La gestión educativa de los ambientes de aprendizaje de la Universidad de Pinar del Río
Enviado por Dayana Rojas Alvarez
La gestión educativa en el proceso de formación de los ambientes de aprendizaje en las aulas de la Universidad de Pinar del Río "Hermanos Saíz Montes de Oca"
El proceso formativo y de enseñanza – aprendizaje como objetos de la pedagogía y la didáctica donde se proyectan diversos conceptos y metodologías, requiere perfeccionar los ambientes de aprendizaje donde se propician las actividades académicas. El aula es el escenario donde ocurren todo tipo de relaciones ya sea entre los propios sujetos, entre los objetos y entre sujetos y objetos. Para que estas relaciones se produzcan de manera eficiente, organizada y transformadora hay que tener en cuenta determinados factores desprovistos de atención en las instituciones educativas, el espacio físico, el ambiente físico, la función y uso del espacio, el tiempo, estos elemento son las partes de los ambientes de aprendizaje, cuando se separan y cada uno funciona de manera independiente ocurre la desestructuración del proceso, situación que adolece actualmente la universidad cubana.
El hombre se apropia cognitivamente de los espacios en que se relaciona, a medida que se parezca más a sus habilidades actitudes y valores, más se siente identificado en el proceso que transcurre en ese espacio. El estudiante en el aula es sujeto de su propia formación, por tanto tiene que ser el que defina como se van a manifestar las relaciones en ese espacio para las diferentes formas del proceso enseñanza-aprendizaje dirigida por el docente.
La sociedad contemporánea está inmersa en el uso de las tecnologías como medios de comunicación, de aprendizaje y de interacción con el espacio, ya sea con medios informáticos o mobiliario, por lo que demanda hoy experiencias educativas más dinámicas acorde al proceso de formación socio-cultural en que se está viviendo.
Desde la Pedagogía, la Didáctica y la Economía Educativa la se pretende abordar este tema que en su novedad se integra con otras ciencias como la Ergonomía y al Diseño como disciplina, para satisfacer esa necesidad de perfeccionar las insuficiencias en el proceso de formación de ambientes de aprendizaje haciéndolo más eficiente y desarrollador.
Las aulas de la Universidad de Pinar del Río "Hermanos Saíz Montes de Oca" donde se propician las diferentes formas del proceso de enseñanza – aprendizaje, que conforman y posibilitan que el ser humano experimente situaciones sociales y culturales, presentan deficiencias en los ambientes de aprendizaje manifestadas en su organización y disposición espacial, lo que dificulta las relaciones que se establecen entre los elementos de su estructura, la relación entre los elementos y el sujeto y la interacción entre el sujeto con los demás, limitando el proceso de enseñanza – aprendizaje.
Problema de investigación: ¿Cómo perfeccionar el proceso de formación de ambientes de aprendizaje en las aulas de la Universidad de Pinar del Río "Hermanos Saíz Montes de Oca"?
Objeto de investigación: El proceso de formación de ambientes de aprendizaje.
Objetivo de la investigación: Fundamentar una concepción del proceso de formación de ambientes de aprendizaje en las aulas de la Universidad de Pinar del Río "Hermanos Saíz Montes de Oca", que permita la elaboración de una estrategia.
El término ambientes de aprendizaje es una denominación que su origen es reciente en la literatura científica. Pero concebido como espacio escolar donde se condiciona el proceso de enseñanza aprendizaje y la formación como "el proceso y el resultado cuya función es la de preparar al hombre en todos los aspectos de su personalidad" (Álvarez, 1999, p. 7). Para refiriéndonos de forma más especializada a los antecedentes del proceso de formación de ambientes de aprendizaje es necesario referirnos a la organización e higiene escolar que asume los ambientes de aprendizaje como parte de su objeto.
La Higiene escolar se desarrolló ampliamente en el siglo XIX, que fue el siglo del higienismo, ligado a avances médicos, al incremento demográfico de las ciudades provocado por la industrialización, a la preocupación por las condiciones de salubridad de la clase obrera, y en el caso que nos ocupa, a la extensión de la escolaridad para todos (una idea extendida desde la Revolución Francesa) y la mejora de las condiciones materiales y organizativas de dicha escolaridad. Casi un siglo después de la publicación de la obra de Frank antes mencionada, entre 1860 y 1870 se fueron publicando numerosas obras sobre higiene y salubridad del edificio escolar, construcción de pupitres, problemas de ventilación del aula, iluminación de la escuela y de las aulas, estudios antropométricos de los niños y la evolución de su crecimiento, higiene de la vista y el oído, regulación de los tiempos de trabajo y descanso, además de las enfermedades escolares (miopía, escoliosis, cefalea, anemia), prevención de enfermedades infecciosas, campañas de vacunación, accidentes escolares, cartillas de revisión médica, colonias escolares, etc. Como se ve, muchos de ellos temas propios de lo que hoy vendría a ser una ergonomía educativa o escolar.
Hay que precisar que, aún tratando toda la variedad de temas mencionada, la mayor parte de las consideraciones de los higienistas se centraba en el aula (el aula como la "capital pedagógica" de la escuela), respondiendo al modelo pedagógico vigente. Además de las numerosas publicaciones, francesas, suizas, belgas, inglesas, alemanas, da una idea del impulso higienista la celebración del primer congreso internacional de Higiene Escolar en Nuremberg en 1904, al que siguieron los de Londres (1907), Paris (1910) y Buffalo (1913).
En Cuba se estableció, desde 1882, la cátedra de Higiene Escolar en la Facultad de Educación de la Universidad de La Habana. En 1910, la Secretaría de Sanidad instrumenta un Servicio de Higiene Escolar, y en 1935 la Secretaría de Educación crea el Negociado de Higiene Escolar, con muy pocos recursos asignados hasta 1959, en que las actividades de atención médica al estudiante quedan a cargo de un departamento que funciona en el Ministerio de Salud Pública. En 1980 fue aprobado el primer programa quinquenal de higiene escolar, el cual comenzó a ser aplicado en todo el país, y perfeccionado en 1986 y en 2000, y tiene como propósito crear las condiciones adecuadas del ambiente escolar que promuevan y preserven la salud de los alumnos y profesores.
La higiene escolar dentro de las ciencias de la educación, aporta a la formación del hombre, leyes, regularidades, principios, normas y reglas para la conservación y fortalecimiento del estado de salud de los estudiantes. El propósito más general de los estudios de higiene escolar es conocer la influencia de los factores de todo tipo que conforman el ambiente en que vive y se educa la población, cómo conservar la salud teniendo en cuenta su desarrollo físico y psicosocial. (G. García Batista, 2013).
Tiene como objeto la relación del educando con su ambiente. En el contexto de esta relación ejercen su influencia múltiples factores, los que la ciencia higiénica estudia para descubrir leyes, regularidades, principios y reglas para asegurar la conservación y fortalecimiento de la salud de niños, adolescentes y jóvenes y su desarrollo pleno. Como concepto de organización escolar se plantea que es la disciplina científica que estudia integralmente a la escuela en sus diversas relaciones para garantizar las condiciones adecuadas en la formación de los educandos. Debe revelar las particularidades del sistema de dirección en relación con el ordenamiento de las acciones educativas de la institución. (G. García Batista, 2013).Tiene como objeto proporcionar normas para armonizar ambientes, locales, instrumentos, materiales y personas en un proceso secuencial y congruente a fin de que la orientación pedagógica y didáctica sea eficaz.
Cada época ha tenido sus propios ambientes de aprendizaje y algunos de ellos persisten en el tiempo a pesar del cambio del entorno social. Moreno (2005). Son varias las definiciones del término ambientes de aprendizaje, originalmente fue concebido como todos aquellos elementos físico-sensoriales, tales como la luz, el color, el sonido, el espacio, el mobiliario , que caracterizan el lugar donde un estudiante ha de realizar su aprendizaje. (Husen y Postlethwaite, 1989, 359).
En los conceptos que abordan los autores hay una clasificación que es común para el gremio, en la que se hace referencia a las dimensiones en que se manifiesta el ambiente de aprendizaje, María Lina Iglesias Forneiro, lo plantea como una estructura de cuatro dimensiones; dimensión física, en la que se explica el espacio físico; la dimensión funcional, el modo en que se utilizan los espacios; la dimensión temporal, está vinculada a la organización del tiempo y por último la dimensión relacional que se refiere a las distintas relaciones que se establecen dentro del aula y tienen que ver con aspectos vinculados a los distintos modos de acceder a los espacios. Este concepto nos puede llevar a plantarnos las siguientes preguntas: ¿Cuál es el espacio que se interviene y como se organiza? ¿Para que se va a utilizar y en que condiciones? ¿Cuándo y cómo se va a utilizar? ¿Quiénes lo van a usar?
Los ambientes de aprendizaje, también son asumidos como ambientes educativos, en tanto hace referencia a lo propio de los procesos educativos que involucran los objetos, tiempos, acciones y vivencias de sus participantes. (Duarte 2003).
El ambiente educativo es un espacio organizado y estructurado de tal manera que facilite el acceso al conocimiento de actividades reales y con motivos de aprendizaje. Permitiendo no solamente abordar la realidad del mundo material y transformarlo sino intercambiar la información y comunicación con otros.
Es un escenario donde existen y se desarrollan condiciones favorables de aprendizaje. Un espacio y un tiempo en movimiento, donde los participantes desarrollan capacidades, competencias, habilidades y valores. (Centro de Educación en Apoyo a la Producción y al Medio Ambiente. A. C. CEP). Según Gildardo Moreno y Adela Molina (1993), en las escuelas actuales el ambiente educativo se mantiene inalterado: En cuanto al ordenamiento sigue siendo prescriptivo, en cuanto a las relaciones interpersonales es dominado por consideraciones asimétricas de autoridad. En cuanto a la relación con el conocimiento está inmerso en concepciones transmisionistas y en lo referente a valores se halla sumido en una farsa en donde lo que se hace está orientado más por la conveniencia que por consideraciones éticas, en donde se privilegia "el saber racionalista e instrumental" y se descuida el arte y las diversas posibilidades de reconocimiento cultural y de otros saberes.
Para definir el término ambientes de aprendizaje, es preciso conocer el significado de la palabra ambiente. Según Daniel Raichvarg (1994, pp. 21-28), la palabra "ambiente" data de 1921, y fue introducida por los geógrafos que consideraban que la palabra "medio" era insuficiente para dar cuenta de la acción de los seres humanos sobre su medio. El ambiente se deriva de la interacción del hombre con el entorno natural que lo rodea. Se trata de una concepción activa que involucra al ser humano y por tanto involucra acciones pedagógicas en las que, quienes aprenden, están en condiciones de reflexionar sobre su propia acción y sobre las de otros, en relación con el ambiente.
El término ambiente es pluridimensional, se conforma por varios elementos, lo físico, lo social, lo cultural, lo psicológico, lo pedagógico, dando lugar a que el hombre se desarrolle en un ambiente de aprendizaje. El espacio material, sus infraestructuras, forman parte de la dimensión contextual del proceso de aprendizaje. Es un elemento del ambiente de aprendizaje construido, sobre el que se ejercen decisiones pedagógicas. Es un espacio interior donde se puede determinar la zonificación del mobiliario ofreciendo una solución a las necesidades funcionales, de uso, seguridad y orientación en correspondencia con determinadas actividades sociales. El ambiente es un sistema integrado por un conjunto de elementos que interactúan entre sí y provocan la sistematización de valores, fenómenos, procesos naturales y sociales que condicionan, en un determinado tiempo y espacio histórico, la vida y el desarrollo de los organismos vivos. El hombre lo habita y modifica para satisfacer sus necesidades, por tanto, es configurado por "la multiplicidad de elementos que imponen cierta condiciones a la vida humana" (Cozzani, 1991, p. 76).
Otras definiciones conciben el ambiente como conjunto de factores internos –biológicos y químicos– y externos, –físicos y psicosociales– que favorecen o dificultan la interacción social. El desarrollo de la noción de ambiente ha derivado a otros ámbitos como los de la cultura y la educación, para definir dinámicas y procesos específicos que otros conceptos o categorías no permiten. Según lo manifiesta (Lucié Sauvé 1994, pp. 21-28).
Pablo (1999. P. 8) dice, que en el ámbito educativo el ambiente hace referencia a la organización del espacio, disposición y distribución de los recursos didácticos, el manejo del tiempo y las interacciones que se permiten y se dan en el aula. Es una estrategia educativa y un instrumento que respalda el proceso de aprendizaje, pues permite interacciones constantes que favorecen el desarrollo de conocimientos, habilidades sociales, destrezas motrices, etc., el ambiente es un concepto vivo, cambiante y dinámico, lo cual supone que el ambiente debe "[ ] cambiar a medida que cambian los sujetos, sus intereses, sus necesidades, su edad.
El ambiente, es todo lo que rodea al hombre. Incluye los objetos, olores, formas, colores, sonidos y personas que habitan y se relacionan dentro de un marco o espacio físico "que lo contiene todo y, al mismo tiempo, es contenido por todos estos elementos que laten dentro de él como si tuviesen vida". El ambiente «habla», transmite sensaciones, evoca recuerdos, da seguridad o inquieta, pero nunca deja indiferentes al alumno y al profesor. (Iglesias, 2008. p. 49-70).
El ambiente de aprendizaje se forma por el conjunto de percepciones de los diferentes miembros o grupos sobre el funcionamiento y dinámica del aula, en la cual se generan actitudes, creencias, posicionamientos, formas de pensar y de actuar que confluyen en los miembros en su participación, responsabilidad y compromiso. Es un lugar donde, con base en la personalidad grupal, la dinámica del ambiente de aprendizaje puede variar en función de las diversas maneras en que los alumnos enfrentan sus tareas cotidianamente. Según su proceso de aprendizaje, intereses, necesidades, cada grupo, con su propia personalidad, configura el ambiente de aprendizaje; el profesor, al ser sensible al comportamiento del grupo, modifica la dinámica para adaptarla a su personalidad grupal (Villalobos, 2006, p. 103-113).
Se considera que el ambiente de aprendizaje es un agente educativo el cual se estructura y se organiza en función del espacio interior del aula, útil para estimular en el educando la disposición de aprender, tomando en consideración quiénes son los protagonistas que van a utilizar el espacio físico dispuesto, cuáles son sus necesidades e intereses, para qué se va usar, cuál es su objetivo, qué actividades se pueden propiciar en él, delimitado por espacios de uso colectivo e individual, y por materiales que apoyen el aprendizaje del estudiante. (Pablo y Trueba, 1994. p. 76).
Para Loughlin, E. y Suina, H. (1997), el ambiente de aprendizaje se refiere al cómo los profesores piensan y toman decisiones en torno al diseño y empleo del espacio, y a la disposición de los materiales.
La educación en sentido amplio y estrecho, la capacitación y la instrucción como resultados, procesos y funciones; el proceso docente educativo, el proceso extradocente, el proceso extraescolar, y el proceso educativo no escolar del resto de las instituciones sociales, son las categorías de la Pedagogía, como ciencia, que tiene como objeto integrador el proceso formativo en general (Álvarez de Zayas, 1998, p. 14). En el proceso docente-educativo los componentes operacionales (métodos, medios y formas) dinamizan el proceso de formación "son aquellas características que se van modificando más rápidamente durante el desarrollo del proceso" (Álvarez de Zayas, 1999, p.23). Los métodos se encargan de la organización interna del proceso, la forma de la organización externa del proceso.
Se hace evidente que el proceso formativo tiene disímiles aristas, tratadas por los autores con diferentes términos que aluden a un mismo concepto y a un mismo modo de reflexión sobre lo que ocurre dentro de ese espacio que concebimos como aula. Anteriormente se hizo alusión a los componentes del proceso de enseñanza-aprendizaje se puede decir que son la estructura de la actividad, dentro de estos componentes los operacionales (métodos, medios y forma) poseen atributos objetivamente perceptibles, a través de ellos ocurren transformaciones físicas, objetuales en el espacio y subjetivas, psico-sociales en los sujetos, en el proceso formativo a la vez que el docente imparte un contenido, lo dirige y planifica mediante sus métodos, medios y formas, se está transformando el espacio físico donde el estudiante como otro de los componentes debe sentirse parte de su creación he identificarse con todo lo que se relaciona.
De como el profesor planifique o utilice los componentes operacionales esencialmente el componente forma con los diferentes tipos de clases y sus dimensione tiempo y espacio, dependerá el proceso formativo de los ambientes de aprendizaje, con esto decimos que para que ocurra un proceso formativo eficiente tiene que haber un ambiente de aprendizaje eficiente y para que exista un ambiente de aprendizaje eficiente tiene que haber un proceso de formación eficiente, diríamos que existe una relación dialéctica. Por lo que planteamos que las cuatro dimensiones de los ambientes de aprendizaje son las dimensiones de su proceso de formación: dimensión física, dimensión funcional, dimensión temporal, dimensión relacional.
En método se manifiesta también en la dimensión administrativa del proceso docente educativo. La dirección de este la realiza el profesor, él planifica, organiza regula y controla su ejecución, su desarrollo. (Álvarez de Zayas, 1999, p.29). Las funciones administrativas del proceso docente-educativo se convierten en características que siempre de manera eficiente o no, van a estar presentes en la actividad conducida por el docente. Cada profesor desarrolla la actividad de acuerdo a su planificación y procedimientos que haya estructurado, pero dentro de esa organización interna del proceso, el profesor tiene que haber analizado como se van a establecer las relaciones entre los sujetos, componentes también del espacio de la actividad, parte esencial de esta. Para de ello tiene que apropiarse de cada una de las dimensiones que hemos estado definiendo, como parte del proceso de formación de ambientes de aprendizaje, sino la actividad puede desarticularse y convertirse en un proceso desmotivado.
El proceso de formación de ambientes de aprendizaje dependerá de los intereses de la institución y la disponibilidad económica para gestionar los recursos inherentes al proceso, actualmente las aulas de la universidad están carentes de materiales, mobiliario y factores ambientales que limitan las relaciones que se establecen en el espacio dependiendo del componente forma. Para el proceso de desarrollo del estudiante como capital humano entendiéndolo como el "conjunto de las capacidades productivas que un individuo adquiere por acumulación de conocimientos generales o especí?cos". (Becker, 1964), con determinadas demandas sociales, para cada forma de la actividad (conferencia, seminario, clase práctica ) tiene que gestionarse las condiciones para su ejecución. Para que este proceso se manifieste organizado y estructurado se necesita de una inversión que posibilite crear las condiciones apropiadas. Resulta complejo para el profesor regular el proceso de formación de ambientes de aprendizaje si los elementos de su estructura no funcionan de manera integrada y carecen de atributos que determinan la calidad y eficiencia de la actividad.
Para lograr el objetivo de la actividad planificada tienen que darse situaciones favorables de aprendizaje, ambientes originados para obtener resultados eficientes que satisfagan las necesidades del educando, el docente tiene que intervenir constantemente en el proceso para analizar si se está desarrollando con los requisitos que lo organizan. Esto le otorga una percepción al profesor del funcionamiento del ambiente de aprendizaje y que forma puede ser la más propicia para el proceso. Las funciones de la administración (planificar, organizar regular y controlar) se convierten también en funciones o características administrativas del proceso docente-educativo, del método de enseñanza. (Álvarez de Zayas, 1999, p.29).
Se precisa el objeto de estudio a partir del enfoque conceptual del proceso de gestión y administración educativa.
Existe una relación entre la Educación y la Economía para la formación y desarrollo cultural del sujeto.
Se utilizan los métodos como dimensión administrativa del proceso docente-educativo.
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Autora:
DI. Dayana Rojas Alvarez
Julio 2015