Descargar

Las TIC en la Educación Universitaria: oportunidades y amenazas (página 2)

Enviado por Liliam Domínguez.


Partes: 1, 2

  • Su implantación exige la preparación de los profesores, que deben desarrollar nuevas habilidades pedagógicas y comunicativas: ser más flexibles en cuanto a las formas de enseñar y aprender, emplear nuevos métodos y técnicas de evaluación, crear entornos que incentiven el aprendizaje, integrar los elementos pedagógicos y tecnológicos desde la concepción de los diseños de aprendizaje, asimilar y enseñar nuevas formas de organización de las ideas y del conocimiento, crear Entornos Virtuales de Aprendizaje útiles y motivadores.

  • ¿Por qué introducir entonces las TIC en la educación superior?

    En primer lugar, las TIC ofrecen una gran diversificación de fuentes del conocimiento como el hipertexto, los gráficos interactivos, los sonidos, poderosas herramientas de cómputo, objetos en movimiento, simulación de situaciones y de comportamientos, (Rodríguez, A. y otros) laboratorios virtuales, ejercicios de auto evaluación, acceso a gran cantidad de información actualizada.

    En segundo lugar, las TIC abren un espacio a la personalización del aprendizaje, a través de la flexibilidad en la administración del tiempo, la posibilidad de elección en el orden y prioridad de lo que se aprende, el estímulo a la creatividad y el aprendizaje por descubrimiento.

    Esto es muy importante, en tanto viene a paliar una de las contradicciones fundamentales del proceso de enseñanza aprendizaje tradicional: la contradicción entre la enseñanza colectiva y la asimilación individual. En la clase frontal tradicional, se supone que se imparten los contenidos de modo que "la media " del grupo pueda cumplir con los objetivos planteados, pero no siempre ocurre así, y aun cuando ocurra, hay una serie de estudiantes, por debajo de esa media, que no logran alcanzar los objetivos propuestos y que necesariamente van quedando a la zaga, en tanto hay otro grupo de alumnos que se encuentran "por encima " de esa "media" que en el mejor de los casos, se aburren durante las clases que imparte el profesor.

    El primer grupo generalmente es atendido de forma individual por los profesores, que luchan denodadamente por acercarlos a los ritmos de la media y lograr que cumplan los objetivos previstos para la clase, la asignatura, la disciplina en cuestión, pero el segundo grupo, el de los estudiantes que se adelantan a los demás, raramente reciben atención especial por parte del profesor en forma de ejercicios diversos, de exigencias más altas, de tareas más complejas, y el talento se desperdicia si no se encauza correctamente.

    El aprendizaje a través de las TIC permite que cada individuo avance a su ritmo, realice el número de lecturas que necesite, resuelva los ejercicios que corresponden con su nivel de asimilación en cada momento, sin que por ello se afecte el grupo en uno u otro sentido.

    En tercer lugar, las TIC ofrecen una amplia posibilidad de trabajo colaborativo, tanto entre estudiantes y profesor, como entre los propios estudiantes, que pudieran llevar a cabo proyectos o investigaciones conjuntas, compartir trabajos disponibles en la red. Este es uno de los elementos más controversiales cuando de utilización de las TIC y de los espacios virtuales de aprendizaje se trata. El uso de computadoras para la enseñanza suele verse como medio de enajenación del individuo que queda supuestamente solo, sumido en sí mismo y en el mundo virtual que su computadora le ofrece y que lo aísla de las relaciones interpersonales de todo tipo. Esto no tiene que ser así, los profesores – que deben seguir dirigiendo el proceso de enseñanza aprendizaje de una u otra forma – pueden diseñar situaciones educativas que no sólo permitan, sino que exijan el trabajo en grupos, la construcción colectiva de conocimientos, como pueden ser los foros de debate, el Chat o los talleres de Moodle, por ejemplo, o los blogs educativos y los wikis en la Web.

    Los profesores, por su parte, pueden colaborar entre sí con facilidad, compartir recursos, enfoques, experiencias, aunque a este respecto, al menos en nuestro medio, existen reticencias respecto a la divulgación de artículos científicos y otros tipos de materiales por las implicaciones que puede tener sobre los derechos de autor y este tipo de cuestiones legales.

    En cuarto lugar, el aprendizaje mediante las TIC pueden incluir actividades de carácter lúdrico, siempre atractivas para personas de todas las edades y crear espacios de ampliación de la cultura general, sin el didactismo que suelen tener, por ejemplo, en los medios de información masiva.

    Sin embargo, la decisión de introducir masivamente las TIC en la educación universitaria, debe hacerse desde la percepción de los riesgos que este proceso puede implicar:

    • Debe tenerse en cuenta la necesidad de introducción de las TIC y la posibilidad de hacerlo. Las disciplinas, las asignaturas, las materias, los centros, los colectivos de profesores tienen diferentes características y condiciones reales de funcionamiento. Una primera decisión sería entonces, responder a las preguntas: "Puede hacerse, pero ¿es necesario? ¿es útil? ¿significa una mejoría respecto a las condiciones actuales?" o, al revés "Es necesario, pero ¿es posible? ¿contamos con los recursos suficientes? ¿los materiales y situaciones educativas que preparen los profesores van a ser vistos y estudiados por los alumnos? ¿es aplicable en este momento, aunque sea parcialmente? Es por eso que planteamos que se debe partir de las realidades concretas (económicas, pedagógicas, metodológicas) de cada facultad y centro. Resulta verdaderamente frustrante para el profesor que los materiales que preparó con esfuerzo y rigor no se empleen después por falta de condiciones materiales, sobre todo cuando esas condiciones se conocían de antemano. No tiene sentido diseñar las materias sobre la base de recursos y equipos que no se tendrán en la realidad, con lo que se debilita el viejo modelo de enseñanza sin poder aplicar el nuevo.

    Por otra parte, y sobre la base de esta misma desigualdad de condiciones en los distintos territorios, centros, estudiantes, especialidades, debe evitarse la aplicación masiva, generalizada e indiscriminada de experiencias locales que no significan soluciones adecuadas en otras circunstancias y que ignoran el carácter contextual de los procesos de enseñanza.

    • Debe velarse por la calidad de los recursos informáticos que se producen. No se trata de tomar los mismos materiales que ese empleaban en la clase frontal tradicional y "colgarlos" en una plataforma interactiva. El uso de las TIC tiene su propio lenguaje, sus propias normas, que deben ser respetadas y tomadas en cuenta. Se trata de elaborar productos que cumplan con los requisitos necesarios para garantizar la visualidad, la usabilidad y sobre todo la interactividad necesaria, productos que cumplan con los requisitos pedagógicos, tecnológicos y de diseño que los conviertan en un recurso educativo válido.

    • Debe asignarse un espacio importante a la preparación del profesor para asumir la enseñanza desde las TIC. Entenderse con la computadora y, más aún, convertirla en un medio de trabajo útil y accesible, puede ser un proceso complejo sobre todo para aquellos profesores que, precisamente, tienen un mayor caudal de experiencias y conocimientos que aportar por su larga edad. El trabajo colaborativo, una vez más, se vislumbra como solución a este problema, si en los colectivos de asignaturas los profesores jóvenes y aquellos de mayor experiencia trabajan juntos en la preparación de las asignaturas.

    • Por último, debe conceptuarse las TIC como recursos al servicio del proceso docente educativo, y no al revés. Qué tipo de recurso se va a emplear es una decisión que depende de qué objetivo de aprendizaje se quiere lograr, de qué contenidos se deben incluir para cumplir esos objetivos y qué métodos vamos a emplear para lograrlos. La novedad de la aplicación de las TIC en la enseñanza no debe llevarnos a sustituir viejas fórmulas exitosas por nuevas que no lo sean.

    En resumen, la introducción de las TIC en la enseñanza universitaria puede convertirse en una gran fortaleza siempre que se realice de forma realista, paulatina y con el rigor que exige la institución que tiene a su cargo el aseguramiento del futuro del país.

    Referencias bibliográficas

    Conferencia de las Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo. Informe sobre la economía de la información 2007 – 2008. (2008).

    Dávila, A. l. (2001). Ciencia y soberanía: los retos y las oportunidades.

    García, B. C., & Iglesias, T. p. (2003). Educación universitaria, demanda del entorno y retos de la sociedad del futuro. Revista cubana de educación superior. , Vol. XXIII No. 2.

    Jova, S., & Molina, V. (2004). Proceso emprendedor e innovación tecnológica en las universidades cubanas. Revista cubana de educación superior., Vol XXIV No. 3.

    Jover, J. N., & Otros. Nueva universidad, conocimiento y desarrollo social basado en el conocimiento: los marcos conceptuales del Programa Ramal: en busca de consensos.

    Jover, J. N., & Otros. (2005). Ciencia, Tecnología y Sociedad en Cuba: construyendo una alternativa desde la propiedad social.

    Montalvo, L., & Jover, J. N. Las políticas públicas en ciencia y tecnología: la experiencia reciente en América Latina

    Romillo, A., & Taboada, A. (2006). La gestión universitaria del conocimiento, la ciencia y la innovación tecnológica. Revista cubana de educación superior., vol. XXIV No. 1.

    Sabina, E. M. (2003). La universidad frente a los retos de su democratización. Revista Cubana de Educación Superior., XXIII No. 3.

    Tristá, B. (2005). Gestión del conocimiento en las organizaciones. Potencialidades y limitaciones de las IES. Revista Cubana de Educación Superior., Vol. XXV No. 1.

     

     

    Autor:

    Liliam Esther Domínguez Hernández

    Partes: 1, 2
     Página anterior Volver al principio del trabajoPágina siguiente