En síntesis, el Investigador Criminalista no es más que un recopilador de informaciones, las cuales después de su búsqueda y obtención procede a analizarlas e integrarlas como piezas de un rompecabezas, para llegar a conclusiones propias que luego debe verter y demostrar con fundamentos, ante un Juez que las evalúa críticamente para otorgarle o no, valor probatorio. Los elementos más generales del trabajo investigativo son: -Localización de evidencias, -Acercamiento a las fuentes de información, – Aplicación de Técnicas Operativas, –Comunicación Operativa, -Medidas de Seguridad; siendo sus características esenciales la intuición, la percepción, selección de fuentes de información, toma de decisiones y el abordaje.
Es argumento manido en toda exposición relacionada con la INVESTIGACIÓN CRIMINALISTICA, decir de manera trillada y mecánica, que se han de responder las conocidas y reiteradas siete preguntas básicas de la Criminalística, (en realidad son nueve) que son:
QUÉ ?
CUÁNDO ?
DÓNDE ?
CÓMO ?
QUÍEN? ó A QUÍEN?
CON QUÉ?
POR QUÉ? ó PARA QUÉ?
Pero la verdadera problemática mayor se presenta en dos aspectos esenciales que son: ¿Qué hacer? y ¿Cómo hacer? en cada caso específico por esclarecer. Por supuesto que dilucidar tal problemática fundamental, en realidad depende de la individualidad, especificidad y complejidad de cada hecho a investigar y ahí es donde determina la conjunción e integración del conocimiento criminalístico específico, la habilidad, la experiencia y el interés personal profesional del investigador criminalista, para obtener los elementos primarios que le permitan poder formular las hipótesis para establecer la Estrategia de Investigación y definir el llamado "Círculo de Sospechosos", a partir de los patrones de búsqueda de posibilidad, beneficios, interés, intencionalidad, necesidad, oportunidad, etc.; pero ineludiblemente extendiéndose la investigación a la obtención de medios de probatorios, tanto de cargo como de descargo, simultáneamente, o de lo contrario la investigación criminal y sus resultados pasan a ser no confiables por vicios de parcialización al violar los principios básicos de objetividad e imparcialidad, cuya integralidad busca solo el descubrimiento de la verdad objetiva histórica, por todos los medios legalmente posible y por mandato expreso del imperio de la Ley, refrendado en los artículos 108, 181, 182, 185, 281, 290 y 309 del Código Procesal Penal, en relación con el actuar investigativo del Ministerio Público y la policía.
CAPITULO V. LA ESCENA. Inspección de la Escena
Aunque no es el orden consecutivo estructural de la Criminalística, de interés esencial resulta la llamada Inspección de la Escena (Inspección Ocular, Reconocimiento del Lugar) y por ello será esta el punto de partida para sumergirnos un poco en algunas de las interioridades de esta compleja y amplia ciencia, para lo cual se debe diferenciar cuando estamos frente a las Escenas del lugar del suceso (de los hechos, del crimen, del suceso) y las Escenas del lugar del hallazgo, porque no siempre coincide el lugar de comisión con el lugar del descubrimiento.
Claro esta que no en todos los casos vamos a encontrar una escena a inspeccionar para encontrar en ellas indicios que nos permitan encauzar la investigación primaria o preliminar, en cuyo caso el enfoque investigativo inicial podría ser otro, quizás mediante análisis documental como en fraudes económicos o en pericias en casos de tenencias ilícitas ambulatorias ocultas en el cuerpo del sindicado, por solo citar un par de ejemplos frecuentes en los que la escena en si no es tan relevante, por ser de los llamados en doctrina, delitos formales.
Ahora bien, siempre ante toda escena, enfrentamos los mismos cinco problemas:
¿Quién dirige el trabajo de Inspección?
¿Quién la ejecuta?
¿Qué hacer?
¿Cómo hacerlo?
¿Está o no alterada la escena?
Nuestra legislación penal es clara y precisa en señalar que la dirección de toda la investigación que realiza la policía y el propio Ministerio Público, corresponde exclusivamente al Fiscal, según lo establecido en los artículos 107, 112, 113 y 289 del Código Procesal Penal, artículos 2-3, 42 y 51 de la Ley Orgánica del Ministerio Público y el artículo 10-1-N de la Ley de la Policía Nacional Civil y esa investigación la debe ejecutar la policía bajo la dirección y responsabilidad del Fiscal, de conformidad con los artículos 112 y 113 del Código Procesal Penal y artículos 9, 10, y 17 de la Ley de la Policía Nacional Civil. Pero de nada sirve estar investido del cargo, tener las funciones y el respaldo legal, si no se tiene el conocimiento técnico específico para enfrentar el trabajo a realizar en una escena o investigación cualquiera, o si teniendo el conocimiento se ejecuta la inspección o investigación con superficialidad, indiferencia o contra reloj.
El primer elemento a tener en cuenta es que toda escena siempre guarda alguna información valiosa, por mínima que sea esa información. No importa si se trata de una escena antigua por haber transcurrido mucho tiempo entre el momento del suceso y el momento de la inspección. No importa si es una escena alterada por contaminación de los que Locard acertadamente definió como "Manada de Búfalos" (a los que sin conocimientos o innecesariamente penetran a la escena). No importa si estamos ante una escena adultera intencionalmente para ocultar el suceso o para desvirtuar la investigación, ya sea mediante la borradura de evidencias o siembra de indicios falsos.
Pese a ese axioma criminalístico, de manera indebida y asombrosamente, aún se escucha o se lee en documentos oficiales, la increíble afirmación de que en la escena, después de inspeccionada, "no se encontraron (no habían) indicios o no se encontraron (no habían) huellas ningunas en lo absoluto" (ni siquiera las propias de los moradores del lugar o de la misma víctima) y ante esta falacia o falencia, fatalmente ahí termina el caso, sobre todo si es de los llamados "delitos en soledad" en los que categóricamente realmente no hay testigos y el investigador es de los que aún mantienen el error de considerar a la prueba testifical como la reina de las pruebas.
No existe crimen perfecto. Lo que da lugar a la impunidad son las investigaciones e inspecciones imperfectas (deficientes o insuficientes) que si existen como consecuencia del desconocimiento técnico criminalístico para la búsqueda de evidencias o por problemas personales de actitud de quien dirige o ejecuta la inspección o investigación, al realizarlas con negligencia o incompletas.
La profesional afirmación anterior en modo alguno significa que de inmediato puedan esclarecerse el 100% de los hechos delictivos a investigar, encontrando a su autor. Lo que significa es que siempre ninguna investigación criminalística se queda en cero información preliminar. De ahí parte la regla deductiva proporcional de: A mejor inspección e investigación, más posibilidades de información; a mayor información, más posibilidades de esclarecimiento. Y esto tiene dos requisitos Sine Qua Nom, que son: Conocimientos y Dedicación, es decir: Aptitud y Actitud. Si se hace todo lo necesario y se hace todo bien como es debido y está establecido, entonces jamás el investigador criminalista se queda "con las manos vacías" ante un caso.
Para demostrar y convencer de los antes expuesto, veamos someramente solo dos de las Bases fundamentales de la Investigación Criminalistica:
1-La verdad objetiva histórica es cognoscible y demostrable
No llegar a ella solo debe verse en Criminalística, como que algo ha faltado por hacer o que algo se ha
hecho mal. En ambos casos es responsabilidad exclusiva de quien dirige la investigación porque es
quien debe estar permanentemente atento a lo que se ejecuta y como se ejecuta, para su rectificación o
complementación inmediata u oportuna posterior.
2-La Ley de la Reflexión o Principio de Intercambio.
Acción y reacción. Relación de producción, reflejo, intercambio y correspondencia. Causalidad o
Consecuencia. Edmond Locard la llamó Teoría de la Transferencia, afirmando acertadamente que el
delincuente siempre aporta algo a la escena y se lleva consigo algo del lugar.
Toda Acción deja obligatoriamente un Reflejo. Por ello la Ausencia de Huellas es en sí misma una Huella
que nos indica la evidente posibilidad de la acción de adulteración intencional de la Escena y si por
ejemplo fue por borradura, la propia acción de tratar de eliminar las huellas y evidencias de la acción
original que se oculta, deja huellas y evidencias de su borradura, lo que en sí mismo es una evidencia o
información para desarrollar la investigación posterior, quizás preliminarmente dirigida a ¿Cómo se borró?,
¿Quién borró?, ¿Por qué lo hizo?, ¿Cuándo?, etc., y por ahí podría ser el comienzo de la investigación y
esclarecimiento del hecho en cuestión.
Lo expuesto permite finalizar con la comprobada afirmación categórica de que toda presencia humana o acto humano, deja evidencias y por ello obligatoria y necesariamente, esas evidencias pueden, deben y tienen que encontrarse en cualquier escena relacionada con un acto delictivo, siempre teniendo en cuenta la Lógica Criminalística, que no es más que la lógica de lo aparentemente ilógico, como se aprecia a continuación:
Lógica criminalística:
1-El lugar del suceso habla (las "cosas" hablan)
2-Los cadáveres hablan (los muertos hablan)
3-Tiempo que transcurre, verdad que huye (Locard), pero no desaparece
4-Las escenas contaminadas guardan información
5-Desconfianza ante todo, porque lo aparente o evidente, puede ser falso o erróneo
6-No prejuzgar: No descarte, No subestime nada ni a nadie. Todo es importante. Todos pueden ser el autor.
7-Lo inverosímil es posible.
8-No actuar por convicción o por pasión. Valorar con cuidado los instintos y las informaciones
9-No hay mínimo de pruebas o de muestras, porque a priori nunca hay suficiente
10-El valor individual de cada prueba, es solo relativo
11-Toda buena información tiene que ser comprobada
12-Paciencia y Perseverancia ante lo que requiera premura
13-Es obligatorio conjugar Intuición con legalidad
14-No basta con descubrir y saber, hay que demostrar
15-Jamás esté conforme con los buenos resultados de una investigación
Esta Lógica Criminalística, se aplica constantemente tanto en la búsqueda como en la valoración de los indicios y evidencias para la conformación y comprobación de las versiones (hipótesis), permitiendo el descubrimiento y conformación de las pruebas.
Pero además, a partir de la forma de actuar el delincuente en la escena, de la forma de comisión del crimen, se puede hasta llegar ha hacer un presunto retrato del perfil de la personalidad y estado emocional del autor, mediante la interpretación de sus actos y conducta, razonando deductivamente la asociación de hechos por la evidencia dejada.
Valor legal e importancia de las evidencias.
En un Estado de Derecho como el nuestro, el proceso penal constituye la recta y debida administración de Justicia de manera pronta y cumplida, lo que depende de la adecuada investigación que se realice, para demostrar y llevar a los juzgadores al convencimiento indubitable sobre la materialidad del delito con todos sus elementos, la identificación de su autor y la forma de participación de este en el hecho imputado y juzgado, lo que se ha de demostrar con pruebas irrefutables
En nuestro ordenamiento legal penal, existe la libertad probatoria (artículos 182, 183, 185, 186, 231, 281 y 315 del Código Procesal Penal). Por tanto, todo, cualquier cosa, es factible de ser aportado y aceptado como prueba, con el solo requisito de ser legal y pertinente (artículo 183 del Código Procesal Penal), siempre sin perder de vista aquello de -"Prueba única, Prueba Nula"- precisamente por su valor relativo.
Científicamente se puede establecer con certeza jurídica, el principio de intercambio de indicios entre víctima, victimario y el lugar de los hechos, determinándose su interrelación y correspondencia recíproca, por medio de las investigaciones criminalísticas en el lugar de los hechos y en el laboratorio, a partir de los indicios y evidencias. La credibilidad, confiabilidad y utilidad legal de los indicios y/o evidencias, esta dada en que es prueba científica material y por tanto, incorruptible, inalterable, reproducible y permanente. Todo lo contrario a los testimonios humanos.
Para su mejor comprensión resulta necesario establecer su Concepto:
"Indicio" proviene del latín indicium, y significa `señal de lo oculto`, signo aparente y probable de que existe alguna cosa y a su vez es sinónimo de seña, muestra o indicación.
En el orden técnico de la investigación Criminalística, al indicio se le conoce comúnmente por extensión, como sinónimo de vestigios, huellas, rastros, evidencia física o evidencia material, que conforma la prueba presunta. Locard los llamó `testigos mudos que no mienten`.
A los Indicios y Evidencias se les llama también Pruebas Físicas, por ser elementos materiales concretos que pueden ser analizados en los laboratorios y presentados para su valoración directa por los jueces de un tribunal durante el debate, por lo que al Dictamen Pericial sobre evidencias físicas también se le conoce como Prueba Científica.
Hallazgos de evidencias El hallazgo de evidencias materiales durante el proceso investigativo, ya sea durante la inspección ocular, allanamientos, ubicaciones por confesiones o entregas voluntarias, puede resultar en:
-Los instrumentos utilizados para la comisión del delito.
-En los objetos sobre los que recae la acción delictiva o vinculados a victima y victimario.
-En lugares relacionados con: El acto delictivo
Los instrumentos (procedencia, destino, ocultamiento, etc.)
Personas vinculadas directamente al delito (víctima, victimario, cómplices, Encubridores).
-En poder de terceros no vinculados al delito: Familiares, allegados, etc.
Etapas de trabajo
Los aspectos legales generales relacionados con la Escena, los podemos encontrar en el texto de los artículos 187, 188, 256, 314, 316 y 319 del Código Procesal Penal y en el artículo 20 del Código Penal y la importancia de la Escena por ser el centro de mayores probabilidades de hallazgo de evidencia, ya es conocido, por lo que no necesita comentarios adicionales al respecto. Pero, obligatoriamente y previo al inicio de la inspección ocular de un lugar, se debe tomar en consideración tres importantes etapas de trabajo relacionada con las escenas y evidencias, que son: la Preservación de la Escena, la Ejecución de la Inspección en si o propiamente dicho y la Cadena de Custodia de las evidencias.
Preservación de la Escena
La primera etapa de trabajo en una Escena, es su Preservación y esta consiste en las acciones o actos a realizar para tratar de conservar total y completamente inalterable el estado de las cosas, a fin de que la inspección pueda ser ejecutada posteriormente con mayor eficacia y facilidad.
Es cierto que la ausencia de preservación o la deficiente preservación, hace mucho más difícil la tarea de su posterior inspección Ahora bien, resulta completamente falso e inconcebible, el decir que una escena no preservada o mal preservada, no puede ser inspeccionada o que su inspección resultaría fallida o infructuosa. Tal afirmación en realidad puede poner de manifiesto la falta de voluntad para realizar la inspección o la intención de ocultar o justificar la falta de conocimientos técnicos de quien la debe realizar.
Es verdad que pueden presentarse elementos adulterantes de la escena, los que necesariamente tienen que ser adicionalmente comprobados para su descarte como evidencias, lo que aumenta el esfuerzo a realizar por quien dirige la investigación, por quienes realizan la inspección y para los propios peritos, pero al final del esfuerzo, en todas las escenas, siempre encontraremos indicios y evidencia útiles para el esclarecimiento del caso.
Ahora bien, una escena es como un campo minado: Nadie sabe dónde puede estar cada mina y moverse en su interior resulta peligroso porque puede hacer estallar una y en una escena las evidencias son el símil de las minas, por eso la preservación de una escena obligatoriamente tiene que hacerse bajo cinco sencillas reglas inexorables:
.-Mínimo acceso y mínimo contacto
.-Inspección estática
.-Despejar el área
.-Delimitación del área
.-Prohibición de acceso
-Mínimo acceso.
Una vez conocida la existencia de una escena, su comprobación debe hacerse mediante la penetración mínima al lugar. Nada justifica el andar husmeando o merodeando dentro de una escena. Esa es una tarea exclusiva para los especialistas. Por el contrario esa a veces aparente buena intención de `empíricamente` localizar informaciones y evidencias por parte de neófitos, casi siempre conlleva precisamente su destrucción o invalidez como presunta prueba para un debate ante un tribunal de justicia y con ello se puede provocar la impunidad del criminal autor.
-Mínimo contacto.
Es posible y comprensible que en algunos hechos para poder comprobar la existencia de una escena, exista la imperiosa necesidad de abrir una puerta, o ventana o de mover algo, para poder visualizar. En estos casuísticos casos extremos, el contacto ha de ser el mínimo y se debe recordar con precisión Qué se tocó exactamente, para poder informar a los investigadores posteriormente el lugar donde pueden estar nuestra huellas justificadamente, así como el estado original en que se encontraba antes de ser abierta o movida.
Debe tenerse muy presente, que un error muy divulgado es que el uso de guantes es la panacea para no destruir evidencias, lo cual es completamente falso. Los guantes solo tienen 2 funciones: 1) Evitar que quien los usa se contamine personalmente con algo procedente de la escena y que pueda afectar su salud o higiene; 2) Evitar que quien toca deje sus huellas. Pero el contacto de los dedos o mano enguantada con la superficie que sea, al tocarla, BORRA la huella que pudiera haber existido en esa área con la que el guante hace contacto.
-Inspección estática.
Como medida complementaria de las dos reglas anteriores, de manera muy rápida y sencilla, se debe realizar una visualización general y detallada, solo ocularmente, sin moverse el observador desde un punto fijo que le brinde alguna posibilidad panorámica, a fin de poder tener una idea global de la escena y ubicar con la vista la posible localización de macro evidencias a preservar de la intemperie y/o sustracción, como pueden ser quizás armas, sangre, cuerpos, papeles, valores, etc.
De igual manera se debe fijar mentalmente apreciaciones subjetivas que pueden naturalmente desaparecer en breve tiempo, como son por ejemplo: Olores, ruidos, temperatura ambiental, comentarios populares, etc.
También se deben fijar mentalmente apreciaciones y objetivas, tales como quienes estaban dentro de la escena al llegar a la misma, donde estaban y que hacían; quienes entraron a la escena posteriormente y por cual motivo lo hicieron; estado y orden de las cosas; qué se movió de su lugar y por qué; luces, estado de puertas y ventanas (abiertas, cerradas, semiabiertas), etc..
-Despejar el área
Una vez conformada mentalmente una idea general de la escena, el paso inmediato y urgente es el despeje del área. Nadie debe quedar dentro de ella.
-Delimitar el área de la escena
El primer elemento a tomar en consideración es que no existe medida alguna para delimitar una escena cualquiera. La extensión del área de una escena depende de la propia escena que enfrentemos y por tanto de la sagacidad y razonamiento lógico de quien tenga que hacer la preservación en un momento dado.
El área de la escena puede ser delimitada fundamentalmente a partir del ingenio de quien lo haga. Lo ideal son las conocidas cintas amarilla, pero no siempre se cuenta con ellas desde el primer momento, por lo que pueden ser usados como marcadores: lazos (sogas), cables eléctricos, alambres, colocación de objetos, ubicación de personas auxiliares voluntarias, marcas en el suelo, etc. Pero todo ello depende de la voluntad de quien preserve y de la autoridad que logre imponer en ese momento.
-Prohibición de acceso
Delimitada el área no se puede permitir el acceso de nadie, sin excepción, como única posibilidad exclusiva para poder garantizar su conservación sin alteración, con total inamovilidad de todo lo inicialmente encontrado y sin que la presencia humana añada nada a la escena, hasta la llegada de quien dirigirá su inspección. En ese momento se hace entrega del área informando de lo acaecido y conocido desde nuestra llegada al lugar hasta este momento.
Elementos contaminantes:
Los elementos contaminantes de una escena, didácticamente los he clasificados en lo que he dado en llamar las 5 P, solo para facilitar su explicación y recordación, las que resumidamente son:
1.)- P ERJUDICADOS.
Las propias víctimas, convivientes del lugar, sus familiares y vecinos, son siempre los mayores contaminantes
de una escena. Una veces por tratar de conocer la magnitud del estrago del delito cometido contra ellos,
otras por curiosos o por tratar de dar apoyo moral a la víctima.
Se dan frecuentes casos de familiares de víctimas de homicidios, que en su estado emotivo alterado,
llegan hasta a manipular los cadáveres
2.)- P ERSONAS extrañas
Las personas en general (vecinos, transeúntes, etc.) acuden masivamente a una escena por diferentes
Motivos: Por curiosidad, por morbosidad, algunos con la intención de brindar su ayuda a las víctimas o para
Voluntariamente colaborar con las autoridades que actúan, pero también algunos se acercan con el exclusivo propósito de delinquir, para ver que valores pueden sustraer de la escena. Peor aún, no son escasas las escenas en que personas interesadas se presentan en el lugar con el ánimo preconcebido de ocultar o alterar evidencias a fin de desvirtuar o confundir la investigación por malsanos intereses personales relacionados con cualquiera de los integrantes de la pareja víctima-victimario. Se dan también la llegada de los furtivos coleccionistas de macabros recuerdos de hechos delictivos. Y hasta en la historia de hechos criminales ha sido frecuente la presencia voluntaria disimulada del propio delincuente, a fin de poder justificar la existencia de sus huellas en la escena
3.)- P ARAMEDICOS.
Conocidos en nuestro medio popularmente como Bomberos. Incluye al personal de la Cruz Roja, Cruz Azul y servicios de ambulancias en general. Indiscutiblemente que todos tienen una loable y necesaria función de auxilio que debemos facilitar, apoyar y aplaudir. El problema está al Extralimitar sus funciones.
Su actividad esta concebida y justificada solo para salvaguardar vidas. Esa es su única y exclusiva función social. Pero ocurre que generalmente son los primeros en llegar a una escena, donde encuentra un evidente cadáver (decapitado, descuartizado, putrefacto, etc.). Incuestionablemente y sin lugar a dudas No hay vida que salvar, pero el Paramédico sin que sea su función, injustificadamente decide:
-Identificar a la víctima
Para lo cual manipula el cuerpo, lo cambia de posición, le registra las bolsas de sus ropas, extrae y lee documentos personales que acompañan al cuerpo, etc..
Peor aún, hasta en los casos de cadáveres ocultos en contenedores diversos (cajas, bolsas de nylon, maletas, tanques, vehículos, etc.) ¡Que son magníficos portadores de huellas! , los abren y manipulan, cortan los amarres, los tocan todo por doquier destruyendo fatalmente esas importantes evidencias.
-Establecer las causas de la muerte.
Esta es una función pericial exclusiva del Médico Forense o Médico Legista, pero contra toda lógica y razonamiento, de manera inconcebible frecuentemente se ve a los Paramédicos manipulando y revisando los cuerpos de los cadáveres productos de muertes violentas, para determinar empíricamente, tipo y cantidad de lesiones, posición corporal de cada herida, gravedad de cada herida, etc., lo cual además de violar lo establecido legalmente, resulta un absurdo injustificado que atenta directamente contra la posibilidad de esclarecer el hecho delictivo en cuestión.
Las causas de tales indebidas conductas que sin intención afectan la investigación criminal y redundan contra la justicia, internacionalmente son muy variadas pero todas injustificables, a saber: ignorancia de cómo actuar en una escena de crimen, negligencia en la observancia de su comportamiento y movimientos en una escena, simple curiosidad personal, búsqueda de relevancia mediante la salida de su imagen en los medios de información masiva. Lamentablemente en algunos lugares del mundo en la historia de la investigación criminal, tales injustificadas conductas indebidas hasta se han dado en aislados casos, para la de venta de información a órganos de prensa y funerarias y excepcionalmente el extravío de valores de las víctimas.
4.)- P RENSA
En toda sociedad democrática, los órganos de prensa en general, son un valuarte de gran importancia y
necesidad social, no solo para la divulgación en si, sino para el control equilibrado del propio estado, como
contrapartida fiscalizadora independiente. Por lo tanto, todos los ciudadanos le debemos respeto y debemos
procurar fervientemente que tengan facilidades para desarrollar su benefactor trabajo.
Pero siempre, el límite a toda actividad y derecho, es la Ley, que está muy por encima de todos y de todo en
cada país. La Ley tiene que ser imperiosamente acatada y cumplida por todos, sin excepción, o perdemos el Estado de Derecho. Y esto incluye a los órganos de Justicia, a los órganos de Policía, a los Ministerios Públicos o Fiscalías, etc., pero también a todos los órganos de Prensa. Es decir, sin distingos ni excepciones o privilegios.
En nuestro país la legislación es clara en cuanto al acceso de personas al procedimiento penal y a sus actos investigativos, garantizando así el legislador, no solo la imprescindible discrecionalidad durante la etapa preparatoria como resguardo elemental del principio de presunción de inocencia y protección a la dignidad humana, sino además para evitar la contaminación o destrucción de evidencia, así como para evitar la perturbación de los actos investigativos y hasta pensando en la fuga de información inicial esencial que pueda poner sobre aviso al criminal (Artículos 13, 14, 135 a-b, y 153 de la Constitución Política de la República, artículos 157, 314, 316 y 319 del Código Procesal Penal, artículos 222, 223 y 422 del Código Penal y artículo 7 de la Ley Orgánica del Ministerio Público).
Pero al surgir una escena que debe ser inspeccionada, de inmediato acuden los órganos de prensa que si bien tienen el derecho y el deber de conocer e informar, no tienen el derecho de penetrar y contaminar una escena. Las evidencias generalmente más importantes no son las visibles macroscópicamente, sino las evidencias latentes pendientes de detectar y revelar y las microevidencias, normalmente todas ellas de difícil visualización o de inimaginable lugar de hallazgo (por ejemplo: pelos aislados de bigotes, fragmentos minúsculos de un botón, el contorno tenue de una huella de calzado, etc., que son difíciles de ver y fácilmente adulterables por una pisada imprudente) pudiendo estar en cualquier lugar de la escena, por lo que hay que protegerla con estricto rigor. La filmación y cobertura periodística de una escena, no requiere el acercamiento físico del reportero o camarógrafo al cadáver o a cada evidencia, para eso existen los equipos de tomas a distancia con acercamientos focales.
El ejemplo mas fácilmente ilustrativo de lo anterior, son la cobertura periodística de los eventos deportivos. Nadie ha visto jamás a un camarógrafo dentro del campo de fútbol durante la celebración de un importante partido. Jamás nadie ha visto a un periodista dentro de un cuadrilátero de boxeo en medio de un combate. La cobertura y filmación se hace desde afuera, a distancia. Pues bien, una escena de crimen, es el símil al campo deportivo ya sea una escena cerrada o abierta. Dentro de la escena solo pueden estar los `jugadores` autorizados (peritos) y el `arbitro` (Fiscal o Juez). La Prensa tiene derecho pero solo desde afuera, por ello debemos brindarle cooperación y apoyo para que puedan hacerlo con visibilidad pero a distancia, buscándole una ubicación que facilite su desempeño sin penetrar a la escena en lo absoluto y radicalmente bajo ninguna excusa, para que no la contaminen y para que accidentalmente no destruyan evidencias. Esto en modo alguno puede manipularse para intentar hacer ver la falacia y/o falencia de que se les limita el acceso a las fuentes de información (artículo 35 de la Constitución Política de la República), pues si tienen el acceso para ver pero sin tocar para no dañar, como cuando se observa y estudia un sitio arqueológico Maya, el hecho no poder tocar y caminar directamente por entre los restos, vasijas y evidencias para directamente fotografiarlas de cerca y solo poder observarlas y estudiarlas con un cristal de por medio y a distancia prudencial delimitado por un cordón o barrera, no significa que no hay acceso al sitio o a la información que brinda y si se tratare de un sitio arqueológico recién hallado y pendiente de su completa exploración y estudio arqueológico, todos entendemos y aceptamos que la restricción de acceso directo sea mucho más estricta. Pues bien, una escena de un crimen puede ser perfectamente comparada con un sitio arqueológico, donde cualquier penetración humana no especializada, puede destruir importantísimas evidencias aún no protegidas por no haber sido detectada su ubicación por ser de difícil visualización con una simple mirada. Se podría resumir en que si tienen acceso a la información, pero, sin poner en riesgo la fuente de información.
5.)- P OLICIA
De manera involuntaria, con mucha frecuencia los propios agentes de la policía que concurren a preservar una escena, se convierten en nefastos elementos contaminantes, cuando por ejemplo, deambulan por toda la escena, tocan objetos, recogen por si mismo evidencias como armas, por ejemplo. Ocurre también con alguna frecuencia la llegada de otros agentes policiales, conocidos del que preserva o son sus jefes superiores y aunque nada tienen que ver sus funciones con la inspección a realizar en la misma, se les permite penetrar y permanecer como meros curiosos. O los que supuestamente deben preservar simplemente no imponen con rigor la prohibición de acceso a la escena, permitiendo la permanencia o ingreso de otros elementos contaminantes
Hasta es posible ver por los medios masivos de difusión, que en ocasiones la policía prepara una especie de exhibición de las evidencias encontradas en una escena o allanamiento, mostrado "ordenadamente" armas, cargadores, municiones, envoltorios con presuntas drogas en su interior, objetos robados y recuperados, etc., lo que provoca real impacto noticioso, pero conlleva la destrucción de cualquier huella dermopapiloscopica latente que pudo estar en su superficie, dificultando establecer legalmente el contacto físico de un sindicado con esas evidencias, ante un tribunal de justicia imparcial.
Independientemente de lo antes expuesto también puede ocurrir que el agente actuante en la propia inspección, si actúa con negligencia o impericia, puede destruir evidencia, como es el caso de los empastelamientos de huellas dermopapiloscópicas al momento de su revelado.
Evidentemente, el hecho de que la propia policía pueda convertirse en un elemento contaminante, puede ser debido a desconocimiento, negligencia, imprudencia o simple curiosidad humana. Pero esto tiene que ser evitado a toda costa.
Ejecución de la Inspección (Reconocimiento del lugar)
Métodos de inspección
Llegado el momento de la inspección como tal, el trabajo ha de realizarse de forma planificada y organizada, pero por sobre todo bajo un mando único. Todo el trabajo de inspección ha de realizarse bajo estricta dirección y supervisión constante y sistemática, pero solo una persona exclusivamente podrá realizar esa tarea asumiendo la completa responsabilidad de todo cuanto se hará, lo que debe quedar bien definido desde el primer instante evitándose el conflicto confrontativo de ¿Quién dirige? y ¿Quién ejecuta? en cada acto o área. En nuestra legislación esta definido que la investigación y por tanto la inspección como parte de ella, la dirige específicamente el Fiscal o el Juez de Paz cuando corresponda (Artículo 251 de la Constitución, artículos 8, 46, 107, 110, 113, 144, 155, 195, 309 y 319 del Código Procesal Penal, artículos 2, 3, 6, 29, 30, 40, 45, 48, 50 y 51 de la Ley Orgánica del Ministerio Público y artículos 10-a, 10-2-f y 12 de la Ley de la Policía Nacional Civil) y la ejecución es función de la policía (Artículos 109, 112, 113 y 114 del Código Procesal Penal, artículos 40 y 51 de la Ley Orgánica del Ministerio Público, artículos 9 y 10 de la Ley de la Policía Nacional Civil y artículo 17 del Reglamento Orgánico de la Policía Nacional Civil). En otros países en los que ni el Fiscal ni el Juez acuden a las escenas, generalmente es designado como Jefe del equipo operativo (Guardia Operativa, Equipo de Turno, Grupo de Trabajo, etc) el perito trazólogo de mayor experiencia o un llamado Instructor Policial, pero siempre toda la dirección, control y responsabilidad tiene que ser unipersonal obligatoriamente. Si cada una de los participantes presentes en una escena actuan por su cuenta y criterio, se pierde el control general integral y los resultados finales pueden ser contraproducentes
El dirigente de la inspección al llegar a la escena, debe proceder de inmediato a recabar información de quien hubiere preservado la escena, realiza por si mismo una ágil inspección estática panorámica, determina la vía de acceso, el método de inspección que se aplicara, designa las tareas de cada uno de los participantes y decide en que orden ingresaran a la escena.
Los métodos más comunes de inspección de escena aparecen descritos en todos los manuales relacionados con la investigación criminalística, por lo que para no ser repetitivo con la que ya se sabe y se ha publicado hasta el cansancio, solo los mencionaré, pero me detendré un poco en la necesaria explicación y justificación de la imprescindible y poco usada `Senda de Acceso´.
Las escenas pueden ser abiertas o cerradas, extensas o limitadas, públicas o privadas, en lugares aislados o concurridos, accesibles o de difícil acceso; pero en cualquiera de ellas se ha de determinar cual será el método o métodos combinados que han de ejecutarse. Bien puede ser el Circular o en Espiral (Concéntrico o Excéntrico), Lineal o por Franjas, Frontal o de Peine, el de Cuadriculación, por Zonas o Sectores, el Radial (Concéntrico o Excéntrico) o el de Punto a Punto (de Evidencia a Evidencia o Zigzag). Todos los métodos son validos en dependencia del lugar a inspeccionar y en algunos casos pueden combinarse métodos.
Senda de Acceso
Es error frecuente que al llegarse a una escena, con gran desespero se comience a marcar con tablillas numéricas todas y cada una de las evidencias visibles macroscópicamente, o que de inmediato se decida realizar la inspección en sentido Excéntrico (de un determinado punto interior hacia afuera). Y no es que eso sea completamente indebido, el problema surge al caminar de una evidencia a otra para marcarla o al ingresar hasta el punto interno desde donde comenzará la inspección Excéntrica, sin tener en cuenta la real probabilidad de la existencia de huellas latentes no visibles o microscópicas, que serán inexorablemente destruidas al ser pisoteadas en ese trayecto hacia el punto interior (Ejemplo: el cadáver, o el boquete o fractura principal en un mueble o pared, etc.) o al trasladarse entre una evidencia visible a otra que se quieren marcar.
La sencilla solución a ese error o problema es establecer prioritariamente la ´Senda de Acceso" si se decide el sentido Excéntrico de inspección, o iniciar con el marcaje de las evidencias visibles para después inspeccionar la escena, o realizar la inspección con el método de Punto a Punto.
La `Senda de Acceso` no es más que la selección de un punto externo que servirá para el ingreso al área de la escena y partir de ese punto se comienza a avanzar hacia su interior por una senda imaginaria de no más de 1 metro de ancho. Al avanzar por esa senda o camino trazado, antes de dar cada paso previamente se inspecciona detalladamente palmo a palmo el pequeño tramo que nos quede a la vista e inmediatamente a la posición estática que ocupamos. Hecha la revisión del tramo subsiguiente, avanzamos lentamente paso a paso con revisiones consecutivas, hasta llegar al punto que queremos y de ahí se inicia entonces la formal inspección.
Proceso de trabajo en la escena
El trabajo en la escena, conlleva ineludiblemente un proceso consecutivo para hallar y obtener las imprescindibles evidencia que guarda, que por su orden es:
..-Búsqueda
..-Revelación
..-Fijación
..-Extracción
..-Embalaje
-Búsqueda.
Consiste en el examen completo y meticuloso del lugar, con el fin de encontrar todos los indicios y huellas posibles para determinar su relación con el hecho y aquellas que necesariamente debieran estar presente (Por ejemplo, un cadáver con herida abierta conlleva manchas de sangre), por lo que no es más que la exploración del área para la localización de las evidencias, mediante un acucioso acto cognoscitivo compuesto de Mirar, Ver y Observar, utilizando secuencias ordenadas, ángulos de inclinación, ángulos de iluminación, medios ópticos, reveladores químicos, exploradores diversos, imanes, etc., con fin de poder establecer ¿Qué falta?, ¿Qué sobra?, ¿Qué está cambiado, movido o alterado?, ¿Qué ha sido tocado?. lo que permitirá descubrir las huellas latentes, ocultas o vestigios mínimos, para su análisis intelectual primario valorando su posible relación con el hecho y posterior comprobación en laboratorio.
-Revelación.
Es hacer visible y destacado lo que no era apreciado nítidamente a simple vista. Los métodos para el revelado de huellas latentes son muy variados, pero bastantes conocidos, como son los polvos contrastantes, vapores, luminol, etc. . Su selección y aplicación específica, depende fundamentalmente del tipo de huella que sea y del tipo y color de la superficie portadora. El tipo de revelador que se ha aplicar en cada caso, lo determina el perito según su especialidad.
-Fijación.
Consiste en la plasmación documental de toda la escena y de cada una de las evidencias encontradas y de su exacta ubicación dentro de la escena.
Puede hacerse mediante una extensa Acta descriptiva detallada, o mediante Croquis ( a Mano Alzada, con Leyenda, o a Escala), por Planimetría, mediante Fotografía (de Orientación -circular o lineal-, de Revista, Central, o Detallada), o mediante las Filmaciones (diversos formatos de videos o en acetato de 16mm -actualmente en desuso-).
En algunos lugares he visto al inspeccionar escenas, en las que quien la dirige cuenta con un auxiliar a su lado que con micrófono abierto graba todo lo que se escucha y se dice en la escena, al mismo tiempo que ese auxiliar tiene como misión exclusiva el hacer una detallada narración oral descriptiva de forma consecutiva sin interrupciones, sobre todo lo que va mirando en la escena y de los hallazgos que se producen. Esta forma de fijación no es muy confiable por si misma y además después hay que trascribirla a un Acta, por lo que raramente es usada.
-Extracción.
También conocida como Recolección, es el momento culminante del trabajo de Inspección de la Escena. Se procede a extraer de la escena la evidencia encontrada, para su envió a los laboratorios donde los peritos realizaran su análisis valorativo definitivo.
-Embalaje
Es el real inicio legal de la llamada `Cadena de Custodia` (artículos 187, 195, 198, 201 y 237 del Código Procesal Penal) que dará credibilidad y confiabilidad a la evidencia en los Estrados del Tribunal al que serán presentadas al finalizar el proceso penal incoado, por lo que en realidad es un requisito procesal esencial para garantizar la autenticidad de la evidencia durante el posterior Debate del Juicio Oral y Público, habiendo sido recolectada con anterioridad al inicio de la investigación.
Resulta primordial establecer el tipo de embalaje según el tipo de evidencia, pero muy por encima de eso esta la debida y exacta descripción e identificación, tanto de la evidencia contenida como del embalaje contenedor. Así como la identificación del Caso, Expediente, Proceso o Causa. Lugar de procedencia, destino, forma de traslado y la descripción minuciosa de cada movimiento o manipulación que legalmente se haga de la evidencia, como por ejemplo: Pericias, Reconocimientos, etc.
La secuencia del manejo adecuado de la evidencia para garantizar la cadena de custodia, es:
IDENTIFICACIÓN – ETIQUETADO (caso, contenido y conteniente)
CONTEO
ENTREGA
TRANSPORTE
RECEPCION
INVENTARIO
CONSERVACIÓN
MOVIMIENTOS
MANIPULACIÓN
TRANSFORMACIÓN
Manejos de las evidencias
Las técnicas de extracción (recolección), embalaje y traslado de evidencias, son muy variadas y particulares, por lo que siempre debe hacerlo un Perito.
Solo con la intención de ilustrar un poco sobre su complejidad y variedad, a continuación se exponen algunas recomendaciones generales resumidas, a partir de esas técnicas para la recolección (extracción) y embalaje de evidencias encontradas en las escenas:
-Fluidos biológicos: Evitar contacto entre sí para que no se contaminen ni alteren. La entrega al laboratorio de destino debe ser con inmediatez y dejar secar a la sombra y sin fuente de calor artificial cercana. Preferiblemente transportar en frío. No embalar en contenedores plásticos, solo vidrio. Recolectar con jeringa gotero o cuchara. No agregar nada.
Restos biológicos sólidos: Preferiblemente raspar con metal y embalar en papel. Se debe tomar muestras de la superficie de sustentación cercana pero limpia de contaminantes y restos. Se puede humedecer la muestra con solución salina recogiéndola con hisopo, algodón o gasa y de inmediato dejar secar, antes de embalar.
Prendas de vestir y telas: No sacudir, Secar a la sombra, al aire y distendido. Al doblarlas proteger las manchas secas separándolas con papel para protegerlas. Cada prenda por separado. Embalar solo en bolsas de papel
Armas de fuego: Tomar por el guardamonte o por la empuñadura si es rugosa. Embalar en cajas de cartón con sujeción atándola a la altura del cañón y de la empuñadura. Cuidado esté cargada. No alterar impresiones latentes.
Proyectiles o cartuchos (vainas, cascabillos): Utilizar pinzas de puntas cubiertas. Embalar por separado cada una en cajas de cartón o bolsa plástica. No altere impresiones latentes. Evite roces o raspaduras. No marcar sobre su superficie.
Armas blancas: Tomar por la parte externa superior de la empuñadura y la punta de la hoja. Embalaje en cartón con sujeción. Poner duroport o cinta para proteger la punta.
Líquidos: Recolectar con gotero o jeringa. Embalar en frascos de plástico o vidrio. No agregar ningún elemento a la muestra.
Bolsas de nylon, cintas y cables: Tomar por una esquina con pinzas. Embalar en bolsa de papel. Cuidado con impresiones latentes tanto en el exterior como en su interior.
Cabellos, pelos, cerdas y fibras: Tomar con la mano enguantada y pinzas de puntas blandas. Embalar en sobres de papel, separadas según punto de hallazgo. No hacerles dobleces y no adherir cintas u objetos pegantes.
Lazos, cuerdas, sogas: Tomar con guantes o pinzas. Embalar en bolsas de papel. No desatar los nudos y proteger las puntas.
Impresiones dactilares. Revelar usando los reactivos según la superficie en que se encuentre. Verificar si puede ser trasplantada o no. Si puede ser levantada, hacerlo con cinta y adhiérala al transportador pero que sea de color contrastante y sin frotarla. Si no puede ser levantada, intentar trasladar la superficie sustentadora, de lo contrario debe ser trabajada en el lugar. No marcar sobre el transportador o la cinta de levantamiento.
Vidrios: Con guantes tomar por los bordes. Trasladar en caja de cartón con sujeción que inmovilice para evitar fracturas.
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