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Situaciones simplificadas de juego en el rendimiento competitivo en el voleibol


  1. Rendimiento competitivo en el voleibol
  2. Bibliografía

Palabras clave: Situaciones simplificadas de juego.

El procedimiento metodológico, con insuficiencias reflejadas en el control y regulación de la automatización de movimientos aislados a partir de una experiencia motora anterior, deja de contemplar las incidencias que promueve la interrelación activa del grupo de voleibolistas, sobre las variadas posibilidades de acciones de intención táctica, constituyendo un obstáculo para la creación de nuevas habilidades abiertas complejas, que convierten a la ejercitación en una fuente negativa para la transferencia de hábitos.

Aunque para el dominio de la técnica de los movimientos la automatización es indispensable, al mismo tiempo puede generar influencia negativa, cuando la concepción del procedimiento metodológico empleado en el proceso de entrenamiento deportivo resulta irracional.

Es importante tener en cuenta además, que cuando el movimiento alcanza un mayor nivel de profundización, más difícil será introducir modificaciones y retroalimentación de rectificación, durante el desarrollo de futuras habilidades abiertas orientada a incrementar en el equipo el nivel del rendimiento competitivo.

El voleibol, deporte de dinámico accionar táctico, posee en su lógica interna una naturaleza compleja que emerge de las situaciones fundamentales de juego, en cuyo nivel de complejidad se promueve la reflexión del grupo de jugadores al adoptar una decisión, que es interpretada como la selección de respuesta ante la exigencia creada por la incertidumbre que provoca el adversario.

Esto reclama con mayor nitidez y precisión, el conocimiento de las particularidades del grupo por parte del pedagogo deportivo y no la visión tradicional de valorar solo la distancia que media en la consecución de un patrón del modelo técnico ideal.

En la concepción de una pedagogía deportiva activa, el proceso de entrenamiento para el voleibol debe tomar como punto de probable referencia, el modelo propuesto por el Dr. C Andux C. (1999), en el cual se precisa la base metodológica para el aprendizaje y perfeccionamiento en condiciones de situaciones simplificadas del juego.

La concepción metodológica para la formación táctica de probable referencia al ser aplicada al voleibol, toma como base de sustento a las situaciones simplificadas de juego, la que se convierte en una regularidad de este proceso.

Esta novedosa concepción para el aprendizaje y perfeccionamiento del voleibol tiene como origen de desarrollo a la situación simplificada del juego, que es regularidad metodológica de ese proceso. Ella concibe dos situaciones de juego fundamentales, el primer ataque y el contraataque, derivándose diversas variantes en las cuales se desarrolla el recurso técnico que se convierte en el medio para su consecución.

De acuerdo al nivel de dominio alcanzado por el grupo, el pedagogo deportivo proyecta el modo táctico en que el equipo puede jugar, previa elaboración de los objetivos para el rendimiento competitivo a lograr. Esta proyección, debe propiciar la optimización del proceso de la preparación táctica en los colectivos de voleibol; siendo este proceder el marco de referencia determinante en el logro de un mayor nivel de objetividad y eficiencia en la corrección de errores.

La introducción de la concepción de las situaciones simplificadas del juego como condición prevaleciente e imprescindible del proceso metodológico, apreciado como dirección determinante en la planificación del entrenamiento deportivo, posibilita el desarrollo vertical del voleibol desde los primeros instantes de la iniciación deportiva, hasta los estadios más altos del rendimiento competitivo.

En esta propuesta didáctica, la naturaleza interna implícita en las situaciones simplificadas del juego, promueve y regula la consecución del fin, a partir del resultado final obtenido por el grupo de voleibolistas, bajo el criterio del cumplimiento de un objetivo común.

En esta filosofía se diseñan las situaciones simplificadas del juego, en la cual la actuación directa de tres contactos con el balón en colaboración indirecta con los otros tres compañeros de equipo, encierra la esencia metodológica del proceso de enseñanza y perfeccionamiento y a despecho de los cánones tradicionales de los seis elementos técnicos, concibe para el momento inicial las siguientes situaciones de aprendizaje:

  • 1. El tercer pase a un punto deseado del terreno contrario, después del pase en la zona zaguera del balón lanzado y el pase en la zona delantera.

  • 2. El tercer pase a un punto deseado del terreno contrario, después de la recepción del balón lanzado.

  • 3. El tercer pase en contraataque a un punto deseado del terreno contrario, después de la defensa del balón lanzado.

  • 4. El tercer pase en contraataque a un punto deseado del terreno contrario, después de la recepción del saque y el pase.

  • 5. El primer ataque, después de la recepción del balón lanzado.

  • 6. El tercer pase en contraataque, después del bloqueo individual del balón golpeado.

Este es el marco inicial sobre el cual se sustenta la construcción de las diversas variantes de situaciones simplificadas del juego, que pueden ser diseñadas, constituyendo además punto de referencia determinante en la efectividad de la rectificación de errores.

La consecuente aplicación de las situaciones simplificadas del juego y su progresivo dominio, crean la habilidad de brindar solución a cada una de la demanda o exigencias problémicas que se dan en el juego; constituyendo una vía para la educación de la reflexión de los voleibolistas. Ello aporta relevancia significativa a la táctica en el contexto del juego, imprimiendo dinamismo al proceso de entrenamiento, a la vez que instruye a los deportistas a reconocer las situaciones complejas y a elegir las soluciones en cada caso.

Según Ruíz, L. (1997:24), citando a Wein (1992),… "Una sesión de entrenamiento que no intente mejorar la visión de juego, no exige la toma de decisiones por parte del jugador: no involucra totalmente de forma mental y física, no facilita la ganancia de experiencias y no logra enseñar cómo actuar…siendo poco eficaz, poco motivadora, atractiva y formativa".

Precisamente los entrenamientos en situaciones simplificadas del juego se proyectan al logro de una visión amplia de la concepción de las acciones competitivas del voleibol.

Sobre este presupuesto, Andux, O y Padilla, O. (1999:28), particularizaron… "El objetivo indicado en términos de exigencias deseadas y de acuerdo al nivel del equipo, provoca la actuación permanente del pensamiento en función de la solución del problema".

En esta consideración, las situaciones simplificadas del juego resultan, de por sí, las habilidades fundamentales y por tanto, los indicadores de referencia para la organización de las cargas especificas en el voleibol.

Los entrenamientos en situaciones simplificadas de juego contemplan entre sus principios, el carácter heterogéneo en la composición de los grupos, fundamentado por Andux, C (2001), a tal efecto la aceptación en la variabilidad de actuación y de composición de los jugadores como realidad constitutiva del equipo de voleibol, contempla que la atención a lo individual tiene lugar cuando ello afecta en repetidas ocasiones, el nivel de exigencia (objetivo) que debe de mostrar el grupo en un momento dado.

Según afirmaron Padilla, O y Reinaldo, F. (2003:59),…"Los entrenamientos contemporáneos en los juegos deportivos de cooperación – oposición, incluido el voleibol, debe de adquirir a través de la introducción de las situaciones simplificadas del juego, una significación táctica con mayor dimensión que la prescripción a las insuficiencias localizadas en la estructura del movimiento".

En esta estimación se inserta una concepción renovada para la orientación metodológica de la enseñanza y entrenamiento, la situación simplificada del juego concebida como las acciones coordinadas de intención táctica en la que prevalece la cooperación, cohesión y comunicación de los integrantes del equipo en reflexión consciente de un pensamiento creativo, a la consecución de un resultado de éxito.

La situación simplificada del juego para el voleibol, representa la estructura organizativa dada en la relación de cooperación – oposición, que alternada dentro de una formación táctica y determinada por la reglamentación del juego, se establece de manera parcial o total entre los integrantes de su equipo, para contrarrestar con éxito una secuencia de acciones de los sistemas ofensivos y defensivos.

El voleibol, deporte olímpico muestra su propia identidad y pertinencia, particularidades que brindan la posibilidad del estudio de las situaciones simplificadas del juego (SSJ), reconocida por Andux, C (2002:24), en definición ajustada a las generalidades de los juegos deportivos como…"La estructura de organización cuya dirección metodológica propicia su concepción como habilidad abierta que le imprime potencia al proceso de la preparación deportiva".

En una más específica precisión para el deporte de voleibol, Padilla O. (2003:76) identificó a las situaciones simplificadas del juego como…"La estructura organizativa que determinada por la reglamentación del juego, se establece de manera parcial o total entre los integrantes del equipo para concretar con éxito una secuencia de acciones ofensivas y defensivas del juego".

Las situaciones simplificadas del juego, promueven una nueva concepción de entrenamiento, en proyección futura de inmediatez investigativa, donde los voleibolistas adquieren un papel determinante en la solución de los problemas deportivos que se le presenten, construyendo su aprendizaje dentro de un contexto de producción, y no de reproducción. En esta concepción se precisa la detección y corrección de errores en el voleibol, por cuanto la estructura técnica de modo individual e independiente, distanciado del contexto de grupo, no es el elemento clave de reflexión en este proceso.

Ello promueve mayor objetividad, motivación y racionalización al proceso didáctico en los juegos de cooperación-oposición; sobre los cuales se han pronunciados, Andux, C (1996 y 1997), Andux, C y George, E (2001), Andux, C y Padilla, O (2001), Menéndez, S (2002) y Salas, W (2004). En la aplicación de una concepción metodológica a la retroalimentación orientada a la eliminación de insuficiencias en las situaciones simplificadas del juego, se desarrollan y expresan cualidades psicomotrices y psicocaracteriales influyentes en la activación del pensamiento y el modo creativo de actuación en los integrantes del equipo de voleibol.

Rendimiento competitivo en el voleibol

El universo ganado por el deporte de la malla alta, impone la progresión en el perfeccionamiento metodológico del proceso de la preparación deportiva de los equipos, condición imprescindible para garantizar en los anales del siglo XXI el incremento en los niveles de eficiencia del rendimiento competitivo. Cada deporte posee su propia filosofía y desde la perspectiva valorativa de los rendimientos deportivos y competitivos en el voleibol, la solución a estas incertidumbres no se resuelve con el perfeccionado aislado de las acciones prácticas independientes, que interfieren la labor pedagógica con la lógica perdida de tiempo. Su marco trasciende a elevar el nivel consciente de los voleibolistas involucrados en la acción coordinadas del grupo, frente a los obstáculos que interpone el equipo adversario.

No se debe de ignorar que el proceso de entrenamiento deportivo tiene el propósito fundamental de desarrollar el rendimiento para lograr su óptima puesta en práctica durante las confrontaciones, donde se manifiestan los resultados de las competiciones y las acciones tácticas a través de los recursos técnicos reglamentados.

Por tanto, entrenar significa una mejora constante en el rendimiento del equipo en el juego, que solo se puede conseguir si se concibe al voleibol desde una perspectiva integrada, donde se establezca una unidad lógica entre los momentos de preparación y los de competición. Es valido el axioma de que alcanzar elevados rendimientos individuales carecen de sentido si no se adaptan o se acoplan bien a las estructuras complejas en las situaciones de juegos del equipo.

No es posible deducir el rendimiento competitivo de un equipo de voleibol, a partir de las particularidades individuales en un deporte cuyos resultados esta determinado por el alto nivel de comunicación y relación de grupo, donde cada acción parte del criterio de actuación intencional del adversario dirigida a obstaculizar la ejecución.

Probablemente y en medida considerable lo demuestre este estudio, las insuficiencias que interfieren la efectividad del rendimiento radican en el razonamiento de los jugadores en actuación de grupo y en el valor de la conjugación del pensamiento que se desarrollan en las variadas situaciones de juegos.

Para el voleibol, el aspecto distintivo es la solución de cada una de las situaciones de juego, donde los gradientes influyentes en su estado de rendimiento son la acción del pensamiento creativo, la disposición y utilización adecuada de los recursos técnicos implícitas en las acciones tácticas.

En esta significativa proyección se asume la interpretación de Padilla, O y Andux, C. (2001:36), quienes afirmaron…"El voleibol es una actividad deportiva de conjunto en la que siempre se incluye la relación no solo del objeto y el sujeto en actuación, sino entre los jugadores, cuya interacción se mediatiza, como regla, en su vínculo activo con la pelota".

En este contexto valorativo se debe interiorizar que un juego de voleibol es más que la suma de la expresión de la personalidad integra de cada uno de los jugadores y supone como recurso un complejo de gestos técnicos en función de una intención táctica con significado, representada por variadas condiciones y capacidades concretas interrelacionadas entre sí, dando como resultado un único rendimiento.

Al respecto Padilla, O (2001:33) puntualizó…""La dinámica de la operatividad practica de los voleibolistas, no es única en el escenario de preparación competición, ella representa una porción de la integridad del conjunto de acciones de cooperación, orientada al cumplimiento de un objetivo común, el de oposición al adversario para obtener un punto".

En este acontecer se manifiesta la variabilidad del pensamiento táctico como referencia más significativa del voleibol, en la que prevalece la toma de decisión en instantes de incertidumbres, en reclamo de una manera eficaz para actuar en la solución de las diferentes situaciones de juego, que se suceden durante las competiciones y los entrenamientos.

Al tomar como base esta consideración Andux, C y Padilla, O. (1999:5) definieron el rendimiento competitivo en los juegos deportivos con pelotas como…"el resultado de la cooperación, disposición y actitud táctica de los integrantes del equipo, traducido en expresión de éxito (puntos) en la acción final de cada situación de juego".

Sobre esta reflexión se atribuye que el rendimiento competitivo es el resultado del juego táctico del equipo, al cual se le subordinan todos los componentes de la preparación.

Cada componente de la preparación tiene influencia decisiva en el éxito al cual se aspira, pero a diferencia de otras especialidades deportiva, en el voleibol la eficiencia del nivel de rendimiento es el resultado de la conducta motriz individual, sujeta a la acción cohesionada de todos los miembros del equipo.

No se descarta el valor de la capacidad de rendimiento del organismo y de los otros factores de la preparación, pero en esta perspectiva ellas se subordinan al indicador de rendimiento individual principal, la obtención del punto mediante la acción coordinada de todos los miembros del equipo rompiendo la oposición de sus adversarios.

Acerca del procedimiento para registrar el rendimiento Andux, C y Padilla, O (1999:15) expresaron…""Estas interpretaciones se relacionan con los estudios orientados al planteamiento del factor del rendimiento en algunos trabajo de voleibol, Lapera, D (1998) ; Álvarez, D, (1988) y Cárdenas, L (1989), reflejando el factor de efectividad a través del procesamiento matemático de los elementos técnicos en el total de las acciones de juego, en los valores +, 0,1"".

En este procedimiento de análisis se han fundamentados la mayoría de los trabajos que aborda el tratamiento estadístico del juego de voleibol y de hecho el rendimiento competitivo, considerando el comportamiento de los parámetros de las conductas motrices individuales, a través de los cuales se pretende apreciar las causas y razones de las insuficiencias e incumplimiento del objetivo.

Estas premisas de referencias, aceptan el rendimiento competitivo en los resultados de los indicadores reflejados en los elementos de la preparación del deportista, mediante los cuales se trata de justificar su estado de forma deportiva, con independencia al valor otorgado al comportamiento de las acciones de grupo.

Otra de las opciones se precisa en el procedimiento sencillo de recogida de la información, mediante el empleo de dos valores de registro, uno positivo (+) y otro negativo (-), comparando sobre todo sus dos extremos, el máximo y el mínimo, sobre las cuales se sustenta la valoración del comportamiento del rendimiento.

Se debe de insistir que la realidad actual en el registro del rendimiento competitivo en el voleibol, tiene que ser objeto de estudio y tratamiento bajo una óptica de diferenciación, estimando que no resulta arriesgado aceptar la necesidad de una transformación.

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Autor:

MSc. Conrado Reyes Savón.

Coautor:

MSc. Grismel Portuondo Bartelemi

Universidad de Ciencias de la Cultura Física y el Deporte

Facultad de Santiago de cuba

República de Cuba