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Karate y resiliencia

Enviado por DAMIAN BISSO


  1. Fundamentación
  2. Marco teórico
  3. Objetivos
  4. Diagnóstico
  5. Conclusiones
  6. Bibliografía

Ensayo: "Campeones de la vida"

FUNDAMENTACIÓN

Sabemos que la familia cumple un rol fundamental como primera educadora, formadora y contenedora del niño, como así también, posteriormente la escuela. Pero considerando el contexto social en el cual se desenvuelven estos niños, la escuela no puede cumplir su rol por la gran deserción escolar que se presenta; y la familia, en muchísimos casos ni educa, ni contiene las necesidades básicas afectivas de estos pequeños. Los niños se van desarrollando en constante roce con la miseria, las drogas, la marginalidad, los delitos y la promiscuidad, sin contar que la mayoría vive en la indigencia total y que se alimentan una vez al día gracias al comedor infantil, con un poco de leche y pan. En esta situación nosotros enseñamos Karate– Do, ya que creemos fervientemente que este arte marcial no solo conjuga un sin número de técnicas de combate a manos limpias para la defensa personal, sino que por tener sus raíces éticas – espirituales cargadas de tradicionalismo, se basa en un profundo sentido del respeto por el otro y uno mismo. Sabemos, que la mayoría de las personas en su imaginario social , creen que esta disciplina está cargada de violencia y que solamente lograremos darles más recursos para agredir, por tal motivo deseamos aclarar que el karate basa sus principios en la no violencia y existe una máxima que nos dice "Karate ni senti nage"(significa que en karate no existe primer ataque, solo cuando otro recurso de auto preservación halla sido inútil). De todas maneras nuestra intención es utilizar la fuerte imagen que genera y atrae a los niños las técnicas de manos, lances y patadas que son populares por la difusión de las mismas en cine, televisión y revistas para que puedan canalizar y auto disciplinarse por medio de la práctica de este arte marcial y en conjunto con el fomento paralelo de la Resiliencia, eje fundamental de este trabajo de campo, entendiendo por este concepto como un conjunto de procesos sociales e intrapsíquicos que posibilitan tener una vida "sana" en un medio "insano". Estos procesos se realizan a través del tiempo, dando afortunadas combinaciones entre los atributos del niño y su ambiente familiar, social y cultural (Rutter, 1992). O podemos definirlo también como: "Habilidad para resurgir de la adversidad, adaptarse, recuperarse y acceder a una vida significativa y productiva". Creemos que a través del Karate podemos promover la resiliencia en los niños, desarrollando las siguientes actitudes que posibilitan su promoción:

• Establecer una relación de persona a persona.

• Descubrir en cada persona aspectos positivos. Confiar en la capacidad de la persona en ser mejor de lo que es actualmente.

• Predicar con el ejemplo, adoptando actitudes de respeto, solidaridad y comprensión.

• Usar límites, comportamientos tranquilizadores y observaciones verbales para ayudar a la persona.

Además este modelo educativo formativo, como arte marcial y deporte, se encuentra fundado en la ley nacional del deporte Nº 20.655, que expresa en su articulo

1º que el estado atenderá al deporte en sus diversas maneras considerando como objetivo fundamental: a)- la utilización del deporte como factor educativo coadyugante a la formación integral del hombre y como recurso para la recreación y esparcimiento de la población. b)- la utilización del deporte como factor de la salud física y moral de la población tomándolo como puntos principales de esta fundamentacion.

MARCO TEÓRICO

Resiliencia

Se la entiende como la capacidad del ser humano para hacer frente a las adversidades de la vida, superarlas y ser transformado positivamente por ellas" (Edith Grotberg, 1998).

El nuevo concepto: en el marco de investigaciones de epidemiología social se observó que no todas las personas sometidas a situaciones de riesgo sufrían enfermedades o padecimientos de algún tipo, sino que, por el contrario, había quienes superaban la situación y hasta surgían fortalecidos de ella. A este fenómeno se lo denomina en la actualidad resiliencia.1[1]

El trabajo que dio origen a este nuevo concepto fue el de E. E. Werner (1992), quien estudió la influencia de los factores de riesgo, los que se presentan cuando los procesos

del modo de vida, de trabajo, de la vida de consumo cotidiano, de relaciones políticas, culturales y ecológicas, se caracterizan por una profunda inequidad y discriminación social, inequidad de género e inequidad etnocultural que generan formas de remuneración injustas con su consecuencia: la pobreza, una vida plagada de estresores, sobrecargas físicas, exposición a peligros (más que "factores de riesgo" deberíamos considerarlos procesos destructivos [Breilh, 2003] que caracterizan a determinados modos de funcionamiento social o de grupos humanos). Werner siguió durante más de treinta años, hasta su vida adulta, a más de 500 niños nacidos en medio de la pobreza en la isla de Kauai. Todos pasaron penurias, pero una tercera parte sufrió además experiencias de estrés y/o fue criado por familias disfuncionales por peleas, divorcio con ausencia del padre, alcoholismo o enfermedades mentales. Muchos presentaron patologías físicas, psicológicas y sociales, como desde el punto de vista de los factores de riesgo se esperaba. Pero ocurrió que muchos lograron un desarrollo sano y positivo: estos sujetos fueron definidos como resilientes.

Como siempre que hay un cambio científico importante, se formuló una nueva pregunta que funda un nuevo paradigma: ¿por qué no se enferman los que no se enferman? Primero se pensó en cuestiones genéticas ("niños invulnerables" se los llamó), pero la misma investigadora miró en la dirección adecuada. Se anotó que todos los sujetos que resultaron resilientes tenían, por lo menos, una persona (familiar o no) que los aceptó en forma incondicional, independientemente de su temperamento, su aspecto físico o su inteligencia. Necesitaban contar con alguien y, al mismo tiempo, sentir que sus esfuerzos, su competencia y su autovaloración eran reconocidas y fomentadas, y lo tuvieron. Eso hizo la diferencia. Werner dice que todos los estudios realizados en el mundo acerca de los niños desgraciados, comprobaron que la influencia más positiva para ellos es una relación cariñosa y estrecha con un adulto significativo. O sea que la aparición o no de esta capacidad en los sujetos depende de la interacción de la persona y su entorno humano.

Pilares de la resiliencia: a partir de esta constatación se trató de buscar los factores que resultan protectores para los seres humanos, más allá de los efectos negativos de la adversidad, tratando de estimularlos una vez que fueran detectados. Así se describieron los siguientes:

Autoestima consistente. Es la base de los demás pilares y es el fruto del cuidado afectivo consecuente del niño o adolescente por un adulto significativo, "suficientemente" bueno y capaz de dar una respuesta sensible.

Introspección. Es el arte de preguntarse a sí mismo y darse una respuesta honesta. Depende de la solidez de la autoestima que se desarrolla a partir del reconocimiento del otro. De allí la posibilidad de cooptación de los jóvenes por grupos de adictos o delincuentes, con el fin de obtener ese reconocimiento.

Independencia. Se definió como el saber fijar límites entre uno mismo y el medio con problemas; la capacidad de mantener distancia emocional y física sin caer en el aislamiento. Depende del principio de realidad que permite juzgar una situación con prescindencia de los deseos del sujeto. Los casos de abusos ponen en juego esta capacidad.

Capacidad de relacionarse. Es decir, la habilidad para establecer lazos e intimidad con otras personas, para balancear la propia necesidad de afecto con la actitud de brindarse a otros. Una autoestima baja o exageradamente alta producen aislamiento: si es baja por autoexclusión vergonzante y si es demasiado alta puede generar rechazo por la soberbia que se supone.

Iniciativa. El gusto de exigirse y ponerse a prueba en tareas progresivamente más exigentes.

Humor. Encontrar lo cómico en la propia tragedia. Permite ahorrarse sentimientos negativos aunque sea transitoriamente y soportar situaciones adversas.

Creatividad. La capacidad de crear orden, belleza y finalidad a partir del caos y el desorden. Fruto de la capacidad de reflexión, se desarrolla a partir del juego en la infancia.

Moralidad. Entendida ésta como la consecuencia para extender el deseo personal de bienestar a todos los semejantes y la capacidad de comprometerse con valores. Es la base del buen trato hacia los otros.

Capacidad de pensamiento crítico. Es un pilar de segundo grado, fruto de las combinación de todos los otros y que permite analizar críticamente las causas y responsabilidades de la adversidad que se sufre, cuando es la sociedad en su conjunto la adversidad que se enfrenta. Y se propone modos de enfrentarlas y cambiarlas. A esto se llega a partir de criticar el concepto de adaptación positiva o falta de desajustes que en la literatura anglosajona se piensa como un rasgo de resiliencia del sujeto (Melillo, 2002).

Karate -Do

El Karate-Do literalmente significa "camino de la mano vacía". Es más que una técnica de defensa personal sin armas, se trata de un arte con alto contenido filosófico que busca en lo primordial los valores morales y espirituales del ser humano. Además es una disciplina orientada a cumplir con los fines de la educación en general (promover el desarrollo integral de la personalidad del practicante, en relación con un fin social) y de la educación física en particular (habilidad, desarrollo físico y destreza).

Su práctica se recomienda para todos indistintamente. No hay restricciones en cuanto al sexo, edades o características físicas. Lo mismo para personas de salud delicada, quienes podrán encontrar en la práctica del Karate la energía tonificante que los fortalecerá.

La esencia del Karate es la no-violencia. A través del entrenamiento se busca estimular la autoconfianza del individuo, principalmente para aquellos que tienen un temperamento tímido en la convivencia social. En otro extremo de las características psicológicas, cuando la persona canaliza su energía para el campo de la agresividad, mediante el entrenamiento logrará encauzar esa energía en un camino de construcción y realización. Cuanto más se dominan las técnicas del arte más se aprende que el Karate es defensa y nunca se debe tomar la iniciativa de ataque. El entrenamiento de Karate comienza y termina con cortesía.

Los métodos de entrenamiento del Karate, ayudan a desarrollar en las personas sus atributos de creatividad, empeño, iniciativa y capacidad de enfrentar problemas e imprevistos (espíritu de lucha). Cuando se desenvuelve este espíritu a través del entrenamiento ocurre una desmitificación de los límites aparentes (sexo, altura, peso, edad, es decir, ser gordo, bajo, etc., no son defectos sino apenas características).

Así, en el combate, unos usan más la agilidad, otros la velocidad, fuerza, técnica, pero todos usan el espíritu de combate forjado a través de la seriedad del entrenamiento. En este proceso el adversario no es un enemigo que se intente dominar, sino un aliado en el aprendizaje. El Karate no está limitado al ambiente del Dojo (academia), se debe tener conciencia que en la vida cotidiana está su verdadero escenario.

En definitiva, el Karate -como disciplina- permite:

a) Ayudar a los niños a obtener autoconfianza y control de la agresividad.

b) Apartar a los jóvenes del camino de las drogas.

c) Auxiliar a los adultos en el combate contra el estrés, principal desequilibrio entre el cuerpo y la mente.

d) Estimular la longevidad en los más añosos.

e) Como un método muy efectivo de defensa personal, muy conveniente para el sexo femenino, donde la agresividad de nuestros días, es contrarrestada por la serenidad y confianza de saberse protegida por este método tan contundente.

OBJETIVOS

Los fines a los que se pretende contribuir son:

• Favorecer el desarrollo psicofísico y social de los niños que habitan en Fuerte

Apache.

• Mejorar, a través de los niños como medios de cambio, la calidad de vida del lugar.

• Concientizar sobre la necesidad de valores en la sociedad para mejorar la convivencia.

• Aprender, a través del arte marcial, un sistema de defensa personal.

• Incurrir en el campo de la iniciación deportiva.

INICIO DEL TRABAJO DE CAMPO

Este modelo formativo empezó a gestarse con la iniciativa de quien escribe, profesor Lic. Damián Mario Bisso, con la colaboración del comedor municipal que se encuentra dentro del citado barrio, brindando de esta forma el espacio físico.

Se desarrolló una planificación anual en la cual se especificaron los objetivos generales; se elaboró el diagnóstico del lugar, los objetivos específicos, temporales, las estrategias metodológicas, el programa con los contenidos fundamentales, el plan anual y el desarrollo del calendario semanal de clase.

Planificación Anual

1. Diagnóstico.

2. Objetivos generales.

3. Objetivos específicos.

4. Objetivos temporales.

5. Estrategia metodológica.

6. Planificación anual.

7. Planificación mensual

Diagnóstico

Macro situación

El grupo de niños que integran la escuelita de karate formativo pertenecen a un nivel social de clase muy baja y viven o sobreviven en condiciones lamentables para estos niños, que a pesar de todo lo dicho, poseen un gran potencial y predisposición para la actividad realizada.

En los padres ha producido una gran satisfacción que sus hijos formen parte de esta escuela, que no solo intenta formar y educar, sino transmitir un sistema de defensa personal y una educación física integral.

Las clases están destinadas a niños y niñas de 6 a 12 años. Sabemos que las edades

del grupo son dispares para encarar una planificación específica, pero considerando los

pocos días y horarios con que contamos, dividiremos los grupos por edades y atenderemos a la diversidad. Las exigencias tendrán lugar en el marco de cada fase sensible y el desarrollo psicomotor de cada grupo.

Objetivos Generales

Que los alumnos…

adquieran, un modelo de conducta que los forme en estos primeros, pero fundamentales años de sus vidas, a través de códigos éticos, principios de comportamiento en el dojo como fuera de él, que serán los pilares del desarrollo psicológico y social del niño.

desarrollen capacidades y habilidades motoras, a través de las técnicas y ejercicios físicos del karate.

adquieran un adecuado nivel de sus capacidades psicológicas, a saber:

• Voluntad: capacidad de superar dificultades y obstáculos vividos subjetivamente

• Determinación: capacidad de tomar decisiones y convertirlas e acciones.

• Autocontrol: ejercer un control cognitivo sobre sus emociones e impulsos espontáneos.

Valor: capacidad de superar consiente mente los peligros y los temores.

• Perseverancia: capacidad de perseguir una meta a largo plazo en presencia de fracaso y retrasos.

• Concentración: percibir un campo limitado con máxima conciencia dejando de lado a su vez otros estímulos.

Objetivos Específicos

PSICOLOGICOS

• Estimular el aprendizaje por observación e imitación. Los modelos a imitar surgen tanto del profesor como de los mismos compañeros.

• Facilitar el proceso de incorporar lazos afectivos y psicológicos hacia una persona o el grupo. La importancia de que el profesor establezca este tipo de vinculo facilitará la actitud que este pretenda inculcar a los alumnos

• Fomentar el proceso de interiorización. Mecanismo a través del cual el sujeto asume como suyas las normas, valores, creencias y actitudes.

• Promover el desarrollo de las capacidades de dirección por medio de la voluntad, la fuerza de decisión, el autocontrol, el valor, la perseverancia, la concentración. El niño podrá hacerle frente a las dificultades internas propias de la edad.

SOCIAL

• Profundizar el área socio afectiva. reglas y responsabilidades dentro y fuera del doyo, respetar a los demás jerarquías, asumir compromisos.

FISICOS

• Incrementar el umbral psicomotriz y estimular el área perceptivo motora, orgánico funcional, postural, área de las capacidades físicas o área motriz, resistencia, fuerza, velocidad, flexibilidad y capacidades coordinativas.

TECNICOS

• Dominar técnicas específicas del karate do. Bloqueos, patadas, golpes frontales, circulares, posturas básicas bajas y altas, desplazamientos, katas básicas, combate básico, etc.

Objetivos temporales a mediano plazo (un año)

• Mejorar las capacidades físicas y condicionales.

• Perfeccionar los primeros katas aprendidos.

• Saber diferenciar un combate libre de uno deportivo, comprendiendo el concepto de marcación y control en el segundo.

• Dominar situaciones de presión y de exceso de temperamento concentración y actitud

• Mejorar los desplazamientos lineales y circulares , introducción a los lances barridas agarres e inmovilizaciones.

• Incurrir en la iniciación deportiva.

Estrategia metodológica

Hoy en día, en la enseñanza deportiva se puede admitir dos grandes métodos que se utilizan: los métodos tradicionalistas y los métodos activos.

Métodos tradicionalistas: método analítico, pasivo, mecanicista, directivo, intuitivo, asociacionista.

Métodos activos: método global, sintético, pedagogía de las situaciones, pedagogía del descubrimiento, pedagogía exploratoria y método estructuralista.

En esta disciplina (Karate –Do) los métodos más utilizados serán los referentes a los métodos tradicionalistas. Nuestro trabajo con los alumnos será básicamente empírico (fundado en la práctica o rutina), debido a que se adecua mejor a la enseñanza del Karate. Aparecerán los ejercicios de asimilación o de aplicación y las tradicionales progresiones perfectamente establecidas y estructuradas en pasos. Este procedimiento mantiene un criterio de enseñanza que va de lo simple a lo complejo, con el convencimiento que lo simple es el gesto particular y concreto (técnica) y lo complejo la práctica global (kumite). Pero, todo este proceso será aplicado teniendo en cuenta las fases sensibles de los practicantes (R. Winter, D. Martin).

Este método tradicionalista no será puro, debido a que intervendrán también características de los métodos activos. Consideramos necesarios ambos métodos porque de esta manera se desarrollará óptimamente el aprendizaje del Karate – Do, tomando de cada uno de ellos lo más adecuado. Para esclarecer esta conclusión, explicaremos, brevemente, a continuación los pilares fundamentales de los métodos activos. En los mismos aprender se convierte en el objetivo a conseguir. El practicante se centra en la tarea, en el dominio, en el progreso. Estas ganancias significan para él la demostración de su capacidad.

Sintetizando, nos preocuparemos por sus capacidades para asimilar los ejercicios propuestos, promoveremos que los practicantes intenten mejorar sus competencias, su nivel de habilidad y estarán orientados para que puedan sentirse satisfechos por el esfuerzo desplegado y no solo por los éxitos conseguidos.

ENCUESTA 0 – ABRIL

Encuesta realizada a los padres, sobre la siguiente pregunta:

edu.red

ENCUESTA – DICIEMBRE DE

Encuesta realizada a los padres, sobre la siguiente pregunta:

edu.red

Conclusión

En las encuestas realizadas, al inicio y finalización del año, podemos observar que la opinión valorización de los padres ha variado. Al inicio del año, la mayoría respondió que sus hijos realizaban la actividad por defensa personal y por la participación en diferentes competencias de forma mas valorada. Al finalizar el año, se destaca el cambio de opinión, porque potenciaron más en el arte marcial, la disciplina y el respeto que se imparte en la misma, junto con la iniciación deportiva, en segundo lugar.

CONCLUSIONES

Al cabo del primer año de implementación de este ensayo , podemos concluir que hemos obtenido resultados favorables. Por nuestro dojo han pasado muchos niños y, hoy en día, utilizan su tiempo en realizar esta actividad y no, malgastándolo en las actividades nocivas para ellos. Mostrándoles de esta manera la importancia de cuidar su salud, la calidad de vida y fomentando el respeto y la disciplina más allá del dojo, a través del deporte, en este caso, el Karate – Do. Muchos de estos niños han dado sus primeros pasos en los circuitos competitivos de Karate, mostrando una excelente conducta y disciplina ante sus rivales, aceptando la derrota y la victoria como un aprendizaje más. También han dado sus primeros exámenes de graduación, afianzando ese camino de constante superación que demanda esta disciplina. Hemos fomentado, además, la resiliencia durante el transcurso del año actual. Entendiendo por este concepto como un conjunto de procesos sociales e intrapsíquicos que posibilitan tener una vida "sana" en un medio "insano". Estos procesos se realizan a través del tiempo, dando afortunadas combinaciones entre los atributos del niño y su ambiente familiar, social y cultural (Rutter, 1992). O podemos definirlo también como: "Habilidad para resurgir de la adversidad, adaptarse, recuperarse y acceder a una vida significativa y productiva". Creemos que a través del Karate podemos promover la resiliencia en los niños, desarrollando las siguientes actitudes que posibilitan su promoción:

• Establecer una relación de persona a persona.

• Descubrir en cada persona aspectos positivos. Confiar en la capacidad de la persona en ser mejor de lo que es actualmente.

• Predicar con el ejemplo, adoptando actitudes de respeto, solidaridad y comprensión.

• Usar límites, comportamientos tranquilizadores y observaciones verbales para ayudar a la persona.

Por todo lo expuesto consideramos que estas actitudes se fueron trabajando y desarrollando con el Karate – Do. Es importante continuar con este proyecto para fomentar aún más la resiliencia y todos aspectos positivos que la misma acarrea.

Para finalizar, trascribimos la opinión de diferentes profesionales que nos han acompañado en la realización de este proyecto:

El proyecto de enseñanza de karate en Fuerte Apache me parece sumamente interesante y productivo. La transmisión de conocimiento se realiza a través de modelos, de emblemas, de maestros, y quien mejor que la figura de un sensei para trasmitir estos ideales en un medio social tan violento y desprovisto de referentes nobles.

Con el respeto de los alumnos, el sensei se encuentra con el de los padres de los

mismos, sólo en esta situación el aprendizaje puede darse, ya que el conocimiento sólo se le otorga a quien le entregamos confianza y derecho a enseñar, y en el caso de los niños , esto es vehiculizado siempre por sus progenitores.

Por lo general se encuentran niveles de pensamiento concretos en clases sociales

tan desvalidas, el maestro sensei aporta modelos constantes, concretos, continuos, lo que favorecería el acercamiento y estimulación de las competencias cognitivas. Al mismo tiempo el aprendizaje se da en una escena vincular representante de lo familiar y social, si en ella el maestro puede ofrecerse como dador, y sujeto supuesto saber (supuesto porque si es absoluto transmitiría un dogma y habría aceptación y no un aprender), el

aprendizaje será exitoso.

Nadina Córdoba

Licenciada en psicopedagogía. Y Psicología.

BIBLIOGRAFÍA

• Blázquez Sanchez, Domingo, "La iniciación deportiva y el deporte escolar", Ed.

INDE.

• Balcells Castañar y otros, "La educación física en la enseñanza primaria", Ed. INDE,

1991

• Vanistendael, Stefan "Cómo crecer superando percances" – Resiliencia.

• Melillo, Aldo y otros, "Resiliencia: Descubriendo las propias fortalezas" Ed. Paidós.

Año 2000

• Ortega, Emilio y Blázquez, Domingo, "La actividad motriz" Ed.Cincel,

 

 

Autor:

Lic. Damián M. Bisso

Escuela Formativa de Karate-Do, "Fuerte Apache", Argentina.

Lic. en Alto Rendimiento Deportivo y Técnico Universitario en Deportes de Combates (Universidad Nacional Lomas de Zamora Facultad de Ciencias Sociales Argentina). Preparador Físico Deportes Acíclicos .( U.Favaloro). Profesor 4ºDan Karate Do- Judo- Defensa Personal.

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