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Reflexiones psicológicas sobre prevención y desarrollo personal


  1. Presentación
  2. Reflexiones psicológicas básicas

PRESENTACIÓN

Durante los últimos doce años de mi vida profesional (1996 – 2008), he dedicado mis esfuerzos a la tarea de comprender la personalidad y comportamiento de los trabajadores 2 mineros en sus Unidades Mineras, así como también a emprender diversas iniciativas formativas para contribuir a crear consciencia, compromiso y comportamiento de prevención y liderazgo.

Estas actividades psicológicas y educativas resultan fatigosas por la misma naturaleza de la geografía minera; exigen laboriosidad y paciencia para superar resistencias y dificultades humanas; desafían desde el punto de vista vocacional y laboral; demandan creatividad para llegar a la mente de los trabajadores; así como también requieren continuidad en su aplicación en el trabajo de campo. Ahora bien, estas actividades psicológicas y educativas no siempre son bien comprendidas, pero, a no dudarlo, son sumamente necesarias si hemos de creer -tal como efectivamente creo- que la persona humana es la principal protagonista del trabajo productivo y creativo en la minería.

En el primer capítulo presento reflexiones psicológicas básicas sobre la concepción del trabajador minero como persona humana, extraídas y revisadas de mi libro digital Proyecto de Vida y Planeamiento Estratégico Personal. 3

En el segundo capítulo descubro reflexiones psicológicas suplementarias extraídas de mi Seminario de Prevención y Desarrollo Personal. Por cada uno de los siete módulos que lo conforman extraigo cinco reflexiones. Son, entonces, treinta y cinco reflexiones sobre los temas de:

1º. Responsabilidad y Autocuidado.

2º. Valores del Desarrollo.

3º. Planeamiento de Vida.

4º. Personalidad y Prevención en el Trabajo.

5º. Liderazgo Personal y Prevención.

6º. Liderazgo Interpersonal y Prevención.

7º. Reingeniería Personal y Autoestima.

En el tercer capítulo incluyo un estudio psicosocial realizado en una Unidad Minera 4, sobre un tema todavía poco estudiado y comprendido, relacionado con la cultura y la personalidad del trabajador minero: Paradigmas mentales de trabajadores mineros. En este capítulo adiciono nueve apéndices para ilustrar el estudio psicosocial.

Finalmente, incorporo una bibliografía y filmografía que incluye lecturas selectas y películas sugeridas, confiando que las obras citadas podrán ser del interés de los trabajadores mineros para profundizar en las ideas vertidas alumbrados con las obras literarias y filmográficas de prestigiosos autores.

Primer Capítulo

REFLEXIONES PSICOLÓGICAS BÁSICAS

El ser humano no es una cosa más entre otras cosas; las cosas se determinan unas a las otras; pero el hombre, en última instancia, es su propio determinante. Lo que llegue a ser -dentro de los límites de sus facultades y su entorno-lo tiene que hacer por sí mismo.

Viktor E. Frankl 5

Primer Capítulo

REFLEXIONES PSICOLÓGICAS BÁSICAS 6

En este primer capitulo reviso y comparto catorce reflexiones extraídas de mi libro digital: Proyecto de Vida y Planeamiento Estratégico Personal, las mismas que representan una síntesis de los veintiún capítulos que lo integran. Propiamente estas reflexiones constituyen el conocimiento sobre la persona humana, fundamentada en autores como Abraham Maslow, Carl Sagan, Daniel Goleman, Erich Fromm, Hermann Hesse, John C. Maxwell, Stephen R. Covey, Víctor E. Frankl y Wayne W. Dyer, entre otros que podría mencionar. Estas reflexiones no son un punto de llegada sino precisamente un punto de partida para continuar explorando en la profunda y compleja dimensión humana.

1º. PERSONA HUMANA.

El trabajador minero es una persona humana caracterizada por estar dotada de una muy singular personalidad con dimensiones física, mental, socio-emocional y espiritual, siendo las mismas que aparecen interrelacionadas e interdependientes en un complejo sistema humano y social.

El trabajador minero es ante todo y sobre todo persona humana. No lo olvidemos. Es, pues, el trabajador minero, una persona con personalidad, que comprende, a su vez, las dimensiones física, mental, socio-emocional y espiritual, las mismas que se generan, estructuran, desarrollan y expresan como un sistema interrelacionado e integrado. Es por esta razón que el contrato de trabajo no puede significar que se contrata únicamente las competencias para el trabajo, pues es la propia persona en su unicidad la que se hace presente en el mundo del trabajo con su mundo físico, intelectual, emocional, social, cultural y espiritual.

No son pocos precisamente los conflictos socio-laborales que tienen sus raíces en concepciones de la persona humana deshumanizadas (me importa que trabajes y todo lo demás no es mi problema), autoritarias (yo pienso y mando y tú trabajas y obedeces) o desvalorizadoras (solo sirves para realizar trabajos duros y sucios). Dada su singular importancia es necesario reiterar el concepto: El trabajador minero que acude cada día de su vida a trabajar es ante todo y sobre todo persona humana.

2º. PROYECTO DE VIDA.

El trabajador minero es un a persona humana que representa un proyecto de vida singularísimo en el complejo devenir histórico de la existencia del hombre.

La persona humana -el trabajador minero- encarna un proyecto de vida que comprendiendo la realidad psicológica, social y ontológica, representa también una absoluta singularidad en el devenir histórico de la existencia. Es así, pues, que cada persona tiene por única vez la oportunidad de hacer sentir su presencia en el mundo. Sabiéndose que por cada ser humano presente hoy en el mundo, han existido muchísimos otros que le han antecedido mediante las generaciones del pasado. Y cada nuevo ser venido al mundo es de manera absoluta una novedad en la sociedad humana. Es así, entonces, que la vida humana se crea y se recrea de forma incesante. Por lo tanto, el proyecto de vida, no es sino la posibilidad de realización que tiene la persona en el mundo. El proyecto de vida se va desarrollando a lo largo de toda la existencia del individuo y se configura con el sentido de vida, los principios y valores humanos, la vocación humana, el potencial humano, la visión de futuro y el compromiso consigo mismo.

3º. INTELIGENCIAS COGNITIV A, EMOCIONAL Y ESPIRITUAL.

El trabajador minero es una persona humana con dimensiones biológica, psicológica, social y espiritual, que posibilitan su expresión en su mundo circundante, reflejando, al mismo tiempo, su mundo interno.

El trabajador minero posee una dimensión psicológica muy compleja que posibilita la expresión de su persona en su mundo circundante, reflejando, al mismo tiempo, su mundo interno. No solo permite la adaptación del hombre en su entorno sino también su propio crecimiento y desarrollo. Se relaciona con el proyecto de vida y permite su realización a través de la actividad del planeamiento. La inteligencia cognitiva -popularmente imaginada como un número expresado en un cociente intelectual (CI)- es, en realidad, un complejo de funciones mentales que posibilitan la percepción, el análisis, la síntesis, la comprensión, la memoria, el lenguaje, las aptitudes, las habilidades y las inteligencias múltiples. La inteligencia emocional es comprendida como aquella parte de la personalidad humana, rica en expresividad, que se manifiesta en el mundo interno y en las relaciones interpersonales, abriendo múltiples posibilidades creativas. La inteligencia emocional permite desde la creación de la propia persona hasta la recreación de nuevas relaciones interpersonales y la realización humana a plenitud. Sin olvidar la inteligencia espiritual que refleja el sentido de vida, la lucha por encarnar en nuestras decisiones y acciones los principios de compasión, fe, devoción, amor y entrega. Todas estas inteligencias se enriquecen en sus interrelaciones y son un fruto precioso de la persona humana.

4º. PLANEAMIENTO DE VIDA.

El trabajador minero es una persona humana capaz de logros significativos en la misma medida que sea competente para asumir el liderazgo de su propia vida en forma responsable, libre, creativa, plena y comprometida.

El planeamiento de vida como una filosofía, técnica y arte, posibilita para el individuo:

? La revelación de su sentido de vida.

? El fortalecimiento de sus principios y valores humanos.

? El descubrimiento de su vocación humana.

? La activación de su potencial humano.

? La reflexión sobre su visión de futuro.

? La orientación hacia su proyecto de vida.

? La madurez de su inteligencia emocional.

? El impulso de su autoliderazgo y liderazgo social.

? La expresión de su individualidad.

? El desarrollo de su creatividad.

? La consolidación de su cultura de previsión.

? El fortalecimiento de su compromiso consigo mismo.

Estos significativos logros humanos son viables en la medida que la persona asuma el liderazgo de sí mismo en forma responsable, libre, creativa, plena y comprometida. Así pues, el planeamiento de vida debe concebirse como un proceso de realización que se renueva de manera periódica y no como un objetivo final a conseguir. En otros términos, el planeamiento de vida es un camino a recorrer y no tanto un punto de llegada.

5º. SENTIDO DE VIDA.

El trabajador minero es una persona humana que está llamada a descubrir en forma permanente e incesante el sentido de su propia existencia, siendo su singular respuesta la que constituye una medida de su estatura como ser humano.

El sentido de vida es exigido a la persona humana en forma permanente e incesante por el propio ser. Reclama al individuo una respuesta de cara a los problemas, conflictos y riesgos que debe enfrentar en su quehacer existencial, pero también adquiere relieve en aquellos momentos de esfuerzo, realización y plenitud. Cada persona es llamada a descubrir el sentido de su propia existencia en cada momento de su vida. La pregunta fundamental es entonces: ¿Cuál es el sentido de mi vida? Y es cada persona la responsable de responderla con su propia y singular existencia. Y con cada paso que da la persona en su vida también responde por el sentido con la calidad de sus elecciones y actuaciones. En suma, el sentido de vida pone a prueba al individuo en todas las circunstancias de su vida, y es su propia respuesta la que constituye una medida de su estatura de integridad y humanidad.

6º. PRIN CIPIOS Y VAL O RE S H U MANOS.

El trabajador minero es una persona humana enriquecida por principios y valores humanos que iluminan el camino de su existencia, y que orientan permanentemente sus decisiones y acciones.

Los principios y valores humanos iluminan el camino de la existencia y orientan permanentemente las decisiones y realizaciones del hombre. Estos principios y valores humanos son esenciales para la vida humana y forman parte de la naturaleza espiritual del hombre. El fortalecimiento de los principios y valores humanos ayuda poderosamente al individuo, pero también a la comunidad en la que éste vive al facilitarle la expresión plena de sus capacidades, potencialidades y objetivos. Detrás de las elecciones y acciones pueden encontrarse los principios y valores que los han animado. Siendo también estos principios y valores humanos las fuerzas rectoras que ayudan a comprender la rectitud de los actos. Sin que podamos olvidar que la trasgresión de principios y valores humanos pueden dar origen -tal como ha sido vivido en muchas épocas y diversos lugares- a situaciones absolutamente horrorosas para la humanidad.

7º. POTENCIAL HUMANO.

El trabajador minero es una persona humana provista de un rico potencial de desarrollo q u e significa una reserva extraordinaria de posibilidades de realización en beneficio de sí mismo y su sociedad.

El potencial humano involucra una reserva extraordinaria de posibilidades de realización para el individuo y la sociedad. La persona humana es propiamente el ser, aquello que en verdad se es en un momento dado; pero, al mismo tiempo, es también aquello en lo que puede llegar a convertirse por sus potencias. A través de su existencia la persona busca aquellas relaciones y situaciones que pueden ayudarla a expresar plenamente sus potencialidades. ¿Cuál es el límite del desarrollo de la persona humana? Físicamente es indudable que tiene un límite impuesto por su misma naturaleza orgánica. Mas cuáles serían esos mismos límites en sus dimensiones psicológica, social y espiritual. Realmente no existirían, pues es cada persona la que establece sus propios y singulares límites que le proporcionan seguridad y realización, pero que también la condicionan y limitan. Es indudable que la expresión del potencial humano ayuda poderosamente al logro de una mayor efectividad personal, organizacional y social. Así como también la ruptura de esos mismos límites origina nuevos paradigmas, descubrimientos y creaciones en la sociedad.

8º. VOCACIÓN HUMANA.

El trabajador minero es una persona humana entregada por la vocación fundamental de ser humano, sobre la cual se sustentan todas las demás vocaciones humanas.

La vocación fundamental de la persona es la vocación humana. Es sobre esta vocación primaria que se sostienen todas las demás vocaciones. Es la vocación una fuerza que de manera misteriosa llama a la persona a convertirse en un ser humano a plenitud. Las demás vocaciones vienen por añadidura, y ciertamente son también importantes para la cristalización de los ideales, aspiraciones y ambiciones. A ser persona humana se encuentra llamado cada individuo y no puede desoír este llamado proveniente del propio ser. El descubrimiento de la vocación humana causa un deslumbramiento que estimula a la persona en pos de su plena realización. Y con cada paso que da en la vida la persona afirma y reafirma constantemente su propia vocación. Pero la vocación también tiene un componente social, cultural e histórico que contribuye al moldeamiento de las vocaciones en las sociedades. De manera que al lado de los factores individuales también se encuentran los factores sociales en permanente interrelación.

9º. VI SI ÓN D E F U TUR O.

El trabajador minero es una persona humana con una visión de futuro que representa un sueño de realización que le acompaña y que le muestra, en el presente, sus posibilidades de realización futura.

La visión de futuro que como un sueño acompaña al hombre y que le muestra en el presente sus posibilidades de realización futura resulta muy estimulante para su propio desarrollo. La visión de futuro avizora en la circunstancia presente la proyección futura. El hombre no solo es lo que es sino también aquello en lo que puede llegar a transformarse, y este llegar a ser se manifiesta también bajo la forma de una visión que impulsa al cambio, al descubrimiento y la creatividad. Los grandes descubrimientos, conquistas y realizaciones humanas también han significado una visión de futuro. Pero esta visión de futuro necesariamente debe transformarse en acción mediante la canalización de las energías humanas. No menos importante es que estas energías impulsoras se condicionen a los principios y valores humanos, por cuanto su distorsión es causa de aberraciones humanas y sociales.

NOTAS:

2 De entrada debo esclarecer que, en el contexto de este trabajo, utilizo el término "trabajador" en su sentido más amplio, vale decir que entiendo por trabajador a toda aquella persona que, con independencia de su puesto, ocupación, cargo, empleo o función, realiza un trabajo dependiente, percibiendo una remuneración, por medio de una planilla de pagos, o independiente, cobrando honorarios profesionales.

3 Mi libro digital Proyecto de Vida y Planeamiento Estratégico Personal puede bajarse gratuitamente de la siguiente página web: http://www.capitalemocional.com/Libros/ebooks.htm

4 En el tercer capítulo incorporo un estudio psicosocial realizado en una Unidad Minera, la misma que está adscrita a una empresa de la mediana minería y que, al mismo tiempo, forma parte de una corporación empresarial minera. Los ejemplos que detallo en este capítulo, así como los apéndices que incluyo al final del capítulo, corresponden a la misma Unidad Minera. Es así, de esta manera, que puedo diferenciar mejor la realidad social de los trabajadores mineros que forman parte de este estudio psicosocial.

5 Viktor E. Frankl (Viena, 1905 – Viena, 1997), médico humanista por antonomasia, fue autor de una extensa y valiosa obra que se inscribe en el marco de la tercera escuela vienesa de psicoterapia, conocida como logoterapia. Su obra escrita más importante y representativa es El hombre en busca de sentido (1946), de donde precisamente he extraído esta cita para ilustrar este capítulo. Por su providencial sobre vivencia de los campos de concentración nazi y su vida ejemplar puesta al servicio del hombre, puede considerársele a Frankl como uno de los prototipos más valerosos de dignidad humana.

6 Las ideas expresadas en esta primer capítulo, constituyen propiamente el fundamento de mi Seminario de Prevención y Desarrollo Personal, actividad formativa que he venido desarrollando desde hace una década en diversas empresas de la minería nacional.

 

 

Autor:

Ricardo Vargas Trepaud