Papel de las personalidades médicas en el desarrollo de la lucha independentista de 1895-1898 (página 2)
Enviado por Neisy Liser Milian Hern�ndez
La reconcentración de la población rural en los pueblos decretada por el sanguinario Capitán General Valeriano Weyler aumentará a cifras increíbles la mortalidad por enfermedades infecciosas, acrecentadas además por el hambre en toda la Isla como consecuencia de la destrucción de la agricultura y en el último año, por el bloqueo de la flota de guerra norteamericana.
Para tener una idea de lo que fue la mortalidad en Cuba en esa época citaremos las cifras dadas por el historiador médico doctor José A. Martínez Fortún, solamente en el partido judicial de Remedios en la antigua provincia de Las Villas, que contaba con una población de 65 000 habitantes al comienzo de la guerra y que presentó en 1895, 1 742 defunciones (26,80 por mil habitantes); en 1896, 2 848 (43,80); en 1897, 7 796 (127,70) casi cinco veces la del primer año y en 1898, 6 964 (107,13) principalmente de disentería, enteritis diversas, fiebre amarilla, paludismo, fiebre tifoidea y viruela.
Organización de la sanidad Militar en Cuba en la etapa del 1895-1898
Durante la guerra de 1895, lanzada con la orden de levantamiento el día 24 de febrero, por la junta revolucionaria de Nueva York, conforme al programa de Montecristi, fueron los médicos los primeros en acudir, los cuales fueron los primeros expedicionarios, y acuden a nutrir en gran número las filas de los libertadores y permiten que el día 20 de Septiembre del propio año 1895 pudiera constituirse el primer Gobierno de la Revolución con Cisneros Betancourt de presidente.
Al día siguiente de haberse constituido el gobierno de la revolución, se reúnen los doctores Santiago García Cañizares, Joaquín Castillo Duany, Fermín Valdés y Eugenio Sánchez Agramonte en Jimaguayú. Se propone al secretario de la guerra el nombramiento del Dr. Federico Inchióstequi Cabrera para Jefe Superior de Sanidad, con la categoría de General de Brigada, desgraciadamente el Dr. Inchióstequi no pudo realizar trabajo alguno, púes la muerte le sorprendió, y a este le suceden al Dr. Joaquín Castillo Duany quien es nombrado por el Lugarteniente General Antonio Maceo, breve disfrutó del Cuerpo de Sanidad debido a que en el extranjero se hacían necesario a la causa quedando bacante dicha plaza y ser el Dr. Eugenio Sánchez Agramonte el más antiguo en el escalafón de los médicos de campaña lo propone el General en Jefe Máximo Gómez al consejo de gobierno y es aceptado en la reunión celebrada el 4 de diciembre del 1895.
Constitución de Cuerpo de Sanidad Mambisa (1895-1898)
Jefe Superior de sanidad militar: Brigadier Dr. Eugenio Sánchez Agramante.
Jefe de sanidad del 1er cuerpo Cor. : Dr. Hipólito Galano
Jefe de sanidad del 2do cuerpo Cor. : Dr. Augusto Aguilera
Jefe de sanidad del 3ro cuerpo Cor. : Dr. Eugenio Molinet
Jefe de sanidad del 4to cuerpo Cor. : Dr.Nicolás Alberdí
Jefe de sanidad del 5to cuerpo Cor. : Dr.Porfirio Benites
Médicos de los cuarteles generales
Del consejo de gobierno : Dr. Daniel Gispert
Del Gral en jefe Máximo Gómez: Dr. Gustavo Pérez Abreu
Del Gral. Calixto García : Dr. Gonzalo García Vieta
Director del Centro de Vacuna: Guillermo Fernández Mascaró
Del Gral José Lacret Morlot: Enrique Llanis
Del Gral José M Rodríguez: Ramón Negret
Medicina, Salud e Higiene en Pinar del Río en la guerra de independencia de 1895:
La integración de Pinar del Río como provincia no representó grandes cambios en las pésimas condiciones médico sanitarias del territorio.
En las condiciones de aislamiento en que vivían la mayor parte de la población pinareña, por la falta de caminos y medios de transporte, es lógico suponer que los beneficios de la atención médico municipal llegaran solo a una minoría de vecinos, aunque la pobreza fuera parte indisoluble de sus vidas y sólo dependieran, en la vasta soledad de sus campos, de la ayuda de brujos y curanderos para aliviar sus males.
En octubre de 1895 el ayuntamiento del municipio de Pinar del Río aprobó las siguientes instrucciones para aplicar por el médico municipal:
-Alcaldía Municipal de Pinar del Río:
1. Para tener derecho a la asistencia médica municipal y a las medicinas gratuitas es necesario haber sido declarado previamente pobre de solemnidad por la alcaldía Municipal
2. La anterior declaratoria solo se hará a instancia de parte y en vista de los informes que se consideren necesarios.
3. En la alcaldía Municipal se llevará un registro de los expresados pobres, remitiéndose relaciones de los mismos a la Presidencia del ayuntamiento y al Médico Municipal.
4. En el registro se anotarán las altas y bajas dispuestas por la alcaldía, comunicándolas al propio tiempo a la Presidencia del Ayuntamiento y al Médico Municipal.
5. El Médico Municipal presentará sus servicios profesionales a cualquiera de los pobres incluidos en la relación, si al demandárselos se les exhibe por el que los solicita, la cédula que acredite su personalidad.
6. Las cédulas serán talonarias, conforme a modelos y llevarán una numeración correlativa por meses. En cada una de ellas irá estampando el sello de la Alcaldía y expresarán el nombre del pobre a quien se le ha prescrito y el barrio en que habita. Si el enfermo no fuese una cabeza de familia se consignará en la receta además del nombre del enfermo el de éste. Las recetas que el Médico municipal tenga necesidad de extender como Médico municipal, como Médico Forense y que no fueren para pobres, hará constar esa circunstancia a fin de que el Ayuntamiento pueda integrarse el valor de los mismos.
7. Mensualmente dará cuenta el Médico a la Alcaldía del número de recetas de esta clase que haya formulado en parte especial.
8. Mensualmente y con sujeción a modelo, dará cuenta el médico a la Alcaldía de los servicios que hubiere prestado durante el mismo.
9. Si el Médico Municipal al visitar un enfermo de los declarados pobres, comprendiese por el aspecto de la casa, por el lujo del mobiliario, por el modo de vivir de los familiares o por otra señal exterior que no debe disfrutar de los beneficios a que da derecho a esa declaratoria, lo pondrá en conocimiento de la Alcaldía, que resolverá lo que estime más acertado.
10. Si observase igualmente que un enfermo carece de familiares que cuiden de su asistencia, lo comunicará a la Alcaldía para que disponga su ingreso en el Hospital de san Isidro.
11. También dispondrá la alcaldía el ingreso en dicho Asilo, de aquellos enfermos qu7e q su juicio del médico municipal, no tengan en su casa buena asistencia.
12. El Servicio Médico debe prestarse por el facultativo en su gabinete de consultas, o en el domicilio del paciente cuando a este le fuese imposible acudir a aquel.-Solo Podrá recetar sin examen al enfermero cuando se trate de una enfermedad crónica que le sea perfectamente conocida.
13. Cuando 2 o más enfermos, soliciten a la vez los servicios profesionales del médico municipal se los prestará primero al que tenga su domicilio más inmediato a no ser que la gravedad de alguno de los otros enfermos, le aconseje diferente turno.
14. El ejercicio del Médico municipal es compatible con el de específicos a no ser en circunstancias absolutamente necesario procurando sustituidos con fórmulas oficiales en Pinar del Río.
Es de notar la última recomendación que se hace al médico que recete fórmulas oficiales y solo en última instancia hacer uso de específicos, que resultaban más caros y consiguiente, más efectivos.
Durante esta etapa encontramos una noticia interesante relacionada con los servicios médicos: En el 3er tercio del siglo XIX la cirugía quedó sentada sobre bases racionales y científicas, se iniciaron las 1ras grandes operaciones de vientre y se perfeccionaron los métodos modernos de la antisepsia y de asepsia.
El punto cimero de esas grandes operaciones fue el Dr. Francisco Cabrera Saavedra y la 1ra ovariotomía que realizó con éxito fue a la joven mantuana Luisa Urquiola que sanó a los 45 días.
A pesar se la afirmación del Anuario Médico Social de 1837 en el que se plantea que por esos años se perfeccionaron los métodos modernos de la antisepsia y la asepsia en las operaciones dentales, según recoge el Dr. José A. Martínez Foyo, en sus Apuntes para la Historia de la Odontología en Cuba,¨ la antisepsia era muy rudimentaria, no se usaban estufas y casi todos los operados morían por gangrena, tétanos y otras infecciones ¨, poniendo de ejemplo la operación de su abuela de un tumor maligno por el famoso cirujano Federico Gálvez.
Al estado de la higiene se corresponde con las grandes epidemias que azotan al país: Dengue, Influenza, Fiebre Amarilla y otros.
Muy destacada en la provincia la fiebre tifoidea. Según visiones de la época, la epidemia se produjo por contaminación del poso que abastecía agua a la población .Otra versión se refiere a un forastero que arribo al lugar ya enfermo. La intensidad de la epidemia provocó gran cantidad de muertos, lleno de pánico a los habitantes de la villa, también a los médicos, agotados todos los recursos disponibles abandonaron a sus pacientes por temor al contagio.
Con la amenaza continua de la muerte en condiciones higiénico sanitaria y con casi inexistente de atención médica dental, el pueblo humilde de Pinar del Río vivía muriendo hasta aproximadamente el año 1896.
En 1899, se realiza un censo, cuya fuente no es muy creíble en el 100%, pero es la única que nos informa acerca del personal de salud existente en la provincia al concluir la guerra, este relaciona: 82 médicos y cirujanos, de ellos 70 cubanos, 11 españoles y 1 norteamericano, todos varones, y como dato curioso, uno sin educación superior. Así mismo se cuantificaron 11 enfermeros y 9 dentistas.
La lucha por la independencia en el sector de la medicina en Pinar del Río.
Basándonos en este desarrollo histórico de la provincia hacemos estos breves apuntes sobre médicos pinareños destacados en la lucha:
El 8 de enero de 1896 Maceo irrumpió con su columna invasora en Pinar del Rió, territorio que ya había encendido la llama de la rebeldía por grupos de decididos patriotas de Guane, Las Martinas, San Juan y Martines y Pinar del Río.
En las Martinas ese brote fue encabezado por un médico, el Dr. Rogelio Robaina y Arquinbau, nacido en Pinar del Río en 1870 , quien el 23 de septiembre de 1895 se puso al frente del movimiento revolucionario que fue frustrado por las fuerzas españolas .
Dos días después de llegar Maceo se incorporan otras fuerzas, levantadas por Carlos Socarras y Modesto Gómez Rubio este era Dr. en medicina y farmacia e hijo de la patriota de Paso Real de Guane Isabel Rubio, que ya trabajaba en su zona para ya incorporarse a la columna invasora.
Fue médico personal de Maceo junto al Dr. Hugo Roberts y participó en casi todos los combates librados por el en la provincia, llegando a ostentar el grado de coronel en el ejercito libertador.
El 21 de febrero, al producirse de Guane, Isabel Rubio, se lanzó a la manigua para iniciar su peregrinaje por los campos insurrectos, curando heridos y atendiendo enfermos junto a un grupo de mujeres que le acompañaron, hasta el 12 de febrero de 1898, tratando de salvar a los heridos bajo su cuidado en el hospital mambí en el Seborucal cerca de San Diego es sorprendida por los españoles y muere dos días después.
En los momentos en que Pinar del Río era todo un campo de batalla, se incorporó a la guerrilla el capitán Miguel Lores, el 14 de febrero de 1896, adscripto a la Sanidad Militar, en su condición de practicante de Farmacia y Enfermería. A los tres meses era subteniente de Sanidad y posteriormente obtuvo los grados de Capitán del Ejército Libertador.
Entre otros profesionales vinculados a la salud que combatieron en la provincia vuelta bajera, está:
José Méndez Plasencia, nacido en Guanajay, donde ayudó secretamente a la Revolución, ingresando al Ejercito Libertador en 1897, al recibirse de médico, y llegó a ser Jefe de sanidad en la tercera brigada, de la Segunda División del Quinto Cuerpo.
Otro médico pinareño, Raimundo Ferrer, natural de Consolación del Sur, aportó sus conocimientos a la causa de la independencia, ingresó en 1897, después de valiosas actividades en el Ejercito Libertador, y fue nombrado Jefe de Sanidad de las Tercera y Cuarta Brigadas del Sexto Cuerpo.
El licenciado Rafael M. Pino Díaz (Consolación del Sur, septiembre 22 de 1848) por sus actividades revolucionarias, siendo estudiante, se le deportó a Madrid, donde fue compañero de luchas de José Martí Pérez y Fermín Valdés-Domínguez Quintana, se graduó en la Universidad Central, escapó a México donde continuó su amistad con Martí y años más tarde fue agente revolucionario en Consolación del Sur (1895), donde ejerció hasta su muerte el 22 de abril de 1927.
Hemos señalado en este esbozo histórico destacadas figuras de patriotas nacidos en territorio pinareño, pero también hay que recordar a quienes no vieron la Luz en Vuelta bajo, pero se encuentra indisolublemente unidos a su historia de liberación ya que murieron en esta provincia, luchando por la independencia de Cuba, o por el engrandecimiento de la región. Entre estos heroicos patriotas se encuentran:
El médico Federico de la Torre, quien cayera en el combate de Las Taironas, el 17 de enero de 1896, en plena campaña invasora, y fue el primer mártir de la Medicina caído en la provincia, y además, en combate.
El doctor Rafael Cowley y Odero, ayudante facultativo de la Universidad de la Habana, muerto el 19 de mayo de 1897 en el hospital de campaña de lLa Aurora, en lo intricado de La Sierra de los Organos. Impregnado de la mas firme convicción de lucha, el doctor Cowley arribó a las costas de Pinar del Río, el 23 de junio de 1896 por la Caná, cerca del Cabo Corriente, integrante de la expedición comandada por el general de división Francisco Leite Vidal Inarra, con el nombre de Doctor Tomás, seudónimo que eligió para no comprometer su familia.
El Dr. José Francisco Solano Ramos nació en la pobre barriada habanera de Jesús del Monte, el día 24 de julio de 1851, médico ejemplar, que después ejercería en Pinar del Río, pero que su misión sería otra: Padre Fundador de la Masonería Pinareña.Su proyecto era más ambicioso que sólo fundar una logia, era crear una escuela gratuita y una biblioteca pública anexas al Templo de la logia. La idea original era la de echar a andar la extinguida y antigua logia "Unión y Trabajo" pero todos los presentes prefirieron crear un nuevo taller y el día 12 de Mayo se concretó la idea, siendo fundada la nueva logia "Paz y Concordia" como primer acuerdo.
Aquí comienza una obra inconcebible para aquella época: crea una escuela gratuita para niños pobres, y no conforme la amplía para una escuela para niñas, una biblioteca pública, la primera fundada en Pinar, una escuela de música y su banda y lo más adelantado: funda la primera revista literaria de que se tiene noticias, trinchera donde supo defender con valentía los más sagrados intereses, fundamentalmente los derechos de la mujer, siendo éste un hecho sin precedentes en la historia de nuestra provincia. Sugirió, incluso, el derecho de la mujer a un futuro sufragio y a ocupar cargos públicos.
Conclusiones
Consideramos que el conocimiento de la vida y la obra de los médicos y otros trabajadores de la salud ejemplares, que nos han precedido en el devenir histórico, aumenta nuestra auto-estimación y nos estimula a imitarlos.
Consideramos que son tantos y tan grandes los méritos de estos hombres extraordinarios y benefactores insignes, que su obra y el ejemplo que ella irradia deben ser conocidos por todo nuestro pueblo, y muy especialmente por los actuales y futuros estudiantes y trabajadores de la salud, para que les sirva de luminoso ejemplo y los inspire en su diario desempeño.
Referencias Bibliográficas
1. Fernández vera Milagros, Alarcón Olga. Apuntes Históricos de la Salud Pública en Pinar del Río.1819-1958.
2. Sánchez y Sánchez J. Apuntes biográficos del V.H. José Francisco Solano Ramos y Delgado. La Habana: Academia Cubana de Altos Estudios Masónicos; 1989.
3. Rodríguez Rivero. Solano Ramos. Médico, Masón y Animador de la Cultura. La Habana: Gran Logia de Cuba; 1980.
4. Vuelta Abajo Intelectual y Mambí. Leandro González Arcorta. Pinar del Río.1914.
5.
Anexos
Dr. José Francisco Solano Ramos
Logia Masónica Solano
Autor:
Marta Valdés Licor
Profesara asistente de la SUM "Hermanos Saíz"
Yenilín Galdo Valdés
Yusnier Urrutia Ramos
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