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Modelo de Resiliencia (página 2)

Enviado por Mary Luz Bobadilla


Partes: 1, 2

Las fuentes interactivas de la resiliencia

De acuerdo con Edith Grotberg (1997), para hacer frente a las adversidades, superarlas y salir de ellas fortalecido o incluso transformado, los niños toman factores de resiliencia de cuatro fuentes que se visualizan en las expresiones verbales de los sujetos (niños, adolescentes o adultos) con características resilientes:

“Yo tengo” en mi entorno social.

“Yo soy” y “yo estoy”, hablan de las fortalezas intrapsíquicas y condiciones personales.

“Yo puedo”, concierne a las habilidades en las relaciones con los otros.

Tengo: Personas alrededor en quienes confío y que me quieren incondicionalmente.

Personas que me ponen límites para que aprenda a evitar los peligros. Personas que me muestran por medio de su conducta la manera correcta de proceder.

Personas que quieren que aprenda a desenvolverme solo.

Personas que me ayudan cuando estoy enfermo o en peligro, o cuando necesito aprender.

Soy: Alguien por quien los otros sienten aprecio y cariño.

Feliz cuando hago algo bueno para los demás y les demuestro mi afecto.

Respetuoso de mí mismo y del prójimo.

Estoy: Dispuesto a responsabilizarme de mis actos.

Seguro de que todo saldrá bien.

Puedo: Buscar la manera de resolver mis problemas.

Resiliencia Comunitaria

Se trata de una concepción latinoamericana desarrollada teóricamente por E. Néstor Suárez Ojeda (2001), a partir de observar que cada desastre o calamidad que sufre una comunidad, que produce dolor y pérdida de vidas y recursos, muchas veces genera un efecto movilizador de las capacidades solidarias que permiten reparar los daños y seguir adelante.

Lo anterior, permitió establecer los pilares de la resiliencia comunitaria: autoestima colectiva, que involucra la satisfacción por la pertenencia a la propia comunidad; identidad cultural, constituida por el proceso interactivo que a lo largo del desarrollo implica la incorporación de costumbres, valores, giros idiomáticos, danzas, canciones, etcétera, proporcionando la sensación de pertenencia; humor social, consistente en la capacidad de encontrar la comedia en la propia tragedia para poder superarla; honestidad estatal, como contrapartida de la corrupción que desgasta los vínculos sociales; solidaridad, fruto de un lazo social sólido que resume los otros pilares.

PILARES DE RESILIENCIA COMUNITARIA (Suárez Ojeda, 2001)

AUTOESTIMA COLECTIVA:

Actitud y sentimiento de orgullo por el lugar en que se vive.

IDENTIDAD CULTURAL:

Persistencia del ser social en su unidad y mismidad a través de cambios y circunstancias diversas. Implica costumbres, valores, giros idiomáticos, danzas, canciones, etc.

HUMOR SOCIAL:

Capacidad de algunos grupos o colectividades de encontrar comedia en la propia tragedia. Es la capacidad de expresar en palabras, gestos o actitudes corporales, los elementos cómicos, Incongruentes o hilarantes de una situación dada, logrando un efecto tranquilizador y placentero.

HONESTIDAD ESTATAL:

Implica la existencia de una conciencia grupal que condena la deshonestidad de los funcionarios y valoriza el honesto ejercicio de la función pública.

Resiliencia Relacional Grupal

Froma Walsh (1998), “La resiliencia relacional puede seguir muchos caminos, variando a fin de amoldarse a las diversas formas, recursos, limitaciones de los grupos y a los desafíos psicosociales que se les plantean”. En este sentido se pueden señalar: reconocer los problemas y limitaciones que hay que enfrentar; comunicar abierta y claramente acerca de ellos; registrar los recursos personales y colectivos existentes y organizar y reorganizar las estrategias y metodologías tantas veces como sea necesario, revisando y evaluando los logros y las pérdidas.

Para esto es necesario que, en las relaciones entre los componentes del grupo, se produzcan las siguientes prácticas: actitudes demostrativas de apoyos emocionales (relaciones de confirmación y confianza en la competencia de los protagonistas); conversaciones en las que se compartan lógicas y conversaciones donde se construyan significados compartidos acerca de la vida, o de acontecimientos perjudiciales, con coherencia narrativa y con un sentido dignificador para sus protagonistas.

La educación se vuelve central en cuanto a la posibilidad de fomentar la resiliencia de los niños y los adolescentes, para que puedan enfrentar su crecimiento e inserción social del modo más favorable (Melillo, Rubbo y Morato, 2004).

Lamentablemente, en las escuelas (como ocurre también en salud) habitualmente se pone el mayor empeño en detectar los problemas, déficit, falencias, en fin, patología, en lugar de buscar y desarrollar virtudes y fortalezas. Por eso y para empezar, una actitud constructora de resiliencia en la escuela implica buscar todo indicio previo de resiliencia, rastreando las ocasiones en las que tanto docentes como alumnos sortearon, superaron, sobrellevaron o vencieron la adversidad que enfrentaban y con qué medios lo hicieron.

Entre los mecanismos protectores

La literatura ha sido reiterativa en indicar que, existen tres posibles fuentes de factores que en su calidad de protectores, promueven comportamientos resilientes. Estos son los atributos personales, los apoyos del sistema familiar y aquellos provenientes de la comunidad.

Sin embargo, es interesante señalar que el carácter protector que adquieren estos factores se los otorga la interacción que cada uno de ellos tiene con el medio que rodea las personas, en momentos determinados. En cambio, si actúan en forma independiente, no resultan ser lo suficientemente protectores. Es así, como los factores protectores pueden dejar de ser tales, bajo determinadas circunstancias ambientales como también en diferentes momentos, estados o etapas de la vida de las personas.

Por otra parte, es posible que factores que actuaron en calidad de riesgo, en ciertos momentos, puedan no sólo dejar de serlo, sino que transformarse en protectores. Cuando varios de estos factores actúan simultáneamente son capaces de promover un desarrollo sano y positivo, esto independiente de las dificultades presentes en las condiciones de vida.

Es así, que tanto las personas en forma individual, como los grupos humanos cuentan potencialmente con ciertos mecanismos protectores. Sin embargo, el carácter dinámico de estos mecanismos hace que ninguno de éstos sea estable en el tiempo para cada una de las personas, ni menos aún para los grupos.

El trabajo del Psicólogo Comunitario

“La noción de fortalecimiento ha sido señalada como una de las vías fundamentales para alcanzar el desarrollo y la transformación de las comunidades desde la psicología comunitaria” (Maritza Montero).

“Cuando hablamos de resiliencia tenemos que tener en claro que es un conjunto de procesos sociales e intrapsíquicos que posibilitan tener una vida “sana” en un medio insano: estos procesos se realizan a través del tiempo dando afortunadas combinaciones entre los atributos del niño y su ambiente familiar social y cultural. Así la resiliencia no puede ser pensada como un atributo con el que los niños nacen o que adquiere durante su desarrollo, si no que se trata de un proceso que caracteriza un complejo sistema social, en un momento determinado del tiempo” (Rutter, 1992).

Enfocándonos principalmente en el proceso de ayuda que entrega un psicólogo comunitario podríamos decir que es en relación con el “ autoestima positiva” siendo uno de los cimientos transversales para el desarrollo y el mantenimiento del sentido de satisfacción personal, ya que el autoestima es el grado de autovaloración que pone en juego el concepto que cada uno tiene de si mismo es ese recurso con el cual el profesional cuenta para construir en relación con el ambiente y mediante la internalización que va haciendo de sus experiencias , dependiendo de este en gran medida la posibilidad de cuidar de sí mismo y de establecer relacione positivas con los demás.

Sin embargo, el intento de fomentar un desarrollo sano implica no solo promover características saludables en las personas niños y adolescentes, sino también disminuir aquellos factores que le impiden alcanzar el máximo potencial dentro de su fase de desarrollo.

Gracias a los estudios se llego a la conclusión que una de las principales formas que impiden la creación de espacios de fortalecimientos personal es la “agresión” se trata de algo evitable que obstaculiza las relaciones potenciales del sujeto, relacionarse de forma violenta es imponerse a través de la fuerza, no es dialogar, es excluir y subestimar todo lo que pone en cuestión el poder de quien la utiliza como principal medio para construir sus relaciones. En intima vinculación con la posibilidad de crear lazos saludables que retroalimenten a la estima personal y que conlleven a aumentar el valor de asumir riesgos, enfrentar fracasos y generar oportunidades de aprendizaje, encontramos a un tercer otro motivo que se podría trabajar y es el de cooperación entendida como la posibilidad de lograr objetivos o alcanzar metas a partir del trabajo compartido y conjunto de individuos que conforman una comunidad.

En definitiva podemos decir que, la autoestima, la agresión y la cooperación constituyen los ejes principales a través de los cuales esta disciplina intenta desarrollar políticas de prevención de daños sociales con el objetivo de favorecer y fomentar las capacidades resilientes de las personas.

Un modelo de intervención

Un modelo de intervención con el cual podemos tener referencias claras de cómo trabajar en relación al tema “resiliencia” en la comunidad.

Objetivos de intervención

  • Reducir a través de la intervención el impacto negativo del riesgo social y consecuencias ,en una población determinada
  • Disminuir interacción o alejar a las personas que están en contacto directo con alcohol, drogas, prostitución etc.
  • Fortalecer la autoestima positiva, incentivando para ello el ejercicio de la autoestima personal, la creatividad y el juicio propio de las personas a tratar
  • Fomentar la cooperación, a través del trabajo en equipo y de la promoción de valores como la solidaridad

Perfil del asistido

Teniendo en claro que la intervención se hará en un sector marginado, en donde la mayoría de los recursos, tanto de necesidades básicas como de accesos es limitada. Este sería el perfil común de los grupos:

  • Un nivel socio-económico bajo donde los ingresos en su mayoría son obtenido por subsidios y planes sociales
  • Familias que posean gran número de habitantes compartiendo un espacio reducido hacinamiento.
  • Con una vivienda precaria la cual puede ser arrendada, tomada de mala forma.
  • Condiciones de salud, vinculadas a la higiene, alimentación lo que conlleva serios problemas nutricionales en niños que no reciben el alimento necesario para un adecuado desarrollo tanto en cantidad como calidad.
  • Respecto al nivel educativo, los adulto muchos de ellos jamás fueron al colegio y otros no terminaron el nivel básico de educación en cuanto a los niños son los que presentan serias dificultades de aprendizaje.
  • Las actividades extraescolares son casa nulas los que impide a los a niños puedan desplegar sus capacidades potenciales.

ESTRATEGIA ECOLÓGICA

A modo de estrategias ecológicas de resiliencia, que ponen la mirada en los recursos y capacidades de los usuarios.

  • La primera etapa nos sugiere la necesidad de realizar más Prevención,
  • la segunda etapa está más orientada a la Conceptualización e Investigación, y
  • la tercera nos aporta más elementos para la Promoción.

Asumir e integrar estos paradigmas de resiliencia ayuda a los Trabajadores Sociales a proponer distintos niveles de colaboración con usuarios y clientes que van desde el apoyo individual hasta los grupos y programas comunitarios. Para activar intervenciones de este tipo es importante que los profesionales se esfuercen por identificar, analizar y activar los factores facilitadores de resiliencia tanto en las personas, grupos y situaciones con las que trabajan como en ellos mismos.

Los objetivos de las intervenciones basadas en resiliencia deben encaminarse a la prevención de situaciones de riesgo psicosociales, el fortalecimiento de respuestas favorables ante los mismos y la promoción y potenciación de estas cualidades.

Aplicando metodología

Los objetivos más próximos que podrían ser visibles en un tiempo bastante corto o por lo menos, metas propuestas con anterioridad a las cuales el psicólogo debe logran implementar con una buena metodología que ayude a la integración de personas al proyecto siendo así los resultados deberían ser los siguientes:

· Una mayor integración entre los diferentes grupos familiares ampliando el contacto entre, ellos fortaleciendo sus redes de apoyo mas próximas

· Una disminución de problema de violencia física, verbal en relación con los niños

· Una mejor organización en relación a las actividades que fueren organizadas por ellos mismos

· Realizar trabajo en equipo determinando fácilmente cual será el rol que cada persona desempeñara dentro de las actividades

· Facilidad para hablar o expresar algo de sí mismo. En este sentido el avance seria creer en su auto imagen y expresarla

Con estos datos ya bastante detallados del agente de intervención solo queda implementar la intervención adecuada para cada comunidad el psicólogo en esta tarea debe comprometerse social e ideológicamente entendiendo este proceso como una psicología diferente centrada en la prevención como un real y necesario espacio de promoción del desarrollo personal comunitario, sin olvidar que son los mismos miembros de estas comunidades las que están a cargo de sus logros futuros es por eso que teniendo conciencia que este tipo de modificaciones solo puede lograrse a partir de un arduo trabajo, por lo que los resultados pueden valorarse en un futuro mediato.

La importancia de este modelo conceptual, reside básicamente en la posibilidad de que una observación analítica y detallada de cada uno de los mecanismos subyacentes a los comportamientos resilientes, es conducente al diseño de acciones preventivas tanto para personas individuales como para los grupos.

La prevención, es un punto de avance, alcanzado en la investigación en torno a la caracterización de los comportamientos resilientes, la acumulación creciente de conocimientos en torno a los factores y mecanismos protectores; así como, las posibles formas de promover la resiliencia, sitúan a los alcances logrados en esta dirección, en un sitial privilegiado para diseñar posibles formas y contenidos para un trabajo preventivo en sectores populares.

De acuerdo Con los antecedentes la resiliencia se considera como una forma de intervención para la superación de las necesidades positivas de los individuos, que genere en ellos enfoques constructivistas respecto de su propia vida es así que formas de intervenir hay variadas y en gran cantidad, y dadas ciertas condiciones permiten una intervención más pluralista y consensuada. Los niños necesitan encontrar un espacio de libertad y de creatividad favoreciendo la construcción de su resiliencia frente a situaciones adversas (Dr. Paúl A. Bouvier Bassegoda).

Para orientar nuestras prácticas, la resiliencia nos lleva a las proposiciones siguientes:

  • Prevenir los riesgos: los riesgos son una realidad, a la cual podemos todos estar expuestos. Los programas deben apuntar a eliminar o a limitar los riesgos y las amenazas para los niños. Es el papel de las acciones de información, de sensibilización, de desarrollo de competencias para reconocer una situación de riesgo y protegerse.
  • No hay invulnerabilidad: ningún programa de prevención, ninguna política social llegará a suprimir los riesgos y las amenazas.
  • No hay fatalidad: no hay determinismo absoluto. Frente a situaciones aparentemente sin esperanza, es muchas veces posible encontrar, construir un camino de resiliencia. Las acciones de prevención deben apuntar a favorecer, en el niño, las competencias que le permitirán desarrollar una resiliencia.
  • Cambiar de mirada. Tener una mirada positiva sobre las personas y sus capacidades. Esto implica por ejemplo incluir sistemáticamente en la anamnesis las preguntas sobre los aspectos positivos del desarrollo y la salud (Michaud).
  • Favorecer la resiliencia de una persona cercana. La resiliencia se construye gracias a un vínculo fuerte con una persona, con apoyo de un amigo, de un familiar, de una red de conocidos. Todos podemos tomar este papel frente un amigo, un niño, un conocido en dificultad.

Las prácticas profesionales en Trabajo Social están requiriendo progresivamente la incorporación de nuevos enfoques teóricos que permitan a los profesionales y equipos identificar y activar las capacidades y los recursos internos y externos de los clientes para, colaborando con ellos, hacer frente a sus necesidades, conflictos y demandas

Roles y funciones de la asistente social

Como lo define E. Ander-Egg el rol es el comportamiento o papel que debe desempeñar un Trabajador Social tomando en cuenta la posición o status que ocupa dentro de la sociedad. En un sentido más restringido se habla de "roles profesionales" a aquella función que se desempeña y que los otros esperan que desempeñe, aquellos que ejercen una determinada profesión.

Entre los roles que cumple el profesional en el ámbito comunitario solo por mencionar algunos:

1.-EDUCADOR.

El Asistente Social debe entregar a las personas de la comunidad, las herramientas necesarias y suficientes para crear en los miembros de ella destrezas y habilidades, con la finalidad de que cada individuo pueda resolver sus propios problemas o dificultades, la modalidad más usada por quienes trabajan en directo en la comunidad es a través de charlas , (sesiones educativas), talleres, etc., lo que conlleva a generar una participación activa de los individuos que conforman el grupo, pensando siempre que el fin último es lograr que cada individuo use sus potencialidades y conocimientos para que pueda por si solo resolver en el momento. Con ello logramos un cambio positivo de conducta que contribuye a elevar su condición de vida, y en último término a elevar su nivel de vida.

2.-COORDINADOR.

El trabajador Social cumple dentro de la comunidad la función coordinadora, por cuanto coordinada actividades futuras que al interior de la propia comunidad pudieron planificarse o acordarse en conjuntos con los participantes de ésta. Además de coordinar contactos con otros profesionales y técnicos que van en ayuda de las acciones y actividades programadas en beneficio de la comunidad, con la finalidad de agilizar la tramitación necesaria. Es fundamental que la coordinación sea también planificada para así evitar falencias o imprevistos que perjudican el cumplimiento de las actividades en el proceso de la ejecución. Aquí también corresponde al Asistente Social la tarea de ser intermediario entre la comunidad y las instituciones involucradas con ella para el logro de los objetivos propuestos.

3.-ASESORIA, ORIENTACION, CONSULTORIA.

Este rol en la práctica del trabajo comunitario con las organizaciones funcionales y territoriales se cumple en cuanto el principal objetivo es buscar distintas alternativas que permitan a los dirigentes y personas en general poner en práctica la capacidad de autogestión sobre todo en la solución de las necesidades sociales básicas que afectan al colectivo. Aquí el trabajador social tiene la misión de trabajar unidos con ellos para que puedan utilizar adecuadamente las redes sociales que le permitirán salir de su condición original, asesorar y orientar en la comunidad significa gestionar la participación comunitaria en la solución de problemas y necesidades, utilizando adecuadamente los servicios existentes.

4.- PLANIFICADOR.

En la actualidad vemos que este es un rol que le compete y debe ejecutar el asistente social moderno, en donde demuestra su capacidad y entrega de conocimientos teóricos para la formulación de planes, proyectos, y programas dirigidos a solucionar una carencia detectada en la elaboración del diagnóstico comunitario, siempre hay que tener presente que los problemas detectados deben ayudarnos a elaborar un programa que irá destinado a solucionar ya sea en parte o en forma definitiva el problema detectado. Lo importante es que el trabajador social debe elaborar el plan estratégico con las personas que presentan el problema, no se trata de realizar un programa para "lucirse" sino que el objetivo es que debe satisfacer básicamente a las personas vulnerables con la problemática detectada, es así que surge entonces la ejecución de un proyecto específico.

5.-MEDIADOR.

El asistente social debe y puede actuar muchas veces en el plano mediador, en las distintas situaciones que se presentan ya sea dentro del grupo o en la propia comunidad, frente a situaciones de conflicto o no, lo importante es que actúa a través de la actitud, acción, y disposición presentes en el trabajador social para intervenir en situaciones conflictivas .Además con la ejecución de este rol refuerza las relaciones existentes entre el gobierno local o la institución a la que pertenece y la comunidad con la cual está trabajando. El trabajador social ejerce acá una capacidad de solucionar situaciones, muchas veces no resueltas por las personas por falta de técnicas o simplemente porque no hay interés en solucionar, pero cuando llega el profesional a trabajar con la comunidad y detecta esta situación la visualiza y planea acciones para intervenir cumpliendo un rol mediador frente a estas situaciones, casi siempre las situaciones problemas son resueltas una vez que el asistente social las toma para lograr la solución que al final influirá en que el grupo o comunidad actúen mancomunadamente en la consecución de sus necesidades .No hay que olvidar que la mediación no es más que encontrar el mejor acuerdo entre las partes involucradas en una situación problema.

6.-GESTOR.

Este rol del asistente social, tiene directa relación con la adecuada utilización de recursos de parte de las personas que requieran de ellos. Somos aquí los intermediarios entre los usuarios y las instituciones, ya que conocemos la problemática de la comunidad y al mismo tiempo gestionamos la ayuda a través de distintos organismos .Siempre las personas que pertenecen a comunidades sobre todo "marginales" en el sentido social, es decir apartados de las instancias de la toma de decisiones, necesitan conocer y a la vez poder utilizar adecuadamente los diversos recursos o instituciones que ofrecen la posibilidad de que ellos puedan salir de su condición deprimida.

7.- EJECUTOR.

Al momento de llegar a tener que ejecutar un programa o proyecto el trabajador social sabe y conoce que hay temas de gran interés para la comunidad y a los cuales las personas le darán mayor importancia, lo que se traducirá en mayor participación, es decir, no puedo llegar a la comunidad a implementar un programa de desarrollo comunitario si ni siquiera se ha realizado el diagnóstico preliminar que demuestre que ese tema es merecedor de ser abordado con un determinado proyecto, si es así no me cabe la menor duda que ese programa irá destinado al fracaso. El asistente social al echar andar un programa debe haber puesto en práctica la ejecución de muchos roles profesionales para lograr la verdadera participación de las personas, por ejemplo la educación social informal puede servir mucho para que las personas tomen conciencia de que es necesario abordar ciertas situaciones que le incumben a todos, es decir debe manifestarse como una necesidad sentida por parte de la comunidad solo así obtendremos también la verdadera participación , un gran número de personas participando del programa involucrándose en él.

ESQUEMA CONCEPTUAL EN TRABAJO SOCIAL

Siguiendo a Fraser y Galinsky (1997) y Howard y Jenson (1999) los conceptos de riesgo, protección y resiliencia ofrecen un esquema conceptual en Trabajo Social para:

1.- Comprender cada una de las situaciones socio-familiares en la práctica profesional

2.- Desarrollar planes de acción

3.- Diseñar servicios y programas específicos dirigidos a los distintos sectores de población y basados en la identificación, fortalecimiento y potenciación de los recursos y fortalezas

4.-Construir modelos e instrumentos de evaluación de programas y servicios basados en resiliencia

5.- Supervisar equipos y Proyectos

6.- Plantear investigaciones con enfoque de resiliencia relacionadas con prevención de aislamiento, de conductas violentas, de consumo de sustancias, de maltrato, etc.

TRES ESTAPAS EN LA INVESTIGACIÓN EN RESILIENCIALIDAD (Richardson, 2002)

Descripción

Resultados

Aportes al Trabajo Social

PRIMERA

ETAPA:

Cualidades de Resiliencia

Descripciones Fenomenológicas de cualidades resilientes de individuos y sistemas de apoyo que predicen el éxito personal y social.

Lista de factores de protección que ayudan a las personas a crecer a través de la adversidad (Autoestima, autoeficacia, sistemas de apoyo).

Identificación y reconocimiento de factores de protección en los usuarios.

Identificación de estrategias de reducción de riesgos y aumento de protección.

Identificación de sistemas de apoyo.

SEGUNDA

ETAPA:

El proceso y la

Teoría de

Resilien_

Cialidad

Conceptualización de

Resiliencia como proceso de respuesta frente a adversidad y cambio con resultado de identific­a ción, fortalecimiento y enriquecimiento de los factores de protección.

Describe los procesos reintegración en la adquisición de las cualidades de resiliencia descritas en la primera etapa.

Un modelo que enseña a usuarios y profesionales a reconocer, elegir y fortalecer la reintegración resiliente.

Trabajar a partir de las

Experiencias y de las

capacidades de respuestas

resilientes de los usuarios ante los cambios y las crisis.

Estrategias de fortalecimiento y complementación de las redes de apoyo.

Grupos de apoyo que fomenten el intercambio, la autoconciencia y auto res_

Ponsabilidad

TERCERA

ETAPA:

Fuerzas

Motivacio_nales y

Resiliencia

Innata

Se basa en la identi_

ficación interdisciplinaria del pensamiento post_ moderno y cree en las fuerzas motivacionales

dentro de los individuos, familias y grupos y las experiencias que adopta la activación y utilización de esas fuerzas.

Ayuda a los clientes, en todos los niveles ecológicos, a descubrir y aplicar la fuerza que les conducen hacia la auto-actualización y hacia la reintegración resiliente ante las dificultades y obstáculos de la vida.

Incorporar los significados que los acontecimientos tienen para los usuarios.

Descubrir centros motiva_ cionales en los usuarios y participantes de programas sociales desde los paradigmas y percepciones de ellos.

Incorporar en la práctica

profesional técnicas de

introspección, interiorización, técnicas corporales y meditativas.

LA FINALIDAD DEL Trabajo Social

Algunos aportes y sugerencias derivadas del concepto de trabajo social con respecto a la resiliencia, que son importantes a la hora de hablar este tema son :

  • fortalecer la resiliencia familiar

Se debería producir un cambio tanto en la intervención como en la investigación en el sentido de poner más atención en las familias que funcionan adecuadamente, a fin de identificar lo que las capacita para el éxito y las formas en que pueden colaborar con los profesionales. También deberían orientarse a una mejor comprensión de las capacidades y recursos de la familia en medio de la crisis o de un sufrimiento prolongado y en los esfuerzos que apoyen y estimulen las respuestas más saludables para el sistema familiar en estos procesos. Se incluyen aquí la importancia de trabajar las grandes pérdidas y etapas de transición, como la muerte, la separación, el divorcio y el nuevo matrimonio. Mucho es lo que habría que aprender de las familias dotadas de resiliencia para las intervenciones en grupos familiares que atraviesan situaciones de riesgo. Las metodologías de estudios pueden ser diversas, así, el uso de métodos cualitativos en las investigaciones sobre los procesos familiares, ofrecen posibilidades para explorar los sistemas de creencias de la familia y los procesos narrativos en su adaptación y superación. Los métodos etnográficos y las descripciones narrativas de las experiencias estresantes y su significado tienen especial valor para comprender la continuidad y el cambio en la evolución de la familia y sobre todo en los grupos familiares que han soportado diversas crisis.

  • Identificar y favorecer la resiliencia comunitaria

Cada comunidad posee un determinado perfil de resiliencia colectiva, en el que se combinan los factores que hemos descrito como pilares de resiliencia comunitaria con otros factores negativos o “antipilares”, como le llama Suárez Ojeda (2001: 80). De esta combinación surge una resultante o vector que nos permitirá hacer una estimación de la resiliencia de ese grupo o colectivo. Esta estimación nos servirá tanto para elaborar un pronóstico como para diseñar intervenciones orientadas hacia su fortalecimiento, con una mayor especificidad.

  • Favorecer las estrategias de colaboración.

Las sugerencias más comunes para las aplicaciones del concepto de resiliencia se fundamentan en las intervenciones colaborativas. Se estimula la colaboración entre profesionales y usuarios, sistemas de apoyo y miembros de la familia, en caso de trabajo social familiar. Es importante permitirse crear nuevas o renovadas competencias, apoyo mutuo y la común confianza en que son capaces de soportar los malos momentos. Desde el enfoque de resiliencia se debe potenciar a cada uno de los miembros de las familias y a los miembros relevantes de los sistemas de apoyo. Se debe reforzar la idea de que si obran en conjunto pueden vivenciar que pueden superar los obstáculos y que el éxito será en gran medida un producto de sus esfuerzos, recursos y habilidades. Las experiencias de éxito aumentan la confianza y la eficacia de los usuarios y familias. El enfoque de resiliencia ofrece un marco pragmático positivo, que orienta las intervenciones a fortalecer a las familias a través de la resolución de sus problemas actuales en sus propios marcos ecológicos.

Incorporar redes de apoyos y procesos de autoayuda.

Con el fin de hacer que los usuarios y familias manejen mejor las situaciones estresantes, conviene que los esfuerzos a favor del cambio no sólo incluyan a la familia sino además a las redes de apoyo y a sistemas más amplios, con el objeto de estimular vínculos comunitarios que la mayoría de las familias han perdido. Son particularmente adecuados los grupos de autoayuda

El enfoque de resiliencia va más allá de la resolución de los problemas, ocupándose de su prevención, no sólo mediante la reparación actual sino también preparando a los individuos y familias para retos futuros. Se ayuda a anticiparse a las dificultades futuras, aprender de lo vivido y planear estrategias de superación más eficaces. Se promueve la resiliencia normalizando y contextualizando las tensiones y ofreciendo una orientación útil para la adaptación y superación basada en principios psicopedagógicos.

Estas coincidencias nos llevan a pensar que lo que se entiende como promoción de la resiliencia en el marco de una comunidad, al producir capacidad de resistir las adversidades y agresiones de un medio social sobre el equilibrio psicofísico de los componentes de una comunidad, niños, adolescentes y adultos, produce salud mental (Melillo, Soriano, Méndez y Pinto, 2004)

Conclusión

Si bien pareciera ser utópico este modelo, deja de serlo cuando vemos en nuestro alrededor, a personas que desarrollan la capacidad para enfrentarse a la desgracia, bajo condiciones limitadas, buscando soluciones a sus conflictos y que están dispuestas a trascender.

Aquellos pilares fundamentales, que están en nuestro interior, son los que debemos fortalecer, para así establecer relaciones, con el fin único de mantenernos firmes ante cualquier adversidad.

En las comunidades, el trabajo que se lleva a cabo es mayoritariamente, preventivo, ya que va de la mano con la educación, donde se interviene con los niños, para que estos tengan un ambiente adecuado, y puedan así formar lazos que les servirán de pilares, para poder enfrentar los problemas. Siendo ellos los fututos emprendedores, en el desafío de lograr cambios estructurales en una sociedad que así lo demanda.

Cambiar una generación, un grupo o una comunidad, quizá se vea difícil, pero gracias a estas personas que crecen con la esperanza de salir adelante, aun con escasos recursos, es posible.

El Asistente Social como profesional destinado a que las personas en desmedro social y económico salgan de su condición de necesidad, trabajando en conjunto con otros profesionales, como Psicólogo Comunitario, no tratan de hacer un Servicio Social "paternalista", sino por el contrario, ser ayudantes en su propio desarrollo como persona y luego traducirlo al trabajo en su propia comunidad.

En la sociedad, cada profesional juega un papel importante a la hora de establecer proyectos que alcancen a los sectores populares, ya que juntos, darán una mirada al futuro con nuevas esperanzas y oportunidades, fomentando los pilares que están personas resilientes, necesitan para trascender históricamente.

Más que nuevas técnicas, lo que se precisa para orientar las intervenciones individuales-familiares son herramientas conceptuales que apunten a examinar las fortalezas y así las comunidades, estarán formando sus vínculos de participación.

Bibliografía

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La Noción del Concepto de Resiliencia-CEANIM – Suniny S.Luthor – Dante Cicchitti

Bronwy Becker – Traducción Libre por Sara Sánchez y Ramón Lascano

Como crecer superando los percances, CEANIM – Resiliencia, capitalizar las fuerzas del individuo, Oficina Internacional Católica de la Infancia (bice) ginebra 1996 segunda edición – Stefan Vanistendael

 

 

 

 

Autor:

Maryorie Pinilla

Elizabeth Vivanco

Jennifer Molina

Mary Luz Bobadilla

Asignatura: Psicología Comunitaria

Profesor: Víctor Cepeda

Partes: 1, 2
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