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Segunda Guerra Mundial. Como se inicia y como se originan sus hechos (página 2)


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LA SEGUNDA GUERRA MUNDIAL

Los principales factores que determinaron su desenlace fueron la capacidad industrial y la cantidad de tropas. En los últimos momentos de la lucha se emplearon dos armas radicalmente nuevas: los cohetes de largo alcance y la bomba atómica. No obstante, el tipo de armamento empleado durante casi todo el enfrentamiento fue similar al de la I Guerra Mundial, aunque con ciertas mejoras. Las principales innovaciones se aplicaron a las aeronaves y a los carros de combate.

No obstante, los desacuerdos políticos entre Francia y Gran Bretaña durante el periodo

Durante la década de 1920 se llevaron a cabo varios intentos para lograr el establecimiento de una paz duradera. En primer lugar, en 1920 se constituyó la Sociedad de Naciones, un organismo internacional de arbitraje fundado un año antes, en el que los diferentes países podrían dirimir sus disputas. Los poderes de la Sociedad quedaban limitados a la persuasión y a varios grados de sanciones morales y económicas que los miembros eran libres de cumplir según su criterio.

En la Conferencia de Washington (1921-1922), las principales potencias navales acordaron limitar el número de naves a una proporción establecida. Los Tratados de Locarno, firmados en esta ciudad suiza en una conferencia celebrada en 1925, garantizaban las fronteras franco-alemanas e incluían un acuerdo de arbitraje entre Alemania y Polonia.

Durante la celebración del Pacto de París (1928), 63 naciones firmaron el Tratado para la Renuncia a la Guerra, también denominado Pacto Briand-Kellogg, por el que renunciaron a la guerra como instrumento de sus respectivas políticas nacionales y se comprometieron a resolver los conflictos internacionales por medios pacíficos. Los países signatarios habían decidido de antemano no incluir las guerras de autodefensa en esta renuncia a los medios bélicos.

Ascenso del fascismo

Uno de los objetivos de los vencedores de la I Guerra Mundial había sido hacer del mundo un lugar seguro para la democracia; la Alemania de posguerra (cuyo régimen es conocido como la República de Weimar) adoptó una Constitución democrática, al igual que la mayoría de los estados reconstituidos o creados después de la contienda.

Sin embargo, en la década de 1920 proliferaron los movimientos que propugnaban un régimen basado en el totalitarismo nacionalista y militarista, conocido por su nombre italiano, fascismo, que prometía satisfacer las necesidades del pueblo con más eficacia que la democracia y se presentaba como una defensa segura frente al comunismo. Benito Mussolini estableció en Italia en 1922 la primera dictadura fascista.

Surge un dictador y la formación de los nazis.

Uno de los dictadores más poderosos del siglo XX, que transformó Alemania militarizando completamente su sociedad y llevó al país así como al resto del mundo a la II Guerra Mundial. Utilizó el antisemitismo como piedra angular de su propaganda y su política para hacer del partido nazi un movimiento de masas.

Fue el responsable de la ejecución de millones de judíos y de miembros de otros pueblos a los que consideraba seres inferiores.

Hitler fue sentenciado a cinco años de prisión como líder del intento de golpe de Estado, y dedicó los ocho meses de condena que cumplió a redactar su autobiografía: Mein Kampf. Durante la crisis económica de 1929, muchos alemanes aceptaron su teoría que la explicaba como una conspiración de judíos y comunistas.

Consiguió atraer el voto de millones de ciudadanos prometiendo reconstruir una Alemania fuerte, crear más puestos de trabajo y devolver la gloria nacional. La representación del partido nazi en el Reichstag (Parlamento) pasó de 12 diputados en 1928 en 1930.

El partido continuó creciendo durante los dos años siguientes, aprovechando la situación creada por el aumento del desempleo, fue nombrado canciller en enero de 1933, los grandes empresarios esperaban poder controlarle con facilidad, Difundió su doctrina de odio racial y desprecio por la democracia en los numerosos mítines que organizó y, mientras tanto, las organizaciones paramilitares del partido aterrorizaban a sus enemigos políticos. No tardó en convertirse en una figura clave de la política de Baviera gracias a la colaboración de oficiales de alta graduación y empresarios adinerados.

Desde 1933, el nazismo fue el instrumento del totalitarismo en Alemania. La principal organización auxiliar del partido nazi eran las SA, designadas oficialmente como garantes de la revolución nacionalsocialista y vanguardia del nacionalsocialismo. Obtuvieron por la fuerza grandes cantidades de dinero de los trabajadores y campesinos alemanes a través de sus recaudaciones anuales de las contribuciones de invierno para los pobres; se encargaron de la formación de los miembros del partido menores de diecisiete años; participaron en la organización de un pogromo contra los judíos en 1938 (causante de la denominada Noche de los cristales rotos); adoctrinaron a los oficiales asignados a las fuerzas terrestres del Ejército alemán y dirigieron a las fuerzas de defensa nacional del Reich durante la II Guerra Mundial.

Otra importante formación del partido eran las SS, que organizaron divisiones especiales de combate para apoyar al Ejército regular en los momentos críticos de la contienda. Este cuerpo, junto con el Sicherheitsdienst (Servicio de Seguridad o SD), la oficina de espionaje del partido y del Reich, controló el partido nazi durante los últimos años de la guerra. El SD se encargó del funcionamiento de los campos de concentración, creados para retener a las víctimas del terrorismo nazi, y desempeñó un importante papel durante la etapa del conflicto bélico al permitir a Hitler controlar a las Fuerzas Armadas desde el Estado Mayor. Otra sección importante del partido eran las Hitler Jugend (Juventudes Hitlerianas), que formaban a jóvenes entre los 14 y los 17 años de edad para convertirlos en miembros de las SA, las SS o del partido. La Ausland organización (Organización para Asuntos Exteriores) se ocupaba de la propaganda nazi y creó, financió y dirigió las agrupaciones nacionalsocialistas de Alemania y de la población alemana residente en el extranjero.

Esta nueva organización se fue desarrollando poco a poco, especialmente en Baviera. Sus miembros estaban convencidos del valor de la violencia como medio para alcanzar sus fines, por lo que no tardaron en crear las Sturm Abteilung (‘sección de asalto’) o SA, una fuerza que se encargó de proteger las reuniones del partido, provocar disturbios en los mítines de los demócratas liberales, socialistas, comunistas y sindicalistas, y perseguir a los judíos, sobre todo a los comerciantes. Fue elegido presidente con poderes ilimitados del partido en 1921. Ese mismo año, el movimiento adoptó como emblema una bandera con fondo rojo en cuyo centro había un círculo blanco con una cruz esvástica negra.

En diciembre de 1920, Hitler había fundado el periódico Völkischer Beobachter, que pasó a ser el diario oficial de la organización. A medida que fue aumentando la influencia del KPD, fundado en 1919, el objetivo principal de la propaganda nacionalsocialista fue la denuncia del bolchevismo, al que consideraban una conspiración internacional de financieros judíos. Asimismo, proclamaron su desprecio por la democracia e hicieron campaña en favor de un régimen dictatorial.

Adolfo Hitler, presidente desde 1921 del Partido Nacionalsocialista Alemán del Trabajo, impregnó de racismo su propio movimiento fascista, el nacionalsocialismo. Prometió cancelar el Tratado de Versalles y conseguir un mayor Lebensraum (en alemán, ‘espacio vital’) para el pueblo alemán, un derecho que éste merecía, a su juicio, por pertenecer a una raza superior.

La Gran Depresión que se produjo a finales de 1929 y se extendió a los comienzos de la década de 1930 afectó profundamente a Alemania. Los partidos moderados no llegaban a ningún acuerdo con respecto a las posibles soluciones, y un gran número de ciudadanos depositó su confianza especialmente en los nazis. Hitler fue nombrado canciller de Alemania en 1933 y de inmediato se erigió en dictador tras una serie de maniobras políticas e instituyó el llamado III Reich.

Japón no adoptó un régimen fascista de forma oficial, pero la influyente posición de las Fuerzas Armadas en el seno del gobierno les permitió imponer un totalitarismo de características similares. Aprovecharon un pequeño enfrentamiento con tropas chinas en las proximidades de Mukden (actual Shenyang) en 1931 como pretexto para apoderarse de Dongbei Pingyuan (Manchuria), en donde constituyeron el Estado de Manchukuo en 1932. Asimismo, ocuparon entre 1937 y 1938 los principales puertos de China.

Los tratados firmados por Alemania, Italia y Japón (además de otros estados como Hungría, Rumania y Bulgaria por ejemplo) desde 1936, cuando los dos primeros países acordaron el primero de ellos, hasta 1941 (cuando Bulgaria se incorporó a los mismos) dieron como resultado la formación del Eje Roma-Berlín-Tokio.

Primera fase: la supremacía del Eje

El número de tropas de las fuerzas alemanas y polacas era prácticamente similar. Hitler envió 1,5 millones de soldados y el mariscal polaco Edwar Rydz-Smigly esperaba reunir 1,8 millones de hombres. Sin embargo los alemanes contaban con seis divisiones panzer (‘acorazadas’) y cuatro divisiones motorizadas; los polacos sólo disponían de una brigada acorazada, una motorizada y algunos batallones de carros de combate. Cientos de tanques arrollaron las defensas polacas y se adentraron en el país. A finales de ese mes, Polonia ya había caído.

El 17 de septiembre, un segundo y más profundo movimiento envolvente se cerró cerca de Brest. Prácticamente toda Polonia había sido invadida el 20 de septiembre; el 6 de octubre capituló el fuerte de Kock, último bastión de la resistencia polaca.

La guerra ficticia

Tras la fulgurante invasión de Polonia, ninguno de los dos bandos emprendió nuevas acciones. Salvo en el mar, donde los submarinos alemanes asediaban a las naves mercantes y la Armada británica había impuesto el bloqueo, fue tan escasa la actividad en las primeras semanas de octubre que la prensa estadounidense denominó a esta situación la ‘guerra ficticia’.

Hitler aprobó el plan de invasión de Noruega y Dinamarca el 2 de abril, y los buques de guerra se hicieron a la mar el día 7. Dinamarca se rindió inmediatamente, y los desembarcos de tropas efectuados el día 9 se realizaron con éxito en todos los puntos previstos salvo en Oslo, que fue ocupado por los alemanes al atardecer; no obstante, el gobierno noruego, que había decidido luchar, se trasladó a Elverum. Aunque los noruegos, con la colaboración de 12.000 soldados británicos y franceses, consiguieron resistir en la zona que se extendía entre Oslo y Trondheim hasta el 3 de mayo. Los alemanes resistieron en Narvik hasta el 28 de mayo; tuvieron que retroceder hasta la frontera con Suecia en la primera semana de junio, pero cuando estaban a punto de rendirse, las derrotas militares sufridas por los aliados en Francia obligaron a los británicos y franceses a reclamar a las tropas destacadas en Narvik.

Sin embargo, el general Erich von Manstein y algunos de sus asesores le habían persuadido para que trasladara el grueso de sus tropas al sur de Luxemburgo y al bosque de las Ardenas, puesto que el enemigo nunca esperaría que se realizara un ataque desde esta zona. Los carros de combate podrían marchar con rapidez hacia el noroeste desde las Ardenas después de alcanzar la costa y derrotar al enemigo en Bélgica; retrocederían y atacarían por el sureste, desde la retaguardia de los ejércitos franceses situados en la Línea Maginot.

No obstante, la ventaja decisiva de los alemanes consistía en que habían planeado todos sus movimientos detalladamente. Sus oponentes tuvieron que improvisar una estrategia, debido en parte a que belgas y neerlandeses se mantuvieron neutrales hasta el último momento. Su régimen colaboracionista y de corte fascista le llevó a huir cuando en 1944 los aliados desembarcaron en Francia. Procesado por traición, se le declaró culpable de "entendimiento con el enemigo" y fue condenado a muerte en agosto de 1945, aunque consiguió la conmutación de esa sentencia por la de cadena perpetua.

El 20 de mayo, el grupo panzer tomó la ciudad francesa de Abbeville, situada en la desembocadura del río Somme, y comenzó a avanzar hacia el norte a lo largo de la costa. Hacia el 26 de mayo, los británicos y los franceses se vieron obligados a retroceder hasta una estrecha playa que se encontraba en los alrededores de Dunkerque. El rey belga, Leopoldo III, capituló al día siguiente. Destructores y pequeñas embarcaciones de todo tipo consiguieron evacuar de Dunkerque a 338.226 hombres en un salvamento heroico propiciado por la actitud del general alemán Gerd von Rundstedt, que ordenó a sus carros de combate que se detuvieran a fin de preservarlos para la siguiente fase de la operación.

El Führer pensaba que los británicos continuaban combatiendo porque esperaban que estallara un conflicto entre Alemania y la URSS; una vez que se hubiera derrotado a los soviéticos y las posiciones británicas en la India y Oriente Próximo se vieran amenazadas, Gran Bretaña firmaría la paz. Persuadido por sus asesores militares, Hitler pospuso la ofensiva sobre la Unión Soviética hasta la primavera para eludir las dificultades climáticas que hubieran supuesto realizarla durante el invierno.

A principios de 1941, las fuerzas británicas obligaron a los italianos a replegarse sobre Libia, y Hitler envió al general Erwin Rommel en el mes de febrero con una fuerza con dos divisiones de carros de combate, el África Korps, para ayudar a sus aliados italianos.

Debido a que las tropas alemanas necesitaban cruzar Rumania y Hungría para llegar hasta Grecia y la Unión Soviética, Hitler logró incluir a ambos estados en la alianza del Eje en noviembre de 1940; Bulgaria se unió en marzo de 1941. Cuando Yugoslavia se negó a adherirse al Eje, Hitler ordenó la invasión de este país.

Sin embargo, fue más sencillo conquistar este país que conservarlo, ya que las guerrillas —los chetniks serbios, dirigidas por Draza Mihaílovic, y los partisanos, liderados por Tito— presentaron batalla durante toda la guerra.

Grecia

El Ejército griego, a diferencia del yugoslavo, se movilizó por completo para defender la Línea de Metaxás, conjunto de fortificaciones al noreste de Salónica. El I Ejército de Grecia, procedente de Albania, quedó cercado en el paso de Metsovón y se rindió el 22 de abril, mientras que las fuerzas británicas se retiraron hacia el sur. A continuación, los rápidos ataques de los alemanes —sobre el istmo de Corinto y el Peloponeso— obligaron a los británicos a realizar una evacuación que se saldó con la pérdida de 12.000 hombres

La segunda fase: la expansión de la guerra

En 1941, la contienda se convirtió en una guerra mundial.

Un año después de la caída de Francia, la contienda se convirtió en una guerra mundial. Mientras se llevaban a cabo campañas secundarias en la península de los Balcanes y en el norte de África así como combates aéreos contra los británicos, Hitler desplegó el grueso de sus fuerzas hacia el este y formó una coalición con los países del sureste de Europa (además de Finlandia) para atacar a la URSS.

La ayuda de Estados Unidos a Gran Bretaña

Estados Unidos abandonó su política de neutralidad estricta en la guerra europea y se enfrentó, sin llegar a la guerra, con Japón en Asia y el océano Pacífico. Las conferencias mantenidas entre Estados Unidos y Gran Bretaña desde enero de 1941 sirvieron para diseñar una estrategia básica en el caso de que los estadounidenses intervinieran en la guerra; ambos centrarían su esfuerzo en combatir a Alemania, posponiendo la lucha con Japón, en el caso de que ésta se iniciara.

En marzo de 1941, el Congreso de Estados Unidos aprobó la Lend-Lease (Ley de Préstamo y Arriendo) y asignó la cantidad inicial de 7.000 millones de dólares para ayudar a cualquier país que el presidente designara. En julio, la Marina estadounidense comenzó a escoltar los convoyes británicos por las aguas del oeste de Islandia. En septiembre, el presidente Franklin Delano Roosevelt autorizó a las naves que realizaban estas misiones de escolta a abrir fuego contra las embarcaciones de las potencias del Eje.

Cuando Alemania invadió la URSS en junio, los dirigentes japoneses sopesaron la posibilidad de romper el acuerdo y unirse a la ofensiva desde el este, pero finalmente optaron por ocupar el sur de Indochina el 23 de julio.

La invasión alemana de la URSS

En junio de 1941, tropas alemanas iniciaron la invasión de la URSS.

En la mañana del 22 de junio de 1941, más de 3 millones de soldados alemanes iniciaron la invasión de la URSS. Stalin, cuya confianza en el poderío militar soviético se había tambaleado tras la guerra con Finlandia, prohibió toda respuesta o reacción por miedo a provocar a los alemanes. Además, el Alto Mando soviético había llegado a la conclusión de que la guerra relámpago, tal y como se había llevado a cabo en Polonia y Francia, no podría ponerse en práctica en la URSS; ambos bandos se limitarían a mantener pequeños combates a lo largo de la frontera, al menos durante varias semanas. Muchos de sus tanques estaban anticuados, pero otros, concretamente los T-34, eran mucho más sofisticados que los alemanes.

Las primeras victorias de los alemanes

Los alemanes habían organizado tres grupos de ejércitos para la invasión, denominados Norte, Centro y Sur, que se dirigirían hacia Leningrado (en la actualidad San Petersburgo), Moscú y Kíev. Hitler y sus generales habían llegado a la conclusión de que su principal problema estratégico consistía en bloquear al Ejército soviético durante la batalla y derrotarlo antes de que pudiera escapar adentrándose en el país; sin embargo, discrepaban sobre cómo superar este inconveniente. La mayoría de los generales creían que el régimen soviético lo sacrificaría todo por salvar Moscú, la capital, el punto de unión de las redes ferroviarias y de carreteras, y el principal centro industrial de la URSS. En opinión de Hitler, la tierra y los recursos de Ucrania y el petróleo de Caucasia eran más importantes. Finalmente se llegó a un compromiso que satisfizo tanto a Hitler como a sus generales: lanzar tres ofensivas que deberían alcanzar la victoria en diez semanas antes de que finalizara el verano.

El intento de tomar Moscú

A finales de noviembre, estos efectivos, que se encontraban a un día de camino de Moscú, suponían una amenaza para la ciudad. Sin embargo, la primera semana de diciembre comenzó a nevar y las temperaturas descendieron a -40 ºC. Los soldados alemanes, que no estaban preparados para el invierno, sucumbieron ante el frío y perdieron el afán de lucha. Los equipos también se congelaron y quedaron inutilizados. Finalmente, el invierno ruso logró lo que las fuerzas soviéticas no habían podido conseguir: detener la ofensiva alemana.

Los generales que estaban al mando de los dos grupos acorazados que Bock mandó como avanzadilla tuvieron que detener la marcha el 5 de diciembre ante las extremas condiciones climatológicas que tuvieron que afrontar.

La contraofensiva soviética

La contraofensiva de Moscú no tardó en extenderse a todo el frente, siguiendo las órdenes de Stalin. Los alemanes no habían formado líneas defensivas para la retaguardia y no podían cavar trincheras porque el suelo estaba congelado. Algunos de los generales aconsejaron que las tropas se retiraran a Polonia, pero Hitler les ordenó el 18 de diciembre mantenerse firmes en las posiciones en que se encontraran, con lo que logró mantener el sitio sobre Leningrado, seguir acechando Moscú y conservar la zona occidental de Ucrania.

El comienzo de la guerra en el Pacífico

Japón, ante la aparente inminencia de la derrota soviética en el verano y otoño de 1941, vio una gran ocasión para apoderarse del petróleo y demás recursos del Sureste asiático y las islas de los alrededores, pero sabía que estas acciones desatarían una guerra contra Estados Unidos. El gobierno estadounidense deseaba detener la expansión japonesa, pero no estaba seguro de que la opinión pública estuviera dispuesta a llegar a la guerra para cumplir este objetivo. Acuciados por el embargo de petróleo que sufrían, los japoneses decidieron lanzar un ataque sobre el Sureste asiático.

Pearl Harbor

Roosevelt declaró que el 7 de diciembre sería "una fecha que pasaría a los anales de la infamia".Cortesía de Gordon Skene Sound Collection. Reservados todos los derechos.

El plazo fijado por Tojo, que se mantenía en secreto, significaba que la guerra era prácticamente segura.

El 7 de diciembre de 1941, aeronaves japonesas bombardearon Pearl Harbor.

El Ejército y la Armada japonesa habían desarrollado una estrategia basada en realizar ataques rápidos en Birmania, la península Malaya, Indias Orientales y Filipinas y establecer un cinturón defensivo en la zona central y suroccidental del Pacífico. Su máxima preocupación era la flota estadounidense del Pacífico, establecida en Pearl Harbor (Hawai).

Ataque sobre Pearl Harbor Pocos minutos antes de las ocho de la mañana del domingo 7 de diciembre de 1941, un grupo de aeronaves japonesas lanzaron un ataque por sorpresa sobre la Flota del Pacífico estadounidense, atracada en Pearl Harbor (Hawai). Los japoneses confiaban en inutilizar a la Marina estadounidense, que constituía el principal obstáculo para obtener la victoria en una guerra contra Estados Unidos.

Pocos minutos después de la ocho de la mañana del domingo 7 de diciembre de 1941 aeronaves japonesas trasladadas en portaaviones bombardearon Pearl Harbor. Hundieron cuatro acorazados y causaron daños a cuatro más en un ataque que duró menos de dos horas.

Las conquistas japonesas en Asia y el Pacífico

La guerra en Asia y el Pacífico Después del ataque sobre Pearl Harbor, las fuerzas japonesas realizaron numerosas conquistas en un periodo de tiempo sorprendentemente breve. Hacia mayo de 1942, contaban con vías abiertas de ataque hacia la India y Australia. No obstante, se produjeron tres acontecimientos en ese mismo año que cambiaron el curso de la guerra. El bombardeo llevado a cabo por James Harold Doolittle sobre Tokyo en el mes de abril inquietó a los oficiales japoneses, que creían que el territorio nacional era una zona segura. A

Antes de finales de diciembre, las fuerzas japonesas habían conquistado las posesiones británicas de Hong Kong y las islas Gilbert (en la actualidad, Kiribati) así como las posesiones estadounidenses de Guam y la isla Wake; habían invadido las posesiones británicas de Birmania, la península Malaya, Borneo y la posesión estadounidense de Filipinas.

La colonia británica de Singapur, considerada durante mucho tiempo como una de las fortalezas más inexpugnables del mundo, cayó en febrero de 1942; los japoneses ocuparon también las Indias Holandesas y desembarcaron en Nueva Guinea en marzo.

Las fuerzas estadounidenses y filipinas de las islas Batan se rindieron el 9 de abril y la resistencia filipina puso fin a sus actividades con la capitulación de la isla de Corregidor el 6 de mayo.

De acuerdo con los planes de los japoneses, aún les restaba tiempo para plantear una estrategia defensiva cuando hubieran conquistado la colonia australiana del norte de Nueva Guinea, el archipiélago de Bismarck, las Gilbert y la isla Wake, objetivo que habían logrado a mediados de marzo. Sin embargo, había sido tal el éxito de la campaña, que decidieron ampliar su perímetro defensivo hasta abarcar las islas Aleutianas por el norte, el archipiélago Midway por el este y parte de las islas Salomón y la zona meridional de Nueva Guinea por el sur. El primer paso fue conquistar Port Moresby, situado en el extremo suroriental de Nueva Guinea, en un ataque realizado por mar.

La tercera fase: el cambio de rumbo de la guerra

La elaboración de la estrategia aliada

Desde el punto de vista práctico, Estados Unidos no desplegó una gran actividad en Europa hasta principios de 1942. Los británicos no se limitaron a defender sus posiciones en el norte de África; conquistaron Tobruk el 10 de diciembre de 1941 y Bengasi (ambas en Libia) dos semanas después. Rommel contraatacó a finales de enero de 1942 y les hizo retroceder 300 km, pero detuvo su propio avance junto a Tobruk y la frontera egipcia.

El frente ruso: el verano de 1942

La zona más conflictiva en esos momentos era el frente ruso, donde los alemanes tomaron nuevamente la iniciativa en el verano de 1942 en las ofensivas sobre el sur de Leningrado, así como sobre las proximidades de la ciudad de Járkov y de la península de Crimen. Era tal la fe de Hitler en la victoria en 1941, que ordenó detener la fabricación de armas y municiones para el Ejército de Tierra y reconvirtió estas industrias para que fabricaran materiales para las Fuerzas Aéreas y la Armada. La producción de armamento para el Ejército se había reanudado en enero de 1942, pero esta remesa no llegaría al frente hasta finales del verano. Algunos de sus generales proponían que se aguardara un año hasta que se volviera a reorganizar al Ejército, pero Hitler estaba decidido a conseguir la victoria en 1942, por lo que intentó obligar al mando soviético a sacrificar al grueso de su Ejército para defender las minas de carbón de la cuenca del Donets y los campos de petróleo de Caucasia.

La URSS

Atravesó la situación más difícil de la guerra a finales de julio de 1942, cuando tras la retirada rusa los alemanes estuvieron en condiciones de avanzar a lo largo del Volga, por detrás de Moscú, y de adentrarse en Caucasia. El 28 de julio, Stalin hizo un llamamiento a sus tropas para que libraran una guerra patriótica por Rusia. A finales de agosto convocó a sus dos mejores militares, Zhúkov, que había organizado la contraofensiva de Moscú en diciembre de 1941, y el general Alexander M. Vasilevski, jefe del Estado Mayor del Ejército, para tomar una decisión sobre Stalingrado. Éstos propusieron derrotar al enemigo bloqueando a sus tropas en la ciudad mientras se reunían los medios para lanzar un contraataque.

La ofensiva británico-estadounidense en el norte de África

En mayo de 1943, después de tres meses de lucha, los aliados consiguieron que las tropas alemanas e italianas de esta región se rindieran definitivamente. Hulton Deutsch

La situación comenzó a cambiar en el norte de África el 31 de agosto de 1942 cuando Rommel atacó la línea británica situada al oeste de El-Alamein. El nuevo comandante británico, el general Bernard Law Montgomery, lanzó una ofensiva el 23 de octubre y forzó la retirada de Rommel; las tropas estadounidenses y británicas que luchaban a las órdenes del general Dwight David Eisenhower comenzaron a llegar a Marruecos y Argelia el 8 de noviembre; los estadounidenses se establecieron en Casablanca y Orán,. Éste fue su último éxito y no pudo aprovecharlo.

victoria soviética en Stalingrado

Después de la batalla de Stalingrado, los alemanes se vieron obligados a retroceder.

En la mañana del 19 de noviembre las fuerzas acorazadas soviéticas atacaron a los rumanos al oeste y el sur de Stalingrado. Se reunieron tres días después en Kalach, a orillas del río Don, donde rodearon al VI Ejército, casi la mitad del IV Ejército Acorazado y a varias unidades de rumanos. Hitler ordenó al comandante del VI Ejército, el general Friedrich von Paulus, resistir y le prometió mandar suministros por aire; asimismo, envió a Manstein, que en aquella época era mariscal de campo, para aliviar la presión en esa zona. El transporte aéreo no pudo hacer llegar a Manstein las 300 toneladas de suministros que necesitaba cada día, y las fuerzas de la operación de descerco fueron contenidas a 55 km de las tropas de Manstein a finales de diciembre. Hitler no lo permitía.

Los rusos se internaron en este reducto por tres frentes en enero de 1943, y Paulus se rindió el 1 de febrero. Después de la lucha de Stalingrado, los alemanes se vieron obligados a retirarse de Caucasia y retroceder aproximadamente a la línea de la que partieron en la ofensiva del verano de 1942; esto se debió en parte a la derrota de las fuerzas italianas y húngaras.

La Conferencia de Casablanca

Desde el 14 hasta el 24 de enero de 1943, Roosevelt, Churchill y los miembros de sus respectivos estados mayores se reunieron en Casablanca con el objetivo de delinear la estrategia del periodo posterior a la campaña del norte de África. Los altos mandos estadounidenses deseaban llevar a cabo la ofensiva a través del canal de la Mancha. Los británicos, representados por el elocuente Churchill, defendían las ventajas de concentrarse en los territorios que podían conseguirse en el Mediterráneo, Sicilia y la península Itálica. Roosevelt apoyó a los británicos; los militares de Estados Unidos sólo consiguieron (varios meses después) que no se destinaran más tropas a la zona del Mediterráneo y que se fueran reuniendo fuerzas en Inglaterra para llevar a cabo el ataque del canal en 1944. Roosevelt sorprendió también a su alto mando cuando anunció que no se aceptaría ningún acuerdo que no fuera la rendición incondicional de las potencias del Eje. El propósito de esta política era tranquilizar a los rusos, que tendrían que esperar al menos otro año para que se abriera un segundo frente consistente, pero es probable que también fortaleciera la resistencia del Eje.

Los bombardeos aéreos sobre Alemania

En esta ocasión estaban de acuerdo sobre el momento en el que realizarla, pero no en el método. Fortresses B-17 y los Liberators B-24 estaban suficientemente armados y blindados; estaban provistos de visores de bombardero que garantizaban la precisión necesaria para volar de día y alcanzar blancos muy pequeños. La pérdida de aviones y tripulación estadounidenses fue aumentando a medida que las naves se adentraban en Alemania.

Antes de que concluyera la lucha en el frente oriental en marzo de 1943, Hitler era consciente de que no podría iniciar otra campaña en verano y propuso la creación de una barrera fortificada en este frente, similar a la que se estaba construyendo en el Atlántico a lo largo de la costa occidental europea. Sin embargo, la larga retirada del invierno había acortado la línea de batalla lo suficiente como para que pudiera disponer de dos ejércitos más. Asimismo, dejó una gran bolsa hacia el oeste, alrededor de la ciudad de Kursk. Hitler no quería dejar pasar la oportunidad de realizar una nueva maniobra envolvente.

Después de aguardar durante tres meses a que los nuevos carros de combate abandonaran la línea de concentración, Hitler dio la orden para que comenzara la batalla de Kursk el 5 de julio; atacó por el norte y el sur a través del extremo oriental de la bolsa. Zhúkov y Vasilevski también habían puesto sus miras en Kursk y reforzaron las tropas de los alrededores de la ciudad. A partir de este momento, fueron los soviéticos los que tomaron la iniciativa estratégica en el este.

La invasión de Italia

El 10 de julio desembarcaron en Sicilia tres divisiones estadounidenses, una canadiense y tres británicas. Fueron adentrándose en la isla desde las cabezas de playa de la costa meridional durante cinco semanas; se enfrentaron a cuatro divisiones italianas y dos alemanas y vencieron a la última resistencia del Eje el 17 de agosto. Mientras tanto, Mussolini había sido expulsado del poder el 25 de julio, y el gobierno italiano inició una serie de negociaciones que concluyeron con un armisticio firmado en secreto el 3 de septiembre y hecho público el 8 de ese mes.

El desembarco realizado en Anzio el 22 de enero de 1944 no consiguió debilitar la Línea Gustav, firmemente asentada en el río Liri y Montecassino.

La estrategia aliada contra Japón

La táctica desplegada en la guerra contra Japón durante 1943 atravesó varias fases. En la primera de ellas el objetivo era establecer bases en la costa de China mediante los avances de las fuerzas británicas y chinas a través de Birmania y el este de China, y los progresos de los estadounidenses en las islas del centro y suroeste del Pacífico hasta Taiwan y China. A mediados de año parecía evidente que ni los británicos ni los chinos iban a cumplir con su cometido. Su objetivo continuaba siendo Formosa y la costa de China.

El ataque en la zona central del Pacífico se inició posteriormente. En esta área, sin embargo, las islas estaban separadas por grandes extensiones de mar, y los desembarcos requerían el apoyo de la fuerza naval, concretamente de portaaviones, de los que hasta finales de 1943 las fuerzas contrarias al Eje no dispuso en número suficiente.

Los primeros desembarcos tuvieron lugar en Makin (islas Gilbert) y Tarawa en noviembre de 1943. La conquista de los islotes de Kwajalein y Eniwetok (islas Marshall), emprendida en febrero de 1944, resultó menos costosa, pero fue necesario intensificar el bombardeo preliminar y emplear un mayor número de vehículos anfibios capaces de cruzar los arrecifes de los alrededores.

La cuarta fase: la victoria de los aliados

El 12 de agosto, Hitler ordenó que comenzaran las obras para la construcción de una barrera en el este, a lo largo del río Narva y los lagos Pskov y Peipus—detrás del grupo militar del Norte— y de los ríos Desna y Dniéper —detrás de los Grupos de ejércitos del Centro y el Sur. En la segunda mitad de dicho mes, la ofensiva soviética se expandió por el sur, a lo largo del río Donets, y por el norte, adentrándose en el sector del Grupo de ejércitos del Centro.

Asimismo, ordenó a las tropas que destruyeran todo aquello que se encontrara en la zona oriental del río Dniéper y pudiera ser de alguna utilidad para el enemigo. Esta política sólo pudo llevarse a cabo parcialmente antes de que los soldados cruzaran el río a finales de mes; a partir de este momento se aplicó en todos los territorios cedidos a los rusos.

Las tropas alemanas no encontraron el más mínimo rastro de la barrera oriental al cruzar el río, y tuvieron que luchar desde el principio contra cinco cabezas de puente soviéticas.

De este modo, podría lanzar a todas sus fuerzas, la mitad de las cuales se encontraba en el frente occidental, contra la URSS. En noviembre de 1943 comunicó a sus comandantes del frente oriental que no recibirían más refuerzos hasta que se rechazara la invasión.

Los soviéticos lanzaron una ofensiva en enero de 1944 que levantó el sitio de Leningrado, y obligaron al Grupo de ejércitos del Norte a retroceder hasta la línea del río Narva y el lago Peipus. Allí, los alemanes encontraron refugio en un segmento de la barrera oriental en el que se había iniciado la fortificación.

Recibían sucesivos ataques por el flanco meridional; el último, que tuvo lugar en marzo y abril, empujó a los alemanes hacia la amplia zona que se extiende entre las lagunas de Pripiat y el mar Negro, alejados de todo excepto de algunas franjas de territorio soviético. Después de que una embarcación no consiguiera rescatarles en Sebastopol, la mayor parte de los 150.000 alemanes y rumanos fallecieron o fueron capturados por el enemigo en mayo. Por otro lado, se habían fabricado suficientes carros de combate y armas para equipar a las nuevas divisiones del frente occidental y reemplazar a algunas de las perdidas en el este; las fuerzas aéreas disponían de un 40% más de aviones que el año anterior en esa misma época; por último, la producción de petróleo sintético durante el tiempo de guerra alcanzó en abril de 1944 su máximo.

La enorme superioridad aérea de los aliados en el norte de Francia impidió a Rommel movilizar a sus limitadas reservas. Además, Hitler estaba convencido de que el desembarco de Normandía era una estratagema y que la invasión principal tendría lugar al norte del río Sena. Por este motivo, se negó a dejar partir a las divisiones que se encontraban allí e insistió en que llegaran refuerzos de otras zonas distantes. A finales de junio, Eisenhower disponía de 850.000 hombres y 150.000 vehículos en Normandía.

Hacia el 3 de julio, cuando las fuerzas de avance soviéticas que procedían del noreste y el sureste se reunieron en Minsk, la capital de Bielorrusia, el Grupo de ejércitos del Centro había perdido los dos tercios de sus divisiones. Los frentes de Zhúkov y Vasilevski habían avanzado unos 300 km en la última semana. El mando soviético celebró el 17 de julio un desfile que duró un día a través de las calles de Moscú, en el que participaron 57.000 prisioneros alemanes, entre ellos, 19 generales.

La conspiración contra Hitler

En el mes de julio, un grupo de oficiales y civiles alemanes decidieron que la eliminación de Hitler era la única posibilidad de poner fin a la guerra antes de que todo el territorio alemán fuera arrasado desde ambos frentes. Intentaron asesinarle el 20 de julio colocando una bomba en su cuartel general de Prusia Oriental. El artefacto explotó e hirió a algunos oficiales —varios fallecieron—, pero Hitler sólo sufrió heridas leves. A continuación, la Gestapo se encargó de perseguir a todo sospechoso de haber participado en la denominada conspiración de julio: Rommel se encontraba en esta lista, y optó por suicidarse.

La liberación de Francia

La capital francesa fue liberada por los aliados en agosto de 1944.

El 24 de julio los estadounidenses y los británicos seguían aislados en la cabeza de playa de Normandía, que había ampliado hasta incluir Saint-Lô y Caen. Bradley comenzó con la ofensiva al día siguiente lanzando un ataque desde Saint-Lô. A partir de este momento el frente se expandió rápidamente y Eisenhower agrupó a sus fuerzas. Montgomery asumió el mando del II Ejército británico y del I Ejército canadiense. Bradley se puso al frente del XII Grupo de Ejércitos, que acababa de entrar en acción y estaba compuesto por el I y III Ejércitos, mandados por los generales Courtney H. Hodges y George Smith Patton, respectivamente.

Una vez que los estadounidenses se dirigieron hacia el este la primera semana de agosto, se formó una bolsa alrededor del V y VII Ejércitos Panzer al oeste de Falaise. Los alemanes consiguieron mantener la posición hasta el 20 de agosto; después, se retiraron cruzando el Sena. Los estadounidenses liberaron París el 25 de agosto junto con las fuerzas de la Francia Libre y la resistencia interior, lideradas por Charles de Gaulle.

Mientras tanto, las tropas estadounidenses y francesas habían llegado a la costa meridional de Francia (al sur de Marsella) el 15 de agosto, y establecieron contacto con las fuerzas de Bradley en las proximidades de Dijon la segunda semana de septiembre.

La derrota de los aliados de Alemania en el este

Mientras la Unión Soviética permitía que el levantamiento de Varsovia siguiera su trágico curso, estaba cosechando un gran número de importantes éxitos en todos los frentes. La ofensiva lanzada el 20 de agosto entre los Cárpatos y el mar Negro dio como resultado la petición de un armisticio por parte de Rumania tres días después. Bulgaria, que nunca había llegado a declarar la guerra a la URSS, se rindió el 9 de septiembre, y Finlandia la secundó el 19 del mismo mes. Las tropas soviéticas tomaron Belgrado el 20 de octubre e implantaron en Yugoslavia un gobierno comunista presidido por Tito. En Hungría, los rusos se quedaron a las puertas de Budapest a finales de noviembre.

Ozawa se enfrentó a la Fuerza Expedicionaria 58 de Estados Unidos, al mando de la cual estaba el almirante Marc A. Mitscher, en la batalla del mar de Filipinas el 19 y 20 de junio. En el primer día los cazas estadounidenses derribaron a 219 de los 236 aviones japoneses. Mientras proseguía el combate aéreo, los submarinos de Estados Unidos hundieron dos de los grandes portaaviones de Ozawa; el segundo día, los bombardeos destruyeron otro portaaviones de gran tamaño. Ozawa puso entonces rumbo hacia el norte, en dirección a la isla de Okinawa, con los únicos 35 aviones que le quedaban.

La guerra aérea en Europa

Estas aeronaves, apodadas ‘fortalezas volantes’, estaban blindadas y equipadas con 13 ametralladoras que debían defender a las naves contra los cazas enemigos; no obstante, dadas las grandes bajas que se produjeron en Alemania, especialmente durante el ataque sobre Schweinfurt en el mes de octubre de 1943, los B-17 fueron escoltados por cazas con gran autonomía de vuelo. Hulton Deutsch

Los bombarderos de Estados Unidos, escoltados por cazas de gran autonomía (concretamente, los Mustang P-51) atacaban los objetivos industriales durante el día y las ciudades por la noche. Hitler respondió a estas agresiones atacando Gran Bretaña con bombas V-1 y cohetes V-2; no obstante, los alemanes perdieron las mejores bases de sus lanzamientos —el noroeste de Francia y Bélgica— en el mes de octubre. Los efectos de la estrategia aliada resultaron menos evidentes de lo que se había esperado. Los bombardeos no minaron la moral de la población civil, y la fabricación de cazas y vehículos acorazados alcanzó la cota más elevada de la guerra en la segunda mitad de 1944. Por otro lado, la producción de hierro y acero disminuyó a la mitad entre septiembre y diciembre; asimismo, la destrucción continua de plantas de petróleo sintético, unida a la pérdida de los campos petroleros de Ploieşti (Rumania), limitó drásticamente las existencias de combustible para los carros de combate y aviones que abandonaban las cadenas de producción.

El acortamiento de los frentes en el este y el oeste y la interrupción de la lucha terrestre a finales de año proporcionaron a Hitler una nueva oportunidad para crear una reserva de 25 divisiones. Decidió utilizarlas en una ofensiva contra los británicos y estadounidenses; la táctica consistía en atravesar Bélgica hasta llegar a Amberes y arrasar esta zona, una acción similar a la que provocó en mayo de 1940 el desastre de Dunkerque.

En esos momentos, los ejércitos soviéticos se encontraban en el río Oder, a 60 km al este de Berlín. Habían aniquilado la línea alemana del Vístula y se aproximaban a la costa del Báltico, al este de Danzig (en la actualidad Gdańsk), en enero de 1945; hacia el 3 de febrero ya controlaban la zona del Oder. Stalin iba a reunirse con Roosevelt y Churchill en Falta (Crimen) desde el 4 al 11 de febrero, y tenía en su poder toda Polonia y Berlín. En el transcurso de la Conferencia de Falta, Stalin aceptó declarar la guerra a Japón en un plazo de tres meses, que comenzaría a partir de la rendición de Alemania, a cambio de ciertas concesiones territoriales en Extremo Oriente.

Los estadounidenses y los británicos no estaban de acuerdo en la forma en la que proceder contra Alemania. Durante un encuentro celebrado en Malta poco antes, Montgomery había propuesto que se lanzara un rápido y único ataque, llevado a cabo por el ejército del general británico, desde el norte de Alemania hasta Berlín. Deseaban que la mayor parte de los suministros aliados le fueran asignados a Montgomery, lo que significaba que los estadounidenses sólo desempeñarían una labor defensiva.

Los objetivos aliados en Alemania

El I y IX Ejército estadounidenses rodearon el corazón industrial de Alemania, el Ruhr, el 1 de abril. El II Ejército británico cruzó el Weser, que se encontraba a medio camino entre el Rin y el Elba, el 5 de abril. El IX Ejército alcanzó el Elba a la altura de Magdeburgo el 11 de abril, y tomaron una cabeza de puente en el lado oriental un día después, con lo cual sólo les separaban 120 km de Berlín.

Con la llegada del IX Ejército al Elba, surgió el problema de la carrera hacia Berlín. Los británicos, sobre todo Churchill y Montgomery, y algunos estadounidenses, sostenían que Berlín era el objetivo más importante de Alemania porque el mundo, y especialmente los alemanes, considerarían a las fuerzas que tomaran esta ciudad como los verdaderos vencedores de la guerra. Eisenhower insistía en que su importancia desde el punto de vista militar no justificaba el posible coste que podría suponer la entrada en Berlín, y que la unión con los rusos podría realizarse igualmente más al sur, en las proximidades de Leipzig y Dresde. Además, el general estadounidense consideraba que los nazis incondicionales se refugiarían en algún reducto en las montañas de Baviera y, por lo tanto, su intención era dirigir el grueso de las fuerzas de su país hacia el sur de Alemania.

Británico lanzaron una serie de ataques el 14 y el 16 de abril que les llevaron hasta el río Por en una semana. El avance soviético hacia Berlín comenzó el 16 de abril. El VII Ejército estadounidense tomó Nuremberg el 20 de abril. Cuatro días después los soviéticos cerraron el cerco sobre Berlín. Al día siguiente el V Ejército soviético y el I Ejército estadounidense establecieron contacto en la ciudad de Torgau, situada en el Elba (al noreste de Leipzig), y Alemania quedó dividida en dos partes. La resistencia organizada contra los estadounidenses y los británicos cesó prácticamente la última semana del mes, pero las tropas alemanas orientadas hacia el este lucharon desesperadamente para evitar ser apresadas por los soviéticos.

Hitler decidió esperar el desenlace final en Berlín, donde aún podía manipular a los escasos altos mandos que quedaban. La mayor parte de sus colaboradores políticos y militares abandonaron la capital para dirigirse hacia el norte y sur de Alemania, seguramente para no estar al alcance de los soviéticos. Hitler se suicidó en su búnker de Berlín el 30 de abril. Su último acto oficial importante fue nombrar al almirante Karl Dönitz como sucesor suyo en la jefatura del Estado.

Alemania se rindió en mayo de 1945 a los aliados.

La única opción que le quedaba a Dönitz, que había sido leal a Hitler, era rendirse. Su representante, el general Alfred Jodl, firmó la rendición incondicional de todas las Fuerzas Armadas alemanas en el cuartel general de Eisenhower, establecido en Reims, el 7 de mayo. Las tropas alemanas de Italia ya se habían rendido (el 2 mayo), al igual que las de los Países Bajos, el norte de Alemania y Dinamarca (4 de mayo). Los gobiernos de Estados Unidos y Gran Bretaña declararon el 8 de mayo el Día de la Victoria en Europa. La rendición incondicional completa entró en vigor un minuto después de la medianoche, una vez firmado en Berlín un segundo documento que también suscribió la URSS.

La derrota de Japón

Ataque kamikaze japonés Los kamikazes (‘viento divino’ en japonés) eran escuadrones suicidas formados por las fuerzas aéreas japonesas en los últimos meses de la II Guerra Mundial. Estos pilotos volaban en aviones, cargados de explosivos, y se lanzaban contra las naves de Estados Unidos en un esfuerzo por detener su avance. Llegaron a hundir 40 naves en total. Hulton Deutsch

El final de la guerra no se avistaba, a pesar de que la situación de Japón era desesperada a comienzos de 1945. La Armada japonesa ya no volvería a operar a pleno rendimiento, pero la mayor parte del Ejército se encontraba en buenas condiciones y estaba desplegado en los archipiélagos y en China. Los japoneses dieron una muestra de lo que aún podía esperarse de sus fuerzas recurriendo a las actividades de los kamikazes (en japonés, ‘viento divino’), ataques aéreos suicidas, durante los combates en la isla filipina de Luzón.

Iwo Jima y Okinawa

La batalla de Iwo Jima La conquista de Iwo Jima fue una de las últimas batallas libradas en la campaña del Pacífico durante la II Guerra Mundial. En los meses de febrero y marzo de 1945 fallecieron unos 6.000 soldados estadounidenses y 20.000 japoneses en la lucha por el control de la isla. Este combate fue uno de los más difíciles en los que han participado los marines de Estados Unidos.

Mientras se esperaba a que llegaran los refuerzos de Europa para lanzar el ataque final sobre Japón, seguía ejecutándose la estrategia de conquista de las islas; en primer lugar, se llevó a cabo un desembarco en Iwo Jima el 19 de febrero. El asalto de este pequeño islote árido —la batalla de Iwo Jima— costó la vida de más de 6.000 infantes de la Marina estadounidense, antes de convertirse en una base segura el 16 de marzo.

El 1 de abril, el X Ejército de Estados Unidos dirigido por el general Simón B. Buckner desembarcó en Okinawa, situada 500 Km. al sur de la isla japonesa más meridional, KYūshū, y la lucha se prolongó hasta el 21 de junio.

A lo largo de todo el conflicto, los gobiernos de Estados Unidos y Gran Bretaña habían llevado a cabo un gran proyecto científico e industrial para el desarrollo de armas nucleares, y creían que Alemania estaba investigando en el mismo campo. No se disponía de suficientes cantidades de los elementos principales, uranio y plutonio fisionable, antes de que concluyera la guerra en Europa. La primera bomba atómica se hizo explotar en un ensayo realizado el 16 de julio de 1945 en Álamo gordo (Nuevo México, en Estados Unidos).

Efectos de la bomba atómica en Hiroshima La primera bomba atómica fue lanzada sobre Hiroshima (Japón) el 6 de agosto de 1945, durante la II Guerra Mundial. La onda expansiva se extendió sobre un área que superaba los 10 km2 y provocó la muerte de más de 100.000 personas. Hulton Deutsch

Se habían fabricado dos bombas más, y comenzó a plantearse la posibilidad de emplearlas contra Japón para conseguir su rendición. El presidente estadounidense Harry S. Truman permitió que se lanzaran estos dos artefactos porque, según explicó, creía que podrían salvar miles de vidas; la primera cayó sobre Hiroshima el 6 de agosto, y la segunda se lanzó sobre Nagasaki tres días después. Los cálculos de Estados Unidos indican que fallecieron entre 66.000 y 78.000 en Hiroshima y que el número de víctimas en Nagasaki fue de 39.000. Los japoneses estiman que las bajas ascendieron a un total de 240.000 personas. La URSS declaró la guerra a Japón el 8 de agosto e invadió Dongbei Pingyuan (Manchuria) al día siguiente.

La rendición de Japón

Rendición de Japón Los oficiales japoneses se rindieron oficialmente a los aliados en el acorazado estadounidense Missouri el 2 de septiembre de 1945. La capitulación de Japón puso fin a la II Guerra Mundial.

Japón anunció su rendición el 14 de agosto, aunque no fue totalmente incondicional debido a que los aliados habían acordado permitir que el país mantuviera a su emperador. La firma oficial se realizó en la bahía de Tokio a bordo del acorazado Missouri el 2 de septiembre.

EL COSTE DE LA GUERRA

Algunos fueron asesinados por pelotones de fusilamiento, otros murieron de inanición o como resultado de experimentos llevados a cabo por doctores y científicos alemanes. La mayoría murió en las cámaras de gas. En 1945, cuando las fuerzas aliadas liberaron los campos, encontraron miles de cadáveres sin enterrar. La mayoría de los supervivientes padecía enfermedades o desnutrición.

La inmensa y caótica destrucción del conflicto ha imposibilitado la elaboración de un registro uniforme. Algunos gobiernos perdieron el control de los datos, y otros decidieron manipularlos con fines políticos.

Se estima que el económico rebasó el billón de dólares estadounidenses, lo que la hace más onerosa que todas las anteriores guerras en conjunto. El coste humano —sin incluir a los más de 5 millones de judíos asesinados en el Holocausto, que fueron víctimas indirectas de la contienda— se estima en 55 millones de muertos, 25 millones de los cuales eran militares y el resto civiles.

Estadísticas económicas

Las exacciones y el saqueo de los nazis en las naciones ocupadas son incalculables. Se estima que el importe total de la contienda en Japón ascendió a 562.000 millones.

Las pérdidas humanas

El coste humano de la guerra recayó principalmente sobre la URSS, cuyas bajas entre personal militar y población civil se cree que superaron los 27 millones. Las víctimas militares y civiles de los aliados fueron de 44 millones, en tanto que las de las potencias del Eje de 11 millones. El número de muertos de ambos bandos en Europa ascendió a 19 millones y las víctimas de la guerra contra Japón llegaron a los 6 millones. Estados Unidos, que apenas sufrió bajas entre la población civil, perdió a unos 400.000 ciudadanos.

Conclusiones:

  • Uno de los beneficios, era mantener la paz entre miembros, garantizando el arreglo amigable de cualquier disputa.
  • El impulso del desarrollo económico, social y cultural de dichas naciones.
  • Esforzarse por resolver los problemas políticos, jurídicos, social, y económicos que afecten el bienestar de las naciones.
  • La conclusión de esa paz era que todos los hombre puedan utilizar sin obstáculo todos los hombres los mares y océanos.

 

Monserrath Hinojosa

Partes: 1, 2
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