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El Profesor Universitario a Tiempo Parcial y su auto-evaluación (página 2)

Enviado por Silvia


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En coincidencia con este autor se reconoce que la carrera Economía, no está ajena a estos problemas, por cuanto los Profesores a Tiempo Parcial que cumplen la misión de preparación pedagógica de los docentes que se forman en los politécnicos de Economía no realizan de manera adecuada su evaluación de desempeño.

Estos Profesores a Tiempo Parcial se identifican con un docente o técnico de la producción o los servicios, graduado del nivel superior pedagógico o de algunas de las ramas de la Educación Superior, que se categoriza, para dirigir el proceso de adquisición de conocimientos y desarrollo de habilidades, hábitos y capacidades, así como la formación de valores, sentimientos, convicciones y actitudes acordes con las exigencias sociales en su función como docente o tutor. Estos descriptores por tanto, estructuran el contenido de la evaluación de su desempeño y sirven de guía para rendir informe de su cumplimiento en las etapas correspondiente.

Este proceso de evaluación del desempeño del docente universitario a tiempo parcial se considera una vía de auto perfeccionamiento continuo de su gestión por ello se rige por la Resolución Ministerial 25-89 ¨Reglamento para la organización del salario de los profesores universitarios y dirigentes no docentes que se vinculan a la Educación Superior. En la cual se establece la evaluación de los resultados del trabajo de los docentes con una periodicidad anual, precedida por cortes evaluativos en diferentes etapas.

En la exploración de la práctica –mediante entrevistas, discusiones grupales- se pudo constatar que a estos docentes solo se les evalúa una vez en el año, y no constituye un proceso que se realiza por etapas o implique la auto-evaluación como recurso mediador del proceso que permite profundizar y contrastar la historia vivida -críticamente asumida- y la transformación de la acción futura mediante el auto-análisis de la práctica pasada más cercana. (Valdés H. 2004; Chiavienato I. 1998).

Por lo general en las prácticas evaluativas del profesorado hay insuficiente formalidad en la auto-evaluación como recurso en el proceso al existir carencia de cultura evaluativa. Los docentes tienen escasa motivación por la misma, toda vez que la aplicación de la norma jurídica de evaluación no se realiza por etapas durante el curso escolar, no se maneja como capacidad de análisis crítico, de anticipación y de visión prospectiva, en consecuencia a partir de ella no se elaboran propuestas alternativas de desarrollo.

En encuestas aplicadas a los Profesores Universitarios a Tiempo Parcial, Jefes de Departamento, Jefe de Recursos Humanos de la sede central y el estudio que se realizó en la micro universidad de Economía del municipio de Cienfuegos, se pudo constatar, que la evaluación del desempeño de los mismos, carece de integralidad y sistematicidad, no se contempla en los certificados la auto-evaluación de los profesores y solo se concibe como referente para que el encargado del proceso configure su certificado. Sin embargo, los informes de auto-evaluación no incluyen las cuestiones a superar que se relacionan con la universalización y en consecuencia, no precisa el planteamiento de las metas a lograr en su formación.

Al indagar acerca de esta situación entre los Profesores a Tiempo Parcial de la Enseñanza Técnica y Profesional visitados durante el curso 2007/2008 se constató que no poseen una concepción o idea común para elaborar la auto-evaluación; por lo general aluden a los logros pues afirman que servirá de guía al jefe; reconocen no haber recibido indicación de cómo hacerlo, solo cuentan con la experiencia limitada de la educación a la que pertenecen. Consideran además la posibilidad de contar con una guía o instrumento que les facilite el proceso. Se evidencia así la necesidad de perfeccionar el proceso de auto-evaluación de los Profesores Universitarios a Tiempo Parcial y la carencia de una metodología que facilite el mismo en la práctica.

Desde este marco, se precisó asumir como problema científico: ¿Cómo contribuir al perfeccionamiento del proceso de auto-evaluación del desempeño del Profesor Universitario a Tiempo Parcial en la carrera de Licenciatura en Educación especialidad Economía? A partir de él, se señala como objeto de estudio: El proceso de evaluación del desempeño del Profesor Universitario a Tiempo Parcial de la carrera Licenciatura en Educación especialidad Economía. Luego, se asume como campo de Acción: los procedimientos y técnicas de la auto-evaluación del desempeño de este profesional universitario.

La búsqueda de propuestas para enfrentar esta situación, muestra la existencia de ciertos vacíos en la teoría; sobre todo la que se vincula a la secuenciación fundamentada de acciones que guíen al Profesor Universitario a Tiempo Parcial en su proceso de auto-evaluación. Por tales razones el objetivo de esta investigación es: Elaborar una metodología para la auto-evaluación del desempeño del Profesor Universitario a Tiempo Parcial en la carrera de Licenciatura en Educación especialidad Economía.

La idea a defender precisa que: Para perfeccionar el proceso de auto-evaluación de su desempeño el Profesor Universitario a Tiempo Parcial de la carrera Licenciatura en Educación especialidad Economía, precisa de una metodología, que sustentada en las funciones y tareas profesionales con un enfoque personológico, ofrezca procedimientos y técnicas que orienten su desarrollo.

Desarrollo

Los procesos que se asocian a la autovaloración connotan la posibilidad del hombre de poseer autoconciencia y además ser capaz de reconocer su propia existencia individual. En consecuencia, en el desarrollo de la personalidad el individuo alcanza cada vez mayor independencia relativa en la medida en que se desenvuelve y que se expresa de forma clara en su crecimiento personal "proceso de cambios y transformaciones que se producen en los contenidos y funciones psicológicas de la personalidad, que permite un nivel superior de regulación y autorregulación comportamental e implica, a partir de las exigencias de la sociedad una mejor relación con su medio, con las otras personas y consigo mismo.( Pérez, 2004).

Cuando estas transformaciones informan de un nivel superior de regulación y autorregulación del comportamiento, el individuo logra mayor autonomía, independencia y autodeterminación. Por tales razones, se infiere que en la actividad humana un lugar relevante lo ocupan los mecanismos internos que le dan la posibilidad al sujeto de reglamentar por sí mismo su actividad y su conducta entre los que se encuentra la autovaloración, la que se constituye en forma superior de autorregulación de la actividad.

En este estudio se asume como autorregulación de la actividad a "la dimensión valorativa-dinámica de la autoconciencia. Los contenidos de la vida psíquica que forman parte de la autoconciencia adquieren carácter dinámico direccional al pasar a ser contenidos de la autovaloración, cuando se convierten en experiencia interna valorada, adquiriendo un sentido negativo o positivo. En esto radica la función objetivo-valorativa de la autovaloración que sirve de base a su otra función principal, la de regulación interna de conducta y actividad". (Colectivo de autores de la Dirección de Formación y perfeccionamiento de Personal Pedagógico, 1982)

En estas formaciones psicológicas, aun cuando se manifiesta el principio de la unidad de lo cognitivo y lo afectivo, existe el predominio de uno u otro subsistema, de esta manera algunas veces son predominantemente inductoras y otras ejecutoras, por lo que es posible encontrar las que se denominan formaciones motivacionales y que expresan de forma específica la regulación afectiva de la actividad, dentro de ella los intereses, las aspiraciones y las convicciones que se integran a su vez en los ideales, las intenciones y la autovaloración como formación motivacional compleja.

El planteamiento anterior evidencia la asunción desde el punto de vista psicológico del enfoque histórico – cultural, por cuanto lo psíquico surge de la interrelación dialéctica entre el sujeto, portador de las funciones mentales y la realidad en que está inmerso, y donde por razón de la actividad y la comunicación que establece dicho sujeto, se manifiesta y regula la psiquis, asimismo se tiene en cuenta la unidad de lo cognitivo y lo afectivo. Esto tiene implicaciones directas tanto en la concepción de la auto-evaluación, como en la propuesta que se presenta para dar solución al problema científico que se plantea.

Luego, la autovaloración juega un rol importante, dado el papel de la autoconciencia en el desarrollo de la personalidad, se considera como una dimensión valorativa de la autoconciencia, es la imagen que tiene el sujeto de su personalidad y tiene una función reguladora en la medida que orienta la actividad de este hacia la consecución de los fines que se plantea. La autovaloración se adecua por la correspondencia que existe entre la valoración que hace el sujeto de sus cualidades y las que realmente posee.

Esta categoría psicológica de la personalidad guarda estrecha relación con el nivel de aspiración que posee el individuo que se concreta en "el grado de éxito que el individuo espera obtener en una tarea definida" (Gómez, 1982), pues las aspiraciones se logran sobre la base de las valoraciones que realiza el sujeto y las posibilidades del logro de los objetivos que se plantea.

Los argumentos anteriores, interrelacionan a la autovaloración con los proceso de autoevaluación como forma superior consciente de la actividad del hombre, de manera tal que los criterios valorativos sirven de patrón de referencia a esta última.

Autores como Chiavenato, (1998), Mena, (2004), De Miguel. (1996) ofrecen sus consideraciones acerca de la autoevaluación la cual conciben como un componente esencial dentro del proceso docente educativo, y destacan la contribución de esta a la formación de valores en el individuo; aseguran que estas otorgan un importante papel como método para el mejoramiento personal y grupal.

Se comprende entonces, que es oportuno asumir que ¨la auto-evaluación docente es un elemento necesario en un marco curricular abierto y en la actuación de un colectivo de profesionales autónomos y reflexivo puede resultar valiosa en el fomento de actitudes individuales y grupales hacia la evaluación de la propia actuación, es decir, de actitudes propias de una cultura de la evaluación¨ (De Miguel, 1996). Desde estos referentes y al considerar los señalamientos de Valdés, (2004) cuando acota que "entre los objetivos de este método de evaluación del desempeño docente pues permite estimular la capacidad de auto-análisis y autocrítica del profesor, así como su potencial de auto-desarrollo y aumentar el nivel de profesionalidad del profesor".

Se considera oportuno afiliarse a los principios dados por Smither, (2008) con relación a la auto-evaluación del desempeño docente que se muestran a continuación.

Tal consideración se explica al tener en cuenta que:

  • 1. Espíritu democrático: Dado por la apertura a las diferentes corrientes de pensamiento.

  • 2. Sentido de pertenencia: Que implica una identificación con lo que se hace, con el contexto, y compromete con el quehacer académico.

  • 3. Innovación: Disposición al cambio y a la búsqueda de soluciones a problemas educativos y comunitarios.

  • 4. Ética: Se refleja en el comportamiento del docente acorde con los principios de honestidad, integridad, responsabilidad y justicia.

  • 5. Espíritu crítico: Disposición permanente a la reflexión y al análisis necesario para la autorregulación y el crecimiento personal y profesional.

  • 6. Comunicación: Implica el diálogo permanente sobre proyectos y acciones educativas.

  • 7. Motivación: Estimulación intrínseca que permite investigar y reflexionar sobre la actuación individual, establecer correctivos y reorientar acciones.

  • 8. Autorregulación: Asumir procedimientos y estrategias que permitan el equilibrio y control sobre actuaciones propias.

  • 9. Mejoramiento: La investigación, el análisis crítico, y la reflexión sobre la práctica educativa que deriven acciones para corregir.

Al tomar en consideración estos principios se pretende que el docente logre de forma paulatina la identificación de sus necesidades a partir de sus reflexiones sobre la práctica educativa que realiza y de manera consecuente pueda proyectar la solución de las mismas

Pero, lo cierto es que las Universidades de Ciencias Pedagógicas requieren de mecanismos que le permitan el desarrollo personal y profesional de los docentes como factor fundamental para la consecución de su misión, con criterios de calidad para lo cual se deben potenciar los principios señalados anteriormente.

En este contexto, se constituye la auto-evaluación del Profesor Universitario a Tiempo Parcial como elemento esencial a estos fines, pues su práctica establece un recurso importante para la valoración permanente de la propia actuación y por ende del desarrollo profesional del sujeto, genera una mayor identificación con los procesos de la institución educativa al ser capaz de dinamizarlo, contribuye a la formación de valores morales y metacognitivos. Funciona como retroalimentación, lo cual le posibilita al sujeto asumir posiciones reflexivas, receptivas, críticas y comprometidas con el quehacer académico y permite que el mismo le agregue aspectos novedosos e interesantes a su quehacer, da libertad, seguridad y autenticidad. (Remedios, 2007)

Se justifica así la concepción de auto-evaluación que se asume en esta investigación, pues la solución del problema que aborda debe contribuir al perfeccionamiento del proceso en el desempeño del Profesor Universitario a Tiempo Parcial, porque el mismo se concibe con un carácter consciente, sistemático que se orienta a un fin predeterminado, y se caracteriza por su proyección social, su orientación humanística y su carácter transformador.

Es decir, aborda la solución de un problema social –en última instancia la satisfacción de la función social de la Universidad de Ciencias Pedagógicas– y se enfoca al perfeccionamiento profesional y humano de este docente, a su propia transformación y a la de su práctica pedagógica en un contexto históricamente condicionado.

Se coincide con Tobón (2006) y Escudero, (1992) cuando armonizan en que la auto-evaluación es autovaloración, auto-conocimiento y autorregulación, aspectos que se orientan hacia el diálogo reflexivo continuo de cada ser humano consigo mismo, que da la posibilidad de tomar conciencia sobre las fortalezas que son necesarias construir y de cómo va dicha construcción y que mediante la misma se puede estimular la capacidad de análisis y autocrítica, así como su potencial de auto desarrollo.

Desde esta perspectiva, es necesario que se preparen las condiciones para que la auto-evaluación pueda constituirse en un recurso para el crecimiento personal y profesional del docente, pues según Tobón (op.cit.) " esta requiere de un ambiente propicio, basado en un ambiente de confianza y aceptación que favorezca la expresión libre de los involucrados, además de que es necesario generar el hábito de comparar los resultados obtenidos con los propuestos a fin de facilitar que los agentes implicados se corrijan e introduzcan los cambios precisos que cualifiquen su desempeño".

En este proceso se entiende que, a diferencia de cómo se concibe por los teóricos, en las prácticas, la auto-evaluación no se sustenta en el criterio único de la persona sino que este se forma a partir de la información que el mismo recopila acerca de sí y de los resultados de su actividad. Esta última se identifica como una de las cuestiones importantes pues se asocia a la responsabilidad y sinceridad que el docente debe tener para reflejar con ética sus logros y dificultades en la producción escrita del informe auto-evaluativo.

En la medida en que el sujeto sistematice la auto-evaluación de su actividad tendrá mayor posibilidad de convertirse en una persona abierta a la crítica de agentes externos y las considerará más válidas y confiables. Por tanto, esta se debe considerar como vía esencial para que los docentes mejoren su desempeño profesional, a partir de un mayor conocimiento de su comportamiento pedagógico actual, que le permita identificar las áreas problemáticas y mejorarlas, definir sus fortalezas; es decir, "que se convierta en un proceso continuo, en vez de un evento único e irrepetible, que no sea un simple método, sino que adopte un enfoque globalizador, el proceso evaluativo" (Remedios, 2003)

Por esta razón debe estar presente en todo sistema de evaluación del desempeño profesional del docente. Sin embargo, no siempre se realizan estos procedimientos que ofrecen la posibilidad de hacer correcciones y de plantear recomendaciones para las siguientes tareas.

El proceso evaluativo, y la auto-evaluación dentro del mismo, se relacionan estrechamente durante todo el desarrollo del desempeño del docente pero, atender a sus exigencias es esencial y condiciona en gran medida el resto: de ella depende que el proceso de evaluación tenga un carácter verdaderamente consciente, que provoque las mejoras necesarias, que constituya en sí un acto educativo al tener una significación para el Profesor Universitario a Tiempo Parcial.

La pertinencia y validez de estas consideraciones para aplicarlas al estudio del procedimiento de la auto-evaluación del desempeño del Profesor Universitario a Tiempo Parcial de la Licenciatura en Educación especialidad Economía, resultan esenciales pues ambas tienen en cuenta el conocimiento de sí para lograr las mejoras necesarias.

Se asume entonces que, cada Profesor Universitario a Tiempo Parcial, debe autoevaluarse con sinceridad y responsabilidad; desde el inicio de su desempeño debe someter a su propia reflexión el proceso que se desarrolla. Es la forma de tomar conciencia de sí, con lo que ha hecho y cómo se ha hecho, lo que le permitirá encontrar una explicación a los resultados que obtiene con sus alumnos.

A partir de aquí, el Profesor Universitario a Tiempo Parcial, tiene la posibilidad de reconducir o mejorar el desarrollo y el resultado de un proceso en el que es un agente fundamental. Pero, para lograr éxito en la auto-evaluación, es necesario y decisivo que cada uno aprenda a conocerse, detecte en qué etapa del proceso cometió errores; en esencia que tenga desarrollado sus procesos metacognitivos.

Las indagaciones que se realizaron acerca de la auto-evaluación del desempeño docente confirman que "existen varias experiencias de auto-evaluación del profesor sin llegar aun a implantarse como una metodología de trabajo fija tanto para la evaluación de la propia actividad como para el desarrollo personal, la rendición de cuentas o la misma formación inicial. (Laffite, 1994).

En el diseño actual del proceso de evaluación y auto-evaluación de los Profesores Universitarios a Tiempo Parcial en las Universidades de Ciencias Pedagógicas se destaca que la evaluación del desempeño de este docente, contempla las funciones generales que como tal debe ejercer el profesor universitario a tiempo completo y que se regulan en el reglamento para la aplicación de las categorías docentes de la Educación Superior.

Las tendencias contemporáneas de la participación de los docentes en el proceso de evaluación, se inicia con un paso de reflexión, análisis y discusión entre los implicados, acerca de los objetivos, las tareas y la elaboración del plan de desarrollo individual.

En esta fase se ofrece la oportunidad para que el docente plantee sus puntos de vista y aceptación de las condiciones y exigencias que se requieren para cumplimentar los objetivos de su desempeño docente. La realización de un control de su propio trabajo les facilita la estructuración de acciones para obtener el resultado que se desea.

El seguimiento al plan de desarrollo individual del docente lo realizará el jefe inmediato superior con fines de la evaluación de su desempeño, a su vez se precisa como tarea del docente el auto seguimiento del mismo. Pero, de modo particular el proceso de evaluación del desempeño del Profesor Universitario a Tiempo Parcial no aparece delineado en los reglamentos y normativas al considerar que este asume funciones como profesor universitario.

Los argumentos anteriores precisan la necesidad de las prácticas de auto-evaluación del desempeño de los Profesores a Tiempo Parcial que propicien la mejora de su actuación y fundamentan la necesidad de orientaciones que faciliten el proceso. Pero en este interés es preciso primero analizar las concepciones que se tienen acerca de las técnicas que se utilizan en este estudio.

Sin embargo, al concebirse la auto-evaluación como un proceso participativo el profesor universitario logra obtener información que le atribuye la objetividad del proceso de auto-evaluación; justifica su juicio en un informe incidirá en el modo que, las acciones que se proyecten sean asumidas de

Conclusiones

Al concebirse la auto-evaluación como un proceso participativo el profesor universitario logra obtener información que le atribuye la objetividad del proceso de auto-evaluación; justifica su juicio en un informe incidirá en el modo que, las acciones que se proyecten sean asumidas de manera consciente y puedan direccionar el proceso de perfeccionamiento de su desempeño.

En tales circunstancias se puede afirmar que, para lograr un proceso de mejoras en cualquier sistema evaluativo, debe estar precedido por evaluaciones y auto-evaluaciones cada vez más objetividad con el fin de alcanzar adecuados niveles de calidad, necesidad que enfrenta la educación superior pedagógica por los retos que se le avecinan, en aras de elevar la preparación de sus claustros docentes y de los egresados de este nivel educacional. En el caso de los Profesores a Tiempo Parcial este proceso es aun insuficiente, tanto en sus precisiones como en proceso para que este profesional pueda alcanzar un desarrollo profesional acorde a las necesidades de la universalización

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Autor:

MSc. Silvia H. Stable Chacón

MSc. Caridad R. Herrera Lobo

MSc. Benita C. Díaz Ercia

Lic. Yuniesky Bárzaga García

Bárzaga[arroba]cf.rimed.cu

Partes: 1, 2
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