Por el Cambio Climático y el fenómeno de La Niña, muchos países como Brasil, Perú, Ecuador, Colombia, Venezuela, México, Costa Rica, Haití y otros de El Caribe, están soportando desde hace varios meses un inusual invierno nunca antes visto en los últimos cincuenta años y que según los pronósticos de los expertos puede extenderse hasta el primer trimestre del año 2011.
La preocupación actual de los gobiernos de estos países tiene prelación en el estudio de alternativas, incluyendo tributarias, para financiar la atención de las víctimas de esta ola invernal y la rehabilitación de la infraestructura residencial, vial y agrícola que ha quedado destruida en muchas regiones.
La problemática presente ha sido definida por el Gobierno Colombiano como una verdadera Emergencia Económica, Social y Ecológica.
Se trata de una grave calamidad pública y verdadera situación de desastre nacional, por las inundaciones de grandes zonas urbanas y rurales, por derrumbes y avalanchas que además de producir numerosas muertes, han obligado al desplazamiento de sus habitantes para alojarlos en refugios, mientras dura la emergencia, y otros porque en forma definitiva deben abandonar sus viviendas por el alto riesgo que representa el continuar viviendo en las mismas, además por la destrucción de carreteras, puentes y otras vías de comunicación, como también por la pérdida de grandes extensiones de cultivos y zonas ganaderas.
Igualmente existe la preocupación de como se va a drenar el agua y el tiempo que durarán las tierras anegadas.
Las inundaciones actuales pueden permanecer entre cinco a seis meses y al bajar los niveles del agua van a quedar grandes lagunas y zonas fangosas y gran cantidad de aguas estancadas que contienen animales y vegetación putrefactos.
Reses, porcinos, aves de corral de explotaciones industriales y artesanales y muchas especies silvestres han perecido ahogadas.
Este ambiente se constituye en un hábitat ideal para la multiplicación masiva de millones de vectores de enfermedades, situación que puede durar quizá más de un año.
Durante el día, por acción del sol, los olores nauseabundos serán muy fuertes y en las horas de la noche los zancudos y otros vectores estarán siempre presentes.
Miles de hectáreas de zonas urbanas y rurales se han inundado por frecuentes lluvias torrenciales que han aumentado los niveles de los ríos que al ejercer presión sobre sus orillas han roto los jarillones, diques y muros de contención lo cual se ha visto agravado por el mayor volumen de agua al abrir compuertas de embalses por encontrase estos al máximo nivel de almacenamiento de agua.
Si bien es cierto que en el actual momento las condiciones están dadas para que se presenten diversos y múltiples problemas de salud debido a la mezcla del agua que inunda las viviendas con las aguas negras, materia fecal y materiales orgánicos en descomposición, el futuro en las zonas afectadas no tiene nada de apocalíptico ni terrorífico.
Los gobiernos, incluyendo el de Colombia, además de la preocupación actual por atender en la mejor forma posible a las comunidades afectadas, se están preparando con tiempo para afrontar todos los problemas sanitarios que se ven venir, consecutivos a esta emergencia invernal.
Para el efecto se ha puesto en marcha un Plan Integral de Contingencia en cabeza del Ministerio de Protección Social con una sólida interacción de todos los organismos que tienen que ver con la Salud Pública y con el apoyo y solidaridad de los demás entes oficiales.
Entre los muchos objetivos tener listas brigadas de salud, a nivel nacional, con suficiente provisión de vacunas contra el tétanos, influenza, sarampión, rubéola y las demás que la situación amerite.
No hay que perder de vista que precisamente por las inundaciones están dadas todas las condiciones favorables, por muchos meses, para la multiplicación y difusión de vectores y enfermedades que pueden comprometer la salud de millones de personas.
Por esta razón Iniciar por todos los medios de comunicación, masivas campañas de divulgación y educación con informaciones sobre todas las medidas preventivas que las comunidades afectadas deben implantar para controlar enfermedades como el Dengue, Paludismo, Encefalitis (Equina Venezolana, del Este, Oeste), Fiebre del Nilo Occidental, Fiebre Amarilla, Leishmaniasis, Leptospirosis, Salmonelosis, entre otras.
La población en general va a ser informada sobre algunos tipos de mosquitos transmisores de enfermedades para que comprendan porqué son peligrosos y como combatirlos.
Dicho interés y preocupación debe ser igual tanto para los demás Ministerios, Médicos Humanos, Directores de Clínicas y Hospitales, Médicos Veterinarios, Docentes y estudiantes de Enfermería y Salud, Epidemiólogos, Virólogos, Funcionarios Oficiales Responsables de la Vigilancia y Control tanto de la Salud Humana como Animal, Universidades que poseen Facultades relacionadas con la Salud y porque no decirlo de los diferentes medios de comunicación.
Página siguiente |