Michel Foucault. El cuerpo, la sociedad y la educación moderna
Enviado por JOSE ORLANDO MELO NARANJO
- Resumen
- Introducción
- La disciplina para la formación de cuerpos dóciles
- Cuando la nación y el género se construyen desde el cuerpo
- El cuerpo y el carácter en el capitalismo
- La sociedad forma cuerpos para la disciplina
- La escuela y el castigo del alma
- Técnicas de control disciplinario para manipular la conducta
- Conclusiones
- Bibliografía
Los seres humanos son organismos vivos o aparatos biológicos, por ello el medio ambiente afecta las condiciones físicas y mentales de las personas, ya sea que el lugar donde se encuentran este contaminado por químicos o bacterias, las sedes donde trabajan o estudian no estén adecuadas para esto, la presión de los demás anime o desanime psicológicamente, etc. De ahí, que las sociedades escolares y el mundo del trabajo se esfuercen por controlar el cuerpo humano y someterlo a propósitos sanos o egoístas.
La sociedad y la educación moderna enseñan a las personas a usar sus cuerpos, para el trabajo y la producción de cosas, mercancías y artículos de consumo, tal es el caso de todo lo que se puede comprar y vender en los centros comerciales. Por estas razones, en la mayoría de escuelas, institutos y universidades, se imparte la enseñanza de que los ciudadanos deben ser competentes, y si no, no podrán alcanzar sus metas o sueños. Por ejemplo, Michel Foucault observo que el cuerpo era el aparato físico que se controlaba o dominaba por la fuerza para trabajar en las fábricas, las escuelas, ejércitos, etc. Con el propósito de lograr que las sociedades fueran altamente organizadas, productivas y exitosas, a fin de garantizar la riqueza para unos pocos, la pobreza y la miseria para millones. Es decir, al cuerpo se le debe educar para obedecer leyes y reglas, no interesa lo que se pretenda hacer con las personas, lo importante es que hagan caso.
La disciplina para la formación de cuerpos dóciles
Michel Foucault inicia el capítulo denominado "Los cuerpos dóciles", con el ejemplo del soldado, pues este debe cumplir órdenes, hacer ejercicio para mantener el cuerpo con mayor fuerza y agilidad, manejar armas, moverse con altivez y colocar la cabeza en una posición que le muestre a los demás que él es un soldado.
Este tipo de cosas tambien se pueden ver en la escuela, los estudiantes hacen formaciones por líneas, cada curso de ubica en lugares específicos, los salones están organizados para que el cuerpo no se mueva, existen uniformes para diferenciar la escuela pública de la privada, y se deben obedecer órdenes.
Volviendo al tema del soldado el autor escribe:
El soldado se ha convertido en algo que se fabrica; de una pasta informe, de un cuerpo inepto, se ha hecho la máquina que se necesitaba; se han corregido poco a poco las posturas; lentamente, una coacción calculada recorre cada parte del cuerpo, lo domina, pliega el conjunto, lo vuelve perpetuamente disponible, y se prolonga, en silencio, en el automatismo de los hábitos; en suma, se ha "expulsado al campesino" y se le ha dado el aire del soldado. (Foucault, 2002, p. 124)
Es decir, la disciplina es importante para mejorar en muchas cosas, pues si las personas desean aprender mejor las matemáticas deben trabajar en la realización de los ejercicios, y así para todo, porque de este modo se logra avanzar más que los otros, esos que no quieren hacer el mínimo esfuerzo. Pero tambien; la disciplina puede servir para convertir a los ciudadanos en máquinas, robots y cosas que obedezcan ordenes sin pensar en nada. Tal como observaba Foucault al ver al campesino convertido en un soldado a favor de los ricos, pues los ricos no serían soldados que irían al peligro.
Por otra parte Foucault reconoce:
No es la primera vez, indudablemente, que el cuerpo constituye el objeto de intereses tan imperiosos y tan apremiantes; en toda sociedad, el cuerpo queda prendido en el interior de poderes muy ceñidos, que le imponen coacciones, interdicciones u obligaciones. (Foucault, 2002, p. 125)
Un ejemplo bastante conocido fue el de la Edad Media, cuando la iglesia católica sometió a las personas a todas sus leyes y pensamientos, por ello, si alguien no se sometía al poder de los religiosos seria perseguido, y quizás acusado se estar al servicio del diablo y las artes oscuras, para luego ser quemado en la hoguera o torturado hasta morir.
Sin embargo, Foucault estaba bastante consciente que las técnicas para dominar el cuerpo, eran mucho más avanzadas y globales que en otros tiempos, pues el murió en 1984 y alcanzo a darse cuenta de estas cosas.
Una "anatomía política", que es igualmente una "mecánica del poder", está naciendo; define cómo se puede hacer presa en el cuerpo de los demás, no simplemente para que ellos hagan lo que se desea, sino para que operen como se quiere, con las técnicas, según la rapidez y la eficacia que se determina. (Foucault, 2002, p. 126)
Como se puede observar, esa construcción política del cuerpo tambien se vive en la escuela, pues se forma a los estudiantes a través de aquella mecánica del poder, para ser un objeto o una cosa para los demás, ya que se debe estudiar para ser más competitivo que otros, lograr el supuesto éxito, ganar mucho más dinero, estudiar y trabajar en cosas que no les gusten a las personas, lo importante es que eso sirva para vivir mejor que los ciudadanos que buscaron algo que les gustaba.
Es decir, no se trata de gusto, se trata de dinero, de usar esas técnicas que ofrece la sociedad para ser mejor que otros.
Cuando la nación y el género se construyen desde el cuerpo
En el siglo XX que va del año 1900 al año 2000, el mundo experimentaba crisis económicas y sociales, como tambien; la lucha por el poder político. Por ejemplo:
Durante la revolución de 1910 en algunas ciudades del país, la ley aceptó que las mujeres se integraran a labores productivas siempre y cuando no entraran en conflicto con el ideal de mujer-madre-esposa, no se inclinaran para nada hacia el intelectualismo y no se involucraran en la participación política. (Chavez, 2009, p. 44)
En ese sentido, la nación y el género se construían desde el cuerpo, pues se consideraba a la mujer un aparato que servía para el trabajo, para que otros se enriquecieran por su labor, pero para nada como un ser capaz de pensar y decidir. Por ello, en esa época la escuela formaba a las mujeres para trabajar, ganar dinero, y someterse al género masculino.
Por estas razones, la mujer podía trabajar, pero debía seguir siendo una madre y esposa ejemplar, tanto así como hacer todo en la casa y fuera de ella. Porque supuestamente al ser diferente en su aparato reproductor, quedar vulnerable en estado de embarazo, experimentar en su cuerpo la menstruación y ser socialmente inferior, no tenía derecho a estudiar más allá del bachiller, y mucho menos votar para elegir políticos.
Todo esto se puede observar en la disciplina para los cuerpos dóciles de la que escribió Foucault, pues las mujeres estaban controladas por reglas sociales y políticas que sometían sus cuerpos en el México del año 1910.
Claro está, según la investigación de Mónica Chavez, después de 1910 México comenzó a usar la educación física para fortalecer a la mujer y así involucrarla más en los deportes, el trabajo y la figura de heroínas del país.
El cuerpo y el carácter en el capitalismo
Antes de ingresar en el tema, se puede afirmar que el capitalismo es un aparato o sistema económico que se basa en la propiedad privada, y que hace uso de herramientas políticas, jurídicas, administrativas, tecnológicas y bancarias, para generar riqueza y pobreza, y que la gran concentración del poder financiero está en manos de unos pocos, por ello los millones deben trabajar para hacer que los ricos existan y gobiernen el mundo.
Por estas razones, Foucault se dio cuenta que la sociedad capitalista era la encargada de dominar el cuerpo y formar el carácter, para que la gente fuera muy dócil y se sometiera a vivir en la pobreza, o luchara por encima de todo para llegar a un mejor estatus social, y así ser respetados.
A continuación un ejemplo:
Fue así como me enteré de que Rico había realizado el deseo de su padre en la ascensión en la escala social, si bien en el fondo rechazó el camino de su padre. Rico se burla de los «esclavos del tiempo» y demás personas prisioneras en la armadura de la burocracia, y cree que hay que estar abierto al cambio y asumir riesgos. Y ha prosperado; mientras los ingresos de Enrico se situaban en la cola del escalafón, Rico ha ascendido hasta el 5% superior. (Sennett, 1998, p. 16)
Es decir, Rico sometió su cuerpo a las reglas del capitalismo, y fue capaz de moldear su carácter según el deseo de su padre, ya que fue subiendo en la escala social de las supuestas personas respetables. Por ello, era un individuo que se burlaba de los esclavos del tiempo, esos que en el día de hoy, deben trabajar de lunes a sábado o de domingo a domingo para poder ganar un salario mínimo o un poco más. Los cuales no son libres como Rico, porque el si podía disponer de tiempo para cerrar negocios y viajar por el mundo, sin ser un esclavo del aparato llamado capitalismo.
La sociedad forma cuerpos para la disciplina
En la página anterior se escribió acerca del sometimiento del cuerpo y el carácter al capitalismo, y como algunos seres humanos parecían ser libres por no tener que estar sometidos a sueldos bajos y horarios de trabajo que bastante esclavistas.
Por esto, se puede anotar una vez más:
La sociedad disciplinaria se caracteriza porque el régimen de producción de verdad se constituye a través de una red de dispositivos y aparatos que producen y regulan tanto costumbres como hábitos y prácticas sociales. La sociedad disciplinaria se pone en marcha a través del aseguramiento de la obediencia a sus reglas, procedimientos y mecanismos de inclusión y de exclusión, aseguramiento que se logra por medio de instituciones disciplinarias como la prisión, la fábrica, el asilo, el hospital, la universidad y la escuela, las cuales estructuran el terreno social y presentan lógicas adecuadas a la «razón» de la disciplina. (Giraldo, 2006, p. 108)
En ese orden de ideas, Foucault explico que la sociedad forma la disciplina de la verdad, algo similar pasa en la escuela, porque existen autoridades como rectores, decanos, profesores y otros que creen siempre la verdad, y que los estudiantes no la tienen, por eso ellos dan los conocimientos y los aprendices deben guardar silencio. Claro está, no siempre sucede así, porque hay profesores que construyen conocimiento con los estudiantes, debaten y dialogan.
Entre tantos dispositivos y aparatos de control para disciplinar los cuerpos, se encuentra la educación, pues al parecer las cosas que se estudian en algunas escuelas son las que hicieron y se pensaron en Estados Unidos y Europa. Por ejemplo, la economía, la administración, la política, etc. Cosas o verdades que forman prácticas, hábitos, modos de exclusión e inclusión.
La escuela y el castigo del alma
En la sociedad que forma cuerpos para la disciplina, se hizo referencia a la manera en la cual la escuela puede servir como un instrumento político para formar personas parecidas a las maquinas, las cuales se programan con un propósito específico, y punto, estas no tienen derecho de nada, así pasa con los individuos en la mayoría de sociedades, son programados para no pensar, solo obedecer órdenes.
Por ello, al usar una de las ideas de Foucault, se puede afirmar:
Al "extrapolar" este enfoque al análisis de la institución escolar, en la que el castigo se equipara al trabajo con el alumnado llevado a cabo por parte de especialistas tales como psiquiatras, psicólogos, educadores. Convirtiéndose éstos en jueces, evaluadores, "verdugos" y agentes de dominación; instrumentos al servicio de un poder que sobrevuela la existencia de los individuos. (Urraco y Nogales, 2013, p. 154)
Por ejemplo, existe un documental llamado "La psiquiatría una industria de la muerte", allí se muestra como el negocio de los productos psiquiátricos es uno de los más rentables del mundo, a tal punto que en Estados Unidos y Europa, los psicólogos de las escuelas determinan que niños y niñas deben comenzar tratamientos psiquiátricos con medicamentos peligrosos y letales para la salud de los infantes y adolescentes, por ello, al ser un gran negocio tanto para los psicólogos como psiquiatras, aumenta el número de estudiantes que son enviados a estos tratamientos. Lo cual ha comenzado a realizarse en Latinoamérica.
Es decir, los docentes se vuelven verdugos al enviar sus estudiantes a los psicólogos, y estos a los psiquiatras, castigando no solo el cuerpo, tambien el alma. Entonces actúan como instrumentos del poder empresarial.
Técnicas de control disciplinario para manipular la conducta
En la página anterior se trató el tema de la escuela y el castigo del alma, y como esta prisión educativa funcionaba como un instrumento del poder, aprovechando el negocio que le ofrecía la industria de la psiquiatría, así mismo, su intención de querer manipular la conducta de los infantes, adolescentes y jóvenes.
En ese orden de ideas, Foucault logro observar en la escuela:
El ejercicio del poder disciplinario, supone la utilización de todo un conjunto de técnicas que permiten el control y el encauzamiento de la conducta de los individuos en un juego de relaciones de poder y de saber, que constituyen una gran maquinaria disciplinaría y, en suma, una gran fábrica de individuos. (Delgadillo, 2013, p. 68)
Es decir, algunas veces la escuela usa técnicas para controlar la conducta de los individuos, y así poder modificar gradualmente el carácter de sus estudiantes, tanto así como hacer productos iguales, seres fabricados a las necesidades de cada sociedad.
Por ejemplo, actualmente se programa a las personas desde el momento en el que inician el bachillerato, para que se proyecten a realizar cursos técnicos y programas en calidad de tecnólogos, para que sean totalmente competitivos y productivos, y así puedan ser contratados en las carreras administrativas y de negocios. Entonces si los estudiantes tienen otro tipo de aspiraciones profesionales, sus docentes, familiares, padres, amigos, etc. Comenzaran a decirles que no tendrán futuro laboral, que no llegaran al éxito y pasaran necesidades materiales.
Por estas razones, la escuela algunas veces funciona como una fábrica que diseña individuos que se ajusten a las necesidades sociales.
La sociedad y la educación moderna busca formar cuerpos dóciles para alcanzar todos sus propósitos, y así que las personas trabajen de domingo a domingo, horas extras y no busquen compartir con sus familias, pues se trata es de que produzcan dinero para las empresas y fábricas. Entonces la vida humana se vuelve una maquina más, una mercancía que compran por una salario mínimo, y un poco más si se trabaja el doble.
La escuela ayuda a las empresas y al capitalismo, al formar personas que cumplan órdenes al pie de la letra, que no piensen, sean bastante dóciles o manipulables. Por ende, si no cumplen estos requisitos serán despedidos y no tendrán estabilidad laboral porque rodaran de un lado para otro, pues no son competitivos para ganarse esos puestos que los volverán semejantes a los esclavos.
Tambien se concluye que en el siglo XX se pensaba la sociedad desde el género, al mirarse si era masculino o femenino, pero de una forma desleal y ventajosa, pues la mujer era explotada en el trabajo y la casa, no podía estudiar más allá del bachiller, tampoco tenía derecho a votar en política.
Así mismo, se observa que el sistema capitalista busca formar el carácter de las personas para que pasen por encima de todo y todos, pues se trata de mejorar la posición social y así ser respetados por los demás. Es decir, el que llegue más lejos, gane más dinero, tenga casas, negocios, viaje por el mundo, etc. Vendría a ser una persona de éxito.
Finalmente, la escuela no siempre funciona a favor de estos intereses del ego y el egoísmo, a veces forma personas para que luchen por sus sueños así no ganen mucho dinero, pues se trata de vivir para hacer lo que se ama y haga feliz a las personas.
FOUCAULT, Michel. (2002). Vigilar y castigar – Nacimiento de la prisión. Siglo Veintiuno Editores. Argentina.
CHAVEZ, Mónica. (2009). Construcción de la nación y el género desde el cuerpo La educación física en el México posrevolucionario. Centro de Investigaciones y Estudios Superiores en Antropología Social-Occidente, Guadalajara, México.
SENNETT, Richard (1998). La corrosión del carácter. Las consecuencias personales del trabajo en el nuevo capitalismo. Anagrama. Barcelona.
GIRALDO. Reinaldo. (2006). Poder y resistencia en Michel Foucault. Unidad Central del Valle del Cauca. Colombia.
URRACO, Mariano. NOGALES, Gema. (2013). Michel Foucault: El funcionamiento de la institución escolar como propio de la Modernidad. Universidad de Extremadura. España.
DELGADILLO, Juan. (2013). La escuela, el poder y la producción de subjetividad. Universidad San Buenaventura. Cali, Colombia.
Investigador de la universidad autónoma e independiente de México.
EL CUERPO, LA SOCIEDAD Y LA EDUCACIÓN MODERNA.
Estudiante: Esgaand Año 2016.
Autor:
Jose Orlando Melo Naranjo.