Resumen
El objetivo del presente artículo fue detectar el grado de incidencia que poseen los padres de familia con nivel sociocultural bajo para que sus hijos logren un adecuado rendimiento escolar. Se tomó como muestra al grupo de segundo "C" de la Telesecundaria "Benito Juárez" perteneciente a la comunidad de San Juan Tehuixtitlán, municipio de Atlautla en el Valle de México. Para el estudio se realizaron encuestas con los alumnos, visitas domiciliarias y reuniones con las madres de familia de aquellos que presentan menor rendimiento y rezago escolar dentro del grupo. Los resultados de los mismos permiten identificar que el padre o madre de familia juega un papel fundamental en el rendimiento escolar de sus hijos ya que su falta de motivación e interés en que logren un mejor nivel académico es limitada cuando ellos no cuentan con el mismo y ven a la escuela como un gasto innecesario.
Palabras clave: Rendimiento escolar, nivel sociocultural, rezago, padres de familia.
La presente investigación tiene como objetivo detectar el grado de incidencia que poseen los padres de familia con nivel sociocultural bajo para que sus hijos logren un adecuado rendimiento escolar.
La situación económica no es determinante en el capital cultural, sin embargo, en la generalidad sí determina el tipo de gustos y oportunidades de crecimiento intelectual, aunque también es importante mencionar que existen otros factores de riesgo presentes, tales como; el déficit de habilidades intelectuales y sociales, familias disfuncionales, falta de valores, ocio, adicciones, problemas de salud y oportunidades de estudio que ven truncadas desde edad temprana.
Pues bien, este conjunto de elementos dictan y regulan en muchos aspectos la forma en que se concibe a la escuela, también es cierto que no todos los alumnos se enfrentan a las mismas circunstancias, puesto que existen aquellos que aun teniendo los recursos no le dan la importancia debida a su formación ya que no ven la necesidad de salir de ese medio o mejorarlo. Este es el verdadero problema; que los adolescentes están conformes con su realidad, y que además de eso sus padres muestren una actitud desobligada hacia el menor delegando al docente y a la escuela la responsabilidad total de las conductas y rendimiento escolar de sus hijos.
Es por ello que se realizó un sondeo el Grupo de Segundo Grado en una Telesecundaria del Valle de México donde se presentan ciertos casos de bajo desempeño y riesgo de deserción escolar los cuales coinciden en recibir poca o nula orientación y motivación en casa.
El artículo "El rendimiento académico: concepto, investigación y desarrollo" de Rubén Edel Navarro menciona que si pretendemos conceptualizar el rendimiento académico a partir de su evaluación, es necesario considerar no solamente el desempeño individual del estudiante sino la manera como es influido por el grupo de pares, el aula o el propio contexto educativo (Navarro, 2003). Cita a Cominetti y Ruiz en su estudio denominado "Algunos factores del rendimiento: las expectativas y el género" donde refieren que se necesita conocer qué variables inciden o explican el nivel de distribución de los aprendizajes, los resultados de su investigación plantean que:
"Las expectativas de familia, docentes y los mismos alumnos con relación a los logros en el aprendizaje reviste especial interés porque pone al descubierto el efecto de un conjunto de prejuicios, actitudes y conductas que pueden resultar beneficiosos o desventajosos en la tarea escolar y sus resultados", asimismo que: "el rendimiento de los alumnos es mejor, cuando los maestros manifiestan que el nivel de desempeño y de comportamientos escolares del grupo es adecuado".
Julio Antonio González Pineda de la universidad de Oviedo menciona dos tipos de variables en las cuales influye el rendimiento escolar:
Personales: cognitivas y motivacionales
Contextuales: socio ambientales, institucionales e instrucciones
Dentro de las variables contextuales, que son las que interesan para este estudio, las socio ambientales se refieren al estatus social, familiar y económico que se dan en un medio lingüístico y cultural específico en el que se desarrolla el individuo. (González-Pineda, 2003)
Alicia A. Chaparro, Coral González y Joaquín Caso en su artículo "Familia y rendimiento académico: configuración de perfiles estudiantiles en secundaria" afirman que las variables nivel socioeconómico, capital cultural, organización familiar y rendimiento académico de los estudiantes resultaron apropiadas para la configuración de dos perfiles estudiantiles claramente definidos. En el primer conglomerado se agruparon los estudiantes con perfiles de rendimiento académico alto, los cuales, a su vez, mostraron un nivel socioeconómico y un capital cultural alto, así como una organización familiar de alta implicación en los procesos escolares de los estudiantes. Mientras que el segundo conglomerado, aglutinó a los estudiantes con perfiles de rendimiento académico bajo, quienes presentaron bajos niveles socioeconómicos y de capital cultural, así como una organización familiar de poca implicación. (Chaparro, 2016)
Para el logro del rendimiento escolar en educación básica, la Secretaría de Educación Pública propone doce principios pedagógicos que sustentan el Plan de estudios, entre los cuales me permito citar aquellos que promueven la participación de los padres de familia como apoyo para el logro del rendimiento académico (SEP, 2011)
CENTRAR LA ATENCIÓN EN LOS ESTUDIANTES Y EN SUS PROCESOS DE APRENDIZAJE
El centro y el referente fundamental del aprendizaje es el estudiante, porque desde etapas tempranas se requiere generar su disposición y capacidad de continuar aprendiendo a lo largo de su vida, desarrollar habilidades superiores del pensamiento para solucionar problemas, pensar críticamente, comprender y explicar situaciones desde diversas áreas del saber, manejar información, innovar y crear en distintos órdenes de la vida.
Los alumnos cuentan con conocimientos, creencias y suposiciones sobre lo que se espera que aprendan, acerca del mundo que les rodea, las relaciones entre las personas y las expectativas sobre su comportamiento. En este sentido, es necesario reconocer la diversidad social, cultural, lingüística, de capacidades, estilos y ritmos de aprendizaje que tienen; es decir, desde la particularidad de situaciones y contextos, comprender cómo aprende el que aprende y, desde esta diversidad, generar un ambiente que acerque a estudiantes y docentes al conocimiento significativo y con interés.
1.3. GENERAR AMBIENTES DE APRENDIZAJE
Se denomina ambiente de aprendizaje al espacio donde se desarrolla la comunicación y las interacciones que posibilitan el aprendizaje. Con esta perspectiva se asume que en los ambientes de aprendizaje media la actuación del docente para construirlos y emplearlos como tales.
En su construcción destacan los siguientes aspectos:
La claridad respecto del aprendizaje que se espera logre el estudiante.
El reconocimiento de los elementos del contexto: la historia del lugar, las prácticas y costumbres, las tradiciones, el carácter rural, semi rural o urbano del lugar, el clima, la flora y la fauna.
La relevancia de los materiales educativos impresos, audiovisuales y digitales.
Las interacciones entre los estudiantes y el maestro.
Asimismo, en el hogar, como ambiente de aprendizaje, los estudiantes y los padres de familia tienen un marco de intervención para apoyar las actividades académicas, al organizar el tiempo y el espacio en casa.
1.10. RENOVAR EL PACTO ENTRE EL ESTUDIANTE, EL DOCENTE, LA FAMILIA Y LA ESCUELA
Desde la perspectiva actual, se requiere renovar el pacto entre los diversos actores educativos, con el fin de promover normas que regulen la convivencia diaria, establezcan vínculos entre los derechos y las responsabilidades, y delimiten el ejercicio del poder y de la autoridad en la escuela con la participación de la familia.
En la escuela, la aplicación de las reglas y normas suele ser una atribución exclusiva de los docentes y del director, dejando fuera la oportunidad de involucrar a los estudiantes en la comprensión de su sentido y el establecimiento de compromisos con las mismas. Si las normas se elaboran de manera participativa con los alumnos, e incluso con sus familias, se convierten en un compromiso compartido y se incrementa la posibilidad de que se respeten, permitiendo fortalecer su autoestima, su autorregulación y su autonomía.
Sin embargo, es conveniente que las normas del salón de clases y de la escuela se revisen periódicamente, para determinar cuáles son funcionales, no lesionan a nadie y apoyan el trabajo conjunto. Asimismo, es necesario que se apliquen a todos, que ante un conflicto que las involucre se escuche a las distintas partes, y que el acatamiento de la norma sea una condición necesaria para el respeto y el cumplimiento de las responsabilidades personales con la comunidad escolar y no como un acto impuesto autoritariamente.
En la Telesecundaria "Benito Juárez" ubicada en el poblado de San Juan Tehuixtitlán, Municipio de Atlautla en el estado de México; se ha observado que algunos alumnos presentan rezago escolar (Bajo rendimiento y deserción) en alumnos que reciben poco o nulo apoyo de los padres de familia.
Por tal motivo se realizó una encuesta al grupo de Segundo Grado Grupo "C" como muestra de investigación. Dicho grupo está integrado por 20 alumnos; 8 mujeres y 12 hombres entre trece y catorce años de edad donde se obtuvo lo siguiente:
Se consideraron 37 padres de familia 20 madres y 17 padres, ya que tres de ellos no cuentan con figura paterna de los cuales; el 40.5 % solo cuentan con nivel de escolaridad de primaria, el 32.4% cuenta con secundaria terminada, el 10.8% con secundaria incompleta, el 8.1% con Preparatoria completa, el 5.4% preparatoria incompleta y el 2.7 % equivalente a una madre de familia con licenciatura.
La situación laboral de las madres de familia es escasa puesto que la mayoría de ellas se dedican al hogar, un mínimo porcentaje de las mismas desempeña labores domésticas remuneradas y se cuenta con una sola madre de profesión docente en la escuela primaria de la misma comunidad.
En cuanto a los padres predomina la actividad campesina, albañilería en segundo lugar, en tercero la producción de pan y uno de ellos con oficio de carnicero con negocio propio.
Casi la totalidad de los mismos no cuentan con hábitos de lectura ni la promueven con sus hijos, y solo algunos de ellos se preocupan porque cumplan con trabajos escolares y extraescolares, por lo regular encargándoles a sus hijos mayores el estar pendientes del desempeño de los menores. Otros prefieren que éstos empiecen a desarrollar un oficio a temprana edad lo cual les resulta de mayor provecho para el apoyo a la economía en el hogar, esto se traduce en que los alumnos de secundaria tengan pocas aspiraciones profesionales, donde su máximo es concluir la educación preparatoria o equivalente e incluso algunos de ellos los que ya tienen un "trabajo" por las tardes o en fin de semana presentan poco interés y faltan constantemente a la escuela.
Al momento de detectar la constante inasistencia de algunos de ellos y dado que las madres y/o padres de familia tampoco acuden a las reuniones bimestrales de firma de boletas, desinteresándose en el avance o retraso de sus hijos; se informó a la directora de la escuela el caso particular de cuatro alumnos del grupo equivalente al 20% que presentan mayor rezago educativo; que se realizaron llamadas telefónicas a las madres de familia que al paso del tiempo ya no contestaban, visitas domiciliarias por parte de la trabajadora social del departamento de USAER que apoya a la escuela, para indagar sobre la causa o motivo por el cual los alumnos poco asisten a la escuela, incumplen con las actividades de la misma y que se ve reflejado en el rendimiento escolar transcrito en calificaciones cuantitativas, cualitativas y logro de los estándares curriculares y perfil de egreso del alumno.
Al obtener poca respuesta con lo anterior, se mandaron citatorios por parte de la dirección, al acudir las madres de familia se obtuvieron las siguientes respuestas: tres de ellos no quieren ir a la escuela, y aunque suene absurdo no dieron explicación lógica a ninguna de las personas con las que hablaron (maestra de grupo, trabajadora social y directora), las madres aceptan dicha decisión excusando a sus hijos con cualquier pretexto o diciendo que "no los pueden obligar", permitiendo que ni vallan a la escuela ni se ocupen en otras actividades, sin embargo en algunas ocasiones justifican sus faltas llamando por teléfono o llevando recetas médicas de consultorios particulares, sin considerar que cada falta de sus hijos equivale a clases no vistas, trabajos no realizados y tareas sin cumplir.
Es importante recalcar que estas madres de familia cuentan con un nivel de escolaridad primario y que se dedican exclusivamente a labores del hogar, que dos de ellas cuentan con un esposo campesino y otra con un ayudante de albañil los cuales todo el día están fuera de casa.
El cuarto caso fue diferente ya que es una madre soltera que por las mismas circunstancias se encarga de proveer el sustento al hogar teniendo que salir muy temprano de casa y dando por hecho que su hijo acudía a la escuela, siendo que éste no lo hacía ya que no cuenta con algún familiar que lo vigile, por lo tanto se salía a vender pan en las calles o incluso solo se quedaba en casa a ver televisión; cuando se reporta el caso queda sorprendida y se compromete a llevar a su hijo hasta la puerta de la escuela pero, como no siempre sucede el niño aprovecha cuanta ocasión puede para irse de pinta o a trabajar y así obtener un dinero extra para ir a los videojuegos.
Al darse cuenta de la preocupación por parte del docente y dirección de la escuela, las madres de familia intentan apoyar la petición hecha por los maestros de cumplir al menos con enviar a sus hijos a la escuela y que de ellos depende el aprovechar o no la oportunidad otorgada de estudiar hasta el nivel que ellos deseen. Pero la realidad es que esos mismos alumnos continúan faltando asiduamente y ellas mismas justifican esas faltas y cuando llegan a asistir poco cumplen con el trabajo dentro del aula y aunque se les notifique hacen nada por que sus hijos intenten regularizarse.
La finalidad de esta investigación fue detectar el grado de incidencia que poseen los padres de familia con nivel sociocultural bajo para que sus hijos logren un adecuado rendimiento escolar, a través de la aplicación de encuestas a los alumnos, visitas domiciliarias y acercamiento con las madres de familia del grupo tomado como muestra.
Los resultados me permiten concluir que el padre o madre de familia juega un papel fundamental en el éxito o fracaso de sus hijos en el nivel secundaria, el cual se refleja en el rendimiento escolar de los mismos, ya que estos influyen con el ejemplo e interés que muestran en apoyarlos en las actividades escolares y extraescolares, la motivación que les transmitan y por qué no, la exigencia para con ellos en hacer lo que les corresponde; estudiar.
Así, se puede decir que los padres de familia con nivel sociocultural bajo del grupo de muestra no fomentan el hábito ni el interés en estudiar en sus hijos de nivel secundaria, lo que se traduce en bajo rendimiento e incluso deserción escolar
La sociedad requiere que existan más y mejores condiciones de vida, pero estas no se pueden dar si no existe interés de parte de los involucrados, el apoyo de los padres es de gran trascendencia pues con el ejemplo pueden repetirse ciclos exitosos o por lo contrario repetiremos errores de forma constante en un círculo vicioso que afecta la vida, desempeño y rendimiento escolar que también se refleja en los resultados de pruebas estandarizadas a nivel nacional e internacional.
Chaparro, A. G. (2016). Revista Electrónica de Investigación Educativa. Obtenido de http://redie.uabc.mx/redie/article/view/774/1337
González-Pineda, J. A. (2003). Revista Galego-Portuguesa de Psicoloxía e Educación. Obtenido de http://ruc.udc.es/bitstream/2183/6952/1/RGP_9-17.pdf
Navarro, R. E. (2003). Revista Electrónica Iberoamericana sobre Calidad, Eficacia y Cambio en Educación. Obtenido de http://www.ice.deusto.es/RINACE/reice/vol1n2/Edel.pdf
SEP. (2011). Obtenido de http://basica.sep.gob.mx/dgdc/sitio/pdf/PlanEdu2011.pdf
Autor:
Lilia Rodríguez Gutiérrez (*)
*UNIVERSIDAD AUTONOMA DEL ESTADO DE MORELOS