El violinista en el tejado: Una adaptación psicoanalítica freudiana (III)
Enviado por Felix Larocca
- (III) La fase fálica: De los tres a los cinco años
- La envidia del pene y el narcisismo fálico: Conceptos ambiguos
- El concepto del narcisismo fálico
- Una nota de aclaración y unas consideraciones acerca de la escopofilia, el sadismo y el masoquismo
- Escopofilia
- Tocar y mirar
- El sadomasoquismo
- El sadismo
- El masoquismo
- Vito: Un caso de fijación fálica
- En resumen
- Bibliografía
- Apéndice
En la teoría del psicoanálisis, ésta fase representa la piedra angular del desarrollo del psiquismo, porque en ella es donde emerge el llamado Complejo (o Situación) de Edipo, entre los cuatro y seis años de edad.
La dirección de la libido en esta etapa diverge aun más entre los sexos; con la niña, por la vez primera, haciéndose consciente de sus diferencias anatómicas con el varón, mientras que éste se concentra en consolidar lo que para muchos se transforma en un narcisismo orgánico de naturaleza narcisista.
Leer más: http://www.monografias.com/trabajos97/cuatro-estaciones-vida-del-hombre/cuatro-estaciones-vida-del-hombre#ixzz3Ia5f7r9B
Etapas del desarrollo psicosexual de acuerdo con Freud (III)
(III) La fase fálica: De los tres a los cinco años
La etapa fálica
En la teoría del psicoanálisis, ésta fase representa la piedra angular del desarrollo del psiquismo, porque es en ella donde emerge el llamado Complejo (o Situación) de Edipo, entre los tres y seis años de edad.
La dirección de la libido en esta etapa diverge aun más entre los sexos; con la niña, por la vez primera, haciéndose consciente de sus diferencias anatómicas con el varón, mientras que éste se concentra en consolidar lo que para muchos se transforma en un narcisismo orgánico de naturaleza narcisista.
El varón se jacta del tamaño y posibilidades de un órgano que se agranda y reduce con poco esfuerzo y que puede proyectar sus emisiones a distancias dignas de consideración y orgullo "fálico".
(Para artículos relacionados a esta etapa: http://www.monografias.com/cgi-bin/search.cgi?query=pene%20larocca).
Esta etapa es donde se describe la controvertida "envidia del pene" (como ya hemos visto en muchas de mis contribuciones al sujeto) y la supuesta "ansiedad de castración".
Siendo asimismo la fase donde se solidifican las bases para la consolidación de la identidad sexual.
A ésta le sigue una dilación sosegada de actividades del desarrollo que toman una naturaleza de ser silentes por su apacibilidad.
Edipo y su hija Antígona
Nos preguntamos en esta coyuntura, si es cierto que la controvertida noción de la envidia del pene es una realidad que domina y modifica esta fase del desarrollo humano, habiendo demostrado en numerosas ocasiones que no es así. (Véanse mis artículos al respecto).
Lo que es muy posible es que influencias socioculturales juegan un papel poderoso en esta cuestión y que, por la misma razón muchos (Freud entre ellos) hayan sucumbido a la tentación de de mirar con ojos de sorpresa lo que a todos es obvio. (Leer más: /trabajos49/violencia-psicologica/violencia-psicologica).
He aquí lo que obtenemos acerca de esta fase debatida consultando WikipediaEsp:
La fase fálica (o a veces uretral) es una de las fases pulsionales de la teoría sobre el desarrollo psicosexual de Sigmund Freud. Sobreviene a continuación de la fase anal y tiene lugar en la primera infancia, entre las edades de 3 y 5 años. En esta etapa, la zona erógena predominante son los genitales (clítoris en la mujer y pene en el varón) y las sensaciones placenteras se obtienen sobre todo mediante la actividad de orinar. Según Freud, durante esta fase se superan los conflictos emocionales conocidos como complejo de Edipo. Según la teoría freudiana, en la etapa fálica puede desarrollarse el complejo de castración en las niñas junto a la denominada envidia del pene. Más precisamente, mientras en el niño el complejo de castración marca la salida del complejo de Edipo (ante la amenaza de ser castrado, renuncia a sus deseos incestuosos hacia la madre), en la niña la organización fálica determina su entrada al complejo de Edipo: el descubrimiento de que no posee un pene suscitaría la envidia de este, al tiempo que provocaría sentimientos de rabia y animadversión contra la madre por no haberle dado uno, inclinándose la niña hacia su padre como objeto de amor, quien, por un lado, posee un pene y, por otro, es capaz de entregar un hijo, que en la teoría freudiana funciona como falo, es decir, como equivalente simbólico del pene.
Freud especifica con el término fase fálica la primera maduración genital que se caracteriza por la dominación imaginaria del atributo fálico, y por el goce masturbatorio; localiza este goce en la mujer en el clítoris, promovido así a la función de falo.
Mujer desdeñosa del concepto de la envidia del pene (www.edu.red/trabajos97/terrorismo-sexual-tragedia-bases-universales/terrorismo-sexual-tragedia-bases-universales)
El concepto de una fase fálica de organización de la libido no está presente desde un comienzo en la obra de Freud, sino que aparece por primera vez recién en 1923. Sin embargo las bases teóricas que le permiten a Freud sostener una organización fálica (masculina) para ambos sexos ya estarían presentes en un agregado que en 1915 hiciera a la obra Tres ensayos sobre teoría sexual (1905). Este concepto, como en general la teoría de las fases en su conjunto y su relación con la identidad femenina fue desde un comienzo objeto de controversias. Así, la idea de la fase fálica ha sido un aspecto clave de la crítica de falocentrismo en el debate acerca de la sexualidad femenina, sostenido durante muchas décadas por connotados psicoanalistas, culturalistas y feministas, entre los que se cuentan Melanie Klein, Karen Horney, Jacques Lacan, Helene Deutsch, Simone de Beauvoir. (Seguir leyendo:
http://es.wikipedia.org/wiki/Fase_f%C3%A1lica).
La envidia del pene y el narcisismo fálico: Conceptos ambiguos
En nuestros numerosos artículos en los que nos aventuramos a destacar los éxitos extraordinarios logrados por la mujer y por el sexo femenino, como género y como representante del sexo más complejo que existe dentro del dimorfismo de nuestra especie, hemos concluido de manera categórica que el concepto de la envidia del pene es engañoso y desacertado a la vez.
La estructura de El violinista en el tejado, obra musical que afianza estas lecciones es una en la que el hombre y la mujer comparten por igual y de manera simétrica el cuidado de las cinco hijas. Dividiendo el orden y el soporte de una familia de organización funcional extraordinariamente eficiente y bien adaptada psicológicamente.
En una escena, luego de la boda de Tzeitel (la hija mayor) con el hombre que — contrario a la tradición — ella misma eligiera, en un arrebato de nostalgia amorosa Tevye le pregunta a Golde, si ella lo ama.
…Pero, después de 25 años es agradable saberlo…
La respuesta es sorprendentemente circunvalada ya que en lugar de ofrecer una réplica directa, Golde la esposa, detalla como contrajeran nupcias sin haberse nunca antes conocido y de cómo por los veinticinco años de su matrimonio ella comparte el lecho nupcial, cocina, mantiene casa, ordeña las vacas y cumple con sus labores domésticas con eficiencia y sin rechistar.
Concluyendo con la siguiente reflexión:
¿Qué si te amo (refiriéndose al esposo), me preguntas? Supongo que sí.
A lo que orgullosamente él expone: Y yo supongo que a ti te amo también.
Cantando en dueto: No significa mucho. Pero después de veinticinco años es bueno saberlo…
El concepto del narcisismo fálico
Freud introduce el término "narcisismo" en los Tres ensayos (l905) en relación a la teoría de la libido, definiendo a la libido egocéntrica o narcisista como "la subrogación psíquica de la libido sexual".
Freud emplearía, entonces, el término "narcisismo" en dos sentidos:
1. El narcisismo primario, para referirse a la investidura libidinosa primordial del ego, y
2. El narcisismo secundario, para definir un tipo de investidura hacia objetos (sean éstos humanos o inertes). (Véanse mis ponencias al respecto).
1. El narcisismo primario abarca las tendencias libidinosas que están dirigidas hacia el ego, y que centran en la persona misma. Éste es el narcisismo de la etapa oral.
La persona narcisista es una persona con propensiones egoístas, y con estructuras psicológicas esencialmente rudimentarias y primitivas.
En el narcisismo primario, siendo egocéntrico — todo lo que importa es uno mismo y nada más, quedando muy poca energía para el amor o el interés genuino hacia los demás. (Es lo que llamamos el Narcisismo Patológico NP).
2. El narcisismo secundario abarca todas las manifestaciones de la energía psíquica con que investimos los objetos que nos rodean o que de alguna manera, nos tocan.
Narciso por Caravaggio
Por ejemplo, nosotros dotamos con diferente intensidad de energía psíquica nuestro gato y nuestra esposa. Nuestros hijos y un automóvil de lujo.
Un narcisista primario obsequia cosas caras y ostentosas con un amor que de su propio egocentrismo deriva, prefiriendo y aún "amando" más a su carro costoso que a su hijo enfermo. (Leer más: /trabajos49/personalidad-paranoica/personalidad-paranoica).
Prosiguiendo
Si bien es cierto que algunos críticos cuestionan la universalidad del Complejo de Edipo, otros se empecinan en mantener que es fenómeno inherente a la naturaleza humana y que debe de ocupar un lugar preeminente en una nueva disciplina llamada la antropología psicoanalítica, la que aún no se fundado formalmente.
Sin embargo, de que existe el narcisismo como concepto y elemento inconsciente de la personalidad es algo que encontramos cada día de nuestras existencias y que descubrimos aun en ciertos animales que dominan a otros subyugándolos y aprovechándose de debilidades físicas que, al animal dominante favorecen.
En nuestra capacidad de hacer uso de la fantasía y de revestirnos con expresiones simbólicas del poder social, nos encontramos con la evidencia que sí, — que, como resultado del simbolismo universal que, tanto Freud como Jung atribuyeran al lenguaje de los sueños — que así como Freud dijera que "un cigarro, a veces, es solamente un cigarro…" Que, a veces, un uniforme de rango militar es un símbolo fálico narcisista.
Que en otros contenidos un automóvil costoso es un símbolo del poder económico de quien lo posee.
Basados en nuestra experiencia clínica y en las investigaciones que hemos conducido acerca del Narcisismo Patológico (NP) y en la reflexión breve que hicieran los autores de El violinista en el tejado acerca de Lazar Wolf y del mismo Shakespeare, cuando representa la odiosa imagen de Shylock en el Mercader de Venecia, que estamos en la posición de presentar un caso de fijación de naturaleza fálica narcisista.
Pero, antes de proseguir
Una nota de aclaración y unas consideraciones acerca de la escopofilia, el sadismo y el masoquismo
El lector de estas lecciones habrá tenido oportunidad de apreciar que existen discretas discrepancias entre las varias extensiones de los tiempos que damos de aparición y conclusión de las diferentes etapas de Freud. La razón para ello es que deseamos mantenernos dentro de las descripciones originales, y variables, que consultamos, incluyendo las del mismo Freud.
Confiamos en que debido a que los desajustes no son significativos en el extremo, que el lector tomará en consideración el hecho que el proceso del desarrollo no es una fórmula linear que obedece a leyes exactas.
Prosiguiendo
Escopofilia
Freud destaca la escopofilia como una de las pulsiones parciales de la sexualidad que existen como unidades de forma independiente de las zonas erógenas del sujeto: en la escopofilia, el sujeto toma otras personas como objetos de placer (sexual), sometiéndolas a una mirada controladora y curiosa. Freud también asocia el impulso por el dominio y el control con la fase "anal" del desarrollo del niño (el momento en que el niño aprende a controlar sus funciones placenteras) de tocador (mientras que siendo supervisado por una figura de autoridad de los padres. Ver "Carácter y erotismo anal, "SE. 9: 169-175). Citamos ejemplos de Freud sobre las actividades voyeristas de los niños, y sus deseos de ver lo privado y prohibido (por ejemplo, la curiosidad acerca de las funciones genitales y corporales de otras personas, acerca de la presencia o ausencia del pene, etc.). "Dirt" en la obra Mil novecientos ochenta y cuatro de George Orwell se asocia con el último. Niños, como Parsons, son alegóricos de la tendencia mundial hacia la escopofilia que se describen en la misma novela.
Tocar y mirar
Dominatrix sadomasoquista
Ninguno de estos comportamientos puede ser considerado como "perversiones" por tanto y cuanto, como a largo plazo el acto sexual se consuma. La escopofilia se convierte en una "perversión" cuando se aplican las siguientes condiciones: 1) tocando, o llevando a cabo actos restringidos exclusivamente a los órganos genitales; 2) tocando/mirando, cuando están conectados a un disgusto primordial; o, 3) tocando/buscando suplantar la meta sexual "normal" (SE 7: 156-157). En la novela Mil novecientos ochenta y cuatro, el Partido procura conectar el sexo con el disgusto (la esposa de Winston) y busca prescindir del acto sexual por completo, mientras que se aprovecha del uso la misma energía (lo que explica los mítines de propaganda) para considerar el "sexo como crimen".
El sadomasoquismo
De acuerdo con Freud, el sadismo y el masoquismo son las más comunes y significativas de todas las perversiones. El sadismo se dice que es activo en su naturaleza, mientras que el masoquismo es pasivo. Las raíces de estas formas de la agresividad representadas por el masoquismo y el sadismo es en producir un deseo de controlar/subyugar a la otra persona (sobre todo cuando aparece en el macho de la especie).
El sadismo
Comúnmente se asocia a la etapa anal, corresponde a un instinto sexual componente en el que el deseo de someter y control se ha convertido en entidad independiente de las zonas erógenas y se convierte en instinto exagerado: lo que suplanta el deseo sexual.
"Distópica", diría yo…
El masoquismo
Se produce en situaciones donde la satisfacción es condicionada al sufrimiento, ya sea física o mentalmente, a manos del objeto sexual (7: 157). Este otro actúa como un "acto ajeno", que convierte a la unidad de nuevo en el propio cuerpo del sujeto. Sin embargo, si el masoquismo es sadismo, vuelto hacia la persona del propio sujeto, entonces éste asimismo se convierte en un objeto sexual (7: 158). Los conceptos de quién soy yo y quién es el otro, por lo tanto se tornan borrosos. Este proceso subyace en la vigilancia del Gran Hermano (1984) en la medida en que los sujetos individuales él/ella misma ejercen para el Control y la agresión a través de un miedo a ser visto por otros. La característica más notable de esta perversión, dice Freud, es que sus formas activas y pasivas están habitualmente encontrándose juntas en un mismo individuo: "Un sádico es siempre, y al mismo tiempo, un masoquista". Esto es por lo que incluso si la dicotomía activo/pasivo está fuertemente desarrollada (7: 159), que Freud concluye que los impulsos a estas "perversiones" pueden deberse a la bisexualidad inherente de los seres humanos (7: 160).
(Leer más: The Standard Edition of the Complete Psychological works of Sigmund Freud (S.E.), volumes 7 and 9.
Prosiguiendo
En la producción El violinista en el tejado se contrapone las tendencias conflictivas hacia un desarrollo normativo en medio de una sociedad que confía en sus tradiciones para lograr libertad y harmonía dentro de una dictadora monárquica representada por el zar despreciado, odiado y temido.
Cuando los emisarios del tirano llegan a perturbar la paz del villorrio, se pide al rabino que diga una oración para bendecir el gobernante, la que el religioso resume en: "Que Dios bendiga al Zar y que lo mantenga muy lejos de aquí…"
Habiendo clarificado la posición de Freud en lo que respecta a ciertos aspectos del desarrollo psicosexual en lo que concierne a la fase fálica, nos parece oportuno ofrecer la aplicación de sus entendimientos, presentando, a continuación, una viñeta clínica.
Anders Behring Brievik (El Verdugo de Utoya)
Vito: Un caso de fijación fálica
Comienza al principio, dijo el Rey muy gravemente, y continúa hasta que llegues al final: entonces para. – Lewis Carroll en Alicia en el País de las Maravillas
Vittorio nació a una pareja siciliana que creciera cerca del famoso resorte de Taormina.
Antes de partir para Saint Louis, en búsqueda de escuelas para el hijo menor, habían procreado tres hijos: Gina, casada a los dieciséis años, asistente de cocina en un hotelito local, Vito (por corto) de cuatro años y Sal de 2 años de edad. Este último, víctima del síndrome de Down.
Sal entró en tratamiento en nuestro centro de terapia, referido por el Monseñor Berman del Centro de Educación Especial de la Diócesis de Saint Louis.
Vito, por su parte, comenzó su escolaridad en la sección de The Hill, barrio populoso de la ciudad donde vivieran un gran número de los inmigrantes italianos.
El pequeño Vito, mereció el apodo de "Piccolo" por su corta estatura. Lo que resintiera enormemente.
Para compensar por su diminuta anatomía, el niño, creyendo que la comida en abundancia lo haría crecer más rápidamente, comenzó a consumir lo que le fuera disponible en abundancia excesiva.
Lo que hizo, en lugar de crecer en la dimensión vertical fue la de crecer de-lado-a-lado, como Yente — la casadera — dice, que Lazar Wolf había crecido cuando lo describiera para Tzeitel como candidato a tomarla por esposa.
Fuegos artificiales, las armas de todo tipo — especialmente — los cañones y las de fuego, fascinaban al joven muchacho.
Se distinguió en el preescolar por dibujar las caricaturas más sangrientas, las que exhibía con orgullo, a pesar del horror que despertaban en quienes las vieran. Mientras se deleitaba en flexionar sus músculos abultados para intimidar a todos quienes se le acercaran.
Muy pronto se sentiría atraído por las niñas más recatadas del colegio de Saint Ambrose, a quienes hiciera propuestas sexuales lúbricas en extremo, mientras subrepticiamente escondía sus manos bajo la cubierta de su pupitre para masturbarse durante las clases de una voluptuosa maestra que ejercía atracción especial entre el estudiantado y aun entre algunos de los papás menos circunspectos.
Para Vito el tamaño del órgano masculino ejercía una fascinación única, apostando con sus amigotes (siempre mayores que él) que estaba súper-dotado y que su chorro de orina y sus expectoraciones llegaban más lejos que las de los demás.
Cuando visitaba la finca de unos familiares cercanos, aprovechaba la oportunidad de estar solo con los caballos, teniendo relaciones sexuales con las yeguas disponibles en el establo,
A los catorce años ya había tenido su primera aventura sexual, precisamente con la antedicha maestra voluptuosa, quien lo sedujo y, acerca de la experiencia, Vito expresaba descaradamente: "Me lo vio. No pudo resistirlo. El que no hace propaganda, no vende".
Nos conocimos en breve, cuando — antes de ser conscripto en el servicio militar obligatorio — a la sazón, un psicólogo avispado, como parte de un estudio, condujo una batería de pruebas entre las cuales le administró el Inventario Multifásico de Personalidad de Minnesota (MMPI), donde descubrió rasgos alarmantes en la personalidad del aspirante a recluta.
En base de los hallazgos, se consideró prudente rechazar su aplicación, a lo que el joven candidato a infante de marina respondió amargamente; "Y yo, que tan solo quería ir a Vietnam para castrar unos cuantos VC" (por Vietcong).
En resumen
Basado en sus investigaciones Freud nos dice que "La anatomía es el destino". Algo que, basado en el simbolismo de los sueños y que, adaptado al inconsciente colectivo de Jung, nos hace concluir que el ser humano crea un mundo que se expande en dirección centrífuga de su cuerpo desde el momento en que su desarrollo comienza y, desde el momento en que inviste sus órganos sexuales con energía psíquica narcisista.
Anatevka
Un ejemplo de nuestro pensamiento al respecto ocurre hacia el final de El violinista en el tejado, cuando los habitantes de la aldehuela huyendo hacia nuevos horizontes pasan inventario a sus escasas pertenencias, que deben abandonar, diciendo:
Un poco de esto, un poco de aquello. Una olla, una sartén, una escoba, un sombrero. Alguien debería haber pegado fuego a este lugar hace años. Un banco, un árbol. Así que, ¿qué es una estufa? ¿O una casa? Las personas que pasan por Anatevka ni siquiera saben que han estado aquí. Un palo de madera. Un trozo de tela. ¿Qué nos deja? No hay nada más. Sólo Anatevka.
El genio de Esopo se adelantó a Freud cuando intuyera nuestra capacidad para retirar nuestra energía psíquica narcisista de lo que no podemos retener o lograr cuando escribió su fábula famosa de la Zorra y las uvas.
Fin de la lección.
Bibliografía
Larocca, FEF: El triángulo en las relaciones humanas: La trigonometría aplicada del destino…en monografías.com, academia.edu y researchgate.net
Larocca, FEF: El terrorismo sexual, una tragedia con bases universales en monografías.com, academia.edu y researchgate.net
Larocca, FEF: Personalidad narcisista en monografías.com, academia.edu y researchgate.net
Larocca, FEF: El caso de Dino el magistrado y las noches de Bellatrix en monografías.com, academia.edu y researchgate.net
Larocca, FEF: Bullying: La realidad y los hechos en monografías.com, academia.edu y researchgate.net
Larocca, FEF: Trilogía pedagógica de los trastornos obsesivo-compulsivos en monografías.com, academia.edu y researchgate.net
Larocca, FEF: Cuatro estaciones en la vida del hombre en monografías.com, academia.edu y researchgate.net
Larocca, FEF: El Síndrome de Oslo en monografías.com, academia.edu y researchgate.net
Larocca, FEF: El trastorno cognitivo leve, su tratamiento psicoterapéutico: Presentación de un caso en monografías.com, academia.edu y researchgate.net
Larocca, FEF: Psicosis mono-sintomática, la lexicografía, y el nacimiento de un diccionario en monografías.com, academia.edu y researchgate.net
Larocca, FEF: DSM5: Ilusión sin futuro en monografías.com, academia.edu y researchgate.net
Larocca, FEF: (2007) Temas de Neurociencia en el Tratamiento Psiquiátrico Moderno en Psikis.cl, en monografías.com, academia.edu y researchgate.net
Larocca, FEF: (2007) El Candor de Candi en Juego Brusco y Abuso Sexual Infantil en monografías.com, academia.edu y researchgate.net
Además, extensivos enlaces (links), bibliografía adicional y referencias de contribuciones a este tema y otros temas mencionados por este mismo autor, pueden obtenerse en los siguientes portales:
Academia.Edu
ResearchGate.net y
Monografías.com
L"chayim (?????) to life!
Apéndice
Etapas del desarrollo psicosexual de acuerdo con Freud
Sigmund Freud propuso cinco etapas del desarrollo humano a las que llamara psicosexual. Las etapas se denominan "psicosexual" porque Freud creía que cada fase del desarrollo en nuestra especie está dominada por una zona erógena, que, a menudo que son descubiertas, tienen repercusiones en el equilibrio psíquico. En cada etapa, la personalidad se centra en la zona erógena predominante.
Éstas son las fases:
1. La fase oral: Desde el nacimiento al 21 mes de la vida
La fase oral se extiende desde el nacimiento hasta aproximadamente la edad de dos años. En este período, la zona erógena es la boca, o cavidad oral. Según Freud, el bebé no sólo recibe la nutrición de la mamá por medio del seno, sino que también logra la satisfacción de la experiencia interpersonal de la succión. En este caso, chupar satisface el instinto sexual incipiente.
Si el bebé recibe conforte y amor de su madre, concluirá esta etapa exitosamente. De lo contrario, si la madre rechaza y frustra al bebé consistentemente. Éste puede desarrollar una neurosis. El bebé se obsesiona con el logro de la satisfacción de lo que se siente privado para medrar. La neurosis resultante tiene un gran impacto en el desarrollo de la personalidad. El recién nacido permanecerá fijado en la fase oral, incapaz de progresar plenamente a las etapas ulteriores. De acuerdo a este esquema se convertirá en un temperamento oral.
2. La fase anal: Desde el segundo al tercer año de la vida
Freud llamó la segunda etapa de desarrollo psicosexual la fase anal porque en este caso la zona primordial de la libido es el ano y el control de sus funciones excretorias y eróticas. La fase anal, dura de los dos a tres años, se advierte sólo en aquellos que no permanecieron estancados en la fase oral.
A esta edad el niño empieza a usar el sanitario. Si sus padres le ofrecen recompensas para esta acción, el niño puede llegar a sentirse aceptado sobre su entrenamiento. Como resultado, el niño obtendrá placer gracias a las respuestas positivas que expresan sus progenitores y su entorno, por ser obediente.
Pero, si los padres son demasiado estrictos, el niño puede permanecer fijado en esta fase anal. Un niño que había recibido un tratamiento estricto de sus padres durante la fase anal podría convertirse en una personalidad anal expulsiva o retentiva y llegar a ser afectado demostrando conductas mal-adaptativas.
El ego esboza su aparición organizada, por primera, vez durante la fase anal.
3. La fase fálica: De los tres a los cinco años
La fase fálica empieza a tres años y termina cuando el niño tiene aproximadamente cinco años. La zona erógena dominante en esta etapa, es la región de los genitales. Freud (lo mismo que San Agustín) creía que los niños experimentan sensaciones eróticas. Según la teoría de Freud, los niños dirigen sus deseos sensuales sobre el padre del sexo opuesto y tratan de desplazar afectivamente el padre del mismo sexo.
En el caso de los varones, Freud llamó esto el Complejo de Edipo. El niño empieza a sentir atracción por su madre y considera a su padre un rival por su cariño. Se siente como si su padre interfiere con la posesión y control de su madre adorada. El miedo al castigo por parte del padre, por la infracción fantaseada, el famoso psicoanalista lo llamó la ansiedad de castración.
En el caso de las niñas, se habló por un tiempo del complejo de Elektra. Es un poco diferente, porque las niñas no sufren de ansiedad de castración, por razones obvias. Freud sugirió que las niñas creen que nacieron castradas. Como resultado, sufren de envidia del pene. Hoy, el complejo o situación de Edipo, como se le llama de manera indistinta afecta ambos sexos.
Durante esta fase, el súperego se manifiesta por primera vez. Las normas morales de los padres son asimilados en la personalidad del niño.
4. La fase de latencia: De los seis años a la pubertad
La fase de latencia se manifiesta desde los seis años hasta la pubertad. Durante este período se suprimen los componentes eróticos de la libido. Esta etapa se considera como un período de sosiego. A los seis años el niño entra en la escuela y se interesa más en el desarrollo de las relaciones interpersonales. La fase de latencia es importante en la evolución de las habilidades sociales.
5. La fase genital: Desde la pubertad hasta el fin de la vida
Freud llamó a la última etapa del desarrollo psicosexual la fase genital. La etapa comienza durante la pubertad y dura para el resto de la vida de todo individuo. Las personas comienzan a desarrollar un fuerte interés sexual hacia la actividad genital especialmente con el sexo opuesto. Si se han completado las fases anteriores, el individuo ahora puede ser bien equilibrado y libre de fijaciones neuróticas conflictivas para progresar hasta el cierre del ciclo vital.
Autor:
Dr. Félix E. F. Larocca