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Problemas sociales vinculados al empleo biofertilizantes en la provincia Pinar del Río, Cuba


Partes: 1, 2

  1. Introducción
  2. Fundamentos teóricos de la ciencia y la tecnología
  3. Los biofertilizantes una alternativa biotecnológica promisoria en la agricultura cubana
  4. Las rhyzobacterias y micorrizas como biofertilizantes en la provincia de Pinar del Río
  5. Empleo de hongos micorrizógenos arbusculares (HMA) y su impacto en suelos dedicados a cultivos varios
  6. Problemas sociales relacionados con el uso de las micorrizas y rizobacterias en suelos de la provincia
  7. Alternativas para incidir en la difusión y aplicación de esta biotecnología en la sociedad pinareña vinculada al sector agropecuario
  8. Conclusiones
  9. Bibliografía
  10. Anexos

Introducción

A pesar del desarrollo alcanzado, en la mayoría de los círculos agrícolas científicos, se ha llegado a la percepción general de que la agricultura moderna enfrenta una crisis ambiental (Conway y Barbier, 1990). La raíz de esta crisis radica en el uso de prácticas agrícolas intensivas basadas en altos insumos que llegan a degradar los recursos naturales (Altieri, 1995). Desde sus inicios, la Revolución Cubana tuvo el propósito de resolver los principales problemas de la agricultura: la propiedad nacional y foránea (Sobre todo estadounidense) de grandes extensiones de tierra (latifundios) y la falta de diversificación (Anónimo, 1960; Valdés, 2003). A pesar de estas intenciones, la rápida industrialización de la agricultura, basada en métodos convencionales, tendió a concentrar como nunca antes la tierra en grandes empresas estatales

La excesiva aplicación de insumos agroquímicos importados, la concentración de los agricultores en las ciudades y pueblos rurales, así como la dependencia de pocas exportaciones, hicieron vulnerable el modelo agrícola convencional establecido en todo el país. Esta vulnerabilidad fue más evidente a inicios de los años noventa, con la desintegración del bloque socialista europeo y de la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS). Si bien el modelo estatal aumentó los niveles de producción y la calidad de vida en el medio rural, terminó creando consecuencias económicas, ecológicas y sociales negativas que no pueden ignorarse. La agricultura cubana, junto con otras ramas de la economía, entró en la mayor crisis de la historia reciente. Esta situación originó condiciones excepcionales para la construcción de un modelo agrícola alternativo y mucho más sostenible a escala nacional. (Funes, 2009).

La agricultura orgánica y la agroecología pueden insertarse en el contexto socioeconómico cubano ya que en general este tipo de agricultura mantiene una posición revolucionaria, sus principios se oponen a la globalización despiadada representada por el neoliberalismo y se sitúa a favor de una globalización justa, humana y solidaria, sin dependencia de transnacionales (autosuficiencia), no daña al medio ambiente, reduce intermediarios, desarrolla conciencia de productores y no solo de consumidores, aplica conocimientos y no paquetes tecnológicos, es aliada de la naturaleza y considera al agricultor como una unidad cultural y no productiva, (Funes, 2001).

En la construcción de este modelo agrícola alternativo ha tenido un papel fundamental la biotecnología gracias a los adelantos de la Ciencia que tienen su origen en las necesidades de la actividad práctica que el hombre ha venido desarrollando durante la producción de alimentos y sus inherentes relaciones sociales. (Núñez, 1996). A través de esta rama de la ciencia a principios de la década del 70 comienzan las investigaciones que dan lugar a la producción de los biofertilizantes a base de rhizobium

La sustentabilidad de los sistemas agrícolas a largo plazo debe fomentar el uso y manejo efectivo de los recursos internos de los agroecosistemas. En este sentido los biofertilizantes son un componente vital de los sistemas sustentables, ya que constituyen un medio económicamente atractivo y aceptable para reducir la entrada de insumos externos y mejorar la cantidad y calidad de los recursos internos.

Entre los organismos que se emplean para producción de biofertilizantes más difundidos en el país se encuentran los hongos micorrizogenos arbusculares (HMA) y las rizobacterias los cuales contribuyen a mejorar la nutrición de las plantas a partir de diferentes mecanismos. El empleo de esta importante alternativa biotecnológica incide en el incremento de los rendimientos y la reducción del uso de los fertilizantes químicos. En el presente trabajo se basa en la necesidad del conocimiento de los problemas sociales asociados al uso de los biofertilizantes a base de rizobacterias y HMA en la producción de cultivos varios de la provincia de Pinar del Río.

A partir de esta problemática se traza el objetivo de caracterizar los problemas sociales asociados al uso de las micorrizas y las rizobacterias como biofertilizantes en la producción de cultivos varios en Pinar del Río.

DESARROLLO

Fundamentos teóricos de la ciencia y la tecnología

La Ciencia y la Tecnología ocupan un valor muy especial en el mundo actual, teniendo sus especificidades; por lo que cada una de ellas está sujeta a sus propios determinismos económicos, políticos y sociales. La Tecnología está en el corazón de la civilización contemporánea y participa definiendo los principales cursos económicos, políticos, militares y culturales (Núñez, 1996).

La ciencia es la actividad humana interrelacionada con las restantes (economía, política, entre otras), orientada a la producción, desarrollo de aplicación de conocimiento, que se realiza en instituciones especializadas (Núñez, 1996). A su vez la tecnología se puede definir como una clase de conocimientos no fundamental acerca de los hechos, eventos, procesos, que permiten su manipulación con fines prácticos y puede no basarse en el conocimiento.

¿Pudiéramos preguntarnos qué significa estudiar la ciencia?

Estudiar la ciencia significa poder comprender el lugar que ocupa esta categoría en la sociedad y la cultura. La misma se concibe como forma específica de la actividad del hombre de su conducta encaminada a la satisfacción de las necesidades materiales o espirituales, específicamente relacionada con la " producción, difusión y aplicación de conocimientos, actividad institucionalizada generadora de su propia cultura…" (Núñez, 1999).

El empleo de la Ciencia y la Tecnología en el mundo contemporáneo es más que nunca, una necesidad crucial para las comunidades que aspiran al desarrollo global, entendiéndose éste como aquel desarrollo sano desde las aristas económicas, sociales, ambientales y naturales. De ahí que la aplicación intensiva de conocimientos científico técnicos cobre cada vez mayor importancia no solo para lograr un desarrollo económico sino también para lograr otros beneficios sociales, ecológicos, que permitirán materializar el desarrollo sostenible.

Es evidente que la Ciencia y la Tecnología no garantizan por si solas el desarrollo, ellas sólo pueden echar raíces en sociedades globalmente innovadoras que proporcionen contextos económicos, políticos, educacionales, valorativos, culturales; favorables al desarrollo de las ciencias y sus potencialidades creadoras (Núñez y Pimentel, 1994).

La ciencia contemporánea nos permite percatarnos del acercamiento que cada día va teniendo, a objetivos prácticos que inciden en el desarrollo tecnológico y con esta la innovación. Por otra parte cada día es más notable el soporte tecnológico que va teniendo buena parte de las investigaciones científicas.

La tecnología significa que esta categoría sea analizada en su compleja relación con la sociedad, relación que tiene su base en la comprensión de las influencias del hombre sobre la naturaleza, teniendo en cuenta racionalidades, valores e intereses, las que se encuentran sujetos a cierto determinismo social, pero a su vez influye directamente sobre la organización social, la distribución del poder y tiene gran impacto en los estilos de vida y las relaciones interpersonales, ya que abarca conocimientos, destrezas e ideología (López, Bombino, 2004, citado por Garbizo 2011).

La técnica, por su parte, hace referencia a "…reglas que permiten alcanzar de modo correcto, preciso y satisfactorio ciertos objetivos prácticos." (Agazzi 1997, citado por Núñez, 1999) pero que en el camino del conocimiento y la práctica social ha evolucionado hasta la tecnología, "aquella forma (y desarrollo histórico) de la técnica que se basa estructuralmente en la existencia de la ciencia". Como puede apreciarse, en esta última categoría queda claramente establecida la alianza con la ciencia.

La tecnología tiene también complejas relaciones con la sociedad, ésta afecta inevitablemente las acciones y decisiones de aquella, que se basa en la comprensión de las influencias del hombre sobre la naturaleza, teniendo en cuenta racionalidades, valores e intereses, influye directamente sobre la organización social, la distribución del poder y tiene gran impacto en los estilos de vida y las relaciones interpersonales, ya que abarca conocimientos, destrezas e ideologías.

Al adentrarnos en el camino del conocimiento en CTS, resulta importante su comprensión como campo de trabajo donde se intenta entender el fenómeno científico – tecnológico en su contexto social, con especial atención a sus condicionantes sociales (así como sus consecuencias sociales y ambientales).

Por consiguiente el término " tecnociencia" es el recurso del lenguaje utilizado para destacar la íntima relación entre ciencia y tecnología. No obstante al profundizar en el conocimiento de CTS, comprendemos que el término tecnociencia no cancela las identidades de la ciencia y la tecnología, destaca que de modo creciente las necesidades técnicas influyen en el desarrollo del conocimiento científico, y a la inversa, selección de teorías, los programas de investigación, condicionan formas de acción instrumental que envuelven tecnologías (Núñez, 1999).

En resumen la ciencia y la tecnología son procesos sociales en varios e importantes sentidos. Revalorizar lo social no como "escenario", sino como elemento decisorio, es comenzar a andar en una dirección correcta. Lo social ayuda a entender la "ciencia en contexto", lo que aquí apunta al entramado de circunstancias económicas, políticas y culturales que dan un sentido y orientación a una práctica científica determinada (Núñez 2004).

De acuerdo con Núñez (1999), la ciencia no debe ser vista como un ente aislado sino como una actividad que se desenvuelve en el contexto de la sociedad e interactúa con sus más diversos componentes.

Para la realización de este ejercicio se ha detenido en el estudio del complejo universo de la ciencia y la técnica, lo que permitió analizar y reorganizar conceptos e ideas en torno al tema, pues no es menos cierto que en innumerables de ocasiones y en diferentes contextos son utilizados, sin tener claridad al respecto.

Por ejemplo tradicionalmente la función de la ciencia se vincula con la adquisición de conocimientos, con conocer, explicar, mientras que la de la técnica, con la realización de procedimientos y productos, con realizar, hacer eficaz; que el ideal de la ciencia es la verdad y el de la técnica la utilidad; que ciencia es saber por qué y técnica es saber cómo.

Los biofertilizantes una alternativa biotecnológica promisoria en la agricultura cubana

En los últimos años se ha ido incrementando a escala internacional la introducción de tecnologías dirigidas a la producción de alimentos con los recursos del propio agroecosistema, para garantizar cada día una alimentación de mayor calidad biológica y una mayor protección de los recursos naturales. En este contexto se ha fortalecido la llamada Agricultura Ecológica la cual, según (Price, 1999) puede ser definida como todo sistema de producción sostenible en el tiempo, que mediante el manejo racional de los recursos naturales, brinda alimentos sanos y abundantes así como mantiene o incrementa la fertilidad del suelo y la diversidad biológica.

En particular la biotecnología ha jugado un papel preponderante y ha sido posible a partir de los adelantos de la Ciencia que tiene su origen en las necesidades de la actividad práctica que el hombre ha venido desarrollando durante la producción de alimentos y sus inherentes relaciones sociales. Dicha Ciencia, se ha nutrido en cada época del ordenamiento lógico de los nexos causa-efecto en la solución de problemas del proceso productivo que han implicado problemas sociales (Núñez, 1996), relacionados principalmente con el incremento de la productividad del trabajo del hombre para satisfacer la cada vez mayor demanda alimenticia, producto del creciente aumento del número de habitantes en el planeta.

Las demandas sociales por incorporar ciencia y tecnología al desarrollo dependen de múltiples factores, objetivos y subjetivos muchas veces presentes en las tradiciones culturales de estos países y en sus relaciones con los países desarrollados que atentan al buen impulso de tales tareas y que hacen de los resultados práctico – revolucionarios de esta rama del saber, lejos de factores de progreso, se conviertan en factores que refuerzan la dependencia negativa entre los países industrializados y los países subdesarrollados. Las condiciones de crisis económica y el endeudamiento externo que afecta a los países subdesarrollados, agravan la puesta en marcha de las medidas tendientes a incorporar los adelantos tecnológicos en estos, de la misma forma que, como en un círculo vicioso, el desarrollo de la tecnología a escala mundial puede incrementar aún más esta crisis económica y este endeudamiento, sobre todo a través del desplazamiento de muchos de los mercados tradicionalmente tercermundistas. (Cué, 2006)

Los avances indiscutibles de esta forma de hacer agricultura, están estrechamente vinculados al riesgo demostrado que puede provocar a la salud humana, la presencia de residuos tóxicos provenientes de los pesticidas y algunos fertilizantes minerales en los alimentos agrícolas (Bañuls et a1., 1999).

En este sentido, la ciencia biotecnológica ha generado nuevas alternativas que van desde la síntesis de productos menos agresivos al medio ambiente hasta bioproductos de alta eficiencia, que son comercializados con vistas a la biofertilización microbiana. Hasta la fecha se han acumulado un gran número de informes acerca de microorganismos, que aislados de diversos ecosistemas naturales son capaces de excretar sustancias reguladoras del crecimiento vegetal, las cuales conllevan a variaciones en el crecimiento y desarrollo de las plantas.

Hernández (1997), citado por Pulido (2002), definió a los biofertilizantes como aquellos biopreparados que contienen células vivas o latentes de cepas microbianas eficientes fijadoras de nitrógeno, solubilizadoras de Fósforo, potencializadoras de diversos nutrimentos o productoras de sustancias activas, que se utilizan para aplicar a las semillas o al suelo, con el objetivo de incrementar el número de estos microorganismos en el medio y acelerar los procesos microbianos de tal forma, que se aumenten las cantidades de nutrientes disponibles que pueden ser asimilados por las plantas o, se hagan más rápidos los procesos fisiológicos que influyen sobre el desarrollo y rendimiento de los cultivos.

Los biofertilizantes permiten poner al alcance de los agricultores, productos con alta efectividad, con los que se sustituye hasta el 50% del fertilizante nitrogenado industrial, en el caso de los fijadores asociativos, y hasta el 80% en el caso de los simbióticos, mientras que los microorganismos solubilizadores de fósforo, permiten sustituir hasta el 70% del fertilizante fosfórico. Además los rendimientos en productos agrícolas comerciales se incrementan hasta el 30% por el efecto de las sustancias activas sintetizadas por las bacterias fijadoras asociativas y solubilizadoras de fósforo (Viñals y Villar, 1999)

En las condiciones actuales se debe propender al empleo de aquellas tecnologías más apropiadas en dependencia de las condiciones ambientales, sociales, económicas y políticas de cada sociedad y país, distanciándose de las tendencias desarrollistas que defienden la introducción masiva de los productos de la biotecnología a fin de acelerar la productividad del trabajo y la producción agrícola a gran escala.

Como último aspecto relevante en este acápite se puede decir que los biofertilizantes responden a las exigencias de la Agenda 21, presentada en la reunión sobre medio ambiente y desarrollo (Cumbre de la Tierra) celebrada en Río de Janeiro en el año 1992, como se deduce de los siguientes acápites:

  • Encontrar sustitutos o mejoras ecológicamente racionales de los procesos de producción que son nocivos para el medio ambiente.

  • Elaborar aplicaciones para reducir a un mínimo la necesidad de insumos químicos sintéticos insostenibles y para utilizar al máximo productos ecológicamente adecuados, incluidos productos naturales.

  • Promover la utilización adecuada de los biofertilizantes en los programas nacionales de aplicación de fertilizantes.

  • Elaborar nuevas tecnologías para la selección rápida de organismos que puedan tener propiedades biológicamente útiles.

  • Elaborar mecanismos para incrementar gradualmente y difundir biotecnologías ecológicamente racionales de gran importancia para el medio ambiente, especialmente a corto plazo, aún cuando estas tecnologías tengan potencial limitado.

Las rhyzobacterias y micorrizas como biofertilizantes en la provincia de Pinar del Río

El suelo constituye un medio ideal para el desarrollo de la vida microbiana; las propiedades físicas y químicas en su conjunto han creado las condiciones ecológicas que permiten incubar en su interior un elevado número de microorganismos con requerimientos nutricionales y propiedades fisiológicas muy diferentes (Fernández y Novo, 1988).

El uso cada vez mayor de microorganismos edáficos en la agricultura constituye una alternativa promisoria frente a los fertilizantes minerales (Corbera y Nápoles, 2000). Ejemplo de estas fuentes alternativas la constituyen los inoculantes microbianos a partir de rizobacterias promotoras del crecimiento vegetal (RPCV) y de hongos micorrizógenos arbusculares (HMA). Según Pulido (2002), la actividad de todos los microorganismos considerados como biofertilizantes se enmarca, fundamentalmente, en la rizosfera, "esfera" de influencia de la raíz, la cual es una zona de dimensiones variables que contiene una población de microorganismos que se desarrollan dentro y fuera de las raíces de las plantas.

Empleo de rizobacterias promotoras del crecimiento vegetal (RPCV) y su impacto en suelos dedicados a cultivos varios.

El término RPCV es empleado para describir a las bacterias que habitan la rizosfera de las plantas y que pueden tener un efecto positivo sobre los cultivos (Dileep y Dubet, 1992).

Hasta la fecha, se han acumulado gran número de reportes acerca de microorganismos que aislados de diversos ecosistemas naturales, son capaces de excretar sustancias reguladoras del crecimiento vegetal. (Dommelen, 1998). En las últimas décadas, las rizobacterias han recibido gran atención debido a la capacidad de fijar nitrógeno (biofetilizantes) y producir sustancias estimuladoras del crecimiento vegetal (bioestimuladoras), características que las hacen potencialmente importantes en la agricultura.

Las investigaciones realizadas en Cuba, en los últimos años, se resumen en las siguientes temáticas:

  • Se han realizado estudios de caracterización de la microflora de los suelos.

  • Se han organizado colecciones de especies microbianas con características de biofertilizantes mediante aislamientos realizados en suelos de diferentes regiones del país.

  • Se ha hecho una selección de las cepas más eficientes y efectivas.

  • Se han creado nuevos medios de cultivo que permiten una rápida multiplicación de las bacterias e incrementan la síntesis de sustancias activas.

  • Se han determinado tecnologías de fabricación para las diferentes especies microbianas.

Los resultados que se han obtenido, algunos de los cuales se ofrecen en el presente trabajo, pueden servir de estímulo a los investigadores de los países tropicales para aprovechar al máximo la actividad de los microorganismos fijadores de nitrógeno y estimuladores del crecimiento vegetal en estrecha relación con las favorables condiciones ambientales. Como resultado de estos trabajos, hoy se utilizan extensamente en Cuba los biopreparados a base de Azotobacter chroococcum sobre una amplia gama de cultivos que son beneficiados por esta bacteria, la cual se encuentra en gran parte de los suelos de ese país, aunque en poblaciones entre 1000 y 10000 células/gr de suelo. Con estas poblaciones, la acción beneficiosa de las bacterias se manifiesta en un nivel muy bajo, por lo que se hace necesario aumentar la población artificialmente mediante la aplicación de biopreparados, lo que permite alcanzar hasta 100 millones de células por gramo de suelo.

Empleo de hongos micorrizógenos arbusculares (HMA) y su impacto en suelos dedicados a cultivos varios

En el caso de Cuba el estudio de las micorrizas se desarrolla a partir de los años 70 con una mayor intensidad dentro de la Academia de Ciencias de Cuba, alcanzando un mayor auge en la década del 80, lográndose algunos resultados significativos en su aplicación práctica a los cultivos de interés agrícola. Siendo los años 90 el momento de mayor esplendor en la obtención de productos comerciales para su aplicación en la agricultura, surgiendo los nombrados EcoMic( y MicoFert(, los cuales han mostrado resultados muy favorables en diferentes cultivos.

Dentro de la agricultura biológica, el estudio de las micorrizas cada vez tiene mayor relevancia, ya que el sistema radicular de un gran número de plantas desarrolladas en ambientes naturales no existe simplemente como raíces, sino como complejas asociaciones con micorrizas, como resultado de la infestación de las raíces por ciertos hongos del suelo (Ochoa et al, 1992 citado por Cuevas et al 2000).

El beneficio reportado por el uso de las asociaciones micorrízicas vesículo-arbusculares en el crecimiento de las plantas cultivadas resulta espectacular, particularmente en suelos tropicales, deficientes en fósforo (P) asimilable, donde el potencial de explotación de éstas es mucho mayor que en regiones de clima templado (Sieverding, 1991), citado por Cuevas et al 2000.

Este aspecto es de suma importancia para las condiciones de los suelos de la provincia de Pinar del Río pues los mismos muestran deficiencias en el fósforo asimilable, pH ligeramente ácido y bajos contenidos de materia orgánica, cultivándose el suelo por parte de los productores sin el pleno conocimiento de tales condicionales, corroborado en entrevistas informales efectuadas en cuatro UBPC y a siete campesinos de dos CCS del municipio de Pinar del Río (Cué, 2006).

Problemas sociales relacionados con el uso de las micorrizas y rizobacterias en suelos de la provincia

  • I- Escazas investigaciones sobre el efecto de las micorrizas y rizobacterias en los suelos de la llanura sur-occidental de la provincia de Pinar del Río.

Los estudios sobre el efecto positivo de los inoculantes a base de bacterias y hongos beneficiosos para las producciones agrícolas son conocidos y difundidos en el país desde el propio triunfo de la revolución, entre el 1970 y 1985 se consolidó la respuesta a los programas de investigación con resultados teórico-prácticos en materia de obtención y control de inoculantes bacterianos, entre 1985 y 1990 se comienza la producción a escala artesanal de inoculantes a base de Rhizobium y a inicios del año 1990, se decide por la máxima instancia de la dirección del país introducir de forma acelerada la aplicación masiva de estos biopreparados sobre cultivos varios en la práctica agrícola. (Dibut, 2007). En el caso de las micorricas los años 90 fueron el momento de mayor esplendor en la obtención de productos comerciales para su aplicación en la agricultura, surgiendo los nombrados EcoMic( y MicoFert(, los cuales han mostrado resultados muy favorables en diferentes cultivos. Dentro de la agricultura biológica, el estudio de las micorrizas cada vez tiene mayor relevancia, ya que el sistema radicular de un gran número de plantas desarrolladas en ambientes naturales no existe simplemente como raíces, sino como complejas asociaciones con micorrizas, como resultado de la infestación de las raíces por ciertos hongos del suelo (Ochoa et al, 1992 citado por Cuevas et al 2000 y Cué, 2006).

A pesar del avance de esta tecnología en varias regiones del país, a consideración de este autor, son escazas las investigaciones realizadas en la provincia, sobre todo en los suelos de la llanura sur occidental que son los más afectados por los procesos erosivos, con tendencia a la salinidad y bajo contenido de materia orgánica aspectos esenciales para la multiplicación inducida o natural de estos organismos. En las revisiones realizadas con motivo de este trabajo existen pocos antecedentes de investigación de esta temática. Por conversaciones realizadas por el autor, con especialistas del MINAG e investigadores del instituto de suelos, se conoció de un estudio realizado en suelos ferralíticos rojos del municipio la palma para determinar el efecto de las micorrizas en el cultivo del frijol y de un experimento reciente sobre los efectos EcoMic® en maíz y frijol que está en fase de evaluación aún sin publicar y en la Universidad de Pinar del Río se han efectuado ensayos comparativos para evaluar: Momentos de aplicación de EcoMic® y MicoFert® en Lycopersicon esculentum, Mill (Tomate) var. Lignon bajo condiciones de organopónico. Como se evidencia las investigaciones realizadas no son suficientes para validar la tecnología e impulsar la producción y comercialización a pequeña o gran escala de los bioproductos obtenidos.

De esta forma existen muy pocos antecedentes del efecto de los inóculos a base de bacterias u hongos en los suelos ferralíticos amarillentos lixiviados que son los más representativos de la provincia los cuales requieren investigaciones para probar el efecto de cepas de microorganismos con un efecto notable en otros suelos del país. Según Rivera (2010), entre los principales retos actuales de la investigación relacionada con los HMA se encuentran la búsqueda nuevos aislamientos para condiciones de estrés salino y bajas precipitaciones, los cuales constituyen características principales de los suelos citados anteriormente (tabla#1).

Tabla # 1. Factores edáficos limitantes en Pinar del Río.

Factores Limitantes

Miles de hectáreas (ha)

% en Relación con el Total de Tierra Firme

Mal drenaje

184.00

16,98

Profundidad efectiva

595.05

54,92

Salinidad

19.82

1,75

Erosión (de fuerte a media)

399.99

36,83

Acidez

600.64

55,38

Baja fertilidad

616.91

56,86

Baja retención de humedad

616.91

56,86

Bajo contenido de M.O

616.91

56,86

Compactación

51.86

4,71

Con riesgo de desertificación

147.98

13,57

Fuente: Instituto de Suelos, 1985

  • II- Baja credibilidad, por parte de los productores, de la efectividad del uso de biofertilizantes.

Este es uno de los problemas que constituye hoy un freno real al avance de esta tecnología la necesidad de emprender un proceso de investigación a partir de ensayos de campos en fincas de productores líderes para demostrar la efectividad de estas técnicas en el desarrollo de los cultivos. Cue 2006, en entrevistas a los campesinos abordo el tema del empleo productos biológicos que sustituyeran parcialmente a los fertilizantes químicos, obteniéndose como resultado que la mayoría no desea su utilización pues con los fertilizantes se sienten más seguros en la obtención de una cosecha abundante y desconocen las cualidades o bondades de los nuevos productos biológicos. El comportamiento de los campesinos y demás productores del sector es normal dada la larga tradición que existe en el uso de los fertilizantes químicos como única vía para garantizar las producciones agrícolas. El efecto de esta práctica tan arraigada, unido al laboreo intensivo del suelo y la aplicación de productos químicos para el control fitosanitario ha provocado el deterioro progresivo de los suelos (tabla#1). Lo anterior evidencia un trabajo no satisfactorio del sistema de Extensionismo Agrícola, siendo la principal problemática detectada dentro del sistema agrícola para la implementación de nuevas tecnologías.

  • III- Poco trabajo interinstitucional en la adecuación, perfeccionamiento y difusión de esta biotecnología.

Según Núñez, 1999 la actividad científica supone el establecimiento de un sistema de relaciones (informativas, organizativas, etc.) que hace posible el trabajo científico orientado a la producción, diseminación y aplicación de conocimientos. En la actualidad este es uno de los aspectos débiles en la difusión del conocimiento y las tecnologías asociadas a la producción de biofertilizantes. Entre las instituciones que actualmente se vinculan a la investigación, producción y difusión de los biofertilizantes a base de micorrizas y rizobacterias en la provincia se encuentran el Instituto de Suelos, el MINAG y la Universidad de Pinar del Río (departamentos Agropecuario y Biología), sin embargo los esfuerzos son aislados. En entrevistas realizadas a profesores e investigadores de estas instituciones en el caso del departamento de biología próximamente se realizarán ensayos de campo en la aplicación de micorrizas en el cultivo del frijol en entidades vinculadas al Programa de Innovación Agropecuario Local (PIAL) y en el caso del Instituto de Suelos existe la intención de montar una pequeña planta para la producción de micorrizas. Sin embargo no se han generado espacios de discusión colectiva de cómo impulsar el desarrollo de las investigaciones ni la aplicación de esta tecnología. Este aspecto es esencial para lograr la aplicación exitosa de la tecnología en la sociedad agropecuaria pinareña y está muy ligado al aspecto anterior puesto que para lograr el éxito es necesario que sea asumida por los campesinos y productores estatales del sector.

  • IV- Poco desarrollo de tecnológico

Este aspecto se deriva de lo expuesto anteriormente debido al lento proceso de innovación-desarrollo de la tecnología. En este momento el Instituto de Suelos es la única institución capaz de producir biofertilizantes en la provincia, con una entrega de 3.8 ton aproximadamente de tres bioproductos a base de rizobacterias que se comercializan a través de puntos de ventas de la agricultura destinados fundamentalmente al sector productivo. Esta cifra es insuficiente y no cubre las demandas de las investigaciones. Los ensayos que se han realizado o se realizan requieren del traslado de cepas (inóculos del bioproducto) de la Habana. El esfuerzo en aras de cubrir la demanda de está a penas comenzando y pudiera ser infructuoso por el poco avance de las investigaciones como se expuso anteriormente.

  • V- Insuficiente capacitación de productores, técnicos y extensionistas vinculados a la rama agropecuaria.

En términos generales en la provincia se han capacitado por diferentes vías un número considerable de profesionales, técnicos y productores en aspectos relacionados con la importancia de los biofertilizantes en la agroecología. La maestría de Agroecología y Agricultura Sostenible ha realizado un aporte importante con un total de __ graduados. Por otra parte el sistema de extensión en la provincia de Pinar del Río está constituido por un equipo de trabajo interdisciplinario que representan 24 organismos y entidades del territorio (Martínez, 2005, citado por Benítez, 2009) el cual tiene entre sus funciones la capacitación de los trabajadores del sector en la provincia con un número apreciable de trabajadores capacitados. Sin embargo a pesar de los esfuerzos realizados las actividades de capacitación abarcan la temática de los biofertilizantes y su importancia de forma general; tomando como referente fundamental los resultados alcanzados en otras regiones del país. Por otra parte la poca efectividad del sistema extensionista y la escaza presencia de experiencias prácticas sobre la aplicación de esta tecnología constituye un freno para la difusión de este conocimiento entre las instituciones y productores independientes que puedan estar interesados en la aplicación de esta tecnología. Actualmente se está realizando una encuesta a productores que han adquirido los bioproductos que se producen en la provincia para conocer su opinión sobre el efecto de los mismos en sus producciones pero aún no se ha concluido por razón por la cual no se exponen aquí los resultados

Alternativas para incidir en la difusión y aplicación de esta biotecnología en la sociedad pinareña vinculada al sector agropecuario

Para alcanzar resultados superiores en este orden es necesario la intervención de instituciones educativas que lleven a cabo el proceso de investigación, implementación y transferencia de la tecnología pues la ciencia supone la búsqueda de la verdad o al menos el esfuerzo a favor del rigor y la objetividad; es ante todo producción, difusión y aplicación de conocimientos, (Núñez, 1999 citado por Cué 2006).

De lo anterior se deduce la existencia de una problemática que abarca aspectos sociales y tecnológicos relacionados con el empleo y difusión de está biotecnología a base de micorrizas vesículo arbusculares y rizobacterias en los suelos de la llanura sur occidental de la provincia. Para dar respuesta a esta problemática se ejecutará un proyecto de investigación que involucra a la Universidad de Pinar del Río, el Instituto de Suelos, la subdelegación de cultivos varios del MINAG y productores líderes en la producción de cultivos varios en los suelos antes mencionados; este proyecto se inserta en el programa PIAL.

Se prevé la rápida difusión del conocimiento al resto de la sociedad a través de talleres, publicaciones y otras actividades de carácter extensionista para contribuir a la producción de alimentos tan necesaria en estos momentos en el territorio.

Los resultados de esta investigación pueden ser un punto de partida para la capacitación de campesinos y productores asociados a la delegación de la agricultura los cuales pueden mantenerse actualizados sobre las ventajas de estos microorganismos para el incremento de las producciones y la reducción del uso de fertilizantes minerales en estos suelos que ya han sido fuertemente afectados por el intenso laboreo. Téngase en cuenta que el desarrollo científico-técnico y extensión de los biofertilizantes por parte de los agricultores en Cuba no se ha detenido, según encuesta nacional realizada por CITMA (Ministerio de Ciencia Tecnología y Medio Ambiente); sino todo lo contrario, son múltiples los proyectos de investigación en esta temática ejecutados en los últimos años, la mayoría con salidas productivas (Dibut, 2007). Esta se considera una oportunidad que debe ser aprovechada para revertir los resultados alcanzados en la aplicación y difusión del conocimiento y las tecnologías asociadas a los biofertilizantes a base de HMA y rizobacterias.

El avance de las investigaciones relacionadas con esta temática en el país permite concentrar los esfuerzos en proyectos de innovación y desarrollo tecnológico a fin de adecuar las tecnologías ya probadas en otras regiones a las condiciones de nuestro agroecosistema; por tanto se podrán obtener cepas de microorganismos eficientes para las condiciones de los suelos de la provincia.

Conclusiones

  • El empleo de los biofertilizantes a base de hongos micorrizógenos arbusculares y rizobacterias constituye una alternativa tecnológica de probada efectividad para el incremento de los rendimientos en la mayoría de los cultivos de interés agrícola que no es suficientemente explotada en las condiciones actuales por la sociedad pinareña.

  • La difusión del conocimiento y la tecnología relacionada con los biofertilizantes requiere de un trabajo de investigación el cual debe ser liderado por instituciones de investigación relacionadas con la rama en la provincia.

  • Para logar el desarrollo exitoso de esta tecnología se requiere de un mejor funcionamiento del sistema extensionista del MINAG con énfasis en la capacitación de profesionales, técnicos y especialistas.

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  • Partes: 1, 2
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