Nota: la actividad humana no se conforma únicamente de tareas productivas, sino una conjunción inseparable (dialéctica) de producción y consumo. El diagrama estilo "yin-yang" intenta representar esa unidad. Es una unidad de contrarios: no existe consumo sin producción, pero tampoco puede existir una producción (económicamente racional y efectiva) sin el consumo de ella.
La actividad humana es siempre destructiva; aunque puede y debe no ser irreversible. La riqueza natural (la pesca, la minería, la ganadería, la agricultura, la silvicultura, etc.) es la única fuente verdadera de riqueza; el hombre transforma esa riqueza, y durante ese proceso, efectúa una destrucción real de ella. Cuando ese proceso se ejecuta sobre la riqueza mayor de la naturaleza (la vida) la destruye definitivamente. A veces, y sólo a veces, ha reparado lo destruido, y sólo cuando su acción se ha realizado en forma racional y económicamente productiva (en la agricultura y en la ganadería, por ejemplo), cosa que voluntariamente no siempre ha hecho (la pesca es un buen ejemplo). Cuando el proceso se realiza sobre riqueza natural sin vida (la extracción de minerales, por ejemplo) también la destruye definitivamente: el hombre es incapaz de reponer lo extraído; ejecuta un proceso de destrucción irreversible sobre la naturaleza.
El ciclo económico natural que corresponde a la humanidad se conforma de tres etapas bien diferenciadas: producción (extracción e industrialización), comercialización y reposición o reparación. Así es toda actividad que realmente transforma, crea y no agota la única riqueza a la que puede acceder para su propio bien: la riqueza de origen natural.
En la vida real se suceden recursivamente -sin solución de continuidad un número incalculable de ciclos similares para cada diferente tipo de bien producido y un número inmenso de ciclos idénticos para cada uno de los mismos tipos de bien. Pero como todos esos procesos son similares, generalmente hablaremos, en su forma singular, de ciclo económico.
Desde el trabajo del hombre que produce tomates para el consumo social (para su venta en el mercado), hasta aquel producto social más elaborado (un computador, por ejemplo) todo se produce a través de ese proceso cíclico. A su vez lo conforman, es decir, se auto relacionan dialécticamente: no existe actividad (productiva y beneficiosa) fuera del ciclo, no existe ciclo económico sin ese tipo de actividad. La apropiación de ganancias generadas por otros (hurto, estafa, especulación, etc.) no es una actividad productiva ni reponedora, no cumple un ciclo; es una "ocupación" que no cumple con el ciclo económico que la involucra, por lo tanto, es perjudicial. Y todo perjuicio es, al menos, una infracción.
El trabajo conocido como intelectual –el arte por ejemplo- también conforma y se conforma de estas etapas, aunque éstas no sean tan claramente perceptibles. Aun la producción familiar para consumo propio se conforma de un ciclo, donde se evita la etapa de comercialización: aquí el productor y el benefactor son la propia familia.
No obstante, si esa producción es realizada constantemente, también conlleva destrucción, por lo que necesariamente también debe cumplir con la etapa de reposición: si la familia quiere seguir cosechando, debe reponer rápidamente lo extraído. No se siembra para cosechar; se siembra por haber cosechado. Así, esas tres etapas a veces se diferencian en forma evidente, en otras se mimetizan, según la actividad a la que nos refiramos. En cada una de ellas, tomándolas de a una, actúa la totalidad de los integrantes de la sociedad. Todo ser humano interviene de alguna manera en la producción social, todo ser humano, forma parte de la comercialización, toda la sociedad, sin excepciones, forma parte y es responsable de la reposición, que también es social.
Por lo tanto, toda la humanidad, sin distinciones de ninguna especie, es la que transforma la riqueza natural en riqueza social; toda ella es la creadora y transformadora de riqueza; y la que recoge sus frutos, la que debe recibir igualitariamente su distribución; porque ella misma es el fin de su actividad. Es la que debe disfrutar de sus beneficios, sin distinciones de género alguno, como sucede en la "sociedad" de las hormigas. La producción es la primera etapa del ciclo y es totalmente artificial en su forma y contenido. Mediante ella se le agregan diferentes valores a los bienes que se van produciendo: se agregan costos y beneficios.
En una palabra, se agrega riqueza racional. La ejecuta la actividad humana a través del trabajo; en ella no interviene en absoluto la naturaleza más que en su forma de ser humano. La materia prima que se usa, se transforma o se consume en esta etapa, fue (pero ya no es) un producto natural: por definición es un bien artificial. Esta etapa consta de dos partes: la extracción y la industrialización.
Puede contener, si se quiere, una subetapa seudo-productiva: la de los
servicios (éstos se definen en un capítulo propio).
La producción en su forma extractiva es la etapa que inicia el ciclo y que, ella misma, comienza con la toma en consignación, con la toma en préstamo (un anticipo que no es gratuito) por parte del hombre productor, de la riqueza que existe en la naturaleza, de la que todos y cada cosa formamos parte, destruyéndola como tal, y transformándola en materia prima –tiempo de la cosecha, por ejemplo-. Este es el momento en el que adquiere un valor nuevo: el instante en el que "nace" el precio y las ganancias.
Ese precio recién nacido es entonces la suma de costos y beneficios. Su magnitud es perfectamente calculable a través del costo total que se generó cuando hubo que reponer la misma cantidad de la riqueza natural destruida –la anterior "cancelación" del préstamo, la "siembra" anterior-, más los valores que se le agregan por motivo de los insumos de la propia actividad del productor y del merecido beneficio de éste: la retribución de su trabajo. Todo productor obtiene un beneficio (que no es el único que recibe) derivado de su actividad productiva.
Si la materia prima producida, por cualquier causa, no llegara a pasar a las siguientes etapas, el ciclo nos indica que se produce un perjuicio, un daño que no podrá ser revertido sin costos quizá enormes, costos que, en última instancia, los pagará el productor extractor, ya que por un lado, la naturaleza no podrá ser retribuida normalmente, y por otro lado, el benefactor no la accede, ni puede así pagar su costo de producción.
El daño es evidente, ya que hubo una destrucción definitiva de riqueza sin haberse alcanzado el objetivo de esa destrucción que es el llegar al benefactor; sin haberse cerrado el ciclo. El trabajo del productor extractor -y el de la sociedad- consiste, justamente, en esto: reposición de la riqueza y pasar esa materia prima a las etapas siguientes.
La segunda etapa es la comercialización. Es la etapa en que el bien extraído o el producto –según el caso particular- se transforman en mercancía propiamente dicha. En ella, al bien en venta se le ha agregado toda la riqueza artificial (todos los costos y beneficios), cuya suma conforma lo que se llama precio, que será pagado en su totalidad por el benefactor. Con esta etapa se cumple el fin principal y motivo fundamental de todo el ciclo que involucra a cada mercancía: alcanzar al benefactor y ser accesible por él.
Por dos razones diferentes es fundamental que la mercancía sea alcanzada por benefactor: una, porque repone, al consumir, una parte (y sólo una parte, aunque fundamental) de la riqueza necesaria para la conclusión del ciclo, y otra, porque él entrega parte del fruto de su vida, de su propia actividad social (en la forma de dinero, de indev), a cambio de esa mercancía.
Ésta acción que él realiza (la compra) es lo que explica todo y cualquier proceso económico; en especial la reposición antedicha, pero también la obtención de los beneficios de cada uno de los productores de las diferentes etapas del ciclo. Es el momento en que el costo de un producto (que es un costo social) se confunde con el precio (de cancelación individual); es el momento en que todas su partes se unen y se convierten, para el benefactor, sólo en costo, en costo puro: por eso el producto ya es mercancía, y por eso el precio de venta de cualquier mercancía es su costo social de producción.
Así se define la tercera y última etapa del ciclo, la reposición de la riqueza extraída, producida y consumida. En ella sucede la restitución, por parte del hombre, de la riqueza natural destruida, la reparación total del daño.
Tiene una doble faz: la que realiza el productor al volver a sembrar, y la que realiza el benefactor al consumir el bien producido. En resumen, el ciclo económico comienza con la apropiación (en forma de préstamo) que se realiza a la pachamama -la cosecha, por ejemplo- y finaliza con la devolución de tal préstamo -la resiembra y el consumo-. Ésta es la única forma de ver el verdadero orden en que el ciclo económico ocurre, no de otra manera. Y si no se cierra un ciclo abierto , esto es, si la quita a la naturaleza o el bien producido no llegan al benefactor, o el productor de cualquier etapa abandona el trabajo antes de completarlo, no se produce la necesaria reposición de riqueza en cantidad suficiente para equilibrar la extracción, para "saldar la deuda" adquirida con la naturaleza.
Supongamos una pachamama con forma de isla, desierta de seres humanos, similar a tantas otras, habitable, aunque podría no serlo. Hace bastante tiempo se enviaron a ella a un grupo de científicos para que estudiaran las posibilidades de su explotación.La isla fue estudiada con el objeto de analizar su riqueza, la extensión de su espacio vital, y su capacidad de explotación. Se lo hizo en un sentido tridimensional, no solamente superficial. Para ello se midió su superficie, resultando de 10 km², y se consideró que sobre ese territorio se apoya una pirámide invertida de aire, una "columna" atmosférica que se va ensanchando hacia arriba, hasta un límite impreciso, incluso infinito. Se tuvo en cuenta también que en ella se continúa dicha pirámide invertida y regular, pero cambiando sus integrantes, en general, al estado sólido (tierra y minerales), formándose un "cono" material que llega hasta el núcleo del planeta. No se agregaron ex profeso las aguas circundantes, para no complicar su estudio.
Esta representación piramidal tridimensional del diagrama da una idea de ese espacio vital, que contiene y representa una cantidad desconocida de riqueza potencial, igual a una cifra que llamaremos riqueza natural Q.
Q = X + R
Esta cifra Q se conforma a su vez de dos componentes de magnitud también desconocida y diferenciados: una riqueza X, y una riqueza propia R que puede ser accedida inmediatamente por la humanidad para ser utilizada en su beneficio.
La riqueza R actualmente accesible para el hombre, se conforma a su vez de dos integrantes: la riqueza N, (los "recursos naturales", de donde el hombre toma sus materias primas) y la riqueza A de origen humano o artificial, conformada por los bienes que han sido o serán producidos por el propio hombre a partir de N. Ambos integrantes de R pueden explotarse, únicamente, mediante la actividad creadora y transformadora fundamental del hombre (la llamaremos T), entendida como conjunción de trabajo y conocimiento, la que está en acción permanente.
H es la riqueza total que el hombre puede crear y usar desde la isla R es la riqueza natural total de la zona que el hombre habita
N representa lo que comúnmente se llaman "recursos naturales"A es riqueza artificial, todo bien o producto material hecho por el hombre
T es la totalidad del esfuerzo humano, físico e intelectual: el trabajo social (No olvidemos que por ahora todas son incógnitas.)
Durante la ocupación y colonización humana, la isla necesariamente sufrió destrucción de parte de su riqueza natural N, conformadora de R. Se eliminó parte de su paisaje, pero fue suplantado por otro, artificial, cuyo valor es fácilmente calculable. Así, parte de N se transformó en A, mediante el trabajo representado en T, aumentando R su magnitud. Se mantuvo así una igualdad relativa del su valor de R, porque a pesar de que se disminuyó el valor de N, se aumentó el valor de A. Es más, posiblemente creció la magnitud de la propia N, al seguir desarrollándose la sociedad isleña.
¿A cuánto puede llegar el valor de R, la riqueza accesible?
Esa riqueza se halla mediante la fórmula R = N + A. Imaginemos cual puede ser el valor de A, por ejemplo, en la manzana donde está nuestra casa.
Sumemos mentalmente los valores de cada uno de lo bienes muebles (sillas, camas, mesas, cacerolas, etc.) y de los inmuebles (casas, edificios, aceras, columnas, etc.) que están ubicados en nuestra manzana. A esa cifra la multiplicaremos por el número de manzanas de nuestra ciudad. Al número obtenido lo multiplicaremos por la cantidad de ciudades similares que hay en el país, y así sucesivamente. ¡Es una cifra enorme!. Así, para imaginarnos cuán grande es el valor de R no necesitamos calcular el valor de nuestros recursosnaturales N.
¿Cuál puede llegar a ser el valor de H, la riqueza social general?
El valor de esa riqueza se calcula usando la fórmala H = (N + A) . T que también puede representarse como H = N . T + A . T. Sólo tomaremos una parte de esa fórmula, la parte H = A . T la que nos habla de la riqueza artificial; descartamos la natural. El resultado H de ese producto nos muestra cuánta riqueza social se ha generado, magnitud que coincide con la que se necesita para lograr el bienestar de toda nuestra gente. Sabemos también que T = I .P. Imaginemos entonces cuán grande puede llegar a ser el valor de la riqueza H, si ese valor se logra al multiplicar el ya demostrado enorme valor de A con
la población P y con el ingreso de cada habitante I.
El siguiente diagrama nos muestra el aumento de la riqueza, de H a H ", el crecimiento de los módulos N y A y del ingreso natural social por habitante I, en el período anterior y el actual, que sólo se logra mediante -y como resultado- del trabajo social: el factor T.
El trabajo T (que es pura y únicamente humano, que es el "factor hombre"), y la riqueza total H (que éste utiliza, transforma y genera), han de representarse mediante un patrón de medida. Al factor T se lo ha denominado como beneficio, renta, producto (dentro de otras nominaciones), pero para el ciclo económico es más correcto y preciso llamarlo riqueza social o ingreso social general. Hemos visto que puede ser definido, cuantitativamente, a través de una cifra lo suficientemente grande como para que pueda ser distribuido entre todos los habitantes P que lo generaron, y así cumplir con el objetivo de que ninguno de los hombres que lo crean (y que por lo tanto deben poseerlo), pase ninguna necesidad. En condiciones normales, T y H poseen un valor que siempre va en aumento.
I = T/ P ó T = I . P
La magnitud del factor T se halla multiplicando el ingreso mínimo I (mínimo, individual y periódico) por la población, P. digamos, 1000 dólares estadounidenses mensuales por cada habitante de la isla (I = 12.000 anuales),
T = I . P
T = 12.000 x 100 = 1,2 millones
Como el valor del factor T es el producto de multiplicar la cantidad de habitantes ( P = 100) por el ingreso natural de cada uno (I = 12 mil), dicha cifra ha de representar, todo el trabajo de la sociedad isleña, la riqueza mínima anual que ese espacio vital tendrá que generar y poseer (en su naturaleza y en la capacidad de su población) para que todos sus habitantes puedan tener un ingreso natural, que les permita ir satisfaciendo todas sus necesidades. Esto es:
Si H >= R . T H >= R . 1:200.000
De aquí se deduce que la riqueza total H, accesible, transformable y aumentable por el hombre, será siempre un valor positivo mayor que el propio trabajo de él y de su ingreso I
T y H poseen un valor que siempre va en aumento. Sólo existe una condición: si y sólo si se cumple con el ciclo económico.
Concluimos que (como R = N + A) la riqueza propia R de la isla también va aumentando, y (como H = R . T) la riqueza social total es también aumentada. Si sucede un crecimiento racional de la población P a una población P", el trabajo de las generaciones anteriores les asegura un ingreso I" suficiente (igual o quizá mayor que el de ellas mismas), al que se les sumará en un futuro inmediato el aumento del propio trabajo social T" generado por ese aumento a P" de la población, que volverá a aumentar el valor de R, con la misma condición de siempre: si y sólo si se cumple con el ciclo económico. Esto quiere decir, nada más y nada menos, que si el ciclo es cumplido noexisten límites para el desarrollo.
Es el único sector de la economía que no genera riqueza, tampoco la destruye y le agrega un valor que se integra totalmente al factor T. No lo hace en N ni en A, por tanto puede considerarse como un sector seudo-productor, o hipo-productor.. Es el sector que equilibra la economía cuando por razones de previsión o por efectos naturales, alguna actividad en especial logra demasiados o escasos ingresos.
Los servicios no generan riqueza, contribuyen al movimiento y a la distribución de ella, no pueden ser tomados como parte integrante del cálculo del respaldo del indev.
Para el ciclo económico, por ejemplo, la comercialización de cada producto es una parte integrante de él mismo, por lo que los comercios en general forman parte del proceso productivo y no integran los servicios propiamente dichos.
LLAMÉMOSLE INDEVLlamémosle indev, por indevaluable, sólo por darle un nombre cualquiera que la diferencie y la separe del concepto que hoy se tiene de éste.
Se propone una moneda que es el indev: es el nuevo dinero. Es el medio de consumo; es la conjunción de medio de pago y cobro, medio de intercambio, unidad de cuenta de costos y beneficios, sistema de medida y comparación. ¡Y nunca jamás una mercancía!
El indev no es una mercancía más. Ni siquiera es un mercancía, no está a la venta ni es un producto humano con el fin de ser consumido con el objeto de satisfacer un gusto o una necesidad por sí mismo. Una mercancía es un objeto que, al poseerlo, satisface directamente una necesidad humana cualquiera y que, a su vez, es un objeto de venta. La tenencia del dinero, por sí sola, no satisface más que la necesidad fetichista de poseerlo. El dinero no se come, no abriga, no sana, no enseña. Su posesión representa la posibilidad futura de comer, abrigarse, sanarse y aprender, esto es, de adquirir por su intermedio las mercancías o servicios que satisfacen esas necesidades. Pero no más.
Es un patrón de medida y comparación, no mercancía. El indev sería entonces la moneda que realiza la socialización del acceso al hasta hoy único medio de consumo utilizado. Quita la posibilidad despótica de modificar su valor a quienes siempre la han tenido. Quita, en parte, el privilegio de poseerlo a los que siempre lo tuvieron, les quita su posesión en exclusiva, para repartirlo con y entre los que nunca lo tuvieron. Los más infelices serán los más privilegiados. Pero los igualará hacia arriba, sin necesidad de quitárselo a los que hoy lo poseen. Esta particularidad es, a esta altura de la historia, absolutamente necesaria; es imprescindible que todos los hombres tengan la misma posibilidad de acceso a la riqueza. Esta economía que estamos proponiendo, que utiliza y permite la existencia de una moneda con dichas características, lo hace posible.
Con la implementación del indev mejorarán los ingresos, se venderá y se comprará de una manera y un nivel nuevo, se recaudará más y se preverá el futuro mediato e inmediato mucho mejor. Pero también permitirá planificar con seguridad las inversiones; inutilizará definitivamente la acumulación o acaparamiento de mercancías y del propio dinero; y, particularmente, se evitará la anarquía causante de todas las crisis.
Las creaciones artificiales puras, no basadas en materias naturales, son de invención exclusiva del hombre. El arte, por ejemplo, en cualquiera de sus ramas, es su acto creativo supremo. La religión, cualquiera de ellas, es otro acto creativo puramente humano, para algunos superior al arte, para otros no tanto. Las creaciones de este tipo cumplen una función, un cometido que no podemos definirlo como exclusivamente económico, sino que tiene fines diferentes, ya demasiado complejos para tratarlos en este escrito. Diremos que no integran la economía, en su sentido más radical.
El dinero, en cambio, es una creación humana totalmente artificial que no ha cumplido con su objetivo, este sí, puramente económico. El hombre lo inventó para facilitar sus relaciones económicas, aunque podemos adelantar que, en última instancia, las ha dificultado. La humanidad lo ha pergeñado, ha sido su madre y él se le ha vuelto en su contra.
DINERO, MALDITO DINERO
Se dice por la economía actual que el dinero sirve como medio de intercambio, función esencial en la economía de todas las sociedades, el indev también, pero lamentablemente agregan, salvo las más primitivas donde las transacciones se efectuaban mediante el trueque. Grave contradicción. Por definición, el trueque es la forma de intercambio de mercancías sin la utilización del dinero. Pero si el dinero actual es una mercancía, cualquier transacción con cualquier moneda, sería un trueque. Se deduce así que no es necesario remontarse a las sociedades antiguas para reconocer la existencia viva del trueque y que, además, la sociedad actual forma parte de las sociedades primitivas. En realidad se debiera decir que el dinero no es una mercancía. Así realmente habría una sociedad "moderna" que no utilice el trueque.
La indefinición del dinero ha hecho que sea absolutamente necesaria la suba de precios y la disminución de costos. Nadie sabe nunca cuánto va a valer tal o cual cosa. Incluyendo el propio trabajo. Esa obligación, a esta altura auto impuesta e inacabable de los empresarios por vender mayor cantidad y a mayor precio, la posibilidad de que los metales preciosos perdieran la "necesaria" particularidad de la escasez–entre otras cosas
INDEVALUABLE, PREVISIBLE, CONSTANTE, CONSECUENTE El indev cumple la misma función que el dinero, por lo que también es dinero. Mantiene la misma forma (billetes, monedas, tarjetas, cheques, etc.) pero diferente contenido. Esa palabra, "dinero", tiene hoy tal grado de fetichismo que da cierto escozor el utilizarla para nombrar algo tan diferente: el indev es "otro" dinero, es en sustancia un nuevo dinero. Por eso le hemos dado este nombre que, ojalá, no sea el definitivo.
El indev se define como un submúltiplo del ingreso natural mínimo anual por habitante (el que hemos estado nombrando como patrón I); se representa como una gran unidad, una unidad macroeconómica que denominamos granindev; definimos también otra unidad de uso más común, de uso cotidiano o microeconómica, que se representa 1/3650 de un granindev; como la décima parte de lo que un hombre debe obtener por día para alcanzar un bienestar mínimo. Otra forma de establecer el indev es diciendo: un habitante debe recibir 10 indevs por día para alcanzar una vida digna, que le permita ir satisfaciendo sus necesidades primarias; esa cifra, a lo largo del año representa un granindev. Hemos utilizado y seguiremos usando la palabra indev indistintamente para referirnos a una u otra de dichas unidades. El metro mide distancias, el indev mide riquezas. Mientras que para la definición del metro se utilizó la distancia que recorre la luz en el vacío durante un período definido.
Un granindev es el valor anual del bienestar de un ser humano. El valor del dinero se concreta en el hombre. Si un bien cualquiera tiene un precio de venta (costo de compra) de 2I, al aprehender esa cifra estamos concretando el concepto de que ese bien tiene el mismo valor que el bienestar anual de dos habitantes de carne y hueso. O de otra manera, si una mercancía tiene un costo social de producción (precio) de 10i, su valor es el mismo que el bienestar diario de una persona.
El trabajo y el salario
En todo sistema económico conocido y aplicado hasta los momentos, incluyendo el capitalismo, el trabajo es considerado el único medio legítimo para obtener el beneficio de la sustentabilidad. La inmensa mayoría de los trabajos no son escogidos por vocación de quienes lo ejercen, sino por la necesidad y las circunstancias. Son muy pocas las personas alrededor del mundo que trabajan en lo que anhelaron. Mediante esta propuesta, se garantiza el sustento del individuo, por lo que este podrá conseguir un trabajo más adaptado a sus preferencias o en su defecto, se creará un trabajo que le permita al individuo de forma más provechosa.
Podemos asegurar que el trabajo es la actividad humana más visible, ya que esta es la principal consumidora de horas de vida, pero también es la mayor productora de la misma. Además, un factor depende del otro ya que el consumo permite que el trabajo sea rentable.
La humanidad tiene una doble forma social y laboral de cumplir con el ciclo económico; una es creando nueva riqueza que no existía anteriormente y la otra es reponiendo lo que se ha destruido. Mediante el trabajo y su conclusión es que se recibe un salario o beneficio económico que se utilizará posteriormente en el consumo, permitiendo que se cumpla el ciclo económico, de modo que el mismo individuo es productor y benefactor del sistema.
Se vuelve indispensable que no exista un ser humano que no trabaje o que no consuma, pues el proceso cíclico de producción y reposición, consumo y reposición así lo impera.
Mientras ese individuo participa como benefactor debe recibir un ingreso mínimo conocido como ingreso natural individual I, el cual le va a permitir satisfacer sus necesidades. En caso de que su ingreso natural ya definido no le alcance la sociedad tendrá que aumentarle dicho ingreso o facilitar su alcance. En pocas palabras; la satisfacción de toda necesidad es el fin de la economía.
Se hará práctica de la meritocracia, pues si la capacidad de un individuo es merecedora de un mayor salario, éste lo obtendrá sin ningún obstáculo. Se explotará el potencial individual y no el ajeno como se había venido haciendo. Únicamente se exige el cumplimiento de reglas y empezar todos en una misma línea, lo que sigue vendrá por el esfuerzo y mérito de cada habitante.
Cada ser humano conforma el módulo N por el hecho de existir como sociedad. Mediante su actividad individual, forma parte del factor T. Pero es importante destacar que cada productor recibirá el ingreso mínimo más lo que genere por su propia actividad, vale decir ingreso natural más salario individual. Recordemos que cuando se definió el ingreso mínimo, se consideró el ingreso "piso", es decir, que nadie puede estar por debajo de él.
La capacidad productiva de una zona debe estar directamente relacionada con sus habitantes, pues de no ser así no hay razón para que exista dicha sociedad.
Esta capacidad está representada como el factor T, el cual es una constante.
El valor de H lo podemos considerar también como constante, por lo que la fórmula del ciclo económico general, social, sólo la aplicaremos una vez por período. El pulso diario de la economía cambia según el factor R, hallable a través de la fórmula de la riqueza propia de la zona, R = N + A.
Los cálculos efectuados mediante el uso de la fórmula de la riqueza propia alcanzan para conocer el estado de la economía dentro de un período en una frecuencia más cotidiana.
Nt | At | Ra = Nt + At | R" = Nt + Ra | % | % Acum | |||
1er Mes | 0,08: | 0,18: | 0,26: | 62,260: | 0,04% | 0,04% | ||
2do Mes | 0,11: | 0,83: | 0,94: | 63,200: | 1,51% | 1,93% | ||
3er Mes | 0,09: | 0,39: | 0,48: | 63,680: | 0,76% | 2,71% |
Aquí se ven los primeros tres meses del período actual de un país hipotético. Las columnas muestran cuánto ha aumentado cada una de las riquezas que se establecen en el encabezado: Nt, At y Ra representan los aumentos del período en curso, en tanto que R" es el aumento general de la riqueza propia del país, suponiendo que la riqueza acumulada hasta el período anterior haya sido de 62 Millones. Todas las cifras dadas en este ejemplo se representan en millones de granindevs; son absolutamente arbitrarias, y sólo se muestran para explicar el cálculo cotidiano del estado en que marcha la economía. No obstante nos dicen que el primer mes la economía solamente aumentó un 0,04% en relación al año pasado; el segundo mes la riqueza subió un 1,51% con relación al primero, por lo que no fue un mes malo, lo que representa un 1,93% de riqueza acumulada en esos dos meses; la tercera nos dice que fue un mes de baja productividad, subió sólo un 0,76% en relación al segundo, haciendo que la riqueza acumulada ascendiera al 2,71%. Han sido regulares, uno bueno y dos malos, pero se ha aumentado la riqueza total, y con ella, el respaldo de la moneda.
El monto del salario individual sólo se obtiene desde el reparto de utilidades que genere la actividad que desempeñe cada habitante, puesto que el "costo" de ese salario siempre está agregado al precio final del producto, que siempre es pagado por el benefactor y nunca por el productor que hace el papel de patrón. Por ese motivo es que los salarios de los trabajadores no son "costos" para los propietarios de los medios de producción, sino que efectivamente son costos para quien realmente los paga: El consumidor. El ciclo nos indica que los ingresos vienen dados en el sentido de los beneficios, opuesto al sentido de los costos.
Existe un ingreso mínimo social, pero no existe un salario individual mínimo. Se desprende que los gremios en general, los diferentes sindicatos, ya no tendrán como objetivo de lucha la conservación del empleo pero se le unirá la posibilidad de conocer cada uno de los parámetros a través de los cuales podrán realizar la fundamental tarea de defender sus derechos, que directa o indirectamente son los derechos de todos.
Cada sociedad debe fijar el máximo de horas de trabajo, y ese máximo debe tender a ser cada vez menor de evitar el desempleo. El disfrute de las horas libres, el esparcimiento, que es la forma más común de disfrutar un ingreso mayor que el mínimo, hace que la economía humana funcione.
Cada ser humano tendrá, en algún momento de su vida, la posibilidad de dedicarse a su vocación, su gusto o su capricho, y dedicarse a la tarea que más le agrade o le colme, con la posibilidad de elegir libremente entre todas las habidas y por haber: esa libertad se la permite el Indev. No existen jubilados porque cada hombre recibe ese ingreso de por vida y cada ser humano será útil mientras así lo quiera. Así, cada hombre tomado individualmente podrá dedicarse a la actividad que más quiera o que más guste, y la sociedad en su conjunto podrá dedicarse a la construcción de una civilización única.
La competencia y el mercado, la oferta y la demanda
Se ofrecerán mercancías mientras haya necesidad de ellas, y esto no será establecido más que por quien llamamos benefactor, esto es, la sociedad entera, que es una realidad mucho más abarcadora que el indefinido concepto de "mercado". El benefactor deberá exigir a los demás y a sí mismo (ahora podrá hacerlo) que se satisfagan sus necesidades, sus gustos y sus caprichos, en ese orden: y el benefactor somos todos. El benefactor deberá exigir a los demás y a sí mismo (ahora podrá hacerlo) que se satisfagan sus necesidades, sus gustos y sus caprichos, en ese orden: y el benefactor somos todos.
El productor de un bien cualquiera como benefactor que también es, asumirá ahora una responsabilidad nueva, no sólo sobre la calidad de ese bien que produce sino también sobre su precio o costo social de producción, ya que él mismo disfrutará de este derecho como benefactor de otras mercancías.
La "competencia" entre productores cabrá cuando ya no existan necesidades que saciar, sino solamente gustos y caprichos.
El desempleo no puede existir, por lo que no habrá "competencia" entre desempleados, terminándose así con otra manera de usurpación del poder adquisitivo.
El ciclo demuestra que no existe la "ley" de la oferta y la demanda, base teológica de la "existencia" de ese ser todopoderoso.
Para esta economía lo que se llama "demanda" no es más que las necesidades, gustos o caprichos que tiene el benefactor y que aún no se han satisfecho. En tanto que la "oferta" son los diferentes bienes que el productor ha puesto en venta. Mientras haya actividad económica habrá "oferta", habrá "demanda", y habrá "mercado".
En definitiva, la aplicación de este sistema asegura la existencia de un mercado libre, pero en un nivel de desarrollo mayor, mucho más alto del que dicen haber alcanzado los neoliberales.
En el aspecto social, cuando un país importa una mercancía el precio que paga por ella es todo costo; el país asume el rol de un benefactor colectivo. Si la necesidad de ella es alta, su valor (en este caso, valor social) será alto, independientemente del precio que se pague por ella.
De esa manera, como la necesidad del producto lo torna imprescindible (valor elevado), el ciclo indica que se asumirá su precio, aunque este sea alto. En cambio, si no existe necesidad de ella, su valor será bajo o nulo, independientemente de su precio. El costo de importación de una mercancía innecesaria, aunque sea bajo, es una pérdida absoluta.
Ningún país se enriquece exportando. Un país se enriquece produciendo riqueza, no dinero, y distribuyéndola entre los que en verdad la generaron. Esta propuesta nos enseña que todo país es poseedor de una riqueza incalculable por el sólo hecho de existir.
Importación y exportación
Debe tenerse en cuenta, que el comercio exterior es intrínsecamente diferente entre dos países con igual sistema económico que entre dos países con sistemas diferentes, uno de ellos con el sistema que estamos proponiendo.
Siempre se ha sabido que ningún país puede progresar si necesita importar lo que consume porque si requiere hacerlo, es necesariamente un país que no genera riqueza; pero tampoco se desarrolla si la riqueza que genera la exporta. El ciclo económico confirma que ningún país se desarrolla vendiendo la riqueza propia (llámese carne, café, o petróleo) y que él mismo puede estar necesitando. Aun menos si lo hace a cambio de una moneda que no es la suya.
Sólo puede exportarse el excedente, lo que no se necesite. Se ha dicho ya que la exportación no es una meta de esta economía. Y aún más, es totalmente prescindible para el país que la utiliza. El ciclo económico tiene sólo una puerta de entrada y una de salida. Por eso la importación de cualquier tipo de materia prima definitivamente no lo perjudica; ellas inician su propio ciclo y presuponen una extracción.
Las materias primas abren un ciclo; si se las exporta no lo cierran. Y si no se cierra un ciclo abierto, podrá haber alguna transformación, pero no hay creación de nueva riqueza ni reposición de la riqueza extraída en cantidad suficiente para equilibrar la extracción.
Éste perjuicio sucede si la exportación se realiza a un país con otra economía, donde no es necesario el cumplimiento del ciclo económico, y donde su población no desempeña el papel de benefactor. Si va dirigida a un país igual al "nuestro" el ciclo se cumple cómo si fuera un consumo interno. Esta diferencia tan radical se debe a que todo depende de lo que se obtiene a cambio de una exportación: entre países con Indevs no existe un comercio exterior regulado por otros dineros.
La única solución posible a este dilema de la exportación de materia prima es el trueque por otras materias primas, o por mercancías ya elaboradas que suplan una falta propia.
El precio de una mercancía de origen extranjero nunca es más barato o más caro que una mercancía igual o similar de origen "nacional"
El beneficio sólo puede lograrse mediante la compra de la producción nacional, o importándola desde un país que también utiliza la economía cíclica. Si estas dos maneras no son posibles, hay que disminuir los inevitables perjuicios que provoca la importación desde una economía diferente, por intermedio de convenios bilaterales o multilaterales que permitan la imprescindible concreción de ese ciclo económico unívoco para cada tipo de mercancía.
Resumiendo, la exportación de materias primas casi todo está integrado por ellas- es perjuicio puro, si no son intercambiadas por valores similares y equitativos. La importación de ellas es aumento de riqueza, cuando cumpla con las condiciones de suplir una falta o una necesidad y si su adquisición cumple efectivamente con el ciclo económico propio de ella. Toda materia prima útil importada ingresa al ciclo económico por la única "puerta de ingreso" válida, esto es, por el inicio, porque suple una extracción.
El precio se conforma para todos y cada uno de los productores integrantes del ciclo económico de dos partes, representadas cada uno en los dos círculos del diagrama siguiente: uno representa los costos y el otro los beneficios; ambos son generados, formados, concebidos, durante y por intermedio de su proceso productivo, es decir, del trabajo que lo crea: nunca en el momento de su venta; en ella ya se encuentran todos definidos. Lo que produce el bien es el trabajo, y este se mide y se paga mediante los diferentes beneficios contenidos en ese precio: la intersección de esos dos círculos es la parte que representa ese trabajo, puesto que esa misma producción es la que genera los costos necesarios y la que agrega los beneficios esperados.
El diagrama también nos indica que el costo social de producción de una mercancía, está compuesto principalmente por el trabajo social que se necesitó para producirla. No nos confirma mucho: sólo el hecho de que nada puede crearse si no es mediante el trabajo.
En cambio, para el consumidor final o benefactor, los dos círculos son uno solo: es un único circulo C; para él, el precio de la mercancía es todo costo. Lo que nos ayuda a entender este diagrama es que los conceptos de costo y beneficio siempre se han caracterizado por ser relativos: dependen del punto de vista de dónde se los mire, y si los miramos desde la óptica de cada uno de los productores tendremos una manera de verlos por cada uno de ellos. Por lo tanto, es una observación oscura y sin precisión, contraria a la rigurosidad científica. Debemos mirar desde un punto de vista fijo y claro. Decimos entonces: primero, que hemos fijado un punto de vista, el del benefactor, porque este es uno e indivisible. Segundo, que el precio de una mercancía es el costo social necesario para su producción, que comprende no sólo costos propiamente dichos, sino también los beneficios de sus productores.
Para el consumidor, desde su punto de vista individual, el precio de un bien es lo que a él le cuesta comprarlo; es costo. Su valor es el beneficio que le brinda o brindará ese mismo bien, a veces al adquirirlo o poseerlo, otras al consumirlo o usufructuarlo. Son conceptos separados, casi opuestos, casi antónimos. Él es incapaz de modificar el precio; en cambio el valor del bien sólo puede ser dado por él, ya sea comparando el costo del bien con su propio ingreso o con la necesidad que tenga de ese bien, o con una combinación de ambos.
La propiedad y otros valores
Sobre el origen de la propiedad dicen los economistas actuales: "Por ejemplo, la defensa de los derechos de propiedad sobre la tierra parece ser la forma en que se manifiesta en la especie humana la territorialidad tan común entre los restantes mamíferos y muchas otras especies. Uno de los atributos necesarios de la propiedad es la publicidad, el que "los otros" puedan reconocer que se encuentran ante una propiedad ajena. Como sabemos, los animales territoriales etiquetan su territorio mediante marcas olfativas, visuales y sonoras al igual que nosotros lo hacemos mediante letreros. Además no sólo saben interpretar las etiquetas dejadas por otros, sino que su comportamiento varía totalmente si están en un territorio propio o en uno ajeno."
Desde una perspectiva económica, todo animal, incluso el hombre, es un cuerpo que necesita ocupar un lugar en el espacio. De ese lugar y su entorno es de donde obtiene su sustento, que en definitiva es lo que defiende. Por lo tanto la explicación del derecho humano de propiedad sobre la tierra no puede darse a través de la similitud con los mamíferos y otras especies, sino consigo mismo.
Dentro de los sistemas económicos de clases antagónicas que han existido, el derecho de propiedad sobre cualquier bien tiene por base fundamental la propiedad sobre el dinero.
Nuestro sistema reconoce totalmente el derecho de propiedad sobre los diferentes medios de producción para toda persona física o jurídica que cumpla con los requisitos indispensables que él exige.
El rol de productor existe cuando un hombre realiza un trabajo, mediante el uso de un medio de producción, que produce y repone riqueza, la que implica un esfuerzo especial para lograr la necesaria reposición, y ese rol lo hace de una manera directa pero nunca automática.
El estado
"La aplicación práctica de estos principios dependerá siempre y en todas partes de las circunstancias históricas existentes…", decimos junto a Marx y Engels, pero agregando que cada sociedad se dará a sí misma las herramientas que considere oportunas, sabiendo que, aunque existe lo racional y momentáneamente imprescindible, nada es eterno. Especialmente en la forma de Estado que cada sociedad quiera darse.
Para el Indev el rol del Estado consiste en el control, tanto de los precios como de los índices de crecimiento en los que se basa el valor de esa moneda, para evitar la posibilidad de que exista la apropiación indebida de riqueza y la especulación. El Estado debe controlar que se cumpla fehacientemente el proceso pero, si la sociedad así lo quiere, no mucho más.
Así cada sociedad se dará la forma de Estado, y sus funciones, más apropiada a sus propios requerimientos.
La recaudación para el mantenimiento del Estado se realiza a través del cobro de impuestos. Pero no puede existir un impuesto al consumo, esto es, un impuesto al benefactor, cuyo ingreso es definido socialmente y distribuido en forma estatal. El ingreso principal del Estado ha de ser obtenido a través del impuesto a las ganancias.
El Estado para esta economía es un mal necesario. Debe tender a desaparecer, cuando el avance de la humanidad sea tal que permita lograrlo sin menoscabo de la igualdad, la libertad, la independencia y la seguridad de todos los hombres.
Toda actividad económica humana cumple y debe cumplir un ciclo regido y dado por la naturaleza, en un orden preestablecido y estricto de: producción, comercialización y reposición.
Toda riqueza proviene, de la naturaleza, como resultado de concretar el cierre de cada ciclo económico iniciado.
Cada ser humano cumple un doble rol en la vida económica de una sociedad, el de productor de bienes y el de benefactor de esa sociedad y su economía.
Cada ser humano, desde el recién nacido al más anciano es merecedor de un ingreso mínimo, natural.
La unidad de esa moneda estará en proporción directa con ese ingreso natural, cuyo monto será definido y aceptado soberanamente por la propia sociedad.
El Estado ha de cumplir con una función reguladora y controladora del medio de consumo, la propiedad social, sin necesidad de intervenir directamente en ninguna de las etapas del ciclo económico.
De esta manera eliminamos definitivamente la pobreza, la miseria, la escasez y todo lo que ellas implican.
La socialización nos otorga las verdaderas y definitivas independencia y democracia. Se alcanza y se hace posible, sin cortapisas, el logro de una nueva civilización.
Porque la generación de tantos cambios cuantitativos generará un gran salto cualitativo.
Autor:
Ramírez, Miguel
Pacheco, Anthony
Carrasco, Alfredo
República Bolivariana de Venezuela
Ministerio del Poder Popular para la Educación
Universidad Nacional Experimental Politécnica
"Antonio José de Sucre"
Departamento de Ingeniería Industrial
Profesor:
MSc. Ing. Turmero, Iván
CIUDAD GUAYANA ENERO DE 2017
Enviado por:
Iván José Turmero Astros
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