- Orígenes y características de la investigación cualitativa
- La metodología representada por la etnometodología
- Bibliografía
Las discusiones acerca de la metodología más adecuada (cuantitativa o cualitativa) para investigar la realidad social han tenido, en décadas pasadas, un apogeo considerable. Tradicionalmente ha existido una tendencia hacia la metodología cuantitativa como la más apropiada para este fin teniendo como base, sobre todo, el paradigma positivista y aduciendo la importancia de eliminar los efectos del investigador en el fenómeno que estudia.
Sin embargo esta manera de enfocar el problema ha ido cambiando a lo largo del desarrollo de las ciencias sociales y desde hace algunos años la metodología cualitativa ha ido ganando espacio, con el reconocimiento de la importancia que tiene para la ciencia que los acontecimientos, las acciones, las normas, los valores, etc. sean vistos desde la perspectiva de los individuos que están siendo estudiados; lo cual implica penetrar los contextos de significados con los cuales estos individuos operan.
El énfasis es puesto en la necesidad de interpretar qué está pasando – para entender la sociedad como un todo – y el significado que tiene para sus participantes.
El presente trabajo tiene como objetivo principal contribuir a resaltar la conveniencia de la metodología cualitativa para aprehender la realidad social (aunque sin menospreciar la metodología cuantitativa) a través del caso específico de la etnometodología.
Orígenes y características de la investigación cualitativa
La metodología cualitativa, como indica su propia denominación, tiene como objetivo la descripción de las cualidades de un fenómeno. Busca un concepto que pueda abarcar una parte de la realidad. No se trata de probar o de medir en qué grado una cierta cualidad se encuentra en un cierto acontecimiento dado, sino de descubrir tantas cualidades como sea posible.
En investigaciones cualitativas se debe hablar de entendimiento en profundidad en lugar de exactitud: se trata de obtener un entendimiento lo más profundo posible.
Los orígenes de los métodos cualitativos se encuentran en la antigüedad pero a partir del siglo XIX, con el auge de las ciencias sociales – sobre todo de la sociología y la antropología – esta metodología empieza a desarrollarse de forma progresiva.
Nombres de indiscutible importancia asociados a los inicios de la metodología cualitativa son Fredrerick LePlay, Bronislaw Malinowski y la Escuela de Chicago a través de la cual se divulgó esta metodología donde se destacan Park, Burgess, Shaw, Sutheriand, Warner, Whyte, Thomas y otros.
Sin embargo después de la Segunda Guerra Mundial hubo un predominio de la metodología cuantitativa con la preponderancia de las perspectivas funcionalistas y estructuralistas.
No es hasta la década del 60 que las investigaciones de corte cualitativo resurgen como una metodología de primera línea, principalmente en Estados Unidos y Gran Bretaña. A partir de este momento, en el ámbito académico e investigativo hay toda una constante evolución teórica y práctica de la metodología cualitativa.
Dentro de las características principales de esta de metodología podemos mencionar: (Taylor, S.J. y Bogdan, R, 1994)
- La investigación cualitativa es inductiva.
- Tiene una perspectiva holística, esto es que considera el fenómeno como un todo.
- Se trata de estudios en pequeña escala que solo se representan a sí mismos
- Hace énfasis en la validez de las investigaciones a través de la proximidad a la realidad empírica que brinda esta metodología.
- No suele probar teorías o hipótesis. Es, principalmente, un método de generar teorías e hipótesis.
- No tiene reglas de procedimiento. El método de recogida de datos no se especifica previamente. Las variables no quedan definidas operativamente, ni suelen ser susceptibles de medición.
- La base está en la intuición. La investigación es de naturaleza flexible, evolucionaría y recursiva.
- En general no permite un análisis estadístico
- Se pueden incorporar hallazgos que no se habían previsto (serendipity)
- Los investigadores cualitativos participan en la investigación a través de la interacción con los sujetos que estudian, es el instrumento de medida.
- Analizan y comprenden a los sujetos y fenómenos desde la perspectiva de los dos últimos; debe eliminar o apartar sus prejuicios y creencias.
La metodología representada por la etnometodología.
La etnometodología constituye la tradición de investigación cualitativa de más reciente aparición. Durante la década de los años 1960-70, comenzaron y se extendieron diferentes críticas a la metodología empleada, sobre todo en la sociología.
Estas críticas desafiaban varios de los presupuestos más extendidos de esta disciplina, influidas por el positivismo, y acentuaban la idea de que la realidad social era algo construido, producido y vivido por sus miembros.
Se va creando entonces una nueva metodología para poder comprender a fondo la naturaleza y proceso de este fenómeno, es decir, la parte activa que juegan los miembros de un grupo social en la estructuración y construcción de las modalidades de su vida diaria. Es llamada etnometodología por ser algo elaborado por el grupo humano que vive unido.
Mauro Wolf, 1994, define la etnometodología como "(…) el estudio de los modos en que se organiza el conocimiento que los individuos tienen de los cursos de acción normales, de sus asuntos habituales, de los escenarios acostumbrados".
La etnometodología es especialmente desarrollada por Harold Garfinkel, quien es reconocido como el fundador de la misma (Studies in Ethnomethodology, 1967) y está enfocada a las maneras en que la gente comparte (en el sentido comunicativo) los hechos, procesos y acontecimientos sociales. El término viene de etno, en la medida que estamos hablando de un saber propio de su sociedad de referencia y metodología, en la medida que estamos hablando de los procedimiento formales de conocimiento y argumentación manejados por el actor cotidiano.
La etnometodología es una orientación metodológica que pretende especificar los procedimientos reales a través de los cuales se elabora y construye ese orden social: qué se realiza, bajo qué condiciones y con qué recursos. Esto ha constituido una práctica interpretativa: una constelación de procedimientos, condiciones y recursos a través de los cuales la realidad es aprehendida, entendida, organizada y llevada a la vida cotidiana (Martínez, 2002)
La etnometodología se centra principalmente en cómo se desarrollan las realidades humanas; en los acontecimientos cotidianos y las influencias del conocimiento común en las ciencias humanas. Es por ello que su premisa principal es que en las ciencias sociales todo es interpretación y que nada se explica por sí solo, que hay que buscarle un sentido a todos lo elementos a los que se enfrena el investigador.
Se interesa especialmente por ¿cómo actúan y se reproducen los modelos estables del accionar? que es una de las preguntas centrales de la sociología, intentando entender cómo la vida cotidiana es producida y organizada.
En otras palabras, los etnometodólogos no están interesados en lo que la gente está pensando sino en lo que ellos están haciendo, creen que la descripción en sí es explicatoria.
Así, en lugar de producir explicaciones causales deductivas, tienen como finalidad el producir descripciones. Ponen en el centro del análisis en cómo le da sentido la gente a sus actividades diarias de manera que el comportamiento siga formas socialmente aceptables.
Hay dos conceptos centrales en la etnometodología: la indexicalidad y la reflexividad.
La indexicalidad se refiere, en palabras de Garfinkel, a que los contenidos no son invariables, definidos de una vez para siempre, sino que el significado de un cierto acto está en relación – y así debe ser analizado – con el medio social organizado donde el acto tiene lugar.
Lo que un acontecimiento, una palabra, una expresión significa en un momento dado, se decide por parte de los métodos rutinarios que los miembros de la sociedad usan para darle orden a la existencia. O sea, que las características de las situaciones sociales son únicas y relativas a un contexto particular y por ello no pueden ser generalizadas por los analistas a otros contextos. (Mella, 1998)
Como Wilson lo señala "(…) en el punto de vista interpretativo de la interacción social en contraste con el paradigma normativo, las definiciones de situaciones y las acciones no están explícita o implícitamente asumidas como definidas de una vez para siempre por la aplicación de un sistema de símbolos preexistentes y establecidos culturalmente. Al contrario, el significado de las situaciones y las acciones son interpretaciones formuladas en base a ocasiones particulares por los participantes en la interacción y son sujetos a reformulación en ocasiones subsiguientes".
Para Garfinkel este concepto constituye uno de los mayores obstáculos que la elaboración metodológica en sociológica tiene que superar.
Los estudios metodológicos se han dedicado al intento de remediar, de sustituir las expresiones indexicales con términos objetivos no ligados al contexto de enunciación del discurso. Pero esta preocupación metodológica es propia también de las situaciones normales de la vida cotidiana, en la que los participantes en una conversación están a menudo absortos en entenderse, en aclarar las ambigüedades e imperfecciones derivadas del uso inevitable de expresiones indexicales. (Wolf, 1994)
El otro concepto relacionado es el de reflexividad. La etnometodología trata los hechos sociales como algo que sus miembros hacen a través de usar el razonamiento práctico en la vida cotidiana. El uso cotidiano del lenguaje representa tanto una descripción de las escenas de la interacción social como un elemento de estas mismas que el lenguaje consigue ordenar. (Wolf, 1994) Así, las descripciones de la sociedad y su forma de funcionamiento resultan una parte de lo que se quiere describir. Son reflexivas.
De la comprensión de este concepto deriva el interés de los etnometodólogos por todo aquello que se refiere a los métodos que los sujetos utilizan para describir, hacer resúmenes de acciones, dialogar etc.
Parte de las críticas a esta corriente ponen de relieve algunas carencias de esta metodología, en particular el problema de la relación entre vida cotidiana e instituciones sociales, es decir, el problema del poder.
Se les atribuye a los trabajos etnometodológicos un exceso de atención por los aspectos contextuales, indexicales, de las situaciones sociales, con la consiguiente ausencia de las dimensiones «reales», institucionales, históricas, de la vida cotidiana.
La atención en la irreparable contextualidad de las interacciones termina por esconder que operan aspectos y variables ampliamente independientes de las situaciones específicas. (Wolf, 1994)
La etnometodología que Garfinkel ha tratado de desarrollar, está muy poco orientada hacia las generalizaciones universalistas y trata de concentrarse en competencias altamente ubicadas en disciplinas específicas. El fin es especificar la esencia o el qué de las prácticas sociales dentro de dominios altamente circunscritos o especializados del conocimiento y de la acción.
Sin embargo, esta orientación metodológica no pretende abordar las realidades humanas o sociales desde cero, sino que usa, con prudencia, los recursos que la sociedad en cuestión le ofrece.
Así, el trabajo de interpretación estará influido por instrumentos interpretativos locales, como categorías reconocidas, vocabulario familiar, tareas organizativas, orientaciones profesionales, cultura grupal y otros marcos conceptuales que le asignan significado a los asuntos en consideración.
La etnometodología ha examinado muchas facetas y aspectos de la vida humana y del orden social; así, ha sido aplicada con éxito a una gran variedad de tópicos, que incluyen problemas familiares, estudio del curso vital, trabajo social, violencia doméstica, enfermedades mentales, terapia familiar, problemas sociales y estudio de anomalías psicológicas o sociales. (Martínez, 2002)
El medio técnico más apropiado en la etnometodología es la observación independiente o participativa, según el caso, con la grabación de audio y de vídeo para poder analizar las escenas repetidas veces y, quizá, para corroborar su interpretación con una triangulación de jueces. Por otro lado, esta idea está hoy día apoyada también epistemológicamente con el principio de complementariedad de los enfoques.
Es importante añadir que para el etnometodólogo existe un mundo del sentido común al cual la sociología no puede y no debe intentar corregir o remediar sino sólo analizar. Su material de análisis está constituido por descripciones literales y conversaciones.
Una de las críticas a la etnometodología es que no logra cuestionar el orden y los conflictos sociales de los sistemas existentes. La decodificación de la información de los individuos no conduce a la explicación de los procesos sociales.
El problema del poder y de su dimensión a nivel macrosociológico y microsociológico, el problema de la indexicalidad de las acciones, de los resúmenes y de las explicaciones del sujeto y el punto de vista que el individuo tiene sobre la realidad social son cosas distintas que suelen confundirse.
La formación de una conciencia de sentido común está constituida por los métodos usados por los sujetos para describir, dar cuenta, cuantificar, construir el sentido de sus acciones, discursos, acontecimientos: el proyecto etnometodológico es un intento de describir (en clave sociológica) los niveles fundamentales de la competencia comunicativa y social necesaria para toda interacción. La objeción que respecto a este punto plantea Giddens (uno de los críticos más atentos al trabajo de Garfinkel) es que (a causa de una insuficiente elaboración del concepto de indexicalidad) el estudio etnometodológico permanece vinculado a una concepción "de la acción como significado más que de la acción como praxis, esto es, del compromiso de los agentes en la satisfacción práctica de los intereses, incluida la transformación material de la naturaleza por medio de la actividad humana"
Alvira Martín, Francisco. Fecha desconocida. Perspectiva cualitativa / perspectiva
cuantitativa en la metodología sociológica.
Canales, Manuel. 1996 "Sociología de la vida cotidiana". En: Cuestiones de América N°8, abril disponible desde Internet en: http://www.cuestiones.ws/revista/n8/abr02-comporta-canales.htm [con acceso 3, 3, 2003]
González, Carlos. 2000. Harold Garfinkel, o la evidencia no se cuestiona. Disponible en Internet desde: http://www.monografias.com/trabajos/goffman/goffman, [con acceso 28, 4, 2003]
Heritage, John. C. 1987. "Ethnomethodology" en Giddens, A. y J. Turner. Social theory today, California: Stanford University Press.
Martínez Mígueles, Miguel, 2002. La etnometodología y el interaccionismo simbólico. Sus aspectos metodológicos específicos. Disponible desde Internet en: http://prof.usb.ve/miguelm/laetnometodologia.htm [con acceso el 26 de abril de 2003]
Mella, Orlando. 1998. Naturaleza y orientaciones teórico – metodológicas de la investigación cualitativa. Disponible en Internet desde: http://www.reduc.cl/reduc/mella.pdf [con acceso el 28, 4, 2003]
Taylor, S.J. y R. Bogdan. 1994. Introducción a los métodos cualitativos de investigación, Barcelona: Paidos
Wolf M. 1994. Sociología de la vida cotidiana, Madrid: Cátedra.
Autora:
Silvia Durán Molina
Lic. Sociología