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Evaluación económica proyectos públicos y ambientales


  1. Introducción
  2. Análisis beneficio/costo para proyectos públicos y proyectos ambientales
  3. Cálculo de beneficios positivos y negativos y de costos para un proyecto único
  4. Selección de alternativas mediante el análisis beneficio/costo
  5. Conclusiones
  6. Bibliografía

Introducción

La evaluación económica de proyectos que tiene como finalidad obtener indicadores de eficiencia en el uso de los recursos económicos involucrados, puede hacerse desde el punto de vista social, esto es, de la sociedad en su conjunto o desde el del inversionista en particular.

La evaluación económica privada de proyectos se basa en los costos y beneficios del inversionista y busca determinar la eficiencia del uso de los recursos disponibles de éste, es decir, qué relación resulta entre los beneficios generados y los costos originados por el proyecto.

La evaluación económica social de proyectos se basa en los costos en que incurre y los beneficios que obtiene la sociedad como un todo para conocer qué tan eficientemente se utilizan sus recursos en el proyecto.

La diferencia entre las dos formas de evaluar un proyecto se expresa principalmente tanto en los objetivos del proyecto como en lo que en economía se denomina "externalidades" o "economías externas". Las externalidades positivas son los beneficios generados por un proyecto que son percibidos por un grupo social diferente a aquel que paga por los bienes y servicios que se ofrecen. Las externalidades negativas son los costos que exige un proyecto y que recaen sobre un grupo social diferente a quienes se benefician de los bienes y servicios ofrecidos por él.

La búsqueda del desarrollo sostenible y el adecuado manejo ambiental es un reto que compete a todos los países en general y en particular a todas las ramas del conocimiento, pues constituye un problema de alcance global, de carácter intergeneracional.

Ante tal reto, la ciencia económica no ha quedado rezagada e intenta establecer métodos de valoración monetaria, que permitan cuantificar el deterioro ambiental. El objetivo del procedimiento es precisamente valorar el medio ambiente evidenciando su "valor" como bien público. Dicho valor se mediría, en principio, por la voluntad de los ciudadanos de pagar por él. Se trata de precisar qué es lo que la gente realmente desea antes que simplemente ignorar sus preferencias.

Sin embargo, encontrar lo que la gente quiere en relación con su medio ambiente no es fácil, ya que en términos económicos no existe un mercado – el espacio de cohesión de la sociedad de libre cambio – para los bienes ambientales. Como se ha dicho, el medio ambiente es un bien público, el cual está libre y disponible para todos.

Análisis beneficio/costo para proyectos públicos y proyectos ambientales

 PROYECTOS PUBLICOS

Los proyectos públicos son aquellos autorizados, financiados y operados por agencias federales, estatales o del gobierno local. Aquí; se incluyen los proyectos generadores de "bienes públicos", como los que contribuyen a fortalecer la seguridad nacional o la justicia, los proyectos de tipo monopólico natural y de sectores considerados estratégicos por el Estado, o la provisión de infraestructura de apoyo a la inversión productiva o la prestación de servicios sociales donde los precios de mercado no garantizan una intervención rentable para la iniciativa privada. los proyectos de inversión pública están dirigidos a resolver problemas o satisfacer necesidades sociales de las comunidades.

El objetivo principal es el de atender a una población carente de un determinado servicio (o conjunto de servicios) y los beneficios regularmente se expresan por el nivel efectivo de satisfacción de la necesidad por parte de los usuarios del proyecto, siempre y cuando el costo de oportunidad social de los recursos lo justifique.

Para realizar el proyecto, la institución pública debe disponer de recursos que de otra forma de no hacer el proyecto bien podría destinarlos a otro tipo de actividades (o de proyectos) con los cuales estaría en condiciones de atender otras necesidades de la sociedad. El valor de los recursos asignados para instalación, operación y mantenimiento, son los costos del proyecto.

Tales obras públicas son numerosas y, aunque pueden ser de cualquier magnitud, con frecuencia son mucho más grandes que los negocios privados. Debido a que requiere la erogación de capital, tales proyectos están sujetos a los principios de la ingeniería económica con respecto a su diseño, adquisición y operación. Sin embargo como son proyectos públicos, existe gran cantidad de factores especiales importantes que no se encuentran de manera ordinaria en negocios financiados y operados por el sector privado.

Suele ser difícil realizar estudios de ingeniería económica y tomar decisiones de inversión para proyectos de obras públicas exactamente de la misma forma que para proyectos de propiedad privada.

En materia de beneficios, el proyecto de inversión pública establece una diferencia de objetivos respecto de la inversión privada. El beneficio no se mide necesariamente por el valor que retribuyan los usuarios a la entidad gubernamental por el servicio prestado. Lo que debe perseguir la institución pública como representante de los intereses de la sociedad es maximizar el grado de satisfacción de los ciudadanos por cada unidad monetaria que invierta en el proyecto. Cuando la asignación de los recursos para un proyecto se hace sobre el criterio de maximizar beneficios sobre costos ello significa que se está procurando la aplicación eficiente de los recursos destinados a ese proyecto. Ahora bien: si la asignación de los recursos públicos del país se hace con base en proyectos, con el criterio generalizado de privilegiar los que garanticen el mayor rendimiento de beneficios por cada bolívar de presupuesto de inversión que se asigne, el resultado deberá ser un incremento en la eficiencia global de los recursos gubernamentales.

Por lo general se utilizan diferentes criterios de decisión, lo que crea problemas que afectan al público (que paga la factura), a los que deben tomar las decisiones y aquellos que deben administrar los proyectos de obras públicas.

El método de selección de alternativas más comúnmente utilizado por las agencias gubernamentales federales, estatales, provinciales y municipales para analizar la deseabilidad de los proyectos de obras públicas es la razón beneficio/costo (B/C). Como su nombre lo sugiere, el método de análisis B/C está basado en la razón de los beneficios a los costos asociada con un proyecto particular.

PROYECTOS AMBIENTALES

Como mencionan Glave y Pizarro (2001), desde una perspectiva económica los bienes y servicios ambientales no sólo son considerados como bienes públicos sino también como bienes que se caracterizan por ser de libre acceso y que en su mayoría experimentan de algún tipo de externalidad. Esto hace que el mercado no sea una buena guía para determinar el nivel adecuado de precios y cantidades que les asigna la sociedad, por lo que dichas "fallas" en el sistema crean la necesidad de establecer medidas alternativas de valoración económica. Así surge el concepto pionero de Valoración Económica Total (VET) propuesto por Krutilla (1967), definido como la suma de los valores de uso y no uso que se resumen en la siguiente tabla:

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Fuente: Pearce, D. Y Moran D. 1994. The economic Value of Biodiversity. UICN, Londres

El valor de uso se deriva de la utilización real de los recursos naturales. Se caracteriza por establecer una relación directa de causalidad con el bienestar del individuo, es decir, cualquier cambio en materia de calidad y cantidad de los recursos naturales repercute directamente sobre las personas que interactúan alrededor de dichos recursos.

El valor de no uso se deriva de la sola existencia de ámbitos o escenarios naturales y de sus respectivos atributos, lo que no necesariamente implica la utilización o incluso la opción de utilizarlos. Es claro que no se establece una interacción entre los individuos y su medio ambiente, por lo que su valoración no puede surgir de una asignación por parte de aquellos. Se plantea que el valor de no uso, si bien no está relacionado con los individuos, es un valor que se capta, proyecta efectos y es expresable a través de las preferencias de éstos2.

De otro lado, Jacobs (1991) ha desarrollado dos amplios enfoques para medir lo que la gente estaría dispuesta a pagar por el medio ambiente en el supuesto de existencia de un mercado "ambiental".

  • El enfoque de "preferencias reveladas"

Se analiza el comportamiento del consumidor con respecto a los bienes asociados con el medio ambiente. El valor de éste último es deducido de dichos bienes. El enfoque de "preferencias reveladas" descansa sobre una proposición simple: el precio de un bien está relacionado con las características ambientales de su entorno más próximo. Por ejemplo, el caso de una vivienda con características como la calidad del aire, nivel de ruido y vista panorámica que la rodea. El análisis comienza a partir del ejemplo de dos casas de un similar tamaño, antigüedad y locación pero que difieren en las características ya mencionadas. La valoración consiste en aislar el valor que el comprador de la casa pone sobre las características ambientales.

  • El enfoque de "preferencias hipotéticas"

Según este enfoque, los consumidores expresan su valoración ambiental directamente, pero no en situaciones reales. Existen dos métodos: la valoración contingente y el de preferencias indicadas.

El primero responde a la pregunta de cuánto estaría dispuesta a pagar la gente para asegurar un mejoramiento ambiental de un hábitat determinado o no sufrir la pérdida de éste. Dicha pregunta podría ser formulada de forma contraria, es decir, cuánto es lo mínimo de dinero que aceptaría en compensación por la pérdida de dicho hábitat.

El segundo método es un poco más complejo pero es utilizado con mayor frecuencia. Se describen varias situaciones alternativas cada una con diferentes combinaciones de atributos. Así, por ejemplo, se ofrecen diferentes opciones de transporte a los consumidores que involucran la longitud del viaje, el grado de confort, el tiempo de espera, precios e impacto ambiental. Los consumidores son consultados y encargados de establecer un rango entre las alternativas. Con ello es posible descubrir el precio que están dispuestos a pagar por un impacto ambiental dado (o algún otro atributo).

Un análisis de impacto ambiental es esencialmente la identificación y el estudio de todas las repercusiones ambientales significativas que derivan de adoptar determinado tipo de política. Puede ser llevado a cabo en el ámbito social, público o privado, industrial o doméstico, local o nacional.

Muchos países tienen leyes que requieren un análisis de impacto ambiental cuando se consideran sobre todo programas y proyectos públicos de distinta índole. Lo que se debe resaltar es que dicho análisis no sólo involucra apreciar los efectos sobre las relaciones ecológicas, sino también sobre las relaciones económicas.

Un análisis beneficio-costo se convierte en un instrumento de ayuda para tomar decisiones públicas, hechas desde un punto de vista de la sociedad en general antes que del de una persona o firma. Es usualmente utilizado para definir políticas o programas públicos que salvaguarden los intereses ambientales de la sociedad.

En resumen, es la principal herramienta para la evaluación económica de proyectos públicos destinados al manejo de los recursos naturales, tales como la irrigación, oferta de energía eléctrica, reforestación, explotación de petróleo etc. Sin embargo, su integración en la evaluación de proyectos públicos sobre el control de la contaminación ambiental está, aún, poco difundida.

Existen dos principales tipos de programas públicos ambientales para el cual el análisis de beneficio/costo es aplicable:

· Proyectos físicos que involucran producción pública directa: plantas de tratamiento de desperdicios, proyectos de restauración de playas, mejoramiento de hábitat de especies, compra de tierras para la preservación, entre otros.

· Programas regulatorios que están dirigidos a la promulgación de leyes y regulaciones a favor del medio ambiente: estándares de control de la contaminación, elección tecnológica, restricciones sobre el desarrollo de la tierra, etc.

El siguiente paso es determinar los flujos relevantes de insumos y productos; lo primero que se debe determinar es la relevancia del tiempo en la especificación de los mismos. Por ello es relevante tener un buen entendimiento de las futuras estructuras del crecimiento, de los ratios de cambio tecnológico y los posibles cambios en las preferencias de los consumidores.

El tercer paso es poner valores sobre los flujos de insumos y resultados, es decir, medir costos y beneficios en términos monetarios. En consecuencia, es necesario una métrica dentro de la cual traducir todos los impactos de un proyecto en orden de hacerlos comparables entre ellos mismos o con otro tipo de actividades públicas.

Finalmente, se comparan beneficios y costos. Una manera de hacerlo es restando los costos del beneficio para así obtener un beneficio neto. Otro criterio es analizar el ratio beneficio-costo. Este mostrará qué beneficios producirá el proyecto por cada unidad monetaria de costo.

Si bien el análisis beneficio-costo forma parte importante del análisis de impacto ambiental, su aplicación en los países en desarrollo aún es incipiente, ya que no existe el respaldo de un marco legal debidamente constituido y enfocado a la conservación de los recursos naturales

Limitaciones de la valoración monetaria

Las críticas a la valoración monetaria de los ecosistemas caen en dos categorías. Una primera se refiere a lo meramente técnico, es decir, puede ser aceptado que existe un valor monetario pero el problema radica en las técnicas que deben aplicarse en perspectiva de su determinación.

Parece razonable suponer que las características ambientales generan una diferencia en los precios de las casas, por ejemplo, así como que un grupo de gente pague por visitar un lugar de recreo limpio refleja al menos una valoración mínima. Después de todo, es un comportamiento real el que está siendo analizado con la existencia de un gasto monetario. Aún así, si en la práctica no es recomendable confiar a priori en los resultados obtenidos el tema de las preferencias reveladas es, al menos, significativo conceptualmente.

Es diferente el enfoque de las preferencias hipotéticas, pues estas se definen en base a situaciones ficticias.

Ante esta situación los investigadores han intentado identificar y erradicar los diferentes tipos de "sesgos" en la valoración monetaria. Entre ellos se destaca el "sesgo estratégico", por el cual un individuo sabe que es bueno para todos cuidar el medio ambiente y por ello no paga al presumir que los demás sí lo harán (caso del free rider).

Otro tipo de sesgo es el llamado "sesgo de la norma social", por el cual la gente cree que es socialmente responsable preocuparse por el medio ambiente y por ello finge una gran voluntad de pagar por ese objetivo.

A ello se suma la imposibilidad de establecer otros valores intrínsecos que pueden tener los recursos naturales, que son propios de sus funciones primarias y que van más allá del Valor Económico Total (VET), como por ejemplo el valor que cumplen para asegurar la subsistencia de especies animales y vegetales.

La insuficiencia del Sistema de Cuentas Nacionales

Se ha mencionado la incapacidad del mercado para establecer el verdadero aporte de los recursos naturales, ya que éstos no se transan en un ámbito mercantil. Al problema de la valoración económica de los ecosistemas y las diferentes metodologías que existen para cuantificarla se suma la imposibilidad de incorporar el capital "natural" al Sistema de Cuentas Nacionales (SCN) de los países. Como se sabe, el SCN constituye el marco analítico en el cual se consolidan los principales agregados macroeconómicos, es decir, la producción, la inversión, el gasto, el consumo, etc. variables que están sujetas a un seguimiento y evaluación constantes.

Sin embargo, la incorporación de los recursos naturales a la contabilidad de los países es extremadamente compleja y suscita muchas limitaciones metodológicas. Así, la deforestación de los bosques para usos agrícolas o para la industria maderera se contabiliza como un aumento de la producción y, por ende, como un mejor indicador de crecimiento, que contrasta con la explotación y agotamiento de dichos recursos, lo que debería contabilizarse como depreciación del capital natural.

De la misma forma, la producción de materias primas, especialmente la explotación minera de la que dependen la mayoría de los países andinos, por ejemplo, contribuye a aumentar la producción pero al mismo tiempo genera externalidades negativas que no sólo perjudican al medio ambiente próximo y a sus habitantes, sino también que, en el largo plazo, pueden ser causantes de la desaparición de otras actividades económicas, como la agricultura o la ganadería.

La necesidad de desarrollar un sistema de contabilidad que integre y proporcione una descripción detallada de la relación que existe entre el medio ambiente y la economía de manera gradual y coherente, hizo que Naciones Unidas implemente el Sistema de Contabilidad Ambiental y Económica Integrada (SCAEI):

· El SCAEI busca clasificar las actividades ambientales en el marco de las cuentas nacionales. Permite establecer relaciones entre flujos económicos y flujos expresados en unidades físicas. Por ejemplo, en el manejo de gastos e impuestos de protección al medio ambiente.

· A través de las cuentas físicas, el SCAEI considera stocks y flujos tanto en términos monetarios como físicos, y su punto de partida es la descripción de los flujos físicos dentro de y entre las esferas económica y ambiental. Los flujos físicos se contabilizan en unidades de cantidad, los cuales deben ser pertinentes con las características físicas del flujo en consideración4.

· Las cuentas de recursos naturales describen el estado cuantitativo y cualitativo del patrimonio natural y las transformaciones que experimenta por causas naturales u ocasionadas por actividades humanas. El inconveniente aquí es cómo valorar en términos cuantitativos los elementos del patrimonio natural.

· El enfoque integrado del SCAEI establece, finalmente, una base estadística y contable, coherente con la implementación de las nuevas estrategias para el desarrollo sostenible. Así, se trata de incluir al patrimonio natural bajo un doble aspecto: los recursos que se pueden obtener de él y las funciones ambientales que desempeña. El objetivo es que se puedan medir en el PBI o en otros agregados el empleo de los recursos naturales para fines de producción y consumo, además de los impactos producidos en el medio ambiente como consecuencia de realizar dichas actividades.

Por lo dicho anteriormente se evidencia que existe la voluntad de integrar la problemática ambiental a un ámbito cuantitativo que sea mensurable y sujeto a una evaluación constante. Sin embargo, existen restricciones de disposición y organización de la información con la que se cuenta, así como limitaciones en términos de costos y recursos financieros para realizar dicha tarea.

El tema de la valoración económica del medio ambiente es bastante complejo aún, ya que implica no sólo evaluar los costos generados por los efectos de la degradación ambiental que afecta la cantidad y calidad de los recursos naturales, sino también atribuirle un valor monetario que permita evaluarlo en el presente y en el futuro.

Su inclusión en la agenda de corto plazo de los países andinos es de suma importancia, ya que constituye un avance en lo que respecta a las estrategias de desarrollo sostenible que en líneas generales busca conciliar la satisfacción de las necesidades humanas con el mantenimiento a largo plazo del medio ambiente.

ANALISIS BENEFICIO COSTO

Cuando se menciona los ingresos netos, se hace referencia a los ingresos que efectivamente se recibirán en los años proyectados.  Al mencionar los egresos presentes netos se toman aquellas partidas que efectivamente generarán salidas de efectivo durante los diferentes periodos, horizonte del proyecto.  Como se puede apreciar el estado de flujo neto de efectivo es la herramienta que suministra los datos necesarios para el cálculo de este indicador.

 

La relación beneficio / costo es un indicador que mide el grado de desarrollo y bienestar que un proyecto puede generar a una comunidad.

La relación Beneficio/costo esta representada por la relación:

Ingresos/Egresos

En donde los Ingresos y los Egresos deben ser calculados utilizando el VPN o el CAUE, de acuerdo al flujo de caja; pero, en su defecto, una tasa un poco más baja, que se denomina "TASA SOCIAL" ; esta tasa es la que utilizan los gobiernos para evaluar proyectos.

El análisis de la relación B/C, toma valores mayores, menores o iguales a 1, lo que implica que:

  • B/C > 1 implica que los ingresos son mayores que los egresos, entonces el proyecto es aconsejable.

  • B/C = 1 implica que los ingresos son iguales que los egresos, entonces el proyecto es indiferente.

  • B/C < 1 implica que los ingresos son menores que los egresos, entonces el proyecto no es aconsejable.

Alternativas

Esta metodología permite también evaluar dos alternativas de inversión de forma simultánea.

Al aplicar la relación Beneficio/Costo, es importante determinar las cantidades que constituyen los Ingresos llamados "Beneficios" y qué cantidades constituyen los Egresos llamados "Costos".

Por lo general, las grandes obras producen un beneficio al público, pero a su vez, produce también una perdida denominada "Desventaja", se puede tomar como ejemplo de esto la construcción de una represa hidroeléctrica, la cual produce un beneficio que es la generación de electricidad. La electricidad puede ser cuantificada en dinero; a su vez, se produce una pérdida, por la inundación de terrenos aptos para la agricultura y esa pérdida, también puede ser cuantificada en dinero.

Se considera que un proyecto es atractivo cuando los beneficios derivados de su implementación y reducidos por los beneficios negativos esperados exceden sus costos asociados. Por tanto, el primer paso en un análisis B/C es determinar cuáles de los elementos son beneficios positivos, negativos y costos. Se pueden utilizar las siguientes descripciones que deben ser expresadas en términos monetarios.

Beneficios (B). Ventajas experimentadas por el propietario.

Beneficios negativos (BN). Desventajas para el propietario cuando el proyecto bajo consideración es implementado.

Costos (C). Gastos anticipados por construcción, operación, mantenimiento, etc., menos cualquier valor de salvamento.

Dado que el análisis B/C es utilizado en los estudios de economía por las agencias federales, estatales o urbanas, piénsese en el público como el propietario que experimenta los beneficios positivos y negativos y en el gobierno como en quien incurre en los costos. Por consiguiente, la determinación de si un renglón debe ser considerado un beneficio positivo o negativo o un costo, depende de quién es afectado por las consecuencias.

En las situaciones reales, generalmente deben hacerse juicios que están sujetos a interpretación en particular al determinarse los elementos del flujo de efectivo que deben incluirse en el análisis.

Por ejemplo, el mejoramiento en la condición del pavimento de la calle podría generar menos accidentes de tráfico, un beneficio obvio para el público. Sin embargo, menos accidentes y lesiones significan menos trabajo y dinero para las tiendas de reparación, compañías de grúas, distribuidoras de autos y hospitales, las cuales son también parte del "público" contribuyente. Por tanto, si se toma el punto de vista más amplio, casi siempre los beneficios positivos compensarán con exactitud una cantidad igual de beneficios negativos. En otros casos, no es fácil asignar un valor en dólares a cada beneficio positivo o negativo o costo involucrado. Sin embargo, en general, los valores en dólares están disponibles o son obtenibles, pero pueden tomar algún esfuerzo para determinar con alguna precisión.

Cálculo de beneficios positivos y negativos y de costos para un proyecto único

Antes de calcular una razón B/C, todos los beneficios positivos, negativos y costos identificados deben convertirse a unidades comunes en dólares. La unidad puede ser un valor presente, valor anual o valor futuro equivalente, pero todos deben estar expresados en las mismas unidades. Puede utilizarse cualquier método de cálculo VP, VA o VF siempre que se sigan los procedimientos aprendidos hasta ahora. Una vez que tanto el numerador (beneficios positivos y negativos) como el denominador (costos) están expresados en las mismas unidades, puede aplicarse cualquiera de las versiones siguientes de la razón B/C. A menos que se especifique lo contrario, en este texto se aplica la razón B/C convencional, que es probablemente la de más amplia utilización. La razón convencional B/C se calcula de la siguiente manera:

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(Fórmula 1)

Una razón B/C mayor o igual que 1 indica que el proyecto evaluado es económicamente ventajoso. En los análisis B/C, los costos no están precedidos por un signo menos.

En la ecuación 1, los beneficios negativos se restan de los positivos, no se agregan a los costos. El valor de B/C puede cambiar de manera considerable si los beneficios negativos se toman como costos. Por ejemplo, si los números 10,8 y 8 se utilizan para representar beneficios positivos, negativos y costos, respectivamente, el procedimiento correcto resulta en B/C = (10 – 8)/8 = 0.25, mientras que la inclusión incorrecta de los beneficios negativos como costos da como resultado B/C = 10/(8 + 8) = 0.625, que es más del doble del valor correcto de B/C de 0.25. Es claro, entonces, que el método mediante el cual se manejan los beneficios afecta la magnitud de la razón B/C. Sin embargo, sin importar si los beneficios negativos están (correctamente) restados del numerador o (incorrectamente) agregados a los costos en el denominador, una razón B/C de menos de 1 por el primer método, consistente con la ecuación 1, siempre producirá una razón B/C menor de 1 por el último método y viceversa.

La razón B/C modificada, que está ganando adeptos, incluye los costos de mantenimiento y operación (M&O) en el numerador, tratándolos en una forma similar a los beneficios negativos. El denominador, entonces, incluye solamente el costo de inversión inicial. Una vez que todas las cantidades están expresadas en términos de VP, VA o VF, la razón B/C modificada se calcula como:

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(Fórmula 2)

Como se consideró antes, cualquier valor de salvamento está incluido en el denominador como un costo negativo. Obviamente, la razón B/C modificada producirá un valor diferente que el arrojado por el método convencional B/C. Sin embargo, como sucede con los beneficios negativos, el procedimiento modificado puede cambiar la magnitud de la razón pero no la decisión de aceptar o de rechazar.

La medida de la diferencia entre beneficios y costos del valor, que no involucra una razón, está basada en la diferencia entre el VP, el VA o el VF de los beneficios y de los costos, es decir, B – C. Si (B – C) = 0, el proyecto es aceptable. Este método tiene la ventaja obvia de eliminar las discrepancias antes observadas cuando los beneficios negativos se consideran como costos, puesto que B representa los beneficios netos. En consecuencia, para los números 10, 8 y 8 se obtiene el mismo resultado sin importar la forma como se consideren los beneficios negativos.

Si se restan los beneficios negativos: B-C = (l0-8)-8= – 6

Si se agregan los beneficios negativos a los costos: B – C = 10 – (8 + 8) = -6

Antes de calcular la razón B/C, se debe verificar si la alternativa con el VA o el VP de los costos más alto también produce un VA o VP más alto de los beneficios en comparación con alternativas menos costosas, una vez que todos los beneficios y costos han sido expresados en unidades comunes. Es posible que una alternativa con un VA o VP de los costos más alto genere un VA o VP de los beneficios más bajo que otras alternativas, lo cual hace así innecesario seguir considerando la alternativa más costosa.

Selección de alternativas mediante el análisis beneficio/costo

Al calcular la razón B/C mediante la ecuación 1 para una alternativa dada, es importante reconocer que los beneficios y costos utilizados en el cálculo representan los incrementos o diferencias entre las dos alternativas. Éste será siempre el caso, puesto que algunas veces la alternativa de no hacer nada es aceptable. Por tanto, cuando parece como si sólo una propuesta estuviera involucrada en el cálculo, tal como en el caso de si se debe o no construir un dique de control de inundaciones a fin de reducir el daño provocado por éstas, debe reconocerse que la propuesta de construcción se está comparando contra otra alternativa: la alternativa de no hacer nada. Aunque este planteamiento es cierto también para las otras técnicas de evaluación de alternativas antes presentadas, se enfatiza aquí debido a la dificultad a menudo presente al determinar los beneficios y costos entre dos alternativas cuando solamente los costos han sido involucrados.

Una vez se calcula la razón B/C por la diferencia, un B/C = 1.0 significa que los beneficios extra justifican la alternativa de mayor costo. Si B/C < 1.0, la inversión o costo extra no se justifica y se selecciona la alternativa de costo más bajo. El proyecto de costo más bajo puede ser o no ser la alternativa de no hacer nada.

Los pasos para el análisis B/C se resumen en seguida:

  • 1. Calcule el costo total para cada alternativa.

  • 2. Reste los costos de la alternativa de inversión más baja de aquellos de la alternativa de costos más altos, la cual se considera la alternativa que debe ser justificada. Asigne la letra C a este valor en la razón B/C.

  • 3. Calcule los beneficios totales de cada alternativa.

  • 4. Reste los beneficios para la alternativa de costo menor de los beneficios para la alternativa de costo mayor, prestando atención a los signos algebraicos. Utilice este valor como B. Calcule la razón B/C.

  • 5. Si B/C = 1, se justifica la inversión incremental; seleccione la alternativa de la inversión más grande. De lo contrario, seleccione la alternativa de menor costo.

SELECCIÓN DE ALTERNATIVAS UTILIZANDO ANÁLISIS B/C INCREMENTAL

Para alternativas mutuamente excluyentes, sólo puede seleccionarse una entre varias y que es necesario para comparar las alternativas entre sí, lo mismo que frente a la alternativa de no hacer nada, cuando esto sea lo apropiado. Cuando las propuestas son independientes, puede escogerse más de una y es necesario comparar las alternativas sólo contra la alternativa de no hacer nada. Simplemente se debe calcular el valor B/C para cada propuesta y seleccionar todas las que tienen B/C = 0.

Conclusiones

La evaluación económica de un proyecto es sólo una de las herramientas que proporcionan elementos de juicio para la toma de decisiones. Específicamente es la herramienta que tiene como fin proporcionar indicadores del logro del objetivo de eficiencia económica. Pero hay otros objetivos que se tienen en consideración en el momento de decidir si un proyecto es conveniente o no. Algunos de los objetivos son: El de la redistribución del ingreso, el de la autosuficiencia, que es cada día más cuestionado, el del empleo, el del impacto sobre el medio ambiente, etc.

En parte el logro de estos objetivos puede medirse integrándolos a la evaluación económica, pero buena parte de ellos tiene que tratarse separadamente. Es una cuestión de política el decidir a qué aspectos dar mayor importancia en el momento de dar el si o el no a un proyecto. Estos son los límites hasta los cuales puede llegar la evaluación económica de proyectos.

El análisis costo-beneficio representa para el sector público lo que un estado de pérdidas y ganancias constituye para una compañía de negocios. La relación beneficio / costo es un indicador que mide el grado de desarrollo y bienestar que un proyecto puede generar a una comunidad, de allí radica su importancia.

Esta técnica se debe utilizar al comparar proyectos para la toma de decisiones. Un análisis B/C por si solo no es una guía clara para tomar una buena decisión. Existen otros puntos que deben ser tomados en cuenta, la moral de los empleados, la seguridad, las obligaciones legales y la satisfacción del cliente. El análisis B/C, permite definir la factibilidad de las alternativas planteadas o de un proyecto a ser desarrollado.

Bibliografía

TARQUIN, Anthony. Ingeniería Económica. Cuarta Edición. Editorial Mc Graw Hill.

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http://html.rincondelvago.com/analisis-costo-beneficios.html

 

 

Autor:

Gonzáles, Gaddiel

Requena, Ennis

Rojas, María

PROFESOR: Ing. Andrés E. Blanco

Enviado por:

Iván José Turmero Astros

edu.red

UNIVERSIDAD NACIONAL EXPERIMENTAL POLITÉCNICA

"ANTONIO JOSÉ DE SUCRE"

VICE-RECTORADO PUERTO ORDAZ

DEPARTAMENTO DE INGENIERÍA INDUSTRIAL

CÁTEDRA: INGENIERÍA FINANCIERA

CIUDAD GUAYANA, MAYO DE 2008