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Liderazgo, procesos grupales hacia la meta y desempeño competitivo. Béisbol (Cuba) (página 2)


Partes: 1, 2, 3, 4

Las dimensiones del estilo se refieren al grado de centralización o descentralización ejercido por el DT en el proceso de toma de decisiones. Vale decir, el grado en que estimula o establece límites y restricciones a la participación de sus subalternos en dicho proceso. Las dimensiones incluyen además su mayor o menor orientación a la realización efectiva de tareas fundamentales para la consecución de las metas, y a la consideración de los sentimientos de los subalternos mediante el desarrollo de interacciones emocionales. Finalmente, las dimensiones del estilo se refieren a su vez, al grado de severidad en la aplicación de medidas correctivas o disciplinarias relacionadas con las faltas cometidas. Las actitudes de la membresía hacia tales aspectos son medidas mediante un diferencial semántico de Osgood.

3.3.1.7) Integración sociométrica funcional y emocional de la membresía de un grupo

Como ya planteamos en el marco teórico de esta investigación, hemos considerado en nuestro trabajo, que la mejor expresión de la integración sociométrica en cualquiera de sus planos, lo constituye la proporción de miembros que posee una integración adecuada. Es decir, aquellos que tienen un Status Sociométrico (Sp) alto o al menos medio, considerado a partir del grado de significación de la proporción de preferencias que el grupo le expresa. Será medida mediante la utilización de procedimientos sociométricos. Mayores especificaciones relacionadas con este asunto están contenidas en la sección correspondiente a las técnicas de investigación.

3.4) Hipótesis investigativa:

El desempeño competitivo de los equipos, en términos de la proporción de juegos ganados, será superior en la medida en que resulten más favorables las variables especificadas en nuestro problema de investigación. Esto es:

— Las actitudes de la membresía hacia las dimensiones del estilo de su Director Técnico

— La proporción de miembros que satisfacen alguna de las dimensiones de la Condición de Líder de grupo en las situaciones de juego. Así como:

— Los niveles de integración sociométrica funcional y emocional de la membresía

Como ya se ha señalado, para validar esta hipótesis debieron controlarse una serie de variables intervinientes en los resultados competitivos colectivos, las cuales fundamentaremos al explicar la metodología investigativa de este trabajo, en la sección correspondiente al control de variables.

3.4.1) Fundamentación de la hipótesis.

Fundamentaremos esta hipótesis en relación con cada una de las diferentes variables de rendimiento consideradas. El nexo hipotetizado entre el liderazgo a nivel del grupo y los resultados competitivos alcanzados por los equipos, se fundamenta en los siguientes términos: Como ya hemos planteado, la Condición de Líder Natural implica recibir un Respaldo significativo de manera espontánea por parte del grupo, realizar Aportes de significación a la tarea que el grupo realiza e Influir y Motivar a los restantes miembros para la consecución de la meta. Quiere esto decir que si dentro del equipo existen miembros con capacidad para arrastrar al grupo espontáneamente, y activar las reservas motivacionales, los recursos y el potencial de la membresía, ello se convertirá en un factor importante para el incremento de las acciones necesarias orientadas a un mayor desempeño, toda vez que el rendimiento competitivo de los equipos que colectivamente se mueven en la dirección de una meta, no depende solamente de las habilidades individuales de los atletas, y del plan técnico-táctico y estratégico del juego. Por otra parte, el nexo hipotetizado entre los resultados alcanzados por los equipos y los niveles de integración grupal en los planos funcional y emocional, así como el nexo existente entre las actitudes de los miembros hacia los patrones característicos de las dimensiones del estilo de sus Directores Técnicos, y los resultados competitivos alcanzados, se fundamenta en los hallazgos de Casales y Álvarez (2014).

3.5) Metodología de la investigación.

3.5.1) Tipo de investigación.

Seleccionamos un diseño de investigación no experimental y transversal. Sobre esta base, el tipo de investigación a realizar fue correlacional. Este tipo de estudios tiene como propósitos medir el grado de relación que existe entre dos o más variables en un contexto particular. (Véase Garrett, 1974). La utilidad y el propósito principal de los estudios correlacionales es saber cómo se puede comportar un concepto o variable conociendo el comportamiento de otra u otras variables relacionadas. Lo anterior se ajusta a los fines de nuestra investigación, ya que tenemos como propósito medir el grado de relación existente entre las diferentes variables de nuestro estudio.

3.5.2) Universo y muestra de estudio.

El universo de estudio de la presente investigación fue la 53 Serie Nacional Cubana de Béisbol, en su etapa clasificatoria, campeonato que tuvo lugar de Noviembre del 2013 hasta Enero del 2014. Este campeonato se realiza con una frecuencia anual y en la actualidad participan un total de 16 equipos, representantes de las diferentes provincias del país, teniendo en cuenta la División Política Administrativa del mismo (15 provincias y un municipio especial). Estos equipos están conformados por un cuerpo técnico y 32 jugadores. (Véanse las Estadísticas Oficiales de la 53 Serie Nacional Cubana de Béisbol, 2013). En el Anexo 1, aparece la composición de todos los equipos del universo de estudio. El cuerpo técnico está integrado generalmente por el Director del equipo, un auxiliar, tres entrenadores, un carga bates, un médico, un fisioterapeuta, un psicólogo, y un delegado. En relación a los jugadores, solo 25 conforman la nómina más estable, que viaja con el equipo a todos los enfrentamientos en las diferentes provincias. El estudio se realizó sobre la base de estos. Durante la etapa clasificatoria del torneo, los equipos juegan todos contra todos. Los enfrentamientos consisten en 3 juegos consecutivos que se realizan en la sede de uno de los dos equipos, por lo que cada equipo efectúa un total de 45 juegos.

3.5.2.1) Selección de la muestra.

Seleccionamos una muestra no probabilística, en vista de que todos los equipos no tuvieron la misma posibilidad de ser escogidos (solo fueron incluidos aquellos que fueron accesibles a los investigadores en la etapa de las aplicaciones, de acuerdo con su calendario de juegos). Hubiese sido deseable incluir la totalidad de los 16 equipos, sin embargo, resultaba prácticamente imposible el desplazamiento hacia todas las sedes provinciales, y seguir el movimiento constante de estos a través de las diferentes provincias, considerando además la presión de tiempo a que estaban sometidos. Pero, a pesar de dichas limitaciones, pudimos conformar la muestra con 12 de los 16 equipos intervinientes en el campeonato. De estos, fueron incluidos 7 de los 8 clasificados (Industriales, Matanzas, Villa Clara, La Isla, Holguín, Santiago y Artemisa). y 5 de los no clasificados (Ciego, Las Tunas, Camaguey, Guantánamo y Sancti Spiritus). Quedaron excluidos: Pinar del Rio (del grupo de clasificados) y Mayabeque, Granma y Cienfuegos (del grupo de los no clasificados). Para una caracterización y análisis de los resultados de los equipos clasificados, véase el trabajo de Lage (2014), mientras que la caracterización y análisis de los no clasificados, se encuentra en el trabajo de Yumar (2014).

Como es conocido (Hernández, Fernández y Baptista, 1998), una muestra seleccionada sobre la base de este criterio, tiende a estar sesgada, lo cual constituyó una de las limitaciones del presente estudio. Por tanto, no se podía asumir que dicha muestra resultaría representativa de la población de la cual se extrajo (equipos participantes en la 53 Serie Nacional de Béisbol, en su etapa clasificatoria). De manera que los resultados y conclusiones del estudio se circunscriben a los equipos estudiados, sin que se puedan realizar inferencias sobre la población como un todo. A pesar de esto, al incluir 12, de los 16 equipos posibles, consideramos que obtuvimos una representación bastante amplia del campeonato en su conjunto.

3.5.2.2) Control de variables.

Para el desarrollo de la investigación y la validación de nuestra hipótesis, se hizo necesario controlar tres grupos de variables que podían afectar el rendimiento competitivo de los equipos, y en consecuencia dar al traste con las relaciones entre las variables formuladas en nuestro problema investigativo. Estas fueron, en cuanto al primer grupo, Variables Socio Demográficas como: (Edad, Escolaridad, Tiempo en el equipo de cada jugador, Cantidad de Series Nacionales de cada jugador y la Experiencia Colectiva del Equipo, calculada sobre la base del promedio de series nacionales de sus jugadores).

En cuanto al segundo grupo de variables controladas, se trataba de Variables Técnico-Tácticas de Rendimiento Individual en la competencia previa. Entre estas consideramos la Proporción de Jugadores de Alto Desempeño en la serie 52, incluidos en la nómina de cada equipo (de la presente Serie 53). Para esto se tuvo en cuenta el promedio de bateo en dicha serie, el promedio de pitcheo (en cuanto a las carreras limpias permitidas) y el promedio de pitcheo en cuanto a la proporción de juegos ganados y perdidos por cada lanzador.

De manera que en el Promedio de Bateo, consideramos la Proporción de Jugadores de Alto Desempeño presentes en la nómina inicial de cada equipo. En cuanto al Promedio de Pitcheo (en base al Promedio de Carreras Limpias permitidas por juego), consideramos la Proporción de Jugadores de Alto Desempeño presentes en la nómina de cada equipo, y en cuanto al Promedio de Pitcheo (en base al Promedio de Juegos Ganados y Perdidos), consideramos la Proporción de Jugadores de Alto Desempeño presentes en la nómina de cada equipo.

Para la consideración de los jugadores de Alto Desempeño (en cada una de las tres categorías anteriores) incluidos en la nómina inicial de cada equipo, tomando como base su desempeño en la Serie 52, partimos de las estadísticas oficiales reflejadas en la Guía Oficial de Béisbol de la Serie 52, la cual refleja, la relación de los Primeros Bateadores, los Primeros Lanzadores (en Promedio de Carreras Limpias permitidas) y los Primeros Lanzadores (en Promedio de Juegos Ganados y Perdidos). Véase CINID-INDER (2013).

En el Anexo 2 aparece la relación de los primeros bateadores de la Serie Nacional 52. En el Anexo 3 aparece la relación de los primeros lanzadores (en base al promedio de carreras limpias permitidas) de la Serie Nacional 52. En el Anexo 4 aparece la relación de los primeros lanzadores (en base al promedio de juegos ganados y perdidos) de la Serie Nacional 52.

En cuanto al tercer grupo de variables controladas, se trataba de Variables Técnico-Tácticas de Rendimiento Colectivo en la Competencia Actual (Serie 53), como: Promedio Colectivo de Bateo (Anexo 5), Promedio Colectivo de Pitcheo, sobre la base de las carreras limpias permitidas por los lanzadores (Anexo 6) y Promedio Colectivo de Fildeo (Anexo 7). (Véase: Béisbol. 53 Serie Nacional Cubana, 2014).

3.5.2.2.1) Fundamentación de la importancia del control de las variables definidas por nosotros.

3.5.2.2.1.1) Edad

Se refiere a los años de vida de cada jugador (edad cronológica). Esta variable se controló (véase Casales y Álvarez, 2014), en vista de que al tratarse de grupos deportivos, el mayor o menor rendimiento de estos, podía estar dado por la proporción de atletas más o menos jóvenes dentro del equipo, tomando en consideración que es un deporte en el que los jugadores requieren mantener buenas condiciones físicas, agilidad (rapidez de movimientos y reacción) así como destrezas, fuerza y resistencia. En resumen, la edad puede influir en el desempeño individual y, como consecuencia, en los resultados competitivos de los equipos.

3.5.2.2.1.2) Escolaridad

La variable nivel de escolaridad, se refiere (ver Casales y Álvarez, 2014) al total de años académicos cursados por los individuos, en los programas (sistemas) formales de estudios en nuestro país. Esta variable se controló debido a su incidencia en el desarrollo cognoscitivo de las personas, y por tanto en su capacidad para comprender las estrategias de juego, comunicarse adecuadamente, evaluar correctamente las situaciones críticas que se presentan durante las competencias, entre otras, por lo que puede afectar también los resultados competitivos.

3.5.2.2.1.3) Experiencia individual de los atletas en ese deporte.

Esta variable fue medida de acuerdo con Casales y Álvarez (2014) como la cantidad de campeonatos anteriores en los que habían participado los miembros. En esta investigación se consideraron las Series Nacionales. La mayor experiencia en el deporte (individual y colectivo) puede influir en los resultados competitivos ya que se encuentra asociada con un mayor desarrollo de las habilidades necesarias para el éxito en el juego.

3.5.2.2.1.4) Tiempo en el equipo de cada jugador

Esta variable fue medida (ver Casales y Álvarez, 2014) en función de la cantidad de años durante los cuales los individuos han jugado con el equipo al que pertenecen actualmente. En consecuencia, puede estar relacionada con un factor de "team work". Trabajar (entrenar y competir) juntos durante mucho tiempo, mejora las coordinaciones, el acople mutuo y facilita el entendimiento de los jugadores en las situaciones de juego (especialmente en situaciones críticas). Sin dudas, este factor, casi intangible de "team work" puede influir en los resultados competitivos.

3.5.2.2.1.5) Proporción en cada equipo de jugadores de alto desempeño en la competencia del mismo tipo, previa a este campeonato. (Serie 52). (Véase CINID-INDER, 2013).

Como es natural, puede suponerse que a mayor proporción de jugadores de alto desempeño que inicialmente integra la nómina de un equipo, este alcanzaría mejores niveles en sus resultados competitivos, en comparación con otros equipos que posean jugadores menos estelares. Aunque ello, no puede considerarse como una regla fija ni ecuación invariable, ya que los determinantes de los resultados de los equipos participantes en una competencia puede ser función de diversos factores, constituye no obstante, una condición que no debe dejar de controlarse, ya que sin dudas, estos jugadores resultan habitualmente esenciales en cualquier conjunto, por todo lo que podrían aportar al resultado competitivo del mismo. (Los Directores Técnicos siempre toman en consideración esta circunstancia).

Esta variable se consideró con respecto a dos áreas claves de los resultados competitivos del béisbol, estas fueron el bateo y el picheo.

a) En cuanto al Bateo (Ave.). (Lo representamos como Jb).

Para considerar la proporción de jugadores de alto desempeño en base al bateo, en la nómina inicial de cada equipo, partimos del "average" o promedio individual, obtenido por los bateadores del equipo en su actuación durante la serie anterior a la estudiada. Como ahora estamos estudiando la Serie 53, en su Etapa Clasificatoria, entonces este indicador se refiere al desempeño en base al bateo de los jugadores en toda la Serie 52 (Clasificatoria + 2da Ronda 1ra División), conforme la información que aparece en la Guía Oficial de la 52 Serie Nacional de Beisbol en el 2013. (Ver pag. 62). (CINID-INDER, 2013) (Véase Anexo 2). Ahí aparecen los Primeros Bateadores (con 230 o más comparecencias al bate). De manera que el valor de Jb se refiere a la proporción de jugadores que posee cada equipo en dicha relación. La proporción se calcula sobre la base de los 25 jugadores que viajan a todas partes con el equipo, según criterio del manager (DT) del equipo.

Esta variable se controla, en vista de que mientras mayor la proporción de bateadores de un equipo, que en la competencia anterior estuvieron ubicados en la lista de los primeros bateadores, es más probable que el desempeño competitivo del equipo se vea favorecido por tal condición.

b) En cuanto al pitcheo:

b-1) Proporción de Jugadores de alto desempeño, en base al pitcheo, considerando el promedio de carreras limpias permitidas. Lo representamos como JPcl

Para considerar la proporción de jugadores de alto desempeño en base al pitcheo, en la nómina inicial de cada equipo, partimos del promedio individual, obtenido por los lanzadores del equipo en cuanto a las carreras limpias permitidas, por cada juego de 9 entradas, en su actuación durante la serie anterior a la estudiada. Como ahora estamos estudiando la Serie 53, en su Etapa Clasificatoria, entonces este indicador se refiere al desempeño en base al pitcheo de los lanzadores en toda la Serie 52 (Clasificatoria + 2da Ronda 1ra División), conforme la información que aparece en la Guía Oficial de la 52 Serie Nacional de Beisbol en el 2013. (Ver pag. 63), (CINID-INDER,2013) (Véase Anexo 3). Ahí aparecen los Primeros Lanzadores (con 85 o más entradas lanzadas). De manera que el valor de JPcl se refiere a la proporción de lanzadores que posee cada equipo en dicha relación. La proporción se calcula sobre la base de los 25 jugadores que viajan a todas partes con el equipo, según criterio del manager (DT) del equipo.

Esta variable se controla, en vista de que mientras mayor la proporción de lanzadores de un equipo, que en la competencia anterior estuvieron ubicados en la lista de los primeros lanzadores, en base al promedio de carreras limpias permitidas, es más probable que el desempeño competitivo del equipo se vea favorecido por tal condición.

b-2) Proporción de Jugadores de alto desempeño, en base al pitcheo, considerando el promedio de juegos ganados y perdidos de cada lanzador. Lo representamos como JPgp

Para considerar la proporción de jugadores de alto desempeño en base al pitcheo, en la nómina inicial de cada equipo, partimos del promedio individual, obtenido por los lanzadores del equipo en cuanto a juegos ganados y perdidos, en su actuación durante la serie anterior a la estudiada. Como ahora estamos estudiando la Serie 53, en su Etapa Clasificatoria, entonces este indicador se refiere al desempeño en base al pitcheo de los lanzadores en toda la Serie 52 (Clasificatoria + 2da Ronda 1ra División), conforme a la información que aparece en la Guía Oficial de la 52 Serie Nacional de Beisbol en el 2013. (Ver pag. 64). (CINID-INDER, 2013) (Véase Anexo 4). Ahí aparecen los Primeros Lanzadores (con 85 o más entradas lanzadas). De manera que el valor de JPgp se refiere a la proporción de lanzadores que posee cada equipo en dicha relación. La proporción se calcula sobre la base de los 25 jugadores que viajan a todas partes con el equipo, según criterio del manager (DT) del equipo.

Esta variable se controla, en vista de que mientras mayor la proporción de lanzadores de un equipo, que en la competencia anterior estuvieron ubicados en la lista de los primeros lanzadores, en base al promedio de juegos ganados y perdidos, es más probable que el desempeño competitivo del equipo se vea favorecido por tal condición.

3.5.2.2.1.6) Promedio colectivo de Bateo, Pitcheo y Fildeo en la serie actual

Sin dudas, para comprender el desempeño de los equipos participantes en el campeonato, en términos de la proporción de juegos ganados por estos, era indispensable considerar los resultados colectivos que alcanzaron (en la Serie 53) en los tres renglones básicos de un juego de béisbol: El Pitcheo (promedio de carreras limpias del staff de lanzadores), el Bateo y el Fildeo. Es de esperar que estos tres renglones impacten de manera decisiva (aunque no exclusiva). De ahí la importancia de la consideración de estas variables. (Véanse las Estadísticas oficiales en Béisbol: 53 Serie Nacional Cubana, 2014). (Véanse los anexos 5, 6 y 7, que expresan las estadísticas colectivas de bateo, pitcheo y fildeo respectivamente).

3.5.3) Instrumentos o técnicas de investigación. Fundamentación.

3.5.3.1) Cuestionario para la medición de la condición de líder de los miembros de un grupo.

Este cuestionario fue elaborado por Casales (1991). Se trata de una técnica empleada para la medida de la Condición de Líder de cualquier miembro de un grupo psicosocial estable. Dicho instrumento evalúa las 4 dimensiones vinculadas con el concepto de liderazgo del cual partimos en nuestra investigación. Resulta ser una combinación de procedimientos sociométricos y escalas valorativas.

Fundamentación de esta técnica:

Esta técnica fue construida y validada por Casales (1991) mediante la realización de un análisis factorial que permitió identificar la estructura de factores del cuestionario, así como las variables (ítems) que dependían de ellos. El análisis factorial se desarrolló a partir de una muestra de 520 sujetos pertenecientes a 35 grupos, a quienes se les aplicó un cuestionario inicial de 120 items que describían las condiciones que debía poseer cualquier miembro de un grupo para ser considerado como líder natural del mismo. A continuación de cada item existía una escala con 5 alternativas de respuesta, indicativas del grado en que tal condición debía estar presente en la persona: Mucho, Bastante, En Alguna Medida, Poco y Nada para algunos ítems, y Siempre, A menudo, A veces, Rara vez y Nunca, para otros, en dependencia de la redacción del item. Se trataba de grupos pertenecientes a la esfera productiva, educacional, artística, de prestación de diversos tipos de servicios, deportivos y organizaciones sociopolíticas. Esta diversidad en los tipos de grupos, ayudó a concebir las proposiciones en una forma tan general que posibilitaba su utilización en una amplia variedad de situaciones. El análisis puso de manifiesto la estructura de los factores reales del cuestionario y las proposiciones (ítems) correspondientes a cada factor con sus cargas específicas. Como destaca Casales (1991), este tipo de validez ha sido denominada por Lienert (1990) validez de constructo, y por Cronbach (1968) y Anastasi (1970), validez de elaboración.

El análisis reveló la existencia de 6 factores, de los cuales solo se tomaron los 4 que permitían explicar en mayor medida la correlación entre las variables (ítems) de la prueba. Los 2 restantes fueron desestimados en vista de que estaban constituidos por proposiciones cuyos pesos o cargas factoriales eran bajos. Por tanto, el análisis factorial determinó la existencia de 4 dimensiones o factores que permiten evaluar la Condición de Líder de cualquier miembro de un grupo. Debe destacarse que de acuerdo con los datos del análisis se trata de factores distintos pero estrechamente correlacionados en forma directa en todos los casos; de manera que no resultaron estadísticamente independientes al menos en la población de sujetos estudiados. Para cada uno de los factores considerados se seleccionó (por razones económicas, relativas a la extensión del instrumento y en consecuencia a la duración de las aplicaciones) solo el mejor item, vale decir, aquel de mayor carga en la estructura de factores, y que a su vez su peso factorial resultaba bajo en los restantes factores.

El primer factor se definió como Grado de Respaldo o Aceptación Espontánea.

Por tal motivo, el item seleccionado correspondiente a este factor está relacionado con el problema de las preferencias de cada miembro del grupo para desarrollar en interacción con otro (u otros) integrantes de su propio grupo, determinadas actividades que conduzcan a una meta compartida de naturaleza funcional, es decir, que responda a la razón primaria (básica) por la que se constituyó el grupo.

El segundo factor se definió como Capacidad de Aportar.

En consecuencia, el item seleccionado en relación con este factor está relacionado con las percepciones grupales acerca de la capacidad de sus diversos integrantes de realizar contribuciones significativas a la solución de los problemas que constituyen la razón primaria (básica) por la que el grupo se ha constituido.

El tercer factor se definió como Capacidad de Influir Espontáneamente

El item seleccionado para este factor está relacionado con las percepciones grupales acerca de la capacidad de sus diversos integrantes para influir espontáneamente y de forma significativa en los restantes miembros con vistas a la consecución de las metas del grupo.

El cuarto factor se definió como Capacidad de Motivar

El item seleccionado está relacionado con las percepciones grupales acerca de la capacidad de sus diversos integrantes de darles a otros el impulso (predisposición interior), suministrarle el incentivo para la realización de acciones orientadas a la consecución de las metas grupales.

Administraciones subsiguientes de esta versión del cuestionario produjeron confiabilidades adecuadas para todas las dimensiones de 0.90, 0.79, 0.86 y 0.88 respectivamente, utilizando la prueba de las dos mitades.

Para la conformación del instrumento, el primer factor fue considerado desde una perspectiva sociométrica, mientras que los tres restantes fueron enfocados en términos de escalas valorativas. En el caso de la presente investigación el cuestionario quedó conformado con un total de cuatro preguntas relacionadas con la dimensión funcional del grupo, las que a continuación presentamos:

1) Señale aquellos miembros de su equipo, con quienes le gustaría conformar una selección, con vistas a participar en una competencia importante, como la discusión de un campeonato. Puede escoger todos los que desee, pero en orden, comenzando por los que más desee. Responda sinceramente, nadie verá sus elecciones.

2) Señale aquel miembro de su equipo, quien a su juicio aporta y contribuye más al triunfo durante las competencias. En caso de señalar más de uno, señálelos por orden. Responda sinceramente, nadie verá sus elecciones.

3) Señale aquel miembro de su equipo a quien usted sigue más de manera espontánea y tiene mayor influencia sobre usted en las situaciones de competencia para una realización exitosa. En caso de señalar más de uno, señálelos por orden. Responda sinceramente, nadie verá sus elecciones.

4) Señale aquel miembro de su equipo que logra motivarte mejor, directa o indirectamente para la realización de acciones competitivas exitosas. En caso de señalar más de uno, señálelos por orden. Responda sinceramente, nadie verá sus elecciones.

Forma de calificación

Estas preguntas permiten obtener la información necesaria para elaborar las planillas y matrices, atendiendo a las 4 dimensiones fundamentales (respaldo y aceptación significativa por parte del grupo en el plano funcional, percepción del grado en que cada miembro realiza aportes de significación, grado en que cada miembro ejerce una influencia significativa sobre los restantes integrantes del grupo y por último, percepción del grado en que cada miembro es capaz de motivar y guiar a los otros miembros de manera significativa hacia la obtención de metas compartidas). Una vez confeccionadas las planillas y matrices que permitieron resumir la información anterior, determinamos mediante el Método de la Probabilidad Teórica del Azar (véase Casales, 2012a), el grado de significación estadística de los valores obtenidos, con el objetivo de conocer qué proporción de elecciones debía recibir cualquier miembro en cada uno de los grupos estudiados para poder afirmar que obtiene un número significativamente mayor (o menor), al que habría recibido tan solo por la ley del azar. De esta forma, con los valores resultantes del procedimiento estadístico empleado, determinamos si el capitán del equipo (u otro de sus miembros) llena las exigencias de la condición de líder. Es decir, si de forma significativa cuenta con respaldo y aceptación dentro del grupo en el plano funcional, si realiza aportes de consideración (para la realización de la tarea grupal), si influye de manera espontánea y si logra motivar suficientemente a sus subalternos para el logro de la meta. Debe tenerse presente que cualquier miembro del grupo para ser considerado un líder, debe alcanzar valores significativos en cada una de las 4 dimensiones consideradas.

3.5.3.2) Técnica para la medida de la integración sociométrica grupal en el plano funcional y emocional.

Con vistas a la determinación de la integración sociométrica funcional de los grupos en estudio (y de cada uno de sus miembros) se formuló una pregunta diseñada y enfocada de conformidad con las exigencias especificadas en la técnica de Moreno:

1) Señale aquellos miembros de su equipo, con quienes le gustaría conformar una selección, con vistas a participar en una competencia importante, como la discusión de un campeonato. Puede escoger todos los que desee, pero en orden, comenzando por los que más desee. Responda sinceramente, nadie verá sus elecciones.

Como se recordará, el item vinculado con la esfera funcional había sido asignado al primer factor del análisis factorial realizado con vistas a la conformación de la técnica para la medida de la Condición de Líder de grupo (Casales, 1991). Dicho factor se definió como Grado de Respaldo o Aceptación Espontánea. Por tal motivo, el item seleccionado correspondiente a este factor está relacionado con el problema de las preferencias de cada miembro del grupo para desarrollar en interacción con otro (u otros) integrantes de su propio grupo, determinadas actividades que conduzcan a una meta compartida de naturaleza funcional.

Para la determinación de la integración sociométrica en el plano emocional, la pregunta fue enfocada en el modo siguiente:

2) Señale aquellos miembros de su equipo, con quienes le gustaría participar en actividades recreativas o pasar ratos de distracción o esparcimiento. Puede escoger todos los que desee, pero en orden, comenzando por los que más desee. Responda sinceramente, nadie verá sus elecciones.

Debemos insistir en que esta pregunta se refiere solo al grado de integración afectiva, es decir, que no fue considerada como un criterio de liderazgo (a diferencia de la anterior), debido a su baja correlación con tal criterio en el estudio de referencia. Se manifestó como un factor relativamente independiente de la condición de líder. Sin embargo, dentro y fuera de nuestro contexto de estudio ha sido demostrada la validez de la metódica sociométrica para evaluar el grado de aceptación reciproca interpersonal en la esfera emocional y en la conformación de psicogrupos.

A partir de las respuestas obtenidas de cada jugador a cada una de estas dos preguntas, se realiza un análisis orientado a determinar en cada caso el nivel de integración sociométrica de la membresía grupal, de conformidad con lo ya explicado en el acápite anterior. Para determinar la integración sociométrica grupal en cualquier plano, se toman habitualmente en consideración una serie de índices y fenómenos grupales. (Véase Casales, 2012a). Sin embargo, debemos aclarar que, como es conocido, dentro de los índices grupales más significativos para determinar la integración sociométrica del Grupo se encuentran según Moreno y otros sociómetras, las elecciones recíprocas y el cociente de elecciones. Sin embargo en la presente investigación resultó más adecuado considerar la proporción en cada equipo de jugadores que tuviesen una integración adecuada, lo cual constituye un criterio más efectivo para el diagnóstico del nivel de integración grupal, en vista de que permite una mejor discriminación entre los niveles alcanzados por los diferentes grupos involucrados en el estudio. En nuestra investigación consideramos que los jugadores con una integración adecuada son aquellos que tienen un status sociométrico (Sp) funcional o emocional alto o medio, de manera que calculamos la proporción de jugadores por equipo que cumplían esta condición. Las razones por las que esta consideración constituye un mejor criterio para la medición del nivel de integración sociométrica grupal se debe (de acuerdo con Casales, 2012a) a que tanto el índice de reciprocidad del grupo como el cociente de elecciones, aún cuando alcancen altos valores en cada caso, no necesariamente indican que el grupo tiene un alto nivel de cohesión, pues utilizan como criterio, la relación entre los canales de comunicación potenciales y reales; pero no toma en cuenta que aunque exista un alto índice, ello puede estar enmascarando el hecho de que una alta proporción de canales reales establecida por la membresía esté controlada por los polarizadores de más fuerza, y no distribuida proporcionalmente, produciendo en consecuencia un fraccionamiento interior y una distribución irregular que crea aislamientos y falta de integración. Por otro lado, resulta de vital importancia, (en vista de los análisis ulteriores que realizaremos), que en la metódica sociométrica, lo que realmente se capta (Casales, 2012a), son las predisposiciones de la membresía para la conformación de los sociogrupos (plano funcional), o psicogrupos (plano emocional), vale decir, las preferencias en relación con determinados "teles" (de acuerdo con la terminología de Moreno), y no la integración real que tiene lugar a nivel del equipo en la situación de competencia. Por tanto, se trata sobre todo de un fenómeno con base en las actitudes humanas, más bien que la sincronización real, que tendría lugar en este caso, en las situaciones del juego cotidiano. Esta observación reviste una importancia extraordinaria pues permite entender con suficiente claridad cuál es el supuesto básico de la hipótesis planteada en este trabajo con respecto a este aspecto específico. Sobre este análisis volveremos más adelante, en la sección correspondiente al análisis de los resultados del presente trabajo.

3.5.3.3) Escala tipo Diferencial Semántico para la medida de las actitudes.

Esta escala se utilizó para la medida de las actitudes grupales hacia el estilo de dirección del Director Técnico, en relación con las dimensiones de Autoritarismo, Democratismo, Centrado en las Tareas, Centrado en las Relaciones y Nivel de Intolerancia. Como ya ha sido explicado, ese fue el objeto de las actitudes grupales que se midieron. La utilización de este instrumento (Casales, 2012b) descansa en las siguientes presunciones. Ante todo debe recordarse que de acuerdo con el objetivo fundamental de esta investigación lo que se pretende medir no son las percepciones de los grupos a través de caracterizaciones del estilo, sino las predisposiciones (favorables o desfavorables) en relación con el estilo del Director Técnico, en términos de medidas actitudinales. Quiere esto decir, que ello nos permitiría evaluar los efectos del clima (favorable o desfavorable) que en el grupo se produce como consecuencia de la expresión de dichos patrones por parte del Director Técnico. Esto afecta en mayor medida (según nuestro criterio), los resultados de la tarea que el grupo resuelve, que las descripciones del estilo en si mismas, que no expresan o reflejan necesariamente una toma de posición en términos de aceptación-rechazo de los respondientes. Digamos que, un sujeto puede caracterizar o describir (percibir) el estilo de su Director Técnico como muy Centrado en las Tareas, pero puede tener una actitud muy desfavorable (o tal vez favorable) con respecto a eso. No lo sabremos hasta tanto no midamos sus actitudes; y es esa medida de su actitud (predisposición) en relación con dicho atributo, lo que estará afectando su desempeño en mayor medida (esa es nuestra hipótesis). Por ello, resulta insuficiente quedarnos al nivel de las descripciones o caracterizaciones sin tener una medida de la toma de posición (actitudes) de las personas con respecto a esto.

Como es conocido las escalas tipo diferencial semántico de Osgood (citado por Casales, 2012a) están constituidas por una serie de adjetivos bipolares evaluativos con respecto al objeto, por ello (de conformidad con las investigaciones de Osgood) se encuentran primariamente relacionadas con lo que los psicólogos han definido como actitudes. En vista de que Osgood validó sus escalas en relación con los factores evaluativos, de potencia y de actividad para una cultura anglosajona, y tomando en consideración que en nuestro país no se han realizado trabajos orientados a la validación general de las mismas, tomamos como referente la validación realizada por Rodríguez-Hernández (2009) mediante criterio de jueces, en una investigación desarrollada bajo la dirección del primer autor del presente trabajo. Dicho diferencial consta de 5 escalas de pares de adjetivos bipolares, separados cada par por 7 grados intermedios. Cada una de estas escalas se refieren a las 5 dimensiones del estilo consideradas (Autoritarismo, Democratismo, Centrado en las Tareas, Centrado en las Relaciones y Nivel de Intolerancia). Las escalas constitutivas son: (Deseado-Indeseado; Adecuado-Inadecuado; Bueno-Malo; Razonable-Irrazonable; Positivo-Negativo). La calificación de cada dimensión (por separado) se desarrolló de conformidad con las recomendaciones de Osgood. La aplicación del instrumento se realizó en forma auto administrada para brindar mayor seguridad acerca del carácter anónimo de las respuestas.

3.5.3.4) Cuestionario de datos generales y de control de variables

Este cuestionario contiene una serie de preguntas relacionadas con los tres grupos de variables controladas: Las variables sociodemográficas, las variables técnico-tácticas de rendimiento individual en la competencia previa, y las variables técnico-tácticas de rendimiento colectivo de la competencia actual. La información correspondiente a estos dos últimos grupos de variables se obtuvieron de las estadísticas oficiales de la serie.

3.5.4) Modelo estadístico para la prueba de hipótesis.

El modelo estadístico empleado para la prueba de nuestra hipótesis ha sido el Coeficiente de Correlación Lineal de Pearson. Nuestra investigación tuvo una naturaleza correlacional, en vista de que intentamos demostrar que mientras más favorables resulten las actitudes de la membresía de los grupos estudiados en relación con las dimensiones del estilo de sus Directores Técnicos, mayor proporción de miembros satisfagan las exigencias de la condición de líder de grupo (o al menos alguna de sus dimensiones) y mejores niveles alcance la integración sociométrica grupal tanto en el plano funcional como emocional, mejores serán los resultados competitivos alcanzados por los equipos participantes en la competencia. Ver Garrett (1974). Para los efectos de nuestro estudio intentaremos validar nuestra hipótesis al menos a un nivel de significación del 0.05, para una prueba de una cola.

3.5.5) Procedimiento para el desarrollo de la investigación.

Los instrumentos se aplicaron en forma colectiva, se utilizaron para ello los horarios de descanso en los hoteles en los que se encontraban hospedados. Los cuestionarios se aplicaron de forma anónima, de tal forma que no se sintieran comprometidos al emitir las respuestas. De todos modos, se insistió en la importancia que para la validez del estudio tenía la sinceridad en las respuestas emitidas. A continuación presentamos el epígrafe correspondiente al análisis de los resultados encontrados en las situaciones estudiadas.

Análisis de los resultados

El análisis de los resultados de nuestra investigación estará enfocado en primer término a la determinación del grado de cumplimiento de nuestra hipótesis. En segundo término realizaremos un análisis de otros factores no vinculados con la prueba de hipótesis, pero de mucha importancia por encontrarse significativamente correlacionados con los resultados competitivos. El primer aspecto a considerar se refiere a los resultados competitivos de los equipos estudiados. La Tabla 1 los resume:

Tabla 1: Proporción de juegos ganados por los equipos de béisbol durante la Etapa Clasificatoria de la Serie Nacional No. 53. (2013-2014).

Equipos

JJ

JG

JP

% GANADOS

01- Industriales

45

28

17

62,2

02- Matanzas

45

28

17

62,2

03- Villa Clara

45

27

18

60,0

04- La Isla

45

27

18

60,0

05-Pinar del Rio (*)

45

26

19

57,7

06- Holguín

45

25

20

55,5

07- Santiago

45

24

21

53,3

08- Artemisa

45

24

21

53,3

09- Ciego

45

24

21

53,3

10- Las Tunas

45

22

23

48,8

11- Mayabeque (*)

45

21

24

46,6

12- Granma (*)

45

20

25

44,4

13- Cienfuegos (*)

45

18

27

40,0

14- Camaguey

45

17

28

37,7

15- Guantánamo

45

15

30

33,3

16- Sancti Spiritus

45

14

31

31,1

LEYENDA: — JJ: Juegos Jugados. — JG: Juegos Ganados. — JP: Juegos Perdidos.

(*) Equipos no incluidos en la muestra

4.1) Análisis del grado de validación de nuestra hipótesis:

Este análisis se basó en una matriz de correlaciones tipo Pearson, en que se cruzaron las 28 variables estudiadas en todos los grupos y sujetos de la muestra total. Las correlaciones estadísticamente significativas a un Nivel de significación = 0.05, están marcadas con un asterisco (*) a lo largo de todas las tablas que presentaremos, y las que resultaron significativas con un Nivel de significación = 0.01, están marcadas con un doble asterisco (**), para una Prueba de 1 cola, en una muestra de N = 12 Grupos (302 sujetos).

4.1.1) Primer Caso: Correlación existente entre los Resultados Competitivos de los equipos (JG) y la proporción de miembros que constituyen líderes naturales de sus grupos, o que satisfacen al menos alguna de las dimensiones de la condición de líder, en las situaciones de juego (Lid D). Ver resultados en: Tabla (2):

TABLA (2):

edu.red

(**) Correlación estadísticamente significativa al nivel de 0.01

Como se expresa en la Tabla 2, existe una correlación directa y significativa entre dichas variables, lo cual indica que mientras mayor resulte la proporción de miembros del equipo que satisfaga al menos alguna de las exigencias de la condición de líder de grupo, mejores resultarán los resultados competitivos alcanzados por los equipos (la proporción de juegos ganados).

Como ya hemos planteado, la Condición de Líder Natural implica Recibir un Respaldo o Aceptación significativa de manera espontánea por parte del grupo, Realizar Aportes de significación a la tarea que el grupo realiza e Influir y Motivar a los restantes miembros para la consecución de la meta. Quiere esto decir, que la presencia de líderes naturales o miembros que satisfagan alguna de las exigencias de esta condición, que en consecuencia posean la capacidad de arrastrar al grupo espontáneamente y activar las reservas motivacionales, los recursos y el potencial de la membresía, ello tendrá un impacto favorable en el incremento de los resultados competitivos del equipo. Este hallazgo es muy importante ya que pone de manifiesto que el rendimiento competitivo de los equipos que colectivamente se mueven en la dirección de un resultado, no depende solamente de las habilidades individuales de los atletas, y del plan técnico-táctico de juego. Se requiere de miembros que activen y motiven a los demás, y con suficiente capacidad para nuclear al grupo como equipo. Al menos, esto resultó ser de esta manera en las condiciones investigadas.

4.1.2) Segundo Caso: Correlación existente entre el Nivel de Integración Sociométrica Funcional (NiF) y los Resultados Competitivos (JG). Ver Tabla 3:

TABLA (3):

edu.red

Como se expresa en la Tabla 3, existe una correlación estadísticamente significativa y directa entre dichas variables, lo cual indica que a medida que aumenta la integración sociométrica en el plano funcional, esto es, mientras mayor el nivel de preferencias entre los miembros del grupo para integrarse con otros de su propio equipo, con vistas a la participación en competencias importantes, mejores resultan los resultados competitivos de los equipos. De manera que este análisis se refiere al impacto de la Estructura de Preferencias del Grupo en la ejecución o realización de la tarea especificada. Como es conocido, al Grupo conformado de esta manera se le denomina (desde los tiempos de Kurt Lewin), un Sociogrupo (en oposición al Psicogrupo, que es el estructurado y orientado en función de los sentimientos entre sus miembros). Como se recordará, en la literatura sociométrica se sustenta que en la conformación del Sociogrupo las elecciones preferenciales se efectúan (fundamentalmente) sobre la base del valor funcional de los miembros para la solución de los problemas que la tarea grupal plantea. Esta correlación confirma la hipótesis planteada. Debe tenerse presente que en el caso de los equipos de béisbol de nuestra muestra, se trataba de clubes en los que la generalidad de los jugadores regulares llevan varios años integrando el mismo equipo, trabajando juntos para la consecución de una meta, lo cual parece haber tenido un efecto favorable en la expresión de las preferencias. Además, los equipos que poseen un accionar conjunto durante algunos años, pueden tener muy desarrollada la capacidad para la comprensión mutua adecuada en las situaciones críticas del juego, y en consecuencia tener efectos indudables en el desarrollo del "team work" necesario, y que resulta muy importante en los deportes colectivos. De manera que trabajar (convivir, entrenar y competir) juntos durante mucho tiempo, mejora las coordinaciones, el acople mutuo y facilita el entendimiento mutuo de los jugadores en las situaciones de juego (especialmente en situaciones críticas). Por tanto, la preferencia por la integración funcional favorece el desempeño, pues puede estar basada en un factor de "team work", desarrollado a través de la convivencia, y que impacta positivamente el desempeño competitivo. Claro que no basta trabajar juntos para el logro de una mayor afinidad, preferencias y adecuada comunicación que se exprese en un "team work", pues en ocasiones, el simple hecho de reunir a determinadas personas para que trabajen juntas en la dirección de una meta, puede desencadenar más bien conflictos y desarmonías. Pero en el caso de la investigación realizada, los resultados evidencian que tal factor de preferencias fue resultado de un "team work", creado (que se fue construyendo) y que tuvo un impacto favorable en el desempeño de los equipos.

4.1.3) Tercer Caso: Correlación existente entre el Nivel de Integración Sociométrica Emocional (NiE) y los Resultados Competitivos (JG). Ver Tabla 4:

TABLA (4):

edu.red

Como se expresa en la Tabla 4, la correlación entre estas variables resultó significativa pero en sentido inverso, contrariamente con lo hipotetizado, lo cual significa que mientras más estrechos los lazos emocionales entre los jugadores, peores resultan los resultados competitivos. Es decir, si las ligas afectivas son muy fuertes, ello interfiere con el desempeño. En efecto, de acuerdo con nuestra interpretación de este hallazgo, los equipos que persiguen metas elevadas en una competencia han de trabajar duro, no solo en las competiciones, sino además durante toda la etapa preparatoria previa (sesiones de entrenamiento), con vistas al logro de elevados estándares en la competencia. Fuertes ligas (vínculos) emocionales entre los jugadores pueden comprometer las exigencias recíprocas relacionadas con los esfuerzos a realizar y la dedicación necesaria. De manera que resulta comprensible que los grupos que subordinen los lazos afectivos al objetivo esencial de su razón de ser como equipo, alcanzarán los mejores resultados, mientras que en aquellos en los que las relaciones funcionales se vean comprometidas por los vínculos emocionales entre los miembros, se alcanzarán peores resultados, pues puede adolecerse de las exigencias de unos a otros que se necesitan, para la obtención de un adecuado nivel de desempeño colectivo competitivo. Parece recomendable entonces establecer determinado grado de distancia afectiva, y no involucrarse excesivamente en relaciones emocionales, si se desean altos estándares competitivos.

4.1.4) Cuarto Caso: Correlación existente entre las Actitudes Grupales hacia las Dimensiones del Estilo del Director Técnico y los Resultados Competitivos de los Equipos (JG). Ver Tabla 5:

TABLA (5):

edu.red

Como se expresa en la Tabla 5, las actitudes grupales hacia la variable estilo de dirección del Director Técnico, se encuentran significativamente correlacionadas de forma directa en todas sus dimensiones, con los resultados competitivos alcanzados. Por tanto, mientras más favorables resulten las predisposiciones actitudinales existentes entre los miembros de los equipos hacia tales dimensiones, ello producirá efectos más favorables en el resultado alcanzado por el equipo. Nótese que de manera particular, las correlaciones más fuertes están vinculadas con las dimensiones de Autoritarismo y Democratismo, las cuales se refieren, como ya se dijo, al problema de la participación. En consecuencia, tales dimensiones se convierten en el aspecto más crítico en lo relativo al vínculo de las actitudes hacia los estilos de mando, con el desempeño de los equipos. De manera que en relación con los estilos de mando, lo que en mayor medida interfiere con el desempeño del equipo es la no creación de espacios de participación.

Como ya hemos planteado, estas actitudes constituyen una expresión del clima o atmósfera grupal que se produce, y como ha sido demostrado en múltiples investigaciones, los patrones de comportamiento característicos de los directivos en relación con sus estilos de dirección y liderazgo afectan los resultados del trabajo grupal, en tanto (según nuestra aproximación), condicionen cierto tipo de actitudes en los miembros. Sobre esta base podría considerarse que los directivos más efectivos, en términos del impacto que sus estilos producirán en los resultados competitivos de los equipos que dirigen, son aquellos que las peculiaridades de sus patrones comportamentales están en correspondencia con las exigencias que las situaciones plantean, y además con las necesidades, expectativas y predisposiciones actitudinales de la membresía con respecto a sus estilos. Este análisis posee algún punto de contacto con algunos de los presupuestos del Modelo de Chelladurai (1990) presentado más arriba en el acápite correspondiente a la revisión de la literatura científica sobre el tema, en que dicho autor se ha referido a la importancia de considerar las preferencias de los deportistas con respecto a la conducta de su director técnico, como uno de los factores asociados a la efectividad de la dirección en el ámbito deportivo. En tal sentido ha señalado que cualquier entrenador, si quiere ser efectivo, debe intentar adecuar su conducta real de dirección a las preferencias de los deportistas y a las exigencias de la situación. Aunque desde nuestra consideración queda en pie la discusión acerca del grado en que los directivos puedan adaptar constantemente las peculiaridades de su estilo a las circunstancias derivadas de las exigencias situacionales y las actitudes de la membresía que dirigen.

4.2) Resultados de significación no relacionados con la hipótesis, pero de mucha importancia por su impacto en la variable de rendimiento (Resultados Competitivos de los equipos).

4.2.1) Variables Socio Demográficas

4.2.1.1) Correlaciones entre los Resultados Competitivos de los equipos (JG) y la Experiencia Promedio Individual de los atletas en la práctica de ese deporte (Exp).

JG—Exp: + 0.63 **

La variable Experiencia fue medida como el promedio de campeonatos anteriores en los que habían participado los miembros del equipo (sus series nacionales). Este resultado pone de manifiesto que cuanto mayor sea la Experiencia individual promedio de los miembros del equipo, ello contribuirá a la obtención de mejores resultados competitivos, ya que la experiencia se encuentra asociada con un mayor desarrollo de las habilidades necesarias para el éxito en el juego, y un mayor desarrollo de la capacidad para comprender las dinámicas competitivas, y las vías de reducción del stress, por citar solo algunos aspectos.

4.2.2) Variables Técnico-Tácticas de Rendimiento Individual

4.2.2.1) Correlaciones entre la proporción de juegos ganados (JG) y la proporción de jugadores del equipo de alto desempeño en el área del bateo en la competencia previa (Jb). En este caso, las correlaciones pusieron de manifiesto lo siguiente:

JG—Jb: + 0.34 **

Quiere esto decir que mientras mejor la composición (nómina) inicial del equipo, en cuanto a su integración por jugadores estelares en bateo, en la competencia previa, mayor resultará la proporción de juegos ganados por el equipo. Como es conocido, los Directores Técnicos desean que las nóminas iniciales de sus equipos estén integradas por jugadores que alcanzaron un gran desempeño en bateo en la competencia previa, por el aporte que pueden realizar al equipo, de mantenerse tales resultados.

4.2.2.2) Correlaciones entre la proporción de juegos ganados (JG) y la proporción de jugadores del equipo de alto desempeño en el área del pitcheo, en lo que al promedio de carreras limpias se refiere, en la competencia previa (JPcl). En este caso, las correlaciones pusieron de manifiesto lo siguiente:

JG—JPcl: – 0.18 **

Quiere esto decir que mientras mejor la composición (nómina) inicial del equipo, en cuanto a jugadores estelares en pitcheo, en el Promedio de Carreras Limpias permitidas, en la competencia previa, mayor resultará la proporción de juegos ganados por el equipo. Evidentemente, los Directores Técnicos desean que las nóminas iniciales de sus equipos estén integradas por jugadores que alcanzaron un gran desempeño en pitcheo en la competencia previa, por el aporte que pueden realizar al equipo, de mantenerse tales resultados.

4.2.2.3) Correlaciones entre la proporción de juegos ganados (JG) y la proporción de jugadores del equipo de alto desempeño en el área del pitcheo, en lo que al promedio de juegos ganados y perdidos se refiere (JPgp). En este caso, las correlaciones pusieron de manifiesto lo siguiente:

JG—JPgp: + 0.30 **

Quiere esto decir que mientras mejor la composición (nómina) inicial del equipo, en cuanto a jugadores estelares en pitcheo, en el Promedio de juegos ganados y perdidos, en la competencia previa, mayor resultará la proporción de juegos ganados por el equipo. Evidentemente, los Directores Técnicos desean que las nóminas iniciales de sus equipos estén integradas por jugadores que alcanzaron un gran desempeño en este aspecto del pitcheo en la competencia previa, por el aporte que pueden realizar al equipo, de mantenerse tales resultados.

4.2.3) Variables Técnico-Tácticas de Rendimiento Colectivo en la competencia actual

4.2.3.1) Correlaciones entre la proporción de juegos ganados (JG) y el Promedio Colectivo de Pitcheo (PcP) del equipo, en lo que a carreras limpias se refiere. En este caso, las correlaciones pusieron de manifiesto lo siguiente:

JG—PcP: -0.71 **

Esta correlación negativa significa que mientras más bajo el promedio colectivo de pitcheo, en cuanto a las carreras limpias permitidas, mayor resulta la proporción de juegos ganados por el equipo. Los que conocen de este deporte, comprenden la relación inversa de estas variables. El PcP se calcula sobre la base del Pcl (promedio de carreras limpias) que permiten los lanzadores del equipo por cada juego de nueve entradas. Los mejores lanzadores resultan aquellos con más bajo Pcl. Por ello, mientras más bajo este promedio en el equipo, es de esperar mejor resultado. La correlación indica que los equipos más ganadores tienen en sus nóminas muy buenos lanzadores, aquellos que su Pcl es bajo.

4.2.3.2) Correlaciones entre la proporción de juegos ganados (JG) y el Promedio Colectivo de Bateo (PcB) del equipo. En este caso, las correlaciones pusieron de manifiesto lo siguiente:

JG—PcB: + 0.25 **

Esta correlación positiva (directa) significa que mientras más alto el promedio colectivo de bateo de un equipo, mayor resulta la proporción de juegos ganados. Los que comprenden de este deporte comprenden la relación directa entre dichas variables. Los juegos se ganan por diferencia de carreras, por ello la importancia de impulsar carreras, en consecuencia, los equipos que colectivamente tienen un alto average de bateo es más probable que ganen más juegos.

4.2.3.3) Correlaciones ente la proporción de juegos ganados (JG) y el Promedio Colectivo de Fildeo (PcF) del equipo. En este caso, las correlaciones pusieron de manifiesto lo siguiente:

JG—PcF: + 0.60 **

Esta correlación positiva (directa) significa que mientras más alto el promedio colectivo de fildeo de un equipo, mayor resulta la proporción de juegos ganados. Los que comprenden de este deporte comprenden la relación directa entre dichas variables. Los juegos se ganan también por mantener una buena defensa, no cometer errores, que eviten que el equipo contrario alcance muchas anotaciones como consecuencia de esto. En consecuencia, los equipos que colectivamente tienen un alto average de fildeo es más probable que ganen más juegos, como consecuencia de una defensiva hermética.

En resumen, podemos plantear que los resultados competitivos del campeonato estudiado han estado muy significativamente relacionados con factores psicosociales como la existencia de jugadores que satisfagan la condición de líderes naturales (que motiven y arrastren a la membresía de sus equipos), el Nivel de Integración Sociométrica Grupal, en los planos Funcional y Emocional (este último en una relación inversa), y las Actitudes Grupales hacia las Dimensiones del Estilo de sus Directores Técnicos. Pero dichos resultados también dependen de Variables Técnico-Tácticas de Rendimiento Individual, en el sentido de la calidad (grado de esterilidad) de los jugadores que constituyen inicialmente la nómina de los equipos, en renglones básicos del juego (como bateo y pitcheo), y Variables Técnico-Tácticas de Rendimiento Colectivo (como el promedio colectivo de bateo, de pitcheo y de fildeo). Además se ha puesto de manifiesto la importancia de un factor de "team work", como elemento complementario, significativamente asociado con el éxito competitivo.

De lo anterior se derivan las siguientes conclusiones:

Conclusiones

5.1) Existe una variedad de factores que pueden afectar los resultados competitivos de los equipos que colectivamente se mueven en la dirección de una meta compartida; algunos están basados en habilidades y competencias individuales de los atletas y en aspectos técnico-tácticos de ese deporte, pero otros dependen de variables de naturaleza psicosocial. En consecuencia, esta investigación brinda soporte a la perspectiva de entender el desempeño competitivo, como resultante de la integración de Variables Psicosociales, Variables Técnico-Tácticas de Rendimiento Individual y Variables Técnico-Tácticas de Rendimiento Colectivo.

5.2) Los factores psicosociales que de manera significativa afectan los resultados competitivos, resultaron ser: el nivel de integración sociométrica grupal, tanto en el plano funcional (en una relación directa), cuanto en el plano emocional, pero en una relación inversa. También resultaron de significación las actitudes de la membresía de los equipos con respecto a las dimensiones del estilo de liderazgo y las prácticas directivas de su Director Técnico. Por otro lado, reviste mucha significación la presencia de jugadores que constituyen líderes naturales o que satisfacen algunas de las dimensiones de tal condición, quienes constituyen resortes que motivan, impulsan, inspiran y activan las reservas, el potencial y recursos de los demás. Debe considerarse también un "intangible" factor de "team work", que afecta sin dudas, el desempeño competitivo.

5.3) En cuanto a los factores técnico-tácticos de rendimiento individual, el factor decisivo que afecta los resultados competitivos se relaciona con la composición (integración) inicial de la nómina del equipo, en lo que se refiere a la presencia de jugadores estelares (fundamentalmente buenos pitchers y bateadores), pero también resulta de significación un factor de madurez, concretado en la presencia de jugadores de experiencia en cuanto a sus series nacionales. ("Horas de vuelo").

5.4) En cuanto a los factores técnico-tácticos de rendimiento colectivo, los elementos decisivos que afectan los resultados competitivos lo constituyen el average colectivo de bateo, de pitcheo y de fildeo. Con esto no se descubre nada nuevo, pero es importante que las investigaciones científicas lo validen, y los consideren de manera integrada con los restantes factores.

5.5) Resulta oportuno señalar que en nuestro esfuerzo por identificar los factores significativamente asociados con el desempeño competitivo (los que más lo afectan), en términos de la proporción de juegos ganados, construimos una base de datos constituida por 28 variables que se cruzaron mediante una matriz de correlaciones tipo Pearson. De estas, correlacionaron significativamente con el desempeño, un total de 15, con un margen de error de un 1 %. De todos modos, las 4 que mayor fuerza o peso mostraron, por la magnitud (altos valores) de la correlación, resultaron ser: El Promedio Colectivo de Pitcheo, (en cuanto a las carreras limpias permitidas), la Experiencia Competitiva de los atletas, en términos de sus series nacionales, el Desempeño de Roles de Liderazgo por parte de jugadores claves dentro del equipo, así como, las Actitudes de la Membresía hacia la dimensión del estilo del Director Técnico (DT), vinculada con el proceso de tomar decisiones.

5.6) Las conclusiones presentadas se circunscriben a los equipos estudiados dentro de esta serie, y en su etapa clasificatoria, de manera que no tienen un valor de generalización, aunque pueden brindar un marco de referencia. Habrá que realizar nuevos estudios, en condiciones bien controladas, que nos permitan fundamentar los hallazgos sobre bases empíricas más firmes.

NOTA:

Además de estas conclusiones generales realizamos una caracterización de los resultados particulares de los equipos participantes en el estudio, que fue entregada a los colectivos de dirección técnica de cada uno de dichos equipos. Como se comprenderá, estos datos no aparecen aquí publicados por razones de privacidad. Esta caracterización fue realizada de acuerdo con los 5 grupos de variables estudiados. A saber: A) Variables sociodemográficas, B) Variables técnico-tácticas de rendimiento individual y colectivo, C) Variables relacionadas con los niveles de integración sociométrica grupal, en los planos funcional y emocional. D) Variables relacionadas con el liderazgo a nivel de los grupos y E) Variables relacionadas con las actitudes de la membresía hacia los estilos de liderazgo característicos de sus directores técnicos. El análisis particular en cada equipo fue realizado en términos de las Fortalezas y Debilidades relacionadas con las variables que en los resultados generales de toda la muestra de estudio, resultaron de significación.

Autores Dr. Julio César Casales F.; Lic. Ibis María Lage O. y Lisandra Yumar J.

Institución: Facultad de Psicología, Universidad de la Habana

Comunicaciones relacionadas con este trabajo, a través de: [email protected]

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