Breve análisis de la Ideología en Ricoeur y del símbolo y la metáfora en Víctor Turner (página 2)
Enviado por Maria Priano
Y es aquí donde entra la paradoja de Mannheim, expresada brevemente así: Si la ideología es básicamente prejuicio, y todo lo que decimos está sesgado por aquellos intereses que nos rodean y atraviesan pero no reconocemos ¿cómo hablar sobre la ideología sin que lo que digamos sea también ideología? Y aquí la praxis marxista se choca con que el hombre, según la opinión del propio Ricoeur, es incapaz de vivirla sin una función simbólica que nos permita interpretarla y comprenderla, misma función simbólica de la cual parten las deformaciones.
En este punto, y para intentar dejar atrás la paradoja, el autor toma a Geertz . El antropólogo estadounidense ve la falla de los sociologos marxistas y no marxistas en que abordaron a la ideología solo en la superficie. Tomando a la ideología como la forma en que los individuos expresan intereses que ven como ajenos, y que esta, en su función patológica, la primera que asoma al análisis, sirve como diagnóstico de la enfermedad social, sigue faltando ver la forma en la que opera esta enfermedad, es decir, la forma en que estos símbolos de los cuales se compone la ideología son en primer lugar formulados.
De esta manera la ideología llega a su carácter constitutivo, como diría Erickson, también citado por Ricoeur, la ideología como un sistema coherente de ideas orientadoras sobre tiempo, espacio, medios y fines, se convierte en una suerte de "guardiana de la identidad", dejando atrás su carácter despectivo.
Pero hay un escalón entre estas dos funciones de la ideología, ya que el salto entre la ideología como deformación de la realidad propugnada por intereses y su otro papel como integradora y guardiana de identidad es demasiado grande. Y es entonces que Weber trae a colación el dilema del poder y la legitimación de la autoridad. Una autoridad ejercida por el cuerpo gobernante de una comunidad dada, una autoridad que tiene el monopolio de la fuerza pero que no puede gobernar solo en base a esa fuerza, necesita ser legitimada, y la responsabilidad de esta legitimación recae en la función restante de la ideología.
Ningún sistema de legitimidad es absolutamente racional, dice Weber, la ideología es una herramienta para superar la brecha entre la pretensión de legitimidad por parte del gobierno y la creencia en esta legitimidad por parte de la ciudadanía. Dentro del sistema de compensaciones que propone el contrato social, la pregunta de qué es lo que uno recibe a cambio de lo que uno da a la autoridad, la justificación de nuestra sumisión a la autoridad comienza y culmina siempre en la ideología.
Analizadas las tres funciones de la ideología, Ricoeur se vuelca al concepto de utopía, una palabra que significa lugar que no existe, de donde Ricoeur deriva la idea de "ningún lugar". El autor distingue primeramente a la utopía de la ideología simplemente por tener autor declarado, mientras que la ideología, por su carácter despectivo, es una suerte de hija no reconocida de la que nadie se quiere hacer cargo. Sin embargo propone partir en el análisis, al igual que con la ideología, de la dimensión patológica de la utopía para llegar a la constitutiva. Lo que Ricoeur propone es entonces abordar a la utopía desde su función. Siendo la utopía "ningún lugar" se convierte en un refugio externo desde el cual podemos observar nuestro propio sistema cultural desde afuera, con lo cual quedan expuestos a nuestros ojos no solo el camino cotidiano que seguimos todos los días, sino infinidad de rutas posibles a seguir. Se convierte en una forma de repensar nuestro modo de vivir, de criticar, de subvertir.
En este lugar Ricoeur encuentra el equivalente utópico a la función deformadora de la ideología. Y lo que lo lleva a confirmar este análisis es que el punto decisivo de ambos conceptos está en la misma área, el manejo del poder. Si las ideologías tienden a legitimar sistemas de autoridad, las utopías, no es difícil verlo, los ejemplos abundan en la literatura y el cine, tienen en el manejo del poder a su tema favorito, no solo el poder político o militar, sino en todas y cada una de las instituciones humanas. La utopía pone sus cimientos en la brecha entre pretensión de legitimidad y la creencia en la misma, al igual que la ideología.
La patología de la utopía está para Ricoeur en la evasión que conlleva el concepto de "ningún lugar", su falta de conexión con el aquí y ahora, mientras que la de la ideología es la del disimulo. Y culmina preguntándose si el concepto basal (y por momentos patológico) de la utopía, ese "ningún lugar", puede ser la cura a la patología de la ideología, que por su propia naturaleza, es incapaz de asir la idea de "ningún lugar".
3. Caracterización, a partir de sus propiedades, de las funciones del símbolo y la metáfora en la obra de Víctor Turner, teniéndose en cuenta los contextos del drama social, de la performance y del ritual.
Empezando por el contexto del ritual, Turner nos dice que el símbolo es la unidad más pequeña del ritual que conserva las propiedades de éste. Para aclararnos lo que entiende por símbolo nos refiere al la definición de diccionario, que representa o recuerda algo y esto se puede dar por cualidades análogas o por asociación de pensamiento. Turner nos habla de un símbolo ritual "que se convierte en un factor de la acción social". Para deducirlos nos plantea tres clases de datos: 1- forma externa, 2- interpretaciones de los mismos actuantes, 3- contexto significativo elaborado por el antropólogo. Turner analizará los símbolos dominantes del ritual que a su vez están inmersos en una constelación de símbolos. Estos símbolos dominantes son fines en sí mismos (a diferencia de los símbolos instrumentales). Turner nos indica que los símbolos tienen tres propiedades: 1-Condensación, 2- agrupación de significados dispares en un solo símbolo, 3- polarización de sentido. Dentro de esta última propiedad, el autor observa dos polos de sentido, uno llamado polo ideológico, donde se encuentran las normas y los órdenes morales; el otro llamado polo sensorial, donde se encuentran los deseos, los sentimientos. El primero consta de esas normas que guían a las personas como miembros de una estructura. El autor ve al ritual como una forma de hacer deseable lo impuesto por las normas (lo obligatorio). Hay que tener en cuenta que en cada uno de estos polos se agrupan significata desiguales y posiblemente contradictorias. Ahora bien, el símbolo tiene una fuerza, ésta consiste en que moviliza a la acción social. Es necesario notar que cuando un ritual mantiene la importancia de un único principio de organización social, solo puede llevarlo a cabo bloqueando otros principios importantes. El ritual continúa readaptando a los individuos a las normas de la estructura, los conflictos son bloqueados porque se resignifican en el ritual, son apropiados y se los descontextualiza. El autor nos indica la naturaleza de los símbolos como dinámica, son símbolos vivos que se están desplazando, esto se debe a que hay un sujeto que los manipula (postura en clara oposición a Lévi-Strauss). Teniendo en cuenta la interpretación de símbolo del autor, éste presenta al ritual como sistema de significados.
En cuanto a las metáforas, Turner las ve como una forma de entender el devenir, de esta manera al haber distintas metáforas varía el entendimiento de lo social. Tanto las metáforas como los símbolos son polisémicos, y ambos reflejan los problemas humanos básicos de una época. Esta polisemia será reemplazada por los sistemas de signos y conceptos unívocos (será resignificada por la estructura). Turner toma de Black el análisis de las metáforas-raíz: 1- la metáfora tiene un tema principal y uno secundario, 2- los temas se comprenden como un sistema de cosas, 3- La metáfora aplica al tema principal un sistema de implicaciones que caracterizan al tema secundario, 4- estas implicaciones son características del tema secundario, 5- la metáfora selecciona y organiza aspectos del tema principal al aplicar características del tema secundario.
Turner aplica los conceptos de símbolo y metáfora-raíz a lo que él denomina drama social. Los dramas sociales son los episodios públicos de irrupción tensional, éstos se desarrollan en la fase inarmónica del proceso social. El conflicto hace explícitos los aspectos sociales. El autor ubica a los dramas sociales dentro de las estructuras temporales (contrapuestas a las estructuras atemporales) que se dividen en dos: por un lado están las empresas sociales (que se presentan en las fases armónicas), son empresas que se realizan en cooperación; por otro lado están los dramas sociales, que como ya hemos mencionado se dan en las fases inarmónicas del proceso social. Turner denomina a estos episodios como dramas sociales porque ve en ellos un inicio, un conflicto y un desenlace, siguiendo la estructura dramática. Los dramas sociales están compuestos por cuatro fases de acción pública, a saber: 1- Brecha en las relaciones sociales que están gobernadas por las normas de la estructura. Ésta se marca por la infracción pública de alguna norma decisiva. Es un detonador simbólico y siempre se actúa en representación de otras partes, de un grupo; 2- montar la crisis, tiende a ensanchar la brecha. Es importante destacar que las crisis tienen características liminares, porque están en el medio, entre la antiestructura y la estructura; 3- La acción reparadora, entran en acción mecanismos de ajuste y reparación para evitar la expansión de la crisis; 4- La reintegración del grupo social alterado o el reconocimiento de la escisión de ese grupo.
Vale destacar que en el conflicto aparece la antiestructura o communitas, y es en este momento donde se puede conocer y develar mejor la estructura. En el drama social se puede encontrar símbolos de antiestructura como símbolos de estructura, no son antagónicos y se pueden yuxtaponer. Es en el conflicto donde surgen las metáforas-raíz, y de estas metáforas pueden surgir nuevos símbolos. Los nuevos momentos estructurales se encargarán de incorporar las nuevas metáforas-raíz. El símbolo ritual se encuentra en el paso de la crisis al desenlace, reelabora lo que se esta queriendo cambiar y retoma ideas de la estructura y de la communitas. El símbolo ritual permite el desenlace del drama social, toma aspectos de las metáforas-raíces y las reacomoda en la estructura. La crisis permite el surgimiento de ideas nuevas, y el símbolo aparte de crear toma ideas que se encontraban ya en el archivo colectivo.
Turner, para terminar su análisis de la metáfora toma dos conceptos budistas-zen: prajña (intuición) y vijñana (razón), asociando al primero con communitas y al segundo con estructura. Los lazos de communitas son antiestructurales debido a que éstas son igualitarias, indiferenciadas, no racionales, aparece el nosotros esencial, prajña habla de integración total, de autoconocimiento del todo. También sería el fundamento de las metáforas-raíz y es aquí que vijñana cumple con la función de discriminar la estructura de la metáfora-raíz. La antiestructura es la condición para la creación de metáforas-raíz.
Por último nos queda analizar el contexto de la performance. Turner ve al hombre como un animal autoperformativo, es en la performance que el hombre se revela a si mismo. El autor distingue dos categorías: la performance social, donde incluye a los dramas sociales; y la performance cultural. Y a su vez define al ritual como una "performance, una secuencia compleja de actos simbólicos". Aquí Turner toma un concepto de Dilthey, Weltanschauung o visión del mundo, ésta tiene una estructura triple: 1-conocimientos y creencias del mundo real (cognitivamente hablando), 2- conjunto de juicios de valor que representan la relación entre el individuo y su mundo, y 3- la acción volitiva que se refiere al aspecto conativo de la experiencia sistematizada. Turner ve una relación estructural entre estos tres componentes. A esto el autor agrega que esta visión del mundo se plasma en performances. La performance social deriva del drama social, por lo que se mueve en un marco de crisis de las normas, y es justamente en el drama social donde se hace visible la Weltanschauung. Es en el marco de la performance donde Turner reaplica el concepto de drama social, lo que conlleva la aplicación de los símbolos y las metáforas.
Bibliografía.
-Turner, 1980 (1967), La selva de los símbolos, Capítulo 1 Símbolos en el ritual ndembu, Capítulo 2 Simbolismo ritual, moralidad y estructura social entre los ndembu, Capítulo 3 La clasificación de los colores en el ritual ndembu: un problema de clasificación primitiva, Siglo XXI, Madrid.
-Turner, 1988 (1969), El proceso ritual, Liminalidad y communitas, Communitas: modelo y proceso, Taurus, Madrid.
-Turner, 2002 (1974), Dramas, Fields and Metaphors. Symbolic Action in Human Society, Dramas socials y metáforas rituals, Cornell University Press, En Ingrid Geist, 2002, Antropología del ritual Victor Turner, I.N.A.H-E.N.A.H, méxico DF.
-Turner, 2002 (1985) On the Edge of the Bush. Antropology as Experience , La Antropología del performance, The University of Arizona Press, En Ingrid Geist, 2002, Antropología del ritual Victor Turner, I.N.A.H-E.N.A.H, méxico DF.
– Ricoeur, 1994 (1986), Ideología y Utopía, Conferencia introductoria, Capítulo 15 Geertz, Gedisa, Barcelona
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