Imprentas Rioplatenses "Imprenta de Doctrinas"

2. La Imprenta en el Río de la Plata. Provincia Jesuítica del Paraguay
3. Imprenta de Doctrinas
4. Fondo antiguo de la Compañía de Jesús en Argentina
5. Síntesis Biográfica del Padre Guillermo Furlong S.J.
6. Bibliografía

"La aparición de la imprenta en el Río de la Plata es un hecho singular en la historia de la tipografía después de Gütemberg. No fue importada; fue una creación original. Nació o renació, en medio de las selvas vírgenes, como una Minerva indígena, armada con todas sus piezas, con tipos de su fabricación, manejados por indios salvajes, recién incorporados a la vida civilizada; con nuevos tipos fonéticos de su invención, hablando una lengua desconocida en el Viejo Mundo; un misterio envuelve su principio y su fin…"

Dr. Bartolomé Mitre

Prólogo

Durante el siglo XV y XVI América fue el escenario de la conquista, colonización y evangelización de su vasto territorio por parte de los españoles. Se la dividió, con fines político-administrativos, en dos jurisdicciones: el Virreinato de Nueva España –la mayor parte de la América septentrional e insular– y el Virreinato del Perú –América meridional, excepto Brasil-; en el siglo XVIII, al ampliarse sus dominios, se agregaron dos nuevos Virreinatos: el de Nueva Granada –Tierra Firme o América Central, Colombia y Ecuador– y el del Río de la Plata, además de ocho Capitanías Generales.

La Imprenta se introduce en Hispanoamérica a comienzos del siglo XVI, primeramente en el Virreinato de Nueva España, luego en el Virreinato del Perú, y mas tardíamente, ya durante el siglo XVIII en los Virreinatos de Nueva Granada y del Río de la Plata

En el Río de la Plata, durante el siglo XVII, los jesuitas fundaron sus Reducciones: régimen de vida en comunidad utilizado por esa orden para la colonización y evangelización de los indios; la necesidad de la imprenta se hizo imprescindible pues ya había un cierto desarrollo cultural: los indios -que constituían una población de 10.000 almas-, manejaban con gran dominio la pluma y copiaban libros impresos con toda perfección, y era cada vez más necesario proporcionarles medios de instrucción y satisfacer su afán de lectura.

En respuesta a ello, en una de sus Reducciones, la de "Nuestra Señora de Loreto", nace la primera imprenta en 1695, de la mano de los Padres jesuitas Serrano y Newman, con la ayuda de los guaraníes; fue hecha con madera de las selvas paraguayas, fundiendo los aborígenes los tipos. Con la expulsión de los jesuitas en 1768, la imprenta misionera cesa de funcionar.

Simultáneamente a la fundación de las Reducciones establecieron, en la ciudad de Córdoba, un Colegio que, en 1622 se convirtió en Universidad y cuyo prestigio atrajo a jóvenes de distintos lugares del Virreinato que deseaban estudiar pero no tenían recursos. Surge así el Colegio de Monserrat que les daba alojamiento, alimento y estudio en forma gratuita. Fue necesaria entonces la instalación de la imprenta, que se estableció en dicho Colegio en 1764 y de la cual surgieron algunas obras consideradas entre las más valiosas de la tipografía americana por su impresión artísticamente cuidada y por su elegante portada. Lamentablemente fue breve su funcionamiento, pues al ser expulsados en 1768 los jesuitas del Virreinato del Río de la Plata, la imprenta quedó arrumbada en el sótano del Colegio Monserrat, administrado por los franciscanos.

Por mérito del Virrey Vertiz y Salcedo, se introduce la Imprenta en la ciudad de Buenos Aires, para uso del Gobierno para difundir noticias, bandos y proclamas y para contribuir al sostenimiento de la Casa de Niños Expósitos y dar a ellos un oficio. Se adquiere así la imprenta cordobesa que comienza a funcionar en la Casa de Niños Expósitos, bajo el nombre de "Imprenta de los Expósitos" en 1780, siendo la única del Virreinato hasta 1807.

La Imprenta en el Río de la Plata

1. Provincia Jesuítica del Paraguay

El Consejo de Indias fue quien solicitaba, en ejercicio de sus funciones, el envío de misioneros a América, presentando la petición al Padre Ignacio de Loyola, fundador y superior de la Compañía de Jesús. Si bien se mostró interesado, consideró que su orden todavía no reunía las cualidades para semejante proyecto; recién después de su muerte, más exactamente en 1585, llegaron al Río de la Plata los primeros religiosos de la Compañía de Jesús: los Padres Francisco Angulo y Alonso de Barzana; procedían del Perú y evangelizaron el Tucumán.