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Metodología y estrategias de la enseñanza universitaria (página 2)


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El estudiante universitario para lograr una competencia debe aprender a conocer, aprender a hacer y aprender a ser; esto requiere de un conjunto de capacidades complejas que las persona tiene que alcanzar para actuar con eficiencia y eficacia en la vida cotidiana y aprender a resolver problemas de carácter real; desde el punto de vista de la intervención educativa universitaria y del trabajo informativo, una competencia no puede lograrse en una sesión de aprendizaje o en el corto plazo, ya que como se requiere de un proceso sostenido, supone desarrollar, al mismo tiempo, lo conceptual, lo procedimental y lo actitudinal en la persona y esto no se logra rápidamente; dentro de las competencias del docente universitario Miguel Ángel Zábalza sostiene que "un aspecto importante de las competencias profesionales es que la capacidad de actuación no surge de manera espontánea ni por una vía puramente experiencial, sino que hace falta de conocimientos especializados"; los docentes universitarios, en general, desarrollan competencias que encierran conocimientos y habilidades especializadas, orientadas a desplegar procesos sobre el aprender a aprender, como el diseñar programas específicos, seleccionar mecanismos, usar medios, emplear estrategias, adoptar procedimientos y formas de comunicar contenidos para facilitar el aprendizaje de los estudiantes universitarios; los profesionales docentes universitarios tienen competencias básicas y competencias específicas de acuerdo con el nivel y con la especialidad; por tanto, los docentes universitarios deben poseer las competencias como cualquier profesional de la docencia y competencias específicas del nivel y la especialidad.

Para Zabalza, las competencias que desarrollan los docentes universitarios, son la de planificar el proceso de enseñanza-aprendizaje; asimismo seleccionar y preparar los contenidos disciplinares y también ofrecer informaciones y explicaciones comprensibles y bien organizadas (competencia comunicativa); y refuerzo de la comprensión y de la organización interna de los mensajes y la connotación afectiva de los mensajes.

El Planificar el proceso de enseñanza – aprendizaje significa la ejecución de un proceso que se inicia a partir de un marco legal, de los contenidos básicos de la asignatura, del plan de estudios, del perfil profesional del enfoque personal que tiene el docente universitario de su materia y la didáctica para su ejecución, además, de las características de los estudiantes, sus conocimientos previos, sus intereses y los recursos con que cuentan; el proceso de enseñanza-aprendizaje convierte la idea en acción; la asignatura es la idea propuesta de manera práctica que se desarrolla pensando en el método y estrategias didácticas que se van a emplear; la planificación del proceso de enseñanza aprendizaje es una competencia que prevé toda la acción didáctica, se refiere al diseño del programa y a una toma de decisiones a base de ideas pedagógicas, conocimientos científicos, conocimientos y experiencia didáctica del docente universitario.

Al seleccionar y preparar los contenidos disciplinares; esta competencia implica la selección de contenidos idóneos, prepararlos para el proceso de enseñanza aprendizaje de la asignatura, teniendo en cuenta el perfil del profesional que se desea formar; estos contenidos deben ser adecuados a las condiciones temporales y materiales, de tal forma que sean fácilmente aprendidos con facilidad por los alumnos. El ofrecer informaciones y explicaciones comprensibles y bien organizadas (competencia comunicativa); esta competencia comunicativa es vital para el proceso didáctico; el conocimiento de la materia no es suficiente, porque es necesario saber procesar en forma clara y didáctica, la información y desarrollar destrezas que se pretendan transmitir a los estudiantes; la comunicación en el proceso didáctico supone las siguientes operaciones; producción comunicativa que significa que a partir de las ideas y conocimientos sobre una especialidad se deben construir los mensajes didácticos; esto significa adaptar los conocimientos a un nivel de estudios para que sean procesados en una sesión de aprendizaje o clase; el mensaje se incorpora en el conocimiento de los alumnos produciéndose nuevas ideas en ellos; el refuerzo de la comprensión significa brindar en forma permanente nueva información para fortificar conocimientos ya poseídos que requieran ser profundizados o actualizados; la organización interna de los mensajes; implica el uso de conocimientos anteriores que poseen un sentido integrador del tema que se pretende explicar, estos conocimientos actúan como organizadores y anclaje de los nuevos conocimientos; asimismo la connotación afectiva de los mensajes se refiere esta competencia a que el Profesor Universitario no sólo debe construir mensajes informativos sino que todo mensaje debe transmitir afecto, de tal manera que el estudiante se entusiasma por el conocimiento de la disciplina.

El Manejo y la aplicación de las nuevas tecnologías en el proceso educativo quedará reducida si el material que se usa es de baja calidad, que reproduce modelos de enseñanza-aprendizaje inapropiados; el uso de la tecnología sin tener en cuenta estos materiales, hace que el avance tecnológico quede reducido al manejo de los nuevos soportes, mientras la didáctica retrocede, porque ni siquiera es tomada en cuenta, ni es motivo de preocupación su aplicación; en consecuencia, el uso de nuevas tecnologías implicará adquirir nuevas competencias, tanto a nivel de tecnologías como de didáctica para que la comunicación sea exitosa en el proceso de enseñanza-aprendizaje; esto significará obtener el máximo provecho de las posibilidades que brindan las nuevas tecnologías de la información y de las comunicaciones en el campo de la didáctica universitaria, lo que también implica la integración de asignaturas de las nuevas tecnologías y sus lenguajes en el currículo informativo de los estudiantes universitarios.

El Diseño de metodologías y organización de actividades están relacionadas a las decisiones que debe tomar el profesor universitario para gestionar en forma eficaz la labor docente; esta gestión está vinculada estrechamente con estrategias didácticas o metodologías que se emplean para desarrollar determinada asignatura; supone competencia en la organización de los espacios, elección del método adecuado y desarrollo de las actividades educativas con seguridad y destreza y la capacidad de relacionarse y comunicarse con los alumnos debe ser considerada como una capacidad transversal, pues la capacidad de interrelacionarse es un componente fundamental de toda competencia; la comunicación tiene una profunda connotación formativa en el desarrollo del proceso de enseñanza-aprendizaje; es desarrollada intencionalmente para contribuir a la formación del alumno de la manera más adecuada.

El término Tutorear tiene mucha vigencia en la actualidad; tiene que ver con "el Profesor Universitario que guía desde cerca el desarrollo personal y la formación del estudiante; es la persona fuerte y experimentada que defiende al tutorando de la novedad y las incertidumbres del inicio de cualquier proceso profesional; es el orientador técnicamente competente capaz de guiar por los laberintos del ejercicio profesional al que el tutorando se incorpora; y es la persona prudente y amiga que, llegado el caso, sabrá también defenderla de las presiones y conflictos a los que su propia inexperiencia le podría conducir con excesiva facilidad"; el Tutor cumple las siguientes funciones; representación tanto de los profesores como de los alumnos frente a ellos; orienta el trabajo de los grupos y en forma individual, asimismo brinda asesoría oportuna aun cuando el alumno no lo solicite y observa calificaciones, ausencias y sustituciones e interviene en caso necesario.

El proceso de evaluación tiene muchas repercusiones en la formación de los estudiantes, en algunos casos son evidentes, en otros no porque no se aprecian directamente e inmediatamente porque afectan a la autoestima o a la motivación; entre las más evidentes están las repercusiones académico – administrativas, aprobación o no; o las económicas (pago de la nueva matricula, de los créditos desaprobados, acceso a una beca , etc.); la evaluación, en la Universidad, tiene una doble dimensión (formativa y de acreditación) que debe ser tomada en cuenta de manera simultánea, no separada; se debe constituir, en una forma de observar cómo se desarrolla el proceso formativo en marcha y la calidad del aprendizaje de los alumnos; y en un mecanismo, parte del proceso de acreditación para constatar que los estudiantes posean competencias básicas para ejercer, en forma correcta, la profesión. La evaluación en la Universidad, es un proceso sistemático que se ejecuta en tres etapas; primero recojo de información; luego apreciación de la información recogida y por último, toma de decisiones a partir de la información recogida; para evaluar, en forma competente, es necesario considerar a la evaluación como un proceso de comparación entre la información que se dispone y algunos de los marcos de referencia, y si es parte del proceso de acreditación, está constituida por pautas, las que rigen la acción; normas, los criterios y los propios individuos.

La reflexión y la investigación sobre la enseñanza son competencia de todo Profesor Universitario con el propósito de mejorar la calidad de su labor docente; ello le permite analizar sobre su labor como conductor y mediador en el proceso de enseñanza – aprendizaje; esta reflexión debe basarse en una buena documentación respecto al proceso realizado; el investigar sobre la docencia es analizar de manera controlada los factores involucrados en el proceso de enseñanza – aprendizaje; lo mismo sucede en cuanto a la reflexión sobre la práctica docente; no obstante, afirma Zabalza, la investigación sobre docencia en las Universidades se ha dejado a Pedagogos y Psicólogos, pese a que los docentes de otras profesiones ejercen la función en forma intuitiva y podríamos afirmar que hasta temeraria; de allí que existan pocas investigaciones sobre docencia universitaria e incluso investigaciones para optar los grados de doctorado y maestría y muy pocas publicaciones especializadas sobre esta labor de diversos profesionales que se dedican a ella.

A consecuencia de ella dice Zabalza trae algunos efectos secundarios preocupantes como; abandono del tema por parte de profesionales de humanidades, ingenierías, medicina y otros que se dedican a la docencia universitaria; se da una percepción peyorativa de la pedagogía al considerarla como "cosa de pedagogos" cuando nos referimos a calidad educativa; asimismo el análisis de la actuación de los docentes en cuanto a aspectos formales más no de contenido aduciendo que es cosa de sólo los especialistas; si se trata solo de una parte, el análisis siempre quedará incompleto; también la unilateralidad en el análisis sin conocer cómo lo realiza cada docente en su especialidad promueve que se conforme un círculo concéntrico en el que se tiende a estudiar siempre los mismos asuntos y con procedimientos similares; y por último, la escasa incidencia institucional en los análisis y recomendaciones propuestos sobre docencia universitaria, motiva a que la presencia como institución educadora pierda poder; en cambio, si hubiese un grupo de profesores estudiosos por facultades, en lo que se refiere a la actividad docente, el impacto de la investigación sobre docencia universitaria sería mayor y más efectiva y la posibilidad del mejoramiento de la labor de un docente universitario aun cuando no sea un pedagogo sería más eficiente.

Por último, el identificarse con la institución y trabajar en equipo permite que los miembros que participan en instituciones para crecer o desarrollar, necesitan aplicar sus conocimientos y tener disposición para trabajar en forma coordinada con sus colegas con miras de cumplir la misión institucional; solo así, podemos decir que, existe identificación con la institución que los acoge; por esta razón, el identificarse y trabajar en equipo, se puede considerar como competencia transversal; para Zabalza el contenido de esta competencia sería: "Saber y querer trabajar juntos en un contexto institucional determinado"; el trabajar en armonía, en forma solidaria con apoyo mutuo es importante, trasciende al sentido más pragmático de cualquier competencia profesional; el trabajo en equipo para cumplir con los objetivos de la institución, lleva a la identificación con la institución y las condiciones básicas para que una institución como la universidad pueda cumplir su misión formadora son el trabajo colectivo y la identificación con la institución.

Es necesario superar el individualismo y dar al trabajo un sentido más colectivo y de integración e identificarse con la misión de la institución, es desarrollar un sentido de pertenencia; lo que no quiere decir, es que los Profesores Universitarios dejen de pensar o de actuar para sentirse parte de la institución, esto sería anular su participación consciente; Zabalsa señala que cada Profesor Universitario debe ser capaz de equilibrar sus cualidades personales y su pertenencia al grupo con el que tiene que desarrollar un proyecto, y que para ser eficaz precisa estar bien integrado. Para que las instituciones consigan sus objetivos, es necesario también tener en cuenta la teoría clásica que propone, producir dos tipos de condiciones complementarias; diferenciación y coordinación racional de funciones; en la Universidad no tiene sentido de hablar de proyectos formativos, funciones institucionales, objetivos, planes estratégicos y líneas prioritarias sí no se tienen mecanismos de coordinación que puedan concretarlas; aquí se hace evidente el nivel de desarrollo emocional de los Profesores Universitarios, no es anular su identidad, es sentirse parte de la institución donde labora, participando con interés de mejora personal e institucional; que aporta y fundamenta ideas y aprende apoyando actividades, etc.

El grado de pertenencia lo construye el propio Profesor Universitario, puede ser una pertenencia externa y sin compromiso, en la que se cumplen sólo las horas del contrato y una pertenencia que impregna la identidad profesional e incluso personal, el docente se siente personalmente comprometido con la Universidad donde labora; por otro lado, el profesorado universitario tiene otras características como es el fuerte arraigo de la direccionalidad como elemento de actuación; para mayor ilustración al respecto, Zabalza citando a Mintzberg (1983) "la describe como: la fidelidad a la profesión, no al lugar donde han de ejercerla"; la construcción de una identidad sobre conocimientos que le sirven de base en su saber profesional, más no para desenvolverse en el plano de la enseñanza, afecta el desarrollo del sentimiento de pertenencia y fidelidad a la institución; sobre este particular Zabalza considera en primer lugar, que al Profesor Universitario que tiene mucho arraigo de la direccionalidad le resultará difícil participar, porque vive tan intensamente su capacidad que le será imposible aceptar restricciones para una mejor coordinación al interior del trabajo institucional; en segundo lugar, el compromiso de este tipo de profesional está sólo con su especialidad y, en forma secundaria, con el ámbito de la actuación docente universitaria, muchos profesores universitarios se dedican a investigar y publicar en su especialidad, su pertenencia está en cuanto a su profesión pero no con la institución donde labora; actualmente es necesario superar este principio de la direccionalidad si los profesionales de otras especialidades trabajan como docentes universitarios, porque es necesario que se identifiquen primero con la labor docente para que desarrollen una relación de pertenencia institucional y de esta manera puedan ser capaces de asumir cargos de liderazgo y de entablar relaciones interpersonales y trabajar en forma coordinada en equipo para que los fines y objetivos institucionales se cristalicen.

La Identificación y el sentimiento de pertenencia es una competencia del Docente Universitario para el logro del desarrollo de la institución universitaria en su conjunto y el desarrollo de la competencia colegiada en una institución es imprescindible para trabajar en equipo, además, es lo mejor para contrarrestar el individualismo; Zabalza, expresa: "Difícil resulta especificar cuáles son los contenidos de esa competencia y cómo se consigue incorporarla a la cultura de una institución"; y plantea lo que Ferrer en 1988, decía al respecto: "El desarrollo del equipo presupone la existencia de una tendencia a la apertura en las comunicaciones entre los miembros del grupo y a la cooperación, la cual presupone a la vez: "Que cada miembro tenga conocimientos suficientes de los papeles que desempeñan los demás miembros del grupo; que todos estén capacitados para solucionar problema y tomar decisiones, que entre ellos se dé una cultura similar y que tengan la habilidad de dar y tomar feedback; es decir lo que llamamos la Retroalimentación".

Se destacan los conocimientos básicos de la competencia; como el conocimiento global de la institución y del trabajo que desarrollan sus miembros, significa la primera ruptura de la individualidad; por otro lado, la dinámica horizontal del trabajo, la capacidad de todos para afrontar problemas y el permanente intercambio de opiniones e indicaciones; el tiempo y la diversidad de roles pueden ser asuntos que se convierten en problemas en el esfuerzo por alcanzar metas institucionales en la Universidad; el tiempo de compartir que tienen los docentes es muy escaso, debido a las diferentes ocupaciones; es necesario, nos dice Zabalza, que los departamentos debieran asumir plenamente esta función y constituirse en un espacio de coordinación, trabajo colectivo y apoyo mutuo; sobre la diversidad de roles dice que es otra dificultad para conseguir un nivel de cooperación adecuada, por ello es necesario hacer un esfuerzo para establecer disciplinas o asignaturas compartidas o en un proyecto insertar varias; de otra manera, por el estilo de trabajo individual los docentes se aíslan; además, no hay costumbre de relacionar una disciplina con otra, cada docente es un especialista en lo suyo y no se comunica con sus igual de otra especialidad; el profesional especializado, al asumir la labor docente en una universidad debe considerar que está en un ámbito profesional fuera de su especialidad, que exige conocimientos y comportamientos diferentes: Por último, la capacidad para trabajar en equipo y la disposición a identificarse con los objetivos de la institución de la que se forma parte constituyen las dos caras de la moneda de esta competencia del perfil profesional de los docentes universitarios y es difícil saber cuánto de esta competencia depende de la formación recibida o del ambiente en que se está trabajando; por eso es muy difícil definir y más aún articular como un proceso de desarrollo personal e institucional.

Por último; quisiéramos hacer mención al Portafolio, que tanta importancia está adquiriendo en el marco del Espacio europeo de educación superior en la enseñanza universitaria se está desarrollando como método y recurso de la enseñanza. EL portafolio tiene su origen en el mundo del arte en particular el de la arquitectura y el diseño; por la necesidad de demostrar las competencias profesionales en el mercado laboral; en el fondo ha sucedido como en tantas ocasiones; las técnicas procedentes de entornos profesionales o empresariales han sido transferidas al ámbito de la educación, donde adquieren significados y matices diferentes. En el diccionario de la real Academia de la Lengua Española se define "Portafolio" como "cartera de mano para llevar libros, papeles.." Barragán (2005); en el contexto educativo y en relación al portafolio del estudiante universitario Barrios lo concibe como un "contenedor" útil para la evaluación, que recoge todo lo que hace el alumno a lo largo del proceso de aprendizaje de una materia o de un curso; incluye apuntes o notas de clase, trabajos de investigación, guías de actividades y su desarrollo, comentarios, resúmenes, autoevaluaciones y otros materiales.

Consideramos muy acertada la acepción estratégica de portafolio que ofrecen investigadores como Campbell et al. (2001), Corominas (2000) y González (2007). Ellos mantienen quen en la Educación Superior Universitaria, basada en el aprendizaje de de competencias para la profesión y para la vida, el portafolio; el del estudiante y el del profesor; debe ser algo más que un simple documento escrito en soporte físico o en versión digital (dossier), que presenta información (expediente o informe) acerca de uno o varios aspectos de una institución. Puede incluir autoevaluaciones y evaluaciones de terceros, comentarios reflexivos sobre los documentos, experiencias y sentimientos asociados a ellas, procesos, objetivos, recursos y actividades prospectivas de aprendizaje, entre otras muchas cosas.

Para Cano e Imbernon (2003) el portafolio se trata de un instrumento que integra profesión y arte; desde la perspectiva del trabajo artístico la carpeta exhibe el proceso y los logros del talento creador: el estudiante y el profesor; y, desde la perspectiva profesional el portafolio da muestra del desarrollo de una serie de competencias profesionales de ambos agentes educativos. Por otra parte, el portafolio constituye tanto un instrumento para obtener esos logros mencionados como una muestra de lo conseguido. Así es, el portafolio adquiere en el marco del espacio europeo de la educación universitaria una función tanto de proceso como de producto, pues facilita la gestión del propio proceso de enseñanza y aprendizaje y, al mismo tiempo, puede constituir un resultado del mismo; se perfila por tanto, en cualquiera de sus formatos digital, en línea o tradicional, como el hilo conductor que guía de todo el proceso de enseñanza y aprendizaje en la Universidad, además de representar una prueba de todo ello; asimismo constituye un elemento pedagógico operativo y estratégico, además de ser interactivo, personal y motivador de la experiencia de enseñar y de aprender.

El Portafolio del estudiante universitario constituye una herramienta de gran utilidad para que el alumno elabore, adopte y exprese las actitudes, expectativas, percepciones y creencias favorables al espacio europeo de educación superior universitaria y a los métodos y recursos que pueden utilizarse; especialmente los que tienen que ver con el aprendizaje autónomo de competencias, con la iniciativa, con el uso de métodos híbridos y con el desarrollo del propio portafolio.

Por último, el portafolio puede constituir un instrumento de alfabetización tecnológica, además de una herramienta de gran valor para el aprendizaje, para integrar y programar con acierto la utilización de diversos recursos y para aprender a utilizarlos; el estudiante universitario debe aprender a desenvolverse adecuadamente en contextos y situaciones reales (asistir a clase y a reuniones de grupo) y en situaciones virtuales (participar en foros y chats, "subir" actividades, etc). También interactuará a través de blogs, correo electrónico, videoconferencia, redes sociales y otros instrumentos (móviles, iphone, etc.).

El Portafolio constituye también una herramienta valiosa para identificar y discriminar emociones, para reflexionar acerca del mundo afectivo propio y ajeno, para expresar sentimientos y para desarrollar competencias emocionales y también para evaluar la gestión de los afectos; asimismo muchas investigaciones han demostrado también la correlación positiva existente entre motivación de logro y rendimiento académico en la Universidad. Y el Profesor universitario puede gestionar mediante el portafolio un conjunto de recursos educativos con carácter constructivo, evitando que el alumno se sienta solo, ayudándole a acalarar las metas, proponiendo vías de interacción y de comunicación, motivando, apoyando en técnicas de estudio, orientando en el ámbito de las nuevas tecnologías, etc. (Zabalza, 2006)

El Portafolio puede facilitar el paso de una función docente centrada en el conocimiento y en la clase magistral a otra mucho más rica en medios, en la que el profesor sea guía, investigador crítico y gestor y para diseñar situaciones de aprendizaje presencial y online, para combinar recursos y materiales, para utilizar diversas estrategias de enseñanza y para desarrollar actividades que combinen teoría y práctica y desde el punto de vista socio-afectivo el portafolio del profesor universitario puede ser una herramienta para prevenir y evitar el estrés, para favorecer la integración de los alumnos en los sistemas, para generar un ambiente agradable y "amable" de aprendizaje, para fomentar la interacción constante con los estudiantes, para superar el aislamiento y para favorecer la expresión de sus sentimientos y sensaciones, cuando lo necesiten.

Conclusiones

  • La reflexión del estudiante universitario de haber aprendido algo útil que le servirá para la vida y el ejercicio de la profesión; al haberse utilizado estrategias creativas; seleccionando los medios y métodos más adecuados en función de los objetivos, las circunstancias y las situaciones del aprendizaje.

  • Las propuestas en la enseñanza universitaria lleva consigo importantes cambios en la Universidad y tiene tres transformaciones principales como son el aprendizaje de competencias genéricas y específicas para la profesión y para la vida; la adopción de nuevos roles por parte de los estudiantes y los profesores, y el uso de metodologías y recursos conformes con las nuevas propuestas.

  • Las propuestas vinculadas al espacio europeo de educación superior universitaria ha llevado consigo importantes cambios en la Universidad; como son: el aprendizaje de competencias genéricas y específicas, la adopción de nuevos roles de los estudiantes y los profesores universitarios, y el uso de metodologías y recursos acordes con las nuevas propuestas.

Referencias bibliográficas

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ZABALZA, Miguel Ángel Competencias Docentes del Profesorado

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(2003)

 

 

 

Autor:

Jesús Guillermo Montoya Ortlieb.

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