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Jesus es señor (página 2)

Enviado por joel ching Meletz


Partes: 1, 2

Unos lo consideran el Mesías Salvador, otros un falso profeta, que engaña a la gente (Jn.7.12) o un endemoniado (Jn. 7.20;8.48;Mt.12.24): otros un rebelde político (Jn.19.19). Para unos de sus familiares es un exaltado fuera de si (Mc.3.21). Para Herodes el Tetrarca un loco (Lc. 23.6-12). Muchos del pueblo piensan que es Juan el Bautista, resucitado de entre los muertos, o Elia regresando al mundo, o Jeremí as o uno de los grandes profetas (Mc. 6.14-16;8.28). Hoy también Jesús es interpretado diversamente: un predicador de una nueva moral, un humanista, un reformador social, un fanático, un hombre libre, el hombre por los demás, el fundador de una nueva religión, etc. Cada cual y cada época histórica proyecta en el su mentalidad y sus aspiraciones.

Sin embargo, acercándose a El, uno se da cuenta que no entra ningún esquema predeterminado. Se distingue de Juan el Bautista y de los acetas del Qumran. No es un liberal del grupo saduceo, ni un legalista religioso como los fariseos o un especialista de la Biblia como los escribas. Su autoridad es mucho más grande. Habitualmente es considerado como un profeta (Mt. 23.31-39;Mc.6.4,15; 8.28; Lc.13.33;24.19). Pero es más que un profeta (Mt.12.41) El es el profeta escatológico, definitivo, lleno del Espíritu Santo, que anuncia la palabra última de Dios y realiza la salvación de Dios. Con el y en El Dios rompe su silencio, se manifiesta, se acerca al hombre y lo salva. Para penetrar un poco más su misterio, vamos a tratar más de cerca su predicación, sus extraordinarias pretensiones y su manera de actuar.

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CAPITULO 4

EL NUCLEO DE LA PREDICACION DE JESUS

1. La Naturaleza del Reino

Después del arresto de Juan el bautista (Mt. 4.12), Jesús comienza su ministerio publico, sobre todo alrededor del lago de Tiberiades (Mt.4:12-17) su núcleo central de su predicación se refiere a la venida del reino de Dios. San Marcos nos presenta el resumen en el comienzo de su evangelio: "El tiempo se ha cumplido y el reino de Dios esta cerca; convertíos y creed en la Buena nueva" (Mc.1:15).

¿Que es el reino que esta cerca? Para los fariseos consiste en el cumplimiento pleno de la torah; para los apocalípticos es la venida de los nuevos cielos y la nueva tierra; para los celotas es la instauración de una teocracia política: En cambio el reino de Dios, predicado por Jesús, no es una realidad política, nacionalista, un reino mundano. "Mi reino no es de este mundo. Si mi reino fuera de este mundo, mi gente hubiera combatido, para que no fuera entregado a los judíos; pero mi reino no es de aquí" (Jn.18.36). Su reino es un mundo nuevo, en el cual Dios es el Rey, que actúa con justicia (Sal. 96.13). Comporta la liberación de todo mal y la afirmación del dominio y de la santidad de Dios en el mundo. Su venida coincide con la realización de la paz

escatológica en la humanidad y en el cosmos (Cfr. Is.11.6-9; 65.17-25). (Cristo, obediente en todo a la voluntad de Padre, "inaugura en la tierra el Reino de los cielos". La iglesia es hoy "el germen y el comienzo de este reino" LG 3,5).

2. Los Caracteres del reino de Dios

Jesús los presenta sobre todo en las llamadas "parábolas del Reino", ved Mt.13

a. El reino es una realidad sobrenatural

Viene por obra de Dios mismo. Es como una semilla, que crece por si sola. El hombre "duerma o se levante, de noche o de día, el grano brota y crece, sin que el sepa como. La tierra da el fruto por si misma: primero hierba, luego espiga, después trigo abundante en la espiga" (Mc.4…27-28).

Solamente Dios puede instaurar su Reino, entregándose a si mismo y en consecuencia la plenitud de la justicia, de la libertad y de la vida. El reino no es fruto del compromiso ético religioso del hombre, ni es construido mediante la lucha social y política. El es "dado" (Lc. 12.32; Mt.21.43), es "preparado para nosotros" (Lc.22.29). A pesar de las apariencias, de los cálculos humanos, las resistencias, el Reino es un milagro, una obra del poder divino. Es señorío de Dios en sentido mas autentico de la palabra.

b. El reino viene con la colaboración del hombre

Dios mismo llama al hombre a colaborar, como instrumento dócil, como "un siervo inútil" (Lc. 17.10). San Pablo sed pregunta: ¿Qué es Apolo? ¿Qué es Pablo? Servidores por medio de los cuales habéis creído. Y cada uno según lo que el Señor le dio. Yo plante, Apolo rego, mas fue Dios quien dio el crecimiento" (1Co. 3.5-6). El hombre no es protagonista en la edificación del Reino. Es solo servidor, un humilde colaborador. Trabajador a servicio del Reino es su privilegio, una gracia.

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c. El reino es una realidad ya presente en el mundo

Los profetas de Israel habían anunciado la futura instauración del Reino de Dios. Jesús dice que esa esperanza ya se ha cumplido: "El tiempo se ha cumplido y el reino de Dios esta cerca" (Mc. 1.15; Mt.4.17; 10.7; Lc. 10.9, 11). El reino ya esta presente hoy en el mundo (Lc.4.16-21) "Dichosos los ojos, que ven lo que veis. Porque os digo que muchos profetas y reyes quisieron ver lo que vosotros veis, pero no lo vi eron, y oír lo que vosotros oís, pero no lo oyeron" (Lc.10.23-24). La demostración de la presencia de Reino son los exorcismos, los milagros, las curaciones y el a nuncio de la buena noticia a los pobres (Mt.11.5, 6; Lc. 4.18, 19).

d. El reino es una realidad dinámica

Crece misteriosamente. Es como una semilla que se desarrolla en la tierra, un poco de levadura que hace fermentar la pasta (Mc.4.30-32; Mt.13.13). "Misterio del Reino de Dios" (Mc.4.11) no es mas que el comienzo oscuro del mismo Reino de Dios en el mundo, que queda impenetrable a los ojos humanos. Crece a pesar de todas las apariencias contrarias.

e. El reino en su plenitud es una realidad futura

Escatológica, que el espera e invoca: "Padre nuestro…Venga tu reino" (Mt. 6.10). Su presencia en el mundo es germinal y se manifestará plenamente al final de los tiempos, cuando el señorío divino será perfecto. Es pues una utopía trasladar en la historia la plenitud del Reino, que es escatológica.

f. El reino de Dios tiene un carácter Teológico y Cristológico

La venida del Reino significa la venida de Dios mismo. "El reino esta cerca", equivale a "Dios esta cerca". En efecto el reino no es más que la presencia y el señorío salvífico de Dios mismo en todas las cosas. Y tal señorío se realiza mediante Cristo. "Cuando hayan sometido a El todas las cosas, entonces también el hijo se someterá a Aquel, que ha sometido a El todas las cosas, para que Dios sea todo en todo" (1Co.15:28).

g. El reino de Dios es un reino de Salvación

El señorío de Dios es un señorío en el amor. La gloria de Dios se manifiesta en su libertad soberana de amar, perdonar y dar la vida. El es bondad creadora, es amor que se comunica y vivifica lo que esta muerto (Lc.15.24). Mientras pues para Juan el Bautista la venida inminente del Reino significa juicio amenazador, para Jesús significa ofrenda de salvación. Su mensaje es una "Buena noticia" (Mt.4.23; Mc.1.14; 14.9). Aceptar el señorío de Dios, significa conseguir la plenitud de la vida, la salvación. El Reino de Dios en efecto conlleva el cumplimiento de todas las aspiraciones, los deseos, las esperanzas de los hombres: "Los ciegos ven y los cojos andan, los leprosos quedan limpios y los sordos oyen, los muertos resucitan y se anuncia a los pobres la Buena Nueva" (Mt. 11.5).

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La salvación del Reino anunciado por Jesús abarca concretamente: la curación espiritual del pecado; el triunfo sobre las fuerzas destructoras del demonio y la instauración de un mundo nuevo, de vida, libertad, amor y paz (Mt.12.28; Lc.11.20): la comunión plena con Dios en el amor, en la cual el hombre encuentra el sentido ultimo de su existencia y la plenitud de su humanidad; la bienaventuranza plena e indefectible. En este sentido es muy significativa la imagen bíblica del banquete, como designación de la realidad del Reino (Mt.8.1-12; 22.1-14; Lc.15.23-24; etc.) En conclusión, podemos decir que el reino de Dios coincide con la liberación, la vida, la plenitud del ser y de la bienaventuranza. Con la venida de Cristo esa salvación ya esta presente en el mundo y esta realizando su trasformación progresiva.

3. Las condiciones para entrar al reino de Dios

Como ya hemos dicho, el hombre es llamado a colaborar con Dios en vista de la instauración del Reino. Para entrar en el, es preciso ante todo.

a. Convertirse y creer en el evangelio

"Convertíos y creed en la buena nueva" (Mc.1.15). La conversión es un cambio radical de mentalidad y de vida. El hombre abandona la mentalidad pagana, sus caminos (del egoísmo, del vicio y del pecado), para asumir la mentalidad del evangelio y recorrer el camino de Dios. La fe es un aceptar a Cristo, un apoyarse totalmente en El, obedeciendo confiadamente a su palabra. (Cfr. Patriarca, Jueces, Reyes, Profetas).

b. Volverse a la sencillez y disponibilidad del niño

"Yo os aseguro: si no cambias y os hacéis como los niños, no entrareis en el Reino de los cielos" (Mt.18.3).

c. Hacerse pobre de espíritu

"Bienaventurado los pobres de espíritu, porque de ellos es el Reino de los cielos" (Mt.5.3)

d. Cultivar una actitud de búsqueda activa

"Buscad primeramente su reino y su justicia y todas esas cosas se os darán añadidura" (Mt.6.33)

e. Luchar y comprometerse seriamente

"Desde los días de Juan el Bautista hasta ahora, el reino de los cielos sufre violencia y los violentos lo arrebatan" (Mt.11.12)

f. Estar dispuesto al sacrificio y a la persecución

"Bienaventurados los perseguidos por causa de la justicia, porque de ellos es el Reino de los cielos" (Mt.5.10)

g. Renacer espiritualmente

"En verdad en verdad te digo: el que no nazca de agua y de Espíritu, no puede entrar en el reino de Dios" (Jn.3.5)

h. Vestir el traje de la vida nueva

"Entro el rey a ver a los comensales y al notar que había allí uno que no tenia traje de boda, le dice: Amigo, ¿Cómo has entrado aquí sin traje de boda?" (Mt. 22.11-13). El traje de boda es la fe viva, es decir, la fe encarnada en las obras de justicia (Cfr. Mt.3.8; 5.20; 7.21; 13,47; 21.28; 25.31, etc.)… Luego se trasforma en Apóstol, en trabajador del Reino, en vista de la humanización y divinización del mundo, la salvación de los hermanos (Mt.20.1-16). Lo hace con la conciencia clara de ser solamente un instrumento, un colaborador y no un protagonista. "Somos colaboradores de Dios y vosotros campo de Dios, edificación de Dios" 1Co.3.9)

4. Conclusión

Quien por la misericordia de Dios ha sido llamado a participar en las bodas del Reino, no puede no comprometerse y trabajar, para que este Reino de Amor, de paz y salvación venga en el mundo. En primer lugar El ora con fe todos los días, invocando: "Venga tu reino" (Mt.6.10)

CAPITULO V

LAS DIVINAS PRETENCIONES DE JESUS

1. Una autoridad Doctrinal Absoluta

El anuncio del reino de parte de Jesús, es acompañado por unas actitudes y afirmaciones totalmente inauditas, "divinas". De inmediato Jesús se presenta como un "rabí", un profeta o maestro sapiencial. Sin embargo de inmediato uno se da cuenta que su enseñanza tiene una autoridad extraordinaria y plena. El no enseno como los escribas de su tiempo o los profetas del A.T. Los profetas del A.T. ensenaban en nombre de Dios, como portavoces suyos, canales de su palabra. "oráculo del Señor…Así dice el Señor". Jesús en cambio, habla de manera personal perentoria y clara. Ensena con autoridad propia. En verdad os digo…Pero yo os digo. Ya te digo. "La agente lo percibe inmediatamente y se pregunta: ¿Qué es esto?. ¡Una doctrina expuesta con autoridad ¡ Mc. 1:27. "¿Con que autoridad haces esto?" o ¿Quién te ha dado tal autoridad para hacerlo? (Mc.11,28).

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Jesús afirma su autoridad con tal firmeza, que la pone en el mismo nivel de la autoridad de Dios. Su palabra es firme y definitiva como palabra de Dios. Su palabra es firme y definitiva como la palabra de Dios. "El cielo y la tierra pasaran, pero mis palabras no pasaran" (Mc.13.31). Para justificar la verdad, no se apela a visiones o revelaciones divinas. Su palabra hay que aceptarla por si misma. "Dichoso aquel que no halle escándalo en mi" (Mt.11.6). Los oyentes comprenden inmediatamente que su autoridad es fuera de lo común y se quedaban asombrados. "Les ensenaba como quien tiene autoridad y no como sus escribas" (Mt.7.19; 23.8-10; Mc.1.27; 2.10). ¿Quién es este hombre? ¿Qué misterio se esconde en su persona?.

2. Un Poder Legislador propio de Dios

No solamente Jesús ensena con autoridad absoluta, sino se atribuye el poder de interpretar, perfeccionar y también de abrogar la Torah, que es considerada obra y don de Dios mismo.

a. En el discurso de la montana 6 veces modifica la ley promulgada por Dios en el AT mediante Moisés. Lo hace oponiendo su autoridad a la autoridad divina. "Habéis oído que se dijo a los antepasados…Pues yo os digo…" (Mt.5.21-48). El verbo "se dijo" (errethe) es un pasivo teológico y se puede decir: "Habéis oído que Dios dijo a los antepasados…". Ninguna criatura, tan unida a Dios que sea, puede su iniciativa perfeccionar o abrogar la ley divina, promulgada en Sinaí.

b. La misma soberana libertad Jesús lo demuestra con respecto a la institución divina del sábado. El sábado era considerado una obra de Dios. Jesús lo infringe, curando a los enfermos (Lc. 13.14-16; 14.1-5; Jn. 5.8-10; 9.14, 16, etc.). Y dice: "el sábado fue instituido para el hombre, y no el hombre para el sábado. De suerte que el hijo del hombre también es Señor del sábado" (Mc.2.27, 28). El puede disponer libremente del día sagrado instituido por Dios. También acerca del ayuno y las normas acerca de la pureza ritual son consideradas prescripciones divinas. Jesús no las respetaba y dispone de ellas libremente. "¿Pueden ayunar acaso los invitados a la boda, mientras el novio este con ellos?. Mientras tengan consigo al novio, no pueden ayunar. Mc.2.19". "Oídme todos y entended. Nada hay fuera del hombre, que entrando en el pueda contaminarlo, sino lo que sale del hombre, eso es lo que contamina al hombre. (Mc. 7.15; Mt. 15.10:20; 9:14-17; Lc.5:33-39).

c. Además, Jesús da una observancia a la ley divina una dimensión, nueva, mas profunda e intima. No es lo exterior, la observancia externa, formal que cuenta, sino la adhesión interior de la inteligencia y de la voluntad, la adhesión del corazón, (Mt.5.20,28,44-48; 6.1-19,22; 7.1,5; Mc.7:15,23). Ahora bien, ninguna autoridad humana.

Solo Dios puede obligar al hombre en conciencia, Dios es el primero y el ultimo de su ser. El judaísmo espera una nueva interpretación de la torah por parte del Mesías. Jesús satisface tal espera de manera inaudita, más allá de todo esquema precedente.

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3. El poder de Perdonar los Pecados

Solamente Dios puede perdonar los pecados, reconciliar a los hombres consigo mismo: "Era yo, yo mismo el que tenia que limpiar tus rebeliones por amor de mi y no recordarme tus pecados" (Jer. 23.45; Ez. 33:25; Sal.51.9, 12, etc.). Ahora bien, Jesús no se atribuye ese poder. "Para que sepáis que el hijo del hombre tiene en esta tierra poder de perdonar pecados, al paralitico le dice: A ti te digo levántate". (Mc. 2.10, 11; Lc. 7. 36-50; 19.1-10; 23.42, 43, etc.). No se trata de un poder delegado, sino personal, propio de Jesús. En El y por El, el amor misericordioso de Dios baja sobre los hombres.

Tal poder revela la identidad y misión de Jesús. El actúa con el poder el Padre Dios, con quien hace una sola cosa (Jn.10.30; 16.15). No actúa como vicario del Padre, sino como Dios. Por eso los escribas y fariseos se escandalizaban: "¿Por qué este habla así?. Esta blasfemando. ¿Quien puede perdonar pecados sino solo Dios solo?" (Mc.2.7) En efecto, perdonando los pecados, Jesús se pone al nivel de Dios.

4. Una Intimidad Única con Dios Padre

Todas las palabras y actitudes de Jesús demostraban una intimidad, un amor y una entrega excepcional y única a Dios Padre. El amor y la entrega de Jesús al Padre, no tiene medida y se traduce en adhesión absoluta a su voluntad. Su primera palabra en el evangelio es: "¿No sabias que debía estar en las cosas de mi Padre?" (Lc.2.49. Y su ultima palabra es: "Padre en tus manos pongo mi espíritu". (Lc. 23.46).

a. El cumplimiento de la voluntad es su preocupación constante, "su alimento" (Jn.4.34;6.38-40;17.4;19.30). El se hace obediente "hasta la muerte y muerte de cruz" (Fil.2.8). En este sentido es bien explicativa la oración de Jesús. El vive íntimamente unido con el Padre, mediante la oración continua. Todos los acontecimientos importantes de su vida son enmarcados son consagrados por la oración, el bautismo, la elección de los doce, los milagros, la ultima cena, la agonía, la muerte. Es la fuente misteriosa de su actitud, el núcleo misterioso de su interioridad.

b. La oración de Jesús es caracterizada por una viril modestia.

Cuando el ora, se aparta de todo y de todos, para sumergirse en la intimidad del Padre. "Cuando vayas a orar, entra en tu aposento y después de cerrar la puerta, ora a tu Padre que esta allí en lo secreto" (Mt.6.6). Jesús ora comunitariamente don la oración litúrgica, pero también en solitario, encima del monte: "Después de despedir a la gente, subió al monte a solas a orar; al atardecer estaba solo allí". (Mt.14.23; Mc. 6.46; Jn.6.15). Solo el Padre es su mundo, su realidad, su vida. Solo con el Padre su soledad se vuelve fecundísima comunión de su vida. "No estoy yo solo, sino yo y el Padre que me ha enviado…El que me ha enviado esta conmigo: no me ha dejado solo" (Jn. 8.16-29). "Os dispersareis cada uno por su lado y me dejareis solo. Pero no estoy solo, porque el Padre esta conmigo" (Jn.16.32). La oración de Jesús revela sentimientos profundos, emociones, experiencias vividas directamente: "Padre, te doy gracias por haberme escuchado..Padre no sea como yo quiero, sino como quieras tu..Yo te bendigo, Padre, porque has ocultado estas cosas a los sabios. (Jn. 11.4;Mt. 26.39;11.25).

c. En la intimidad de la oración Jesús habla al Padre, como Señor omnipotente, creador del cielo y la tierra, el Dios de Abraham, de Isaac y de Jacob, el Señor Providente, que cuida a todas las criaturas, las aves, las flores. A el todo es posible (Mc. 10.27). Es un Dios esencialmente santo: "Nadie es bueno, solo Dios" (Mc. 10.18). No es posible acercarse a El, sin caminar por el sendero de la santidad, la misericordia, la justicia y el amor. (Mt. 22.38). Ahora bien, tal intimidad con el Padre es tan profunda , que Jesús lo llama "Padre mío" "Abba" (Mc. 14.36). Esta palabra aramea es usada cariñosamente y confiadamente por los niños, cuando hablan con su padre terreno. Indica pues familiaridad, sencillez, comunión extraordinaria.

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d. Sin embargo la oración de Jesús es diferente de la oración de los hombres.

Es una oración de alabanza y acción de gracias, explosión de jubilo, gozo agradecido:

"Yo te bendigo, Padre…Padre te doy gracias" (Jn.11.41; Mt.11.25). Es también oración de petición. Ora a Dios por sus verdugos (Lc. 23.34), por sus futuros presentes y futuros (Jn. 14.16; 17.24), por Pedro para que su fe no desfalleciera y confirmara a sus hermanos (Lc. 22.32). No es una petición angustiada o tensa, sino llena de confianza. Es el deseo y la voluntad de un hijo seguro de ser escuchado. Pero la oración de Jesús nunca es petición de perdón. El ora como uno que no conoce el pecado. A este Dios Padre Jesús se abandona con total confianza, De allí nace su gozo, su felicidad, el jubilo de su piedad. De allí también el convencimiento y el valor, que sostenía su actividad. Rara vez Jesús se asombra. La inquietud y el temor son sentimientos ausentes de su vida. Ahora bien, ¿Cómo explicar esta intimidad extraordinaria y única de Jesús con Dios??No es un indicio que nos revela algo de su misterio?.

5. Un Amor Sobrehumano a los Hombres

La intimidad y entrega de Jesús al Padre es acompañada por un amor y una entrega sobrehumano a los hombres. Podemos decir que su amor a la humanidad es perfecto.

a. Amor Realista

El amor de Jesús al hombre no es sentimental, idea listico, abstracto, un amor que acaba por transformarse en culto de la humanidad. El conoce muy bien la debilidad

humana. Sabe quien es el hombre, que se oculta en su corazón. Su generación es malvada y adultera. (Mt.16.4). Los galileos matados por Pilato y los 18 muertos de la torre de Siloe no eran mas pecadores y mas culpables que todos los demás. (Lc. 13.1-5). El ve los defectos y las miserias de las personas y de sus discípulos (Mt. 4.13;8:16-21;9.29;10.13.35-38,41). A Todos sus oyentes son "malos" (Mt.7:11) y todos necesitan la conversión (Mt. 4.17). El amor de Jesús penetra ay lee las limitaciones y debilidades mas ocultas. Nadie pues puede condenar, juzgar y lanzar la primera piedra (Jn. 8.7).

b. Amor Compasivo

A pesar de eso, Jesús ama, comprende, perdona y salva. El parti cipa en los sufrimientos ajenos. Busca a los marginados, a los pecadores públicos, a las prostitutas. Los llama, ser hace invitar a su mesa, los consuela y los levanta (Lc. 19.15) Ha venido para servir y quiere llevar a todas las miserias humanas, para redimirlas. Constantemente los evangelios subrayan que "Sentía compasión por la gente" (Mc. 8.2; Mt. 9.36; 14.14; 15.32:Lc. 7.13). "Vio mucha gente, sintió compasión de ellos, pues estaban como ovejas, que no tienen" (Mc.6.34).

c. Amor Universal

El amor de Jesús es universal, abiertos a todos, sin distinción. Sana a los enfermos, aunque lo acusan de violar el sábado (Mc.1.23; 3.2; Lc. 13.14). Entra en la compañía de publicanos, aunque escandalice a los fariseos (Mc.2.16). Abraza con ternura a los

niños. Se deja tocar por las prostitutas (Mc. 9.36; 10.13, 14; Lc. 18.16, etc.). Se interesa también por los paganos (Mc.7.26) Ama con "amor preferencial" a los pobres, a los marginados, a los enfermos y oprimidos. Pero no excluye a los ricos. El evangelio nos habla de su relación con Simón el Fariseo (Lc.7.36), con Nicodemo (Jn.3.1), con José de Arimatea (Mt.27.57), con Zaqueo (Lc.19.1) etc. Ama con corazón puro y comprensivo a las mujeres. En su peregrinaciones es acompañado por María Magdalena, Juana mujer de Cusa, un administrador de Herodes, Susana y otras muchas, (Lc. 8.2, 3). Podemos decir que el corazón de Jesús pertenece a todos y a cada uno singularmente. El se acerca, comprende, sostiene, sana, libra del pecado, salva, perdona, da paz a todos, sin excepción y sin reservas.

d. Amor Humano

El amor de Jesús comparte la vida y las alegrías de los hombres. No es como Juan el Bautista, un hombre del desierto, vestido con piel de camello, que como saltamontes y miel silvestre. Jesús viste una túnica apreciada y sin cultura (Jn.19.23) y un traje con adornos de franjas como decía la ley (Mt.14.36; Mc. 6.56; Lc. 8.44). El vive entre los hombres, frecuenta el templo, entra en las casas, come con la gente, participaba en sus fiestas..Así que sus adversarios se burlan de El, diciendo que es un "comilón y un borracho, amigos de publicanos y pecadores" (Mt. 11.19). En Cana realiza su primer milagro durante una fiesta de boda (Jn.2.11). No quiere que sus discípulos ayunen, mientras el esposo este con ellos (Mc. 2.19). Porque ama a la gente, mantiene un corazón abierto par la vida, a la belleza, a las alegrías sencillas y puras de los hombres.

e. Amor Heroico

El amor de Jesús es tan heroico, que llega a la cumbre extrema del sacrificio. "Nadie tiene mayor amor, que el que da su vida por sus amigos (Jn.15.13). Encima de la cruz, Jesús no solo pregona a los que lo crucifican (Lc. 23.34), sino entrega su vida y muere por la redención y salvación de todos los hombres, "Fue oprimido y el se humillo y no abrió su boca…" (Is. 53.7). Al considerar todo esto, uno no puede no preguntarse,

¿Quién es este hombre, que ama y vive una intimidad excepcional con Dios Padre y que ama y se entrega a los hombres de manera sobrehumana?. El parece un hombre, que vive y actúa mas allá de la medida del hombre, Su amor es tan perfecto, que se manifiesta en le mundo como un reflejo fiel del amor de Dios.

6. El centro y el Fin del Reino de Dios y del Hombre

Instaurando el reino de Dios, Jesús se pone como centro y fin. El no es un maestreo humano, el que indica el camino para llegar a Dios, sino El mismo es el camino, la verdad y la vida. (Jn. 14.6)El mismo es el reino de Dios, el centro divino de salvación. La persona de Cristo y el reino de Dios son un único misterio, justificados por los mismos milagros y proclamado por el mismo mensaje. Anunciado el reino, Jesús se anuncia así mismo: Así seguir a Jesús equivale a tomar posición a favor o en contra del Reino (Lc. 9.59-62). En consecuencia, el es el objeto y el termino de la fe. Para conseguir la salvación, es preciso adherirse a El, seguirlo, imitarlo, prefiriéndolo a todo, a la vida misma (Mt. 8.38; 10.33; 18.6). Jesús exige una fe incondicional a su persona, cual se debe a Dios mismo: "Creed en Dios: creed en mi" (Jn. 14.1). El es el supremo objeto de la fe, así como el Padre mismo: "Esta es la vida eterna: que te conozcan a ti y al que tu has enviado Jesucristo" (Jn.17.3). Así solamente es posible conseguir la vida eterna, la salvación y la resurrección (Jn.11.25-26).

Además Jesús se presenta como el supremo objeto de amor. El primer mandamiento, que prescribe el amor a Dios sobre todas las cosas (Mt.22.37-38) se extiende también a El: "El que ama a su padre y su madre mas que a mi, no es digno de mi" (Mt.10.37). Amando a Jesús, se consigue el perdón de los pecados (Lc. 7.47). Renunciando a todo por amor suyo, se consigue la vida eterna (Mt.19.29). Solo Dios puede exigir un tal amor. Finalmente Jesús se presenta como el fin ultimo del hombre, el objeto de su felicidad plena. El hombre busca un sentido a su existencia, la plenitud del ser y de la vida. Ahora bien, Jesús se presenta como el camino, la verdad, la vida, la dirección…es decir la plenitud definitiva de todas las aspiraciones de hombre (Jn. 11.25; 14.6-11; Mt.

11.29; 19.28-29. Etc.). El también será el juez supremo del hombre (Mt. 16.27; 25.31-

45; 26.64, 65, etc.). Elegir o rechazar a Jesús, quiere decir elegir o rechazar a Dios y su propia salvación.

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7. Conclusión

Jesús pues se atribuye unos poderes, asume ciertas actitudes, cumple acciones, que según la mentalidad judía son propias de Dios. No es un portavoz de Dios y sin embargo se atribuye la autoridad, el poder, la actitud y el amor de Dios. No anuncia solo el Reino de Dios, sino lo hace presente en su persona. No revela solamente a Dios, sino habla y actúa como si fuera de Dios, presentándose como el centro de la fe y del amor, la fuente de la vida. Todo eso lo pone en un nivel sobrehumano. El superior a Jonás (Mt. 12.41), a Salomón (Mt.12.42), a David de quien es Señor (Mt. 22.41-45), a Moisés (Mt. 5.21-27), a Abraham (Jn. 5.58), al templo santo de Jerusalén (Mt.12.6), a los ángeles mismos, que son ministros (Mt.16.27; 25.31; Mc. 13.32). El dispone del sábado (Mt.12.8) y hasta de la Torah, de la cual es cumplimiento (Mt.5.17). Entonces,

¿Quién es este Jesús de Nazaret, cuyas pretensiones son extraordinarias y divinas?,

¿Quién es este hombre que habla y actúa como si fuera Dios? Podemos penetrar mas el misterio de su identidad, al considerar lo que el hace y lo que dice de si mismo.

CAPITULO 6

EL PODER TAUMATURGICO DE JESUS

1. EL PROBLEMA DEL MILAGRO

El milagro es una señal ambigua y difícil de interpretar. Su aceptación e interpretación depende mucho de las actitudes personales de quienes lo consideran,

a. Actitudes ante el milagro

Cuando Jesús recorre Palestina "Haciendo el bien y curando a todos los oprimidos por el diablo, porque Dios estaba con El" (He 10.38), las actitudes de la gente ante sus milagros, son diferentes. Algunos ven en sus milagros una señal de gloria divina presente en Jesús y por eso creen en El" (Jn.2.11; 4.53, 11.45). Otros consideran sus milagros con una de curiosidad superficial, atraídas y sugestionados por lo extraordinario (Jn.6.26; Lc.9.9; 23.8). Otros finalmente no reconocen el poder taumatúrgico de Jesús y lo explican, atribuyéndolo al demonio (Jn. 6.64; 10.25; 12.37; Mt. 9.34; 12.24).

Entre nuestros contemporáneos encontramos más o menos las mismas actitudes. La gente sencilla generalmente esta abierta a el milagro y ve en el un signo del poder de Dios que suscita o fortalece la fe No falta quienes buscan en todo lugar las manifestaciones sobrenaturales, autenticas o supuestas, movidas exclusivamente pro la curiosidad y el gusto de lo sensacional. Al contrario, muchas personas han negado la medida de los milagros de Jesús y cultas, impregnadas por el racionalismo y el cientismo encuentran una gran dificultad en aceptar el milagro, es decir la idea de una intervención extraordinaria de Dios en el curso regular del cosmos. Así en los siglos pasados unos biblistas racionalistas han tratado de dar una explicación natural, o psicológica, o mitológica.

b. La posibilidad del milagro

Es preciso liberase de los prejuicios racionalistas. El milagro es posible. Si uno admite que Dios es el Creador y el Señor del Cosmos y de la historia, seria absurdo negarle la posibilidad de intervenir libremente en la creación y en la historia. Si Dios no puede

hacer milagros, intervenir en la historia, no seria omnipotente, no seria Dios. Además el mundo creando por Dios es un mundo bueno y regulador por leyes determinadas. Sin embargo es siempre un mundo limitado, cuyas leyes, no son absolutas. Dios puede intervenir y suspenderlas o modificarlas, en vista de su obra salvadora y sin contradecir a su eterna sabiduría. En efecto el milagro es un cumplido siempre por un motivo digno de Dios. Es una señal religiosa, expresión del amor misericordioso de Dios, revelación de la verdad divina, demostración de la autenticidad de un enviado di vino, etc.

2. LOS MILAGROS DE JESUS

Todas las fuentes del NT, nos presentan a un Jesús como un gran taumaturgo. Jesús sana toda especie de enfermedad.

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Los evangelios hablan también de tres milagros de resurrección: la hija de Jairo (Mc.5.35), el hijo de la viuda de Naim (Lc.7.12) y Lázaro (Jn. 11.39) e incluso de 7 milagros sobre la naturaleza (Mt.17.24-27; Mc. 4.35-41; 6.34-44; 6.45-52; 8.1, 9; 11.12-14,20;

Lc. 5.1-11; Jn.2.1-11)

Los del evangelio no son evidentemente todos los milagros de Jesús. La actividad taumatúrgica acompaña toda su vida, "Al atardecer le trajeron todos los enfermos y endemoniados; la ciudad entera estaba agolpada a la puerta, Jesús curo a muchos, que se encontraban mal de diversas enfermedades y expulso a muchos demonios" (Mc.1.32-34). "Curo a muchos, de cierto de cuantos padecían dolencias, se le echaban encima para tocarle" (Mc.3.10). "Recorrieron toda aquella región y comenzaron a traer a los enfermos en camillas adonde oían que el estaba. Y donde quiera que entraba, en pueblo, ciudades o aldeas, colocaron a los enfermos en las plazas y le pedían que tocaran siquiera la orla de su manto: y cuantos la tocaron, quedaban salvados" (Mc.6.55, 56).

Jesús cumple los milagros con gran naturalidad, usando solamente la palabra (Mt.9.6; M. 10.42, etc.) o imponiendo las manos (M. 6.5; Lc. 4.40) o prácticamente una especie de rito simbólico, que prefigura la economía sacramental (Mc. 7.33-34; 8.23-25; Jn.9.6-7). El hace todo lo posible, para evitar la curiosidad superficial y los fáciles entusiasmos de la gente. Busca la privacidad (Mc.7.33; 5.37; 8.23), desdramatiza las situaciones (Mc.5.39), se aparta de la gente (Mc.6.45, 46; 6.10; Jn.6.15) deja sin respuesta la curiosidad superficial de Herodes (Lc.23.8, 9) Con sus milagros Jesús quiere sucintar emociones, sino la fe que salva.

Aplicando a los relatos evangélicos los criterios de autenticidad histórica, es posible determinar la historicidad de los milagros de Jesús. Ningún biblista puede hoy seriamente negar de la historicidad esencial de los milagros, que Jesús ha realizado, a pesar de las implicaciones y embellecimientos de la tradición comunitaria. Su fama es la de un poderoso taumaturgo, que suscitaba asombro y entusiasmo entre el pueblo.

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3. LA NATURALEZA DEL MILAGRO

La biblia, cuando habla de milagros, usa una terminología variada:

a. Thaumasia o Paradoxa

El milagro es un acontecimiento que suscita asombro, maravilla, admiración. Es el aspecto psicológico del milagro.

b. Erga o Dynameis

El milagro es una obra del poder de Dios. Es una obra poderosa. Se trata del aspecto físico del milagro.

c. Semeia

El milagro es una señal que indica algo, revela una intención especial por parte de Dios. Se trata de la parte intencional del milagro.

Tomando esos diferentes aspectos, se puede se puede definir el milagro así: "El milagro es un prodigio religioso o sagrado, expresión de una interacción especial y gratuita de Dios, que significa la avenida de la palabra salvadora de Dios en el mundo (Latouelle R.). Analicemos, un milagro es un prodigio, un fenómeno insólito, extraordinario, que sucita maravilla, expresa, Shock. El se realiza en el mundo de las realidades sensibles espaciotemporales y es pues objeto de nuestros sentidos. Es un prodigio "religioso y sagrado". Se realiza en un contexto religioso de fe, de santidad, de dialogo entre Dios y el hombre. Es una "intervención especial y gratuita de Dios". Así como la creación y la redención, nace por la iniciativa libre de Dios. Es obra del poder y del amor de Dios hacia el hombre. Significa que "la palabra de salvadora de Dios ha venido y esta presente en el mundo" El milagro es una palabra, una señal que interpela al hombre, le revela algo, en vista de su salvación.

4. EL SIGNIFICADO DE LOS MILAGROS DE JESUS

¿Por qué Jesús ha realizado milagros? ¿Cuál es el significado de estos gestos extraordinarios? En cuanto señal, el milagro de Jesús tiene un múltiple significado, que podemos resumir así:

a. El milagro es una señal del poder de Dios.

Manifiesta el poder absoluto de Dios sobre la naturaleza, la enfermedad y la muerte. Jesús posee ese poder personalmente. En efecto, cura con su palabra , su gesto. En nombre propio sana a los enfermos, resucita a los muertos, expulsa a los demonios. El esta presente en el mundo con el poder del mismo Dios viviente.

b. El milagro es una señal del amor de Dios.

Con el milagro Jesús muestra su amor compasivo hacia las miserias y los sufrimientos del hombre. A veces el mismo previene la petición. A veces el mismo entiende la petición del enfermo o de sus familiares. Dios es amor (1Jn. 4.8). No es insensible ante los sufrimientos y las angustias de sus criaturas. El amor de Dios toma forma humana en Jesús. En Jesús, Dios visita al hombre, se conmueve ante sus sufrimientos, tiene compasión, se inclina y los salva. En Jesús cumple milagros, el hombre experimenta concretamente el amor de Dios.

c. El milagro es una señal de la venida del Reino de Dios.

"Si el Espíritu de Dios expulso yo demonios, es que ha llegado a vosotros el reino de Dios" (Mt. 11.28). Con la venida de Jesús el reino de Dios se hace presente en el mundo, como liberación de todo mal y plenitud de amor y de vida. En efecto; "los ciegos ven, los cojos andan, los leprosos son limpios , los sordos oyen, los muertos resucitan, se anuncia a los pobres la buena nueva". (Lc. 7.22). Allí donde Jesús habla y actúa, la potencia salvadora de Dios se manifiesta, derrotando el poder de las tinieblas, del mal, y de la muerte del reino Satanás.

d. El milagro es una señal de la misión y autoridad divina de Jesús.

El milagro demuestra en el AT que Moisés y los profetas son los enviados de Dios, tienen una misión divina, cfr. (ex. 4.1-9;14.31, etc.) Así mismo las señales, que Jesús cumple, demuestra que El es el enviado de Dios., "acreditado por Dios entre vosotros con milagros, prodigios y señales que Dios hizo entre vosotros por su medio" Hb. 2.22. La gente cree en El, precisamente "al ver las señales que realizaba" (S.Jn. 2.23) y lo acepta como maestro, que ha venido de Dios: "Rabbi sabemos que has venido de Dios como maestro, porque nadie puede realizar las señales que tu realizas, sí Dios no esta con El" (Jn. 3.2). "Si este no viene de Dios, no podrá hacer nada"" (Jn.9.33).

e. El milagro es una señal de la gloria divina presente en Jesús:

El milagro es la obra común del Padre y del hijo. Designa a Jesús, no como puro enviado de Dios, sino en la gloria del hijo unigénito, que comparte con el Padre el conocimiento y la omnipotencia. El no es un profeta o mesías humano, sino el hijo que

forma con el Padre una sola cosa y lo comparte todo. Por eso Jesús siempre indica en los milagros el testimonio del Padre a favor suyo: "Yo tengo un testimonio mayor que el de Juan, porque las obras que mi Padre me ha encomendado llevar a cabo, las mismas obras que realizo, dan testimonio de mi, de que mi Padre me ha enviado. Y el Padre que me ha enviado, es el que ha dado testimonio de mi" (Jn. 5.36,37) "Ya os lo he dicho, pero no creéis. Las obras, que hago en nombre de mi Padre, son las que dan testimonio de mi". Sn. Jn. 10.25

5. CONCLUSION

El milagro esta íntimamente relacionado con la predicación y la manera de presentarse de Jesús. Manifiesta la obra salvadora de Dios entre los hombres, y es el sello de la omnipresencia divina sobre la misión y obra de Jesús. Jesús es el enviado de Dios, como hijo de Dios. En el y por el actúa el poder del mismo Dios Salvador. Sobre el tema del milagro se puede leer Latourelle R.

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CAPITULO 7

EL AUTOTESTIMONIO DE JESUS

1. INTRODUCCION

Las extraordinarias pretensiones de Jesús de Nazareth y su poder divino ponen el problema de su misteriosa identidad. ¿Quién es este hombre? ¿Qué dice explícitamente de si mismo? Estamos pues en el centro del problema cristológico. El auto testimonio de Jesús nos ha llegado mediante el testimonio de la primera comunidad. Sin embargo este se radica en la figura histórica de Jesús de Nazareth. Aplicando los criterios de autenticidad histórica, es posible conocer más allá de la fe de la comunidad y la obra relacional de los hagiógrafos, las afirmaciones de Jesús mismo sobre su identidad. (Cfr. LATOURELLE R. A Jesús a través de los evangelios) Vamos a presentar en este capitulo los principales títulos cristológicos.

2. JESUS ES LA ALIANZA

En el relato de la ultima Cena, Jesús se identifica con la alianza: "Esta es mi sangre de la alianza, que es derramada por muchos". (Mc. 14.24; Cfr. Ex 24.8). La traducción literal debería ser: "Esta es la sangre de mi, de la alianza" (es decir "de mi que yo soy la alianza"). El texto hace referencia claramente al "Siervo de Yahweh" de Isaías, constituido alianza del pueblo:"Yo, Yahveh, te he llamado en justicia, te así de la mano, te forme y te he destinado a ser alianza del pueblo y luz de las gentes…"(Is.42.6;Cfr.

49.8). En el texto de Lucas y de san Pablo la expresión es diferente, algo comporte algo extraño: "Esta copa es la nueva Alianza en mi sangre, que es derramada por vosotros". (Lc.22.20, Cfr. 1Co. 11.25).

La copa es identificada extraordinariamente con la alianza. Además esta alianza es llamada "nueva" con referencia a Jer. 31.31,32 "He aquí que días vienen, oráculo de Yahveh, en que no pactare con la casa de Israel y con la casa de Judá una nueva alianza, no como la alianza que pacte con sus padres…". Jesús entonces no es un puro mediador de la alianza, como Moisés en el AT. El se define como la alianza entre Dios y el hombre. La alianza no es simple relación Dios-hombre, sino es una persona. En la persona de Jesús se realiza pues la reconciliación y la alianza entre Dios y el hombre. Así El insinúa el hecho de que reúne en si mismo la humanidad y la divinidad. El es el verdadero hombre y verdadero Dios.

3. JESUS ES EL ESPOSO

En el AT Dios es presentado como el esposo de Israel, su pueblo. Oseas es el primero en presentar bajo la imagen de la unión conyugal las relaciones de Dios con su pueblo y en calificar la traición idolátrica dd Israel, no solo de prostitución, sino de adulterio. (Os. 1-3). Después de el, el tema es utilizado por los demás profetas (Cfr. Is. 1.21;Jer.2.2, 3.1-12: Ez.16,23. El Deutero Isaías presentara la restauración de Israel

como la reconciliación de una esposa infiel (Cfr. Is. 50.1;54.6-7;62.4-5). El simbolismo nupcial es retomado también en cantar, según una interpretación común. En el NT Jesús es presentado como el esposo: "Pueden acaso los invitados a la boda ponerse , tristes mientras el novio esta con ellos?. Días vendrá cuando les será arrebatado el novio; entonces ayunaran" (Mt.9.15; Mc.2.19.20). También Juan el Bautista designa a Jesús como el esposo. "El que tiene a la novia, es el novio; pero el amigo del novio, el que asiste, y le oye, se alegra mucho con la voz del novio". (Jn.3.29)

No se trata de una alusión aislada. La idea la encontramos también en la parábola del convite de boda (Mt. 22.2) en la de las 10 vírgenes (S.Mt.25.1-30), y en la parábola donde los siervos esperan al dueño, que regresa de la fiesta de boda (Lc. 12.36). Y la encontramos también en la carta a los Efesios: Cristo ama a su esposa y se entrega así mismo por ella, para santificarla y purificarla (Ef.5.25,26). La perfección de las bodas de Cristo con su iglesia se realizara al final de los tiempos, cuando se establecerá definitivamente el reino de los cielos (Ap. 19.6-9; 21.2,9,10;22.17. En consecuencia, Jesús atribuye claramente el rol de Dios. El es para la iglesia, lo que Dios es para Israel. La alusión a los días, en que el Esposo ser arrebatado a sus amigos. Introduce la idea del sacrificio, en cuanto Jesús es un hombre verdadero. Serán días de ayuno, es decir días de dolor, de privación, y de duelo por la partida, el sacrificio del esposo. El pacto nupcial se sellara mediante el sacrificio: con la sangre de Cristo y el don del Espíritu Santo. En conclusión, la imagen sugiere la identidad humana divina de Jesús.

4. JESUS ES EL BUEN PASTOR

En el AT Dios es exaltado como el pastor de Israel. Los textos son muy numerosos: "El Señor es mi pastor nada me falta" Por prados de fresca hierba me apacienta. Hacia las aguas de reposo me conduce y conforta mi alma" (Sal 23.1-3) "Oh, pastor de Israel, escucha, tu que conduces a José como un rebano: tu que estas sentado entre querubines" (Sal.80.2) "El Dios en cuya presencia estuvieron mis padres Abraham e Isaac, el Dios que ha sido mi pastor desde que existo hasta el presente día" ( Gen48.15), Israel es considerado como un rebano que apacienta. Dios reúne, conduce, y apacienta. Lo reúne y guarda "cual un pastor" su hato abandonado, conduciéndolo a la salvación en la tierra prometida (Cfr. Jer. 31.10; Ez. 34.12; Is.40.11; sir. 18.13).

Ahora bien, en el cuarto evangelio Jesús se identifica como el buen Pastor: "Yo soy el buen pastor" (Jn.10.11). Así como Dios en el AT, busca con amor y misericordia a la oveja perdida, reúne a las ovejas dispersas, las conduce a buenas praderas y les da vida abundante. En el día del juicio con autoridad separara a las ovejas de los cabros (Mt. 25.32, 33). Además Jesús conoce a las ovejas y es conocido por ellas: "Como me conoce mi Padre y yo conozco a mi Padre" (Jn.10.14, 15). Y sobre todo es una novedad del evangelio-El da la vida por sus ovejas (Jn.10.15). La imagen es otra

afirmación implícita de la identidad divina y humana (da vida) de Jesús. La iglesia primitiva siguió considerando a Jesús el Pastor definitivo de la humanidad y de la Iglesia (Cfr. Hb. 13.20; Ap. 7.17)

5. JESUS ES EL HIJO DE DAVID

El titulo "Hijo de David", nunca lo encontramos en la boca de Jesús, sino siempre en la boca de la gente que lo acompaña o lo aclama:

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En tiempos de Jesús el pueblo esperaba un Mesías de la estirpe Davídica y se preguntaban si acaso Jesús era el Mesías, descendiente de David, libertador de Israel. Jesús acepta las aclamaciones del pueblo. No niega explícitamente su filiación davídica. Sin embargo se proclama superior a David: "Diceles: Pues, ¿Cómo David, movido por el Espíritu, le llama Señor..?. Si pues David le llama Señor, ¿Cómo puede ser hijo suyo?(Mt.22.43-45). Jesús tiene una dignidad superior a la de un descendiente de David. El no es un Mesías Político, como pensaba la gente. Su reino no es un reino mundano: "MI reino n o es de este mundo" (JN. 18.36)

6. JESUS ES CRISTO

La palabra "Cristo" es la traducción griega del participio hebreo "mesiah", que significa "ungido o consagrado" en vista de una misión especial. En el AT el futuro salvador de la estirpe de David, que inaugura los tiempos mesiánicos, es presentado como el "consagrado" por excelencia (Sal.2.2). A partir de Daniel los judíos llaman a su futuro libertador simplemente "el Mesías-Cristo" (Cfr. Dn.9.25, 26; Jn. 1.41). Sin embargo en tiempos de Jesús ese titulo era interpretado en sentido político, nacionalista. Los celotes esperaban una especie de Mesías libertador de la domininacion romana. En la historia reciente de Israel era frecuente la aparición de falsos Mesías o Cristo, que organizaban rebeliones provocando la represión de los ocupantes (Cfr. Jn. 11.48; Hb.5.35-39)

Por eso Jesús nunca se define como el Mesías-Cristo y no quiere que nadie lo llamen así. El titulo era muy ambiguo. "Entonces mando a sus discípulos que no dijera que El era el Cristo". (Mt.16.20). "Salieron también demonios de muchos, gritando y diciendo: Tu eres el hijo de Dios. Pero el les conminaba y no les permitía hablar, porque sabían que el era el Cristo" )Lc.4.41; 9.21; Mc. 8.30). El mesianismo de Jesús no es político o nacionalista. Después de la resurrección la comunidad cristiana proclamo que Jesús es el Cristo, el Mesías salvador, en un sentido que supera las esperanzas judías (Mc.

1.16; 2.4). El titulo "Cristo" se une habitualmente a Jesús: "Jesucristo".

7. JESUS ES EL HIJO DE DIOS

En el AT es una expresión frecuente. Se le llama "hijos de Dios" a los ángeles (Job 2.7), al pueblo de Israel (Ex 4.33 Jer. 31.0 Os. 11.1), al rey representante de Dios (Sal.

2.7; 89.27). En ese caso no se trata de una filial natural o por generación, sino de una filiación, que se funda en la elección, vocación, la obediencia y el servicio. Mas tarde este titulo se le atribuyo también a los Judíos fieles y a toda persona piadosa, por su relación con Dios (Deut. 14.1; Os. 2.1; Sal.73.15; Sb. 2.16, 17; 5.5) y se atribuye también al futuro Mesías (2Sam. 7.1). En el NT son llamados "Hijos de Dios" a los hombres, que trabajan por la paz (Mt. 5.9), que aman a sus enemigos (5.45), que aman a su prójimo desinteresadamente (Lc.6.35), a los discípulos de Cristo que representan al nuevo Israel (Rm. 8.14; Ap. 2.17), al Mesías enviado por Dios (Mt. 26.53; Lc.4.41; He. 9.20-22), a Jesús el hijo natural de Dios Padre (Lc. 1.32-35; 22.67-70; Jn. 10.24-36, etc).

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Solamente en la declaración ante el Sanedrín, Jesús se proclama Hijo de Dios. "El sumo sacerdote le pregunta de nuevo, ¿Eres tau el Cristo, el hijo del Bendito? Y dijo Jesús : Si, yo soy, y veréis al hijo del hombre sentado a la diestra del Padre y venir en las nubes del cielo. El sumo sacerdote se rasgo las túnicas y dice? Que necesidad tenemos mas de testigos? Habéis oído la blasfemia" (Mc. 14.61-64; Mt.26.63-66;Lc.

22.67-71). Jesús no se autodefine "hijo de Dios" porque la expresión tenia un significado muy amplio y ambiguo. Pero, ante el Sanedrín es obligado a reconocerse como el Mesías, no humano, sino el Mesías Señor del Sal. 110, el Mesías celestial de origen divino entrevistado por Daniel (Dn.7.13), con una dignidad divina. Que se trata de una filiación divina, aparece:

a. Por el momento decisivo de su existencia. Estamos en la vigilia de su muerte, en el momento supremo de la verdad.

b. Por la solemnidad de la pregunta de Caifas: "Yo te conjuro por Dios que nos digas..(Mt. 26.63).

c. Por la respuesta de Jesús, una respuesta positiva, confirmada con su intronización celestial, que lo iguala a Dios y le atribuye la gloria divina: "Veréis al hijo del hombre sentado a la diestra del Padre y venir en las nubes" (Mc. 14.62)

d. Por la reacción de Caifas y del Sanedrín, que lo acusan de blasfemia y lo condenan a muerte. La blasfemia de Jesús no consistía en presentarse como Mesias, sino en reivindicar la dignidad del rango divino, la filiación natural divina.

Para esta blasfemia había según el derecho de los judíos la pena de muerte mediante la lapidación (Lev.24. 16; Jn.8.59; 10.31).

8. JESUS ES EL HIJO QUE INVOCA A DIOS COMO ABBA

Con frecuencia Jesús se presenta como el hijo, que tiene una relación profundí sima con Dios, llamándole "Abba" (Mc.14.36). En la oración Judía no se invocaba a Dios con esta palabra. "Por la sensibilidad judía habría sido indecoroso dirigirse a Dios con esta palabra familiar" (Jeremías J.). En cambio Jesús la usa habitualmente en su oración al Padre. Según J. Jeremías se trata de un " ip s is imum ve rb u m" de Cristo. Abba se debería traducir "papa" o mejor "papi". Era la forma familiar, intima, de los niños para llamar a su papa. Los discípulos, al escuchar esta palabra en la aboca de Jesús, no la olvidarían jamás. Es una palabra suya propia. Nadie se atrevería usarla, hablando con Dios.

La palabra "Abba", manifiesta el misterio profundo de Jesús, la esencia misma con el Padre. Significa que Jesús tiene una relación con Dios Padre de fami liaridad, de confianza, de amor, de intimidad profunda. Jesús esta ante Dios como Hijo ante el Padre. "Abba" es pues, la expresión de una experiencia humana de una filiación divina. Tambien la comunidad cristiana sigue invocando a Dios como "Abba" (Rm.8.15 ; Gal.

4.6). Sin embargo no se trata del mismo nivel de filiación. La filiación de Jesús es mas profunda. Por eso el distingue siempre "Padre mio" y "Padre vuestro" (Mt.6.8,15;10.20,29;23.9, etc. "Subo a mi Padre, y a vuestro Padre, a mi Dios y a vuestro Dios" (Jn. 20.17). Jesús es el hijo natural del Padre, el unigénito (Jn.1.18), "El hijo únicamente amado (Mt.3.17). A el todo le ha entregado el Padre y entre los dos hay conocimiento perfecto. "Nadie conoce al Hijo sino el Padre, ni al Padre le conoce bien nadie sino el Hijo, (Mt. 11.27). Al contrario, los discípulos son hijos adoptivos mediante Cristo. Son "hijos en el Hijo" que es Cristo.

9. JESUS ES EL HIJO DEL HOMBRE

La expresión "Hijo del hombre" la encontramos 30 veces en Mateo, 14 en Marcos, 25 en Lucas, y 13 en Juan. Y siempre la encontramos en la boca de Jesús. Para los biblistas seria otro "ipsisimum" de Jesús. Proviene directamente de la boca de Jesús. De su propia manera de hablar (Lc. 6.22;19.10). En el A.T. la expresión "Hijo del

hombre" (Bar nasa) es frecuente en el libro de Ezequiel. Es sinónimo de "hombre", hijo de Adán. Y subraya la distancia entre Dios y el hombre. (Sal. 8.5; Dn. 8.17). La encontramos también en Dn. 7.13, 14. Con un sentido nuevo. Indica un ser divino, con atributos y poderes divinos, que supera misteriosamente la condición humana. Presentándonos como hijo del Hombre, Jesús quiere poner en luz su identidad profunda, es decir:

a. La preexistencia

Muchas veces Jesús dice: que el Hijo del hombre "ha venido", (Mt. 11.3; 20.28; Mc. 1.7; 10.45; Lc. 3.16, 7, 9, 19,10), ha salido (Mc.1.38), "ha bajado del cielo" (Jn.3.13; 8.14; 16.28), "ha venido en el mundo", (Jn. 12.46; 18.37). Eso implica su preexistencia eterna.

b. El poder divino

El hijo del hombre tiene poder de perdonar los pecados en la tierra, (Mt. 9. 6; Mc. 2.6-11; Lc. 5.24; 7.48, 49), el poder de dar vida: "En verdad, en verdad os digo: sino comieres la carne del hijo del Hombre y no bebieres su sangre, no tenéis vida en vosotros", (Jn. 6.53)

c. La venida gloriosa

"Yo os declaro que a partir de ahora veréis al hijo del hombre sentado a la diestra del Padre y venir sobre las nubes del cielo" (Mt. 26.64; 24.30). La referencia es clara a Dn.7.13, 14. La nube es signo de la teofanía, es decir de una manera de venir gloriosa, divina.

d. El juicio Universal

Así como Dios en Zac. 14.5, el hijo del hombre vendrá "en su gloria, acompañado de ángeles", para juzgar al mundo (Mt.35.31-46). El juzga con poder absoluto, como Señor.

e. La naturaleza humana

El hijo del hombre no solamente s un ser divino, es también un ser auténticamente humano, que "come y bebe". (Lc. 7.34; Mt.11.19) y puede humanarse y sacrificar su vida (Mc. 10.45; Mt.8.20; 20.28; 17.22, 23). Como hemos visto generalmente en Ezequiel y otros textos del AT "hijo del hombre equivale a hombre". Jesús no se autodefine explícitamente "Hijo de Dios", sino "Hijo del hombre". Así insinúa su identidad humana-divina. Es plenamente hombre, totalmente hombre, salvo de pecado (Jn. 8.46). Y, es Dios, revestido de poderes y prerrogativas divinas. En Jesús lo divino se expresa en lo humano. Los poderes divinos los posee como humano. Juntamente como Dios y hombre juzga, perdona los pecados, da la vida. En Jesús Dios y el hombre están inseparablemente presentes y actuantes. El poder y resplandor de la persona divina, se oculta y se revela en su naturaleza humana.

10. JESUS ES EL VERBO SABIDURIA

En algunos textos Jesús se atribuye una sabiduría excepcional, superior a Jonás y de Salomón. "La reina del Mediodía, vino de los confines de la tierra a oír la sabiduría de Salomón, y aquí hay algo mas que Salomón" (Mt.12.42). Pero en otros textos se define la sabiduría misma, personificada. Por ejemplo: "Vino el hijo del hombre que come y bebe y dicen: Allí tenéis un comilón y un borracho, amigo de publicanos y pecadores. Y la sabiduría se ha acreditado por todos sus obras" (Mt.11.19). San Lucas dice: Y la sabiduría se ha acreditado por todos sus hijos" (Lc.7.35). El texto es un poco oscuro. Para unos autores, la Sabiduría es Jesús mismo. Esa sabiduría es reconocida por las obras, que Jesús realiza y las palabras que dice. O bien, es reconocido por sus "hijos", es decir sus discípulos que creen y sigue a Jesús. Cuando evangeliza a los pobres, Jesús no es un puro maestro de Sabiduría, sino es el hijo, la sabiduría misma, que revela los secretos de Dios. (Mt.11.25-30; Jn. 6.35).

San Pablo confirma esa idea. Mientras para los judíos Jesús es escándalo y para los griegos es una locura, para los elegidos es "Fuerza de Dios y sabiduría de Dios" (l Co.1.24, 30), en quien "están ocultos todos los tesoros de la sabiduría y de la ciencia" (Col.2.3). En san Juan la misma idea es expresada con otras palabras. Se dice que Jesús es la palabra, el verbo de Dios, el verbo de la vida (Jn.12.12, 14; 1Jn. 1.1; Ap. 19.13), la luz del mundo (Jn. 3.19; 8.12; 9.5; 12.26, 46), la verdad (8.12; 14.6; 18.37). El verbo esta en la intimidad de Dios. Para El, En El, y por El todo fue hecho. Este verbo se hizo carne y puso su morada entre los hombres. El es la palabra revelación última y definitiva de Dios. En el todo hombre puede encontrar la luz de la verdad y la vida. (Jn.1.1-8; Hb. i.1, 2; Fil. 2.6, 7).

11. JESUS ES EL YO SOY

En el AT Dios revela su nombre santo a Moisés: "Yo soy, yo soy" (Ex.3.14). El nombre indica la naturaleza misma de Dios "Yo soy" no es una definición abstracta o filosófica. Revela la actitud esencial de Dios hacia sus criaturas. Dios es presencia amorosa, salvadora, (Ex 3.12; Lv. 26.12). Ahora bien, sobre todo en Juan Jesús se define misteriosamente con el mismo nombre. He aquí algunos ejemplos: "Sino creéis que yo soy moriréis en vuestros pecados" (Jn. 8.24). "Cuando halláis levantado al Hijo del hombre, entonces sabréis que yo soy" (Jn. 8.28). "En verdad, en verdad os digo: antes de que Abraham existirá, Yo soy" (Jn. 8.58). Ved (Jn. 4.26; 6.20; 18.4-8; Mt. 4.27; Mc.14.62; Lc. 20.70; 24.39, etc.)

La misma resonancia se puede ver, cuando el "Yo soy" esta en posición enfática (Mt.5.22; 8.7; 10-16; Mc. 9.25; Lc. 8.46; 21.15; JN. 15.10; 8.11) o es seguido por un calificativo (Jn. 6.51; 8.12; 10.11; 11.25; 14.6, etc.). Usando su nombre divino, Jesús insinúa su divinidad. El tiene una existencia La misma resonancia se puede ver, cuando el "Yo soy" está en posición enfática (Mt. 5.22; 8.7; 10-16; Mc. 9.25; Lc. 8.46; 21.15; JN.15.10; 8.11) o es seguido por un calificativo (Jn. 6.51; 8.12; 10.11; 11.25; 14.6, etc.). El tiene una existencia y un poder divinos. Así como Dios en el AT es el único salvador y libertador, hacia la cual tendían toda la fe y la esperanza de Israel.

12. JESUS ES EL SENOR

En el NT la palabra Kyrios la encontramos 500 veces, con el significado amplio de dueño, amo, propietario, gobernador (Lc. 1.46;16.3-5; Mt. 9.38;13.27;Hc. 25.26;Ef. 6.5), y también el significado de maestro o rabí (Lc. 5.8,17; 7.13; 9.54; 10.1;13.8, etc). Jesus muy pocas veces se aplica ese titulo. Una vez lo hace, citando el salmo 110. El dice que el Mesías es Señor, y mas grande que David, de quien es hijo.(Mt. 22.43-45). Otra avez durante el lavamiento de pies "Vosotros me llamáis el Maestro y Señor, y decís bien porque lo sois, . Pues si yo el Maestro y Señor os he lavado los pies, vosotros también debéis lavaros los pies" (Jn. 13.13, 14). El nombre Kyrios es claramente un nombre divino. Los judíos cuando oran y leen la Torah, no pronuncian el nombre santo de Yahveh y lo sustituyen con el nombre "Adonai", que significa Señor mío.

Cuando la biblia es traducida al griego, el nombre divino es sustituido con el nombre Kyrios, Señor. Dios es Señor del cosmos y la historia. Señor de Israel y del hombre. La comunidad Cristiana primitiva, cuando descubre el día de la resurrección, la identidad profunda de Jesús, lo llaman habitualmente Señor. La profesión de fe pascual y el anuncio central del Kerigma es: "Jesús es Señor"(Hc. 2.36;Rm. 10.9;lCo.12.3;16.22;Ap. 22.20). Por su muerte y resurrección es constituido "Señor y Cristo" (Hc. 2.36). Jesús también, en cuanto hombre ha recibido, ha recibido y manifestado su divinidad y su señorío supremo sobre la humanidad y la historia. Así que: "toda rodilla se dobla en los cielos, en la tierra, en los abismos, y toda lengua confiese que Jesús es el Señor para gloria de Dios Padre" (Fil.2.10-11).

13. CONCLUSION

La predicación de Jesús no consiste solo en el anuncio del Reino. El también ha revelado su identidad humana y divina, presentándose como el revelador definitivo de Dios, enviado del Padre como Señor y Salvador del mundo. Su auto testimonio es parte de su "Buena nueva". Uno no puede ser cristiano y tener la vida, sino cree que Jesús es el Hijo de Dios hecho hombre, el Mesías Salvador y el Señor. (Jn. 20.30; lJn. 2:22; 4:2, 3,15; 5.1, 5).

 

 

Autor:

Joel Ching Meletz Jeshrum

La bella Guatemala protestante 2013

Partes: 1, 2
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