Resumen
El propósito de este artículo es la actualización sobre, nuevas variantes virales que afectan la producción de ganado de leche raza Holstein con especial referencia a la estación experimental de Pomacochas. La alta demanda de leche y sus derivados por una población humana, en constante crecimiento, podría ocasionar a corto plazo un desabastecimiento, incrementando los índices de desnutrición humana en muchos anexos de dicho distrito. Se requiere entonces, avanzar en los aspectos epidemiológicos, de diagnóstico y control de estas enfermedades con el objeto de limitar las pérdidas económicas de los productores de Pomacochas y lugares aledaños.
Palabras clave: Estación experimental pomacochas, ganado lechero, enfermedades emergentes.
Main illnes that affect the cattle producer of milk race holstein in the station experioences pomacochas
ABSTRACT
This paper was aimed at updating readers regarding some recently discovered viral variants affecting dairy- cattle production of milk race holstein with special reference a the station experioences of pomacochas a growing human population"s high demand for milk and its derivatives around the world may lead to as hort-term shortage, thereby increasing human malnutrition indices in many distrit. Progress must thus be made in epidemiology, diagnosis and monitoring to limit the dairy of the production of pomacochas and place borderings.
Keywords: Station experioences Pomacochas, dairy cattle, emerging disease.
El gran avance obtenido en los últimos años en la rama de la biotecnología y genética animal ha dado como resultado una producción lechera excelente, pero así como ha dado una producción lechera excelente también han surgido agentes virales emergentes y reemergentes que ponen en riesgo la salud animal, la productividad y la rentabilidad de la empresa ganadera. Con el ánimo de evitar controversia, es necesario aclarar el concepto de virus emergente. Como lo señala Rodas (2002), el término emergente podría significar algo nuevo, por lo que valdría reflexionar si realmente se están descubriendo nuevos virus o por el contrario, solo se están detectando por primera vez. De hecho al revisar la historia del des- cubrimiento de cada uno de estos agentes virales, es posible determinar si fueron originalmente re- portados por primera vez en el distrito de Poma- cochas o si, por el contrario, fueron llevados allí mediante diferentes formas de comercio como la importación de animales, de semen, de embriones y de otras no establecidas plenamente (Stubbemann, 2008).
El centro experimental de pomacochas cuenta con dos razas de ganado productor de leche: Holstein y Jersey ya que por su rusticidad pueden adaptarse a diferentes tipos de climas, en especial el ganado Holstein es más rustico por su gran
Walsh (2011) refiere que la vaca productora de leche es más susceptible a padecer cualquier infección, incluidas las infecciones virales en razón de las altas demandas metabólicas ocasionadas por los sistemas de producción cada vez más intensivos lo que ocasiona problemas como la mastitis, fiebre de leche y retención de placenta.
El distrito de Florida Pomacochas, se encuentra ubicado en la Provincia de Bogará Región Amazonas está ubicado a 2241 msnm, este distrito cuenta con centros educativos como: Inicial, primaria, secundaria y básica alternativa. Es una zona ganadera, productora de leche
Figura N° 1
Fuente: www.deperu.com/centrospoblados.
En este trabajo se investigó sobre algunas enfermedades virales que afectan la producción lechera en el ganado Holstein en pomacochas ya que es un lugar muy prolifero en abundancia de pastos, la mayoría de los pobladores de ese lugar se dedican a la ganadería (Extensiva e intensiva), en los dos últimos años las enfermedades que más afectaron a los pobladores fueron la mastitis, fiebre de leche y la retención de placenta.
1. MASTITIS
La mastitis es la inflamación de la glándula mamaria provocada principalmente por bacterias que penetran a las partes más internas de la ubre afectando los sitios en los que se produce la leche o mejor dicho en los alveolos mamarios (Ortega, 2007).
Galeto en el año 2008 realizo una investigación en la, en la estación experimental La Pampa (Argentina), durante esta investigación pudo obtener los principales causantes de la mastitis que son:
Pruebas para detectar la Mastitis
El tamiz es simplemente un colador, hecho en una tela de color oscuro, que se coloca sobre el jarro o tarro metálico y se amarra allí. Al ordeñar, la leche cae dentro del jarro y los grumos de la mastitis quedan retenidos en la tela. El trapo debe ser de color oscuro, preferiblemente negro para que contraste con el blanco de la leche y así apreciar mejor cuando haya grumos pequeños.
Prueba de California Mastitis Fes. También llamada prueba del C.M.T. Para esta prueba se usa una bandeja hecha en forma rectangular con 4 huecos, de tal forma que cada hueco corresponda a un pezón. En cada uno se deposita un chorro de leche y se le agrega el reactivo para C.M.T. en igual cantidad que la eche obtenida en el chorro. Esta prueba es una de las mejores porque podemos saber si hay mastitis en la ubre, desde el momento en que empieza la infección. (Bidegaín, 1997)
prevención de la mastitis
Cuando se presenta la mastitis, su curación siempre cuesta más trabajo y dinero que su prevención. Además, la curación completa es muy difícil y aunque los síntomas desaparezcan la enfermedad puede presentarse nuevamente.
Según Veisseyre (1980), las principales medidas para prevenir la mastitis son:
Buena higiene.
Ordeño adecuado (correcto)
Desinfección de pezones
Tratamiento inmediato a vacas con mastitis.
Vacas que hayan sido afectadas por mastitis, trátelas con antibiótico al final de cada lactancia.
Llevar un registro de control de mastitis.
Ordeñar las vacas que tienen mastitis de últimas y desinfectarse las manos después de terminar el ordeño.
2. FIEBRE DE LECHE
Se presenta principalmente en vacas de razas lecheras entre 5 y 10 años próximas al parto o unos días después de él y se debe a falta de calcio en la sangre lo que provoca incapacidad de sostenerse en pie o si se echan no tengan fuerzas para levantarse a causa de la debilidad muscular, presentan atontamiento adoptando una postura típica echada y con la cabeza torcida (Minagri, 1994).
Pocos días antes de iniciarse el parto la vaca gestante emplea mucho de su calcio para fabricar el calostro, en esta etapa también el ternero ocupa más calcio y fósforo para terminar de formar sus huesos y sus dientes por lo que algunas, sobre todo altas productoras, pierden la habilidad de sacar calcio de sus huesos y dientes para reponer el ocupado, entonces el contenido de calcio en su sangre baja (hipocalcemia) así como el fósforo por lo que se producen los síntomas que identifican la enfermedad (Trejo, 1998).
Tratamiento
La respuesta al tratamiento con sales de calcio inyectada es más efectiva en las primeras etapas de la enfermedad.
Aplique de 800 a 1000 ml de sales de Burogluconato de calcio para una vaca corpulenta; a una pequeña de 400 a 500 ml. En ambos casos la mitad de la dosis por vía endovenosa lenta, la otra mitad vía subcutánea, por debajo del cuero y repetir a las 12 horas. Dada la participación de otros minerales en la enfermedad, conviene aplicar sueros que contengan fósforo, magnesio y vitaminas (Flores EF, 2002).
Una respuesta satisfactoria al tratamiento se verifica cuando el animal comienza a eructar, suda el hocico, defeca y orina al levantarse. Casi siempre se paran a las 2 horas después del tratamiento, de no hacerlo debemos cambiarla de posición y aplicar masaje en las patas y en las manos cada 2 o 3 horas para que no se entuman y activar la circulación de los músculos. Después que se levanta respeta el tratamiento con calcio y otros minelares inyectados en la forma ya indicada durante los dos días siguientes.
Las vacas de ordeño enfermas deben dejarse de ordeñar y no pegarles el ternero hasta pasadas 48 horas después de la recuperación, al inicio dejar amamantar al ternero de forma controlada.
Prevención y control
No administre excesos de calcio como preventivo a vacas próximas al parto (15 días antes de la probable fecha de parto), porque favorece la dependencia del calcio.
Evite el consumo excesivo de calcio durante el período seco.
Procure que la vaca no llegue muy gorda al parto.
Evite tensión o estrés en vacas próximas a parir.
Después del parto suministre paulatinamente sales minerales.
3. RETENCIONES DE PLACENTA
La retención de pares es uno de los problemas más comunes en vacas lecheras. Normalmente las pares se expulsan entre las 3 y 8 horas después del parto; cuando han pasado 12 horas después de la parición y no han salido se consideran retenidas. Las vacas primerizas, las viejas, y las altas productoras de leche son más propensas (Concha, C. 2008).
Tratamiento:
Si al jalar con cuidado el pedazo de placenta que asoma por la vulva no se desprende, no debe forzarse la extracción (Ferreira, C. 2010).
Se recomienda la expulsión natural con ayuda de antibióticos por vía uterina mediante la aplicación de bolos uterinos y a la vez la inyección de antibióticos. Las vacas con retenciones de placentas no tratadas con antibióticos demoran más en volver a caer en celo y suelen complicarse al inflamarse la matriz (Mujica, F. 2009).
Pueden usarse hormonas inyectadas para ayudar a despegar y expulsar las pares tales como prostaglandinas, estrógenos, oxitocina o ergonovina (Borda, A. 2006).
Para prevenir el trastorno deben mantenerse una dieta balanceada en las vacas preñadas y la aplicación de vitamina AD3E inyectada entre las 4 y 8 semanas antes del parto (Ferreira, C. 2010).
En este trabajo se logró apreciar algunos síntomas, factores que provocan dichas enfermedades en el ganado productor de leche:
La mastitis puede ser causada por uno de los siguientes factores:
Falta de higiene en el ordeño.
Heridas en los pezones.
Uso de sondas intramamarias.
Ordeño deficiente.
Período de lactancia.
Edad.
Estreptococos agalactiae:
Es la bacteria que se encuentra más frecuentemente en los cuartos que tienen mastitis. Estas siempre son sensibles a los antibióticos y su tratamiento por ello es relativamente fácil.
Estafilococos aureus:
Son bacterias que rápidamente adquieren resistencia a los antibióticos, por ello, en lugares donde frecuentemente se usan antibióticos hay más estafilococos y cuando están en la ubre causan grandes daños. Las bacterias causantes de mastitis son muy comunes en el medio ambiente, ellas penetran en la ubre por el conducto del pezón o por heridas en ellos.
En la fiebre de leche se apreció los siguientes síntomas:
En la primera etapa el animal se ve excitado con rigidez al caminar, temblores en el cuerpo, sobre todo en la cabeza y las patas. Más tarde se le dificulta caminar, saca la lengua o rechinan los dientes como si re- mascaran en seco, se notan rígidas las patas de atrás y con facilidad cae al suelo (Trejo, 1998).
Si no son tratadas, se inicia la segunda etapa en la que se mantiene echada, no responde a la presencia del ternero o las personas, mantiene la cabeza hacia arriba o la voltea a los lados (postura típica); si intentamos cambiarla de posición volverá a situarla como la tenía; Más tarde desaparece la rigidez, pero ya no puede pararse; al tocarla está con el ano como si fuera a defecar y si se lo pinchamos no lo siente. El mondongo deja de trabajar y ya no remasca el pasto (Ready, 2008).
El Ministerio de Salud (2010) señala que las vacas que han padecido fiebre de leche pueden repetirla en los próximos partos y que se presenta por lo general en hijas de vacas que lo han padecido. Se sabe que hay razas de mayor predisposición a la enfermedad como la raza Jersey. El trastorno puede presentarse en machos sobre todo los que están muy desnutridos y estresados. Sin tratamiento muy pocos casos se curan, la mayoría empeoran muriendo al cesar la respiración o durante una crisis de temblores fuertes (convulsiones).
Factores desencadenantes de la retención de placenta:
El calor, en meses de verano aumenta la incidencia.
Herencia, las hijas de vacas con problemas de retención están más predispuestas.
Desnutrición durante la gestación.
Deficiencias de vitamina A, vitamina E y selenio, yodo, calcio y fósforo en vacas gestantes.
Presencia de mastitis antes o poco después del parto.
Partos prematuros o antes de tiempo.
Partos demorados o después de la fecha esperada.
Partos con gemelos.
Partos distócicos o complicados que requieren extracción forzada de la cría.
Vacas que padecieron de fiebre de la leche durante la gestación o después del parto.
Después del aborto el 90 % de las vacas retienen la placenta.
Enfermedades abortivas como brucelosis, leptospirosis, diarrea viral bovina, listeriosis, campilo- bacteriosis, entre otras.
Síntomas que presenta
Algunas vacas pujan adoptando la postura de orinar o defecar sin resultados, de la vulva le cuelga la placenta que ya a las 24 horas se descompone y emite mal olor; algunas veces la vaca se aflige, deja de comer, baja la producción de leche y tiene fiebre. La expulsión sin tratamiento puede tardar hasta 14 días.
En ocasiones las vacas dejan de dar leche, se adelgazan y enferman sin que las pares asomen por la vulva porque llevan tiempo en la matriz sin poder salir, en estos casos hay secreciones hediondas por la vagina.
Las vacas con retenciones de pares tienen un riesgo elevado de complicarse con inflamación de la matriz (endometritis o metritis) con mastitis o pasar las bacterias y sus toxinas a la sangre y morir (Consorcio Lechero. 2010).
En la estación experimental de pomacochas se logró apreciar dos clases de mastitis como es la mastitis clínica y la mastitis sub clínica:
Mastitis subclínica:
Es más frecuente en vacas de ordeño, esta forma no altera la ubre por lo que no se puede detectar a simple vista, solamente se reconoce mediante pruebas practicadas a la leche; la mayor parte de las mastitis antes de complicarse pasan por esta primera etapa, para combatir la infección que comienza la vaca disminuye su producción normal y envía células de la defensa (leucocitos), aumentando su número en la leche. Leche que produce el cuarto afectado altera su color, olor y aspecto y al ordeñar aparecen pequeños coágulos. Lo más significativo es que la vaca afectada elimina el microbio dañino contaminando la leche y puede contagiar a otras vacas del ordeño. Al alterarse la composición de la leche, no hay buena coagulación para fabricar los quesos o cuajadas (Mettenleiter y Sobrino, 2008).
Mastitis clínica:
En esta forma la vaca no ha podido eliminar las bacterias y sus toxinas y los leucocitos como respuesta al combate, inflaman la ubre. El cuarto o los cuartos afectados están más grandes, enrojecidos, calientes y duros, las vacas afectadas no se dejan ordeñar por el dolor; si se ordeñan echan grumos amarillentos, la leche puede salir rosada, pelotosa y hedionda. En esta etapa si no se trata debidamente y a tiempo a la vaca, puede perder el cuarto y si la bacteria y sus toxinas son muy dañinas, puede incluso morir. (Campos, 2009).
Mientras que Stone (2008) afirma que existen cuatro tipos de mastitis, que son las dos antes ya mencionadas y otras dos que no se pudo apreciar en la estación experimental de pomacochas Pero Stone mediante su estudio realizado logro determinar las siguientes que a continuación se está mencionando:
Mastitis Crónica:
Se manifiesta por la presencia de grumos en la leche, pero no siempre se detecta en esta forma Mastitis Aguda:
Se manifiesta por la producción de Feche amarilla a veces con sangre y de color desagradable. Además de la alteración de la leche, se nota el cuarto inflamado, caliente y doloroso.
Los agentes virales que afectan la producción de leche constituyen un objeto de atención dentro del desarrollo de la industria bovina mundial. Los virus como la Mastitis, la fiebre de leche y la detención de placenta, son más propensos a modificaciones, recombinaciones y variaciones dentro de sus secuencias, por tanto, se está siempre frente a la posibilidad de que surjan variantes virales que generen nuevos cuadros clínicos que no sean controlados por las vacunas desarrolladas. Frente a esta situación, es necesario mantener un sistema de control sobre los virus. Lo anterior brindaría la información necesaria para tomar medidas de control, sean planes de vacunación regional, nacional, programas de erradicación, todo sustentado en el conocimiento al detalle de las cepas actuantes a nivel de campo. Actualmente, para estas dos enfermedades existen vacunas comerciales disponibles; pero se desconoce si las cepas vacunales son las mismas que están circulando en el campo, por tanto se conoce muy poco sobre el espectro de protección. Adicionalmente, las vacunas tradicionales ocasionan problemas colaterales asociados con su administración.
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Autor:
Jhoiver Sánchez Silva
Estudiante del primer ciclo de la carrera profesional de Ingeniería Zootecnista de la Facultad de Ingeniería Zootecnista Agronegocios y Biotecnología (FIZAB) de la Universidad Nacional Toribio Rodríguez de Mendoza de Amazonas (UNTRM).