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La formación de personas mayores en nuevas tecnologías (página 2)


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Otro hecho que demuestra la importancia creciente de este sector de la población, son los Encuentros Nacionales sobre Programas Universitarios para Mayores que se vienen celebrando en diferentes puntos de nuestra geografía. En el último, celebrado en la Universidad de Alicante en Abril de 2002, se trabajó para conseguir una mayor integración de la enseñanza dirigida a las personas mayores en el conjunto de enseñanzas universitarias y en la configuración de un plan de estudios con una duración mínima de 3 años y con cierta estructura y contenidos comunes a todo el territorio español, partiendo siempre del principio de "formación a lo largo de toda la vida" (Universidad de Alicante, 2002).

Personas mayores y TIC

Vivimos en una sociedad donde el volumen de datos conocimientos e información crece de manera vertiginosa en todos los sectores de la vida social. A este hecho contribuye el desarrollo alcanzado por las denominadas Tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC), que juegan un papel muy importante tanto en la creación como en la difusión de la información. En este contexto se hace cada vez más necesario el acercamiento de todos los colectivos humanos, incluido el de las personas mayores, a estas tecnologías, de manera que puedan contribuir a una mayor integración social de este colectivo y sea posible conseguir "una sociedad para todas las edades"

Existen diversos usos de las nuevas tecnologías en función de los intereses o necesidades de cada sujeto en diferentes momentos. Estas utilidades abarcan aspectos tan diversos como la cultura, el ocio, la ayuda, la interacción social, la actividad laboral, la formación… (Barroso y otros, 2002).

Sin embargo, no todos los sectores de la población se benefician por igual de ellas. Según la Encuesta General de Medios (EGM, 2002) de los meses de Octubre-Noviembre de 2002, existen 7.856.000 usuarios de internet en nuestro país, entendiendo por tales las personas que en el último mes han accedido al menos una vez a la red. Esto supone en torno al 20% de la población total. Pero si esta cifra la desglosamos por edades en la siguiente tabla, vemos como sólo el 0,8% de las personas mayores de 65 años han accedido en el último mes a internet.

EDAD

PORCENTAJE DE POBLACIÓN

14 a 24 años

36%

25 a 34 años

33,4%

35 a 44 años

17,9%

45 a 54 años

9,2%

55 a 64 años

2,8%

65 ó más años

0,8%

Tabla 2: Población española por edad, usuaria de internet en un último mes (E.G.M., 2002)

Creemos con Casanova y Pavón (2002) y García y Sánchez (1998) que las TIC pueden cumplir, y en algunos casos ya están cumpliendo un papel importante en la vida de las personas mayores por la posibilidad que ofrecen para interactuar y comunicarse con otros entornos, informaciones, contextos o personas más o menos alejados del emisor; a través de:

  • Acceso a informaciones poco accesibles por otros medios tradiciones

  • La interacción entre personas mayores

  • La relación intergeneracional

  • Aprender cosas nuevas referidas a saberes, habilidades, actitudes…etc.

  • Desarrollo de la creatividad

  • La participación en ámbitos políticos y sociales

Estamos observando cómo cada vez existen más servicios de informática específicos para mayores en nuestro país (aunque quizá insuficientes), tanto de ámbito público como privado: en centros cívicos, asociaciones, la propia universidad, lugares dentro de la red específicos para la población más adulta, como es en nuestro país la revista digital SENDA, la web redmayores.net de la Asociación Edad Dorada, el Club Estrella patrocinado por una importante entidad bancaria y que tiene centros propios por toda la geografía española equipados con ordenadores y donde se imparten cursos, o los diversos foros, chats y listas de discusión específicos para personas mayores. Fuera de nuestras fronteras existen desde hace años experiencias interesantes como la de la Red Seniornet o Los Panteras Grises.

La Universidad tampoco puede dejar de considerar esta realidad sino que, por el contrario, debe incluir la alfabetización tecnológica entre los contenidos que ofrece, no sólo a los estudiantes ordinarios, sino también y especialmente, a los matriculados en las aulas de mayores, ya que, probablemente, sean los que tienen menos oportunidades de alcanzar por sí solos estos aprendizajes.

El aprendizaje de las personas mayores

En el aprendizaje de las personas mayores, al igual que en cualquier otro sector de población, es imposible adquirir conocimientos si no existe voluntad de hacerlo, es decir, para aprender hace falta un mínimo de intencionalidad. En el ámbito de la enseñanza universitaria para mayores este aspecto se da ampliamente, ya que sus usuarios son personas que acceden a ella voluntariamente. Sin embargo, hay que anticiparse a posibles fracasos y frustraciones futuras y para ello es importante trabajar el sentimiento de que son capaces de aprender el manejo de algo, que a veces se presenta como lejano a su experiencia cotidiana, como son las nuevas tecnologías, y ello con un nivel semejante al de cualquier otra persona que realmente quiera adquirirlos. Es decir, hay que estar atentos para que puedan superar los fuertes bloqueos ante el aprendizaje de la informática y de las nuevas tecnologías en general que en ocasiones aparecen.

En este sentido, algunos principios que tenemos que tener en cuenta en el aprendizaje de las personas mayores, y que además, en su mayoría podrían ser aplicables a cualquier otro colectivo, son los siguientes (Pavón,2003; Barroso y otros, 2002):

  • La motivación sobre el aprendizaje que se haga es algo clave a la hora del éxito de la actividad

  • Se motivan para aprender cuando descubren necesidades que se pueden llegar a satisfacer mediante ese aprendizaje.

  • El acompasamiento del aprendizaje a la evolución física del cerebro y al desarrollo evolutivo en general de cada persona en cada momento de su vida. Es decir, tener en cuenta las diferencias individuales.

  • El aprendizaje debe estar en relación con lo que el alumno ya conoce y pueda evolucionar en su conocimiento para abarcar nuevos contenidos.

Los pensamientos, ideas, inquietudes, experiencias, intereses de la persona que aprende, deben ser el punto de arranque que sirva de base para la construcción de nuevos conocimientos.

La orientación del aprendizaje adulto debe dirigirse hacia situaciones reales. El análisis de la propia experiencia es la mejor metodología.

El aprendizaje del manejo del ordenador en muchas personas mayores, conlleva temores, miedos y autocensuras, debido a: a) la inseguridad e incluso la vergüenza que para algunas de estas personas supone reconocer que no saben nada; b) no haber experimentado antes (como les sucede a muchos niños y jóvenes) la facilidad de uso en juegos y programas de ordenador; c) el miedo a perder el control sobre el ordenador y no saber qué hacer con él para conseguir un determinado objetivo; d) no haber experimentado las ventajas del aprendizaje a través del método por ensayo-error; e) haber tenido una mala experiencia de aprendizaje o f) sentirse desbordado ante tanta información que debería conocer y que no domina…etc. (Casanova y Pavón, 2002).

Teniendo en cuenta estos hechos, algunos de los objetivos de la enseñanza para adultos que marca VI Encuentro Nacional de Programas Universitarios para Mayores (Universidad de Alicante, 2002) son entre otros:

  • que suponga una experiencia gratificante para los alumnos mayores, es decir, que "disfruten" asistiendo a los cursos.

  • que puedan verla como acicate de realización personal.

  • que sirva de ayuda en la comprensión de los problemas y realidades contemporáneas.

  • que permita adquirir competencias personales, tanto intelectuales como para poder atender por sí mismos a las necesidades de salud, ocio, vida cotidiana..

  • que sea estímulo y garantía de mantenerse activos física y psicológicamente.

  • que facilite recursos para la adaptación al cambio y la resistencia al desconcierto.

  • que oriente al ejercicio positivo de la solidaridad y la convivencia.

La enseñanza de informática en las universidades para mayores

En nuestro país existen 47 programas universitarios para personas mayores, con más de 22.000 alumnos (Universidad de Alicante, 2002), lo que supone que la mayoría de las universidades españolas han incorporado este tipo de enseñanza dentro de sus planes de estudio. Igualmente en la mayoría de ellas existen módulos, talleres o asignaturas relacionadas con las TIC, la informática o el uso y manejo de ordenadores.

Para conocer la importancia de este hecho, vamos a fijarnos en cómo ha sido este proceso en Andalucía, donde en las ocho universidades existen actualmente actividades universitarias dirigidas a personas mayores. La Universidad de Granada fue la que tomó la iniciativa en nuestra comunidad en 1994, creando la denominada "Aula Permanente de Formación Abierta". La última en incorporarse a este tipo de enseñanza fue la Universidad de Huelva con la creación, en el curso 1999/2000, del "Aula de Mayores y de la Experiencia". Entre ambas fechas se pusieron en marcha iniciativas similares en el resto de universidades andaluzas: en Almería "Mayores en la Universidad: Ciencia y Experiencia", en Cádiz el "Aula Universitaria de Mayores", en Córdoba el "Aula Intergeneracional", en Jaen la "Universidad Abierta", en Málaga el "Aula de Formación Abierta para Mayores" y en Sevilla el "Aula de la Experiencia".

Todas ellas, al igual que las del resto del Estado, podemos afirmar que giran en torno a tres grandes ejes o finalidades. En primer lugar ser un espacio de encuentro, intercambio y reflexión, en segundo lugar ser vehículo de acceso al conocimiento científico y cultural y en tercer lugar contribuir a la participación social activa. Todas ellas estrechamente relacionadas con el uso de las TIC, y desde un modelo metodológico teórico-práctico que intenta tener en cuenta la participación activa del alumnado.

Esta formación ayudará a evitar lo que el informe europeo FAST (Comisión Europea, 1986) advierte, cuando habla del peligro que tiene la mera innovación tecnológica sin una innovación social de forma paralela, ya que ello puede favorecer, aún más, la división social.

Algunas observaciones generales sobre la enseñanza de las TIC

Cuando se habla de la formación para las personas mayores, ya sea en el ámbito de las Tecnologías de la Información y la Comunicación o en cualquier otro ámbito, la edad para incorporarse a dicha formación varía considerablemente de unas realidades a otras. Así, por ejemplo, los cursos de informática que se realizan en algunos centros cívicos subvencionados con fondos municipales exigen tener cumplidos los 65 años de edad, mientras que en otras experiencias como puede ser El Aula Permanente de Formación abierta de Granada permite la inclusión en esta modalidad formativa a partir de los 50 años.

La duración de los cursos también varía considerablemente de unas instituciones a otras dependiendo de las circunstancias organizativas de los centros, del contenido de los cursos, del número de alumnos, etc. Además, hay que tener en cuenta el ritmo de aprendizaje del alumnado al decidir el número de horas que se van a dedicar a trabajar determinados contenidos y la una metodología de trabajo que se ha de emplear, metodología que no sólo debe consistir en una explicación lineal de los contenidos del módulo, sino que ha de incluir actividades que permitan ir relacionado lo aprendido desde una práctica contextualizada y significativa, y esto también requiere tiempo si se pretende que el aprendizaje pueda ser realmente funcional y con un alto nivel de transferencia.

En los cursos que imparten una formación amplia, es decir, no especializada para la población de personas mayores en general, vemos que los cursos de TIC normalmente contemplan las siguientes enseñanzas:

1. Algún curso de iniciación a la informática. Su objetivo es iniciar a los alumnos en el mundo de estas tecnologías y en el manejo básico del ordenador de cara a que pierdan el miedo a la máquina y se familiaricen con su uso, que conozcan sus posibilidades de trabajo y sepan utilizar las herramientas básicas de un sistema operativo y las rutinas comunes a cualquier programa informático.

2. Cursos o módulos que hacen referencia a algún procesador de textos, que es el programa que más usuarios utilizan. Su objetivo es que los alumnos aprendan a manejarlo para construir textos de todo tipo que posteriormente puedan imprimir, enviar, publicar o simplemente guardar como información personal.

3. Módulos referidos a alguna hoja de cálculo. Su objetivo suele ser que los alumnos aprendan a manejar uno de estos programas que permiten realizar cálculos de manera rápida, ordenada y sistemática, así como realizar gráficos a partir de los valores obtenidos.

4. Algo menos frecuente, pero también con bastante importancia en la formación de TIC son los cursos para construir diapositivas informatizadas. Estos programas nos permiten realizar transparencias, presentaciones y diaporamas de manera fácil, rápida y vistosa.

5. Otro núcleo de contenidos que casi nunca falta en este tipo de cursos son los que hacen referencia a Internet. Su objetivo es que los alumnos lleguen a manejar las herramientas más utilizadas como enviar y recibir información de cualquier otro usuario a través del correo electrónico, participar en listas de discusión, acceder a chats, navegar por páginas web, usar buscadores, etc. Se trata de facilitar el acceso de las personas mayores a una realidad de comunicaciones síncronas y asíncronas de las que actualmente nadie debe excluirse por ignorancia o falta de oportunidades para su aprendizaje.

6. También podemos encontrar módulos específicos de creación de páginas web, cuyo objetivo específico es que los alumnos aprendan a diseñar y crear sus propias páginas y hacerlas públicas al resto del mundo, siendo incluidas en un servidor de internet.

La metodología de trabajo de estos cursos suele ser fundamentalmente práctica y personalizada. Esto se debería plasmar, desde el primer momento, en el uso del programa por parte de los alumnos a partir de la explicación, interrogantes y ejercicios que proponga el profesor. Las actividades deben adaptarse a las capacidades de cada alumno incrementando progresivamente el grado de dificultad y la interrelación de los conocimientos a partir de actividades significativas y por tanto motivantes para los alumnos, que normalmente deberían trabajar sobre el ordenador en pequeño grupo (preferible de 2 personas), para favorecer la iniciativa y el aprendizaje colaborativo, intentando suprimir el "miedo" al medio digital que se da frecuentemente en este tipo de alumnos.

Un elemento que no se hace explícito en muchos de estos cursos y que creemos fundamental para que se dé en un proceso renovado de enseñanza-aprendizaje es que se realice una evaluación de dicho proceso. Creemos conveniente incluir explícitamente una evaluación formativa que se realice a través de la observación, análisis y valoración del profesor sobre el trabajo de los alumnos, sus preguntas e interrogantes y el nivel de logro alcanzado en la realización de las actividades planteadas durante el proceso de enseñanza y aprendizaje. Igualmente, al finalizar el curso de debe llevar a cabo una prueba de evaluación final de los contenidos del mismo que servirá como ejercicio de autoevaluación para el propio alumno y, para el profesor, como medida para la retroalimentación de su enseñanza. Así mismo creemos conveniente una evaluación del curso por parte de los alumnos que pueda contribuir a potenciar aciertos y mejorar errores organizativos, docentes o metodológicos.

Bibliografía

BARROSO, J; CABERO, J y ROMERO, R (2002): "Las personas mayores y las nuevas tecnologías: una acción en la sociedad de la información", Innovación Educativa, (12), Santiago de Compostela, pp. 319-337

CASANOVA, J y PAVÓN, F. (2002): "Las tecnologías de la información y la comunicación en el contexto de las aulas universitarias de mayores", Quaders Digitals (21) http://www.quadersdigitals.net/datos_web/hemeroteca/r_1/nr_21/a_281/281.htm

E.G.M. (2002): "Información sobre la evolución de la audiencia de internet en el Estudio General de Medios, octubre-noviembre 2002". http://www.aimc.es/ datosegm/internet.html <2003/3/20>

IMSERSO (2000): Personas mayores en España, Informe 2000. Madrid: IMSERSO

I.N.E. Censos de población y vivienda 2001. http://www.ine.es/censo2001/difucen.htm <2003/3/20>

GARCÍA MÍNGUEZ, J y SÁNCHEZ GARCÍA, A. (1998): Un modelo de Educación en los Mayores: la interactividad. Madrid: Dykinson

PAVÓN, F. "Tecnologías avanzadas: nuevos retos de comunicación para los mayores". http://dewey.uab.es/pmarques/evte.htm <2003/3/24>

UNIVERSIDAD DE ALICANTE (2002): "Conclusiones finales. VI Encuentro Nacional Programas Universitarios para Mayores". http://www.ua.es/es/estudios/ univ_permanente/Novedades2002/VIENCUENTRO/conclusionesviencuentro.html <2003/3/17>

ZULUETA, J (2000): "Los panteras grises en auge", Periódico El Mundo digital. nº 47

 

 

 

Autor:

María Teresa Gómez del Castillo

Universidad de Sevilla – España

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