nutriente de nuestro cuerpo y al mismo tiempo es el componente más presente en la vida, ya sean organismos vegetales, animales o minerales, por lo que es esencial darle la importancia que se merece.
Las soluciones, que existen, pasan por iniciar la educación ya desde las escuelas de primaria. Enseñar a los niños, futuros adultos, que la nutrición es muy importante y que de ella dependen la mayoría, por no decir todas las posibles enfermedades que nos puedan pasar durante la vida.
La nutrición tendría que ser tratada como una materia más de estudio, igual que las matemáticas, el lenguaje, etc., ya que es, bajo mi punto de vista, mucho más esencial e importante.
Enseñarles y educarles, explícitamente en la necesidad, diría más, en la obligación, de consumir agua y alimentos que la contengan en porcentajes importantes, para que en la medida de lo que sea posible, les ayude para poder llevar una dieta saludable y por lo tanto una vida basada en la salud.
Artículos
Artículo 1
Mejora la calidad del agua del grifo.
La calidad del agua del grifo en las capitales de provincia españolas ha mejorado, según el último estudio de la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU). Ninguna ciudad supera el límite legal de trihalometanos (sustancias volátiles que se generan durante la potabilización y que son muy peligrosas para la salud) y sólo tres (Cáceres, Ciudad Real y Lugo) se sitúan por encima del límite recomendado. La mejoría ha sido evidente en 20 ciudades, especialmente en Alicante, Ávila, Badajoz, Murcia, Valladolid, Vitoria y Zamora. Por el contrario los peores resultados se han dado en Lugo, donde se ha pasado de 105 (gr./l a 146 (gr./l, muy cerca del límite legal (150(gr./l) que impide calificar el agua apta para el consumo.
Hay que tener en cuenta que en el estudio de la OCU de hace un año, seis ciudades superaban el límite legal de trihalometanos y quince, el recomendado.
Artículo de la revista Integral de Enero del 2007.
Comentario:
Después de leer este artículo, se corroboran mucho más los apuntes del trabajo donde exponía que el agua del grifo no es nada recomendable para el consumo humano.
Creo de todas formas que existe otro gran problema, que es el hecho de que esta agua pasa unos estrictos controles cuando es para el consumo humano, pero no es así cuando se trata de abastecer huertos o para dar de beber a la ganadería. Entonces estamos otra vez en las mismas, pues si consumimos productos que no han pasado un control como el existente para que se considere agricultura y ganadería biológica. El agua potable, pero no saludable, que han ingerido estos animales y plantas, nos repercute negativamente en el organismo.
Creo que es una vergüenza que con la de avances que existen en este siglo XXI, se pueda dar tan poca importancia a la dieta y todo lo que comporta.
No olvidar que tras este artículo podemos ver como hace tan solo seis meses, incluso existían aguas que se consumían por los humanos y que no cumplían las normas impuestas.
Artículo 2
¿CUÁL ES EL AGUA MÁS SALUDABLE?
En los últimos años el consumo de agua mineral embotellada se ha disparado y la oferta es cada vez mayor. Conocer sus secretos resulta esencial para beneficiarse al máximo de sus propiedades.
Desde hace unos años el agua es objeto de interés creciente. Parece que más del 80% de la población de nuestro país opta por beber agua embotellada y ya a nadie se le escapa que hay muchos tipos y que su consumo tiene una repercusión sobre la salud. Ciertamente, el agua es el "ingrediente" más abundante de la dieta.
Se suele recomendar beber un mínimo de 1,5 litros de agua (de 6 a 8 vasos)aunque se trata sólo de una cifra orientativa porque los requerimientos varían según la edad, la temperatura ambiente, la actividad física, la dieta… Además, el cuerpo posee su propio mecanismo para indicar cuándo la necesita: la sed.
La explicación del auge del consumo del agua embotellada se encuentra en gran medida en su sabor pero también en que se percibe como más segura de mayor calidad. El agua del grifo que suministran las depuradoras es potable, es decir que ha pasado unos estrictos controles bacteriológicos y minerológicos para asegurar que cumple ciertos parámetros. Pero a pesar de estar clorada, por una simple cuestión de rentabilidad, algunos metales y residuos químicos como el aluminio, el plomo, el estroncio o el cobre no desaparecen por completo.
Otra cosa son las aguas minerales naturales. Surgen de fuentes naturales subterráneas y conservan la mayor parte de sus propiedades originales. Si por su composición tienen algún beneficio para la salud se denominan mineromedicinales.
Una cultura del agua
La oferta de aguas minerales naturales es muy variada y puede confundir. Las poco mineralizadas manan del suelo de tipo granítico. En cambio, las duras, con mucho contenido en sales, especialmente calcio, se han filtrado por tierras calcáreas mediterráneas, que entregan fácilmente sus minerales. A menor mineralización, menos sabor.
Se pueden clasificar también según el mineral predominante en su composición. En general las aguas con poco sodio (menos de 20mg/litro) son las más diuréticas. Y las bicarbonatadas (más de 600 mg/litro de bicarbonatos) facilitan la digestión. Conocer y apreciar las diferentes aguas forma parte de una cultura del bienestar natural.
Dra. Magda Carlas (nutricionistas)
Artículo extraído de la revista CuerpoMente nº 176.
Comentario:
Este artículo es una explicación/descripción de los tipos de agua embotellada que existen. Bajo mi punto de vista un poco superficial.
No estoy para nada de acuerdo con él, cuando nos afirma que actualmente a nadie se le escapa las propiedades terapéuticas que poseen cada tipo de agua que se encuentra a la venta. Hago esta afirmación, porque he realizado una pequeña encuesta en mis círculos más cercanos y un porcentaje bastante elevado no tiene ni idea de para que sirve el hecho de que las aguas posean una cantidad determinada de minerales.
Vuelvo a recalcar y llamar la atención, como ya lo hice en su momento en el desarrollo del trabajo, de que existe una falta de información sobre muchos temas, y el de la nutrición es uno de ellos.
Estamos en la era de la información, a la que yo llamo era de la desinformación. Ya que cada vez tenemos más medios de información, más formas de acercarnos a ella, pero al mismo tiempo estamos más desinformados. Pues la información nos llega habitualmente sesgada, manipulada… E incluso muchas veces la gente prefiere vivir en la ignorancia, que no ser consciente de lo que ingiere a través tanto de la bebida como de la comida.
Anexo
Composición de algunas aguas embotelladas
Bibliografía
Lista de direcciones de internet:
http://www.terra.es/alimentacion/articulo/html/ali20.htm
http.//www.i-natacion.com/articulos/nutricion/agua.html
http://www.um.es
http://www.telepolis.com/cgi-bin/web/DISTRITODOCVIEW?url=/1415/doc/Carpeta3/elagua.htm
http://www.msd.es/publicaciones/mmerck_hogar/seccion_12/seccion_12_136.html
http://wzar.unizar.es/curso/nutricion/d8.html
http://www.pulevasalud.com/subcategoria.jhtml?ID_CATEGORIA=2623&RUTA=1-2-37-2717-2623&ABRIR_SECCION=2&ALEATORIO=FFAEQWGSLCAEGSPMQW
http://www.lechepascualnutricion.com/reportajes/muestra.asp?id=1296
http://www.geomundos.com/salud/nutricion-bienestar/el-porque-de-esos-8-vasos-de-agua_doc_10562.html
http://www.redmarcial.com.ar/salud/nutricion.htm
http://www.seedo.es/Nociones_gral/03.htm
http://www.pulevasalud.com/subcategoria.jhtml?ID_CATEGORIA=2621&RUTA=1-2-37-2717-2621
http://salud.terra.es/web/pielybelleza/articulo/muestra1.aspx?Id=1015
http://www.consumaseguridad.com/web/es/sociedad_y_consumo/2004/03/23/11465.php
Libros:
Muñoz, Mercedes; Arancela, Javier; García-Jalón, Isabel. Nutrición aplicada y dietoterapia. Ediciones Universidad de Navarra. S.A. Mayo de 1999. Navarra. Pp. 400.
Dra. Pilar Luna Calatayud. Dietas saludables: vegetarianas y no vegetarianas. Ediciones Pirámide. Colección Salud Integrada. 1996, Madrid. Pp. 147-151.
López Alegret, Pedro. El libro de la nutrición. El libro de bolsillo. Alianza editorial. 1993, Madrid. Pp. 77-80.
Reid, Daniel. El tao de la salud, el sexo y la larga vida. Segunda parte. Los tres tesoros de la salud. Ediciones Urano.1994, Barcelona. Pp. 146 – 148.
Autor:
Bego Orive Tudela
[1] OMS: Organización Mundial de la Salud.
[2] Residuo seco: dato que nos informa del contenido global de minerales que tiene dicha agua.
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