La tradición abstracta conoció un importante renacer en Estados Unidos a partir de finales de la década de 1940 con el Action Painting (Jackson Pollock, Willem de Kooning, Franz Kline) y con el Colour-Field Painting (Barnett Newman, Mark Rothko, Clyfford Still). Estas tendencias fueron desbancadas a partir de 1960 por la aparición del arte minimalista, que marcó un nuevo periodo de interés por la geometría y la estructura mientras que en Europa y Latinoamérica el Op Art y el arte cinético conocían sus horas de gloria (Yaacov Agam, Jesús Rafael Soto, Victor Vasarely, Nicolas Schöfer y Bridget Riley, entre otros). El final de la década de 1960 vivió el desarrollo de una abstracción centrada en el análisis de sus propios componentes, con los grupos BMPT y Support(s) – Surface(s) en Francia, o bien orientada hacia los problemas de definición de la naturaleza de la imagen con Sigmar Polke y Gerhard Richter en Alemania. Las tendencias a la vez neoexpresionistas y neogeométricas que se pusieron de manifiesto durante la década de 1980 mostraron un nuevo periodo de interés por la abstracción, que siguen adoptando numerosos artistas inspirados por las más variadas motivaciones.
El expresionismo abstracto
Fue un movimiento pictórico de mediados del siglo XX, cuya principal característica consiste en la afirmación espontánea del individuo a través de la acción de pintar. Existe una gran variedad de estilos dentro de este movimiento que se caracteriza más por los conceptos que subyacen en él que por la homogeneidad de estilos. Como su propio nombre indica, el expresionismo abstracto es un arte no figurativo y, por lo general, no se ajusta a los límites de la representación convencional.
Las raíces del expresionismo abstracto se hallan en la obra no figurativa del pintor ruso Wassily Kandinsky, y en la de los surrealistas, que de forma deliberada utilizaban el subconsciente y la espontaneidad en su actividad creativa. La llegada a la ciudad de Nueva York durante la II Guerra Mundial (1939-1945) de pintores europeos de vanguardia como Max Ernst, Marcel Duchamp, Marc Chagall e Yves Tanguy difundió el espíritu del expresionismo abstracto entre los pintores estadounidenses de las décadas de 1940 y 1950, que también recibieron la influencia de la abstracción subjetiva de Arshile Gorky, pintor que nació en Armenia y emigró a Estados Unidos en 1920, y de Hans Hofmann, pintor y profesor alemán nacionalizado estadounidense, que hacía hincapié en la interacción dinámica de planos de color.
El movimiento del expresionismo abstracto tuvo su centro en Nueva York formando la llamada Escuela de Nueva York. Aunque los estilos que abarca son tan diversos como los de los propios pintores integrantes, se desarrollaron dos tendencias principales, la de la Action Painting (pintura de acción) y la de los planos cromáticos.
Action painting.
Corriente pictórica abstracta de carácter gestual que adoptaron varios miembros de la escuela estadounidense del expresionismo abstracto. Desde el punto de vista técnico, consiste en salpicar con pintura la superficie de un lienzo de manera espontánea, es decir, sin un esquema prefijado, de forma que éste se convierta en un "espacio de acción" y no en la mera reproducción de la realidad. El término fue acuñado por el crítico estadounidense Harold Rosenberg en 1952 y se refiere principalmente a la obra de Jackson Pollock. También resulta válido, con ciertas limitaciones, para piezas o aspectos aislados de la obra de otros artistas, tales como Arshile Gorky, Hans Hofmann y Robert Motherwell. A veces se utiliza incorrectamente como sinónimo del propio expresionismo abstracto, aun cuando muchos de los artistas pertenecientes a esta escuela jamás emplearon dicha técnica.
El Action Painting tiene sus orígenes en las creaciones automáticas de los surrealistas; por ejemplo, los dibujos y pinturas de arena de André Masson. Sin embargo, la diferencia real entre ambos movimientos no es tanto la técnica como el planteamiento inicial: bajo la influencia de la psicología freudiana, los surrealistas mantenían que el arte automático era capaz de desbloquear y sacar a la luz la mente inconsciente. En consecuencia, atribuían a tales obras diferentes elementos simbólicos, e incluso figurativos, que desvelaban la psique del artista. Por el contrario, la estética del Action Painting ponía el énfasis en el propio acto de pintar, al margen de cualquier aspecto expresivo o representativo que pudiera poseer. Simplemente reflejaba un instante de la vida del artista, uno de sus actos y, por consiguiente, un elemento único de la biografía de éste. Era la expresión de la personalidad del creador de una manera muy primaria y básica. En el artículo "The American Action Painters" (ARTnews, diciembre 1952), en el que se utilizaba por primera vez la expresión Action Painting, Rosenberg describía tal actitud en los siguientes términos: "En un momento dado, un pintor estadounidense tras otro comenzaron a contemplar el lienzo como un campo de juego en el que actuar, más que un espacio en el que reproducir, rediseñar, analizar o "expresar" un objeto, real o imaginario. Lo que había que plasmar en el lienzo no era una imagen sino un suceso". Consecuentemente, tales obras se entendieron a menudo en términos muy formalistas como el mero resultado del encuentro entre un artista y sus materiales.
Forzosamente, el Action Painting convirtió en redundantes ciertas prácticas artísticas tradicionales: por ejemplo, la idea de un boceto dejó de tener sentido ya que podría sugerir que el artista intentaba transferir una cierta imagen predeterminada a la obra final y definitiva. Este enfoque purista y crítico del Action Painting se vio, sin embargo, debilitado por la práctica artística. Pollock, por ejemplo, a veces confeccionaba esbozos antes de ejecutar un dripping y, posteriormente, retocaba las pinturas para obtener un resultado más acorde con sus intenciones. No obstante, la estética sugería la posibilidad de una ruptura radical respecto de la tradición artística europea por una vía que se les antojó liberadora a muchos artistas estadounidenses. De hecho, incluso llegó a ejercer influencia sobre muchos artistas europeos, generando movimientos paralelos como el tachismo, practicado por artistas como el francés George Mathieu. El Action Painting también afectó a otros aspectos del arte moderno, principalmente a la idea de que una obra de arte debía exhibir claramente la impronta de su proceso creativo.
Plano cromático.
Mark Rothko creó rectángulos colmados de colores vibrantes en sus obras, muchas de las cuales son ejemplos de primer orden de la pintura de planos cromáticos. Bradley Walker Tomlin, Philip Guston, Robert Motherwell, Adolph Gottlieb y Clyfford Still combinaron en sus obras elementos de las dos tendencias.
El expresionismo abstracto también floreció en Europa y su influencia se observa en pintores franceses como Nicolas de Stael, Pierre Soulages y Jean Dubuffet. Las manifestaciones del expresionismo abstracto en Europa son el tachismo (del francés tache, 'mancha'), en el que priman las manchas de color, y el arte informal, que niega la estructura formal. Ambas tendencias tienen grandes afinidades con la Action Painting de Nueva York. Entre los pintores tachistas se encuentran los franceses Georges Mathieu y Camille Bryen, el español Antoni Tàpies, el italiano Alberto Burri, el alemán Wols (seudónimo de Alfred Otto Wolfgang Schülze) y el canadiense Jean-Paul Riopelle.
Tachismo.
Fue una corriente dentro de la pintura abstracta que se desarrolló hacia 1954.
Aunque el término "tachismo" aparece en principio como un intento de Pierre Gueguin, colaborador de la revista Art d"aujourd"hui, de ridiculizar las nuevas ideas estéticas del crítico Charles Estienne, rápidamente pasó a designar una forma de ser del color provocada al azar. Por lo tanto, según Charles Estienne, firme defensor y teórico de la abstracción, el tachismo exige el rechazo de una estructura premeditada y la confianza en las propiedades físicas del medio, es decir, unos criterios similares a los que podrían definir el arte informal o el expresionismo abstracto.
Esta tendencia, representada entre otros por los cuatro pintores agrupados bajo la Étoile scellée, muestra una abstracción radical, ni geométrica ni verdaderamente gestual, que se centra en la difusión de la mancha de color. Al nuagisme ("nebulosismo") de los cuadros de Marcelle Loubchansky o a la dulzura del trazo aéreo ondulado de Jean Messagier (Chemin à procession II, 1963) se oponen los signos de Jean Degottex o las aristas de René Duvillier (Javelots et la mer – élévation, 1962), sin olvidar los cuadros de Hans Hartung. De hecho, la composición de estos lienzos y la utilización desvaída del color recuerdan las primeras obras de este pintor o, si nos remontamos aún más en el curso de la historia del arte, a los cielos (e incluso las telas venecianas que rozan la abstracción) de Turner y a los sfumatos de Leonardo da Vinci.
Informalismo.
Fue un movimiento pictórico europeo que tuvo gran aceptación en España, desarrollado a partir de 1945 en paralelo al expresionismo abstracto estadounidense. El término informalista se adoptó para referirse a la abstracción lírica, opuesta a las tendencias más próximas al cubismo o al rigor geométrico (el neoplasticismo o De Stijl). Dentro de esta corriente artística se incluyen las obras de Wolfgang Wols, Jean Fautrier, Jean Dubuffet, Hans Hartung, o Alberto Burri, entre otros muchos. Los informalistas, que huyen del arte figurativo para entrar en el abstraccionismo, buscan la autenticidad de la pintura, del puro acto de pintar, esto es, la caligrafía, las formas, la mancha y las texturas. En definitiva, la expresión del mundo interior del artista.
Aunque se ha utilizado con frecuencia como cajón de sastre donde incluir las más variadas tendencias, el pleno informalismo se introdujo en España a mediados de la década de los cincuenta de la mano de Juan Eduardo Cirlot y de los textos traducidos de M. Tapié. Se pueden localizar dos focos artísticos: Madrid, con un predominio del informalismo expresionista, y Cataluña, donde la mancha, las texturas, el relieve y los nuevos materiales darán lugar al desarrollo del informalismo matérico. En el núcleo madrileño se puede incluir la obra de artistas como Manuel Mampaso, los miembros del grupo de Cuenca (Fernando Zóbel, Gustavo Torner y Gerardo Rueda), César Manrique, Salvador Victoria, Alberto Greco, Lucio Muñoz y algunos integrantes del grupo El Paso (Antonio Saura y Manuel Millares). En Cataluña destaca la figura de Antoni Tàpies, así como también algunas obras de Albert Ráfols Casamada, Juan Hernández Pijuán, Josep Guinovart y Manuel Hernández Mompó.
Kandinsky, Wassily (1866-1944), pintor ruso cuya investigación sobre las posibilidades de la abstracción le sitúan entre los innovadores más importantes del arte moderno. Desempeñó un papel fundamental, como artista y como teórico, en el desarrollo del arte abstracto.
Nacido en Moscú el 4 de diciembre de 1866, estudió pintura y dibujo en Odesa, y derecho y economía en la Universidad de Moscú. Con 30 años se trasladó a Munich para iniciarse como pintor. Aunque sus primeras obras se enmarcan dentro de una línea naturalista, a partir de 1909, después de un viaje a París en el que quedó profundamente impresionado por la obra de los fauvistas y de los postimpresionistas, su pintura se hizo más colorista y adquirió una organización más libre. Murnau: la salida a Johannstrasse (1908) y Pintura con tres manchas (1914), ambas en el Museo Thyssen-Bornemisza de Madrid (España), son dos de las obras que realizó en Munich antes de volver a Rusia tras el comienzo de la I Guerra Mundial. Hacia 1913 comenzó a trabajar en las que serían consideradas como las primeras obras totalmente abstractas dentro del arte moderno: no hacían ninguna referencia a objetos del mundo físico y se inspiraban en el lenguaje musical, del que tomaban los títulos.
En 1911 formó, junto con Franz Marc y otros expresionistas alemanes, el grupo Der Blaue Reiter (El jinete azul, nombre que procede de la predilección de Kandinsky por el color azul y de Marc por los caballos). Durante ese periodo realizó tanto obras abstractas como figurativas, caracterizadas todas ellas por el brillante colorido y la complejidad del dibujo.
Su influencia en el desarrollo del arte del siglo XX se hizo aún mayor a través de sus actividades como teórico y profesor. En 1912 publicó De lo espiritual en el arte, primer tratado teórico sobre la abstracción, que difundió sus ideas por toda Europa. Entre 1918 y 1921 impartió clases en la Academia de Bellas Artes de Moscú, y entre 1922 y 1933 en la Bauhaus de Dessau, Alemania.
Después de la I Guerra Mundial sus abstracciones se volvieron cada vez más geométricas, a medida que se alejaba del estilo fluido de su primera época para introducir trazos muy marcados y diseños claros. Composición VIII nº 260 (1923, Museo Guggenheim, Nueva York, Estados Unidos), por ejemplo, es un armónico conjunto de líneas, círculos, arcos y otras formas geométricas simples. En obras muy posteriores como Círculo y cuadrado (1943, colección privada) su estilo se hace más elegante y complejo, y logra, así, obras de un bellísimo equilibrio.
Fue uno de los artistas más influyentes de su generación. Como uno de los primeros exploradores de los principios de la abstracción geométrica o pura, puede considerársele uno de los pintores que sembró la semilla del expresionismo abstracto, escuela de pintura dominante desde la II Guerra Mundial. Murió el 13 de diciembre de 1944 en Neuilly-sur-Seine, en las afueras de París.
Ernst, Max (1891-1976), artista alemán nacionalizado francés que fue una figura fundamental tanto en el movimiento dadá como en el surrealismo. Se caracterizó por la utilización de una extraordinaria diversidad de técnicas, estilos y materiales.
Nacido en Brühl, en 1909 ingresó en la Universidad de Bonn donde estudió filosofía y psiquiatría. Se alistó en el ejército alemán durante la I Guerra Mundial. Cuando Ernst dejó el ejército ya había surgido en Suiza el movimiento dadá; atraído por la revolución dadaísta contra lo convencional, Ernst se instaló en Colonia y comenzó a trabajar en el collage. En 1922 se trasladó a vivir a París, donde comenzó a pintar obras surrealistas en las que figuras humanas de gran solemnidad y criaturas fantásticas habitan espacios renacentistas realizados con detallada precisión (L'eléphant célèbes, 1921, Tate Gallery, Londres). En 1925 inventó el frottage (que transfiere al papel o al lienzo la superficie de un objeto con la ayuda de un sombreado a lápiz); más tarde experimentó con el grattage (técnica por la que se raspan o graban los pigmentos ya secos sobre un lienzo o tabla de madera). Ernst fue encarcelado tras la invasión de Francia por los alemanes durante la II Guerra Mundial; en la prisión trabajó en la decalcomanía, técnica para transferir al cristal o al metal pinturas realizadas sobre un papel especialmente preparado. En 1941 emigró a Estados Unidos con la ayuda de Peggy Guggenheim, que se convertiría en su tercera esposa en 1942. En 1953 regresó a Francia y a partir de entonces sus obras gozaron de una notable revalorización.
A lo largo de su variada carrera artística, Ernst se caracterizó por ser un experimentador infatigable. En todas sus obras buscaba los medios ideales para expresar, en dos o tres dimensiones, el mundo extradimensional de los sueños y la imaginación.
Hofmann, Hans (1880-1966), pintor y profesor alemán nacionalizado estadounidense en 1941, conocido como el decano del expresionismo abstracto. Nació en Weissenberg, Baviera, el 21 de marzo de 1880, y estudió pintura en Múnich y París, Francia. Recibió influencias del fauvismo, del cubismo y del expresionismo alemán. En 1915 abrió una escuela de arte moderno en Múnich. En 1932 emigró a Estados Unidos y en 1933 inauguró una escuela en Nueva York. Después de 1940 su estilo, en el que se mezclan los planos cubistas con la brillantez de la paleta fauvista, como puede observarse en Fantasía en azul (1954, Museo Whitney de Arte Americano, Nueva York), comenzó a evolucionar hacia una pintura gestual. Durante esos años muchos pintores expresionistas abstractos acudieron a sus clases absorbiendo sus enseñanzas sobre el arte no representativo. En 1958 Hofmann abandonó la enseñanza para dedicarse a la pintura, con la que obtuvo reconocimiento internacional. Murió el 17 de febrero de 1966 en Nueva York.
Kooning, Willem de (1904-1997), pintor estadounidense de origen holandés, perteneciente al expresionismo abstracto, que ha tenido una enorme influencia de ámbito internacional en los estilos artísticos posteriores.
Nació en Rotterdam, Países Bajos, y abandonó la escuela a la edad de 12 años para trabajar como aprendiz en una empresa de artistas comerciales y decoradores. También asistió a clases de arte en la Academia de Rotterdam. En 1926 se trasladó a Estados Unidos y trabajó durante una época como pintor de brocha gorda y, algo después, como artista comercial. Durante la década de 1930 pintó murales dentro del programa de arte de la administración federal, dando muestras de conocer profundamente a Picasso, más que cualquier otro artista de la época excepto Arshile Gorky. En 1948 expuso por primera vez en Nueva York una serie de obras abstractas realizadas en blanco y negro, lo cual le situó como uno de los creadores más significativos del expresionismo abstracto de la escuela de Nueva York. El término action painting se aplicó por primera vez a la obra de Willem de Kooning y hace referencia a sus trazos vigorosos, amplios y muy marcados. Dos de los lienzos más sobresalientes que se conservan de este periodo son Asheville (1948, Colección Phillips, Washington) y Excavación (1950, Instituto de Arte de Chicago).
En 1953, Willem de Kooning mostró al público un conjunto de seis obras denominadas Mujer, figuras demoníacas pintadas con colores violentos y gruesos empaste. Era una serie innovadora porque unía la pintura figurativa con el arte abstracto. A finales de la década de 1950 evolucionó hacia un estilo más abstracto en sus obras, que evocan formas paisajísticas y, desde entonces, alternó el estilo figurativo y el abstracto, combinándolos en ocasiones. Al mismo tiempo también hizo litografías y, desde 1969, esculturas figurativas en bronce. En 1980 ganó junto al español Eduardo Chillida el Premio Andrew W. Hellon en el Pittsburgh International. En el Museo Whitney de Arte Americano de Nueva York se celebró en 1983-1984 una exposición retrospectiva de su obra.
Gottlieb, Adolph (1903-1974), pintor expresionista abstracto estadounidense. Entre 1941 y 1951 pintó una serie de obras, influido por el surrealismo europeo, a las que llamó pictografías, que consistían en dividir los cuadros en una serie de compartimientos que rellenaba con símbolos procedentes de la fantasía y del inconsciente. Ejemplo de esta serie es El retorno del viajero (1946, Museo de Arte Moderno, MOMA, Nueva York, Estados Unidos). Las obras de su serie Paisajes imaginarios (1951-1956) son composiciones parcialmente abstractas, que están divididas por una línea horizontal y en las que aparecen unos discos u ovoides que representan el Sol. Su última serie, Explosión (a partir de 1957), muestra unos estallidos de grandes esferas de color que recuerdan a cuerpos solares.
Autor:
Dj Gaita.
djgaita[arroba]hotmail.com
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