Apreciaciones históricas de ldel Dr. Basilio Sánchez Aranguren y Angelina Sánchez Aranguren (página 2)
Enviado por León Morales
Esta anécdota acaeció a comienzos de la década de los años cincuenta del siglo pasado, ya que él en esos tiempos era maestro en la Escuela Municipal Graduada "Miguel Suniaga" en Pariata.
Y siendo yo un niño como de 9 años de edad, mi hermano Francisco me llevó a la Escuela Nacional Federal Rural "Tarma", en donde él hacía de director, ya que esa escuela era de 4 grados de primaria y me acuerdo que me dejó durmiendo en un salón de la misma.
Allí lo que oíamos de noche eran grillos y era un pueblo feo y muy oscuro, porque no había en esos tiempos electricidad en Tarmas. Mi hermano Francisco tenía como sus 19 años de edad en esa época.
¿Qué cosa recuerda de su niñez en el Callejón "Arcaya" de Pariata, tío José Basilio?
Yo recuerdo que cuando tenía 7 años de edad, había fallecido una niña en nuestra comunidad pariatera. Y entre el velorio y acongojo de sus familiares y amiguitos, un niño se me acercó en mi casa y me hizo la siguiente pregunta: ¿No vas a ir al entierro de la niña que ha fallecido y están velando en este momento en su casa, José Basilio?
Y yo me acuerdo que le respondí de esta manera: "… No, vale. Yo no voy a ir a su entierro, porque no me han invitado…".
¿Qué más nos puede usted decir sobre la vida de pelotero de mi padre Francisco Santiago Sánchez Aranguren, tío José Basilio?
Hay que ver lo que hacía mi hermano Francisco en el campo de juego, ya que él era un personaje muy jocoso e interesante, si se quiere, era muy popular entre su gente. Francisco fue muy buen pelotero y así se corroboraba en una vieja foto que tenía mi mamá en uno de sus albúmenes, en donde aparece mi hermano Francisco a los 18 años de edad vestido con el uniforme del equipo de beisbol juvenil "Santa Marta".
El tren Caracas-La Guaiara pasando por Pariata, año 1.912
Él jugo con el "Santa Marta" y con él jugó también Carlos José Hostos, quién era de la Calle Real de Pariata, con la salvedad de que Carlucho Hostos no fue buen pelotero, ya que siempre lo tenían en el banco. Carlucho con los años se fue a vivir por los lados de "Piedra Azul" en "El Rincón" de Maiquetía, en donde vivió también mi cuñado José Antonio Garrido Manzano, quien también fue umpire de beisbol amateur en esos tiempos.
Otro que vivió en la Calle Real de Pariata y en las cercanías del cementerio de Maiquetía, fue el popular Cunene Hidalgo, ese también fue un buen pelotero y con el correr de los años se desempeñó como umpire.
Si mi hermano Francisco hubiese jugado beisbol en una época como la de hoy en día, hubiera llegado a las Grandes Ligas, porque él le ponía mucho empeño y jugaba con mucha picardía caribe.
Félix Carapaica Vega
En cuanto a esa fase beisbolistica de mi padre Francisco Santiago Sánchez Aranguren, debo contar la siguiente anécdota que me contó el venerable anciano carayaquero don Félix Carapaica Vega, justamente en el día en que estaban velando a su hermano Venancio Carapaica Vega en la funerario de la parte de abajo en el pueblo de San José de Carayaca, al lado de la casa de la señora Olga González Padilla, hace aproximadamente 4 años atrás.
Siendo este el relato:
Francisco y yo éramos casi contemporáneos de edad, un día nos fuimos a jugar pelotas en el viejo campo de beisbol que teníamos aquí en el pueblo de Carayaca, ya que la pelota que se jugaba aquí era sabanera y en muchos casos las pelotas las hacíamos nosotros mismos.
Pueblo de San José de Carayaca, año 1.938
Nosotros llegamos al estadio y estuvimos esperando que nos metieran en el line up de nuestro equipo, pero no fue así, ya que el manager decidió dejarnos afuera y sin chance alguna de ver acción ese día.
El juego comenzó y cuando habían pasado tres innings, Francisco me dijo estas palabras: "… Félix, acompáñame en este momento por los lados del left fiel, vamos pues, rapidito…".
En realidad yo no pensé nunca sobre lo que había maquinado Francisco en esos momentos, esa es la pura verdad, de las cosas. Nos fuimos haciendo los tontos, como si estuviéramos cazando pajaritos con nuestras chinas y de pronto veo cuando Francisco se aposto por ese lado del field.
Y muy ingenuamente le pregunto a Francisco, lo siguiente: ¿Qué estamos haciendo nosotros aquí, Francisco?
Y él me respondió con estas palabras: "…Mira Félix, si nosotros no jugamos beisbol, ellos tampoco jugarán beisbol, porque las vainas no son así…".
"Ya tu vas a ver lo que nosotros vamos hacer dentro de un rato, espera que la pelota caiga por aquí, para que veas".
Realmente estaba abismado por sus palabras, pero por mi mente nunca pasó lo que Francisco estaba maquinando en esos momentos. En eso no sé quién estaba bateando y sonó un fuerte batazo hacia el left field, cuando Francisco me dice estas palabras: "…Corre Félix, que nos llevamos la pelota…".
Y noto cuando Francisco con su viejo guantin toma la pelota en el aire y pega una tremenda carrera entre esos matorrales y yo como andaba con él en esos momentos, no me quedó más remedio que salir corriendo detrás de él.
Lo cierto del caso, es que Francisco se había llevado la única pelota que había en el juego y de esa manera tuvieron que suspender esa actividad deportiva, ya que en Carayaca teníamos carencia de guantes y pelotas, lo que hacía dificultosa la práctica de ese deporte en este pueblo.
Después que corrimos y esa gente iba detrás de nosotros, llegamos a la casa de Francisco en la subida de El Pardillo y nos sentamos a reírnos y a comer cortados y tomar algo de refresco, por la gracia que habíamos hecho en esos momentos.
Lo gracioso del caso, fue que Francisco me dijo estas palabras: "… Yo te lo dije Félix, si nosotros no jugamos, ellos tampoco…".
Y así fue como se dio esa anécdota beisbolistica, que es de grata impresión histórica en los anales del beisbol carayaquero.
Francisco Santiago Sánchez Aranguren siempre fue un hombre muy avispado en esas lides del argot popular en nuestra añorada tierra natal, Carayaca.
El "Alcatraz" Freites en Carayaca
En el pueblo de Carayaca aún vive un ex-trabajador y conductor de ambulancias en el Hospital "Eudoro González", conocido por todos los carayaquero como "El Alcatraz" Freites, quién es nativo de la Calle Real de Pariata y cuya familia era muy cercana a la familia Sánchez Aranguren en el Callejón "Arcaya".
"Alcatraz" fue alumno del maestro Francisco Santiago Sánchez Aranguren en la Escuela Municipal Graduada "Miguel Suniaga" en Pariata, y él tiene los mejores recuerdos de su maestro y preceptor público, cuando en más de una ocasión ha manifestado estas palabras:
"… El maestro Sánchez Aranguren me dio clases a mi y fue un buen educador, nunca le faltó un diccionario en su escritorio, ya que nos mandaba a investigar muchos vocablos de la lengua castellana…".
"Yo recuerdo que en una ocasión y estando en exámenes finales para pasar de grado, no como lo hacen ahora, que los muchachos no son sometidos a las pruebas escritas, orales y prácticas y que son examinados por otros maestros de otras escuelas, según la planificación que tenían aquellos maestros del ayer y que era muy bien controlada por el Ministerio de Educación".
En vista a que podía ser aplazado en mi tránsito de 3º al 4º grado de educación primaria, me dieron la oportunidad de darme una pregunta y me mandaron a estudiarla muy bien en el lapso del receso, si la respondía satisfactoriamente, pasaba de grado.
Realmente, yo me encontraba algo asustado y aterrado, y más si llegaba a mi casa y decía que había sido aplazado. En mi desespero le dije al maestro Sánchez Aranguren estas palabras: "… Maestro Sánchez, ayúdeme en esta pregunta…".
Maestro Francisco Santiago Sánchez Aranguren en Tarmas, año 1.980
Y él viendo mi situación, me respondió bajo estos términos: "… Usa las manos, usa las manos, vale…".
En realidad yo no entendía su repuesta, ya que me parecía que no llenaba mis expectativas y más aterrado estaba ante tal situación. Yo seguí insistiendo ante el maestro Sánchez, recalcándole nuevamente, bajo estas palabras: "… Ayúdeme maestro, ayúdeme…".
Y el maestro Sánchez Aranguren, viendo que esta llorando, me ripostó con lo siguiente: "… Yo no te dije que use las manos, vale…".
¿Qué está pasando contigo?
¿Por qué no reaccionas?
Yo no sabía que hacer y fue cuando el maestro Sánchez, me dijo estás palabras: "… Coño vale, usa la planta de tus manos y escribe allí la repuesta de la pregunta, y más luego te la copias, cuando te den la hoja para que formule la repuesta…".
Así fue como se me prendió el bombillo y terminé haciendo lo que él me dijo; de esa manera salvé el año escolar en esos tiempos y de esa manera me salvé de ser pelado por mis padres.
Así era el maestro Francisco Santiago Sánchez Aranguren en los días en que se desempeñó como maestro de escuela en Pariata y en donde ejerció su vocación de educador. Él siempre fue una persona muy querida por sus alumnos y por los representantes de los mismos.
Y en cuanto al beisbol se refiere, te diré que todos los que fuimos sus alumnos lo conocimos como "Semillita", ya que era incansable para lograr los objetivos que se trazaba, tanto en el beisbol, como en su condición de maestro.
Maestro Francisco Sánchez Aranguren, Escuela Federal Rural Nacional "Tarma", año 1.946
Hay una anécdota que refiere uno de los alumnos del maestro Francisco Santiago Sánchez Aranguren, cuando daba clases en la Escuela Federal Rural Nacional "Tarma" en el año 1.950, cuyo nombre es Juan Brenke, quién narró este relato que especificamos a continuación:
El maestro Francisco Sánchez me dio clases a mi en esos años en que se hizo la escuela de Tarmas, yo me acuerdo como si fuera ahorita, que él vivía en ese tiempo con la señora María Morales, en una casa que fue propiedad de la mamá de "Jorobado", la cual aún está ubicada en la subida de El Calvario, subiendo hacia Tirima.
En esos días le había nacido un hijo, que creo seas tú León Manuel, y de pronto él me llamo en clases y me dijo estas palabras: "… Juan vaya a la casa de María Morales, la hija del señor Manuel Morales y la señora Carmen González, y me le hace entrega de esta leche, vaya pues…".
Yo tomé la leche en mis manos y me fui a hacerle el mandado y cuando iba llegando a su casa, me salió a mi encuentro un perro y me mordió. Sin embargo, yo le entregué la leche a la señora María Morales y opté por regresarme a la escuela, que tenía poco tiempo de haber sido construida por el padre de los Anderson en 1.946.
Cuando llegué a la escuela y el maestro Sánchez Aranguren me vio mordido por un perro, se asustó tanto que no hallaba que hacer conmigo. Él mismo me curo y fue a la casa de mis padres y se disculpó de tal manera, que a veces pienso que los maestros de ahora no son así.
Regino Mayora con algunos alumnos de la familia Brenke y afro-descendientes tarmeños, construcción del jardín de la Escuela Federal Rural Nacional "Tarma" en 1.946
Lo que si puedo decir, es que el maestro Sánchez si enseñaba de verdad, todos le respetábamos y él era un asiduo visitante en nuestras casas, se relacionaba rápido con los representantes de sus alumnos y los mantenía informado de cómo iban en la escuela.
Alumnos del maestro Francisco Sánchez Aranguren, fuimos mi difunta hermana Lya Brenke de Díaz y yo, y tuvimos como compañero de estudios a Neo "Pío" León Mayora, quién era hijo de Justo León y la señora Gregoria Mayora.
Siguiendo con los relatos del Dr. José Basilio Sánchez Aranguren, podemos narrar lo siguiente: ¿Era mi abuela María Catalina de Sena Aranguren Bravo de Sánchez muy celosa de mi tía Angelina Sánchez Aranguren, tío José Basilio?
La palabra no es que fuera celosa, no, esa no es la palabra. Mi madre lo que era cuidadosa de que mi hermana Angelina no se fuera a enamorar de un tipo cualquiera y por eso la cuidaba demasiado.
Maestro José Basilio Sánchez Aranguren
Cuando yo era niño en nuestra casa en el Callejón "Arcaya" de Pariata en Maiquetía, mi mamá me mandaba a vigilar a mi hermana Angelina Sánchez Aranguren. Y esa actitud la tenía más, cuando mi hermana iba de visita por los lados del Río "Piedra Azul".
Ya que en esos tiempos ella andaba de amoríos con mi cuñado José Antonio Garrido Manzano, y tengo que decir, que mi mamá no le daba caramelo alguno en esas cosas a mi hermana Angelina.
El Río "Piedra Azul" era muy bonito, ya que desde las montañas bajaba agua limpia y cristalina, y desde allí podíamos sacar camarones y berro para llevar a la casa. Ese lugar era un sitio en donde las familias iban a bañarse en sus pozos y en muchas ocasiones hasta hacían sancochos de pescados y de gallina, en si, era un lugar de esparcimiento los fines de semana.
Angelina Sánchez Aranguren
En cuanto a los amoríos de mi hermana Angelina con José Antonio, yo no andaba pendiente de esas cosas, debido a que mi mamá era una mujer de un carácter y un temperamento muy fuerte, y que gracias a eso, todos nosotros lo tenemos y somos así como ella.
¿Y usted recuerda cuando se fueron del pueblo de Carayaca, para no regresar nunca más, tío José Basilio?
Claro, que me recuerdo, ya que cuando nos fuimos del pueblo de San José de Carayaca, yo como que tenía tres años de edad, eso sería entre los años 1.940 y 1.941, aproximadamente. A veces en mis añoranzas infantiles, pasan los destellos de ese pueblo que me vio nacer, y puedo rememorar que era muy bonito en esos primeros años de mi vida.
Y lo recuerdo con sus tierras bien cultivadas y nunca he olvidado esas remembranzas, cuando desde lo alto de mi casa en la bajada de "El Pardillo", podía ver los sembradíos de hortalizas, verduras, ajos y cebollas, y los arboles frutales que lo hacían aún más bonito y productivo; y que en nada se parece al pueblo que vemos hoy en día, y que nada tiene que ver con el que conocí en el pasado más remoto de mi vida.
¿Y que nos puede contar de su hermana Juana Norma Sánchez Aranguren de Acosta, tío José Basilio?
Mi Hermana Juana Norma Sánchez Aranguren de Acosta cuando joven fue una mujer muy bonita. Ella se enamoró del isleño canario Antonio Acosta Álvarez, y en relación a eso debo acotar, que mi mamá fue muy cabrona, si se quiere, ja, ja, ja.
Juana Norma Sánchez Aranguren de Acosta
Ya que en aquellos tiempos yo le daba plata a mi mamá para que hiciera el mercado y comprase los alimentos necesarios para la casa, ya que estaba recién graduado de maestro normalista en la Escuela Normal "Miguel Antonio Caro" en Caracas y mi primer trabajo como maestro lo ejercí en la Escuela Municipal Graduada "Miguel Suniaga" en Pariata, en donde terminé dándole clases a mis viejos compañeros de estudios en sexto grado.
Lo cierto del caso, era que cuando llegaba a la casa, se notaba que a Antonio le ponían bistec encebolladlo o preparado de cualquier otra forma, ya que mi mamá cocinaba muy bien, y esa era una gran verdad. Y a él no le faltaban las ensaladas en la mesa, mientras que mi mamá en todo instante y en cada momento l, lo que me servía era pollo frito, hasta que un día le hice la siguiente pregunta: ¿Por qué Antonio come bistec y yo como pollo, mamá?
Y ella sabiamente me respondió con estas palabras: "… Porque Antonio, no come pollo…".
"No ves, que él vive día y noche trabajando en la granja de sus padres en Week End".
Claro, Antonio en realidad vivía hastiado de tanto criar, matar y distribuir pollos en la granja de sus padres, no era para menos, ja, ja, ja. Y ante eso, mi madre tenía sus razones para servirle la comida de manera diferente a nosotros.
¿Y que nos cuenta sobre su niñez en Pariata, tío José Basilio?
Mira, vale. Mi mamá era una mujer muy dura, y eso fue lo que permitió que nosotros fuéramos lo que somos hoy en día. A mi mamá no se le escapaba nada sobre las cosas que uno hacía en esos tiempos. Yo recuerdo que cuando faltaba pocos días para hacer mi primera comunión, y siendo el 30 de diciembre, yo llevé para la casa un carrito que me había regalado un amiguito mío quién se llamaba Horacio.
Maiquetía a finales del siglo XIX
Yo en realidad estaba enamorado de ese carrito que fue hecho en aluminio, y cuando llegué a la casa, mi madre me preguntó: ¿De dónde sacaste ese carro, José Basilio?
Y yo le dije estas palabras: "… Mamá, este carrito me lo regaló mi amigo Horacio…".
Mi mamá, inmediatamente, me agarró por los pelos de la cabeza y me dio un fuerte templón, diciéndome lo siguiente: "… Qué, qué…".
Y nuevamente le dije las mismas palabras que ya le había dicho anteriormente: "… Mamá, este carrito me lo regaló hace rato, mi amigo Horacio…".
Y de pronto mi mamá, sorpresivamente me agarró por los brazos y me dijo lo siguiente:
"José Basilio, usted sabe que a mi no me gusta por nada del mundo que ustedes me estén trayendo cosas ajenas a la casa. Así que agarre ese carrito y vamos a la casa de ese niño y se lo entregamos".
Y así fue como mi madre me llevó a la casa de Horacio y ante sus padres me conminó a regresarle el carrito que él me había regalado.
Esa era la educación que nosotros recibimos de nuestros padres en esos tiempos, teníamos valores que los habíamos adquiridos en el seno familiar, y ahora podemos notar que los mismos han desaparecido en la sociedad que ahora tenemos.
¿Y qué otra anécdota al respecto tiene usted, tío Basilio?
En otra ocasión, mi mamá me mandó hacer un mandado en la bodega del señor Figueroa en Pariata, y cuando me terminó de despachar el mandado que me había mandado hacer mi mamá, me encontré en el piso de su pulpería un billete de 20 bolívares de esa época, que para aquel entonces, era bastante plata.
Como yo no me podía aparecer con ese dinero en la casa, le preguntó al señor Figueroa lo siguiente: ¿Este billetes de 20 bolívares, es suyo señor Figueroa?
Maiquetía y Cabo Blanco, a finales del siglo XIX
Y el antes mencionado pulpero, rápidamente me lo arrebató de la mano y me dijo estas palabras: ¡Claro, que ese billete es mío, niño!
Ni corto ni perezoso, el señor Figueroa me quitó el billete. Él era un pulpero que vivía por los lados de Curucutí, en la carretera vieja de Caracas a La Guaira, en donde tenía una cría de cochinos; ya que los residuos de comidas que recogía en las casas y los vestigios e las verduras, frutas, legumbres y hortalizas se las llevaba en un viejo jeep Willy, de color verde, que era de su propiedad.
Viaducto de Pariata, ferrocarril entre La Guaira y Caracas
¿Y que nos puede contar sobre la muerte del profesor Damián Ramírez Labrador, tío José Basilio?
Ese fue un buen profesor de física y matemáticas, él fue mi profesor en la Escuela Normal "Miguel Antonio Caro" en Catia–Caracas, entre 1.952 y 1.956. El profesor José Damián Ramírez Labrador era un andino tachirense con una amplia cultura, él fue una persona que siempre anduvo muy bien vestido, más bien parecía un artista sacado de Hollywood en los tiempos de Clark Gable.
Ese profesor no merecía esa muerte que tuvo, vale. Él no se merecía eso, pero dando clases en el aula Nº 19 del Liceo Nocturno "Juan Vicente González", ubicado en las instalaciones del Liceo "Andrés Bello" en Caracas; de pronto salió un personaje de esa época y extrañamente le dio un tiro en el estomago, aproximadamente, entre las 7 y las 8 de la noche del día 15 de noviembre de 1.961, y de esa forma cayó muerto el profesor José Damián Ramírez Labrador.
Habiendo sido llevado a la Cruz Roja en Caracas, en donde ingreso muerto. El profesor José Damián Ramírez Labrador nació en el pueblo de La Grita en el Edo. Táchira, el 27 de septiembre de 1.914. Yo creo que la muerte de ese eminente educador andino venezolano, fue la gota que hizo que el gobierno del presidente Rómulo Betancourt arremetiera en contra de los insurgentes comunistas de esa época, quienes además estaban infiltrados en URD y en COPEI, aparte de los que habían en el PCV y en AD.
Allí acabaron con la vida de uno de los mejores educadores que haya tenido el país en esos tiempos, quien quizás hubiera llegado muy lejos en el proceso educativo venezolano, ya que él tenía personalidad y manejaba muy bien la pedagogía dentro del proceso de aprendizaje y enseñanza; cuando él fue profesor mío estaba estudiando en el Instituto Pedagógico de Caracas (IPC), de donde egresó el 19 de junio de 1.959.
Si más no recuerdo, yo creo que sus últimas palabras antes de fallecer, fueron las siguientes: ¡Soy profesor y mi función es enseñar!
Él estaba casado con doña Irene Guerrero de Ramírez y tuvieron las siguientes hijas e hijo: Rosalba, Oscar, Aday, Fanny, Betty y a Olga Ramírez Guerrero.
Yo tengo entendido tío José Basilio Sánchez Aranguren y según las palabras del profesor cumanés López Borrego, quién fue director del Liceo "José María Vargas" en Maiquetía, a comienzo de la década de los años 60 del siglo pasado, que quién le dio el tiro al profesor José Damián Ramírez Labrador, fue el conocido comunista-copeyano Alexis Ortiz, presidente del centro de estudiantes de la Escuela de Ingeniería de la UCV en Caracas y quién después estuvo entre los fundadores del Movimiento al Socialismo (MAS).
Los comentarios de la época, referían que Alexis Ortiz estaba casado con una hija del máximo dirigente comunista Gustavo Machado, y hasta el presente no se sabe aún, cual ha sido el interés de muchos que estuvieron presente ese día en tan nefasto hecho criminal, de no querer dar a conocer la realidad de los hechos y en tratar de desenmascarar a su verdadero asesino.
Profesor José Damián Ramírez Labrado
Por ese motivo fue creado el Liceo Nocturno "José Damián Ramírez Labrador" en las instalaciones del Liceo Dr. "José María Vargas", el cual se llevó a cabo el 1º de octubre de 1.963.
Entre sus creadores estuvieron los siguientes profesores: Isai Parra Gallardo, Alfredo Zamora Torres, Horacio Yánez González, Gustavo Olivares Bosque, Federico Ortega Bustamante, David Parra Gallardo, Balbina Sierra, Luis García Méndez y Liduvina Luque de Rincón.
Y como director del liceo nocturno bajo el nombre epónimo del profesor "José Damián Ramírez Labrador", estuvo bajo la dirección del profesor Antonio Dávila Mora.
¿Usted conoció a la profesora Liduvina Luque de Rincón, tío José Basilio?
Claro, vale. Liduvina era andina y era una mujer muy hermosa, ella trabajó conmigo en la Escuela Municipal Graduada "Miguel Suniaga" en Pariata. Ella vivió por muchos años, en uno de los edificios que hicieron en la época del gobierno del General Isaías Medina Angarita, frente a nuestra escuela y si más no recuerdo, en el edificio que hacía esquina con el Cementerio Municipal de Maiquetía, ya que allí también vivió la maestra Carmen Mosqueda.
Realmente, usted esta en lo cierto, tío José Basilio. La maestra Liduvina Luque de Rincón, si trabajo en la EMG "Miguel Suniaga" en la parte correspondiente a manualidades y bellas artes, y fue también mi maestra. Y hago referencia a lo antes dicho por usted, ya que su hija Liduvina Rincón Luque estudió conmigo en 2º grado de primaria en esa escuela.
La mayoría de sus alumnos estábamos enamorados de ella por su bella y por su calidad humana, de eso no había dudas. Su hija Liduvina Rincón Luque, con el correr de los años, fue la esposa del Capitán Magallanes, quién murió en el siniestro aéreo que se produjo en una nave de AVENSA, frente a la costa de La Guaira.
Maestro Adolfo Navas Coronado, a la derecha y con lentes
La maestra Liduvina Luque de Rincón, después fue mi profesora de manualidades en primer año en el Liceo "José María Vargas", entre los años 1.964 y 1.965.
¿Y qué nos puede contar sobre el maestro Adolfo Navas Coronado, tío José Basilio?
El maestro Adolfo Navas Coronado era caraqueño y fue mi amigo personal, ya que él dio clases conmigo en la Escuela Municipal Graduada "Miguel Suniaga" en Pariata. Yo en verdad no sé porque no lo acompañé a esa gira que se hizo a Guayana en los tiempos en que fallecieron esa gran cantidad de educadores en el Salto "La Llovizna" en esa época.
Esos educadores y educadoras que fallecieron en esos tiempos en esa zona, fueron eminentes educadores, quienes hoy en día hubieran jugados roles protagónicos en el proceso educativo venezolano.
¿Y qué fueron hacer esos maestros en Ciudad Guayana, tío José Basilio?
Allá se estaba dando la XIX Convención de Maestros, la cual estuvo presidida por el Dr. Luis Beltrán Prieto Figueroa, quién para esa entonces, era el Presidente del Congreso Nacional.
A Ciudad Guayana concurrieron más de 70 educadores, ya que en esa convención se estaba debatiendo sobre los cambios sustanciales que había que hacer en la educación venezolana en esos tiempos.
¿Y cómo se dio ese fatal accidente en el Salto "La Llovizna", tío José Basilio?
La verdad, es que lo que sucedió en el salto "La Llovizna" el 23 de agosto de 1.964, enmudeció a todos los educadores venezolanos, ya que allí había sucedió algo catastrófico para el magisterio venezolano y en donde se tejieron muchas conjeturas.
Como quedó el puente que se cayó en el Salto "La Llovizna", el 23-08-1.964
Y a veces nos preguntamos como fue que se cayó ese puente colgante sobre ese raudal del Salto "La Llovizna" que cae al Río Caroní, en donde perdieron la vida 30 de mis colegas. Y en cuanto a Adolfo Navas Coronado, yo debo decirte, que él estaba casado con Norma Díaz Oropeza, quién quizás era nativa de Macarao o de Carayaca misma.
La familia de Adolfo Navas Coronado era muy antigua en el pueblo de El Hatillo. él tenía una hermana que se llamaba Consuelo Navas Coronado y era directora de un plantel en esos tiempos, y yo paso a creer que él como que se crió en La Guaira, porque la conocía muy bien.
¿Puede usted contarnos alguna anécdota que haya vivido con el maestro Adolfo Navas Coronado en la E. M. G. "Miguel Suniaga", tío José Basilio?
Mira vale, yo recuerdo que en los exámenes finales que hicimos a un salón de cuarto grado en la E. M. G. "Miguel Suniaga" en 1.957, como jurado de ese salón fuimos designados el subdirector de la escuela, de quien en este momento no me acuerdo de su nombre, pero sé que lo llamábamos "Pescadito", el maestro Adolfo Navas Coronado y yo.
Minutos antes de la caída del puente en el Salto "La Llovizna", 23-08-1.964
Y estando en el salón pasamos a un niño frentea nosotros para hacerle el examen oral, que de costumbre se hacia, después del escrito y el práctico. El maestro Adolfo Navas Coronado queriendo hacerle una chanza al niño, haciéndole la siguiente pregunta: ¿Qué animalito en ese que se mueve serpenteándose en el agua, niño?
El niñito era como de 9 a 10 años más o menos, y de pronto se llevó la mano derecha a la cabeza y se puso a pensar muy bien la pregunta. Nosotros esperábamos que nos dijera que era un pescadito, y el maestro Navas Coronado seguía insistiendo como era el movimiento del animalito en el agua. Y nos quedamos sorprendidos, cuando el niño nos dio a entender que tenía la repuesta adecuada.
¿Cuál es ese animalito?
Y el niño respondió de esta manera: ¡Guabina, maestro!
Y allí todos saltamos de la risa, ya que no nos esperábamos esa repuesta, pero había respondido correctamente. La verdad que no aguantábamos la riza, ya que Navas Coronado trató de hacer una chanza y el niño le salió virtuoso y sabio con su repuesta.
La verdad, tío José Basilio. Es que en ese nefasto día, unas personas en el sitio de la tragedia dijeron palabras, como estas: "… Es preferible que se hubieran muerto varios indígenas, y no ese montón de maestros adecos…".
¿Y sobre cuáles otros relatos nos pueden hacer referencia, tío José Basilio?
La Escuela Municipal Graduada "Miguel Suniaga" tuvo muy buenos maestros y maestras, de eso no hay dudas, ya que yo trabaje allí desde el año 1.956, hasta 1.959 y en esos lapsos educativos fui maestro de 6º grado.
Bueno, vale. Ahora vamos hablar sobre el maestro de música "Perro Buldog" en esa escuela.
¿Y quién fue el maestro "Perro Buldog" en la E. M. G. "Miguel Suniaga", tío José Basilio?
En estos momentos no recuerdo su nombre, pero cuando yo estudiaba en la E. M. G. "Miguel Suniaga", a finales de los años cuarenta y a comienzos de los años cincuenta del siglo pasado, teníamos un maestro de música que era larense y siempre andaba vestido con su paltó y corbata, y en algunos casos usaba sombrero. Su peinado era al estilo del historiador Dr. José Gil Fortul, quién de paso fue presidente y diplomático durante el gobierno gomecista.
Lo curioso de ese maestro de música, era que él se teñía el pelo con sustancias de la época y eso se le notaba mucho. Él fue mi maestro de música en el tiempo en que hice mi primaria en esa escuela.
Yo recuerdo que el tocaba como una especie de flautín o flauta y un día en que estábamos en clases de música con él y tocaba el flautín, delante de mis compañeros de estudios me dijo lo siguiente: "… Alumno José Basilio Sánchez Aranguren, póngase de pie y a continuación usted me va a responder una pregunta…".
¿Cuál instrumento musical estoy tocando en este momento?
Y yo le respondí con estas palabras: ¡Usted está tocando un pito, maestro!
Y en realidad mis palabras causaron una gran gracia entre mis compañeros y compañeras de estudios en esos momentos. Pocos años después, yo me gradué de maestro de primaria en la Escuela Normal "Miguel Antonio Caro" en Catia–Caracas en el mes de julio de 1.956, y en septiembre de ese mismo año me dieron el cargo de maestro de 6º grado en la misma escuela en donde había sacado la primaria.
Y el maestro de música al verme entrar en la E. M. G. "Miguel Suniaga" en Pariata, manifestó estas palabras a sus alumnos y a mis antiguos compañeros de estudios: "… Ese joven que ustedes ven entrar al salón en este momento, es el maestro José Basilio Sánchez Aranguren…".
"Él fue un buen alumno en esta escuela, porque él si sabía diferenciar muy bien las notas musicales".
Ese maestro no sé si fue encontrado muerto algún tiempo después en un hotel de Maiquetía o en Caracas. Lo cierto del caso, es que le dio un infarto y por lo fétido de su alojamiento fue que se dieron cuentas de que había fallecido ese buen hombre.
¿Cómo era que ustedes llamaban a ese maestro de música, sobrino León Manuel?
Tío José Basilio, a ese maestro nosotros lo llamábamos "Perro Buldog", ya que se parecía a esa especie de perro, ya que en esa época veíamos unas comiquitas sobre esos animales y lo relacionábamos con él.
Ciertamente, él y el maestro Cruz Felipe Iriarte fueron los maestros de música que tuvimos en la E. M. G. "Miguel Suniaga" en esos tiempos de la dictadura del General Marcos Pérez Jiménez. Y la maestra de danzas era una ecuatoriana que era la esposa del maestro de futbol don Pedro Villalba.
El maestro "Perro Buldog" era un hombre muy serio y dentro de una maleta cargaba su órgano o en algunos casos tocaba un acordeón, nosotros recordábamos mucho sus canciones, como "Mambrú se fue a la guerra" o "Los Pollitos tienen frio".
¿Y qué nos puede usted hablar sobre la maestra Josefina López, tió José Basilio?
Cuando yo estudiaba en esa escuela, ella era la directora de la misma, y ejerció la dirección por muchos años. Ella en realidad trató de hacer muchas cosas por la escuela "Miguel Suniaga" y en realidad no pudo.
La E. M. G. "Miguel Suniaga" fue una de las mejores escuelas que hubo en el litoral guaireño, de eso no había dudas, ya que allí hubo muy buenos maestros y maestras, y allí conocí a la madre de mis dos primeros hijos, Gustavo y Nelson, quién se llama Cloris Rojas y era graduada en la Escuela Normal "Gran Colombia" en Caracas.
Cloris Rojas es natural del pueblo de Caripito en el Edo. Monagas y yo la conocí dando tercer grado en la E. M. G. "Miguel Suniaga". A partir del año 1.959, yo me fui de esa escuela a trabajar como profesor por horas en la Escuela Técnica Industrial de "Los Teques", ya que la mayoría de los educadores en La Guaira eran amigos del Dios Baco, y gracias a Dios que yo no caí en eso.
Tío José Basilio Sánchez Aranguren, si se quiere usted es hoy en día un educador que ha alcanzado los más altos grados dentro del magisterio venezolano, pero hay recuerdo en sus años mozos, que serían bueno recordar hoy y que lo embargan en las nostalgias del pasado, al querer tener presente a sus padres en estos logros personales y económicos, que sin ellos no hubiese sido posible.
¿Podría usted hablarnos de ellos, tío José Basilio?
Claro, vale. Yo recuerdo mucho a mi padre Francisco Sánchez Jiménez, él era un hombre alto y muy elegante, vestía siempre de blanco y su ropa era de muy buena gabardina inglesa. A mi memoria me viene en este momento, cuando siendo un niño él me llevaba a las casas comerciales que habían en La Guaira colonial, ya que él era amigo de todos esos comerciantes y de quienes tenían casa de empréstitos.
Mi papá conocía a toda esa gente y cuando llegaba era muy bien recibidos por ellos, quienes por lo grande de su nariz, lo conocían como Pancho "El Narizón". Él llegó a tener embarcaciones de madera, ya que su familia vivía de la pesca en ese litoral guaireño y él fue un mercader o comerciante muy conocido en Carayaca y en sus alrededores.
María Catalina de Sena Aranguren Bravo de Sánchez
Claro está y te lo manifesté en días pasados, mi madre María Catalina de Sena Aranguren Bravo de Sánchez era una mujer con un carácter muy fuerte, y recuerdo que en una ocasión la vi agarrar por el pecho a mi papa, y lo hizo tan fuerte, que mi padre se limitaba a oír sus palabras: ¿Por qué lo hiciste, Pancho? ¿Por qué?
Y en cuanto a mi madre, debo decirte que recuerdo en todo instante, cuando murió mi padre, ella solita iba a Caracas a pelear por mi cupo en la escuela Normal "Miguel Antonio Caro" en Catia–Caracas y después hizo un gran esfuerzo para comprarme una maquinita para que pudiera hacer mis trabajos mecanografiados y en realidad aprendí a escribir en base a dos dedos y no como está tipificado en los métodos de mecanografía, y si más no recuerdo, creo que mi hermano Francisco escribía igual; excepto mi hermana Juana Norma, ya que ella estudió en el Instituto de Comercio Licenciado "Aranda", cuando el cubano Rovira Pando lo dirigía.
El Pavero en Macuto
Claro está, de todos mis hermanos, yo fui el que sacó el pelo muy parecido a mi papá, mientras que físicamente, él más parecido a él, fue mi hermano Francisco.
En estos momentos están construyendo un estadio de futbol y otro de beisbol en el sitio denominado "El Pavero" en Macuto, por parte de la gobernación del Edo. Vargas, en donde ha habido comentarios que en las retrocavaciones que se hicieron en ese lugar, apareció un inmenso tesoro de casi 18 toneladas entre cosas de oro y plata.
Las malas lenguas en La Guaira dicen que esas reliquias del pasado y que se remontan a las épocas de la conquista y de la colonia, pudo haber sido escondidas allí por piratas y filibusteros. Los comentarios en el vulgo es que esas reliquias aparentemente fueron a parar a manos del gobernador y General en Jefe (EJB.) Jorge Luis García Carneiro.
¡Ojala no sea así y los comentarios sean de mal gusto!
¿Qué nos puede hablar usted sobre ese sitio llamado "El Pavero" en Macuto, tío José Basilio?
Bueno, vale. Ese lugar en otrora tiempo fue un lugar muy hermoso, por donde pasaba el tren de Caracas a La Guaira, cuya estación final esta allá en el pueblo de San Bartolomé de Macuto. Esa línea férrea fue construida en tiempos del General en Jefe Antonio Guzmán Blanco y ya por la década de los años treinta al cuarenta del siglo pasado, dejó de circular el tren por allí.
Debemos recordar, que en Macuto se construyó la casa de veraneo playero de los presidentes de la República en esos tiempos y casi hasta la misma época del Presidente Hugo Rafael Chávez Frías, la cual siempre hemos conocido como "La Guzmania".
Construcción de la carretera entre Maiquetía y La Guaira, en el sitio llamado "El Peñón"
Luego cuando se empezó a construir los malecones y las instalaciones del actual Puerto de La Guaira en tiempos del gobierno del General de División (Ej.) Marcos Pérez Jiménez, "El Pavero" se convirtió en un lugar feísimo, ya que fue un botadero de escombros.
Es muy bien conocido en el seno de mi familia, ya que mi cuñado Antonio Acosta Álvarez solía llevar a mis sobrinos y a mi mamá a ese lugar para que lo vieran jugando futbol con el equipo "Unión Deportiva Canarias", ya que él era un isleño canario nacido en Guía de Isora en la isla de Tenerife. Él en esos tiempos era novio de mi hermana Juana Norma Sánchez Aranguren y hasta el presente siguen casados.
Ahora bien, tratando de complacer al Capitán de Altura Iván Orozco Sánchez, podemos continuar las conversaciones con mi tía Angelina Sánchez Aranguren de Garrido.
¿Háblenos un poquito más del pueblo de San José de Carayaca en su época infantil y juvenil, tía Angelina?
En los relatos que te he dado en otras oportunidades, he pasado desapercibida algunas cosas, pero cuando vienen a mi memoria, lo mejor es escribirla y hacerlas perdurar en el tiempo, y ese es tu trabajo, estimado sobrino.
Yo recuerdo que en donde estaba "El Calvario" en el pueblo de Carayaca, por la parte de atrás de la vieja iglesia, había una vaquera que perteneció al señor Indalecio González. Acuérdate que ahora está ahí el Hospital "Eudoro González".
¿Y por qué llamaban a ese lugar "El Calvario", tía Angelina?
Acuérdate que cuando fundaron al pueblo de San Joseph de Carayaca, lo hicieron fue en las cercanías en donde antiguamente estuvo la iglesia colonial, la cual visitó el Obispo Mariano Martí en 1.772.
Procesión en El Calvario en el pueblo de San José de Carayaca
Las procesiones antes salían de allí todas, pero al construirse la iglesia que estaba en la Plaza Bolívar del pueblo, y que se cayó con el terremoto de 1.967, se optó por que los días viernes de Semana Santa, saliera el Santo Sepulcro desde ese mismo lugar, ya que es una tradición católica que aún se continua realizando en ese pueblo.
¿Qué otra persona estudió con usted en la Escuela "Rafael Rangel" en Carayaca, tía Angelina?
En esa escuela tuve como maestra a Panchita Mota, y allí estudié con Magdalena Carapaica Vega, ya que ellos vivían cerca de la escuela, la cual quedaba en donde hoy está la oficina de lo que hoy es Corpoelectric y antes fue la Electricidad de Caracas, su padre era el señor Cipriano Carapaica. Anteriormente, te dije que la señora Olga González Padilla de Peruchini, también fue mi compañera de estudios en Carayaca, ya que ella es hija del señor Valentín González y la señora Cándida Padilla Rodríguez.
Yo recuerdo que dentro de la familia Vega había un señor que fue General y era muy violento, no le tenía miedo a nadie y quien se le resbalaba lo invitaba a tirar un lance o duelo, bien fuera a vara, revolver o a machete, ese señor era muy temido en la zona fría de Petáquire.
Magdalena Carapaica Vega y Raúl Carapaica Vega, Plaza Bolívar de Carayaca, año 1.948
¿Y qué otras cosas nos puede contar sobre el pueblo de Carayaca, tía Angelina?
Fíjate, lo que son las cosas de la vida. Siendo yo muy niña, en varias ocasiones vi al señor Rafael Silverio besuqueándose con una joven en el patio de su casa, ya que ella vivía cerca de mi casa en la subida de El Pardillo.
En muchas ocasiones, él se acercaba al negocio de mi papá y echándome bromas, y me decía estas palabras: ¡Cuando tú seas grande, serás mi novia, Angelina!
Continuando con los relatos del tío José Basilio Sánchez Aranguren, en relación a nuestra historia familiar, pasamos a sistematizar otras conversaciones que tienen que ver con el proceso educativo venezolano desde los tiempos del gobierno del General Isaías Medina Angarita, hasta el presente.
¿Qué más nos puede usted decir sobre mi padre Francisco Santiago Sánchez Aranguren, tío José Basilio?
Mi hermano Francisco era un autodidacta y no era grosero, peleón si era y buscador de problemas. El maestro Requi siempre andaba haciendo muescas con un pañuelo en la cara, y de pronto Francisco la agarró por hacer lo mismo, por todas partes andaba pasándose el pañuelo.
¡Qué cosa, vale!
Maestros Requi y Francisco Sánchez Aranguren (de cuclillas)
Francisco no era egresado de ninguna escuela normal, él fue seleccionado para maestro cuando se crearon las escuelas rurales en Venezuela y fue enviado a la Escuela Federal Rural Nacional "Tarma" en el pueblo de Tarmas en 1.946.
Con él fueron enviados los maestros Santiago Martínez, Brito y Espín.
¿Y qué otra anécdota nos puede usted contar en sus tiempos de maestro en la E. M. G. "Miguel Suniaga", tío José Basilio?
Como tú podrás saber, durante el gobierno del General Isaías Medina Angarita se construyeron una serie de escuelas llamadas República, como lo fueron la República de El Salvador, República de Panamá en nuestro litoral. Pero, en Caracas se construyeron la República de México, Perú, entre otras.
Esas escuelas tenían tremendas instalaciones y eran muy bonitas, y resulta que un día, la Asociación de Padres y Representantes de la E. M. G. "Miguel Suniaga", a través de su vocero principal, en una reunión con el Consejo de Maestros y la dirección del plantel, y delante de los niños de la misma, hizo la siguiente pregunta: ¿Por qué no llamar a nuestra escuela, República….?
Debo decirte, que en esos tiempos yo estudiaba en esa escuela y nosotros los estudiantes nos dábamos cuenta de lo que estaba diciendo ese vocero de los representantes. Sin embargo, ellos no lo notaban en ese momento.
Eso no podía llevarse a cabo, ya que las escuelas llevaban nombres de países.
¿Y cómo se iba a denominar la nuestra?
¿Acaso, República "Miguel Suniaga"?
Allí les dejó esta paradoja.
¿Y por qué a Pariata lleva ese nombre tía Angelina?
Pariata lleva ese nombre, debido al cacique Pariata, quien fue un guerrero de Guaicamacuto que luchó y defendió todo ese litoral de Maiquetía en los tiempos de la conquista española a estas tierras.
Guerrero Pariata
Él era miembro de la Nación de Los Tarmas y fue quien frenó a uno de los más afamados capitanes españolas que iban hacia Cartagena en esos días, abordando sus carabelas y matando a toda su tripulación, dicen que eso sucedió frente a las playas de Mare Abajo.
Inclusive, yo conocí en el pueblo de Carayaca a Sabas Pariata, ese hombre era un zambo y era de Maiquetía. Yo creo que él vivió por los lados de Caoma.
Esperamos que estas letras sirvan para enriquecer más el gentilicio guaireño y en especial a nuestra tierra chica en el pueblo de San Joseph de Carayaca, de donde somos oriundos, pero con raices muy marcadas canaria y española, y que a las nuevas generaciones las tomen como parte dentro del proceso de aprendizaje a través de la mayeutica Socratica, en donde también hacemos ciencia por medio de la memoria Popular Colectiva y la Oralidad, como fuente histórica que de elemntos reales y verdaderos a los practicantes de la Hermeneutica Platónica, en el marco del aprendizaje academico.
Fraternalmente,
Autor:
León Manuel Morales
Francmasón Past Master Grado 33º
Patrimonio Cultural Viviente del Edo. Vargas
Oficial de Marina Mercante
Coordinador de Ceremonial y Acerbo Histórico de la UBA
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