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Los objetivos del milenio, en el aspecto del medio ambiente (página 2)


Partes: 1, 2

2.2.2.-La cantidad de especies en peligro de extinción sigue creciendo a diario, especialmente en países en vías de desarrollo.

Proporción de especies que se espera sigan existiendo en un futuro cercano aunque no se tomen otras medidas de conservación (índice de lista roja de IUCN de supervivencia de especies, para pájaros en 1988-2008, y para mamíferos, 1996-2008). El Índice de lista roja de IUCN, que expresa la proporción de especies que se espera que continuen existiendo en un futuro cercano si no hubiera medidas de conservación adicionales, muestra que cada vez más especies están siendo empujadas hacia su extinción que las que están mejorando su status. Los mamíferos corren mayor peligro que las aves. Y para ambos grupos, las especies de las regiones en vías de desarrollo están más amenazadas y su situación está deteriorándose tanto o más rápidamente que la de las especies de las regiones desarrolladas.

2.2.3.-La sobreexplotación de la pesca global se ha estabilizado, pero, quedan enormes desafíos para asegurar su sostenibilidad.

La captura global de especies marinas llegó a su máximo en 1997 (88,4 millones de toneladas métricas) para luego disminuir ligeramente (83,5 millones de toneladas métricas en 2006). En los últimos 10 años la proporción de especies sobreexplotadas, diezmadas y en recuperación ha permanecido relativamente estable (28%). Sin embargo, la proporción de especies no explotadas y moderadamente explotadas ha declinado de forma continua, lo cual indica que el efecto negativo de la pesca está aumentando. Sólo un 20% de las diversas especies ictícolas fue moderadamente explotado o poco explotado, con la posibilidad de producir más.

2.3.-El mundo está en camino de cumplir con la meta sobre agua potable, aunque en algunas regiones queda mucho por hacer.

Su meta es Reducir a la mitad, para el año 2015, el porcentaje de personas sin acceso sostenible al agua potable y a servicios básicos de saneamiento. Si continuara la tendencia actual, el mundo satisfaría o incluso superaría la meta de ODM sobre agua potable en 2015. Para esa época se calcula que el 86% de la población de las regiones en vías de desarrollo tendrá acceso a mejores fuentes de agua potable. Cuatro regiones (África septentrional, América Latina y el Caribe, Asia Oriental y el sudeste asiático) ya han alcanzado esa meta. Los avances más grandes se registraron en Asia Oriental, donde el acceso a agua potable mejoró casi un 30% en el período 1990-2008. Si bien la cobertura también aumentó en África subsahariana (22% en el mismo período), sigue siendo muy baja, pues sólo alcanza al 60% de la población. En Oceanía no hubo avances en ese período de casi 20 años y la cobertura sigue siendo muy baja (alrededor de 50%). En todas las regiones los avances se realizaron principalmente en las áreas rurales. En las regiones en vías de desarrollo en su conjunto, el acceso a agua potable en las áreas urbanas, que en 2008 era del 94%, prácticamente no ha cambiado desde 1990. Al mismo tiempo, el acceso a agua potable en zonas rurales aumentó del 60% en 1990, al 76% en 2008, con lo cual se redujo la brecha entre las áreas rurales y las urbanas.

2.3.1.-Se necesitan esfuerzos acelerados y específicos para llevar agua potable a todos los hogares rurales.

Porcentaje de población con acceso a una fuente de agua mejorada, en áreas tanto rurales como urbanas, 2008. A pesar de los avances generales logrados en cuanto a acceso a agua potable y a la reducción de las diferencias entre zonas urbanas y rurales, estas últimas siguen en desventaja en todas las regiones en vías de desarrollo. Las mayores disparidades se encuentran en Oceanía y África subsahariana, pero también hay diferencias significativas entre las áreas urbanas y las rurales incluso en las regiones que han logrado una cobertura relativamente alta, como Asia Occidental y América Latina y el Caribe. La brecha entre las áreas rurales y las urbanas es mucho mayor cuando sólo se consideran los hogares con agua potable por cañería. El porcentaje de gente que disfruta de los beneficios económicos y para la salud que ofrece el suministro de agua por cañería, es más del doble en las áreas urbanas que en las rurales; 79% y 34%, respectivamente.

Las disparidades son particularmente evidentes en Oceanía y África subsahariana, donde el suministro rural de agua por cañería sigue siendo muy bajo (37% y 47%, respectivamente) comparado con el 91% y el 83% de las áreas urbanas. En todo el mundo, 8 de cada 10 personas que todavía no tienen acceso a una fuente mejorada de agua potable, viven en áreas rurales.

2.3.3.-El suministro de agua potable sigue siendo un desafío en muchas partes del mundo.

Durante la década pasada, la mayor actividad agrícola y manufacturera no sólo incrementó la demanda de agua, sino que también contribuyó a la contaminación del agua de superficie y la subterránea. Es más, los problemas de contaminación debidos a arsénico de aparición natural, en particular en Bangladesh y otras partes del sur de Asia, o de flúor en diversos países (China, India), han afectado la calidad de las fuentes de agua. En el futuro deberá tenerse en cuenta la calidad del agua cuando se establezcan metas sobre acceso a agua potable. A pesar de los esfuerzos realizados para recopilar datos sobre la calidad del agua en todo el mundo, medir su grado de seguridad puede ser muy difícil; en las regiones en vías de desarrollo, se ha intentado sólo en pruebas piloto. Será necesario encontrar formas rápidas, confiables y económicas de medir la calidad del agua localmente, y de informar los resultados a nivel mundial para superar las actuales limitaciones técnicas, logísticas y de alto coste.

2.4.-Dado que la mitad de la población de las regiones en vías de desarrollo carece de servicios sanitarios, la meta de 2015 parece estar fuera de alcance.

Al ritmo de avance actual, el mundo no cumplirá con la meta de disminuir en un 50% la cantidad de gente sin acceso a instalaciones sanitarias básicas. Se calcula que en 2008 había 2,6 mil millones de personas en todo el mundo no tenían acceso a instalaciones sanitarias mejoradas. Si la tendencia continúa, esa cantidad aumentará a 2,7 mil millones para 2015. En 2008 el 48% de la población de las regiones en vías de desarrollo carecía de instalaciones sanitarias básicas. Las dos regiones que se enfrentaban a los mayores desafíos eran África subsahariana y Asia meridional, donde el 69% y 64% de la población, respectivamente, sufre ese problema. En el área sanitaria, la práctica más peligrosa para la salud humana es la defecación en espacios abiertos. Resulta alentador que esta práctica haya declinado en todas las regiones en vías de desarrollo. Sin embargo, la mayor disminución se produjo en dos regiones donde la defecación en espacios abiertos ya

era una práctica poco frecuente: el norte de África y Asia Occidental. En contraste con ello, el progreso más escaso (un descenso del 25%) se produjo en África subsahariana, donde las tasas de defecación en espacios abiertos son altas. En el sur de Asia, que tiene la mayor tasa de defecación en espacios abiertos del mundo (44% de la población), se registró un progreso limitado. La práctica de defecar en espacios abiertos, realizada por 1,1 mil millones de personas, es una afrenta a la dignidad humana. Y lo que es peor, la defecación indiscriminada es la causa de transmisión de enfermedades fecaloral, que puede ser letal para los miembros más vulnerables de la sociedad: los niños pequeños. Si el porcentaje de defecación en espacios abiertos siguiera disminuyendo, su efecto sobre la disminución de muertes infantiles podría ser enorme, principalmente porque se evitarían las enfermedades diarreicas y la desnutrición que suelen seguirlas. Los éxitos logrados entre los grupos más pobres y vulnerables demuestran que este comportamiento puede cambiarse. Lo que se necesita es voluntad política para movilizar los recursos necesarios para detener la defecación en espacios abiertos, lo cual representa el mayor obstáculo para resolver el problema de los servicios sanitarios.

2.4.1.-Las diferencias en lo que respecta a cobertura de instalaciones sanitarias entre zonas urbanas y rurales siguen siendo abismales.

Porcentaje de población que usa instalaciones sanitarias mejoradas en las áreas urbanas y en las áreas rurales, 2008 La mayoría de los avances en servicios sanitarios se produjeron en las áreas rurales. En el período 1990-2008, la cobertura de servicios sanitarios de todas las regiones en vías de desarrollo aumentó sólo 5% en las áreas urbanas, pero 43% en las áreas rurales. En el sur de Asia, la cobertura aumentó de 56% a 57% dentro de la población urbana (un incremento de apenas 1%), pero se duplicó en las áreas rurales, pasando del 13% al 26%. Sin embargo, la brecha entre las áreas rurales y urbanas sigue siendo enorme, especialmente en el sur de Asia, África subsahariana y Oceanía.

2.4.2.-Las mejoras en los servicios sanitarios no están llegando a los más pobres.

Su meta es Haber mejorado considerablemente, para el año 2020, la vida de por lo menos 100 millones de habitantes de tugurios. Servicios sanitarios por quintil de ingresos económicos, África subsahariana, 2005/2008. Un análisis de encuestas de hogares realizadas en el período 2005-2008 muestra que el 20% de la población de África subsahariana más próspera tiene una probabilidad cinco veces mayor de usar instalaciones sanitarias mejoradas, que el 20% más pobre. En este mismo análisis se vio que la defecación en espacios abiertos es una práctica habitual del 63% de la población del quintil más pobre, y sólo un 4% del quintil más rico. Los servicios sanitarios y el agua potable a menudo suelen ser una prioridad relativamente baja dentro del presupuesto oficial doméstico y de ayuda para el desarrollo, a pesar de los enormes beneficios que reportan para la salud pública, la equidad entre géneros, la reducción de la pobreza y el crecimiento económico. Además, en muchos casos, las intervenciones llevadas a cabo no están dirigidas a la población que más las necesita.

2.5.-Las mejoras de barrios marginales, si bien han sido considerables, son insuficientes para compensar el aumento de personas pobres en zonas urbanas.

En los últimos 10 años, el porcentaje de población urbana que vive en barrios marginales en los países en vías de desarrollo ha disminuido de forma significativa: de 39% en 2000, pasó a 33% en 2010. A escala global, esto es causa de optimismo. El hecho de que más de 200 millones de habitantes de barrios marginales haya logrado acceder ya sea a agua de mejor calidad, servicios sanitarios o viviendas más duraderas y menos hacinadas, demuestra que los gobiernos nacionales y municipales han tomado importantes medidas para mejorar las condiciones de los barrios marginales, mejorando así las posibilidades de que millones de personas escapen de la pobreza, las enfermedades y el analfabetismo. Sin embargo, en términos absolutos, la cantidad de habitantes de barrios marginales de países en vías de desarrollo está aumentando y continuará haciéndolo en un futuro cercano. Los avances logrados en la meta establecida para barrios marginales no han sido suficientes para contrarrestar el crecimiento de los asentamientos informales de los países en vías de desarrollo, donde la cantidad de residentes urbanos que viven en barrios marginales es ahora de unos 828 millones, superior a los 657 millones que había en 1990 y a los 767 millones de 2000. Deberán redoblarse los esfuerzos para mejorar la calidad de vida de la creciente cantidad de pobladores urbanos pobres en ciudades y metrópolis de los países en vías de desarrollo. Además, la reciente crisis inmobiliaria que contribuyó a la debacle financiera y económica, podría contrarrestar el progreso logrado desde 1990. Si bien la crisis no se originó en las regiones en vías de desarrollo, afectó a sus pobladores y ciudades, donde millones de personas siguen viviendo en condiciones precarias, caracterizadas por la falta de servicios básicos y por graves amenazas a la salud pública. En muchos casos las autoridades han exacerbado la crisis inmobiliaria por los problemas en cuatro sectores fundamentales: falta de títulos de tierras y otras formas de ocupación segura; recortes en fondos para viviendas subsidiadas para la población pobre; falta de reservas de tierras destinadas a viviendas de gente con bajos recursos e incapacidad para intervenir en el mercado para controlar la especulación con terrenos y propiedades. Los bajos ingresos, ante el aumento del precio de las tierras, hacen que sea virtualmente imposible que los trabajadores más pobres puedan comprar tierras, lo cual contribuye también al problema de los barrios marginales urbanos.

2.5.1.-Se necesita una meta revisada sobre la mejora de barrios marginales para fomentar las iniciativas a nivel país.

Cuando la comunidad internacional adoptó la Declaración del Milenio y respaldó la meta "Ciudades sin barrios marginales" en 2000, los expertos subestimaron la cantidad de gente que vivía en condiciones precarias. También consideraron que mejorar las vidas de 100 millones de habitantes de barrios marginales era una cantidad significativa y una meta realista, alcanzable en los próximos 20 años. En 2003, datos más fiables mostraron que 100 millones era sólo un 10% de la población mundial que vivía en barrios marginales. Además, a diferencia de otros ODM, esta meta no se estableció como proporción respecto a un año base (normalmente 1990), sino que la meta es un número absoluto y mundial. Esto hace que para los gobiernos sea prácticamente imposible establecer objetivos por país. Claramente, la meta debe redefinirse, para lograr un compromiso serio de gobiernos nacionales y la comunidad de donantes, y para hacerlos responsables de la continuación del progreso.

Conclusión

Después de ver conceptos, características, de las bases de los Objetivos de Desarrollo del Milenio (ODM), en especial el ODM-No. 7, Llegamos a una serie de conclusiones que nos enseñaron:

*Medición de los avances hacia los ODM. La mayoría de los ODM tienen plazo de consecución en 2015, y 1990 es la base de referencia con la cual se compara el avance realizado. Si bien las cifras totales son una forma conveniente de hacer un seguimiento de los avances, la situación de los países individuales dentro de una región dada puede ser significativamente diferente al promedio regional.

*Bases para este análisis. En general, las cifras son promedios ponderados de los datos de los países, usando la población de referencia como parámetro. Para cada indicador, se designó a las agencias individuales como proveedores oficiales de datos y para tomar la vanguardia en el desarrollo de metodologías de recopilación y análisis de datos (en la cara interna de la tapa hay una lista de las organizaciones contribuyentes). Normalmente los datos se extraen de estadísticas oficiales suministradas por los gobiernos. Entre estas se incluyen muchos de los indicadores de salud, recogidos en gran parte a través de encuestas agrupadas de indicadores múltiples y encuestas demográficas y de salud.

*Mejora de los sistemas de monitorización. Si bien se han logrado algunos avances, la disponibilidad de estadísticas fiables para la monitorización del desarrollo sigue siendo inadecuada en muchos países pobres, y el desafío de generar una capacidad efectiva, en cada país, de producir datos mejores y relevantes para las políticas sigue siendo enorme. En 2009, 118 países tenían datos en al menos dos fechas diferentes para 16 a 22 indicadores; en 2003, sólo 4 países tenían la misma cobertura en cuanto a datos. Este es el resultado de una mayor capacidad nacional de probar nuevas iniciativas de recolección de datos y de aumentar la frecuencia de su obtención. Por ejemplo, la cantidad de países con dos o más datos por periodo sobre prevalencia de métodos anticonceptivos aumentó de 50 en el período 1986-1994, a 94 en 1995-2004. Al mismo tiempo, la cantidad de países sin datos sobre este indicador disminuyó de 106 a 63. La producción de datos de calidad también está expandiéndose en otras áreas, como la monitorización de la diseminación del VIH, lo cual condujo a una mejor comprensión de la epidemia. Entre 2003 y 2008, 87 países en vías de desarrollo habían realizado encuestas nacionalmente representativas que recopilaron datos sobre conocimiento correcto e integral acerca de VIH entre mujeres jóvenes, cosa realizada por 48 países de 1998 a 2002 y por sólo 5 antes de 1998. Incluso en áreas con herramientas menos establecidas para la recolección de datos, como el medio ambiente, se han logrado grandes mejoras en la obtención de datos provenientes de las autoridades nacionales y regionales. Por ejemplo, la cantidad de sitios incluidos en la Base de Datos Mundial sobre Áreas Protegidas se ha incrementado desde apenas un poco más de 1000 en 1962, a más de 102.000 en 2003 y 134.000 en 2009.

Al finalizar este trabajo sus sustentantes sienten la satisfacción del deber cumplido en el entendido que se llenaron las expectativas en torno al mismo, tanto en el contenido como en el cumplimiento de los propósitos planteados. Por tanto, queda la satisfacción de haber hecho con un trabajo conciso, preciso y claro que nos arrojó luz sobre la base bibliográfica. En donde se aclararon los conocimientos adquiridos relacionados con dicho tema.

Bibliografía

Dado el lapso transcurrido entre la recolección de datos y su análisis, pocos indicadores pueden recopilarse para el año en curso. La mayoría de ellos se basan en datos de años anteriores, generalmente hasta 2009 o 2010.

  • Internet :

La lista completa de objetivos, metas e indicadores se encuentra en:

html: www.mdgs.un.org.

 

 

Autor:

Ing.-Lic. Yunior Andrés Castillo

Santiago de los Caballeros,

República Dominicana

2011.

Partes: 1, 2
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