Tres estudios literarios: Bécquer, el Mío Cid y Francisco Gregorio Billini
Enviado por Humberto R. Méndez B.
- Análisis a un texto poético de Bécquer
- El segundo canto del Mío Cid
- Baní, o Engracia y Antoñita. Su interpretación literaria
- Conclusiones personales
Análisis a un texto poético de Bécquer
Introducción del Texto
El texto poético que nos proponemos analizar, es el primer poema de ese libro de suspiros sentimentales, llamado Las Rimas, del poeta sevillano Gustavo Adolfo Bécquer (1836-1870), y es una especie de introducción, según se encuentra en las Obras Completas, que fue publicada en México, por la Editora Nacional, en 1973.
Es Bécquer, a nuestro humilde juicio y entender, el máximo exponente del romanticismo español, y que nos perdonen los seguidores de Espronseda. Por lo cual, al hacer la exhumación de esta rima, nos encontramos ante un poema introductorio, del cual se pueden escuchar los arpegios a través de este sublime libro, libro que fue escrito por un espíritu enamorado, un cerebro afiebrado, un cuerpo tuberculoso, y lo que es más, un corazón que se negaba a admitir la infidelidad de su amada.
Esta es la rima objeto de nuestro estudio:
Yo sé un himno gigante y extraño que anuncia en la noche del alma una aurora, y estas páginas son de ese himno cadencias que el aire dilata en las sombras. Yo quisiera escribirle, del hombre domando el rebelde, mezquino idioma, con palabras que fuesen a un tiempo suspiros y risas, colores y notas. Pero en vano es luchar, que no hay cifra capaz de encerrarle; y apenas, ¡oh, hermosa!, si, teniendo en mis manos las tuyas, pudiera, al oído, cantártelo a solas.
Una vez trascrita la rima, debemos avanzar que nos proponemos dar una versión en prosa, aunque un poco profana, de los elementos conceptuales de tan sublima texto poético. Luego penetraremos a la parte más teórica y extensa, cuando sirviéndonos de guía unos rudimentos literarios, los cuales fueron adquiridos en el presente curso, se hará el análisis de los versos, la rima de los mismos, la localización de sus estrofas, y las licencias métricas que el poema usa en la composición, que es objeto de nuestro estudio.
Salvadas estas dificultades, penetraremos en la estructura orgánica, con su tirada narrativa, la efusión lírica, y la relación del poema con las demás partes del texto. Por últimos será incluida, a manera de apéndices, dos tablas, la primera sobre la forma de la rima y la segunda sobre la métrica.
Elemento conceptual del texto
En esta rima primera, Bécquer dice saber un himno de dimensiones extraordinarias, y con un contenido apocalíptico; himno éste que capaz de darle luz a las almas que se encuentran en tiniebla. El poeta quisiera revelar lo que sabe, pero el idioma, rebelde y mezquino no permite que se fundan en el mismo crisol: sentimientos y estado de ánimo. No es permitido surgir la acuarela y el arco iris. La pesadez de la lengua, no da cabida a que la luz del sol pase por el prisma, y nos permita ver el calidoscopio de imágenes que bailan en el cerebro.
Pero no importa que el lenguaje sea mezquino, todo esto se puede lograr en un acto: si la amada coloca sus manos en las de él, en un momento que ellos dos se encuentren a solas.
11. La verificación de la rima:
A. Versos: un estudio minucioso y exigente, muestra que ésta rima está escrita en versos regulares; y que estos versos responden a los denominados de arte mayor. Estos versos pueden ser identificados como decasílabos y dodecasílabos.
Lo ante expresado se puede ver desde la primera estrofa, donde se distribuyen el primer verso y el tercero como decasílabos, y el segundo y el cuarto como dodecasílabos.
B. La rima: La lectura de estos versos, puede ser engañosa, ya que podrían sugerir que la rima es asonante, como se diría de la primera estrofa, donde los versos riman a partir de la ultima consonante; pero en el primer verso de la segunda estrofa, la palabra hombre, no tiene con que rimar en los otros tres versos.
También en la tercera estrofa, donde los dos primeros versos riman en vocal, y los dos restantes riman en la terminación as, no hace decir que los versos de esta rima son versos sueltos.
C. Disposición eutrófica: Este poema, a los que Bécquer llama rima, está dividido en tres estrofas, donde cada una de ella consta de cuatro versos. En estas estrofas, el poeta no atiende a la rima, sino al metro establecido por él, y como ya se ha dicho, el primer verso y el cuarto son decasílabos y el segundo y el cuarto dodecasílabos.
Como se observa, en esta forma, el poeta es riguroso, ya que las tres estrofas, están bien identificadas.
D. Observaciones sobre el uso de las licencias métricas:
A. Diéresis y sinéresis: En los doce versos que componen ésta composición poética, no se encuentra un solo ejemplo o modelote estas dos clases de licencias, pues no crea ni destruye el poeta ningún diptongo a su libre voluntad.
B. Hiato: ésta es otra licencia sobe la cual tenemos muy poco que decir, pues de las 132 silabas métricas que componen el poema en estudio, solo la encontramos en algunos casos, y llegan a ser tan evidente su formación, el mismo respiro, la pausa y el ritmo lo imponen. En el verso primero la rima, tiene un hiato, el cual antecede a una sinalefa, cuando dice:
…gigante y extraño…
En el verso tercero de esta misma estrofa se puede leer:
…mezquino idioma…
En el verso cuarto, de la tercera estrofa, el poeta dice: pudiera al oírlo..
Con esto podemos decir, que si bien es cierto que si el autor del perdido libro de los Gorriones fue tímido al no querer utilizar en su composición la diéresis y la sinéresis, un poco candido con el uso de los hiatos, aunque no podemos decir lo mismo del empleo que hizo de:
C. La sinalefa: es en la creación de esta licencia donde Bécquer, usa, usufructúa y abusa de ella a su antojo. Un estudio radiológico de esta rima nos permite ver 22 sinalefas, fácilmente identificables, como los rubíes de un reloj de escasa calidad. Tal es así, que de los doce versos de esta rima, en once se puede notar la existencia de por lo menos una sinalefa.
De la primera estrofa extremos estos ejemplos:
Verso primero: Yo se un…
En el verso segundo: Que anuncia en…
Verso tercero: …que de ese…
Verso cuarto: …que el aire dilata en…
Lo mismo se puede seguir haciendo con los versos de las restantes estrofas, exceptuando el verso cuarto de la segundo estrofa, el cual es único que no contiene esta licencia métrica. Este verso cuarta está escrito de una manera natural, y dotado de una limpieza y sonoridad exquisita:
Suspiros y risas, colores y notas.
111. Tirada descriptiva:
Es digno de elogio, como en nueve versos, las dos primeras estrofas y el primer verso de la tercera, Bécquer describe lo indescriptible, a sabiendas de que el idioma, los guarismos, las pinceladas y las notas del pentagrama son insuficientes. Esta composición es una verdadera descripción de un estado del alma, pero en versos.
Sobre la efusión lírica podemos decir que estamos, en lo referente a su efusión lírica, en lo concerniente al predominio de la poesía afectiva. Porque no decir que es un monologo, es una rima de evasión y de reflexión sobre lo que se visto, oído y sentido en los más profundo del alma.
En cuanto a la relación de ésta rima con el resto del libro, no podemos decir que la rima Yo se un Himno…, guarde algún tipo de relación estrecha con alguna de las 79 rimas restantes, ya sean estas las que Rodríguez Correa reúne en la primera edición, de las obras completas del desdichado poeta, o con otras de las 92, que llegó a sumar Fernando Iglesias, y que forma las Paginas Desconocidas de G.A.B.
Creemos que si ésta rima guarda alguna relación estrecha con alguna otra parte del libro, lo tiene con el prologo que Bécquer escribió en junio de 1868, y que tituló: Introducción Sinfónica. No obstante diremos, que en la rima primera, el libro se encuentra sintetizado; y que en cada una de las rimas restantes, la rima primera está ampliada, hasta llegar a la página final, donde se puede ver, oír y sentir:
Suspiros y risas, colores y notas.
1V. Ensayo de síntesis interpretativa:
Yo se un Himno Gigante y Extraño, primera página de las Rimas de Bécquer, tiene todas las características de haber sido escrita para llevar el lugar que ocupa en el libro, según la versión que poseemos. Es un poema introductorio, dotado de una gran fuerza de expresión, agilidad, virilidad, figuras frescas y hermosas metáforas.
La musicalidad y el ritmo cadencioso con que está expresada, dan a entender, que al momento de ser estas, el autor estaba siendo arrullado por las ceremoniosas notas de un órgano catedralicio. Si en la Marcha Triunfal, de Rubén Darío, se prenden escuchare los claros clarines; y en Los Caballos de los Conquistadores, de Santos Chocano, se siente el piafar de las nobles bestias, ésta composición de Bécquer posee la armonía de una misa gregoriana.
APÉNDICE:
Tabla de la rima: A B A B C. D A E F C. A A C C.
Esquema métrico: Para los versos decasílabos se tomó la letra A, y la letra B para los dodecasílabos: A B A B.
El segundo canto del Mío Cid
INTRODUCCION
Teniendo por delante las secciones 64, 77 y 82 del Cantar segundo del Mío Cid, trataremos de explicar que en esos 244 versos se encuentran elementos suficientes para probar que en ellos se reúnen las características que configuran una epopeya al estilo español. No vamos a entrar en lo concerniente a lo de su autor desconocido, y lo que es su oralidad, ya que tenemos un texto escarito; pero lo que si esperamos, es demostrar algunas de sus características más sobresalientes.
Este presente trabajo espera ser breve, ya que como decía Gracián: Lo bueno si es breve, dos veces bueno.
1. El epíteto épico:
En el cantar segundo, en las secciones 64, 77 y 82, encontramos dos clases de epítetos épicos, los cuales tienen un frecuencia muy significativa, y son: "Mío Cid el de Vivar", el cual aparece en la sección 64, en el verso primero; en la sección 77 en el verso 3, y en la sección 82 en los versos 70, 98 y 136.
El otro epíteto es: "Mío Cid el capeador, que se localiza básicamente en el sección 82, en los versos 2, 12, 23, 27, 42, 50, 54, 64, 70, 98 y 135. Esta frecuencia atestigua que la presencia de este epíteto épico, o formula hecha, tiene una presentación muy significativa en la parte del poema que es objeto de nuestro análisis.
2. La métrica del Mío Cid:
Se nos ha dicho que la métrica de las epopeyas españolas es muy irregular, llegando los versos a medir de 14 a 20 silabas métricas, dividas en dos hemistiquios. La versión moderna que poseemos del Mío Cid, es una traducción y adecuación moderna, hecha por el poeta español Pedro Salinas, el cual puso todo su empeño en que los versos de su versión fueran de 16 silabas.
No obstante, en la sección 77 de éste poema, el verso 17 consta de 14 silabas, en cambio que el verso 24 tiene 15 silabas, igual que el verso 20. Los versos 1, 25 y el 16 constan de 16 silabas.
A pesar de los esfuerzos modernos de unificar las medidas de los versos, la falta de unidad se mantiene; igual sucede también con la asonancia de su terminación.
3. los versos asonantes:
Para no ser prolijos, basta ver los ochos versos de la seccion64, para comprender que son versos asonantados, donde la rima y la musicalidad interna le dan cadencia al poema.
Estos versos asonantes se echan de ver en su terminación aguda.
4. El realismo en el poema:
El en el Mío Cid se ve claro en los ocho versos de la sección 64, donde se trazan los derroteros del Campeador:
Por Oriente sale el sol y él hacia esa parta irá.
A Jérica gana el Cid, después Onda y Almenar,
Y las tierras de Burriana conquistadas quedan ya.
En la sección 82, los versos que van del 173 hasta el 176, son sumamente realistas y descriptivos:
La sierra bravía y alta ya se la dejan atrás;
Luego cruzan la llanura de la Mata de Tarana;
Muchas confianza tienen, sin ningún recelo van;
Por el valle de Arbujuelo ya se aprestan a bajar.
En estos dos fragmentos, encontramos una viva descripción geográfica. Los nombres de las ciudades, todas fácil de identificar, y los nombres de personas que contiene el poema, son conocidos por los cronistas españoles, también son otra prueba del realismo de este canto épico.
5. La temática del poema:
El poema del Mío Cid está concebido para exaltar los valores nacionales en la persona de Rodrigo Díaz de Vivar.
El valor y el coraje castellano son exaltados en la sección 82, en el verso 13:
Cinco batallas campales libra y todas ganó.
La lealtad al rey, es otro valor, según lo encontramos en la sección 77, el verso 10:
A nuestro rey Don Alfonso, que es mi señor natural…
La religiosidad, es otro valor, según se lee en la sección 77, versos 12 y 14:
Obispo hizo por su mano Mío Cid Campeador…
Grande fueron las ganancias que le ha dado el Creador…
El nacionalismo se echa de ve en la lectura de estas tres secciones o cantos que hemos estudiado, en los cuales se narra la reconquista se extiende desde Zaragoza hasta Sevilla.
CONCLUSION
Con lo expuesto, creemos haber mostrado con estos ejemplos, que las condiciones necesarias para un poema épico, están reunidos. El Mío Cid reúne las condiciones para ser un poema épico al estilo español, lo cual nosotros queda demostrado, tal como la misma tradición literaria lo confirma.
Baní, o Engracia y Antoñita. Su interpretación literaria
1. Datos Biográficos de Francisco Gregorio Billini.
Nació Francisco Gregorio Billini, en la ciudad de Santo Domingo, el 25 de mayo del año de 1844. Recibió una buena educación, teniendo entre sus maestros a monseñor Meriño y a su tío, el presbítero Billini.
De él podemos decir que fue político liberal, buen escritor y mejor patriota. Como político ocupó la presidencia de la República en 1884; como patriota, lucho del lado de los restauradores contra las tropas española. Llegó a ser el rector del colegio San Luís Gonzaga en 1890. Como escritor, fue dramaturgo, poeta, novelista y orador ardiente.
Creo que no es aventurado el decir, que la novela de ambiente, escrita por Manuel García Romero, y que tituló Peonía, que luego inspira a Rómulo Gallego para lograr su Doña Bárbara, ya existía en Santo Domingo con Baní, o Engracia y Antoñita.
La novela de Billini, novela realista o de costumbre, es la mejor novela de su género escrita en el país. Como poeta, Billini pone a la patria primero, y como dramaturgo, se inspira en la muerte del general Rodríguez Objío, para escribir su drama: Amor y Expiación. Como orador, fue un doctrinario fervoroso.
Murió en la ciudad que le vio nacer, el 28 de noviembre de 1898.
2. Argumento de la obra.
A. Los hechos y las escenas: La llegada a Baní de Leopoldo, después de siete años de ausencia, hace que todos los conocidos les den el parabién. Se describen los retratos de Engracia y de Antoñita: "Bellas y hermosas como las flores que al recibir del alba despiertan adornadas de rocío."
Cuando va hablar de Baní al natural, nos dice que: "…semeja a una canasta de mimbre cubierta de chispas de oro y con bordes de plata, llena de objetos multicolores colocada encima de una meseta…" Se puede leer en la obra el retrato exterior e interior del malvado Felipe Osan, así como los paseos en burros y las veladas. También la amargura de Antoñita y los consejos de Engracia.
Es don Postumio el que crea la alarma contra Felipe. Luego Felipe se venga, logrando la expulsión de don Postumio y de Leopoldo. Luego es la llegada de Enrique Gómez y sus amoríos con Engracia.
En la novela se puede asistir a la preparación de las fiestas: la presesión de la Virgen de Reglas. Se realiza el juego del canastillo; así como también se hace la crítica a la división social. Nace el amor de Antoñita por Enrique. Llega la revolución, así como los sufrimientos de Engracia y la supuesta muerte de Enrique.
Los amores de Enrique con Eugenia María, seguido del crimen y la huida de Felipe, son episodios que traen sufrimiento a Engracia y Antoñita. Podemos asistir a una disputa sobre el matrimonio y a la toma del pueblo de Baní por los revolucionarios, lo cual provoca la prisión de don Postumio. Los modales de Baúl, de Solito y de Mosié son narrados, así como la historia de la virgen de Reglas y los deseos de don Antonio.
Cosas de política y de revoluciones, seguida del heroísmo de Antoñita. Asistimos a unas lecciones de espiritismo, vemos el tesoro de don Antonio y escuchamos la declaración amorosa de don Postumio a Antoñita. La rotura de los amores de Enrique y Engracia. Es el padre García es quien entrega la herencia a las hijas de don Antonio. Antes de que Antoñita se niegue a casarse con su primo, muere Eugenia María, para luego sepultarse en vida Engracia y Antoñita.
B. Los personajes de la obra:
Engracia: Es una joven de dieciocho años. Tiene los ojos verdes, es casta, también es una mujer practica que hace trabajos manuales.
Antoñita: Joven hermosa de diecisiete años. Es soñadora he intelectual, viva y honesta.
Leopoldo: Es el narrador de la obra. Es amigo de los principales personajes.
Don Postumio: Hombre honrado e inteligente. Es inconstante en sus luchas, pero fervoroso en la política.
Enrique Gómez: Es una especie de don Juan.
Felipe Ozán: Joven sin alma y con todos los defectos humanos.
Candelaria Ozán: Tía del anterior. Es una mujer intrigante y malvada.
C. Temas principales de la obra:
La castidad de la mujer.
La naturaleza.
Las intrigas políticas.
Las tradiciones de los pueblos.
Las divisiones sociales.
El amor.
Las revoluciones.
El dolor.
La flor del heliotropo.
El espiritismo.
3. El paisaje en la obra:
El paisaje es el segundo tema de importancia en la obra de Billini. Desde el primer capitulo, el paisaje de Baní es retratado por un hijo de ese pueblo. Sus montañas, sus valles, ríos, parajes, todo se ve en ésta obra, desde la hierba de Baya Honda, pasando por la sequía y sus jardines, hasta llegar a las grandes cosechas de café. Nada queda oculto que no pase ante nuestros ojos.
De no haber sido por las costumbres que tan detallada y minuciosamente se marran, el paisaje seria el tema principal; pero con todo eso, es la novela dominicana donde el paisaje mejor se presenta, ya que lo vemos tal y como es, al natural.
4. El hombre y sus luchas:
Religión, filosofía, amor, odio, intrigas, política, son temas que se encuentran en esta obra. Nada que sea humano escapa al ojo de nuestro autor, el cual pone sobre el tapete todos los sentimientos del hombre. Desde los cuernos, hasta la vocación religiosa la encontramos aquí.
5. Las condiciones sociales e histórica en esta novela:
En lo social, esta es una novela que narra las tradiciones de un pueblo, Baní. La novela nos permite asistir a las fiestas, procesiones, juegos (Peroleño), en fin, todas sus costumbres.
En el capitulo V11 de la tercera parte se dedica a una crítica de las divisiones sociales. También se hace una dura crítica contra el personalismo, a la vez que se hace una incitación al liberalismo.
La obra toma gran valor en lo concerniente a lo social, ya que el libro segundo es donde se hacen aplicaciones y comparaciones dentro de la sociedad, para sacar de la misma cierto valor moral.
El aspecto histórico puede ser fácilmente probado, y el carácter de la revolución de Azua, puede ser aplicado a cualquier revolución del siglo X1X en nuestro país. Los personajes de la obra, aunque disfrazados, pueden ser identificados, como es el caso de Candelaria Ozán, la cual es identificada como Diyeta Chevalier, la abuela de quien luego sería el dictador Rafael Leonidas Trujillo Molina.
Los juegos, los cuales se describen aquí, así como las presiones, fueron tradiciones de ese pueblo hasta hace poco tiempo, principalmente el de Peroleño.
6. Otros valores presentes en la novela:
Los rasgos de la vida en el campo y las actitudes campesinas de no se encuentran en la novela, debido a que esta se desarrolla en el pueblo; pueblo que aunque semirural, tiene cierto matiz de vida cultural.
7. Sentido del texto:
A. Ideología o creencias combatidas:
El personalismo, las revoluciones, el espiritismo y la división social, son objeto de críticas, duras críticas de parte del autor, el cual era un liberal.
En la novela, el narrador trata de ser un entre de equilibrio, y de la misma manera que ataca la haraganería del hombre de Baní, eleva la laboriosidad de las mujeres.
B. Nivel simbólico en la obra:
¿Dónde reside éste valor simbólico? No lo vemos en la obra. Simbología pura no se ve en ninguna parte de esta obra, y esto es así porque, porque el valor social de esta novela se torno en el plano principal. Las luchas psicológicas si podemos decir que las sufren todas las personas que marchan en las páginas de la novela, pero no pedimos hacer caracterizaciones simbólicas. Esto es manos que no se tomen como símbolo el amor, la costumbre, la castidad, todos esos valores que forman un marco en el cuadro de costumbre que es Baní.
8. Nivel expresivo:
A Expresiones típicas (populares y cultas)
Baní, o Engracia y Antoñita no es una novela en la cual se pueda encontrar algún regionalismo. En la misma no se puede encontrar algún refrán, como tampoco se encuentra a los personajes hablando en forma lisa o llana; sino todo lo contrario, los diálogos son rebuscados. En la obra, Engracia, de la cual se dice que sus estudios son escasos, tiene un léxico rebuscado, y la madre de la misma, que es una mujer llana y humilde, de pueblo, tiene al final de la obra, expresiones cultas.
En los diálogos de don Postumio, en más de una ocasión, éste usa expresiones latinas. Por eso podemos decir que el lenguaje que se usa en la obra es la lengua de la academia, no la de la calle y el mercado.
B. Figuras literarias:
La descripción y el retrato son figuras que se presentan en la novela; pero la comparación es la figura que más abunda en la misma. En todo el transcurrir de la narración, en ningún momento se ve al autor caer en hipérboles, tampoco abusa de las adjetivaciones, y los epítetos son usados con cierta moderación.
9. Recursos narrativos:
La cronología y la retrospección son los principales recursos, a los que recurre el autor. La cronología, podemos decir, está bien observada a partir de la segunda parte de la obra. En la primera parte es donde el narrador se entera de lo que sucedió durante su ausencia, y procede a contarlo, para cual recurre a la retrospección.
El libro segundo es una retrospección anterior a todas, por lo cual se puede decir que el narrador se entera de lo sucedido. Luego en esa retrospección hace otra, hasta llegar al momento en que se entero de lo ocurrido.
10. Punto de vista del narrador. Tipo de narrador.
La presente narración está escrita en primera persona del singular. Leopoldo, que es el narrador, es quien cuenta lo que vive, vio y lo que le contaron; de eso nos enteramos en el capitulo primero de la segunda parte de la obra. Su nombre lo sabemos en el capitulo V11 de la segunda parte.
Como narrador, Leopoldo es omnisciente, él lo sabe todo, lo ve todo, descubre hasta los secretos que se ocultan en los riñones; y ese mismo narrador es testigo de los hechos que en parte él tomó parte. De todo lo que cuenta, el sabe todos los detalles.
11. Monológalos y diálogos. Discursos:
En esta novela los diálogos son muy frecuentes, son los que dominan a todo lo largo y ancho de la obra. El monologo es muy escaso, pero existen unas cinco o seis ocasiones, como los modelos que se encuentran en la parte segunda, en el capitulo primero. En el capitulo segundo de la segunda parte, así como en el capitulo V11 de la tercera parte, el cual mas que un monologo, es un discurso.
El autor se sirve de la descripción en su modo más amplio. Describe los lugares, los hechos, las personas y los sentimientos.
12. Movimientos y tendencias en la obra:
La obra se inicia por el final, y esto es debido a la ausencia de siete años del narrador; luego se procede a narrar lo ocurrido en el lapso de su ausencia. Después se procede a dar paso lo ocurrido hasta su llegada.
El la segunda parte de la novela, el movimiento se inicia con una retrospección de veintiséis años antes de la llegada del narrador a Baní, y la narración es llevada hasta entroncarla con el momento de su llegada.
En su narración, el autor logra mantener el ritmo, el cual, como hilo conductor es llevado como la hebra a través del telar. Los movimientos de ida y venida se consiguen de tal forma, que la amenidad espanta el tedio.
Conclusiones personales
La novela que hemos terminado de leer, y que estamos reseñando, Baní, o Engracia y Antoñita, la catalogamos como una obra bien lograda, de mejor lenguaje, y lo que más, de hermosas pinceladas descriptivas. Puede y debe ser tenida como una novela de costumbre, en la cual se encuentra dejas de historicidad y llena de tradiciones, que por el trato que reciben los personajes, la ubicaría como una novela psicológica.
Nos es que la novela esta llena de dramatismo, como es propio de las novelas policíacas, en las cuales el descubrimiento de un crimen crea un embrollo tremendo, no. Lo que estoy diciendo es en función sentimientos de los personajes, con los cuales, y guardando la distancia, no tiene nada que envidiarle a los conflictos que encontramos en Crimen y Castigo, el monumento escrito por Dostoieski. También se debe recordar, que el suspenso dramático no una cosa del otro mundo en esta obra, aunque la supuesta muerte de Enrique, en el último capitulo de la primera parte, debe ser tenida como un modelo de dramatismo.
Como novela de costumbre, tal como se dijo en la primera parte de este trabajo, esta obra de Billini puede ser tenida como la precursora de costumbres, realista y de color local; recuérdese que muchos años después fue que apareció Peonía y Doña Bárbara, en la parte sur de nuestro continente.
Autor:
Humberto R. Méndez B.