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Orientación Vocacional (página 2)

Enviado por Victoria Pi�eyro


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INTRODUCCIÓN CONCEPTUAL

La elección de una profesión y/o trabajo apunta no solo hacia una actividad u opción profesional, sino a una forma de vida, por tanto, la elección debe hacerse consciente de que con ella formamos parte de nuestra identidad, de nuestro "yo" y que a través de ella, asumimos un rol, un estatus.

La vocación la debemos entender como un proceso, no aparece como algo puntual y espontáneo, sino que se inicia en la infancia, va configurándose durante la adolescencia para definirse en la adultez.

Esta vocación está determinada por motivos como las actitudes, aptitudes, intereses, capacidades y personalidad. A su vez, estos pueden potenciarse o no, influidos por factores socio-ambientales y culturales como (familia, amigos), por el prestigio y auge de ciertos estudios en comparación con otros, el género, etc.

En su origen etimológico "vocación" viene del latín "vocatio, vocationis" que significa "llamado", "invitación"; es decir, la vocación se deriva desde fuera del sujeto, es exterior a él y lo invita a participar de una determinada situación: la elección de una profesión, de un trabajo, de una carrera.

Aguirre Baztán describe la orientación vocacional como un "proceso" de ayuda al orientado para que, al conocerse a sí mismo y al mundo del trabajo, se prepare y acceda a la profesión adecuada a sus aptitudes, intereses y rasgos de personalidad, teniendo en cuenta las posibilidades de estudio y de trabajo existentes. Todo ello debe realizarse mediante un equipo orientador interdisciplinario (tutor, profesores, psicólogos, pedagogos).

LA ADOLESCENCIA

La adolescencia es la etapa que supone la transición entre la infancia y la edad adulta. Este periodo de la vida se identifica con cambios dramáticos en el cuerpo y la psicología.

La palabra adolescencia tiene como significado el desarrollarse o crecer, denota algo más importante.

Este se encuentra en un estado de transición y transformación de niño a adulto, lo que conlleva al adolescente a perder su infancia, y en cierto sentido que los padres pierdan al niño, por este motivo se le llama una relación bilateral.

Existe, de parte de los padres, un motivo de perturbación que es alcanzado por el status de la sociedad en la que esta inmersa, y esto lleva a que demuestren una actitud de prevención y hostilidad al los adolescente por miedo a que su status sea modificado por estos.

Los padres, en algunas ocasiones tratan al adolescente como a un niño a cuidar, mientras que en otras ocasiones, esperan que este actúe con la responsabilidad de un adulto independiente, olvidándose que no se trata de una cosa ni de la otra, sino que se trata de un ser en transición, y por lo tanto, contradictorio y muchas veces confundido.

El adolescente, siente a sus padres como invasores. El narcisismo de los padres de continuarse en sus hijos, crea problemas cuando la continuidad supone que los hijos realicen los ideales del yo frustrado, lo que atenta con la asunción de la identidad.

Por otro lado, la búsqueda fallida de la independencia lleva a que algunas veces el adolescente se convierta en una especie de dictador en la familia, busca cambiar el medio familiar, no respetando las normas existentes. El adolescente ve que los padres intentan controlar su tiempo y sus horarios, lo que es a su vez ejercer control sobre su mundo interno, su crecimiento y su desprendimiento. Aunque en otros momentos ve una desidealización de las figuras parentales que lo sume en el más profundo desamparo En estos casos, es importante la firmeza de los padres, porque ocurriría la intrusión al revés, desde el adolescente hacia los padres. Esta conducta del adolescente es resultado de su aumento del narcisismo.

Una forma de incomprensión hacia el adolescente es que se le exige que defina su vocación y al mismo tiempo, se le reprimen sus primeros tanteos de esa vocación.

Todo movimiento progresivo implica un cambio entre los elementos nuevos, que se toman o aprehenden y con los que son conocidos hasta ese momento. El devenir humano tanto a nivel individual como a nivel social está en un cambio constante. Muchas veces esos cambios se hacen evidentes y llevan a estados de angustia, porque desde el punto de vista individual, hay una pérdida de equilibrio de su identidad anterior y el establecimiento de su nueva identidad, que será su "identidad adulta". Stefi Pedersen describe los cambios del adolescente: "en el adolescente se produce una transformación del súper-yo e ideales del yo, en tanto tienen que dejar el incesto y despegarse de las figuras parentales autoritarias, es decir se produce un cambio interno".

El adolescente tiene la necesidad de cambio y por este motivo desprecia lo rutinario que existe en el mundo adulto. A la vez, se queja de ser incomprendido y ser incapaz de comprenderse a sí mismo. Esto lo lleva al estado de aburrimiento característico del adolescente.

La problemática del adolescente comienza con los cambios corporales y sigue con cambios psicológicos, renunciado a su condición de niño.

INDICADORES DE LA ADOLESCENCIA

En general, se considera que esta comienza con la pubertad, proceso que conduce a la madurez sexual, o fertilidad. Esta dura aproximadamente de los 11 o 12 años de edad a los 19 o 21, y entraña cambios importantes interrelacionados en todos los ámbitos del desarrollo.

Antes del siglo XX, los niños en las culturas occidentales ingresaban al mundo de los adultos al madurar físicamente o al iniciar su aprendizaje vocacional. En la actualidad, la entrada a la edad adulta demora mas y no esta tan claramente definida. La pubertad empieza más temprano que antes, y el inicio de la vocación posteriormente, ya que las sociedades complejas exigen periodos de formación educativa o vocacional más extensos antes que los jóvenes puedan asumir responsabilidades de adulto.

Las definiciones psicológicas suele considerar que la madurez cognoscitiva coincide con la capacidad para reflexionar en forma abstracta. La madurez emocional puede depender de logros como el descubrir su propia identidad, independizarse de los padres, desarrollar un sistema de valores y formar relaciones. Hay quienes nunca abandonan la adolescencia, más allá de su edad cronológica.

DESARROLLO SEXUAL

Los cambios físicos que ocurren en la pubertad son los responsables de la aparición del instinto sexual. En esta etapa su satisfacción es complicada, debido tanto a los numerosos tabúes sociales, como a la ausencia de los conocimientos adecuados acerca de la sexualidad. Sin embargo, a partir de la década de 1960, la actividad sexual entre los adolescentes se ha incrementado. Por otro lado, algunos adolescentes no están interesados o no tienen información acerca de los métodos de control de natalidad o los síntomas de las enfermedades de transmisión sexual. Como consecuencia de esto, el número de muchachas que tienen hijos a esta edad y la incidencia de las enfermedades venéreas están aumentando.

Percibirse como un ser sexual, reconocer la propia orientación sexual, aceptar la excitación sexual y formar los lazos románticos o sexuales, son partes del logro de la identidad sexual. Esta conciencia apremiante de la sexualidad es un aspecto importante de la formación de identidad, que influye profundamente en la imagen personal y en las relaciones.

DESARROLLO EMOCIONAL

La adolescencia es un periodo de estrés emocional producido por los cambios psicológicos importantes y rápidos que se producen en la pubertad.

El desarrollo como un proceso psicosocial que continúa a lo largo de toda la vida; donde el adolescente evoluciona desde una persona dependiente hasta otra independiente, cuya identidad le permita relacionarse con otros de un modo autónomo. La aparición de problemas emocionales es muy frecuente entre los adolescentes.

Aberasturi destaca que existen 4 duelos fundamentales para el adolescente que son los siguientes, 1) duelo por el cuerpo infantil perdido 2) duelo por el rol y la identidad infantil 3) duelo por los padres de la infancia 4) duelo por la bisexualidad infantil

EL DUELO POR EL CUERPO PERDIDO

Los cambios biológicos de la pubertad, que apuntan al final de la niñez, generan un rápido crecimiento en estatura y peso, cambios en las proporciones y formas corporales y la madurez sexual. Estas transformaciones drásticas forman parte de un largo proceso y complejo de maduración que se inicia, incluso, antes del nacimiento y cuyas ramificaciones psicológicas continúan en la edad adulta.

El adolescente necesita hacer las paces con su cuerpo para poder conformarse con el; pero para esto debe pasar por un largo proceso de "duelo", a través del cual no solo se renuncia a su cuerpo de niño sino que abandona la fantasía omnipotente de su bisexualidad. El cuerpo infantil no es totalmente reemplazo por un cuerpo adulto, hay una mezcla y modificación parcial de ciertas características. Por lo tanto no habrá una idea neta de duelo, de sufrir intensamente la pérdida del cuerpo de la infancia.

EL DUELO POR LOS PADRES DE LA INFANCIA

Al llegar a la adolescencia está más cerca que nunca de sus padres, incluso puede idealizarlos en este período más que antes. Aquí difícilmente haya duelo y se fomenta más la dependencia que la independencia en un mundo que busca mayores libertades.

EL DUELO POR EL ROL Y LA IDENTIDAD INFANTIL

En la sociedad posmoderna los medios divulgan justamente los valores del yo ideal, es decir que allí donde estaba el ideal del yo está el yo ideal y hay que atenerse a las consecuencias.

Si se acepta este planteo, no parece muy claro que haya que abandonar ningún rol de esa etapa al llegar a la adolescencia. Se podrá seguir actuando y deseando como cuando se era niño, aquí tampoco habrá un duelo claramente establecido.

Se sostenía que la identidad infantil perdida daba paso a la definitiva en un largo proceso de rebeldía, enfrentamiento y recomposición durante la adolescencia.

La identidad se establecería no por un mecanismo revolucionario que volteara las viejas estructuras sino por el plagio que conforme el pastiche sin mayor violencia, sin cambios radicales.

La nueva identidad se estructuraría sin que apareciera la idea neta de un duelo, en tanto no habría una pérdida conflictiva que lo provocara.

En esta etapa de la vida, el adolescente además de atravesar por toda este periodo de cambios y acomodamiento debe también enfrentarse a la problemática de optar por su orientación vocacional.

DESARROLLO INTELECTUAL  

Durante la adolescencia no se producen cambios radicales en las funciones intelectuales, sino que la capacidad para entender problemas complejos se desarrolla gradualmente. El psicólogo francés Jean Piaget determinó que la adolescencia es el inicio de la etapa del pensamiento de las operaciones formales, que puede definirse como el pensamiento que implica una lógica deductiva. Piaget asumió que esta etapa ocurría en todos los individuos sin tener en cuenta las experiencias educacionales o ambientales de cada uno. Sin embargo, los datos de las investigaciones posteriores no apoyan esta hipótesis y muestran que la capacidad de los adolescentes para resolver problemas complejos está en función del aprendizaje acumulado y de la educación recibida.

ASPECTOS DE LA MADURACION COGNOSCITIVA

Los adolescentes no solo se ven diferentes a los niños; también piensan de forma distinta. Su velocidad para procesar información sigue aumentando, pero no tanto como en la niñez inmediata. Su pensamiento es inmaduro en ciertos aspectos; aunque muchos están en posibilidad de razonar de manera abstracta y hacer juicios morales complejos; también planean de modo más realista su futuro.

LA BÚSQUEDA DE LA IDENTIDAD

Erikson la define como la confianza en la propia continuidad interna en medio del cambio, se proyecta durante los años de adolescencia. El desarrollo cognoscitivo de los adolescentes les permite elaborar una "teoría del yo" (Elkind, 1998). Erikson (1950) subraya que el esfuerzo de un adolescente por darle sentido al yo no es una especie de "enfermedad de maduración". Forma parte de un proceso saludable y vital que se consolida sobre los logros de las primeras etapas- la confianza, la autonomía, la iniciativa y la industriosidad- y sienta las bases para afrontar la crisis de la vida adulta.

La principal tarea de la adolescencia, según Erikson (1968), consiste en enfrentar la crisis de la identidad contra la confusión de la identidad, para convertirse en un adulto único con un sentido coherente del yo y una función valorada en la sociedad. La crisis de la identidad pocas veces se resuelve completamente en la adolescencia; los aspectos que involucran a la identidad reaparecen una y otra vez durante la vida adulta. Los adolescentes no forman su identidad moldeándose en función de otras personas, como los niños de corta edad, sino modificando y sintetizando identidades anteriores en una "nueva estructura psicológica, mayor que la suma de sus partes" (Kroger, 1993, p.3). Para formar una nueva identidad, los adolescentes deben establecer y organizar sus capacidades, necesidades, intereses y deseos a fin de poder expresarse en un contexto social.

La identidad se forma cuando los jóvenes resuelven tres aspectos importantes: la elección de una ocupación, la adopción de los valores en que creerán, y a los que ceñirán su vida, y el desarrollo de una identidad sexual satisfactoria.

ASPECTOS EDUCATIVOS Y VOCACIONALES

La escuela es una experiencia de organización central en los adolescentes. Ofrece oportunidades para obtener información, dominar nuevas habilidades y modelar las ya dominadas; participar en los deportes, artes y otras actividades; explorar las opciones vocacionales, y estar con los amigos. Además ensancha los horizontes intelectuales y sociales. Sin embargo algunos adolescentes no experimentan la escuela como una oportunidad, sino como un obstáculo más en el camino hacia la edad adulta.

A quienes autorregulan su aprendizaje les interesa obtener conocimientos. Establecen metas difíciles y recurren a estrategias apropiadas para alcanzarlas. Los estudiantes que no creen en su capacidad de logro suelen frustrarse y deprimirse.

Factores como las ideas de los padres, la condición socioeconómica y la influencia y de los pares, inciden en las posibilidades que los padres tienen para fortalecer el aprovechamiento de los hijos, como sucede con otros aspectos del desarrollo.

Elementos a tener en cuenta en la orientación profesional

* Conocimiento de las profesiones

El orientador, con el fin de relacionar los jóvenes y las profesiones, debe conocer ampliamente la vida profesional y las características de cada profesión. El orientador a su vez no debe conformarse solo con esto. Debe interesarse por la unión entre las profesiones y los aspirantes, por las relaciones internas entre el trabajo y el trabajador, por las exigencias físicas y morales de las distintas ocupaciones, por la profesión como centro de vida.

* Conocimiento de las personas.

Para realizar sus investigaciones sobre las profesiones y reunir sus conclusiones, el orientador no puede prescindir del conocimiento de las personas, pues trata de compenetrarse con la vida y el trabajo con intención de ayudar. Para auxiliar en las elecciones, en la reflexión sobre las cuestiones esenciales y hasta para contribuir llegado el caso con un consejo, debe conocer muy bien al consultante.

Debe estar muy atento a los intereses e inclinaciones que puedan exteriorizarse en el joven durante este proceso de descubrimiento y elección.

* La entrevista

Casi siempre el joven se presenta a la entrevista dispuesto y reservado, curioso y escéptico, ansioso y encerrado en sí al mismo tiempo. Reconoce que el asesor es una ayuda y al mismo tiempo una persona extraña. El acuerdo se presenta cuando él siente que el orientador considera importante su consulta.

* Restricciones y libertad.

Las limitaciones están tanto de parte del solicitante como del consejero.

Como vimos anteriormente los jóvenes se encuentran en una etapa de la vida que es de transición, de marcha hacia la madurez. Por lo tanto presentan todas las dificultades que ello aporta.

El orientador también tiene dificultades: encuentra al joven en un momento difícil para captar sus características y disposiciones. Es difícil prever las evoluciones. También las propias profesiones progresan, cambian, dan incertidumbres de futuro.

Cada uno debe recorrer su propio camino. El joven eligiendo y avanzando y el consejero ayudando.

La posibilidad de decidirse libremente permite a la persona el desarrollo productivo de la iniciativa, la creatividad y responsabilidad personal sin los cuales dejaría de ser humano. La libertad es lo más noble de toda orientación profesional.

ACTIVIDAD PRÁCTICA

Para complementar el presente trabajo, se mostrará un resumen de los resultados encontrados en las investigaciones de campo.

INVESTIGACIÓN DE CAMPO 1

Antecedentes

La investigación de campo se llevó a cabo en la Universidad del Trabajo, en el centro de ciclo básico tecnológico de Pando, departamento de Canelones, ubicado entre las calles César Piovene y Baltasar Brum.

Se tomó una muestra de los estudiantes que están a punto de terminar Primer ciclo, con edades entre 14 y 16 años.

Se les realizó una encuesta con el propósito de encontrar información acerca del tipo de orientación vocacional, que pudieron o no, haber recibido.

RESULTADOS Y CONCLUSIONES

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Respecto a la pregunta sobre la información de las carreras que pueden estudiar, el 83 % indico tener conocimiento de las mismas, mientras que el 17% restante no sabía que opciones de estudio tenían. De estas respuestas se desprende claramente la falta de alcance a la información existente.

2

Al consultar sobre la elección personal de una carrera a estudiar, el panorama fue variado. Un 30% ya tenía elegido que estudiar al finalizar el ciclo básico, mientras que otro 30% aún no sabía que elegir. El 40% restante se dividía en un 7 % que todavía no encontró suficiente información sobre qué estudiar; un 3% no sabe cuales son sus intereses, ni aptitudes; mientras que un 30% aún no eligió por otros motivos, entre los que se encuentran la indecisión entre dos o más carreras, desinterés, etc.

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En tercer lugar, consultamos acerca de la orientación vocacional que ha recibido el estudiante. Las respuestas a esta pregunta son reflejo de la existencia de un plan de orientación vocacional en esta Institución, ya que el 83% afirmó haberla recibido.

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Investigando acerca de dónde recibían el mayor caudal de información con respecto a qué estudiar las respuestas fueron las siguientes.

El mayor porcentaje (57%) fue el de los que se informan en su círculo más cercano (familia y amigos); en segundo lugar aparece el centro educativo con un 30%. El resto se dividió en un 3% recibió información en el INJU. Un reflejo de los cambios generacionales y culturales es el uso de Internet como fuente de información, ya que un 4% utilizó este medio, superando incluso a quienes se informan en el organismo que el Estado ha dispuesto con ese fin. El 6 % restante, se divide entre quienes utilizan otros medios para informarse y quienes directamente no se informan.

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Al preguntar sobre la importancia de recibir orientación vocacional, notamos cierta confusión en las respuestas. Mientras que sólo un 17 % no recibió orientación vocacional (pregunta 3), un 30 % señaló no tener claro lo que es la orientación vocacional. De esto podemos concluir que un 13% recibió orientación vocacional y aún así no sabe lo que esto implica por lo que mucho menos le puede haber servido para tomar una decisión. Igualmente a la mayoría le parece importante recibir esta tipo de orientación y sólo un 17% cree que no.

INVESTIGACIÓN DE CAMPO 2

Antecedentes

La investigación de campo se llevó a cabo con estudiantes con bachillerato terminado y que actualmente estén cursando a nivel terciario.

Las edades comprendidas en la investigación van desde los 18 a los 20 años.

Se les realizó una encuesta con el propósito de encontrar qué tipo de orientación en información recibieron y como les sirvió para decidir lo que actualmente están estudiando.

RESULTADOS Y CONCLUSIONES

1

En primer lugar averiguamos a que edad decidieron qué estudiar para de esta manera saber en que momento es más necesaria la orientación vocacional. En los resultados arrojados, vemos que el 50% se decidió al terminar bachillerato, en este momento es cuando el adolescente, luego de terminar la secundaria, debe definir qué va a hacer con su vida. Probablemente tome esta decisión sin la información adecuada. El 30 % lo decide al terminar ciclo básico, momento que corresponde a la elección de un bachillerato.

El decidir en este momento ofrece la ventaja de contar con información a más temprana edad, por ende más tiempo para reafirmar su decisión. Un 15% se encuentra en el grupo de personas que tienen muy claro, desde temprana edad cuál es su vocación. En estos casos, la función de la orientación vocacional sirve para ofrecer las mejores opciones para el desarrollo de su vocación. Por último un 5% indicó que aunque actualmente están estudiando no ha colmado sus expectativas.

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El 70% de los encuestados recibió algún tipo de orientación vocacional, pero al consultarlos sobre la eficacia de la misma para ayudarlos a elegir qué estudiar los resultados son sorprendentes y preocupantes, ya que sólo a un 16% le fue de utilidad. De estas respuestas sacamos como conclusión que lo que esta fallando no es el alcance de la orientación vocacional, sino los métodos empleados para hacerla efectiva.

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Al igual que en los resultados de la investigación de campo realizada a estudiantes de ciclo básico, la mayoría responde que es importante recibir orientación vocacional. Es de notar que, a pesar de que a un 84% la orientación vocacional no le ha servido, si están de acuerdo de que es necesaria recibirla.

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Al consultar en donde recibieron la información de lo que actualmente cursan el resultado fue muy variado. Resalta el 20% que están estudiando algo para lo cual nunca recibieron información previa.

CONCLUSIÓN FINAL DE INVESTIGACIÓN DE CAMPO

Existe en los adolescentes una preocupación por saber qué hacer con su futuro, y el reconocimiento de la importancia que esta decisión implica.

El acceso a la información sobre cursos y carreras a estudiar no llega por los canales adecuados. La información le llega al adolescente totalmente sesgada ya que viene de su círculo íntimo como son los amigos y familiares. Los padres, intentando brindarles una orientación vocacional a sus hijos imponen, determinadas opciones profesionales porque creen que sus hijos son incapaces de tomar decisiones maduras por ellos mismos. Estas presiones, que pueden ser directas o indirectas e intentan dirigirlos sobre la elección más favorable para ellos. En otras oportunidades, los padres proyectan sus deseos frustrados sobre su hijo, esperando ver su narcisismo a través de este. La profesión de los padres pueden influir sobre el adolescente, si intenta identificarse con la profesión de sus padres, elegirá la misma; de lo contrario optará por otro camino. También la actitud positiva o negativa de los padres hacia su propio empleo incidirá en la percepción del adolescente. Por eso es importante que se tengan enfoques profesionales que complementen la información recibida en el hogar.

Los centros educativos en oportunidades implementan planes de orientación vocacional, pero los mismos son esporádicos y de corto alcance por lo que no se obtienen buenos resultados, solo a un 16% le resulto útil la orientación que recibió. De estos números se desprende que hace falta la implementación de planes que logren establecer un vínculo con el adolescente para ayudarlo realmente.

Un aspecto positivo que vemos en las respuestas es la buena predisposición que tienen los adolescentes a recibir estés tipo de orientación. Están receptivos y les parece necesaria. Este es un factor a resaltar ya que en una etapa donde el adolescente no es proclive a mostrar interés por algo, que se manifieste interesado en recibir orientación vocacional, acorta las distancias para obtener buenos resultados. Incluso quienes ya están estudiando a nivel terciario y anteriormente la recibieron, manifestaron que no les sirvió en absoluto y siguen pensando que es importante recibirla, obviamente de una manera más efectiva.

En el caso de los adolescentes que cursan Ciclo Básico se nota cierta confusión, ya que mientras manifiestan haber recibido orientación vocacional, muchos no supieron lo que significaba e implicaba la misma. Esta confusión demuestra la necesidad de brindar una información más clara al adolescente para que comprenda el alcance, objetivos e importancia de la orientación vocacional.

La responsabilidad recae en los educadores, psicólogos y orientadores en implementar buenos planes de orientación vocacional que involucren al adolescente con las profesiones, ya que logrando buenos resultados la importancia de la orientación vocacional quedara manifiesta, de lo contrario el descreimiento de los adolescentes hacia la misma aumentara y luego será más difícil para el orientador vocacional acceder a los adolescentes con buena predisposición.

REFLEXIONES

Podemos concluir que no existe una etapa preestablecida de comienzo o culminación de la adolescencia; esta depende de las vivencias y del medio que lo rodea.

Sin duda la adolescencia es un periodo de transición conflictivo de gran importancia en la vida. Aquí el adolescente atraviesa un camino que tiene como fin el alcanzar la edad adulta. El adolescente debe proyectar su futuro y prepararse para el, en medio de situaciones diversas como la búsqueda de su propia identidad; sus cambios corporales, psicológicos. Debe también asumir su nueva situación; la de "adolescente"; reconocerse a si mismo; sacar a la luz su propio "yo". Poder adquirir su propia autonomía, en medio de estos cambios es cuestión de gran importancia para el. El poder desenvolverse e independizarse económicamente será determinante en el momento de insertarse en la sociedad adulta.

En medio de esta situación se dificulta el poder tomar una decisión acertada sobre su vocación; sobre el sentido que le dará a su vida profesional o laboral.

Por esto pensamos que es importante que este tenga recursos, como un orientador vocacional, aunque no sea un determinante en su elección. La realidad muestra que en la mayoría de los casos el adolescente toma decisiones sin la información correcta. De esto radica la importancia de que se instrumente un plan de orientación vocacional que tenga como objetivo el llegar a la mayor parte de los adolescentes que cursan ciclo básico. Esto ayudaría al joven a tomar mejores decisiones, o al menos que decida estando informado. Si el adolescente no logra realizar sus expectativas, poder cumplir sus metas, aspiraciones, lo mas probable es que se produzca en el un sentimiento de insatisfacción. Mientras que, si los resultados de la orientación vocacional son exitosos, ayudara al joven a conocerse a sí mismo y al mundo.

BIBLIOGRAFÍA

  • "La adolescencia normal ", Arminda Aberastury, Mauricio Knobel.
  • "Adolescencia", Mercedes Garbarino.
  • "Adolescencia, postmodernidad y escuela secundaria", Obiols.
  • "Acerca del ser sujeto", Enrique Sobrado.
  • "Orientación Vocacional para los adolescentes que egresan del bachillerato", Gladys Sánchez
  • "Orientación vocacional y profesional", Erwin Jeangros (Editorial Kapeluz, 1959)
  • "Orientación profesional", Mira y López (Editorial Kapeluz, 1952, 3ª edición).
  • "Psicología del desarrollo", Diane E. Papalia, Sally Wendkos Olds, Ruth Duskin Feldman (Editorial Mc Graw Hill, 2002, 9ª edición).

 

Victoria Piñeyro

 

Partes: 1, 2
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