- Resumen
- Los temas de investigación
- La novelística de María Elvira Sagarzazu
- El exilio de la gacela
- Notas
El presente trabajo es parte de un proyecto más amplio cuyo fin es analizar el pensamiento dentro de la literatura escrita por mujeres en Latinoamérica. En esta introducción a la obra novelística de María Elvira Sagarzazu, se estudiará la presencia de los siguientes temas: la política, el feminismo, el multiculturalismo, la ética y la estética, además de cómo integra los resultados de su investigación en su sus novelas. Se terminará por insertar a la autora dentro del marco de las diferentes corrientes de la literatura latinoamericana Palabras clave: historia del pensamiento, literatura escrita por mujeres, feminismo.
ABSTRACT
This article is part of a larger project whose purpose is to analyze the thinking in written literature by Latin American women. For the purpose of this study, María Elvira Sagarzazu’s literary production is used for studying the presence of the following themes: politics, feminism, multiculturalism, ethics and aesthetics as well as how to insert this author in different models of Latin American literature. Key words: history of thought, women’s literature, and feminism.
RÉSUMÉ
Le travail présent fait parti d’un projet plus ample dont le but est d’analyser la pensée dans la littérature écrite par les femmes en Amérique latine. Dans cette présentation de l’œuvre de Maria Elvira Sagarzazu on étudiera les thèmes suivants: La politique, le féminisme, le multiculturalisme, l’étique et l’esthétique et comment s’intègrent les résultats de ses recherches dans ses romans. On terminera par insérer l’auteur dans le cadre des différents courants de la littérature latino-américaine. Mots Clef: l’œuvre de la pensée, littérature écrite par les femmes, féminisme.
Para entender la obra de María Elvira Sagarzazu es importante saber que la autora vive actualmente entre Rosario y Monte Caseros, una ciudad situada en el noreste de la Argentina, en la provincia de Corrientes. La influencia más fuerte de su niñez fue la personalidad del padre, Ricardo Sagarzazu, un hombre de múltiples talentos, pionero de la aviación comercial, botánico y autor de descripciones de los alrededores de Monte Caseros, un hombre activo que intentó hacer avanzar la región. María Elvira Sagarzazu fue educada en el catolicismo, estudió la carrera de filosofía y letras, completó con el árabe, fue activa por algún tiempo en movimientos de izquierda, y en la actualidad divide su tiempo entre la novelística y la investigación sobre las huellas de los moriscos en la región del Río de la Plata. Ha viajado a Europa, a Norteamérica, al norte de África y a Australia. Para entender por qué es una novelista diferente y por qué sus novelas no son las típicas novelas escritas por mujeres, hay que empezar por estudiar cuáles son sus temas de investigación.
Su tesis principal de investigación es que entre los emigrantes españoles al Nuevo Mundo venían muchos descendientes de musulmanes, conocedores de los riegos de establecerse cerca de las sedes de la Inquisición y, al llegar a América, se fueron lo más lejos posible de la Ciudad de México y de Lima, y así vinieron a parar muchos de ellos a las pampas argentinas, por lo que su modo de vivir pudo tener cierto influjo en el de los gauchos. La influencia árabe o musulmana en la Argentina que le interesa a nuestra autora es la de los moriscos y de los descendientes de moriscos, personas que decían ser cristianos, que habían adoptado apellidos castellanos y que dejaron España entre 1492 -1613.
La originalidad de María Elvira Sagarzazu como investigadora tiene que ver tanto con el tema, hace poco totalmente desconocido en la Argentina, como con los métodos que ha tenido que desarrollar. Ella forma una combinación de métodos utilizados en distintas áreas como pueden ser la etnografía, la antropología, la arquitectura, la historia y la literatura; la investigadora ha buscado datos tanto en la región del Río de la Plata y España, como en el norte de África, tratando de averiguar algo que primero fue ocultado conscientemente y que después se olvidó. El resultado de la investigación es una colección de datos que no probarían nada separadamente pero que, tomados en su conjunto, inducen al oyente a creer que no puede tratarse de una coincidencia. Vamos a mencionar algunos.
En cuanto al amor a los caballos de los gauchos, hay que pensar en la tradicional afición de los árabes y de los pueblos en el norte de África por los caballos. Además, estaba prohibido en España que los moriscos montaran, pues era propio de caballeros el hacerlo, lo que explicaría en parte la ansiedad de los moriscos que lograron llegar a las Pampas por procurarse caballos. La investigadora ha encontrado vocablos de origen árabe o berebere para referirse al pelaje, a los adornos y a las enfermedades de los caballos, vocablos que no han sobrevivido en otros territorios americanos. La investigadora ha realizado también entrevistas y visitas de estudio a campesinos, descendientes de gauchos, enfocando costumbres alimenticias.
La novelística de María Elvira Sagarzazu
Dentro de la novelística de María Elvira Sagarzazu vamos a estudiar elementos ideológicos como la religión, la política, el feminismo y el multiculturalismo. Veremos que nuestra autora no persigue lo políticamente correcto sino prefiere la reflexión personal y la búsqueda de la felicidad, dos temas de primera importancia en su obra pero no tan frecuentes en la literatura de nuestros días. Vamos a describir y a analizar las cuatro novelas publicadas hasta ahora por la autora y veremos que la temática y la visión del mundo de la autora también son originales dentro de la literatura argentina actual.
Lucía Soledad, la comandante La acción de Lucía Soledad, la comandante, de 1985, se desarrolla durante el "proceso". La protagonista femenina, que tiene 27 años y lleva el nombre significativo de Lucía, es miembro de un grupo de izquierda que comete atentados. Durante unas vacaciones conoce a un hacendado, mucho mayor que ella, que vive en una estancia en el noreste de la Argentina. Se casan y viven felices durante un tiempo. El marido no sospecha nada de las actividades clandestinas de su esposa. La novela termina con que Lucía es asesinada por la policía en conexión con un envío de armas.
El título podría despertar expectativas tanto de una novela feminista como de una novela política. Sin embargo, el tema político está presente pero apenas se menciona y se da simplemente por sentado que es un acto de nobleza transportar armas. El feminismo tiene más importancia ya que la protagonista es una mujer activa, emprendedora, que domina psicológicamente a su marido; también la afición de la protagonista por el estudio podría considerarse un rasgo feminista. A los lectores que, por el título, esperan una novela políticamente comprometida, les sorprenderá el tema, típico de la novela romántica, de la mujer como inspiradora y regeneradora del hombre. En cuanto a la técnica literaria, se trata de una novela tradicional que utiliza un narrador omnisciente y un relato cronológico.
Lo interesante en esta primera novela es que estamos frente a un intento de describir un ideal de vida y en su visión de la buena vida la autora incluye no sólo la lectura, los conocimientos, la conciencia política, la amistad y el amor físico, sino también hay una fuerte presencia de elementos estéticos como la moda, el perfume, la decoración de la casa y la comida. Se habla también de los derechos de los animales y se nota que la autora está a favor del vegetarianismo. En resumen, la autora está intentando elaborar una imagen de la felicidad que es personal, centrado en el individuo, que no corresponde a ninguna ideología conocida. En esta novela, la investigación está presente a través del énfasis en el estudio del multiculturalismo que está presente a través de los objetos de decoración de diferentes culturas.
El imposible reclamo de la eternidad El protagonista de la segunda novela, de 1988, es Manuel Arce, granadino entendido en el arte y la belleza, que vive a mediados del siglo XVIII. Éste se hace sacerdote y viaja junto con otro sacerdote amigo a las misiones jesuíticas en el Paraguay. Cuando llega, queda deslumbrado por la belleza de América y empieza a cambiar en contacto con todas las novedades, incluidas la cultura guaraní. Cuando pasan por su pueblo dos botánicos franceses, padre e hija, Manuel se enamora perdidamente de Daphne, y cuelga los hábitos para vivir con ella. Como en la novela anterior, el protagonista masculino, enamorado, no piensa más que en su elegida.
Otra vez tenemos una técnica literaria sencilla con un narrador omnisciente y un punto de vista que sigue al protagonista, otra vez el relato es cronológico y otra vez lo importante es la elaboración de una visión de la felicidad personal. Lo nuevo es que ya vemos la presencia de la investigadora en el texto, sobre todo en los datos sobre la geografía de la zona con su flora y su fauna, una zona que la autora conoce bien por haber crecido allí, además de haberse documentado cuidadosamente para describir la vida en las misiones.
En la novela hay dos temas principales: un canto a la belleza y a la singularidad de América, contrastada con Europa, y un intento de elaborar una visión de la felicidad personal, basada en la belleza, el amor y el pensamiento. A propósito de América, se destacan la vastedad de los territorios, la exuberancia de la naturaleza, la ambigüedad y la mezcla en los hechos culturales. Manuel, acostumbrado a un mundo más fácilmente definible en Europa, descubre que el tiempo y la medida importan poco en América.
Hay un rasgo feminista y es que Daphne es una mujer culta, una investigadora, además la novela incluye una pequeña enumeración de mujeres famosas en el mundo intelectual a finales del siglo XVIII. Daphne viaja con su padre y como en todos los libros de la autora los viajes son importantes, toma decisiones propias y no duda en iniciar una relación amorosa nada menos que con un jesuita español.
En cuanto a la calidad literaria, esta novela representa un avance muy claro en comparación con la anterior. El marco histórico hace mucho más interesante el relato, la descripción del ambiente es a la vez más precisa y más poética. La autora es también más precisa en su descripción de la buena vida. Rechaza la religión y da énfasis a la reflexión personal tanto en el hombre como en la mujer. Subraya la importancia de la belleza, del trabajo y del orden, elementos que se ven reflejados por ejemplo en la música en la que destacan los guaraníes. La novela tiene ciertas semejanzas con Don Segundo Sombra, publicado en 1926 por Ricardo Güiraldes, en cuanto al interés por los datos etnográficos, la ropa, las fiestas y la vida en el campo. El lenguaje es diferente, sin embargo, ya que Güiraldes utiliza giros populares e incultos, mientras que María Elvira Sagarzazu usa un castellano culto.
Con la tercera novela, de 1993, la autora se basa más todavía en su investigación, en el prefacio dice por ejemplo: América nace múltiple y se cría ladina entre aromas inciertos y familiares venidos de lejos como un vaho de arroz con azafrán (pág. 11), y ya en la primera página del texto se habla de exilio y de búsqueda de raíces. Como en los relatos anteriores, la narración es cronológica y nos llega a través de un narrador omnisciente y de la voz del protagonista, un joven morisco, Luis Araujo, quien asiste impotente a cómo un tío suyo es condenado a la hoguera por la Inquisición, lo cual lo lleva a decidirse por pasar al mundo islámico, y luego de un largo viaje por Marruecos, Egipto, la Meca y Damasco, termina en Asunción del Paraguay donde encuentra a una joven con la que se casa. Como se ve, la autora ha ampliado substancialmente el marco espacial y temporal, y aprovecha sus lecturas sobre el Siglo de Oro español y sobre el mundo árabe-musulmán, además de sus propios viajes; también ha elaborado más todavía su visión personal de lo que es la buena vida.
Reconocemos de la primera novela una actitud antiautoritaria un poco fácil en el episodio sobre el inquisidor. Del segundo libro reconocemos la mención feminista de que la hija de Nebrija enseña en Alcalá, un dato no muy integrado al resto del relato. Como en El imposible reclamo de la eternidad, se da mucha importancia a los aromas, a las comidas, a los trajes, a los árboles y a los ambientes en general. El elogio de América se ve en una expresión como el taller de novedades que era el Nuevo Mundo (pág. 59). Sin embargo, los datos más interesantes tienen que ver con el mundo árabe-musulmán y vienen de la investigación que está realizando la autora al mismo tiempo que escribe la novela. Se habla por ejemplo de la falsificación de partidas de nacimiento (pág. 53).
Se trata de un bildungsroman, una novela en la que un joven descubre el mundo, se descubre a sí mismo y llega a elaborar una visión de cómo quiere vivir. En Tánger, el protagonista, Luis Araujo, se da cuenta de que sus familiares viven del contrabando y de la piratería; La Meca es una experiencia negativa por el polvo y la suciedad pero sobre todo por el sacrificio de animales, es decir que en esa descripción se juntan dos elementos de la ideología de la autora, su posición a favor de los derechos de los animales y en contra de todas las religiones. Luis termina convencido de que la verdadera vida es terrenal y su conclusión es: Alzarse con esa verdad tal vez fuera lo más valioso de casi seis años en tierras del Islam (pág.189). Se traslada a América y viene a parar a Asunción del Paraguay, donde hay otros moriscos como él y donde las fortunas se hacen rápido con poco trabajo. Asunción le ofrece a Luis y a otros el alivio de la ambigüedad (pág.253).
Los dos rasgos más notables de la novela son el marco histórico y geográfico y el intento de elaborar una visión del mundo, ya que los personajes tienen poca profundidad psicológica y el relato no es muy complicado desde un punto de vista técnico. Pensando en las corrientes postmodernas, se ve que la autora pone gran énfasis en la estética, como los postmodernos, pero, para ella, lo bello se basa en el trabajo, en la reflexión y en el descubrimiento personal de cómo es el mundo. Se podría decir que basa en parte su ética sobre la estética y que su ética es la felicidad, el no desaprovechar la vida terrenal. En este texto, la autora es posiblemente algo más ensayista e investigadora que novelista, ya que parece dar más importancia al contenido que a la forma. La puerta del tiempo. ¿No fue nuestro vivir una delicia?
En su cuarta novela de 1998, la autora da un paso más en su desarrollo. La novela es larga y demuestra una madurez tanto técnica como filosófica. La acción se desarrolla en el siglo XVII en lo que es ahora Túnez, donde Mustafá de Cárdenas, el jefe de los andalusíes, ha logrado construir un pequeño imperio de negocios en su finca llamada Grombalia, un imperio basado en el olivo, el almendro y los esclavos. Es un hombre importante, amigo y consejero de los reyes. Recibe como regalo a una joven de origen vasco que ha sido capturada en un ataque de piratería en el que mueren sus padres. La joven Jerónima es hermosa, de temperamento tranquilo y fascinada por la belleza en todas sus formas. Mustafá se enamora de ella y ya no visita a su esposa musulmana, lo cual provoca sus celos y finalmente un intento de asesinato del que escapa Jerónima por pura suerte. La esposa tiene que irse y Jerónima llega a ocupar su lugar. El relato trata del matrimonio y de los altibajos de la situación política y económica. Al final, la pareja tiene que abandonar Grombalia e instalarse en lo que es ahora Argelia, Mustafá muere y Jerónima, ya mayor, se traslada a lo que es ahora Turquía.
Como en las otras novelas, hay un énfasis en lo estético: las flores, la música, la belleza del cuerpo, la comida, el amor físico y el estudio, elementos que se transmutan en felicidad (pág.12). Como antes, la felicidad es el tema central. Se da mucho énfasis también a la relación de pareja y en cómo mantener un buen entendimiento entre los esposos. Otra vez, la belleza de la mujer junto con su sensatez y buen juicio le ganan el amor y el respeto del marido, por los esfuerzos de ambos, como se dice en el subtítulo, su vida se convierte en una delicia. Se podría decir que la imagen que se da del matrimonio es la de un esfuerzo en común por no desaprovechar la vida. La finca de Grombalia está descrita como un pequeño paraíso y los límites de la finca también forman los límites del ambiente desarrollado allí. Desde un punto de vista feminista, la novela podría producir cierta ambivalencia. Por un lado, Jerónima desarrolla su individualidad, estudia, trata a las visitas y adquiere una posición privilegiada dentro del marco de su matrimonio, pero en ningún momento intenta tener una influencia fuera de su círculo familiar. En otras palabras, la protagonista antepone la felicidad personal a la emancipación. Un rasgo interesante desde un punto de vista feminista es que, con el personaje de Mustafá, la autora ha descrito un ideal de hombre, como también en El imposible reclamo de la eternidad.
Se utiliza el verbo filosofar para referirse a Jerónima, éste podría ser el lazo entre los aspectos feministas y el énfasis dado a la reflexión. La imagen que se da de la política en esta novela es la de un juego de poder y la religión sólo sirve de trasfondo para ciertas fiestas. Grombalia es un lugar mágico pero llega a serlo a través de las decisiones tomadas por los esposos, a través de la racionalidad y no de la irracionalidad.
Se habla de fijarse un destino y construirlo y de desactivar lo irracional (pág.200-201). Los políticamente correctos podrían escandalizarse porque se habla de la felicidad a pesar del hecho de que la economía de Grombalia está basada en la esclavitud. El dato se da pero no se convierte en tema principal, como tampoco el origen de las tierras en el Paraguay que adquiere el protagonista de la novela anterior. Como en las otras novelas, hay un marco exótico. En este caso son los elementos árabe-musulmanes, como en El exilio de la gacela, mientras que la cultura guaraní cumple esa función en El imposible reclamo de la eternidad. La comparación cultural está integrada en la reflexión de los protagonistas sobre cómo quieren vivir sus vidas y la actitud de la autora es la del eclecticismo ya que está a favor de seleccionar dentro de cada cultura los rasgos positivos y adoptarlos. Comparación entre La puerta del tiempo y obras de otros autores
Para describir a un escritor no tan conocido, puede ser útil intentar insertarlo dentro del marco de corrientes más amplias. En este caso, los textos del Siglo de Oro español forman una referencia, ya que, leyendo La puerta del tiempo, es imposible no pensar en Cervantes y Los baños de Argel o el capítulo sobre la cautiva en El Quijote, por los temas de piratería, de cautiverio, de frailes y de sumas de rescate, todo contado en un tono sobrio. También se podría pensar en El libro del buen amor por el tono bondadoso, la apreciación de la belleza, la actitud frente al goce, además de la presencia de frailes y curas (1). Se podría comparar también con una obra clásica de la literatura argentina, La gloria de don Ramiro de 1908, ya que Larreta describe un conflicto entre cristianos y moriscos en la España de Felipe II y su protagonista también termina sus días en América.
Borges es una referencia obligada en cuanto a la descripción de culturas lejanas y viajes en el tiempo, pero si las novelas de nuestra autora son eruditas, no tienen el carácter abstracto e impersonal que tienen los textos de Borges. Al revés, el tema constante es que la felicidad se logra a través de la vida concreta y material. Hay semejanzas entre La puerta del tiempo y las obras de los grandes escritores del boom en el afán de crear un mundo autónomo dentro de la novela. Como con el Macondo de García Márquez, vemos cómo Grombalia aumenta en esplendor, llega a su punto de máximo desarrollo y cómo los protagonistas después tienen que abandonar la finca. La diferencia con García Márquez es que en La puerta del tiempo todo está motivado racionalmente, ya que Grombalia no desaparece por una fatalidad sino por las decisiones de un político envidioso. En otras palabras, hay elementos insólitos pero que no son rarezas inexplicables. Si se compara con las obras de las famosas escritoras latinoamericanas de nuestros días, se ven mejor todavía las cualidades de un texto como La puerta del tiempo. Con excepción de la primera novela, sus obras pertenecen al subgénero llamado bildungsroman, la abundancia de datos sacados de la investigación, la reflexión personal y la elaboración de una filosofía de la vida convierten las novelas de María Elvira Sagarzazu casi en un subgénero propio.
Speranza (1995) ha entrevistado a quince autores argentinos de nuestros días, su trabajo nos permite hacer otra comparación. La mayoría de los entrevistados son hombres, casi todos son hijos de inmigrantes, muchos han vivido exiliados en Europa y sólo muy pocos tienen una formación universitaria. Hablan de la influencia del cine y de la literatura norteamericana, pero apenas mencionan la literatura latinoamericana o europea. En este rápido vistazo, se ve que María Elvira Sagarzazu se destaca por ser mujer, tener una sólida formación universitaria, ser investigadora y, además, por estar especializada en el Siglo de Oro. No le interesan algunos de los temas recurrentes de la novela argentina de los años noventa, como pueden ser el ambiente urbano, la novela negra y el tema de la desilusión. Hay elementos de violencia y sexo en sus novelas, pero están tratados sin regodeo, la autora no se identifica con la fragmentación y crítica a la razón, típicas del postmodernismo.
En un volumen de estudios sobre la literatura del Río de la Plata (Kohut 1996), se constata que el realismo mágico y la literatura testimonial o del dictador, siguen siendo los dos enfoques más estudiados de la literatura latinoamericana. La novela del dictador ha sido intensamente estudiada, mientras que la popularidad del realismo mágico podría despertar la sospecha de trivialidad, cree un comentarista. La autora se ha mantenido lejos de estos géneros, quizá con la excepción de la primera novela que tiene cierta relación con la novela testimonial. En el estudio mencionado, se destaca también en la literatura argentina de hoy un interés por la reescritura de la historia. Los autores pueden sentir la necesidad de llenar los silencios de la historiografía oficial y lo hacen con novelas en los casos en los que en otras culturas se podrían haber escrito biografías o ensayos. Allí hay nombres como Belgrano Rawson, Eloy Martínez e Iparraguirre y podríamos incluir a María Elvira Sagarzazu en esta corriente, como también en la corriente que utiliza el viaje como tema central. Otro aspecto que comparte con las últimas tendencias es el interés por el contacto entre culturas, con la diferencia de que, como se ha dicho, no se trata de una mera mezcla de elementos de manera arbitraria sino de un examen de los valores y de la visión del mundo de las diversas culturas.
En resumen, María Elvira Sagarzazu presenta un proyecto literario original dentro del marco de la literatura argentina de hoy. Aprovechando su formación histórica y literaria, intenta plasmar una reflexión filosófica en un marco histórico. Lejos de la corriente postmoderna, pone el concepto de la felicidad humana en el centro de su creación, rehuyendo todas las ideologías oficiales. En el equilibro entre ética y estética, el mensaje es el clásico carpe diem, que la vida es aquí y ahora, que es un "pecado" no vivirla plenamente.
GÜIRALDES, R. (1981) Don Segundo Sombra. Madrid: Cátedra.
KOHUT, K. (ed) (1996) Literaturas del Río de la Plata. De las utopías al desencanto. Frankfurt: Vervuert.
LARRETA, E. (1972) La gloria de don Ramiro. Buenos Aires: Kapelusz .
SAGARZAZU, M. E. (1993) El exilio de la gacela. Buenos Aires: Ed. Sudamericana.
__________, (1988) El imposible reclamo de la eternidad. Buenos Aires: Torres Agüero.
__________, (1985) Lucía Soledad, la comandante. Buenos Aires: Bruguera.
__________, (1998) La puerta del tiempo. ¿No fue nuestro vivir una delicia? Rosario: Ovejero-Martín.
SPERANZA, G. (1995) Primera persona. Conversaciones con quince narradores argentinos. Buenos Aires: Norma.
1. Acaba de salir un volumen de Luce López-Baralt, titulado Un Kama Sutra español (Madrid: Libertarias, 1998). Se trata de un tratado sobre el amor conyugal, escrito o traducido por un morisco español que se había trasladado a Túnez. El texto está en aljamía, es decir, en español escrito con el alfabeto árabe, y el autor se basa en textos anteriores, reflejando una visión musulmana del matrimonio. Este volumen puede servir de trasfondo para subrayar algo que se dice en la novela, es decir, que la visión del matrimonio que tienen los protagonistas es excepcional dentro del ambiente histórico en que están situados. Queda claro en la novela que no se trata de una visión musulmana del matrimonio, pero es difícil desentrañar cuánto tiene de europeo-cristiano, de moderno o de puramente utópico.
Inger ENKVIST
En Revista Virtual Contexto, Vol. 5, N° 7, Julio/Diciembre 2001