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Esquizofrenia: Un problema medicosocial (página 2)


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Se impone entonces tener un conocimiento pleno de esta enfermedad no solo por especialistas sino también por familiares, amigos y personal relacionado con el enfermo para poder brindar una ayuda oportuna y adecuada a las personas logrando que se inserten a la vida social de la mejor forma posible y contribuir de esta manera a una mejor calidad de vida de esta paciente haciéndose sentir personas útiles y valiosas.

Desarrollo

La esquizofrenia es una entidad psiquiatrica funcional, predominantemente endógena, de nivel psicótico e instalación por lo general temprana e insidiosa que se manifiesta por la ruptura del fenómeno psíquico y la presencia de síntomas en todas sus esferas.

El síntoma cardinal de esta enfermedad es la disociación ideaoafectiva conativa destacándose también entre los síntomas productivos más frecuentes se encuentra el autismo, la disgregación del pensamiento y la ambivalencias afectiva.

Otras manifestaciones significativas son las pseudo alucinaciones sobre todo e forma de eco del pensamiento, los trastornos del esquema corporal, las alucinaciones auditivas de tipo combinatorio o aquellas en el que el paciente escucha a dos personas hablando dice en tercera persona, las alucinaciones cinéticas o propioceptivas, los delirios sobre todo los de inferencia y difusión del pensamiento y la afectación de hábitos e intereses. A estos síntomas que podemos considerar típicos de la enfermedad se unen otros que son considerados de mayor o menor importancia por los diferentes autores como son el bloqueo y robo del pensamiento, la perseverancia, prolijidad, incoherencia verbigeración en la esfera conativa se presentan amaneramiento, estereotipias, obediencia automática, interceptación cinética, estupor, flexibilidad cérea, entre otros.

Aunque la causa específica de la esquizofrenia es desconocida, e trastorno tiene claramente una base biológica. Muchas autoridades en la materia aceptan un modelo de "vulnerabilidad de estrés" en el cual se considera la esquizofrenia como u fenómeno que se produce en personas biológicamente vulnerables.

Se desconoce lo que hace a una persona vulnerable a la esquizofrenia, pero puede estar incluida la predisposición genética, los problemas que ocurrieron antes, durantes y después del nacimiento, o una afección vírica del cerebro. En general pueden indicar vulnerabilidad, dificultad para procesar información, incapacidad para prestar atención, dificultad para comportarse de modo socialmente aceptable e imposibilidad enfrentare a los problemas. En este modelo el estrés ambiente como acontecimiento estresante de la vida o problemas de abusos de sustancias tóxicas desencadenan el inicio y la reaparición de la esquizofrenia en los individuos vulnerables. Atendiendo a lo anterior y de forma general existe en la actualidad un consenso e que los factores genéticos tienen un papel primordial en esta afección y que altera por diferentes mecanismo a los neorotrasmisores encefálicos al actuar sobre los mediadores químicos y sus receptores quedando los factores psicosociales y ambientales, tóxicos, infecciosos, traumáticos, físicos y endocrinos a una significación de segundo orden.

En cuanto a la clasificación de esta entidad existen diversas y según la significación Internacional de las Enfermedades Mentales, se describen cuatro formas clínicas básicas:

  • Esquizofrenia Simple.

  • Esquizofrenia Hebefrénica.

  • Esquizofrenia Catatónica.

  • Esquizofrenia Paranoide.

Existen además otras formas clínicas como la esquizofrenia indiferenciada llamada así por sus manifestaciones polimorfas, la esquizofrenia residual y el episodio depresivo esquizofrénico, estas dos últimas con menor grado de severidad. Para un mejor conocimiento de las mismas hacemos referencia a las características más significativa de cada una de ellas.

  • Esquizofrenia Simple.

Se trata de un trastorno no muy frecuente en el cual se presenta el desarrollo insidioso aunque progresivo de un comportamiento extravagante, de una incapacidad para satisfacer las demandas de la vida social y de una disminución del rendimiento en general. No existe presencia evidente de alucinaciones ni de ideas delirantes, en cambo los enfermos muestran una superficialidad a las emociones e indiferencia afectiva perdiendo la capacidad estética y ética. El creciente empobrecimiento social puede conducir al vagabundeo, los enfermos se encierran en sí mismos y se vuelven ociosos.

Algunos autores consideran esta forma clínica una variante de la hebefrénica.

La esquizofrenia simple es la considerada de peor pronóstico por su instalación temprana, en plena etapa de desarrollo de la personalidad y peor evolución muchas veces de forma espontánea durante largo tiempo sin ser diagnosticado.

  • Esquizofrenia Hebefrénica.

Se trata de una forma de esquizofrenia en que las ideas delirantes y las alucinaciones son transitorias y fragmentadas y es frecuente un comportamiento irresponsable e impredecible. La afectividad es superficial e inadecuada y se acompañan con frecuencia de risas insulsas o sonrisas absorta como de satisfacción de sí mismo, de un modo respectivo al actuar, de muecas, burlas, quejas hipocondríaca y de frases repetitiva. El pensamiento aparece desorganizado y el lenguaje es divagante e incoherente. Hay una tendencia a permanecer y el comportamiento carece de propósito; y se hace infantil.

  • Esquizofrenia Catatónica.

La forma catatónica muestra fase de estupor y excitación. Ofrece un conocimiento agudo. El estupor catatónico se caracteriza por un estado de inercia, de inmovilidad, el enfermo se niega a comer y a vestirse, se mantiene fijo en determinada posición y puede llegar a presentar catalepsia rígida o flexible.

Como en toda catatonia, la pérdida de la sinestesia motriz es característica, la tensión muscular y el negativismo completan el cuadro.

La excitación catatónica se caracteriza por hiperkinesia con una conducta impulsiva en extremo. Una ensalada de palabras como expresión verbal, gesticulaciones y expresiones teatrales sin índice de su exagerada tendencia a la acción.

Este es un enfermo capaz de agredir y destruir. En el exceso de agitación catatónica, el enfermo puede romper muebles, objetos y agredir a las personas.

  • Esquizofrenia Paranoide.

La forma paranoide se desarrolla más tarde que las otras formas clínicas y su pronóstico es mejor. Su personalidad presicótica nos ofrece sujetos fríos, retraídos, desconfiados y rencorosos. El delirio de persuasión y de perjurio es típico de esta modalidad; así como las alucinaciones auditivas, de la voluntad del lenguaje y los síntomas catatónicos pueden ser poco llamativos.

  • Esquizofrenia Residual.

Aparecen síntomas en el paciente como pensamiento rígido, disminución de la capacidad de abstracción, poca iniciativa, empobrecimiento de la afectividad y tendencia al aislamiento. Estos síntomas pueden mostrar variaciones en su intensidad, pero sin llegar a un nivel psicótico.

El paciente pude ser capaz de integrarse a la sociedad, auque generalmente en un nivel de funcionamiento inferior al que tenía ante de la etapa aguda de la enfermedad.

  • Esquizofrenia Crónica Indiferenciada.

Entre los síntomas de esta etapa se encuentran el aislamiento social que con frecuencia aparece unido a un marcado apego impersonal a la institución en las cosas internado, la conducta inadecuada y rara que se manifiesta a veces por una constante recolección de colillas y otros desperdicios. El aplanamiento afectivo es muy marcado. Sus posibilidades de comunicación están muy limitadas, el pensamiento es vago, impreciso e iluso; aunque en ocasiones intercalan en su discurso manifestaciones delirantes, perfectamente relacionadas con la existencia de fuerzas externas de diverso índole que interfieren en sus actitudes.

La esquizofrenia de forma general presenta un pronóstico desfavorable y según su desarrollo y evolución pueden ser: continuos episódicos con defecto progresivos, episódico con defecto estable, episódicos con remisiones completas o remisión completa luego de la eclosión. En forma general podemos decir que la evolución más frecuente es por brotes y que cuantos más brotes ocurran más posibilidades existen de deterioro. No obstante lo anterior el pronóstico puede variar dependiendo de varios factores: A corto plazo (1año) el pronóstico de esta enfermedad está íntimamente relacionado con el grado de fidelidad que guarda la persona al plan de tratamiento farmacológico. Sin tratamiento farmacológico, del 70 al 80 por ciento de las personas que han experimentado un episodio de esquizofrenia presentan durante los siguientes 10 meses un nuevo episodio. La administración continua de fármacos puede reducir a cerca del 30 por ciento la proporción de recaídas.

A largo plazo, el pronóstico de la esquizofrenia varía. En general un tercio de las personas consigue una mejora significativa, un tercio mejora en algún grado con recaídas intermitentes y una incapacidad residual y otro tercio experimenta una incapacidad grave o permanente, son factores asociados a un mejor pronóstico. El comienzo repentino de la enfermedad, que comienza en la edad adulta, un buen nivel de capacidad y de formación previa y el subtipo paranoide o no deficitario. Los factores asociados con un mal pronóstico incluyen comienzo a edad temprana, un pobre desarrollo social y profesional previo, una historia familiar de esquizofrenia y sin subtipo hebefrénico o el deficitario.

La esquizofrenia tiene un riesgo asociado de suicidio de 10 por ciento. En promedio la esquizofrenia reduce en 10 años la esperanza de vida, no obstante se valora en forma aproximada que el 50 % de las esquizofrenias se curan después de uno, dos o tres brotes y quedan prácticamente indemne con particularidades solo identificables por especialistas, el 25% hace después de varios brotes remisión que le permiten continuar su vida con algunas limitaciones, y los restantes evidencian luego de varios episodios un importante deterioro que implica la necesidad de tutoría familiar.

El factor más importante para mejorar el diagnostico lo es sin duda el diagnóstico precoz y el tratamiento adecuado, con tratamiento diferenciado.

En el tratamiento y rehabilitación del paciente esquizofrénico además del tratamiento farmacológico que es de vital importancia juega un importantísimo papel el trabajo terapéutico tanto individual como grupal, en sus diferentes modalidades. En un primer momento la psicoterapia individual no es efectiva, no así la terapia familiar que suele ser muy beneficiosa. Las intervenciones psicosociales refuerzan la capacidad de la persona para enfrentar el estrés o adaptarse a los efectos de la enfermedad.

La psicoterapia grupal es muy útil para el entrenamiento en localidades sociales, permiten la rehabilitación social y laboral del paciente que aprende a relacionarse con los demás y a manejarse en la vida cotidiana después de contraída la enfermedad.

Lo importante es que puedan tener un comportamiento adecuado dentro del hogar; así como una mejor vida social.

La esquizofrenia dificulta el hacer frente a las demandas de la vida diaria, actividades cotidianas como lavar, atender la puerta cuando llaman o charlar con un amigo; pueden parecer enormes obstáculos para estos pacientes y hasta cierto punto los fármacos ayudan a recuperar tales problemas, sin embargo el tratamiento es más efectivo a largo plazo, se incluye el apoyo suministrado por la familia, amigos, terapeutas y equipo de salud mental comunitario, entre otros. La idea es ayudar a los pacientes a reincorporarse al mundo laboral y social lo antes posible y en las mejores condiciones.

La familia y los amigos pueden ayudar a estos pacientes constituyendo como ya mencionábamos anteriormente un gran apoyo y lo primero que pueden hacer es jugar un papel activo para que el paciente obtenga tratamiento ya que la esquizofrenia es una entidad de nivel psicótico y los pacientes no sienten la necesidad de tratamiento psiquiátrico.

Cuando comienza el tratamiento deben reconocer que los medicamentos antipsicóticos harían que el paciente duerma más de lo acostumbrado. También deben comprender y estar preparado para recorrer los posibles efectos secundarios que ocasionan los medicamentos y los sistemas por los cuales deben comunicarse con el medio.

Hablar en forma clara y simple con el paciente; debido a que la enfermedad puede causar problemas en el pensamiento es mejor limitar la conversación a frases y preguntas simples. Reconocer los delirios y las alucinaciones como síntomas por tanto no se debe discutir con el enfermo si estas son reales o no. Haciéndole ver que el o ella no tiene que escuchar a la voz o esperar a que la voz hable nuevamente es una gran ayuda.

Brindar una estructura y planificación de los días a estas personas sobre todo a las que se están recuperando de la enfermedad, permitiendo abundante descanso, comida sana, aire puro, tiempo para hacer ejercicio; así como un ambiente limpio e interacción social.

Los miembros familiares y los amigos deben planificar por adelantado y estar preparados en cuanto la posible crisis deben mantener a mono los nombres y la dosis de los medicamentos así como los números de teléfonos y toda otra información importante.

De forma general, tratar con pacientes o amigos con enfermedades mentales puede producir mucho estrés. Los amigos y la familia pueden encontrar apoyo emocional, comprensión y esperanza, recurriendo a grupos de educación y apoyo.

Conclusiones

La esquizofrenia constituye la afección psiquiatrica de mayor trascendencia medicosocial, el cuadro conduce a cambios sustanciales en la personalidad expresándose a su vez por importantes cambios actividad, volición, intereses, relaciones y hábitos.

La base de esta enfermedad es genética y su presentación esta modulada por factores psicológicos y sociales.

La sintomatología es mórbida y depende de la forma clínica que predomine.

Su pronóstico también varias dependiendo de varios factores.

Existen tratamientos adecuados para la enfermedad y hasta un 70% pueden recuperarse. Los tratamientos farmacológicos deben siempre combinarse con terapias psicológicas y sociales; en este aspecto la familia y los amigos juegan un importante papel como guía y apoyo en el proceso de rehabilitación y manejo de la enfermedad.

En el conocimiento de esta enfermedad aún no hay límites, mucho se necesita saber aún; el especialista por tanto no solo debe enmarcarse en el tratamiento de estos cuadros sino también a la búsqueda de nuevas formas de manejo para su rehabilitación, por lo que el convencimiento de esta enfermedad no solo es una vía para adquirir cono cimiento sino una forma o modelo para continuar acrecentando y ayudando a estas personas enfermas para que se sientan útiles y valiosas, resultándoles a la sociedad en las mejores condiciones posibles lo cual nos hará a su vez mejores médicos, psicólogos, especialistas y humanos.

Bibliografía

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  • Rotondo, Humberto. Trastornos esquizofrénicos. Manual de Psiquiatría. Humberto Cordova.

  • www.Psicoactiva.com

"…la única salud verdadera, es la que viene a un cuerpo bien administrado del orden de la mente y la serenidad de corazón".

José Martì, "En casa", Patria, Nueva Cork, 27 de agosto de 1892

 

 

Autor:

Lic. Gladys Arbolae Fernández.

Coautora:

Lic. Marlene Villarreal Abreu.

Enviado por:

Xenia Pedraza

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