- Presentación
- El Aprendizaje y la enseñanza
- Los contenidos
- Características personales del buen maestro
- Habilidades que influyen en el aprendizaje
- Bibliografía
"En la enseñanza se combinan
el arte y la ciencia"
Presentación
Este sencillo documento ha sido preparado para apoyar los esfuerzos de los maestros y de quienes se desempeñen como tales en la hermosa tarea de enseñar.
Su contenido tiene validez científica a pesar de la simplicidad con que se exponen las ideas. Los conceptos se sustentan en las teorías psicológicas de grandes pensadores como Jean Piaget, Lev Vigosky, Ausubel, entre otros, y su respectiva comprobación en el aula asegura la efectividad de su aplicación. Si al arte de enseñar se le agrega el conocimiento científico, el resultado es doblemente eficaz y gratamente estimulante. Atrévase usted a poner en práctica el contenido de esta herramienta y disfrute del sabor del éxito de sus alumnos.
El autor.
El Aprendizaje y la enseñanza
El aprendizaje y la enseñanza son tan inseparables como las dos caras de una misma moneda: ninguna puede existir sin la otra. En el acto educativo sucede lo mismo, siempre habrá quien desempeñe el rol de aprendiz y alguien el de enseñante, sea este último llamado maestro, instructor, educador, capacitador, docente, facilitador, etc.,
El aprendizaje y la enseñanza, en tanto elementos del mismo proceso, han merecido un profundo análisis desde épocas remotas y, aún, hoy en día, todavía continúa el debate sobre su naturaleza y el papel de cada uno de ellos dentro de un contexto dinámico de cambio en la percepción del fenómeno educativo. Sin embargo, son las teorías psicológicas cognitivas las que más aceptación e influencia tienen actualmente en la definición de estos factores. Pues bien, sirviéndonos de ellas intentaremos aproximarnos a una construcción conceptual de ambos elementos, con el objeto de facilitar su entendimiento que es lo que más interesa al maestro.
1.1 Aprendizaje
El aprendizaje es un proceso personal de interacción entre el sujeto que aprende y la realidad, ya sea que ésta se le presente en forma directa o indirecta a través de conocimientos elaborados por otros. En este proceso influye lo que el aprendiz ya sabe sobre la nueva información por aprender (experiencias previas). El aprendizaje no es memorización mecánica de los conocimientos con los que, en forma de datos, leyes, principios, reglas, teorías, taxonomías, axiomas, cifras, etc., se enfrenta el aprendiz. El aprendizaje se logra solo cuando el que aprende es capaz de comprender la información. En este proceso, el acto de comprensión es sumamente vital, pues es la señal que indica que el aprendiz ha logrado asimilar el conocimiento integrándolo a sus estructuras mentales, lo que le da la posibilidad de poder utilizarlo de mil maneras: aplicarlo, analizarlo, ampliarlo, mejorarlo, cuestionarlo, etc. Asimismo, la comprensión es el más fiel reflejo de que el aprendiz ha desarrollado las capacidades involucradas en la asimilación del nuevo conocimiento.
Otro aspecto importante que hay que considerar en el aprendizaje, es la actividad mental que debe realizar el aprendiz en el proceso de aprender, actividad que no puede quedar librada a su suerte, sino que tiene que ser orientada desde afuera para asegurar el éxito del esfuerzo. De ahí que es necesaria la planeación del proceso para que el aprendizaje se produzca bajo un ambiente de interacción de la mente con la información; este rol lo cumple la enseñanza.
1.2 La enseñanza
La enseñanza la podemos definir como el proceso de planificar convenientemente (en la educación informal no se da este requisito) en función de determinados propósitos y los recursos (métodos, técnicas, tiempo, materiales, ambiente, evaluación, etc.) que el enseñante considera necesario para tratar que el aprendiz logre la asimilación del conocimiento y, paralelamente, desarrolle las capacidades cognoscitivas y actitudes involucradas en dicho proceso.
En la enseñanza activa el maestro, o quien haga las veces de él, asume el papel de mediador, facilitador, asesor, colaborador, orientador, monitor, etc., es decir, si realmente se desea que el aprendizaje se produzca, la clase debe ser planeada en función del aprendiz mediante actividades que él y solo él debe ejecutar. De ahí, pues, que las clases cien por ciento expositivas sirven solo para que el maestro exhiba sus habilidades personales, razón por la cual han sido desterradas debido a su ineficacia en generar aprendizaje en los estudiantes.
Los contenidos
El carácter práctico que pretendemos imprimir a este documento, nos releva de profundizar en este asunto, y solo lo trataremos de una manera elemental, dado que los maestros dominan muy bien dicho tema.
En la escuela se considera contenidos a la multiplicidad de conocimientos que el hombre ha elaborado a través de la historia y se refieren a la realidad natural o social. Dichos conocimientos han sido organizados por el hombre en clases o categorías de acuerdo a ciertos criterios. Así, pues, éstos forman parte de las ciencias, la filosofía, el arte, la religión, etc.
Por otro lado, la educación, por su carácter formativo, pone mucho énfasis en las actitudes del ser humano, que son estudiadas por la psicología, considerándolas también contenidos que deben ser incorporados necesariamente en toda planeación de las situaciones de aprendizaje-enseñanza.
Los contenidos deben seleccionarse por su importancia y estar de acuerdo con los objetivos de la clase. Existen varias propuestas taxonómicas de los contenidos, también llamados saberes. Una de las más recientes clasificaciones, que se distingue por su simplicidad y facilidad de manejo en la organización de la clase, es la siguiente:
Conocimientos conceptuales, constituidos por los datos, hechos, conceptos, reglas, leyes, principios, etc. Su característica común es la de responder a la descripción, explicación y predicción de los hechos y fenómenos.
Conocimientos procedimentales, referidos al dominio de un conjunto de etapas, fases, momentos, etc., para alcanzar un objetivo o meta. Responden a la pregunta ¿qué debe hacerse, o cómo debe realizarse tal cosa para…? También se les llama reglas, métodos, estrategias, procedimientos, etc.
Actitudes, son tendencias hacia las cosas y personas y están referidas al dominio afectivo del ser humano. Las actitudes están siempre presente en todo acto cognitivo y su estudio es muy importante y necesario para el maestro.
Características personales del buen maestro
En la educación moderna el maestro no ha perdido la posición de liderazgo que siempre ha tenido en todos los tiempos, sin dejar de reconocer que el alumno es el sujeto alrededor de quien gira la acción educativa. El enfoque social de la educación coloca al docente en la posibilidad de diseñar conscientemente el proceso de aprendizaje – enseñanza, pero también le otorga el delicado papel de convertirse en émulo de los comportamientos que influyen en el aprendizaje de los alumnos. Bajo esta perspectiva, el perfil del maestro eficaz tiene que exhibir los siguientes atributos:
3.1. Demostrar entusiasmo
Si usted "vive" la clase transmite el mensaje de que ésta es importante y con ello tal vez despierte el interés y mejore la motivación de los alumnos. Para demostrar entusiasmo es necesario, por ejemplo, utilizar recursos vocales (cambio del tono de la voz), gestuales (movimientos de la cabeza y brazos), visuales (mirar siempre a los alumnos para que sientan que son atendidos), espaciales (moverse con energía en el ambiente), didácticos (citas de autores de prestigio), etc. Evite las conductas "apagadas" e inseguras cuando se encuentre frente a los alumnos.
Ser un buen modelo
Gran parte de nuestras actitudes las hemos adquirido por imitación de las conductas de otras personas que, de alguna manera, formaron parte de nuestra vida, entre ellas nuestros maestros. Si usted genera comentarios entre los estudiantes como: "no me agrada como dicta la clase porque todo lo ve mal", estaría fomentando el desgano y el desinterés entre sus alumnos. No olvide que usted con sus actitudes sobre el contenido del curso trasmite mensajes sobre la importancia de éste. En la clase envíe señales positivas y siembre el optimismo en los alumnos; deje de lado las críticas constantes y exageradas de su trabajo.
La amabilidad es oro
La cortesía debe estar presente en toda la clase y en cada momento que lo relacione con los alumnos. Jamás debe perder el control emocional e imponer temor en la audiencia. La persona amable resulta simpática y ofrece un clima agradable para el aprendizaje. Diríjase a los demás por su nombre y nunca se burle de las opiniones y respuestas así éstas le parezcan disparatadas. Postergue el juicio crítico de las ideas expuestas por los alumnos, para evitar que dejen de expresar lo que piensan, sienten y, luego, corten la comunicación con usted y sus compañeros. Revise literatura relacionada con la comunicación asertiva, de esta manera no tendrá nunca problemas en generar y mantener un clima psicológico positivo en el aula. Mantener un tono natural, receptivo y amable, permite que los alumnos no se vean amenazados por un contexto represivo y fiscalizador en desmedro de la motivación e interés por aprender.
Interésese por la formación de los alumnos
La educación de las personas no tiene final, dura toda la vida, y hasta los adultos siempre tienen algo que aprender. No debemos olvidar que cualquier situación de aprendizaje debe ser aprovechada para inculcar actitudes positivas. Recuerde que los contenidos son medios para lograr la formación del ser humano, que es un objetivo mucho más elevado que la simple aprehensión del conocimiento.
Demuestre empatía
No existen dos alumnos que sean como dos gotas de agua. En el caso de los jóvenes la situación es más compleja: están llenos de pensamiento, a veces negativos, que les impide concentrarse y seguir el discurso del profesor. El buen docente demuestra capacidad para interesarse por los sentimientos de los demás, de conocer por qué piensan de tal o cual manera para así poder aconsejarlos. Preguntarles cómo se sienten después de un periodo de trabajo, puede servir para explorar las emociones de los alumnos.
Promueva el éxito de todos por igual
El buen maestro se preocupa por el rendimiento y desempeño de todos los alumnos y no solo por unos cuantos. El buen docente se fija expectativas positivas, lo cual le permite tratar con sentido de apoyo a quienes más lo necesitan. Esta actitud tiene efectos favorables sobre el aprendizaje de los alumnos, pues ellos ven al maestro comprometido con sus metas y colaboran sabiendo que el éxito de él también es suyo.
Habilidades que influyen en el aprendizaje
Tome nota y esfuércese por alcanzar a desarrollar las destrezas que proponemos:
4.1 La comunicación
Se ha demostrado que el aprendizaje de los alumnos mejora cuando la comunicación es clara y, al contrario, se ve afectado cuando ésta es deficiente. Para lograr una buena calidad comunicativa se necesita:
Utilizar terminología precisa. Para ello es necesario definir bien las ideas y respuestas mediante el dominio del tema. La precisión requiere la eliminación de expresiones como: quizá, usualmente, probablemente, tal vez., etc., que por su vaguedad trasmiten sensación de incertidumbre y dudas en relación a la certeza de la información. Cuando tenga que explicar ideas demasiado complejas y abstractas, utilice ejemplos sencillos y pregunte por el significado de aquellos términos de los cuales usted presume que son nuevos para los alumnos, y explíquelos si la situación lo requiere.
No perder nunca de vista el objetivo de la clase. A este principio suele denominarse "discurso conectado". Todas las ideas y actividades deben estar orientadas por el objetivo del tema. Jamás se aparte del objetivo de la clase, y, si lo hace, trate de conectarse con él lo más rápido posible. No se vaya por las ramas, el objetivo de la clase debe ser como una cuerda fuerte que nos ayuda a cruzar un río.
Comunicar el cambio de ideas mediante señales de transición. Al cambiar de una idea a otra se debe poner en alerta a los alumnos, preparándolos para el giro que se aproxima en el tema. Una manera puede ser la siguiente: "A continuación, concentrémonos en el siguiente enfoque…" O también: "Con estas ideas hemos concluido el tema; luego trataremos…" De esta manera, contribuimos guiando el pensamiento de los alumnos por los cauces que deseamos en la estructura del tema.
Utilizar el énfasis para resaltar la importancia de las ideas. Mediante el énfasis, que se puede conseguir por repetición de las ideas, se pretende alerta al estudiante sobre la importancia de las mismas, obligándole a prestar atención. El énfasis también se consigue con el tono de voz y el apoyo de los gestos. El énfasis tiene el mismo valor que los subrayados y palabras en negrita en los textos escritos.
4.2. Organización
El orden es imprescindible para mejorar la calidad del aprendizaje. El orden está en relación directa con el buen uso del tiempo. Organizar la clase quiere decir que el docente debe planear la clase desde el inicio hasta el final, lo cual también significa que debe prever los materiales didácticos y las rutinas. Los vacíos contribuyen a la dispersión de las ideas y la disminución de la atención en el tema. Antes de la clase, pase revista del proceso y todos los recursos considerados en el plan.
4.3 Mantener la clase alineada
Aunque ya se ha visto en el tema de la comunicación que es importante mantener la conexión entre lo que se dice y hace con el objetivo de la clase, no está demás insistir en la necesidad de mantener la coherencia de las actividades que realizan los alumnos con el objetivo. Todas las tareas y acciones que realizan los alumnos tiene que estar orientadas a lograr el objetivo de la clase, o, como dicen los constructivitas, a promover el desarrollo de las capacidades involucradas en ella.
4.4 Saber utilizar el foco
A esta habilidad le he denominado "estar consciente". El buen maestro debe hacer ingresar a los alumnos a la clase motivándolos para que presten atención. El alumno tiene que estar "metido" (mentalizado, dicen los deportistas) en la clase. Existen dos tipos de focos:
Foco introductorio. Es el conjunto de acciones que realiza el profesor al inicio de la clase para demostrar que su contenido es interesante y vale la pena el esfuerzo del alumno para arrancar normalizado y motivado. Cuando se trata de iniciar la clase, conectándose con las ideas de la clase anterior, se puede utilizar la técnica del "cuchicheo", mediante la cual se pide que por parejas los alumnos recuerden y conversen dos o tres minutos sobre el tema tratado la última vez, luego se les pide el respectivo informe.
Foco sensorial. Es el uso oportuno de materiales y otros recursos físicos para mantener la atención e interés en la clase. Está referido a la utilización de la pizarra, transparencias, cuadros, esquemas, maquetas, videos, etc., lo cual permite poner en actividad la mayor parte de los canales sensoriales de los alumnos. No debemos olvidar que el acceso al conocimiento es, en gran medida, por la vía de los sentidos, tanto en los alumnos pequeños como en los mayores, sin dejar de considerar que también se pueden utilizar estrategias de razonamiento para involucrar a los estudiantes en el tema de la clase.
4.5 La retroalimentación
Existe la necesidad de verificar el desempeño de los alumnos durante el desarrollo de la clase para mejorar la actuación futura. En otras palabras, es el proceso de obtener información sobre lo que el estudiante hace con la finalidad de reforzarlo, ayudarlo, corregirlo, etc., utilizando mecanismos de estimulación y revisión. Para que la retroalimentación funcione debe ser inmediata y específica; brindar información y ofrecerse dentro de un clima emocional positivo. La retroalimentación sarcástica afecta la autoestima y repercute negativamente en el desempeño.
4.6 El monitoreo
El monitoreo implica prestar constante atención al comportamiento verbal y no verbal del estudiante, con la finalidad de hacerlo ingresar a la clase cuando por alguna razón se desconcentra o se distrae realizando cosas diferentes. El monitoreo es un chequeo o control permanente con fines de apoyo. El buen maestro siempre está atento a los vaivenes de la conducta del grupo e interviene cuando lo considera necesario para evitar que algún estudiante se salga de la clase.
4.7 La revisión y cierre
Los dos citados procesos son de vital importancia. El cierre generalmente se realiza al final de la clase, mediante un resumen que organiza los aspectos más importantes de los contenidos. La revisión se lleva a cabo en cualquier momento de la actividad, y es un resumen de las ideas trabajadas anteriormente. Estas dos acciones pueden hacerlas los alumnos a pedido del maestro. No lo olvide, haga como cuando usted trabaja con su computadora y revisa todo lo actuado antes de proceder a apagarla.
4.8 Saber hacer preguntas
Esta habilidad requiere mucha práctica. La eficacia de las preguntas radica en lo siguiente:
La frecuencia. Las investigaciones han demostrado que los maestros eficaces hacen muchas preguntas, lo cual influye positivamente sobre el aprendizaje. Las preguntas permiten promover el interés, atraer hacia el foco al estudiante, verificar el desempeño, promover el diálogo, generar conflictos de ideas, etc. Llevar preguntas preparadas y saber utilizarlas oportunamente es una buena estrategia.
La distribución equitativa. No basta el elevado número de preguntas; es necesario que el maestro haga lo posible para que todos los alumnos participen de ellas y se logre un beneficio equitativo. Generalmente los alumnos más hábiles y rápidos suelen adelantarse y favorecerse. En estos casos, el maestro debe procurar que los demás también participen, de lo contrario decaerá la motivación en estos últimos.
Apuntalamiento. ¿Qué sucede si el alumno no responde o da una respuesta equivocada? No basta, pues, solo la distribución equitativa. El maestro eficaz tiene que utilizar otras preguntas que le sirvan de soporte para sonsacar la respuesta requerida a quien no responde o equivoca la respuesta. Esta habilidad requiere manejo emocional y tolerancia para no herir al estudiante.
Tiempo de espera. Es el espacio de tiempo entre la pregunta y la respuesta. El tiempo es variable y está en función de la complejidad de la respuesta. Los tiempos de espera cortos generalmente se dan cuando se requiere desarrollar la práctica de memorización de datos o ejercicios matemáticos (un segundo, más o menos). Los tiempos largos (tres o cuatro segundos) se utilizan cuando se requiere respuestas de opiniones, juicios, análisis., etc., dándose tiempo para organizar la respuesta y así se reduce la angustia que la pregunta genera.
Por último, recuerde siempre que las buenas prácticas de enseñanza son un medio eficaz para obtener excelentes resultados, y que el maestro, pues, es tan importante como el alumno en el proceso educativo.
Bibliografía
Barriga Arceo, Frida Díaz/Hernández Rojas, Gerardo, Estrategias docentes para un aprendizaje significativo, Editorial Mc Graw Hill, Edición 1988, México.
Calvo Rodríguez, Angel, Estrategias para aprender a aprender, Editorial Praxis S.A., Edición 19988, España.
Eggen Paul D. y Kauchank Donal P., Estrategias docentes, Editorial Fondo de Cultura Económica, Edición 1999, Argentina.
Moll, Luis C., Vigotsky y la educación, Editorial AIQUE, Edición 1993, Argentina.
Petit, George, Saber formarse, Editorial Octaedro, Edición 2000, España.
Lizzi, Silvia, Cómo realiar presentaciones exitosas, Editorial Longseller, Edición 2005, Argentina.
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Lima, 2006
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© Raúl J. Chávez Silva
"A los maestros de la UAP"
Autor:
Raúl Chávez Silva