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La vie scélérate de Maryse Condé: ¿novela intrahistórica?

Enviado por Joan Robert Chávez


  1. Diegesis, relato e historia
  2. La instancia narrativa
  3. El narrador historiador
  4. La vie scélerate de Maryse Condé: ¿novela intrahistórica?
  5. Referencias Bibliográficas

La novela La vie scélérate de la escritora guadalupana Maryse Condé se compone de cuatro partes en las que se van desplegando los hechos más significativos de la vida de cuatro generaciones de la saga familiar allí representada, la familia Louis. Los acontecimientos se desarrollan a lo largo de ocho décadas del siglo XX y el centro de operaciones es la isla de Guadalupe. En esta novela, un miembro de la última generación de su familia (Coco) reconstruye "la historia" de los suyos a partir de acontecimientos individuales que en su interrelación van dando cuenta de la evolución histórica de la comunidad guadalupana. Este proceso le permitirá a este personaje salir de su mudez, comprender y comprenderse…

En este artículo determinamos, a través de los modelos semiótico-narratológicos propuestos por Joseph Courtès (1991) y Gérard Genette (1972; 1983) que La vie scélérate[1]novela representativa de la literatura caribeña francófona, tiene cabida dentro de lo que plantea Luz Marina Rivas (2004) sobre la llamada "novela intrahistórica" en su obra La novela intrahistórica: Tres miradas femeninas de la historia venezolana. Desde el punto de vista semiótico, el enfoque de Courtès (1991) nos permite establecer las grandes líneas de fuerza que operan en el interior de esta obra de ficción y establecer un mapa de interrelaciones entre los programas narrativos de las cuatro generaciones de la familia representada en la ficción. Por otra parte, el modelo narratológico propuesto por Genette en su obra Figures III (1972) que luego es complementado por este mismo autor en Nuevo discurso del Relato (1983) nos permite analizar el relato[2]en su relación con la historia[3]en las categorías de Tiempo, que concierne a las relaciones entre relato y diegesia[4]y Modo, las modalidades de la representación narrativa que conciernen a la manera cómo la instancia narrativa[5]se encuentra implicada en el relato; y con la instancia narrativa sus dos protagonistas: el narrador y su narratario[6]real o virtual, al que se le denomina Voz [7]de la que forman parte entre otros el narrador en 1ª y 3ª persona en su relación con la instancia de la enunciación.

Por su parte, Luz Marina Rivas (2004) describe las características generales de la novela histórica y aplica a esta descripción el término de origen unamuniano "Intrahistoria", con el propósito de teorizar sobre la fusión novela histórica-intrahistoria para así definir el marco general de lo que llamará "novela intrahistórica". Según Rivas, la novela histórica se caracteriza por la recreación del pasado en el interior de la ficción desde la distancia que le confiere una conciencia de la historia, textualizada:

como instancia de evaluación, reorganización e interpretación de hechos históricos, en el marco de lo público o de lo privado, y para cuya construcción se vale el autor de géneros discursivos diversos o hasta de hibridaciones genéricas. (Rivas, 2004: 40)

mientras que "la novela intrahistórica" sería un sub-tipo de la novela histórica, pues guarda los mismos patrones y caracterizaciones de la novela histórica, pero con la diferencia de que en la intrahistórica asistimos a una reelaboración ficcional de la historia

desde la perspectiva de los subalternos sociales, que aunque víctimas de la misma, no son sus agentes pasivos, tienen un bagaje histórico entendido como vínculo entre pasado y presente dado por la costumbre y los modos culturales transmitidos generacionalmente (Rivas, 2004: 79).

Rivas nos aclara además, que "la novela intrahistórica" no es un discurso historiográfico y que como obra de ficción que es tiene su propia poética, cuya caracterización, organizada por esta autora, enumeramos a continuación: 1.-Construcción de personajes ficcionales subalternos (…) a través de los cuales se ficcionaliza la historia de lo cotidiano. 2.-Apropiación de los géneros de la intimidad y de los márgenes, es decir de formas de contraliteraturas (…) que incluyen diarios, testimonios y relatos autobiográficos. 3.-Apropiación de lenguajes y formas de la cultura popular, como la oralidad, el mito y las distintas formas de la cultura de masas. 4.-Metahistoria, como una forma de hacer patente la conciencia de la historia que define la novela histórica". (Rivas, 2004)

De la relación dialéctica entre los resultados obtenidos a través del modelo semiótico-narratológico y su posterior contraste con la caracterización que Rivas (2004) presenta sobre "la novela intrahistórica", se desprende la organización de este artículo: en primer lugar, nuestras observaciones en torno al discurso narrativo de La vie scélérate y, en segundo lugar, el análisis de esas observaciones a la luz de la teoría de Luz Marina Rivas.

Diegesis, relato e historia

La "diegesis" de "La vie scélérate" es la evolución de la sociedad post-esclavista imperante en Guadalupe aún 50 años después de la abolición de la esclavitud en las Antillas francesas (1848), y los profundos traumas que arrastran sus habitantes como consecuencia del sistema piramidal colonial vigente durante tres siglos, traumas que comparten con los otros integrantes de la diáspora negra, tanto en EE.UU, como en otros lugares del Caribe.

En el discurso narrativo de La vie scélérate observamos que los espacios están balizados por fechas que corresponden al desarrollo del recorrido discursivo de cada personaje; por ello, no hay grandes anacronías en el tiempo del relato. En líneas generales al relacionar las fechas, lo que se advierte es que la historia de los Louis se desarrolla de manera cronológica entre 1887, fecha de nacimiento del patriarca, y 1986, fecha en que el narrador (Coco) nos dice que Ottavia – la cantante haitiana que compartió por un tiempo su vida en Jamaica– regresó a Haití después del derrocamiento de Duvalier hijo.

Hay pocas analepsis[8]y aún menos prolepsis[9]Hemos observado una sola analepsis externa[10]en forma de relato sumario[11](14-17) que cubre los años 1887 a 1904, y que sirve de anclaje de la diegesis: el mundo post-esclavista en el que nació el patriarca de la saga y el momento en que se establece el contrato de su programa narrativo[12]salir del régimen de plantación. La prolepsis más importante –aparte de los numerosos sueños premonitorios de los diferentes personajes– corresponde a la convicción de Aurelia de que regresará a las Antillas (322), pero se presenta en forma virtual, al final de la obra.

Las rupturas que se perciben en el relato primario[13]corresponden más a informaciones fragmentarias que vienen a completar algún recorrido discursivo o a intervenciones de voces diferentes que se combinan o se solapan para formar como un mosaico de puntos de vista sobre un mismo problema. Lo que Genette (1972:207) denomina focalización variable o múltiple.

La instancia narrativa

Las pocas críticas que hemos encontrado sobre esta obra afirman que el narrador es una adolescente (Souriau, 1995; 1997), y la historia y el discurso así lo confirma: "Vrai ou faux? Mes quatorze ans et demi n"étaient pas en mesure d"en décider!"(333).[14] No obstante, consideramos que, si bien la recopilación de los datos que el narrador utilizará para reconstruir la historia de su familia, termina en la década de 1970, la "narración"[15] se extiende por una década más, hasta 1986. El narrador extradiegético[16]que ensambla los fragmentos de información que ha recogido y evalúa ( Vrai ou faux?) no sólo la ejecución de los programas narrativos (Courtès, 1991), sino también la actuación del narrador intradiegético-homodiegético[17]según nuestros cálculos, estaba cerca de los 26 años…

Niveles del relato[18]

Los pasos para armar el rompe cabezas del "misterio" de la desaparición de Bert y los suyos, nos permitirá revelar cómo funcionan los niveles de la situación narrativa[19]en este relato.

Los recorridos discursivos del grupo de personajes que hemos englobado bajo el rubro de "los silenciados" entre los cuales se encuentra el narrador intradiegético, adquieren particular interés, cuando nos referimos a las voces, los niveles del relato y la focalización[20]El texto es explícito a este respecto, puesto que nos encontramos con dos presentaciones diferenciadas de los demás meta-relatos: el RÉCIT DE GILBERT DE SAINT-SYMPHORIEN (153-164) y el RÉCIT D"AURÉLIA (308-322). ¿Cómo se insertan estos relatos en la trama de la ficción?

RÉCIT DE GILBERT DE SAINT-SYMPHORIEN (153-164)

El primer fragmento de este relato se anuncia con:

Le 20 décembre 1953, (…) Jacob reçut au magasin la visite d"un bel inconnu: M. Gilbert de Saint-Symphorien, récemment revenu de Paris pour reprendre le cabinet de son père. Les deux hommes restèrent enfermés quatre heures (152)[21]

Estamos en el nivel del relato primario y un narrador extradiegético da cuenta de los hechos.

Sigue el meta-relato[22]del visitante, narrador intradiegético puesto que es amigo de Bert desde los bancos del colegio en Guadalupe (82). Sin embargo, este relato que habla de Bert en tercera persona también nos dice: "…son ami Gilbert de Saint-Symphorien auquel il avait annoncé sa venue n"était pas là." (153)[23], estamos por lo tanto ante el meta-relato, en discurso transpuesto, del meta-meta-relato de Gilbert a Jacob, quien se lo transmite a su hermano Jean principalmente en el modo narrativizado, tal como se infiere de la página anterior al título del "RÉCIT DE GILBERT DE SAINT-SYMPHORIEN": "Jacob arrêta sa voiture devant la maison de Mario et Adélia (…) et hurla:–Jean! Jean!(…) – Il l"a tué! Il l"a tué! C"est lui qui l"a tué!" (152)[24] en una concatenación de narrador intradiegético / narratario intradiegético[25]que se transforma a su vez en narrador intradiegético dándole al nuevo narratario (Jean) la versión de Gilbert salpicada por sus propias interpretaciones -¿las de Gilbert? ¿las de Jacob?- acerca de las reacciones de Bert ante las situaciones que a éste le tocó enfrentar. Se está por lo tanto ante una focalización interna, o restringida, a pesar de la reproducción en estilo directo de las palabras de los diversos interlocutores de Bert en Francia, de la intercalación de las dos cartas de Bert a Gilbert (157 y 162) y de la de Jean Joseph (162) al viejo Albert en solicitud de ayuda para su hijo en apuros, y de las intervenciones del narrador de turno: Jacob, o Saint-Symphorien, o del narrador extradiegético del relato primario, cuya función es re-articular, controlar las voces para volverlas inteligibles, con fragmentos tales como: "C"est Xavier de Lannoy qui parle ainsi."(160)[26] "C"est Joseph qui parle!"(161)[27]; o las que pueden atribuirse a Jacob "Gilbert de Saint-Symphorien ne possède ni la lettre que le pauvre garçon finit par écrire à son père ni la réponse qu"il reçut de celui-ci"(162)[28] o "Cette lettre n"eut pas de réponse"(163)[29] ; o la del enunciador que, en un guiño evidente ironiza acerca de la situación melodramática que ha construido: "Ici Gilbert de Saint-Symphorien pleure. Respectons ses larmes!". (163)[30]

RÉCIT D"AURÉLIA (308-322)

Un cambio de maestra en el curso al que asiste la niña Coco para recuperar su atraso escolar, la pone en contacto de manera inesperada con Aurelia, la hija de Bébert, de la que nunca había oído hablar:

A ce que je vois, tu t"appelles Louis et tu viens de la Guadeloupe? Moi aussi! Enfin presque! C"est une très longue et douloureuse histoire que je te raconterai quand nous serons amies (…) (307)[31]

El narrador extradiegético presenta la historia: "Voici le récit d"Aurelia" (398)[32]. Sigue el discurso narrativizado de la vida de Bébert, en el que se incrusta el discurso restituido con focalización interna de Bobby Alfred, en estilo directo, alternando con el discurso narrativizado del narrador intradiegético, en el que se incrusta además, entre paréntesis, una intervención en estilo indirecto libre, – ¿Coco? ¿Aurelia?- : « Pourquoi, de retour au pays, Gilbert de Saint-Symphorien rompit-il tout contact avec son filleul? Cela demeure un mystère." (311)[33]

y otra similar, esta vez sí, atribuible al narrador extradiegético del relato primario, que controla las voces:

Où et comment Bebert, musicien à la dérive, rencontra-t-il Lucette Legendre, petite main chez un grand couturier à qui il a fait une fille? Il ne semble pas que cette rencontre-là ait beaucoup compté dans sa vie(…)(312)[34]

Luego toma la palabra Aurelia en estilo directo, convertida en meta narrador intradiegético-homodiegético, para evocar sus experiencias infantiles, lo que convierte al narrador extra-diegético en narratario (Coco). Luego Coco vuelve a asumir su papel de narrador intradiegético-homodiegético: para involucrarse en el relato de Aurelia, "investida de una misión" (314): la de suministrar la información que Aurelia necesitaba, acerca de la isla y la familia.

Sigue el discurso narrativizado, poblado de las voces de las visitas que ambas muchachas (Coco y Aurelia) hicieron a la familia de Aurelia en París, en casa de la abuela de ésta en Angers.

Este episodio termina con la convicción de Aurelia de que muy pronto "regresará a su casa en Guadalupe" (322).

Confiamos en que este análisis de los modos de narración, permitan dar cuenta de la estructura narrativa de esta novela, cuyo croquis (Ver gráfico nº 1) presentamos a continuación:

Niveles de la situación narrativa: relato primario y meta-relatos

Gráfico nº 1

(Presentación basada en Genette, 1983:55-64. Léase el croquis de afuera hacia adentro.)

La vie scélérate de Maryse Condé.

edu.red

El narrador historiador

El narrador intradiegético en varias oportunidades (308, 349) asume el reto de reconstruir la historia de los suyos: "Une histoire des gens très ordinaires(…) Il faudrait que je la raconte et ce serait mon monument aux morts à moi(…) Un livre sans grands tortionnaires ni somptueux martyrs. Mais qui pèserait quand même son poids de chair et de sang. Histoires des miens."(340).[35]

Es pues explícita la conciencia de estar haciendo historia, en su acepción tradicional: una obra que se hace para transmitir a la posteridad la memoria de una persona "ilustre", de un suceso importante o de una época digna de recuerdo y consideración, "un monumento". Desde el punto de vista oficial, evidentemente ningún miembro de la familia Albert puede calificarse de ilustre y no tiene por consiguiente cabida en la Historia, y es precisamente dando cabida a los "silenciados" de la historia oficial, como se la subvierte. Nuestro narrador intradiegético agrega, además, que para recuperar del olvido esta franja de la sociedad, "Il nous en a fallu du soufflé et de la voix pour assembler nos connaissances, les ordonner, les comparer, boucher les trous, déduire, induire, comprendre pourquoi deux morts manquaient à l`appel de notre nom"(308)[36]

"…los míos"- ¿Comunidad de subalternos?

Al detenernos en la diegesia de esta obra, observamos varios elementos significativos:

1º En primer lugar, el universo espacio-temporal en el que se actualizan las acciones instaura como centro de operaciones el Caribe: Guadalupe – para la fecha del inicio de la "historia", colonia francesa; y posteriormente, Departamento de Ultramar de la República Francesa – Jamaica, Cuba, Haití, Panamá, y periodos cortos en San Francisco y Nueva York, en EE.UU, y Francia, en Europa. Podemos pues decir que la ficción se construye al borde de la órbita de poder del mundo occidental, en la "periferia", en un medio marginal regido por distintos grados de dominación u opresión, según la época, ya que la trama va desplegándose a lo largo de todo un siglo.

Desde el punto de vista geo-político, estamos pues en el campo de la "subalternidad", tal como la definen los Estudios Culturales (During, 1999) con los consiguientes grandes sub-conjuntos, caracterizados por los programas narrativos de los distintos personajes, caracterizados a su vez por la comunidad a la que pertenecen: guadalupana, jamaiquina, afro-americana, cubana, haitiana, etc.

2º La construcción de los personajes se va definiendo de acuerdo a la situación histórica que les toca vivir:

a).-En la primera generación (ver gráfico nº 2), sociedad post-esclavista: 1875-1915, caracterizada por la explotación, la segregación, el racismo y la opresión que le tocó sufrir al Patriarca Albert, sujeto operatorio[37](personaje en torno al cual giran las acciones) de la primera parte de la novela, que focaliza la primera generación de la familia Louis.

b).-Para la segunda generación de la saga (1915-1970), acceso al poder económico (primera mitad del siglo XX), con su correlato de acceso a la educación, y con ella, la adquisición de valores que se llevan a la práctica de forma contradictoria. Siguen funcionando el racismo, la explotación y la segregación, pero esta vez es en dos direcciones, ya no son sólo los blancos, "bekés" o estadounidenses, los que segregan o explotan. También lo hacen los negros, Albert y su hijo Jacob, con sus hermanos de color y hasta de clase social, en el caso del primero. Los mulatos de la isla segregan al negro Jacob, a pesar de su situación económica, y Bert es exiliado a Francia por su propio padre, el patriarca Albert, a causa de su amistad con Gilbert de Saint-Symphorien, el beké.

c).-Dentro de esta misma segunda generación, aparecen dos derivaciones importantes cuyas trayectorias se separan del "centro afro-americano", en sentido opuesto:

  • la de Serge, el médico, casado con una francesa del Hexágono, también profesional, el perfecto "asimilado", que se aparta de su familia en su ascenso social y político, para insertarse en el "poder" de la isla.

  • la de Jean, el maestro, que se interna en la Guadalupe profunda para escribir la "Historia de la Guadalupe desconocida", educar al "pueblo" dentro del marco de lo autóctono, y militar, hasta el sacrificio de su propia vida, por la independencia de la isla.

d).-La tercera generación (1925-1970.); que cubre una trayectoria que va del excluido por la propia familia guadalupana, cuyos miembros nunca contestaron sus cartas, (Bébert, el hijo de Bert); la fracasada Thécla, que se auto-excluye por rebeldía ante la falta de autenticidad de los suyos, y por su falta de auto-estima que contrasta con sus aspiraciones existenciales y revolucionarias, carentes de realismo; hasta Dieudonné, el hijo de Jean, quien se propone seguir los pasos de su padre, pero dándole a la lucha por la independencia "un rostro más humano". A este grupo conviene agregar la familia Pastor, representativa de la familia hispana afro-americana en Nueva York, y los demás "marginales" de la Pensión Waterloo en Kingston.

e).-La cuarta generación, constituida por los nacidos en el período posterior a la Segunda Guerra Mundial, es la de la voz de los "silenciados" (182), en términos de la propia narradora, hija bastarda de la inadaptada Thécla, tachada de la familia por su propia madre durante diez años, y cuya educación irregular en todos los sentidosmoral, formal, intelectual – la convierte en una niña con retraso escolar que necesita cursos de recuperación. También forma parte de este grupo, Aurelia, la hija también bastarda de Bébert, el hijo de Bert, heredero de la tachadura de la familia que sufrió su propio padre, y de cuya existencia no tiene conocimiento dicha familia guadalupana.

Ahora bien, al caracterizar como "subalterna", la comunidad a partir de la cual se narra la historia, aparecen datos interesantes que modifican la propuesta de Spivak(1988) de que los subalternos no tienen voz: Jean consigna su voz en la publicación de "La Guadalupe desconocida" (46) y las dos jóvenes Coco y Aurelia pertenecientes a la última generación, salen de su ámbito de silencio y asumen su rol de narradores intra-homodiegéticos (Genette,1972;1983), para reivindicar su pertenencia a la comunidad étnico-cultural de la isla de Guadalupe y a la saga de los Louis, independientemente de su lugar de nacimiento, y reivindican además la inclusión de los otros silenciados en el "monumento a los muertos" del cementerio patriarcal.

Además, si bien la "historia" ficcional narrada en esta novela se caracteriza por la perspectiva interna de la diáspora negra, los blancos no aparecen como el polo único desde el que se explota, se excluye, se oprime o se silencia. El tratamiento de la dictadura de los Duvalier por parte del narrador historiador, está lejos de ser indulgente; y la exclusión no es unidireccional, sino que irradia y se refracta en todos los sentidos: Los blancos americanos excluyen a los negros, los panameños a los antillanos, los antillanos anglófonos a los francófonos. El patriarca Albert, de la primera generación, excluye y silencia a su propio hijo Bert y a todos los de su linaje, por su supuesta connivencia con los blancos del "hexagone", y se auto-excluye tanto en Panamá como en Guadalupe. Thécla se auto-excluye de su familia y silencia a su vez la existencia de su hija por prejuicios pequeño-burgueses. Es como si, hasta la segunda mitad del siglo XX, una maldición pesara sobre esa comunidad y "la vida perversa" (la vie scélérate) se ensañara contra sus miembros, impidiéndoles encontrar el equilibrio.

Vemos entonces cómo Coco acumula todos los rasgos del "subalterno": en lo social (ya que es hija natural en una familia pequeño-burguesa), en lo étnico (porque es negra), en lo económico (ya que crece en comunidades marginales, principalmente en el Caribe inglés). Coco recibe una educación formal discontinua, y además es mujer

La vie scélerate de Maryse Condé: ¿novela intrahistórica?

Desde la óptica de la "novela intrahistórica" Rivas (2004), hacemos las siguientes observaciones:

En primer lugar, la diegesia de La vie scélérate se corresponde con lo que los Estudios Culturales anglo-sajones denominan la "subalternidad" (During, 1991:41-46), por su pertenencia a la periferia de los centros hegemónicos de poder del mundo occidental y por su dependencia cultural, económica y política de algunos de esos centros, lo que genera un profundo sentimiento de alteridad y exclusión en los personajes.

En segundo lugar, el análisis de la situación narrativa y sus niveles nos revela que estamos ante una ficción construida a base de fragmentos sueltos (Condé, 31-37), materializados en cartas, testimonios orales, fotografías, noticias periodísticas, etc.

En tercer lugar, el análisis del discurso narrativo de la novela pone en evidencia la presencia de diferentes formas de la cultura popular representada en la ficción. Efectivamente, hemos encontrado 66 ocurrencias de expresiones créoles guadalupanas, pertenecientes al campo de la oralidad, atribuidas a personajes nativos de la isla y de nivel cultural bajo

En cuarto lugar, se problematiza la visión de la historia, tanto en la percepción de los componentes simbólicos (monumentos, pp 50-53), como en los acontecimientos en los que los subalternos aparecen como víctimas de la explotación (pp. 49-50) o de la guerra (pp. 63-64). Los "héroes" de la Historia Universal pierden relieve y se convierten en simples elementos referencializadores, mientras que los que pertenecen a la comunidad negra crecen en el imaginario popular y se convierten en sujetos de mitos de la historia regional (pp. 30-31) o de la diáspora negra independientemente del lugar donde ésta se radique (pp. 54-56)

En su rol de narrador-historiador, el personaje que asume esa función (Coco) manifiesta abiertamente su conciencia de estar escribiendo historia con mirada y técnicas de historiador (pp. 65-69), sólo que se trata de la historia de los suyos, cuya interpretación cuestiona y subvierte la historia oficial.

Finalmente, podemos decir que La vie scélérate de Maryse Condé, como muchas otras ficciones producidas por autoras caribeñas, se inscribe dentro de la caracterización sobre la llamada "novela intrahistórica" que Luz Marina Rivas (2004) presenta en su obra La novela intrahistórica: Tres miradas femeninas de la historia venezolana.

Referencias Bibliográficas

Condé, Maryse (1987). La vie scélérate. Paris, Seghers.

Courtès, Joseph (1991). Analyse sémiotique du discours – de l"énoncé à l"énonciation

Paris: Hachette Supérieur.

During, Simon (comp.). (1999). The Cultural Studies Reader. London and New

York: Routledge.

Genette, Gérard (1972). Figures III. Paris: Seuil.

_____________ (1983).Nouveau discours du récit. Paris: Seuil.

Rivas, L. M. (2004). La novela intrahistórica: Tres miradas femeninas de la historia

venezolana. Mérida: El otro el mismo.

Souriau, Marie-Agnès (1995). « ¨La vie scélérate¨de Maryse Condé Métissage narratif

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Penser la Créolité. (pp. 113-123) Paris. Karthala.

______________ (1997). « La vie scélérate: Une écriture de l"h/Histoire » in

Suzanne Rinne et Joelle Vitiello (comp.) Elles écrivent des Antilles. (pp.207-

219) Paris: L´Harmathan.

Spivak, Gayatri Chakravorty. "Can the Subaltern Speak?" in Cary Nelson and

Lawrence Grossberg (eds) Marxism and The Interpretation of Culture. London:

Macmillan,1988. Retomado en Bill Ashcroft, Gareth Griffiths and

Helen Tiffin (eds). The Post-Colonial Studies Reader. London and New

York: Routledge. pp. 24-29.

 

 

Autor:

Joan Robert Chávez

[1] La traducción de la terminología de Courtès y Genette utilizada (textos teóricos) es nuestra, así como también la traducción de las citas extraídas de nuestro corpus: la novela La vie scélérate..

[2] Relato: Discurso que produce la ficción (Genette, 1972; 1983).

[3] Historia: Concatenación de acontecimientos narrados (Genette, 1972; 1983).

[4] Diegesia: Marco histórico-geográfico o universo espacio-temporal en el que se actualizan las acciones (Genette, 1972; 1983).

[5] Instancia narrativa: Instancia productora del discurso narrativo.(Genette, 1972; 1983)

[6] Narratario: Destinatario de relato.(Genette, 1972)

[7] Voz: “Aspecto”, dice Vendryès, “de la acción verbal considerada en sus relaciones con el sujeto”, sujeto que aquí no es sólo el que realiza o sufre la acción, sino también el que la transmite (el mismo u otro) y eventualmente todos los que participan, aunque sea pasivamente, en esa actividad narrativa. (Genette, 1972)

[8] Analepsis: cualquier evocación a posteriori de un acontecimiento anterior al punto de la historia en el que uno se encuentra (Genette, 1972).

[9] Prolepsis: Cualquier maniobra narrativa que consiste en contar o evocar por adelantado un acontecimiento ulterior (Genette, 1972).

[10] Analepsis externa: Anterior al inicio del relato primario (Genette, 1972).

[11] Relato sumario: En el relato sumario, el tiempo del relato es menor al tiempo de la historia. (Genette, 1972; 1983).

[12] Programa narrativo: (PN) la serie de estados y transformaciones que se concatenan lógicamente sobre la base de una relación (S/O) y de su transformación.(Courtès,1991)

[13] Relato Primario: El relato que encierra a otros relatos.(Genette,1972;1983)

[14] Traducción al español:–¿Verdadero o falso? Mis catorce años y medio no estaban en condiciones de decidirlo (333)–.

[15] Narración: Acto narrativo productor del relato.(Genette,1972; 1983)

[16] Narrador extradiegético: Narrador en primer grado que cuenta una historia de la que esta ausente.(Genette,1972; 1983)

[17] Narrador intradiegético-homodiegético: narrador de segundo grado que cuenta su propia historia. En nuestro caso, la instacia de narración se ve solapada por el “narrador-descendiente”de Albert, que es Coco y que por descendiente nos conduce en algunos casos a un narrador intradiegético-homodiegético, en otros a un narrador intradiegético-heterodigético o a veces combinado como narrador intradiegético-homodiegético-heterodiegético, contando su historia, la de otros y como extradiegético “evaluando” la ejecución de los programas narrativos, además de articular y re-articular el relato.(Genette, 1972)

[18] Niveles del relato: Los niveles surgen cuando se comienza a narrar un relato o relatos dentro del relato primario, un ejemplo: Las mil y una noches.(Genette,1972)

[19] Situación narrativa: Conjunto complejo en el que el análisis, o simplemente la descripción, solamente pueden establecer distinciones desgarrando un tejido de relaciones estrechas entre el acto narrativo, sus protagonistas, sus determinaciones espacio-temporales, su relación con otras situaciones narrativas implicadas en el mismo relato.(Genette,1972)

[20] Focalización: Esta palabra recoge los términos de visión, campo y punto de vista. Existen tres tipos: Focalización cero: desde el punto de vista del que más sabe que cualquiera de los personajes. Focalización externa, en la que se toma distancia de lo visto. Focalización interna: En este caso el narrador “ve” desde su punto de vista.(Genette, 1972; 1983)

[21] [El 20 de diciembre de 1953, (…) Jacob recibió en el almacén la visita de un apuesto desconocido: El Sr.- Gilbert de Saint Symphorien que había llegado recientemente de París para hacerse cargo del bufete de su padre. Los dos hombres permanecieron encerrados durante cuatro horas.]

[22] Gérard Genette (1972:239), nº 1) “el prefijo meta connota evidentemente aquí, como en “metalenguaje”, el paso al segundo grado: el metarelato es un relato dentro del relato (…). Es preciso no obstante convenir que este término funciona a la inversa de su modelo lógico lingüístico: el meta-lenguaje es un lenguaje en el que se habla de otro lenguaje, el meta-relato debería por lo tanto ser el relato primario, al interior del cual se cuenta un segundo relato. Pero me pareció que valía más reservar al primer grado la designación más simple y más corriente e invertir por lo tanto la perspectiva de engaste. Por supuesto, el eventual tercer grado será un meta-meta-relato.

[23] […su amigo Gilbert de Saint-Symphorien a quien había anunciado su llegada no estaba allí”(153)] 25[“Jacob detuvo su automóvil delante de la casa de Mario y Adelia y grito: –¡Juan! ¡Juan! (…) ¡Lo mató! ¡Lo mató! ¡Fue él quien lo mató!”(152)]

[24]

[25] Gérard Genette (1972:265-266): Como el narrador, el narratario es uno de los elementos de la situación narrativa, y se ubica necesariamente en el mismo nivel diegético; es decir que no se confunde a priori con el lector (aún virtual), más de lo que el narrador se confunde con el autor (…) A narrador intradiegético, narratario intradiegético(…) El narrador extradiegético, por el contrario, sólo puede apuntar a un narratario extradiegético, que si se confunde con el lector virtual y al que puede identificarse cada lector real.

[26] [Es Xavier de Lannoy quien habla así”(160)] 28 [“¡Es Joseph quien habla!” (161)] 29[“Gilbert de Saint-Symphorien no posee ni la carta que el pobre muchacho terminó escribiendo a su padre ni la respuesta que recibió de éste”(163)] 30[“Esta carta no tuvo respuesta” (163)] 31 [“Aquí Gilbert de Saint-Symphorien está llorando. ·¡Respetemos sus lágrimas!”(163]

[27]

[28]

[29]

[30]

[31] -Por lo que veo, ¿te apellidas Louis y vienes de Guadalupe? ¡Yo también! ¡ Bueno, casi! Es una historia muy larga y dolorosa que te contaré cuando seamos amigas.(307)

[32] 3[ He aquí el relato de Aurelia. (308)] 34[ (¿ Por qué, de regreso al país, Gilbert de Saint-Symphorien rompió todo contacto con su ahijado?. Eso sigue siendo un misterio.) (311)]

[33]

[34] [¿Dónde y cómo se encontró Bébert, músico a la deriva, con Lucette Legendre, modistilla en el taller de un gran modisto, a quien le hizo una hija? No parece que ese encuentro haya contado mucho en su vida(…) (312)]

[35] Una historia de gente muy común (…) Tendría que contarla y sería mi propio monumento a los caídos(…)Un libro sin torturadores ni mártires suntuosos. Pero que tendría, sin embargo, su peso de carne y sangre. La Historia de los míos. (340).

[36] fueron precisos voz y aliento para ensamblar nuestros conocimientos, ordenarlos, compararlos, llenar los huecos, deducir, inducir, comprender por qué faltaban dos muertos a la cita de nuestro apellido” (308).

[37] Los sujetos operatorios ocupan posiciones precisas en el interior de la red de relaciones construida por los programas narrativos. (Courtès, 1991)