Reproduccion gráfica de las batallas de Vilcapugio y Ayohuma (página 3)
Enviado por alberto pereira rios
G) Avance del ejército patriota por el Camino Real de Postas.
H) Pezuela abre su marcha hacia Vilcapugio.
I) Belgrano se retira hacia Potosí.
J) Díaz Vélez, desde Potosí, se reintegra con parte de los dispersos de Vilcapugio a Belgrano antes de Ayohuma.
K) Pezuela avanza de Vilcapugio hacia la pampa de Ayohuma, con la intensión de dar batalla.
L) Díaz Vélez; (mayor general del ejército patriota) retrocede con parte de los dispersos del 8vo. y la reserva (Regimiento N°1) hacia Potosí, para al tiempo reunirse con Belgrano en Ayohuma.
M) Avance del comandante Castro hacia Vilcapugio después de dispersar a Cárdenas en Ancacato.
Conclusiones:
"¿Qué es lo que pudo obligarnos a una batalla desventajosa?"
General José María Paz
Dice Paz: "El general Belgrano manifestó su resolución de dar una segunda batalla ¿Fue un error ó un acierto esta resolución? Para contestar no quiero apelar al resultado, pues entonces sería indispensable condenarla, como se debiera aprobar si hubiésemos ganado la acción de Ayohuma, voy solamente a pesar las razones que militan en pro y en contra de ella y de allí decidir lo más razonable.
Por un lado están los inconvenientes de una marcha retrógrada y el desaliento que imprime a los pueblos que a virtud de ellos quedan expuestos al enemigo, había otro inconveniente que había creado acaso el general Belgrano con sus almacenes de víveres, si es que no tenía como retirarlos. Podía haber ocurrido alguna deserción de esa tropa cochabambina, lo que importaba bien poco, y para que nada quede por decir, podía haberse entibiado el ardor de las montoneras ó republiquetas que pululaban alrededor del enemigo pero que no le ofendían, y que las disipaba con la mayor facilidad empleando unas cuantas partidas.
Por otra parte militaban razones sumamente poderosas que me inclinaban a opinar que el general Belgrano debió demorar la acción por unos días, retirándose entretanto sobre Potosí ó Chuquisaca, hasta que llegase la oportunidad, bastaría decir para persuadirlo, que carecíamos de artillería, pues no merecían ese nombre unos cuatro ó cinco cañoncitos de "a uno" (11) Eran más bien unos malos pedreros que no podían prestar servicio alguno y que solo se habían traído no se de donde, para hacernos ilusión. Más esto no era porque el ejército careciese de artillería, pues tenía además de la propia, la que había conquistado en las batallas de Tucumán y Salta, sin que la pérdida de Vilcapugio llegase a la mitad, pero que se había dejado en Salta y Jujuy, y solo fue después de nuestro primer contraste que se mandó venir a marchas forzadas. Con ocho días más, es fuera de duda que hubiéramos tenido un hermoso tren y que no hubiésemos dado batalla con esa desventaja. No siempre una marcha retrógrada desmoraliza y enerva el espíritu del soldado" "Bien conoce éste cuando la retirada no es efecto de la debilidad, sino un medio de asegurar la victoria. Replegándonos en las circunstancias en que nos hallábamos, nos aproximamos a nuestros recursos, reuníamos algunos hombres más, que naturalmente se hallaban en esas grandes poblaciones, mientras el enemigo, si nos seguía, se debilitaba y acababa con los pocos medios que le quedaban de movilidad. La lentitud de de sus marchas era un claro indicio de la nulidad de esos medios".
Dice Mitre: "La resolución de Belgrano, aunque animosa era imprudente.
"Salvo circunstancias excepcionalmente ventajosas, una segunda batalla librada en tales condiciones conduciría al desastre. Esto constituye un axioma militar"
Von Clausewicz, De la Guerra, T. II, p.137, Círculo Militar
La calidad y el número de sus tropas, la inferioridad de su artillería, el efecto moral de su reciente contraste y los riesgos a que se exponía la revolución en el caso de una derrota, en momentos en que la plaza de Montevideo reforzada por más de dos mil soldados peninsulares, distraía la atención del gobierno por el Oriente, todo esto le aconsejaba la retirada a Chuquisaca ó a Potosí, remontar el personal y la moral de su ejército, esperar la llegada de un nuevo tren de artillería"
"Si como se perdió la batalla se hubiera ganado, un nuevo laurel habría coronado las sienes del vencedor, pero debido más bien a la ciega fortuna, que a las combinaciones del genio militar. No lo pensaba así Belgrano, y de allí provinieron las imprudencias y las gravísimas faltas que cometió en esa ocasión" Una acción que a pesar de todo pudo haber ganado, si hubiese sabido aprovecharse de otras imprudencias y errores, no menos graves que cometió el enemigo".
1) Lamadrid Memorias T. Nº 1, p. 41
2) Mandaba personalmente las evoluciones, presidía a la instrucción de los reclutas y estaba en activa comunicación con las autoridades de los pueblos y de este modo el derrotado de Vicapugio que había permanecido más de quince días sin municiones en Macha, logró al cabo de un mes restablecer la confianza de los pueblos y remontar la moral de su ejército inspirando a todos la seguridad de su triunfo. Lleno de fe en el triunfo definitivo de la revolución, ocupábase en extenderla por toda la América del Sur, dando una seria atención a los negocios de la política. Con la vista siempre fija sobre Lima, despachó nuevamente emisarios a la costa del Bajo Perú con el objeto de preparar una insurrección general de los pueblos, así que se moviese sobre el enemigo. El historiador español García Camba, decía lo siguiente: "Belgrano, con pasmosa celeridad había reunido 4.400 hombres de sus derrotadas tropas. Esta pronta reunión hace honor al enemigo: la mayor parte de los soldados de Belgrano, rotos y dispersados en Vilcapugio, se dirigían a sus hogares, cuando el activo caudillo logró detener los fugitivos y reunir aquella fuerza en el pueblo de Macha". Memorias para la historia. T. 1º p.106.
Torrente en las páginas 385, y 359 del tomo 1º de su Historia de la revolución hispanoamericana. Imprenta Amarita 1830, dice lo siguiente: "Apoyados todavía (después de Vilcapugio) en la opinión de los pueblos de retaguardia, que se hallaba bien pronunciada a su favor, reunieron con la mayor presteza sus dispersos, levantaron nuevas tropas y desplegando una energía tan vigorosa que los habría inmortalizado si su causa no llevara el sello de la injusticia y de la reprobación, llegaron a ponerse muy pronto en estado de disputar el terreno a los victoriosos realistas.
3) Importa emplazar las tropas en un terreno cortado. Von Clausewicz, De la Guerra T. II
4) Belgrano no tuvo en cuenta que: "En la guerra, más que en ningún otro sitio, ocurren las cosas de distinto modo a como se las había imaginado" Ibidem T. I. pag. 297
5) Un hija de Buenos Aires llamada Tía María y conocida como "Madre de la Patria, indiferentes ante el persistente cañoneo, transportaban agua desde una acequia para atender a nuestros soldados heridos en la acción.
6) Atacando al enemigo sin amenazar sus flancos solo por excepción se logran resultados tan considerables como rodeándolo ó forzándolo a modificar su frente de combate." Jomeini, Prècis de L"art de la Guerre, cit. por el capitán Lindell Hart en Teoría y Práctica de la Guerra, ps, 15/35 T.I. Círculo Militar
7) "La artillería acrecienta el poder de fuego, desde mi punto de vista es la más temible de las tres armas, por consiguiente su ausencia debilita en forma muy particular la fuerza intensiva del ejército, en efecto, como el poder destructor del fuego, es mucho más eficaz que el del movimiento. La carencia absoluta de caballería, debilitaría en menor grado a un ejército que la carencia absoluta de artillería. (El ejército imperial de Brasil, la padeció en Ituzaingo)
8) La línea patriota a pesar de tantas desventajas se hizo el objeto de la admiración del enemigo. Según declaración del mismo general español, ella soportó valerosamente el cañoneo que barría sus hileras "Manteniéndose con tanta firmeza como si hubiesen criado raíces en el lugar que ocupaban" (Son sus palabras) Nunca se ha hecho un elogio más grande de las tropas argentinas.
9) Pertenecientes al regimiento de Dragones del Perú
10) En un combate contra un enemigo superior, el peligro principal consiste por lo común, en la posibilidad de ser rodeados y atacados desde varias direcciones simultáneamente. Von Clausewicz, De la Guerra T. II, p. 223
11) "Es apenas posible concebir como un ejército compuesto por infantería y caballería únicamente podría desarrollar operaciones contra las tres armas reunidas" Dado que la caballería es un arma auxiliar, empleada aisladamente, solo ejerce acción decisiva contra fracciones ya desorganizadas y bastan en estas circunstancias, algunas reservas mantenidas a disposición para detenerla de golpe en el primer corte insignificante del terreno. Von Clausewicz, Ob. Cit.p. 122
Ybidem.
"La artillería acrecienta el poder de fuego, desde ese punto de vista es la más temible de las tres armas. Ybidem. En mi concepto uno de las razones más poderosas que definió la batalla de Ytuzaingó fue la oportuna y efectiva utilización de esa arma. Ybidem
Teatro de la guerra en el Alto Perú
1811/17
_________ Caminos
– – – – – – – – – Itinerario del ejército Auxiliador del Perú comandado por el general Manuel Belgrano
Lugar y fechas de enfrentamientos de ambos ejércitos, desde Huaqui (26 de junio de 1811) hasta el último combate
de la "guerrilla" comisionada en terreno ocupado por el enemigo y comandada por el coronel Aráoz de La Madrid, el 21 de mayo de 1817 en Chuquisaca.
Epílogo
Recorrer esos escenarios majestuosos, tremendos, hostiles donde tanto esfuerzo argentino fue a frustrarse, sobrecoge el alma.
"Realistas y patriotas se hallaron frente a frente, los primeros encabezados por el virrey de Lima reacionaron contra el "Juntismo". Así pues, estalla la guerra entre las dos corrientes indianas. En el partido de Abascal (1) se movieron sectores importantes de nativos de los dos Perú y orientaciones de tinte localista en diversos puntos de esas regiones contra la pretensión conductora de la junta patriótica de Buenos Aires.
Las dos posiciones enfrentadas invocan la adhesión a Fernando VII (Los patriotas solo por un tiempo, 1816, en realidad mucho antes, 1813) peleaban bajo las mismas banderas y con tropa en su mayor parte indiana, pero ambos monarquismos proponen sistemas de vida, sociales y económicos sin avenencia posible, con mentalidades por demás opuestas. Hay entonces una lucha a la española, con mucho brío y poco cuartel, desde Tucumán a La Paz, durante quince años plenos de matices y paradojas.
Intenta Abascal penetrar en las provincias interiores de "abajo", buscando el contacto con los efectivos de Elío en el litoral y el avance a través de la cordillera de los absolutistas de Chile.
Esta estrategia de triple cruce del Virreinato del Río de la Plata se mantendrá en vigencia y oportunidad hasta 1814.
Los patriotas del sur y los colonialistas del norte buscan invadirse recíprocamente, y aquí, la distancia y distintos problemas de los respectivos entornos, les plantearán a los dos tremendos inconvenientes para sus operaciones.
La superioridad de la infantería absolutista integrada en su mayoría por gente de Arequipa, cuzco y Puno, acostumbrada al esfuerzo en terreno alto y montañoso, signará desde entonces las sucesivas derrotas del partido patriota más allá de Suipacha, durante las tres campañas. Las tropas de Buenos Aires, en su casi totalidad formada en terreno y climas pampeanos ó bajos, no podrá competir con sus oponentes en el escenario altoperuano, colocado a tres y cuatro mil metros sobre el mar, y cortado por estribaciones.
Ello sin caer en determinismos geográficos y ateniéndonos a muchos factores de toda laya, que explican el fracaso en el norte.
Por tres veces los ejércitos argentinos habían penetrado triunfantes al Alto Perú y por tres veces retrocedieron despedazados hasta el límite en que la oleada revolucionaria de mayo se detuvo, recobrando nuevas fuerzas al retroceder. A su turno, toda vez que los españoles vencedores traspasaron ese límite fueron completamente vencidos, viéndose obligados a retroceder a sus antiguas posesiones para rehacerse. Este hecho sincrónico, que se había repetido tres veces (y que se repetirá normalmente por nueve veces consecutivas) parecía en efecto obedecer a una ley fatal y debía necesariamente reconocer una causa, y tener su razón de ser.
Todos juntos, los de nombre repetido y los anónimos, que participaron en esta gran aventura patria provenientes de las calles y suburbios de Buenos Aires y de todos los rincones del país, que llevaron al norte sus ideas libertarias y regaron con su sangre el yermo altoperuano, sin recibir más beneficio que de honrar con su vida a la libertad de su Patria.
Belgrano:
"La separación del mando del general Belgrano fue un mal que ha pagado muy caro la república"
Gral. José María Paz
Nació para estadista, ejerció el generalato por imposición de su transparente patriotismo. El infortunio de la derrota no hizo mella en su inconmovible fe en el destino de la Patria naciente, sentimiento por el cual, entregó todo cuanto pudo, incluyendo su propia vida.
Notas de Epílogo
1) José Fernando Abascal y Souza 1743/1827. Virrey del Perú 1806/1816 Durante su mandato sofocó dentro de su jurisdicción los conatos independentistas.
Fuentes
1) Atlas Histórico Militar Argentino. Circulo Militar, Volumen 661-62-63;
Bs. As. 1974.
2) Epistolario de Belgrano, Alguafara S.A. 2001. Bs. As.
3) Giménez, Ovidio. Vida, Epoca y Obra de Manuel Belgrano; Bs. As.
El Ateneo, 1993
4) Bartolomé Mitre, Historia de Belgrano; Tomo II, Edición especial 1887,
Ediciones Jackson
5) B. H. Lindell Hart; Teoría y Práctica de la Guerra; Círculo Militar,
Volumen 596; 1968.
6) Vicente Fidel López; Historia Argentina; Tomo II, Editorial Sopena
Bs. As. 1975
7) Edward Mead; Creadores de la Estrategia Moderna; Círculo Militar;
Volumen 598; 1968.
8) Gregorio Aráoz de La Madrid; Memorias; Tomo I; Editorial Universitaria
de Buenos Aires 1968.
9) José María Paz; Memorias; Tomo I; Editorial Schapire S. R.L. Bs. As.
1968
10) Carl Von Clausewicz; De la Guerra, Ediciones Libertador; Bs. As. 2009
11) Parte de la batalla de Vilcapugio.
12) Se transcriben la de Historia de Belgrano de la Historia de Belgrano
del general Bartolomé. Mitre de los historiadores españoles García
Camba y Torrente.
13) Iones Wright-Lisa M. Nekhom. Diccionario Histórico Argentino.
Bs. As. Emece, 1ra. Edición 1990
14) José María Rosa, Historia Argentina, Bs. As. Ed. Oriente. T.3.
Autor:
Alberto Pereira Ríos
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