Descargar

Los difuntos

Enviado por Jesús Castro


  1. Saúl, el rey
  2. Engaño demoníaco
  3. Fraude posdiluviano
  4. Conclusión

Este articulo pretende contestar lo mas eficaz y sencillamente posible Ia siguiente pregunta, basa­ da en los estudios profundos del Genesis: (.De que manera Ia humanidad fue desviada del concepto original que denotaba Ia palabra "nefesch", siendo enganada por fuerzas inteligentes invisibles?

edu.red

Saúl, el rey.

El gráfico anterior representa una escena de la historia del primer rey de Israel, Saúl, la cual se narra en las Sagradas Escrituras Hebreas, concretamente en el Primer Libro de Samuel, capítulo 28:

«Y por aquellos días aconteció que los filisteos empezaron a juntar sus campamentos para el ejército con el fin de hacer guerra contra Israel… Ahora bien, Samuel mismo había muerto, y todo Israel había procedido a plañirlo y a enterrarlo en Ramá, su propia ciudad. En cuanto a Saúl, él había quitado del país a los médium espiritistas y a los pronosticadores profesionales de acontecimientos.

Posteriormente, los filisteos se juntaron y vinieron y asentaron campamento en Sunem. De modo que Saúl juntó a todo Israel, y asentaron campamento en Guilboa. Cuando Saúl llegó a ver el campamento de los filisteos, le dio miedo, y su corazón empezó a temblar muchísimo. Aunque Saúl inquiría de Jehová, Jehová nunca le contestaba, ni por sueños ni por el Urim ni por los profetas. Por fin Saúl dijo a sus siervos: "Buscadme una mujer que sea perita en mediación espiritista, y ciertamente iré a ella y la consultaré". Entonces le dijeron sus siervos: "¡Mira! En En-dor hay una mujer que es perita en mediación espiritista".

Así que Saúl se disfrazó y se vistió con otras prendas de vestir y se fue, él y dos hombres con él; y llegaron a la mujer de noche. Ahora dijo él: "Usa adivinación para mí, por favor, por mediación espiritista, y haz subir para mí al que yo te diga". Sin embargo, la mujer le dijo: "Mira que tú mismo sabes bien lo que Saúl hizo, cómo cortó del país a los médium espiritistas y a los pronosticadores profesionales de acontecimientos. ¿Por qué, pues, estás obrando como un entrampador contra mi alma para hacer que se me dé muerte?". Inmediatamente Saúl le juró por Jehová, y dijo: "¡Tan ciertamente como que vive Jehová, culpa por error no te sobrevendrá en este asunto!". Ante esto, la mujer dijo: "¿A quién hago subir para ti?". A esto él dijo: "Haz subir a Samuel para mí". Cuando la mujer vio a "Samuel" se puso a gritar a voz en cuello; y la mujer pasó a decir a Saúl: "¿Por qué me embaucaste, cuando tú mismo eres Saúl?". Pero el rey le dijo: "No tengas miedo, pero ¿qué viste?". Y la mujer pasó a decir a Saúl: "A un dios vi que subía de la tierra". En seguida él le dijo: "¿Qué forma tiene?", a lo que ella dijo: "Es un viejo que sube, y está cubierto con una vestidura sin mangas". Ante eso, Saúl reconoció que era "Samuel", y procedió a inclinarse rostro a tierra, y a postrarse.

Y "Samuel" empezó a decir a Saúl: "¿Por qué me has perturbado y has hecho que me hagan subir?".

A lo que dijo Saúl: "Estoy en grave aprieto, puesto que los filisteos están peleando contra mí, y Dios mismo se ha apartado de mí y no me ha contestado más, ni por medio de los profetas ni por sueños; de modo que te llamo para que me hagas saber lo que he de hacer".

Y "Samuel" pasó a decir: "¿Por qué, pues, inquieres de mí, cuando Jehová mismo se ha apartado de ti y resulta ser tu adversario? Y Jehová hará para sí tal como habló por medio de mí, y Jehová arrancará de tu mano el reino y lo dará a tu semejante, David. Como no obedeciste la voz de Jehová, y no ejecutaste su ardiente cólera contra Amaleq, por eso ésta es la cosa que Jehová ciertamente te hará en el día actual. Y Jehová también dará a Israel juntamente contigo en la mano de los filisteos, y mañana tú y tus hijos estaréis conmigo. Hasta el campamento de Israel dará Jehová en la mano de los filisteos".

Ante esto, Saúl cayó prontamente a tierra, cuan largo era, y tuvo muchísimo miedo a causa de las palabras de "Samuel". Además, sucedía que no había poder en él, porque no había comido alimento en todo el día ni en toda la noche. La mujer ahora vino a Saúl y vio que había sido perturbado en gran manera. De modo que le dijo: "Mira que tu sierva ha obedecido tu voz, y procedí a poner mi alma en la palma de mi mano y a obedecer las palabras que me hablaste. Y ahora, por favor, tú, a tu vez, obedece la voz de tu sierva; y permíteme poner delante de ti un pedazo de pan, y come, para que llegue a haber poder en ti, por cuanto seguirás tu camino". Pero él rehusó, y dijo: "No voy a comer". Sin embargo, sus siervos y también la mujer siguieron instándolo. Por fin obedeció su voz y se levantó de la tierra y se sentó en el lecho. Ahora bien, la mujer tenía en casa un becerro engordado. De modo que prontamente lo sacrificó y tomó harina y la amasó y coció de ella unas tortas no fermentadas. Entonces se las sirvió a Saúl y sus siervos, y ellos comieron. Después de aquello se levantaron y se fueron durante aquella noche».

edu.red

NOTA:

El joven Saúl vivió durante un tiempo turbulento de la historia de Israel. La opresión filistea había reducido a la nación a la indefensión militar, y los ammonitas bajo el rey Nahás amenazaban con la agresión. Aunque Samuel (el profeta) había juzgado fielmente a Israel, sus hijos pervertían la justicia y el asunto se escapaba de las manos de Samuel. Los ancianos de Israel, viendo la situación desde un punto de vista humano y, por lo tanto, perdiendo de vista que Jehová era capaz de proteger a su pueblo, solicitaron a Samuel que nombrase un rey sobre ellos.

Jehová dirigió los asuntos para que se ungiese por rey a Saúl. Él (Saúl) estaba con su servidor buscando las asnas de su padre, que se habían perdido. Como la búsqueda resultó infructuosa, decidió regresar a casa. Su servidor sugirió que buscaran la ayuda del "hombre de Dios" (Samuel, el profeta), que, según se sabía, estaba en una ciudad cercana. Esto hizo que Saúl se encontrase con Samuel. En su primera conversación con Samuel, Saúl demostró ser un hombre modesto. Después de tomar una comida de sacrificio (ofrenda a Dios) con Saúl, Samuel continuó hablando con él. A la mañana siguiente lo ungió por rey. Para confirmar que Dios estaba con Saúl, Samuel le dio tres señales proféticas, que se cumplieron ese mismo día.

Aproximadamente un mes después (según la lectura de la Septuaginta griega y el Rollo del mar Muerto), el rey ammonita Nahás exigió la rendición de Jabés en Galaad. Cuando los mensajeros se lo informaron a Saúl, el espíritu de Dios se hizo operativo en él. Rápidamente reunió un ejército de 330.000 hombres y lo llevó a la victoria. Esta victoria resultó en el fortalecimiento de su posición como rey, y el pueblo hasta pidió que se diera muerte a los que habían hablado contra él. Pero Saúl, reconociendo que Jehová había concedido la victoria, no consintió en ello. Posteriormente, en Guilgal se volvió a confirmar su reinado.

Más tarde, Saúl tomó medidas para quebrar el poder de los filisteos sobre Israel. Escogió a 3.000 israelitas, puso a 2.000 de ellos bajo su mando y a los restantes bajo el de su hijo Jonatán. Actuando seguramente por orden de su padre, "Jonatán derribó la guarnición de los filisteos que había en Gueba". Como venganza, los filisteos reunieron una fuerza poderosa y acamparon en Micmash.

Mientras tanto, Saúl se había retirado de Micmash a Guilgal, en el valle del Jordán. Allí esperó siete días a Samuel, pero Samuel no llegó al tiempo señalado. Temiendo que el enemigo cayera sobre él sin haber conseguido la ayuda de Jehová y que la demora perjudicara a su ejército, Saúl "se obligó" a ofrecer el sacrificio quemado. Samuel condenó su acción "tonta" y pecaminosa, pues no correspondía a Saúl hacer el sacrificio. Es obvio que el pecado de Saúl consistió en adelantarse presuntuosamente con el sacrificio y no obedecer el mandato de Jehová transmitido por su representante Samuel de esperar que éste ofreciese el sacrificio. Como consecuencia de este acto, el reino de Saúl quedaba desaprobado por Dios y no duraría.

Durante todo su reinado posterior, Saúl transgredió una y otra vez los mandatos de Jehová, negando su culpabilidad o, en ocasiones, pasándola al pueblo o a otros. Finalmente, Samuel se separó de Saúl y no tuvieron más relación.

Hacia el final del reinado de Saúl, los filisteos fueron contra el ejército de éste. Sin el espíritu y la guía de Jehová y abandonado a un estado mental desaprobado, recurrió al espiritismo, una transgresión que merecía la muerte. Se disfrazó y fue a ver a una médium espiritista en En-dor, y le solicitó que hiciese subir de entre los muertos a Samuel. Por la descripción que ella hizo de lo que vio, Saúl concluyó que era Samuel. Sin embargo, debe tenerse en cuenta que Jehová no había respondido a las peticiones de Saúl por medio de Samuel durante la vida de este último, y obviamente, no lo iba a hacer entonces por medio de una práctica condenada por Su ley como merecedora de pena de muerte. De modo que lo que la mujer dijo tuvo que ser de origen demoníaco. El mensaje no le dio ningún consuelo a Saúl, sino que, por el contrario, lo atemorizó.

edu.red

En la posterior lucha contra los filisteos, Saúl fue herido gravemente en el monte Guilboa y tres de sus hijos fueron muertos. Debido a que su escudero se negó a darle muerte, Saúl se arrojó sobre su propia espada. Así, de manera tan triste y desamparada, pereció este monarca, empantanado en el error (resumen extraído del tomo 2 de PERSPICACIA PARA COMPRENDER LAS ESCRITURAS, edición española de 1991, de la Sociedad Watchtower Bible And Tract).

Engaño demoníaco.

edu.red

Según PERSPICACIA, tomo 1, página 656, un DEMONIO es una criatura espiritual malvada que tiene poderes muy superiores a los humanos y que resulta invisible a los ojos del hombre. Dios no creó a los demonios como tales. El primero que se hizo demonio a sí mismo fue Satanás el Diablo, quien llegó a ser el gobernante de otros hijos angélicos de Dios que también se hicieron demonios. En los días de Noé, ángeles desobedientes se materializaron, se casaron con mujeres y engendraron una prole híbrida llamada "nefilim". No obstante, estos demonios se desmaterializaron cuando llegó el Diluvio. Volvieron al reino de los espíritus, pero no recuperaron su elevada posición original, pues dice la Sagrada Escritura: "A los ángeles que no guardaron su posición original, sino que abandonaron su propio y debido lugar de habitación, [Dios] los ha reservado con cadenas sempiternas bajo densa oscuridad para el juicio del gran día" (Judas 6). Por lo tanto, sus actividades están limitadas a esa condición de densa oscuridad espiritual. Aunque no se les permite materializarse, aún pueden ejercer gran poder e influencia sobre la mente y la vida de los hombres. Incluso tienen poder para entrar en hombres y animales y poseerlos, y los hechos muestran que también se valen de cosas inanimadas, como casas, fetiches y amuletos. El objeto de toda esa actividad demoníaca es poner a la gente en contra de Jehová y de la adoración pura que a Él se le debe. Con buena base, pues, la ley de Jehová prohibió tajantemente toda forma de demonismo. Sin embargo, el pueblo rebelde de Israel se apartó tanto de esa ley que llegó al extremo de sacrificar a sus hijos e hijas a demonios.

El Primer Libro de Samuel (cuyo capítulo 28 ha sido insertado al principio de este artículo, el cual narra la desesperación de Saúl y su consiguiente visita a una médium espiritista) fue escrito en Israel por los tres profetas hebreos Samuel, Gad y Natán. La obra TODA ESCRITURA ES INSPIRADA DE DIOS Y PROVECHOSA, editada en español y otros idiomas en 1990 por la Sociedad Watchtower Bible And Tract, es un complemento documental de excelente calidad para el estudioso de la Biblia, aportando también muy buenos datos para el investigador del Génesis; sus páginas 53 a 58 presentan un examen del denominado "Primer libro de Samuel", mostrando que su narración es de carácter histórico y que abarca los sucesos principales que ocurrieron en Israel entre los años 1180 y 1078 antes de la EC (era común o cristiana). Dicho registro histórico sagrado fue completado en 1078 antes de la EC.

El estudio cuidadoso de los libros sagrados de Samuel (primero y segundo), así como del Génesis, arroja la sorprendente cualidad de la objetividad de sus escritores llevada a un grado inusual para la época, y, de hecho, respecto a todas las épocas (pues incluso en el tiempo actual, la objetividad histórica es cosa rara; en cambio, es bastante frecuente el tratamiento tendencioso de noticias en prensa, radio y televisión). Por ejemplo, en el Primer Libro de Samuel encontramos pasajes que ponen de manifiesto tanto las debilidades y pecados de Israel como sus buenos actos, sin temor a represalias y sin ningún espíritu de carácter nacionalista o partidista. Tal espíritu de objetividad no se encuentra en ninguna narración de los alrededores espaciotemporales de la época.

En determinados pasajes de estos libros históricos sagrados se encuentran relatos escuetos y totalmente desprovistos de interpretación privada por parte del escritor o narrador, como sucede en el caso del Génesis, capítulo 3, versículos 1 a 5, donde se dice que la mujer Eva habló con una serpiente, sin especificarse nada acerca de la verdadera identidad de la voz que supuestamente emitía la serpiente. Por consiguiente, le corresponde al lector tratar de averiguar el verdadero trasfondo de la narración histórica, usando para ello las herramientas más eficaces disponibles, a saber: la lógica, el razonamiento, la sensatez, la concordancia bíblica (otras citas de las Santas Escrituras que aclaren el asunto), la documentación bíblica (el sentido y etimología de los vocablos bíblicos originales, la exégesis fidedigna, la paleografía y la arqueología del Medio Oriente, y así por el estilo).

Pues bien, utilizando esas herramientas, llegamos a las siguientes conclusiones acerca del capítulo 28 del Primer Libro de Samuel (ver páginas 2 y 3):

edu.red

– El Samuel que vio la medium espiritista no pudo ser el alma del difunto Samuel, ni nada parecido a esto, pues la Sagrada Escritura muestra reiteradamente que el ser humano no es un compuesto de alma y cuerpo sino una entidad indivisible que cuando muere perece por completo. La "New Catholic Encyclopedia" admite: "El alma en el A[ntiguo] T[estamento] no significa una parte del hombre, sino el hombre completo, el hombre como ser vivo. Del mismo modo, en el N[uevo] T[estamento] significa la vida humana […]. La Biblia no habla de la supervivencia de ninguna alma inmaterial".

– El libro RAZONAMIENTO A PARTIR DE LAS ESCRITURAS, publicado en español en 1989 por la Sociedad Watchtower Bible And Tract, páginas 131 y 132, expone: «El relato [que] se encuentra en 1 Samuel 28:3-20 [muestra] que Saúl mismo no vio a Samuel, sino que, basándose en la descripción que le dio la médium espiritista, él supuso que ella había visto a Samuel. Saúl desesperadamente quería creer que era Samuel, y por eso se dejó engañar. El versículo 3 dice que Samuel estaba muerto y enterrado. Los textos bíblicos [pertinentes] muestran claramente que ninguna parte de Samuel estaba viva en otra esfera de modo que pudiera comunicarse con Saúl. La voz que pretendió ser la de Samuel era la de un impostor».

– La revista LA ATALAYA del 1-1-2010, página 20, publicada en español y otros idiomas por la Sociedad Watchtower Bible And Tract, contiene la siguiente línea aguda de pensamiento: «Reflexionemos en la siguiente idea. Según enseña la Biblia, cuando una persona muere, "vuelve a su suelo" y "perecen sus pensamientos" (Salmo 146:4). Además, tanto Saúl como Samuel sabían que Dios desaprueba las prácticas espiritistas. De hecho, tiempo antes, el propio rey había tomado medidas para erradicarlas del país (Levítico 19:31)… Por lo tanto, aun en el caso de que el espíritu del fiel Samuel siguiera vivo, ¿habría desobedecido a Dios colaborando con una médium para comunicarse con Saúl? Además, si Jehová no quería responder a las súplicas de Saúl, ¿podría una simple médium obligar a Dios a hablar con el rey a través de Samuel? No, ni mucho menos. Está claro que ese "Samuel" no era el profeta de Dios que había muerto. En realidad, se trataba de un demonio que se hizo pasar por Samuel».

Fraude posdiluviano.

Si para el tiempo de Saúl ya existían demonios que engañaban a la gente con la creencia de que los difuntos seguían viviendo en forma espiritual después de la muerte del cuerpo físico, cabe preguntarse en qué momento después del Diluvio comenzó a darse dicho engaño demoníaco y en quiénes. Recordemos que el Diluvio barrió toda la maldad y toda falsedad de la Tierra, dejando vivos sólo al patriarca Noé y a su familia, a saber, ocho personas en total. Por lo tanto, ese fraude diabólico (que ha llegado hasta nuestros días) debió prosperar sobre algunos de los descendientes de los hijos de Noé que se desviaron de la norma religiosa de los fieles patriarcas.

Los acontecimientos históricos que pudieron propiciar este desenlace fraudulento hay que buscarlos, pues, en alguna forma de alejamiento de la adoración aceptada por Dios y transmitida a la posteridad por Noé y sus fieles descendientes patriarcales. La primera mención de esta clase de desviación religiosa la encontramos en Canaán, el nieto de Noé por vía de Cam. De él procedieron los cananeos, un pueblo extremadamente perverso y sucio en materia religiosa, cuyo sistema de adoración era claramente demoníaco (ver G026: La prole de Cam).

edu.red

Otro de los hijos de Cam fue Cus, padre del infame Nemrod (ver G025: Franja prebabeliana, páginas 1 y 2). Por lo tanto, Nemrod era bisnieto de Noé. El relato sagrado informa: «Y Cus llegó a ser padre de Nemrod. Él dio comienzo a lo de hacerse un poderoso en la tierra. Se exhibió [como un] poderoso cazador en oposición a Jehová. Por eso hay un dicho: "Como Nemrod, poderoso cazador en oposición a Jehová". Y el principio de su reino llegó a ser Babel y Erec y Akkad y Calné, en la tierra de Sinar. De aquella tierra salió para Asiria y se puso a edificar a Nínive y a Rehobot-Ir y a Cálah y a Resen entre Nínive y Cálah: ésta es la gran ciudad» (Génesis 10: 812).

La revista DESPERTAD del 22-1-1989, páginas 20-23, publicada en español y otros idiomas por la Sociedad Watchtower Bible And Tract, explica en parte:

«En vista de que Nemrod "dio comienzo a lo de hacerse un poderoso en la tierra", obviamente comenzó algo nuevo.

¿Pero qué? Las palabras "el principio de su reino" nos dan una pista. Si Nemrod tenía un reino, eso significa que era un rey, en otras palabras, era un gobernante. Por eso, en su glosa sobre la Biblia, el doctor alemán August Knobel lo llama acertadamente "el primer gobernante posdiluviano", y explica que nunca antes había existido otro como él. En consonancia con esto, "La Biblia al Día" vierte Génesis 10:8 de la siguiente manera: "Fue el primero de los reyes".

Nemrod se colocó en oposición al Creador, quien nunca había tenido la intención de que los humanos se gobernasen a sí mismos. Y cuando "salió para Asiria", Nemrod procedió a extender su dominio político, posiblemente valiéndose de las armas. Si ése fue el caso, eso lo convirtió en "poderoso cazador" no sólo de animales, sino también de seres humanos.

"Los eruditos han tratado, sin verdadero éxito —dice la 'Collier"s Encyclopedia'—, de identificar a Nemrod con varios reyes, héroes o deidades de la antigüedad, como es el caso de Merodac (Marduk), un dios asirobabilonio; Gilgamés, un héroe babilonio conocido como cazador, y Orión, un cazador de la mitología clásica". Por eso, una obra de referencia alemana admite que, en realidad, "lo único que sabemos de él es lo que dice el registro bíblico".

A pesar de eso, Nemrod sí que existió. La tradición árabe hace mención de él. Su nombre, escrito Nimrud o Nimroud, forma parte de algunos nombres geográficos del Oriente Medio. Hay poemas didácticos sumerio-acadios que hablan de sus heroicas hazañas. Y el historiador judío Josefo lo menciona por nombre.

El sistema político de Nemrod estaba concebido para suplantar la legítima gobernación de Dios sobre la humanidad, por lo que tomó un cariz religioso. La gente empezó a construir "una torre con su cúspide en los cielos" a fin de hacerse "un nombre célebre" para sí mismos y no para Dios (Génesis 11:4).

edu.red

Aunque los arqueólogos no han podido encontrar unas ruinas antiguas de las que puedan decir con seguridad que pertenezcan a la Torre de Babel construida por Nemrod, sí han descubierto en Mesopotamia más de dos docenas de estructuras que al parecer son similares. En realidad, este tipo de "torre templo" era característico de la arquitectura religiosa de esa zona. El libro "Paths of Faith" (Sendas de la fe) comenta que el principal tipo de templo babilonio era el "zigurat, una estructura en forma de pirámide con una capilla en la cúspide". Y luego añade: "Con cierta similitud a otros edificios religiosos, desde las pirámides de Egipto hasta las estupas de la India o las pagodas del mundo budista, el zigurat […] probablemente fue un antepasado remoto de la iglesia con campanario".

El arqueólogo alemán Walter Andrae hizo muchas excavaciones en esta zona a comienzos del siglo XX. Él escribió que se creía que la capilla situada en la cúspide del zigurat era "la puerta […] a través de la que el Dios del cielo desciende la escalera del zigurat para llegar a su morada terrestre". No es de extrañar que los habitantes de Babel afirmaran que el nombre de su ciudad se derivaba de "Bab" (puerta) e "ilu" (Dios), y por lo tanto significaba "Puerta de Dios".

Originalmente, todos los habitantes de la Tierra hablaban el mismo idioma. Pero cuando Nemrod y sus apoyadores empezaron a construir esta torre en Babel, Dios manifestó Su desaprobación. Leemos: "Por consiguiente, Jehová los esparció desde allí sobre toda la superficie de la tierra, y poco a poco dejaron de edificar la ciudad. Por eso se le dio el nombre de Babel [de "ba·lál", que significa "confundir"], porque allí había confundido Jehová el lenguaje de toda la tierra" (Génesis 11:1,5,7-9). ¡Qué frustrados debieron quedarse los edificadores cuando de repente se encontraron con que no eran capaces de discutir lo que había pasado, y mucho menos llegar a un acuerdo en cuanto a por qué había pasado! Seguro que se expusieron muchas teorías, y por no poder comunicarse los diferentes grupos lingüísticos, la diversidad de ellas iría aumentando.

Cuando estos grupos se esparcieron por las diferentes partes de la Tierra, es lógico que llevasen con ellos sus teorías religiosas. Con el paso del tiempo, estas ideas, aunque seguían siendo básicamente iguales, se vieron alteradas por las tradiciones y los sucesos locales. De "una sola religión", pronto surgieron "cien versiones". Es evidente que aquel primer experimento de mezclar la religión con la política no trajo buenos resultados.

Con el transcurso de los siglos, sus consecuencias se han extendido hasta el grado de afectarle a usted, algo de lo que se habrá dado cuenta si alguna vez ha tratado de hablar sobre religión con una persona de otra fe. Hasta términos religiosos como "Dios", "pecado", "alma" y "muerte" significan cosas diferentes para diferentes personas. Qué acertadas son las palabras del erudito inglés John Selden, quien hace trescientos años dijo: "Si se examinase bien la cuestión, apenas se encontrarían tres [personas] que compartiesen absolutamente todas las mismas ideas religiosas".

edu.red

"Ninguna de las religiones que conocemos puede compararse en la cantidad de dioses con la sumerio-asirio-babilonia", afirma la autora Petra Eisele. Ella habla de 500 dioses y dice que algunas de las listas más extensas contienen hasta 2.500 nombres. Finalmente, con el transcurso del tiempo, "los teólogos oficiales de Babilonia establecieron la jerarquía de los dioses de una manera más o menos definida, dividiéndolos en tríadas", dice la "New Larousse Encyclopedia of Mythology". Una tríada prominente de dioses la componían Anu, Enlil y Ea. Otra la formaban los dioses astrales Sin, Shamash e Istar, diosa, esta última, conocida también por el nombre de Astarté, la diosa-madre, consorte de Tamuz.

Marduk, el dios más prominente de Babilonia, llamado después Enlil o Bel, era un dios de la guerra. La obra "Paths of Faith" dice que esto "constituía un reconocimiento religioso del hecho histórico de que la guerra se estaba convirtiendo en una preocupación creciente de los siervos babilonios de los dioses". Es lógico pensar que un poderoso cazador como Nemrod, que acosaba a hombre y bestia, adoraría a un dios de la guerra y no al "Dios de amor y de paz" del que habla la Biblia.

Los dioses babilonios y asirios eran asombrosamente "humanos", ya que tenían las mismas necesidades y pasiones que los mortales. Esto condujo a la aparición de rituales y prácticas religiosas —como la prostitución en los templos— que difícilmente podrían considerarse de origen divino.

La brujería, el exorcismo y la astrología también formaban parte de la religión de Babilonia. Petra Eisele afirma que "es bastante posible que la obsesión occidental que hay con las brujas […] sea de origen caldeo". Y los babilonios hicieron sorprendentes progresos en el estudio de la astronomía mientras trataban de leer el futuro en las estrellas.

Los mesopotámicos también creían en la inmortalidad del alma humana. Esto lo dejaron manifiesto al enterrar junto a sus muertos algunos objetos para que los usasen en su vida posterior después de la muerte.

Consideremos ahora por un momento algunas de las religiones principales de la actualidad. ¿Sabe de alguna que enseñe que el alma humana es inmortal o que Dios es una trinidad compuesta de tres dioses en uno, que permita que sus miembros practiquen inmoralidad impunemente, que se mezcle en la política o que tenga miembros que estén más dispuestos a sacrificar su vida por un dios de la guerra que por el Dios de la paz? Si su respuesta es afirmativa, entonces usted ha reconocido a las organizaciones modernas que son como hijas de Babel, que todavía propagan los vestigios religiosos que quedan de los días de la torre de Nemrod.

Por supuesto, no todos los pueblos posdiluvianos cayeron en la confusión religiosa babilónica. Por ejemplo: Abrahán, quien nació diez generaciones después de Noé, sostuvo la adoración verdadera. Dios hizo un pacto con este descendiente de Sem y le prometió, como se registra en Génesis 22:15-18 que en asociación con la única religión verdadera, todas las familias de la Tierra se bendecirían. Este pacto por lo visto entró en vigor en 1943 antes de la EC…».

Conclusión.

Parece obvio que a partir de la confusión de las lenguas en Babel, a causa del alejamiento de la adoración aprobada por el Creador y practicada por los fieles patriarcas, los grupos humanos dispersados según sus lenguajes estaban ya en el disfavor divino, pues fueron apoyadores de Nemrod. Esto significa que cada grupo adoptó formas religiosas erróneas, ofensivas a Dios. El resultado fue que llegaron a ser terreno abonado para la influencia demoníaca. Entonces, los demonios no tardarían en fomentar en estas personas el temor a los espíritus de los difuntos y la creencia en un alma inmortal.

 

 

Autor:

Jesús Castro