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La amenaza de los cultivos de amapola en el Perú


  1. Introducción
  2. El proceso de "amapolización", en el Perú
  3. Para el narcotráfico no hay fronteras
  4. La relatividad de las cifras sobre las áreas cultivadas con amapola
  5. Ley No. 26332 sobre control del cultivo de amapola o adormidera en el Perú

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FOTO: Tito Hernández T. Colombia,1994

THE THREAT OF POPPY CROP IN PERU ([1])

From in January 1992 we have manifested our concern on the presence of poppy cultivations in Peru. Colombian drug traffickers introduced the seeds. In 1994 the National Police informed about poppy latex traffic and poppy cultivations in high forests of north region (Cajamarca, Amazonas) and south region (Ayacucho).

In June 2000 was discovered in Piura the first laboratory of heroin production. The Inter-American Drug Abuse Control Commission (CICAD/OEA) and National Police estimated in 2002 that the poppy cultivated surface was 1200 hectares. The United Nations Office on Drug and Crime (UNODC) estimated in 2005 that poppy cultivated surface in Peru didn't overcome 2,000 hectares. However, the Antidrug National Police has checked that the cultivations have expand dangerously in north region (Cajamarca, Amazons, San Martin, and Piura), central region (Huánuco, and Pasco), as well as in south region (Ayacucho, Apurímac and Huancavelica). In 2008, Seventeen years later those facts confirm our initial concern: Peruvian Antidrug Office (DIRANDRO), reveal that many peasants have opted to poppy and that the cultivated surface overcomes 2000 hectares.

If we accept that there are 2000 hectares, then Peru produces more poppy than Thailand, Lao PDR, and Pakistan. This situation is very serious for the social, ecological and economic implications. Is almost impossible a credible estimates of poppies cultivations areas in Colombia and Peru, because those are camouflaged in traditional subsistence cultivations. Also, in these tropical areas two or three annual harvest is obtained. For example, in 1999 in Colombia officially was considered 6,500 hectares, but in 2000 were eradicated (fumigation) 10.226 hectares, that which indicated that the cultivated area was incorrectly estimated in 1999.

Introducción

Al igual que hace cinco años, las últimas semanas, diversos medios de la prensa nacional e internacional han difundido ampliamente noticias sobre el crecimiento de la amapola, en el Perú. Ello nos lleva a realizar nuevamente un serio análisis, para colocar en su real dimensión este nuevo problema de la producción drogas en nuestro país, tomando en cuenta los conocimientos y experiencias observadas desde hace 20 años y en nuestras misiones técnicas relativas al problema de la producción de heroína en Colombia y el sur oeste asiático.

El proceso de "amapolización", en el Perú

Ya, en enero de 1992, hicimos notar nuestra preocupación sobre la presencia de cultivos de amapola en el Perú, a raíz de un editorial del diario La República, del 27 de diciembre del año 1991, aunque tomamos con reserva las cifras que se daban sobre la extensión de esos cultivos. (Revista PURA SELVA No.87. Enero 1992). Dos años después, volvimos a tratar el tema, debido a las informaciones periodísticas y de organismos oficiales que daban cuenta de detenciones de personas trasladando opio o látex de amapola en Chiclayo y de la presencia de cultivos en zonas altas de San Martín y Amazonas. Indicamos que estábamos ad portas de un proceso de "amapolización" de nuestra región andino-amazónica, como consecuencia de la presencia de narcotraficantes colombianos, quienes introdujeron los primeros sembríos. (Revista PURA SELVA No.109. Diciembre 1993).

En abril de 1994 se descubrieron plantaciones significativas de amapola en las selvas altas de Ayacucho. (Revista PURA SELVA. Ediciones No.,114 y 115. 1994). Han transcurrido casi 20 años y los hechos muestran una realidad, que confirma nuestras preocupaciones iniciales, cuando señalábamos, además, que la evidencia o conocimiento público de los cultivos de amapola se da, lamentablemente, cuando ya es demasiado tarde, y es muy difícil detener este proceso de amapolización". Sino veamos cronológicamente los siguientes eventos y cifras:

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Aceptando las cifras al 2005 sobre problema de la amapola y sus derivados, actualmente en nuestro país, estaríamos frente a un proceso de "amapolización" muy parecido a lo ocurrido en Colombia desde 1984, donde se dieron cuenta de la gravedad del problema recién a partir de 1990. Hoy, Colombia y México figuran como importantes productores de amapola en el mapa mundial de la producción de drogas. Hoy, al igual que en Colombia en los años 1990 en el Perú existen áreas cultivadas en constante desplazamiento interno, que ameritan un análisis profundo antes de que sea demasiado tarde.

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Pero si aceptamos que habían unas 1,300 Ha. de amapola en el Perú en el año 2005 y que en la actualidad superan las 3,000 hás, debemos aceptar también que nuestro país produce ya más amapola que Tailandia, Vietnam, y talvez su producción sea igual a la de Pakistán. Esto es supremamente preocupante, por las crecientes derivaciones sociales, económicas y ecológicas que esto conllevaría.

Hay tres poderosas razones para el crecimiento de las plantaciones de amapola en Colombia y Perú, a saber, 1.El aprendizaje colombiano para obtener Heroína con más del 95 % de pureza, 2. Sus canales de exportación y distribución ya establecidos por los cárteles colombianos usados para la cocaína .y que incluyen a México y Brasil, y, 3. Talvez la más importante, los menores costos para ofrecer mejores precios. Llevar un cargamento de Heroína desde el Asia a EEUU se demora 8 veces más que enviarlo desde Sudamérica .Por ello los narcotraficantes colombianos ofrecen a la mitad del precio (US$.125,000 por Kg. De Heroína) de lo que venden los asiáticos (US$: 250,000 por Kg de Heroína). Un Kg. del alcaloide en Cauca, Pereira o Buenaventura- Colombia tiene un valor de US$.6, 000 y ese mismo producto se vende en EEUU a US$. 120,000.

Para el narcotráfico no hay fronteras

Es probable que el cultivo de la amapola se haya difundido en el Asia cuando Alejandro El grande lo llevó de Grecia a Persia y La India en Siglo III antes de Cristo. El opio o látex de la amapola fue adoptado ampliamente por indígenas como parte de su medicina natural y se ha plantado con otros cultivos anuales tradicionales. Su uso fue animado deliberadamente por gobiernos coloniales en los últimos siglos. En el siglo XX, cuando la heroína creció en popularidad y la presión internacional contra las drogas creció, gradualmente el comercio de opio y morfina,materia prima para la Heroína, fue asumido por los narcotraficantes.

Hasta el año 2004, el cultivo ilícito de amapola fue estimado en 169,000 hectáreas a nivel mundial, lo que representaba el 40% menos de la superficie sembrada a inicios de la década de los noventa, cuando se registraron oficialmente 270,000 hectáreas. El Opio y la Heroína originaria del sur oeste asiático tienen como destino Asia Central y Europa, mientras que el mercado de los EEUU es abastecido por la producción de Colombia y México. (UNODC –Reporte Mundial 2004). Sin embargo la distribución de esas áreas productoras ha ido cambiando, habiendo declinado en algunas regiones e incrementado en otras. Esta lógica del desplazamiento de cultivos ilícitos ocurre en cualquier lugar del mundo, incluyendo los países asiáticos, en el llamado "Triángulo de Oro" del Asia sudoriental (Lao, Tailandia y Myanmar) y "Media Luna de Oro" del Asia sudoccidental (Afganistán, Pakistán e Irán) donde se produce conjuntamente el 90% de la cosecha mundial de látex de amapola. Aunque la producción en el sureste asiático se ha reducido, ya se observa un incremento explosivo en Afganistán.

A partir de 1991, tres estados latinoamericanos, Colombia, México y en menor medida Guatemala, ya se manifestaban como importantes productores de amapola. Los datos oficiales indicaban que en Colombia ya se cultivaban 6,578 Ha, pese a que en 1984 sólo se hablaba de la presencia de "unas cuantas matas y pequeños sembríos de amapola". En México, el proceso había empezado antes y, a pesar de que la información oficial indicaba que en 1991 sólo cultivaban unas 4.000 Ha, se produjeron 50 TM. de opio y 5 TM. de heroína. Guatemala no superaba las 500 Ha. sembradas de amapola, con capacidad para producir 4 TM. de opio y 300 Kg. de heroína. En 1995 y 2001 se detectaron plantaciones de amapola en Venezuela y el Perú, respectivamente. Todo ello indicaba que el narcotráfico, con su capacidad financiera y económica, había introducido en América la amapola procedente del Asia.

Lo anterior confirma una vez más lo que hemos manifestado reiteradamente: Tal como sucede con la coca cultivada para fines ilícitos, para el narcotráfico las cuencas amapoleras, en el Colombia o Perú, no son más que "parcelas" cuyo nivel de importancia estará en función del interés y rentabilidad del negocio de y de los factores adversos o riesgos para su negocio (interdicción, factores de violencia y riesgos del control territorial). Es decir el narcotráfico no tiene fronteras para " someter económicamente" a los pobladores rurales andino-amazónicos, con una economía apremiante y una resistencia cultural e institucional más debilitadas.

Dicho de otra manera, el desplazamiento geográfico a nivel de la producción y el procesamiento, responde a una medida preventiva de seguridad de los narcotraficantes, respecto a la represión, pero también a la lógica mercantil que mueve el negocio. Los narcotraficantes colombianos o mexicanos, al diversificar las zonas y fuentes de obtención del látex, morfina y Heroína, se ubican en el mercado en mejores condiciones para controlar los precios de la materia prima, elevar la rentabilidad y competir en el mercado internacional, vía disminución de costos. Esta movilidad les permite responder con mayor flexibilidad a la ampliación diversificada de la demanda (cocaína , marihuana, heroína, etc..).

Los siguientes hechos confirman lo dicho: A mediados de junio del 2001, oficiales navales colombianos incautaron, en el sur occidente de ese país, 97 Kg. de heroína con una pureza del 95%, que en los mercados mayorista y minorista de las drogas en los EEUU tenía un valor de 10 y 100 millones dólares, respectivamente .Esas semanas había culminado la operación Plataforma, coordinada por la Policía colombiana y la DEA y que contó con la colaboración de las de Brasil, Chile, Ecuador, Perú y Ecuador. Los resultados fueron reveladores: se detuvieron 3,029 personas, de las cuales 2,594 eran colombianos vinculados al tráfico de Heroína .El total de Heroína incautadas en esos países fue 194 Kg. 99 de los cuales fueron enviadas desde Colombia (Revista CAMBIO Ed. 422 Julio 2001) . Chile, Panamá, y Ecuador son países consumidores o de tránsito. Por lo tanto era fácil de suponer que parte de esa droga era producida en el Perú. Los cultivos de amapola sembrados en el Perú se elevaron el último año a más de 1,300 hectáreas, según estimados no oficiales. Esto confirmaba el interés de los traficantes colombianos y mexicanos en convertir al Perú en un eslabón de la producción mundial de heroína. Se informó que los sembríos peruanos estaban esparcidos en los departamentos de Amazonas, Huánuco, Apurímac, Cajamarca y sierra de Lima.

Considerando el descubrimiento y avance de los cultivos e incautación de opio y Heroína, y si aceptamos las cifras del área cultivada, estamos frente a una peligrosa inclusión de nuestro país en el mapa mundial del problema de la amapola y derivados, como se ilustra en la figura 2. esto como consecuencia que, según las evidencias, que los narcotraficantes colombianos se han apoderado de buena parte del mercado norteamericano de la Heroína, controlada varios años por las mafias asiáticas y que para mantener una cada vez más numerosa clientela deben aumentar los cultivos en Colombia y Perú.

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La relatividad de las cifras sobre las áreas cultivadas con amapola

Como indicamos, en el año 2004 el área mundial de amapola fue estimada en 169,000 hectáreas, 40% menos de la superficie sembrada a inicios de la década de los noventa, cuando se registraron 270,000 hectáreas. Pero la producción de opio, base de la Heroína, se incrementó por el aumento de las áreas en Afganistán con rendimientos de 45 kg/há, en comparación a los 13 Kg/há tradicionalmente obtenidos en el sureste asiático. Por ello la oferta mundial de Heroína no ha disminuido.

Además, para las autoridades y entendidos en la materia, es casi imposible realizar una medición certera de las áreas cultivadas de amapola. Por satélite no se puede hacer una medición seria, porque muchos de los cultivos se camuflan en cultivos tradicionales de subsistencia. Además, como se obtienen dos o tres cosechas por año y las cifras son publicadas anualmente, estas acaban siendo desactualizadas. Por ejemplo en Colombia, en 1999, oficialmente se estimaba 6,500 hectáreas y el 2000 se informó de la erradicación (fumigación) de 10,226 has., lo cual indicaba que el área estimada en 1999 era mucho mayor. Aunque las cifras oficiales colombianas del 2004 indican 4,800 hás, extraoficialmente se acepta que deben haber unas 20.000 Has, que potencialmente pueden producir 20 TN. de opio y 2 TN. de heroína. Asimismo, en México, a diferencia de las cifras oficiales, expertos norteamericanos afirmaban que en ese país había 14,600 hectáreas de amapola en el 2001 y 13,500, en el año 2002. Aunque no se disponen de datos oficiales, esta misma dinámica estaría ocurriendo en el Perú durante esta última década del siglo XXI.

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Ley No. 26332 sobre control del cultivo de amapola o adormidera en el Perú

El 23 de junio de 1994, se publicó la Ley No. 26332, en la que se incorpora en el Nuevo Código Penal, artículos referidos a la penalización de la comercialización y cultivo de plantaciones de AMAPOLA o adormidera. El tenor de la ley es el siguiente:

EL PRESIDENTE DE LA REPUBLICA

POR CUANTO

EL CONGRESO CONSTITUYENTE DEMOCRATICO

Ha dado la ley siguiente:

Artículo 1º . – Incorpórase a la Sección Segunda, Capítulo III del Título XII del Código Penal el Artículo 296º D, que queda redactado de la siguiente manera:

Artículo 296º D.- El que ejecuta actos de cultivo, promoción, facilitación o financiación de plantaciones de adormidera, será reprimido con pena privativa de libertad no menor de ocho ni mayor de quince años, con ciento ochenta a trescientos sesenticinco días-multa e inhabilitación conforme al artículo 36º, incisos 1), 2) y 4).

Si la cantidad de plantas de que trata el párrafo anterior no excede de ciento, el agente será reprimido con pena privativa de libertad no menor de dos ni mayor de ocho años, con trescientos sesenticinco a setecientos treinta días-multa e inhabilitación conforme al artículo 36º , incisos 1), 2) y 4).

El que transfiere o comercializa semillas de adormidera será reprimido con la misma pena que establece el primer párrafo del presente artículo.

Artículo 2º . – Los cultivos de adormidera serán destruidos por cualquier método siempre que no atente contra la conservación del medio ambiente, bajo el control y responsabilidad del Fiscal Provincial, levantándose a tal efecto el acta correspondiente.

Los terrenos de cultivo, equipos de trabajo y otros bienes de uso directo que hubieren sido utilizados en la comisión del delito serán incautados.

Durante la investigación policial y el proceso penal los bienes a que se refiere el párrafo anterior serán puestos a disposición de la Oficina Ejecutiva de Control de Drogas, la que los asignará para su uso o administración, en coordinación con el Ministerio de Agricultura, a las dependencias públicas o instituciones oficiales o privadas dedicadas a actividades de investigación científica o de promoción social.

Los bienes incautados en virtud de la sentencia judicial firme, pasarán a propiedad del Ministerio de Agricultura para su posterior adjudicación; tratándose de terrenos, la adjudicación se hará preferentemente a favor de los campesinos sin tierras.

Artículo 3º . – No se concederá libertad provisional, liberación condicional, semilibertad, redención de la pena por el trabajo y la educación, remisión de la pena o indulto a los traficantes de opio y derivados.

Artículo 4º . – La presente ley entra en vigencia a los 30 días de su publicación en el Diario Oficial El Peruano.

En Lima, a los diecisiete días del mes de Junio de mil novecientos noventa y cuatro

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Reseña del autor:

Tito A. Hernández T, es Ingeniero Agrónomo de la UNAS-Perú (1975), con Maestría en la UFV –Brasil (1984), y estudios de especialización en Planeamiento Estratégico, Desarrollo regional, y Desarrollo organizacional, en Alemania y Colombia.

Hasta 1989 se ha desempeñado como Profesor Principal en la UNAS-Perú. Entre 1989 y 1997, ha sido Director de los Proyectos agroindustriales de las Naciones Unidas, en el Marco del Desarrollo Alternativo, en las regiones del Huallaga y Ucayali, habiendo diseñado e implementado agroindustrias de la Palma Aceitera, Palmitos, y cacao.

Entre 1998 y 2004, se ha desempeñado como Asesor Internacional de la Agencia Alemana de Cooperación Técnica-GTZ, en el Desarrollo Rural Integral, en zonas amapoleras y cocaleras de Cauca- Colombia. Desde 1992, realiza consultorías UNODC-Naciones Unidas y GTZ, sobre el problema rural de la producción de drogas y Desarrollo Alternativo, en Brasil, Perú, Bolivia, Colombia, Ecuador, México y Asia.

Ha publicado numerosos artículos sobre drogas y desarrollo alternativo en periódicos, y revistas nacionales y extranjeras, así como manuales técnicos y libros relacionados al Desarrollo Rural y Desarrollo organizacional y es Director y Fundador de la Revista PURA SELVA desde hace25 años.

Ha realizado misiones oficiales e independientes de evaluación sobre la problemática de la producción de Amapola en México (1992,2000), Colombia (1993,1998-2004), y Perú (1992,1994,2004-2009).

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El autor, analizando los Cultivos de amapola en los andes colombianos

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Plantaciones de amapola en el Perú, camufladas en cultivos

de subsistencia .

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Amapola , en zona indígena caucana, Colombia

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La Amapola en Afganistán. Los rendimientos Heroína por Ha.

Triplican a los obtenidos en Colombia y Perú.

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La amapola crece en la regiones andino-amazónicas,

por encima de los 1,800 ,en Colombia y de los 2500 msnm, en el Perú.

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Autor:

Tito A. Hernández T., PhD.

Enero 2011

[1] ) Paper presented by TITO A. HERNANDEZ T. to The annual meeting of the Association of American Geographers- 14-18 April 2010 in Washington, DC