- Los accidentes y las personas
- ¿Cómo lo podemos definir?
- ¿Y cuáles son las causas de los accidentes?
- Hábitos y actitudes
- Conclusión
- Referencias bibliográficas
Los accidentes y las personas
No hay nada nuevo bajo el sol, esta es una verdad innegable por lo que respecta a accidentes. Nos han acompañado siempre. Lo mismo ocurre con las condiciones de las cosas que nos rodean y el hecho de asumir riesgos.
El hombre de las cavernas buscaba alimentarse y protegerse contra los animales de presa con el arte de la caza y viviendo en carneas. Su supervivencia se debió a su intelecto superior y al uso de las manos.
La utilización del fuego y de armas le proporcionó mayor protección pero crecieron nuevos riesgos. Para subir a las cuevas en laderas de montañas comenzó a utilizar precarias escaleras que a fuerza de porrazos fue perfeccionando. Y así llegamos a la era de las máquinas. Mayor eficiencia, mayor producción pero nuevos y peligrosos riesgos.
¿Qué es un accidente de trabajo?
¿Cómo lo podemos definir?
Es un acontecimiento que inesperadamente (sin plan) interfiere o interrumpe la marcha del trabajo.
En la legislación argentina, se considera accidente cuando éste incluye lesiones personales. Si no, se se trata de incidentes o de quasi-accidentes.
¿Qué factores comprenden los accidentes?
HOMBRES: toda lesión humana es únicamente uno de los posibles resultados de cualquier accidente. Son los que aparecen en los informes que se elevan a las autoridades laborales.
MATERIALES: Generalmente un accidente afecta a insumos que utilizamos para trabajar: papeles, cables, herramientas…
MAQUINARIA y EQUIPOS: grúas, vehículos, transportadores, infraestructura, etc. Raras veces el accidente ocurrido en máquina o equipo limita sus daños a ésta, por lo general afectan a los otros factores. Además suelen ser graves y costosos.
TIEMPO: su pérdida es una consecuencia siempre presente, aunque no haya daños o lesiones. Atascamiento de labores, tiempo excesivo de paro de máquinas y equipos, etc. El tiempo es una constante en todos los accidentes.
EL MEDIO AMBIENTE: todo accidente o incidente involucra al contexto ambiental..
¿Y cuáles son las causas de los accidentes?
Las condiciones Inseguras: La condición es el ambiente físico y externo a nosotros, que rodea el trabajo. Por ej. las herramientas, el piso, las escaleras, las instalaciones, la iluminación. Cuando ésta es insegura, estamos ante una condición insegura, por ejemplo una herramienta deteriorada, un piso sucio y resbaloso, escaleras en mal estado, equipo mal mantenido, elemento de protección vencido, etc.
Causas fortuitas: son las originadas por meteoros (tifones, tornados, etc.), otras causas naturales: aludes, terremotos, maremotos… o bien por incendios, derrumbes, inundaciones, etc. Son causas incontrolables y verdaderamente impredecibles.
Fallas humanas: son los actos cometidos por las personas y que son contrarios a la seguridad propia, de quienes nos rodean y de las instalaciones u otros bienes de la Empresa. Se pueden deber a problemas físicos (mala visión, sordera, indisposición, enfermedad) o mentales mala actitud, falta de conocimientos, osadía, falta de atención, etc. Puede tratarse de un acto inseguro o de una práctica insegura (hábito inseguro). En general los especialistas en investigación de accidentes, han llegado a la conclusión de que alrededor del 80% de los accidentes son provocados por fallas humanas. Luego , vienen las condiciones inseguras y en tercer lugar las causas fortuitas. Hay autores como Heinrich que da los siguientes porcentajes: 88% Fallas humanas, 10 % Condiciones inseguras, 2% Causas fortuitas.
¿Qué son las fallas humanas? Podemos definir a las fallas humanas: como la característica mental o física que permite u ocasiona el acto inseguro y que se puede deber a
Falta de conocimientos o habilidades: que se resuelve con la capacitación y el entrenamiento.
Impedimentos físicos: por ej. visuales, auditivos, alergias, que se resuelven con tratamientos médicos
Malos hábitos de trabajo
Actitud Impropia: hacer caso omiso a las instrucciones, nerviosismo, excitabilidad, negligencia, falta de interés, desgano, falta de atención, mala disposición, etc.
Hábitos y actitudes
Los hábitos ¿cómo definirlos? ¿cómo se forman?
EL HÁBITO: es una costumbre adquirida por la repetición de un acto. O sea que no es una tendencia innata sino que se adquiere en la reproducción que experimentan ciertos actos en el trabajo. Y por supuesto hay hábitos seguros y otros inseguros que son causales de accidentes de trabajo.
Todo hábito está compuesto de tres fases :
1. De formación
2. De estabilización
3. Periodo en que ya existe
1. De formación: Hay una verdadera serie de transformaciones, una sucesión de cambios internos, que hacen que un acto sea siempre semejante pero no igual al anterior. Por lo tanto es posible progresar en perfección, en soltura, en rapidez de movimiento hasta que se adquiere el hábito.
2. De estabilización: El indicio más claro es que se ser humano lo hace casi automáticamente.
3. Periodo en que ya existe: Esta es la parte fundamental , la más compleja , para lograr que una persona realice una tarea en forma correcta. Si la tarea es complicada o tiene muchos pasos, puede ser que se tienda a lo más fácil o sea que la persona comience a hacer una tarea en la forma que él crea conveniente y forme un nuevo hábito, que suele ser incorrecto y cause accidentes.
Cuando un acto se hace por hábito, el esfuerzo físico es casi insignificante y se requiere atención sólo en la etapa de formación o sea al comenzar una operación o tarea a desarrollar. A medida que los actos se van repitiendo de un modo semejante, se vuelven menos conscientes. En la fase de formación hay una intensa actividad de la conciencia en el orden psicológico; luego ésta va disminuyendo poco a poco hasta que el acto se ejecuta subconscientemente.
Es decir que los hábitos liberan a la gente de una atención consciente hacia todos los detalles y son una forma fácil de hacer las cosas. Son conductas fijadas, no necesitan pensarse para ser ejecutadas. Si tuviésemos que pensar profundamente sobre simples acciones cotidianas como el de afeitarnos, vestirnos, conducir, andar en bicicleta, escribir en el teclado de la Pc , etc. resulta obvio que muy pronto nos sentiríamos agobiados. Cualquier cosa que podamos hacer con éxito sin mayores esfuerzos, es formadora de hábitos. En la Empresa debemos arbitrar los medios necesarios para que los hábitos que se formen sean los seguros y los correctos.
Los hábitos pueden ser inducidos por la imitación. Por ejemplo al entrenar a un empleado mediante la vinculación con un operador capacitado, no se está haciendo otra cosa que transferir un buen hábito. Pero es necesario tomar recaudos para que los patrones sean los deseables y de que sean inducidos tempranamente, de que las tendencias a los malos hábitos sean corregidas y que los trabajadores con malos hábitos sean convencidos de que si cambian, ganarán en seguridad y habilidad.
Es difícil pero no imposible reemplazar un hábito inseguro por otro seguro. Siguiendo las 3 fases de formación de los hábitos es posible. La repetición de un acto inseguro, se convierte en una práctica o hábito seguro. Es lo deseable en todas nuestras tareas, tanto en el trabajo como en el hogar.
Y ¿qué son las actitudes?
La actitud – buena actitud o mala actitud- es un vocablo que ocupa un lugar preferente en la lista de palabras simbólicas de nuestra época. Aparece y reaparece en nuestras conversaciones, en libros y periódicos, en la radio y en la televisión. "No me gusta tu actitud", "A menos que cambie de actitud.." Con frecuencia los niños oyen esta palabra sin comprender su significado y se preguntan si se trata de algo que se puede cambiar como la ropa o que se puede limpiar con agua y jabón. Desafortunadamente , en el trabajo hablamos mucho de actitudes, los cambios de actitudes y lo que se espera de esos cambios, sin que realmente se brinde ayuda en ese sentido. Y justamente es un tema muchas veces ignorado. Fomentar ACTITUDES SEGURAS es imprescindible en un programa de PREVENCIÓN DE ACCIDENTES LABORALES.
Vivimos de acuerdo a nuestras actitudes y algunas veces hasta somos capaces de sacrificarnos por ellas. Por las actitudes disfrutamos de la vida o nos preocupamos y nos sentimos con el ánimo bajo. Y la carencia de actitudes seguras puede llevarnos a sufrir un accidente en el trabajo. De allí que trataremos de analizar las actitudes, sus componentes, lo que constituye una buena actitud segura y lo que se puede hacer para desarrollarlas.
Si repasamos nuestras experiencias veremos que en cualquier situación de nuestra vida es la actitud la que determina la conducta de una persona. La actitud es la predisposición que antecede a un acto, es la disposición o potencial para actuar. Las actitudes son pre – requisitos de la conducta. Es un estado mental que condiciona el comportamiento o conducta . Constituyen un marco de referencia y tienen que ver con nuestras emociones, experiencias personales y prejuicios. Tienen contenido racional pero fundamentalmente emotivo.
La actitud segura en el plano laboral es la disposición para responder con efectividad y seguridad, particularmente en situaciones que causan tensión.
¿Cómo se forman las actitudes?
Las actitudes no se desarrollan de una forma misteriosa. La actitud hacia la prevención de accidentes en el trabajo es en realidad una mezcla de tres factores:
1. Las respuestas aprendidas
2. Los hábitos
3. La disposición emocional
O sea que actitud = Respuestas aprendidas + Hábito + Mecanismo emocional
Estos 3 elementos determinan la disposición de una persona para responder con seguridad ante cualquier situación que se presente en el trabajo
El mecanismo emocional es generalmente más importante que los hechos, la lógica y los hábitos en las situaciones en los que la actitud se pone en marcha. Esto se debe a que en la experiencia humana las emociones son más viejas que las respuestas aprendidas. En un lenguaje técnico podemos decir que las emociones son filogenéticas; esto significa que tienen su origen en el pasado remoto y distante, las reacciones emocionales básicas forman parte del legado de nuestros antepasados o sea que están en nuestra estructura hereditaria. Este factor de las actitudes es el disparador , ya que es el que proporciona el impulso que pone en función a las actitudes.
Las respuestas aprendidas, factor muy importante en la prevención de accidentes, es el resultado del entrenamiento en el trabajo o de la capacitación recibida en aulas.
Obviamente se debe contar con una serie de respuestas aprendidas que se han reforzado por el hábito para que estén listas para entrar en acción tan pronto como el mecanismo emocional lo disponga.
Cuando se hace investigación de accidentes se observan gran número de ellos en los que los operarios deseaban hacer el trabajo con seguridad pero que no conocían las normas o procedimientos seguros. Esta falta de conocimiento es una de las causas fundamentales de los accidentes de trabajadores nuevos o trasladados.
Las repetidas violaciones de las normas o procedimientos de seguridad refuerzan de tal modo la conducta equivocada ( por hábito inseguro) que instintivamente se produce la respuesta errónea e insegura cuando la situación de emergencia exige una acción inmediata.
Es evidente , por lo tanto, que los tres elementos de la actitud son indispensables por lo que es necesario que existan las condiciones psicológicas apropiadas de modo que se produzca una respuesta correcta y segura cuando el mecanismo emocional proporcione el impulso que pone en función a la actitud.
Actitudes en Situaciones Reales
Si bien las palabras solamente pueden ser definidas en función de otras palabras, es necesario relacionarlas con experiencias reales, especialmente relacionadas con la prevención de accidentes en el trabajo.
CASO I.- Un joven operario subió a una pequeña mesa para cambiar una luminaria del taller y Luis muy voluntarioso se aprontó a cambiar la lámpara quemada. Si bien había a pocos metros una escalera, él prefirió subir a la mesa. Cuando saltó de la mesa hacia el piso, su anillo de matrimonio se trabó en un pequeño saliente de la pared. Debido a la fuerza con que cayó, la primera articulación de su dedo anular izquierdo resultó seriamente dañada. Fue llevado inmediatamente al Sanatorio y por poco no pierde el dedo.
¿Cuál fue la causa o causas del accidente?
CASO II. Otro operario utilizaba, mientras discutía con otro, sus dedos para remover las virutas de una máquina en movimiento. Si bien era una operación normal de trabajo, en un descuido acercó peligrosamente la mano a la máquina y su dedo índice derecho resultó seriamente dañado. Le tuvieron que amputar las dos primeras falanges. La investigación reveló que si bien normalmente era un operario muy cuidadoso y competente, en el momento del accidente el altercado con su compañero de trabajo parece que le hizo olvidar que las virutas no se remueven con las manos sino con la espátula.
¿Cuál fue la causa o causas del accidente?
CASO III. Varios operarios estaban almorzando cuando se desató una fuerte tormenta. Comenzaron los llamados, postes y líneas estaban muy afectadas por el meteoro. Carlos, uno de los trabajadores recibió una llamada que lo impactó. Su hijo de 9 años que regresaba de la escuela en bicicleta debido al viento y la lluvia se desplazó y cayó en un barranco. Su esposa desesperada solo atinó a llamarlo pidiendo ayuda. Carlos salió corriendo del taller. Sus compañeros ya tenían la camioneta en marcha para atender un reclamo. No escucharon los gritos de Carlos para que lo esperaran . Carlos corrió tras la camioneta e intentó subir en la parte de atrás. Uno de los puños de su camisa se enganchó en un borde de la camioneta y Carlos resbaló siendo arrastrado varios metros. Una persona que vio lo que ocurría hizo parar la camioneta. Los compañeros de Carlos acudieron en su ayuda. Estaba muy golpeado, herido y casi desmayado. Lo llevaron a un Sanatorio cercano. A todo esto el hijo de Carlos ya había sido auxiliado por personal policial. Esta historia podría haber terminado en una tragedia doble.
¿Cuál fue la causa o causas del accidente?
Situaciones y condiciones en que operan las actitudes
Hay tres situaciones con implicaciones bajo las cuales las actitudes están forzadas a operar.
1. En las situaciones cotidianas en el trabajo. Estas se pueden enfrentar con seguridad y efectividad, si se tienen buenas actitudes. Esto es que se conoce como actitudes seguras a largo plazo.
2. La segunda situación es aquella en la que las actitudes operan en personas que se encuentran bajo el efecto de un trastorno emocional pasajero. La superposición de temor y ansiedad comienza a establecerse y disminuye la capacidad de actuar con seguridad. Depende por supuesto, del límite de tolerancia de cada persona, es decir de la cantidad de tensión emocional que sea capaz de soportar. Dado que las percepciones sensoriales no se anulan completamente por un trastorno emocional pasajero, una buena actitud, apropiadamente desarrollada y mantenida, puede contrarrestar la superposición emocional que se presente y provocar una respuesta correcta y segura. Si se examina el Caso II, se verá que el operario estaba realizando operaciones rutinarias de trabajo, pero sus actitudes seguras no eran lo suficiente fuertes para responder con actos seguros.
3. La situación del Caso III nos habla de pánico y desesperación. El hecho de que el trastorno emocional pueda alcanzar la proporción del pánico y las percepciones sensoriales puedan disminuirse a anularse dependen del individuo y la situación. Cuando el pánico es intenso es difícil que pueda contrarrestarse sólo con una buena actitud. Dado que las percepciones sensoriales están anuladas, será necesario aplicar otro tipo de medidas para lograr el control.
La puesta en acción de las actitudes seguras
Para que una actitud pueda funcionar la persona tiene que estar condicionada de tal modo, que la situación atraiga su atención. Una vez concentrada su atención, la memoria le indicará lo que tiene que hacer. La respuesta segura aprendida tiene que haber quedado impresa de tal modo que se produzca el reconocimiento y la evocación de lo que es necesario hacer. Por consiguiente el disparador que pone en acción la actitud es el mecanismo emocional.
Visto de otra forma se puede decir que la actitud se transforma en acción mediante los siguientes componentes:
El mecanismo emocional representa para la actitud lo que una mecha para un paquete de dinamita, es el disparador que pone la actitud en acción
La atención: es la carga iniciadora o detonador que pone en acción la respuesta segura aprendida y
La memoria: proporciona la respuesta segura aprendida que realiza el trabajo, es la fuerza explosiva de la dinamita
Se hace evidente que el mecanismo emocional es el componente que gobierna el proceso que convierte las actitudes en acción. Si hacemos referencia a los casos vistos:
En CASO I, en el cual el joven operario casi pierde un dedo al caer de la mesa, mediante el entrenamiento y la supervisión se le debía haber hecho enseñado (respuestas aprendidas) a prestar atención a los peligros que entraña utilizar medios no adecuados para hacer cualquier operación, por sencilla que parezca. Además, el no utilizar guantes de seguridad que protegen sus manos (con un anillo metálico) tampoco lo tenía internalizado. . O sea el joven tenía un mecanismo emocional apropiado pero fallaron las respuestas aprendidas y por consiguiente no hubo atención que pusiera en acción la respuesta segura.
En el CASO II, un trastorno emocional pasajero anuló las respuestas aprendidas y el mecanismo emocional apropiado. En este caso las respuestas aprendidas no fueron reforzadas con la suficiente intensidad para que se convirtieran en automáticas (hábito seguro). Quizás no era la primera vez que se hacía esa operación riesgosa, también es posible que el mecanismo emocional para la seguridad no estaba suficientemente arraigado.
En el CASO III, Carlos sintió pánico. No entraron en acción las respuestas seguras aprendidas La única esperanza en este caso residía en que un mecanismo emocional muy fuerte por la seguridad hubiera entrado en acción antes de que el pánico se apoderara de él.
¿Cómo lograr Actitudes Seguras?
Hay 4 pasos a seguir para la formación de actitudes nuevas o para cambiar las ya establecidas. Es como una génesis de las actitudes seguras.
I. PASO: Establecer los cimientos
II. PASO: Individualizar la actitud
III. PASO: Fijar la actitud (mecanismo emocional)
IV. PASO: Mantener la actitud en actividad
Las actitudes se forman, no se producen repentinamente. Es cierto que su fijación, el mecanismo emocional, que es uno de sus componentes, puede ocurrir de súbito y así sucede generalmente. Pero esto se refiere solamente a uno de los tres componentes que componen las actitudes (respuestas aprendidas + hábito)
I. PASO: Establecer los cimientos consiste en obtener respuestas favorables o desfavorables del individuo mediante el estímulo adecuado. En materia de prevención de accidentes los medios máximos de difusión tales como carteles, eslóganes, películas, pueden ser utilizados con este propósito. Por supuesto es pilar la capacitación y el entrenamiento son clave para estimular el aprendizaje de conductas seguras, hasta convertirlas en hábitos.
II. PASO: La individualización de la actitud requiere que la persona se indentifique con ella o sea que asuma a la actitud segura en el trabajo como un medio para satisfacer sus necesidades de supervivencia y de protección de su familia . Contribuyen en esta etapa las reuniones de prevención de accidentes, inspecciones de prevención, competencias basadas en las operaciones de trabajo, una supervisión que no deje de corregir las violaciones de las normas de prevención de accidentes y, el reconocimiento por parte de la gerencia al trabajador por sus contribuciones a la seguridad. Publicaciones que llegan a la familia, reuniones con los componentes del hogar del trabajador, también son aportes muy importantes.
III. PASO: La fijación de la actitud segura es el aspecto fundamental de la disposición para responder, que es de naturaleza emocional. El trabajador de pronto se da cuenta de su impulso para actuar con seguridad y deja de tener sólo ideas que aceptaba pasivamente. El estudio de casos, los círculos de seguridad, la participación en la formulación de procedimientos y normas, las películas educativas, los encuentros con los niveles superiores de la Empresa con autoridad y prestigio, constituyen buenos medios para este paso, porque "se siente" la protección de una entidad preocupada por su integridad física, por su familia y por los bienes de la Empresa.
IV. PASO: El mantenimiento de la actitud en actividad se da con la permanente insistencia de los Pasos I, II y III. La Seguridad y la Prevención de Accidentes no se debe tomar como una actividad que comienza y termina. Una Empresa preocupada por la Seguridad tiene como valor fundamental , la lucha contra los accidentes de trabajo y se trata de una tarea permanente.- Es más, una actitud segura reforzada, mantenida, puede operar antes que el pánico aparezca en situaciones de gran tensión.
Conclusión
Muchos autores de prestigio internacional respaldan la importancia del estudio de las actitudes; A. Prades (1998) propone que para incrementar las conductas seguras de los trabajadores no es suficiente con realizar actividades formativas o campañas promocionales. Además, se debe incidir en aspectos cognitivos del sujeto trabajador mediante el diseño de una intervención psicosocial de cambio de actitudes positivas hacia la seguridad laboral: esta acción repercutirá fomentando comportamientos más seguros y, consecuentemente, disminuirán los accidentes en la empresa. Siguiendo la teoría del Cambio Planificado, de Edgar Shein, Prades elabora una Guía de intervención orientativa, para determinar en qué situaciones es necesaria una estrategia orientada a realizar actividades formativas y en qué otras es preciso recurrir a programas de incentivos.
Es necesario conocer las necesidades de las personas en situación laboral, y los incentivos no deben basarse sólo en lo económico. Las teorías de las motivaciones de Abraham Maslow , de F.Herzberg y de otros autores contemporáneos sustentan esta monografía.
Es necesario planificar el cambio de actitudes para que el personal llegue sano y salvo a su vida fuera del trabajo y por el bien de las organizaciones.
Referencias bibliográficas
Publicaciones varias del CONSEJO INTERAMERICANO DE SEGURIDAD.
Díaz Franco, J. J. (2001). Inestabilidad en el trabajo y prevención de riesgos laborales.
Espluga, J. L. (1996). Nota Técnica de Prevención 415. Actos inseguros en el trabajo: Guía de intervención. Instituto Nacional de Seguridad e Higiene en el Trabajo. Madrid.
Heinrich, H. W. (1931). Industrial Accidents Prevention. Mc Graw-Hill, New York.
Melià, J. L.; Chisvert, M.; y Pardo, E. (2001). Un modelo procesual de las atribuciones y actitudes ante los accidentes de trabajo: estrategias de medición e intervención. Revista de Psicología del Trabajo y de las Organizaciones, 17 (1), 63-90.
Prades, A. (1998) Nota Técnica de Prevención 492: Cambios de actitud en prevención de riesgos laborales (I): métodos y clasificación. Instituto Nacional de Seguridad e Higiene en el Trabajo. Barcelona.
Puyal, E. (2000). La conducta humana frente a los riesgos laborales. Determinantes individuales y grupales. Acciones e Investigaciones Sociales. 158-183.
Autor:
Irma Emma Ortega Vignaud