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Nutrición en las embarazadas (página 2)

Enviado por Adriana Deligdisch


Partes: 1, 2

2. Nutrición en las Embarazadas

Durante el embarazo, en la madre se requiere una mayor cantidad de nutrientes, para satisfacer las necesidades básicas tanto de ella como del bebé que se esta formando. Aquellas mujeres que comen en forma deficiente durante este periodo, pueden presentar mayores complicaciones que las que están bien nutridas.

Entre los cuidados que se tienen que tener durante un embarazo, uno de los prioritarios y quizá el más importante es el de la alimentación. Comer en exceso y comer en forma deficiente durante este periodo, pueden ocasionar muchos riesgos y mayores complicaciones

Los cambios metabólicos que se producen en la madre y en el bebé en crecimiento producen en el organismo materno demandas nutricionales adicionales, las cuales deben ser satisfechas mediante el aumento de la ingesta de algunos nutrientes.

No se trata de comer más, o comer por dos, como muchas mujeres creen, sino tener en cuenta cuáles son las necesidades nutricionales que requieren los cambios metabólicos de la madre y el adecuado crecimiento y desarrollo de su bebé.

El aumento de peso de la madre durante el embarazo, sobre todo durante el segundo y tercer trimestre del embarazo, se debe al peso del bebé, de la placenta y al aumento de tamaño de los órganos de la mamá, es decir del útero y de las mamas.

El peso de la madre, puede estar asociado con enfermedades o problemas de la madre o del bebé, por lo que el embarazo debe tener un adecuado control por el médico y la madre debe seguir las indicaciones, ya que poco aumento puede asociarse también con el bajo peso del recién nacido y el aumento excesivo, puede estar relacionado con enfermedades de la madre como hipertensión, problemas de tiroides, eclampsia o diabetes, que pueden ocasionar graves complicaciones durante el embarazo. La madre debe consumir alimentos variados de los tres grupos, balanceados y evitar el consumo excesivo de alimentos grasos, sal y carbohidratos y controlar mucho su peso, ya que la salud de su hijo y su recuperación después del parto depende mucho de esto.

  1. La nutrición es el proceso por cual el organismo absorbe y asimila las substancias necesarias para el funcionamiento del cuerpo. Este proceso biológico es unos de los más importantes determinantes para el óptimo funcionamiento y salud. También se ocupa solventar las necesidades energéticas del cuerpo aportándole los hidratos de carbono necesarios, las grasas, las vitaminas, proteínas y todas aquellas sustancias que requiere el cuerpo para poder desarrollar las actividades cotidianas.

    El consejo de Alimentación y Nutrición de la Asociación Medica Americana, en 1963, sugiere que:

    La nutrición es una ciencia que estudia los alimentos, los nutrientes; la interacción en relación con la salud y la enfermedad; los procesos de digestión, absorción, utilización y excreción de las sustancias alimenticias y también los aspectos económicos, culturales, sociales y psicológicos relacionados con los alimentos y la alimentación.

    1. La educación dietética de las futuras madres con la adquisición de unos conocimientos básicos sobre la alimentación durante el embarazo y la lactancia constituye unos de los temas principales de la medicina preventiva.

      La gestación supone un notable aumento de las necesidades nutritivas en razón de la formación de los tejidos fetales y placentarios, del crecimiento mamario y uterino y del as recargas maternas peso y de volumen. El embarazo impone a la mujer un aumento de la necesidad de nutrientes debe basarse en un correcto aporte de nutrientes que asegure el crecimiento materno fetal que favorezca la lactancia y que conserve un satisfactorio estado nutricional

    2. 2.1.2. Definición de nutrición en las embarazadas

      Por medio de la nutrición se aporta al organismo materiales plásticos que se transforman y organizan en materia viva, los materiales energéticos son factores de regulación indispensable para el buen funcionamiento del organismo.

    3. 2.1.2. Características
    4. 2.1.3 Objetivos

    La finalidad primaria de los nutrientes es de proveer al organismo energía necesaria para mantener una vida.

    Promover el crecimiento y reemplazar perdidas.

    Evitar la ausencia o disminución por debajo de un límite ya que esto podría producir una enfermedad por carencia.

  2. 2.1. Nutrición

2.2. Dieta adecuada a los parámetros para una mujer embarazada y consecuencias de bajo y aumento peso.

  1. Tradicionalmente la mayor preocupación ha estado dirigida a evitar los eventos asociados al déficit nutricional, pero cada vez hay más consciencia de la necesidad de reducir los eventos asociados al exceso, incluyendo la retención de peso post parto por parte de la madre. La ganancia de peso optima en embarazadas adultas con peso preconcepcional normal fluctúa en la mayoría de los estudios entre 11 y 16 Kg. Sin embargo, depende en gran medida de la talla materna, siendo obviamente menor en mujeres de menor estatura. Ganancias de peso cercanas a los 16 kg en mujeres bajas con talla menor a 150 cm pueden aumentar el riesgo de desproporción cefalo-pélvica. A la inversa, recomendar valores cercanos a 11 kg en madres con una talla mayor de 160 cm puede aumentar el riesgo de desnutrición intrauterina. Por estas consideraciones, la mayoría de los autores recomienda ganancias de peso proporcionales a la talla materna. Para ello se debe utilizar algún indicador de la relación peso/talla (índice de masa corporal, por ejemplo) para aplicar la propuesta que tiene consenso: ella es que la ganancia de peso gestacional sea equivalente a 20% del peso ideal, lo que correspondería a 4,6 puntos del índice de masa corporal para una mujer con un índice de masa corporal inicial de 23 puntos.

    1. El estado nutricional preconcepcional y la ganancia de peso durante la gestación influyen sobre los resultados perinatales. Sin embargo en la mayoría de los estudios es más fuerte la asociación con la antropometría preconcepcional que con el incremento, lo que obliga a una mayor preocupación en el período intergestacional. Los principales eventos asociados al bajo peso o incremento de peso gestacional son:

    2. 2.2.1. Problemas asociados al bajo peso de la embarazada

    Infertilidad

    1. La desnutrición severa se asocia a falla de crecimiento y amenorrea por alteraciones en la función hipotalámica que repercuten en la producción de gonadotrofina y aumentan la prolactina, comprometiendo la ovulación.

      Las categorías de peso al nacer "insuficiente" (2500 a 3000 g) y el llamado "deficiente" (2001 a 3000 g) son aquellas donde se concentra el retardo de crecimiento intrauterino (RCIU). No es esperable por intervenciones educativas y alimentarias durante el embarazo lograr mayores cambios en otras categorías, como las de peso bajo y muy bajo al nacer (< 2500 g y < 1500 g), excepto en situaciones de gran depravación nutricional. Esto último fue observado recientemente en el estudio realizado en Gambia por Prentice y colaboradores. El riesgo relativo de RCIU es 70% mayor en gestantes de bajo peso con relación a gestantes de peso normal. A mayor grado de déficit nutricional materno mayor es el riesgo de desnutrición intrauterina. El peso al nacer menor a 3000 g repercute también negativamente en el crecimiento y desarrollo las primeras etapas de la vida con mayor riesgo de desnutrición y mortalidad infantil. Finalmente aumenta el riesgo de algunas patologías crónicas no degenerativas del adulto y la base nutricional de los orígenes fetales en las enfermedades del adulto hoy tiene evidencias sustantivas.

      La pobreza, el embarazo en adolescentes en condiciones sociales precarias, el abuso físico, el bajo nivel educacional, síntomas digestivos (nauseas, vómitos severos), dietas restrictivas y desordenes de la conducta alimentaria son los principales factores asociados a una insuficiente ganancia de peso gestacional.

    2. 2.2.2. Retardo de crecimiento intrauterino y bajo peso al nacer

      La desnutrición materna severa o una ganancia de peso insuficiente producen también un aumento significativo de la mortalidad en útero en las primeras semanas post parto.

    3. 2.2.3. Mortalidad perinatal

      Cada vez hay más antecedentes que confirman los diferentes riesgos en el proceso reproductivo asociados a la obesidad materna. Los principales de ellos se describen a continuación.

    4. 2.2.4. Problemas asociados a la obesidad de la embarazada

      Se ha estimado que la obesidad aislada o como parte del síndrome de ovario poliquístico es un factor de riesgo de infertilidad y anovulación (no ovula) en las mujeres. Una baja de peso, aun en las mujeres con ovario poliquístico (problema causado por el mal funcionamiento de las hormonas), induce ovulación en muchos casos y mejora la fertilidad, lo que se explica por un descenso en los niveles de andrógenos.

    5. 2.2.5. Infertilidad.

      Este problema afecta a un 3-5 % de todos los embarazos y determina mayor morbi-mortalidad perinatal. La diabetes gestacional se asocia a un IMC (Índice de Masa Corporal) sobre 25 y también en forma independiente, con una ganancia de peso exagerada en la etapa temprana de la adultez (más de 5 Kg entre los 18 y 25 años de vida).

      Preeclampsia e hipertensión. El riesgo de hipertensión y preeclampsia aumenta en 2 a 3 veces al subir el IMC por sobre 25, especialmente en las mujeres con IMC de 30 o más.

    6. 2.2.6. Diabetes gestacional.

      El riesgo de parto instrumentado aumenta en directa relación con el peso al nacer a partir de los 4000 gramos y en especial sobre los 4.500. La macrosomía fetal puede deberse a la obesidad materna primaria o puede ser secundaria a la diabetes gestacional inducida por la obesidad. En ambos casos la macrosomía fetal es secundaria al hiperinsulinismo determinado por la híper glicemia materna. La prevalencia de cesárea en las mujeres con IMC sobre 30 aumenta en un 60 %, después de controlar por el efecto de otras variables. El alto peso de nacimiento se asocia también con trabajo de parto y parto prolongado, traumas y asfixia del parto. Estudios recientes señalan aumento en días de hospitalización de las madres obesas y cinco veces mayor gasto obstétrico.

    7. 2.2.7. Parto instrumentado (cesárea o fórceps).

      La obesidad aumenta el riesgo de malformaciones congénitas mayores en especial los defectos del tubo neural. Estudios epidemiológicos que han controlado el efecto de otros factores de riesgo indican un riesgo relativo 40% a unos 60% mayor con un IMC sobre 25. Estudios de caso-control apoyan estos hallazgos y sugieren un riesgo de la misma magnitud. Ello ha llevado sugerir que las mujeres obesas requieren una cantidad mayor de ácido fólico.

    8. 2.2.8. Malformaciones congénitas.

      Los recién nacidos tienen un riesgo de muerte 50 % mayor si la madre tiene un IMC superior a 25 y 2 a 4 veces mayor si es superior a 30.

    9. 2.2.9. Mortalidad perinatal.

      La obesidad en la mujer aumenta en varias veces el riesgo de diabetes tipo 2. En edades posteriores también aumenta significativamente el riesgo de accidentes vasculares cerebrales isquémicos, embolias pulmonares, cáncer de colon, litiasis y cáncer de vesícula entre otras patologías.

    10. 2.2.10. Riesgo de enfermedades crónicas no transmisibles.

      El incremento de peso gestacional, no es la única variable que determina el pronóstico del embarazo, parto y puerperio. Sin embargo, tiene la ventaja que puede ser modulado a través del control prenatal. La ganancia de peso debe ser definida específicamente para cada gestante, considerando fundamentalmente el peso preconcepcional o estado nutricional en el primer control prenatal. También es importante considerar la estatura materna (mayor ganancia a mayor talla), la edad (mayor ganancia en madres adolescentes) y los antecedentes de patologías o embarazos previos. Las recomendaciones de 1990 del Instituto de Medicina de los E.U.A expresan los valores de incremento de peso en términos absolutos, lo que hace difícil establecer la proporcionalidad con respecto a la talla materna, como se describe a continuación:

      IMC pregestacional o en el primer trimestre del embarazo mayores de 20. Mujeres embarazadas con bajo IMC pregestacional deberán ser referidas para una completa evaluación dietética y nutricional y una monitorización de la ganancia de peso periódica en cada visita prenatal. El riesgo de bajo peso de nacimiento puede ser reducido con una ganancia ponderal total entre 12,5 y 18,0 Kg, lo que equivale aproximadamente a 0,5 Kg por semana. Las causas de IMC bajo deben ser identificadas precozmente en el embarazo. Aunque un IMC cercano a 20 puede reflejar una condición de normalidad, se hace imperativo buscar otras causas que se puedan beneficiar con una intervención.

      IMC pregestacional entre 20 y 24. Una mujer con peso saludable tiene el menor riesgo de obtener un RN de bajo peso o macrosómico. Mujeres con pesos pregestacionales en este rango deben ganar entre 11,5 y 16,0 Kg en total o alrededor de 0,4 Kg semanales, durante el segundo y tercer trimestre.

      IMC pregestacional entre 25 y 29. Más frecuentemente presentan diabetes gestacional, hipertensión y macrosomía fetal, particularmente si la ganancia de peso es alta. Embarazadas con un IMC sobre 25 deben ser referidas a evaluación nutricional y dietética. Se recomienda una ganancia de peso entre 7,0 y 11,5 Kg en total o aproximadamente 0,3 Kg por semana durante el segundo y tercer trimestre.

      IMC pregestacional mayor de 30. Las mujeres con un IMC sobre 30 deben ganar alrededor de 6 a 7 Kg (0,2 Kg/semanales) y no deben ser sometidas a tratamientos para reducir el peso, ya que aumenta el riesgo de mortalidad intrauterina.

    11. 2.2.11 ganancia de peso según peso pregestacional en los E.U.A

      Una alimentación balanceada, de acuerdo a las recomendaciones de las guías alimentarias permite cubrir todas las necesidades nutricionales, a excepción del hierro. Las necesidades de ácido fólico son también difíciles de cubrir con la dieta habitual, pero no sería necesario el uso de suplementos en la medida que se cumplan las normas de fortificación de la harina de panificación. En sectores de ingresos medios es posible que la educación alimentaria sea suficiente para adecuar la dieta a las exigencias de este período. No sería necesario en este caso el uso de suplementos en forma rutinaria. Puede en cambio ser una medida útil en poblaciones de bajos ingresos o cuando la dieta es poco variada.

    12. 2.2.12. Alimentos fundamentales

      Durante el embarazo existe un incremento de las necesidades de casi todos los nutrientes respecto a una mujer de la misma edad, en una proporción variable que fluctúa entre 0 y 50%. Existen diversas fuentes de información sobre el tema, las que no siempre son concordantes, lo que genera confusión en el equipo de salud. Las más recientes son las del Instituto de Medicina de los EEUU, recientemente publicadas (DRI 2001). (Tabla 1).

      1. Tabla 1. Ingesta recomendada de nutrientes según el Instituto de Medicina, Academia Nacional de Ciencias y Programa de Alimentación y Nutrición, EEUU, (DRI 2001).
    13. 2.2.13. Nutrientes y Alimentos Complementarios

    NUTRIENTE

    Unidad/día

    MUJERES

    19 – 30 años

    EMBARAZADAS

    19 – 30 años

    DIFERENCIA CANTIDAD %

    Energía Kcal *

    2.000

    2.150-2.200

    150 – 200 7-10

    Proteínas g

    50

    60

    10 20

    Vitamina A µg ER

    700

    800

    100 12

    Vitamina D µg

    5

    5

    – –

    Vitamina E mg α tocoferol

    15

    15

    – –

    Vitamina C mg

    75

    85

    10 13

    Tiamina mg

    1,1

    1,4

    0,3 27

    Riboflavina mg

    1,1

    1,4

    0,3 27

    Niacina mg

    14

    18

    4 28

    Vitamina.B6 mg

    1,5

    1,9

    0,4 20

    Folatos µg *

    400

    600

    200 50

    Vit.B12 µg

    2,4

    2,6

    0,2 8

    Calcio mg *

    1000

    1.000

    – –

    Hierro mg *

    18

    27-30

    9 – 12 50-67

    Zinc mg *

    8

    11-13

    3 – 5 25 -52

    Yodo µg

    150

    220

    70 47

    * Nutrientes Críticos

    Energía. La necesidad adicional de energía, para una embarazada con estado nutricional normal se consideraba alrededor de 300 Kcal diarias. Estudios recientes demuestran que con frecuencia disminuye la actividad física durante el embarazo y el gasto energético por este factor. A la vez existen mecanismos de adaptación que determinan una mejor utilización de la energía consumida. Un comité de expertos propuso en 1996 un incremento de sólo 110 Kcal los primeros trimestres del embarazo y de 150-200 Kcal durante el último trimestre, en mujeres con estado nutricional normal. El incremento adicional equivale entonces a menos de medio pan, gran parte del embarazo. En mujeres enflaquecidas las necesidades de energía se incrementan en 230 Kcal en segundo trimestre y en 500 Kcal para el tercer trimestre.

    Proteínas. La necesidad adicional de proteínas se estima en 10 gramos diarios, cantidad que se puede satisfacer con dos tazas de leche adicionales. De acuerdo a los patrones alimentarios las proteínas no representan un nutriente crítico y en general son adecuadamente cubiertas en la alimentación.

    Grasas. Deben aportar no más del 30% de las calorías totales. Es importante incluir ácidos grasos esenciales de la familia "omega-6" presentes en aceites vegetales (maíz, pepa de uva) y de la familia "omega-3" que se encuentran fundamentalmente en los aceites de soya, y en alimentos como el pescado, almendras y nueces. Estos ácidos grasos son fundamentales para el buen funcionamiento del sistema útero-placentario, el desarrollo del sistema nervioso y la retina del feto durante el embarazo y del niño durante la lactancia.

    Hierro. Las necesidades de hierro se duplican durante el embarazo y es prácticamente imposible cubrirlas con medidas dietéticas. Ello lleva a la necesidad de utilizar suplementos en forma rutinaria, aunque el grado de cumplimiento real de esta medida es bajo, por lo que deben buscarse mecanismos que mejoren la adherencia al tratamiento. Las principales fuentes de hierro son las carnes, leguminosas, semillas, algunos vegetales, pan y cereales fortificados. La leche Purita Fortificada con hierro y zinc que distribuye actualmente el Programa Nacional de Alimentación Complementaria es insuficiente para cubrir las necesidades de estos minerales.

    Calcio. Las necesidades de calcio en el embarazo se estiman en 1.000 mg por día. Durante el tercer trimestre se produce un importante traspaso de calcio materno al feto, que si no es obtenido de la dieta es movilizado desde el tejido óseo materno, lo que puede tener un efecto negativo en etapas posteriores de la vida de la mujer. Existen algunas evidencias que el déficit de calcio determina mayor riesgo de hipertensión y parto prematuro. El uso de alimentos fortificados y/o suplementos es una alternativa para mejorar la ingesta. Las principales fuentes de calcio son los productos lácteos (leche, queso, quesillo, yogurt).

    Zinc. También presenta una baja ingesta en las embarazadas y su déficit se ha asociado a bajo peso al nacer y parto prematuro. Las principales fuentes de zinc son mariscos, carnes, lácteos, huevos, cereales integrales y pescado.

    Vitamina A. Es uno de los pocos nutrientes cuyo requerimiento no aumenta respecto a mujeres adultas en edad fértil. Existen evidencias de que altas dosis diarias de vitamina A (superiores a 10.000 UI) consumidas las dos semanas previas al embarazo o en las 6 primeras semanas del embarazo pueden tener un efecto teratogénico. Especial cuidado debe tenerse con los preparados de ácido retinoico o sus derivados para uso cutáneo ya que estos tienen una potencia 100 a 1000 veces mayor que el retinol.

    Acido fólico. Propuestas recientes han aumentado la recomendación de ingesta diaria en la mujer en edad fértil a 400 µg/día (más del doble de la cifra previa) y a 600 µg/día en la embarazada. La asociación entre este nutriente y los defectos de cierre del tubo neural fue extensamente analizada. Su uso en altas dosis (4,0mg/día) es especialmente importante en mujeres con antecedentes previos de hijos con DTN (Defecto del Tubo Neuronal) desde 6 a 8 semanas antes de la concepción hasta completar el primer trimestre del embarazo. Los defectos más comunes del tubo neural son la espina bífida (una malformación de la médula espinal y la espina dorsal que consiste en que éstas no se cierran completamente), la anencefalia (severo desarrollo insuficiente del cerebro) y la encefalocele (cuando el tejido cerebral sale hacia afuera de la piel a través de un orificio en el cráneo). Todos estos defectos ocurren durante los primeros 28 días del embarazo; generalmente antes de que una mujer sepa que está embarazada.

    Por eso es tan importante que no sólo las mujeres que están planificando un embarazo ingieran suficientes cantidades de ácido fólico, sino todas aquellas que estén en edad fértil. Sólo un 50% de los embarazos son planificados. Por lo tanto, cualquier mujer que pueda quedar embarazada debe ingerir suficiente ácido fólico.

    Es muy importante la ingestión de cantidades adecuadas de ácido fólico 1 mes antes de la gestación y hasta, por lo menos, los primeros 3 meses del embarazo para reducir el riesgo del desarrollo de un feto con defectos en el tubo neural. La fortificación del pan con ácido fólico a partir del año 2.000 se espera contribuirá a reducir la prevalencia de esta patología y posiblemente de otras mal formaciones. Las principales fuentes de ácido fólico son hígado, leguminosas, maní, espinaca, remolacha cruda y palta.

    Un número importante de las mujeres presentan durante el embarazo algunas conductas alimentarias especiales, nauseas, vómitos, gastritis, pirosis, constipación y/o calambres de extremidades inferiores. A menudo estas dolencias pueden ser tratadas con modificaciones dietarias y/o ajustes en sus estilos de vida. Sin embargo los casos severos requerirán de tratamientos específicos farmacológicos y eventualmente hospitalizaciones.

    Los "antojos" por determinados alimentos, son frecuentes de observar en las embarazadas. Ello no refleja el déficit de algún nutriente específico en la dieta, como se ha sugerido. No hay argumentos para que ellos no sean "complacidos", en la medida que no afecten la dieta o reemplacen a otros alimentos más importantes. También son frecuentes las "aversiones" o "rechazos" por determinados alimentos (alcohol, café, carnes, etc.), que no necesariamente son perjudiciales.

    La Pica, es un trastorno en el apetito aberrante por productos tales como tierra o arcilla (geofagia), almidón (amilofagia), greda, hielo, papel, pasta de diente, u otro material que no es alimento habitual. Paralelamente el consumo de esta sustancia modifica la absorción de los nutrientes, por lo que es necesario evaluar el estado nutricional de la embarazada y realizar educación alimentaría y si es preciso, suplementación. Se la ha asociado al déficit de micronutrientes (hierro y zinc entre otros), aunque no ha sido adecuadamente demostrado. Puede presentarse también en mujeres con un trastorno mental que afecta la conducta alimentaria. La pica puede determinar malnutrición al desplazar nutrientes esenciales de la alimentación.La prevalecía de pica durante el embarazo se encuentra generalmente subestimadas pudiendo afectar a un alto porcentaje de gestantes.

    Muchos de estos comportamientos, pueden deberse a costumbres y tradiciones que pasan de madres a hijas. Debe procurarse que la pica no sustituya los alimentos con alto contenido de nutrientes esenciales.

    Nauseas y Vómitos. El 50 a 80% de las mujeres embarazadas experimentan nauseas y vómitos especialmente en el primer trimestre del embarazo. Esta condición está fuertemente ligada a cambios hormonales y no tiene causas bien conocidas.

    La mayoría de las veces estos trastornos no condicionan una patología propiamente tal aunque generan preocupación y ansiedad en la paciente y su entorno familiar y por tanto requerirán un abordaje mas bien educativo y tranquilizador. Estados más severos (hiperémesis gravídica) presentan riesgos de deshidratación, desequilibrios electrolíticos, alteraciones metabólicas y perdida de peso.

    1. 2.3.1. Embarazos en situaciones especiales.

    Las adolescentes constituyen un grupo de riesgo y requieren generalmente una intervención nutricional en etapas precoces del Mientras menor sea el período post menarquia es el riesgo nutricional debido a que no han completado su crecimiento y sus necesidades de nutrientes y energía son mayores. El embarazo en adolescentes se asocia con bajo peso al nacer ya que ellas retienen parte de los nutrientes para sus propias necesidades a expensas del feto. La ingesta de hierro, zinc, calcio, folato, vitamina B6 y vitamina A, suele estar bajo las recomendaciones. Se deben hacer adaptaciones en la dieta de las adolescentes privilegiando alimentos con alta densidad de nutrientes que reemplacen alimentos de consumo juvenil como los snacks. Debe controlarse la nutrición de hierro y usarse suplementos si la dieta no aporta la cantidad necesaria o las reservas son bajas. Los lácteos y los alimentos que aporten calcio deben ser recomendados especialmente ya que parte del crecimiento de la madre puede darse durante el embarazo. Debe considerarse que también se requiere una cantidad suficiente de calcio para la formación del esqueleto del feto. Debe recomendarse una dieta balanceada sobre la base de alimentos con alta densidad de nutrientes, horarios regulares y colaciones sobre la base de productos lácteos, frutas y vegetales para completar los requerimientos diarios en las adolescentes embarazadas. Un adecuado control nutricional de la embarazada adolescente puede protegerla de problemas tales como prematurez, cesáreas, bajo peso al nacer, anemia y toxemia gravídica. Debido a que la imagen corporal es importante para las adolescentes debe recomendarse un adecuado incremento de peso, evitando terminar el embarazo con obesidad.

  2. 2.3. Mujeres embarazadas (sustancias consumidas y no nutritivas)

    Esta observación se realiza con embarazadas de las ciudades de Asunción y Villa Hayes respectivamente en el periodo de una semana teniendo en cuenta las tres comida principales y entre comidas, (media mañana y merienda). Teniendo como unidad de análisis ocho embarazadas de entre dieciocho a treinta y tres años con diferentes periodos de gestación.

    Siendo una investigación no experimental, pero observatoria, descriptiva porque fue observada la alimentación y luego descriptas por las investigadoras y finalmente cualitativa porque se utilizo la recolección de datos dotados de cualidades. Y la observación tiene como muestreo por conveniencia porque estuvimos observando a embarazadas que eran gentes próximas como amigas, vecinas, o del propio barrio.

    Variables:

    X1 alimentación diaria

    Indicadores

     Porciones /dias

    Panificados y cereales

    6 – 11 porciones/día

    Cárnicos

    3 porciones/día

    100 -150 g/día

    Quesos

    2 pedazos/día

    Huevos

    6 – 7/semana

    Lácteos

    3 porciones/día

    1/2 litro/día

    Legumbres

    4 – 5 porciones/día

    Frutas

    3 – 4 porciones/día

    Verduras

    4 – 5 porciones/día

    Aceites

    2 – 3 porciones/día

    Água

    Mínimo 8 vasos/día

    X2 nutrientes esenciales

    Hidratos de carbono

    300gr/día

    55 – 60 %

    Proteínas

    6 – 10g /día

    70%

    Lípidos

    2,2g / día

    20 – 30 %

    Minerales :

    Calcio

    Hierro

    1.200 mg/día

    1.000 mg

    Glúcidos

    30g/día

    10 %

    X3 Periodo de gestación

    Primer Trimestre

    Segundo Trimestre

    Tercer Trimestre

    X4 Edad

    18-22 años

    23-27 años

    28-33 años

    X5 estado civil

    Casada

    Soltera

    Viuda

    Aconcubinada

    Separada

    X6 cantidad de hijos

    Ninguno

    1-3 hijos

    X7 consultas médicas

    Siempre

    De vez en cuando

    No siempre

  3. 2.4. Aspectos Metodológicos
  4. 2.4. Resultados

Como resultado de las observaciones en profundidad realizadas, podemos concluir que:

2.4.1. La nutrición en las embarazadas que observamos pudimos notar que seguían rígidamente la dieta recomendada, mas no por el problema de engordar o por no querer perder el cuerpo que tiene, mas por la prioridad que es su hijo y mas todavía cuando es el primero.

2.4.2. Comparamos que las ingesta de nutrientes requerida por los nutricionistas para nuestras embarazadas observadas el valor concuerda con las mismas exigidas por el último estudio realizado en el Instituto de Medicina de Academia Nacional de Ciencias y Programa de Alimentación y Nutrición en los E.U.A. Pero muchas veces puede haber un decaimiento de cantidades de algunos suplementos por la deficiencia de suelo que tenga cada país lo que pueda exigir un poco o menos cantidad de algunos nutrientes.

2.4.3. Lo más interesante es que el 80% de las embarazadas consumen una cantidad excesiva de cárnicos lo que puede causar una gran cantidad de grasas pudiendo ocasionar cuando el feto ya sea adulto problemas cardíacos y de obesidad .y la cantidad de vitaminas ingeridas por las gestantes es accesible.

Pudimos notar durante la observación de las embarazadas que el 80% que seguían un cuidado rutinario con nutricionista especializados en el horario de la cena consumían cosas no muy pesadas pero que cubría la cantidad necesaria de nutrientes que necesitaba, pero el otro 20% de las embarazadas consumían alimentos pesados y no muy apropiado para el horario, pero que también cubrían la misma necesidad necesaria de nutrientes que las que seguían un cuidado con nutricionistas. Como por ejemplo unas de las embarazadas consumía a la cena una ensalada con una porción de bife de hígado mientras que la embarazada que tenía nutricionista consumía como un sándwich de queso blanco con lechuga, jamón sin grasa, tomate, y una porción de carne blanca. También en las consultas médicas observamos que la mayoría se hace revisiones durante el periodo de gestación.

Llegamos a una conclusión que las embarazadas que por más que tenga o no tenga condiciones de acudir a un nutricionista, ella propia sabe como cuidarse, lo que debe o no debe comer. Siempre manteniendo el cuidado apropiado a su embarazo.

Debido a esto obtuvimos resultados en los diferentes instrumentos aplicados de la observación (08 observaciones, siendo que 06 acudieron a un nutricionista) con resultados muy semejantes muestran que en la parte cualitativa se ven unas cualidades de alimentación y de consultas médicas de cada embarazadas, mientras que, en los resultados descriptivos parece ser muy diferentes ya que sus rutinas de alimentación eran variables.

Otro de los resultados obtenidos fue que, en nuestra sociedad, hoy en día, los/as nutricionistas son vistos/as con buenos ojos.

Además, otro resultado obtenido de las observaciones, favorable hacia la nutrición, fue que esta es una profesión que puede ayudar en varios ámbitos de la vida de un individuo, para el bien estar de su salud.

Otro factor que llama la atención se basa en la confianza hacia el/la nutricionista. La mayoría de las embarazadas observadas están de acuerdo en considerar al/la nutricionista como un profesional que debería ser fundamental entre sus consultas médicas.

3. Discusión Final

Antes de iniciar esta sección, es menester mencionar que los instrumentos aplicados en esta investigación / Observación, requieren un poco de tiempo para el análisis objetivo de cada gestante / embarazada.

En cuanto a limitaciones que se tuvo en el desarrollo del trabajo, fue el factor tiempo, ya que esta investigación es un trabajo práctico de una materia específica de la carrera, y por lo tanto es reducida la dedicación posible de cada estudiante al proceso de investigación, ya que su tiempo es compartido entre la universidad, las obligaciones laborales, personales y familiares. Con eso, se presentaron algunos convenientes.

De acuerdo con los objetivos y resultados de nuestra investigación, y de forma favorable a la hipótesis presentada, se ha concluido que las embarazadas observadas de acuerdo a su alimentación concuerdan con el parámetro nutricional del Instituto de Medicina de Academia Nacional de Ciencias y Programa de Alimentación y Nutrición en los E.U.A.

Con esta observación obtuvimos la respuesta a nuestra investigación que es: Si las embarazadas realmente se alimentaban de acuerdo a las cantidades necesarias de nutrientes y suplementos que es requerido por los nutricionistas?

Y realmente si se alimentan adecuadamente no importa su clase social o nivel, lo que importa es, si la salud del bebe y de la madre están en las perfectas condiciones.

La nutrición es una profesión joven en Paraguay. Esta investigación pese a las dificultades y limitaciones encontrados, parece mostrar que hay indicios de una valoración favorable hacia la nutrición, pero queda mucho por hacer en términos de transferencia de conocimientos y un acercamiento más estrecho, entre los profesionales de la Nutrición y el pueblo de Asunción, y porque no, de todo el país.

4. Sugerencias

  1. Evitar la ingesta excesiva de alcohol al inicio del embarazo se asocia con el nacimiento de niños con malformaciones (síndrome de alcoholismo fetal /SAF), retardo del crecimiento intrauterino, anormalidades oculares y articulares y retraso mental. También se ha descrito un índice más elevado de abortos espontáneos, desprendimiento prematuro de placenta y prematuridad. La ingesta de alcohol en etapas posteriores de la gestación se asocia a alteraciones de crecimiento y desarrollo fetal pero no induce malformaciones.
  2. También evitar la cafeína porque ella atraviesa la placenta y puede alterar la frecuencia cardíaca y la respiración del feto. Se recomienda que las mujeres gestantes y lactancia no consuman más cafeína que la contenida en dos tazas de café. También debe limitarse el consumo de té y de bebidas gaseosas que la contienen. Los problemas con la contaminación química y microbiológica que afectan a la madre, al embrión y al feto. Especial preocupación debe haber en relación con la exposición con metales pesados (plomo, cadmio, mercurio), arsénico, subproductos órgano clorados que se generan a partir de la desinfección del agua, pesticidas que contaminan los alimentos y el agua y algunos agentes microbiológicos, como el toxoplasma y la listeria que pueden estar presentes en los alimentos.
  3. Acudir al médico cada mes, para llevar un adecuado control en el embarazo.
  4. Alimentarse adecuadamente y suficientemente porque ayuda a aumentar el volumen de sangre necesario para satisfacer las demandas del embarazo.
  5. Es recomendable que comas de cinco a seis veces por día en raciones pequeñas, evita las comidas con mucha grasa o muy condimentadas, come en cambio alimentos ricos en fibra como lo son los cereales integrales las frutas y las verduras.
  6. La buena alimentación disminuye los riesgos de complicaciones del embarazo tales

Como:

Las infecciones, la anemia y la toxemia en la madre; el nacimiento prematuro;

El peso natal bajo; el parto de un feto muerto; el daño cerebral; y

El retraso mental en el bebé.

  1. GIROLAMI, Daniel H. Fundamentos de la valoración nutricional y composición corporal. Editorial el Ateneo, Abril 2004, p.419-425

    PICASO, Repullo -Nutrición Humana Dietética. Edición 2001- p.170-172

    LOPEZ, Laura Beatriz y Marta María Suárez, Nutrición Durante la Gestación y Lactancia. Mayo 2003 – p.333-353.

    KRAUSE, Marie Mendelson, Nutrición durante el embarazo. Editorial MC GRAW HILL, Marzo de 2005- p.181-212.

  2. 5. Referencias Bibliográficas

6. Anexo

A. Instrumento de Recolección de Datos

B. Fichas

C. Registro diario por observada

D. Registro de observación

Les dedicamos primeramente este trabajo a Dios, en segundo lugar a nuestros padres, porque ellos siempre están aquí en las buenas y en las malas; nos educan, nos aconsejan, nos imparten valores para conducirnos correctamente y por ultimo, Fanny le dedica especialmente a Hugo, por estar con ella, apoyándola y sobre todo fortaleciéndola.

Agradecemos a las embarazadas por dedicar su paciencia y comprensión. También a la profesora por inculcarnos sus conocimientos.

 

 

Autor:

Dafne Marquez Monteiro

Fanny Soledad Fariña

Leticia María Ortega.

Orientadora:

Prof. Adriana Deligdisch

Universidad de la Integración de Las Américas – Segundo Semestre – Nutrición

Trabajo de Monografía presentado como requisito parcial para la obtención de puntaje del AV2 para la materia Metodología de la Investigación

Asunción, Paraguay – 2007

Partes: 1, 2
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