Descargar

Elementos a considerar en las soluciones locales de riego en condiciones de un desarrollo sustentable (página 2)

Enviado por Arturo Luis Romero


Partes: 1, 2

Durante  muchos  decenios, el agua ha desempeñado un  papel  sólo secundario  en  la historia del desarrollo mundial. Se  creía  que mientras existieran tierras que regar, ríos en los que  construir presas  y fuentes subterráneas de las que extraer agua, sólo  las limitaciones que imponían la tecnología y las inversiones  podían detener el proceso.

Las  sequías  que  asolaron Africa durante los  años  setenta  y ochenta  del pasado siglo y las actuales, hicieron  comprender a muchos que la causa  última  del fracaso de las cosechas es a menudo la escasez de agua.

Pronto  comenzó a considerarse el problema del agua una  cuestión de  alcance  mundial,  estimándose que la clave  para  la  futura acción  sobre  el  agua y el desarrollo  agrícola  sostenible  es integrar los programas y las políticas sobre la conservación  del agua y de la tierra.

Hasta  ahora, ha sido frecuente que las  cuestiones  relacionadas con el agua se trataran por etapas. Generalmente, había un órgano que se encargaba de mejorar los suministros de agua potable, otro de mejorar el saneamiento, otro del riego, otro de la  conservación de la tierra y otros aún para detener la degradación de  los bosques de las cuencas hidrográficas, mejorar la pesca continental y expandir la acuicultura.

Se  ha tendido también a tratar estas cuestiones con  un  enfoque técnico,  dedicando  escasa  atención a  los  factores  sociales, económicos y culturales que determinan si una solución es  viable y  cómo hay que abordarla. La participación de la comunidad (de hombres  y  mujeres igualmente) constituye un  medio  eficaz  de garantizar  que las soluciones técnicas sean adecuadas y  duraderas.

ACCIÓN INTERNACIONAL SOBRE EL AGUA Y LA AGRICULTURA  SUSTENTABLE.

El Programa de Acción Internacional sobre los Recursos Hídricos y el  Desarrollo Agrícola Sostenible (IAP-WASAD), fue iniciado  por la FAO en el año 1990, en colaboración con otros organismos. Su objetivo es ayudar a los países en desarrollo a utilizar de forma sostenible  los recursos hídricos destinados a la agricultura sin  dañar el  medio ambiente. El programa tiene nueve prioridades:  políticas,  recursos y planificación; aprovechamiento del agua;  anegamiento,  control de salinidad y drenaje; ordenación  de  recursos hídricos  escasos;  suministro de agua para el  ganado;  y  pesca continental y agricultura.

En el referido período, en la estimación del costo del programa se tuvo en cuenta:

a. Realizar inversiones y préstamos a interés bajo proyectos concretos.

b. Subvenciones para  reforzar  la capacidad nacional  en  ordenación  de recursos hídricos y elaborar políticas y normas.

c. Financiación anual para reforzar la capacidad de las instituciones internacionales en apoyo de  los programas nacionales.

Por  esa fecha, la Conferencia de las Naciones Unidas  sobre  el Ambiente  y  Desarrollo, estimó que el costo para los  países  en desarrollo de sus recomendaciones sobre la utilización sostenible de los recursos de agua dulce sería de 54 800 millones de dólares al año durante el periodo de 1993-2000.

El Programa de Acción Internacional sobre los Recursos Hídricos y el  Desarrollo Agrícola Sostenible estimó que el costo total,  en inversiones,  préstamos  a  interés bajo y  subvenciones,  de  su programa  será de casi 10 000 millones de dólares al año  durante el decenio 1990.

 ASPECTOS  GENERALES  A CONSIDERAR EN LOS PROYECTOS  DE  RIEGO  EN CONDICIONES DE UN DESARROLLO SUSTENTABLE

El  desarrollo  sustentable no puede lograrse a largo  plazo  con comunidades que sean hostiles al medio ambiente. En muchas  ocasiones, es necesario enfrentar el problema de la presión ejercida por  la población creciente cuyo bienestar económico  ha  sufrido como consecuencia de un inadecuado manejo de sus recursos naturales.  Las  características culturales y  socio-económicas  de  la población  local  en la cual se pretende alcanzar  un  desarrollo sustentable,  constituye un elemento de  primordial  importancia; esta  información  es  tan importante, como la  relativa  a  los recursos  naturales  que desean preservarse, cualquiera  sea  la estrategia de desarrollo a aplicar en relación a la actividad de irrigación.

Al  enfrentar  la  tarea de proyectar un  sistema  de  irrigación basados  en el concepto de un desarrollo sustentable  resulta  de una  trascendental  importancia  tener  presente  las  siguientes consideraciones.

1.- Adecuar el proyecto a las características de los recursos del agroecosistema.

Es necesario en todos y cada uno de los casos en los cuales se vaya a ejecutar un nuevo proyecto de riego, o realizarle alguna transformación a uno existente, tener presente los recursos necesarios y los disponibles, de modo tal que se puedan realizar las adecuaciones oportunas y pertinentes, de tal manera que las decisiones a tomar no conduzcan a un rotundo fracaso.

De este modo, es necesario conocer y evaluar los recursos naturales, sociales, humanos, de capital y de producción; las posibilidades de acceso a los mismos y en el momento requerido, y su cantidad y calidad.

2.- Posibilidad de concebir el proyecto sobre los cimientos de la cultura local.

En muchas ocasiones es posible aprovechar los elementos culturales  de manera que contribuyan positivamente a  la  conservación, protección,  y  manejo adecuado de todos los  recursos  naturales vinculados directamente o indirectamente a la actividad de irrigación. Por esto, se debe considerar como  elemento  importante que cualquier ley o normativa vinculada al proyecto, así como  el método  de  riego  a emplear debe ser adaptado de  modo  tal  que aproveche las predisposiciones locales.

No debe soslayarse el hecho de que, por lo general, la diversidad cultural  es análoga a la diversidad ecológica, y que las  formas locales  de adaptación tradicional al medio son a menudo,  aunque no siempre, más sensata desde el punto de vista medio ambiental.

Por tanto, al proyectar un sistema de riego, o al establecer  las normas de operación de uno ya existente, una tarea a la cual debe concederse absoluta prioridad es a la investigación de las formas tradicionales  de  gestión  de los recursos, antes  de  que  esos elementos  puedan ser notoriamente afectados por la marea  de  la modernidad y la alta tecnología.

Por otra parte, es preciso adaptar estas formas tradicionales  de  gestión  de los recursos de manera que resulten útiles  para  los encargados  de la planificación del desarrollo y  aplicación   de nuevas tecnologías de riego en un Medio Físico determinado.  Así, sería necesario disponer de toda esta información al proyectar un nuevo sistema, de modo tal que los responsabilizados con la tarea sean  sensibles al tomar las decisiones y, además,  colaboren  de forma  productiva  con la población local. El método de  riego  a emplear, la técnica, la forma de entrega más adecuada, su explotación,  los  criterios de uso y manejo del agua, no  pueden  ser ajenos a esta situación.

3.-  Devolver  la  responsabilidad a la población  local  con  el adecuado  asesoramiento.

La estabilidad cultural mantenida a largo plazo en el pasado,  en determinados  lugares,  ha demostrado que la población  local  es perfectamente  capaz y competente para imponer normas,  al  menos generales, en beneficio de su comunidad. Si a éstas, se  vinculan los  avances  actuales  logrados en el desarrollo  de  métodos  y tecnologías  de riego, lográndose seleccionar la más apropiada  a cada caso particular, los resultados podrían ser realmente asombrosos.  En consecuencia, al proyectar nuevos sistemas  de  riego para una región determinada, es necesario debatir las prioridades del desarrollo local en los gobiernos municipales y de  distrito, y cómo éstos se conjugan y relacionan con el desarrollo perspectivo  a  corto, mediano y largo plazo en los  diferentes  niveles jerárquicos superiores, llegando hasta nivel de país. Esto permitiría  trazar políticas más adecuadas y duraderas en  relación  a los  nuevos proyectos de riego a ejecutar o la transformación  de los existentes.

Otro  aspecto  a  considerar es la posibilidad de  que  el  nuevo proyecto  pueda ser financiado localmente, al menos en parte,  de manera  que se establezca un compromiso local, lo  cual  garantizaría  la participación colectiva y activa de la  población  que recibiría  los beneficios del proyecto, la cual se sentiría  comprometida con el buen funcionamiento del mismo.

En  algunas áreas y localidades podrían establecerse unidades  de gestión  integradas  por expertos, especialistas y  personas  del lugar bajo el control de los gobiernos municipales, lo cual puede extenderse a los consejos asesores del grupo gestor.

Un punto clave pudiera estar dado por el hecho de que la responsabilidad local en el proyecto de riego, su ejecución y manejo se plasme  de  acuerdo con los modelos institucionales  locales,  lo cual  contribuiría  a un mejor entendimiento  entre  las  partes, teniendo en cuenta que siempre es preferible reforzar las instituciones locales que crear otras nuevas, siempre que estén  presentes las condiciones objetivas y subjetivas necesarias lo  cual debe ser rigurosamente analizado en cada caso.

Otro  importante  aspecto sería la manera en que  se  conciba  la cogestión,  que  supone la necesidad de establecer  el  nivel  de compromiso  y la implicación que tendría la participación  de  la población local, en todas y cada una de las tareas vinculadas con la  gestión,  entiéndase en las diferentes etapas  de  la  misma: investigaciones  necesarias  vinculadas al  proyecto,  montaje  y construcciónmantenimiento  y reparación, manejo  y  operación, financiamiento,  etc. Teniendo en cuenta en todos los  casos  sus implicaciones técnicas, sociales, políticas y ambientales,  tanto positivas como negativas.

Una  manera  importante de aumentar la confianza en  el  caso  de introducción de nuevas tecnologías, criterios de manejo y uso del agua,  contemplados  en los proyectos de  riego  en  determinadas zonas,  está dada, precisamente, por esa participación  colectiva desde la etapa de investigación y concepción de la idea  preliminar, lo cual permite a la población local ayudar a generar información sobre la situación de la zona, pasada y actual, las  modificaciones a través del tiempo en el uso de los recursos  naturales vinculados a la actividad de irrigación, la experiencia en la explotación de los métodos de riego por ellos empleados, ayudando significativamente a los responsabilizados con la elaboración  de las  nuevas  ideas o del nuevo proyecto, incluso, a  definir  las mejores  vías  y  tendencias del uso de estos  recursos  en  las condiciones  actuales y futuras y, en consecuencia,  serviría  de guía  para la gestión más eficiente de las diferentes etapas  del proyecto.

4.- Estudiar la posibilidad de que en las zonas beneficiadas por el proyecto  se establezcan algunas de las formas  de  propiedad colectiva sobre los medios de producción.

En  los  casos  en que los agricultores y  población  en  general tienen derecho sobre la propiedad de las tierras, y como  responsabilidad extensiva, sobre el resto de los recursos naturales  de la  zona beneficiada por el proyecto de riego,  establecido  este derecho desde hace mucho tiempo, dada su permanencia en la misma, se  debe  considerar la posibilidad de reconocer  de  una  manera formal y legal su propiedad sobre esas tierras y recursos, y  que el  gobierno las arriende para su uso. Esto sería más  importante aún, si estas zonas son de importancia nacional e incluso internacional.

Lo  anterior,  posibilitaría que la población local  sintiera  la enorme   responsabilidad   que   como   grupo   social   asumen, posibilitando  además,  que la población local  tuviera  una  voz adecuada a la hora de decidir en relación a las diferentes etapas de gestión antes referidas. Estas formas de gestión están demostrando ser muy satisfactorias en diversos países del mundo y,  en especial,  en  Australia,  Nueva  Zelanda  y  Canadá,  cubriendo razonablemente  bien las necesidades y expectativas de todas  las partes.

Cuando no sea posible devolver la propiedad a la población local, los gestores, patrocinadores, y personal e instituciones responsabilizados  con la concepción y ejecución del nuevo proyecto  de riego, pueden al menos reconocer y respetar los derechos  tradicionales  sobre recursos específicos dentro del área  beneficiada por el mismo, lo cual sería altamente apreciado por la  población local  contribuyendo a una participación directa e indirecta  más apreciable de la misma en el desarrollo y ejecución del  proyecto de riego, incluso de aquella parte de la misma que aún sin recibir  los  beneficios directos derivados de éste,  verían  también respetados sus intereses.

5.-  Contratar a la población local para la ejecución  del  proyecto de riego.

Se  debe  realizar un esfuerzo especial por  contratar  población local para que trabaje en la zona beneficiada por un nuevo  proyecto  de  riego o en explotar uno existente. Esto,  elevaría  el interés de esta población en que se obtengan resultados positivos como consecuencia del proyecto, elevando, a su vez, la posibilidad de que hagan una contribución única e importante a la  manera que se gestiona la zona y el proyecto, con su positiva influencia en la ejecución y explotación del sistema de riego y de todos los recursos vinculados al mismo.

Esta  contratación  de la población local puede  requerir  de  la elevación  de su nivel educacional, cultural y técnico,  todo  lo cual  debe  ser considerado oportunamente en  la  concepción  del proyecto,  de  modo  tal que pueda ser incluido en  el  mismo  la infraestructura que esto requerirá.

Además, sería un importante aporte para lograr mitigar los efectos  indeseables  o potenciales  impactos  ambientales  negativos provocados  por un "desplazamiento involuntario" de las  personas de  la  localidad  hacia otros lugares y,  como  consecuencia,  a disminuir  la  posibilidad  potencial de  conflictos  sociales  y creación  de nuevas zonas de reasentamiento poblacional, con  sus negativas  repercusiones económicas, sociales, políticas y  sobre el  medio ambiente. Además, sería una importante  contribución  a disminuir  los  efectos negativos como consecuencia  del  impacto ambiental  causado por la "colonización de nuevas tierras",  como resultado  de  contratar los servicios de otras personas  que  al trasladarse  al  área en la que se aplica  el  proyecto,  traeran consigo sus hábitos, costumbres, modo y estilo de vida  diferentes,  las cuales tendrán que adaptarse a las nuevas  condiciones, imponiendo de alguna manera los mismos.

6.- Vincular el nuevo proyecto y su explotación a los  programas gubernamentales de desarrollo local, regional y del país.

Las  políticas  de desarrollo de las localidades deben  estar  en correspondencia con las del país; por tanto las primeras deberían revisar  sus políticas y su legislación tan  frecuentemente  como sea  posible  para adecuarlas al desarrollo  del  país,  haciendo énfasis en que se estén tratando  de manera adecuada los problemas humanos y que las soluciones técnicas están en correspondencia con el desarrollo actual y las particularidades de la zona y, además,  debidamente  integradas  en el marco del  resto  de  los aspectos de desarrollo estrechamente vinculados con la  actividad de irrigación y el manejo y uso de los recursos hídricos.

En aquellas localidades en las cuales se vayan a ejecutar grandes proyectos  de  riego y, como consecuencia,  grandes  y  complejos obras hidráulicas puede resultar necesario como primera prioridad garantizar la superación técnica y elevación del nivel educacional y cultural de la población de dicha zona, así como garantizar su  permanencia en la misma con la finalidad de cumplir  con  los aspectos  referidos con anterioridad, en los diversos  puntos  ya tratados.

En  consecuencia, pudiera resultar necesario crear toda una  infraestructura social que contemple, escuelas, centros de capacitación y entrenamientos en las tecnologías a introducir,  centros de salud, programas de planificación familiar, mejorar las  comunicaciones y facilitar otros elementos de desarrollo deseados por la  localidad.  También, sería necesario asegurarse  de  que  los habitantes  de la región, sean conscientes de que dichos  beneficios  les están llegando a casa del nuevo proyecto, y que por  lo tanto se requiere de un apoyo continuado de su parte,  incluyendo una   posible  gestión  en  otras  áreas  que  aún  no   reciben directamente  los beneficios del proyecto, puedan influir en  el buen desarrollo del mismo.

7.- Priorizar el desarrollo local a pequeña escala.

Los megaproyectos, tales como los sistemas de riego que requieren de grandes y complejas obras, como presas, asentamientos  poblacionales,  diques, grandes y complejos sistemas  de  distribución del agua a través de canales o tuberías, utilización de numerosas y  modernas  estaciones de bombeo, sistemas para la  captación  y tratamiento  de las aguas, y otros, puedan resultar muy atractivos  a los ojos de las agencias para el desarrollo, pero la historia  ha demostrado  que  raramente aportan unos  beneficios  sostenibles, amplia y equitativamente distribuidos. Normalmente es mucho mejor concentrarse  en el nivel de cada pueblo, con proyectos de  desarrollo  adaptados  que puedan mejorar la  productividad  de  las mejores  tierras y proporcionar fuentes de energía locales;  este desarrollo  se  puede combinar con normativas  más  fuertes  para reducir de manera importante el impacto sobre el hábitat. Además, en  la practica diaria de la explotación y, en particular, de la operación  de  los sistemas de riego, distribución  de  los  recursos, manejo  y  uso del agua, resultan más factibles y  cómodos  tanto desde el punto de vista técnico como operativo y administrativo.

Además, no siempre las características de los diferentes asentamientos poblacionales están preparadas para asimilar la administración  y operación de sistemas de gran envergadura y  complejidad.

No  obstante, en aquellas localidades en las cuales esto  resulte factible puede reportar una buena solución, siempre que se  tenga presente los diferentes y cuantiosos requerimientos en  infraestructura,  que  aparentemente no forman parte de  los  beneficios directos  aportados por el proyecto de riego, pero que a  la  luz actual  del  desarrollo sostenible, tienen que formar  una  parte inseparable e importante de los mismos.

Otro elemento importante a tener en cuenta es que este desarrollo local  a  pequeña escala de los proyectos de  riego,  debe  estar concebido como una parte bien definida dentro de los proyectos de desarrollo  de todos los niveles superiores y,  excepcionalmente, para resolver únicamente los problemas de una localidad en particular.

8.-  Facilitar a la población local su participación activa en la preparación de los planes de gestión.

Todo  nuevo proyecto de riego o modificación a cualquiera de  los ya  existentes,  debe tener debidamente planificado  un  plan  de gestión,  siendo probable que el plan resulte más eficaz  si  se desarrolla en estrecha colaboración con la población local.

La preparación de los planes de gestión no tiene por qué ser  una tarea  especializada, que requiera de  importantes  conocimientos técnicos de personas ajenas a la localidad que se beneficiará del sistema de riego. Por esto, se deben crear las condiciones  elementales  para que las propias personas de la localidad  realicen los  diferentes trabajos en las distintas áreas de interés.  Esto garantiza que la población local pueda contribuir con sus  puntos de vista al buen funcionamiento del sistema.

La  definición y construcción de estas diversas áreas de  trabajo han  de  ser precedidas por una paciente labor  de  investigación participativa y análisis de los problemas con una amplia gama  de personas de la comunidad, siendo necesario en ocasiones, dado  el nivel  y alcance de las decisiones a tomar, discutir  y  analizar abiertamente todo el espectro de opciones posibles.

9.-  Precisar  y legislar a nivel local las  restricciones  asociadas a la  explotación de los sistemas de riego.

Una vez consensuado con la población local que resulta deseable  y necesario  establecer determinadas restricciones en el manejo  de los recursos hídricos y los otros recursos naturales asociados al sistema,  los cuales a menudo pueden basarse en los que  existían cuando  la  cultura  local no disponía de  estos  beneficios,  es preciso establecer con exactitud y rigor una serie de  normativas y regulaciones, obligando al cumplimiento de dichas normativas de manera  estricta  y  equitativa. Es preciso no  pasar  por  alto ninguna restricción que pudiera ser necesaria, así como garantizar  que la población conozca y entienda las mismas, velando  por el cumplimiento de estas a través de su comportamiento y  actuaciones.  Dejar que la población utilice  indiscriminadamente  una fuente  de  agua, desvíe un cauce  para  satisfacer  determinadas necesidades  particulares  y  momentáneas,  aplique   determinado fertilizante  por vías no adecuadas al sistema de riego,  aplique éste el tiempo no establecido, utilice los medios no adecuados en correspondencia  con los establecidos dados  las  características del  sistema de riego, no aplique el agua oportunamente y  en  la cantidad  y  momentos requeridos, no  utilice  adecuadamente  las estaciones  de  bombeo,  etc, porque siempre lo  han  hecho  así, resulta destructivo para la comunidad en general.

Los  medios  coactivos,  siempre  que  sea  posible,  deben  ser administrados  por  la población local, o al menos una  parte  de cualquier multa impuesta debe revertir en las comunidades  locales.

10.- Divulgar sistemáticamente los beneficios obtenidos como consecuencia del proyecto de riego o los cambios y mejoras realizados a los existentes.

Es  necesario  desarrollar  y estructurar  argumentos  sólidos  y convincentes que demuestren fehaciente y objetivamente los diferentes beneficios derivados de los proyectos de riego, ya sea por la  realización de un nuevo proyecto, o como consecuencia de  los cambios y mejoras realizados a los ya existentes, haciendo énfasis en los incrementos en la producción de alimentos para satisfacer las necesidades de la población local, si es posible  obtener  producciones tales que permitan derivar parte de ésta  hacia otras áreas no concebidas como beneficios obtenidos en el  manejo y uso del agua y el suelo, la influencia en la mejoría del  clima local y otros.

11.- Apoyar la diversidad como un valor.

Durante la etapa de concepción de un nuevo proyecto de riego para una localidad dada, es necesario realizar una serie de adaptaciones y transformaciones al medio en el cual éste se ejecutará.  Es este, el momento en que no debe olvidarse la necesidad de que  el proyecto se adecue a las condiciones del área, teniendo en cuenta que  la  diversidad local debe ser preservada como objeto  de  la mayor importancia.

Se  debe tener presente que lo que funciona en un lugar no  tiene porqué funcionar necesariamente en otro, y que las características  de  los diferentes países y localidades  tienen  imperativos distintos,  en  especial  los  países  y  pequeñas   localidades comparados  con  los grandes, lo cual implica que en  cada  caso sean  necesarios  una  serie de modificaciones a  los  métodos  y técnicas  de  riego ya establecidos y  probados  en  determinadas condiciones,  con  la finalidad de adaptarlos a  las  condiciones particulares de la localidad en cuestión, basados en sus  propias necesidades y diversidad cultural y que ningún proyecto de  riego o  método para el uso y manejo de agua puede resultar un  "elixir universal" que resuelva todos los problemas.

Los pueblos han reconocido desde hace mucho tiempo que la diversidad  es la clave de la supervivencia. Por esto, al concebir  un nuevo proyecto de riego o alguna modificación a los existentes en la  localidad  estudiada,  es necesario tener  presente  que  los sistemas mixtos, la trashumancia, los aterrazamientos, la explotación agroforestal, las variedades locales, la caza y la pesca y la  interrelación  explotación  forestal-agricultura-hábitos   de vida,  constituyen  una  parte importante de la  mayoría  de  las culturas,  los  cuales  no se deben ver afectados  por  el  nuevo proyecto de riego y sus transformaciones.

Es importante recordar en esta búsqueda de la sustentabilidad que este es un proceso al cual nunca se llega, toda vez que la  vida, toda,  siempre  está  en constante proceso, por  lo  que  resulta importante  reconocer y tener presente que lo que antes fue  sustentable  hoy puede no serlo, y lo que hoy lo es, puede no  serlo en el futuro, dado por los cambios de todo tipo que se generan en toda  sociedad,  como  una lógica consecuencia  de  la  categoría dialéctica causa-efecto.

También  es  importante  tener presente al  proyectar  un  nuevo sistema de riego o modificar o sustituir alguno existente, que la sustentabilidad es la capacidad del agroecosistema para  mantener un  rendimiento que no decline a lo largo del tiempo,  dentro  de una amplia gama de condiciones, las cuales deben ser previstas en cada caso en particular.

LOS RECURSOS, EL RIEGO Y EL DESARROLLO SUSTENTABLE

La  concepción  de  un  nuevo  proyecto  de  riego  o  cualquier modificación  a  uno existente bajo los enfoques actuales  de  un desarrollo  sustentable, implica necesariamente  algunos  cambios mentales  importantes  en relación a la necesidad de  ampliar  el concepto de los recursos a considerar en los mismos, así como  la combinación entre éstos, teniendo en cuenta los objetivos  específicos que se tratarán de alcanzar en cada caso. Al mismo  tiempo, en relación a la información disponible al realizar un trabajo con las características mencionadas.

Así, pueden ser considerados las siguientes cuatro categorías  de combinaciones  de recursos, que por su estrecha vinculación a  la agricultura,  influirán  de una u otra manera en  el  momento  de enfrentar cualquier actividad vinculada con el proyecto y explotación  de  los sistemas de riego: Recursos  naturales,  Recursos humanos, De capital y de producción.

Recursos Naturales.

Los  recursos  naturales  son todos aquellos  vinculados  con  la tierra,  el  agua,  el  clima y la  vegetación  natural  que  el agricultor explota para la producción agrícola y los cultivos que serán  atendidos por el sistema de riego.

En  relación al recurso suelo, los elementos más importantes  son la superficie del área en la cual se establecerá el proyecto y de los beneficiados por el mismo, incluyendo su topografíarelieve y  paisajes  característicos, el grado de  fragmentación  de  las tenencias individuales o colectivas, y su ubicación con  respecto a los mercados, la profundidad efectiva de los suelos, sus  propiedades  físicas  y  químicas y, en  general,  caracterizar  los principales  factores limitantes que en relación a este  recurso, pueden  tener  influencias en la selección y ubicación de  una  u otro  método de riego, técnica a emplear y forma de  entrega  más adecuada.

En relación al recurso agua es necesario conocer su disponibilidad,  las posibles fuentes y sus características, la  procedencia de las aguas y su calidad para el riego, las formas más adecuadas de tratar las mismas en caso de ser necesario y su  disponibilidad.

En  cuanto  al clima, se requieren estudios relacionados  con  el régimen  y distribución de las precipitaciones,  la  evaporación, temperaturavelocidad del viento, humedad  relativa,  radiación solar, horas de iluminación, nubosidad; en todos los casos,  teniendo en cuenta su comportamiento tanto estacional como anual.

Respecto a la vegetación natural, es necesario precisar y definir la que puede constituir una importante fuente de alimentación  de la población local, esté o no vinculada al proyecto, de modo  que sea lo menos afectada posible por la ejecución del proyecto y  la posterior  explotación de los sistemas de riego, áreas y  vegetación  de forraje para el alimento de los animales, la cantidad  y calidad  de estos recursos con posibilidades potenciales  de  ser utilizados como materiales de construcción para cualquiera de los diferentes  objetos  de  obras que conformarán  el  proyecto,  la existencia  de  plantas medicinales y, en general,  toda  aquella vegetación  natural  que de una u otra forma puede  ejercer  influencia en la productividad de los suelos, en la protección  de los  sistemas  de cultivos o que  contribuyan  favorablemente  en mejorar la eficiencia del sistema de riego una vez instalado  al mismo.

Importante  resulta caracterizar la diversidad del mundo  animal, pues esto ha demostrado tener una significativa influencia en  la selección de los métodos de riego más apropiados y, en ocasiones, ha sido factor limitante en el momento de definir los mismos,  ya que  existen determinadas especies que resultan agresivas y  detractoras  de  diversos componentes que integran algunos  de  los sistemas  de  riego., como por ejemplo de los sistemas  de  riego localizado que requieren de numerosos componentes plásticos  muy atrayentes para determinadas especies animales.

Recursos Humanos.

Los  recursos humanos consisten en aquella parte de la  población local  que  viven y trabajan en la localidad beneficiada  por  el proyecto  o  sistema de riego, que explotan los  recursos  de  la misma  para  la producción agrícola sobre la base  de  incentivos tradicionales  o  económicos y, que de una u otra  forma,  pueden vincularse inmediata o mediatamente al desarrollo del proyecto de riego.

Los  elementos  a tener en cuenta en relación  a  estos  recursos pueden  relacionarse  con:  el  número  de  personas   realmente preparadas  para contribuir con el desarrollo del  proyecto,  así como  las medianamente preparados y los que sin estarlos,  tienen posibilidades reales de alcanzar la preparación necesaria  mínima requerida para colaborar con el desarrollo del mismo,  ejerciendo algunas  de las diferentes actividades que éste  impondrá, lo cual regirá, entre otros aspectos, las obligaciones culturales,  educacionales y de otro tipo de derivadas del proyecto.

La  disposición a trabajar en las tareas vinculadas al  proyecto, según la influyan el estatus económico y las actividades culturales  relacionadas con el mismo, es otro importante aspecto a  ser considerado, incluyendo los elementos de estimulación económica y social como un lógico resorte para incentivar esta disposición.

Igualmente,  se necesita evaluar la flexibilidad de la fuerza  de trabajo en correspondencia con las variaciones estacionales de la demanda de trabajo, incluyendo en el análisis, la  disponibilidad de  mano de obra a ser contratada de forma permanente y estable, y  la requerida  para  determinados momentos picos de  explotación  del sistema de riego, así como el grado de cooperación entre áreas  y granjas aledañas a la localidad  en la que se ejecutará el  proyecto de riego.

La vida ha demostrado que el desarrollo de los proyectos de riego en los cuales, no se ha previsto los aspectos antes  mencionados, ha sido muy diferente a los potenciales demostrados del mismo  en comparación  con las experiencias en los cuales  estos  elementos han sido cuidadosamente estudiados.

Recursos de capital.

Son  los  bienes  y servicios creados,  comprados  o  tomados  en préstamo por las personas asociadas al proyecto, con la finalidad de  facilitar su ejecución, desarrollo y explotación,  incluyendo todos los recursos naturales y humanos que contribuirán a obtener los beneficios derivados del mismo.

De manera general, éstos pueden ser agrupados en cuatro  categoría  principales: 

a) los recursos permanentes, asociados  a  las modificaciones duraderas de los recursos de tierra, agua, objetos de  obra  u otras, vinculados directamente al proyecto  de  riego para  los  fines de la producción agrícola;

b)  los  recursos  no permanentes, o aquellos que se deprecian y tienen que ser  reemplazados periódicamente;

c) recursos operativos o bienes consumibles  utilizados  en las operaciones cotidianas  del  sistema  de riego y las diferentes actividades vinculadas al proceso  productivo  del  mismo, como tuberías, accesorios, puntos  de  emisión (aspersores,  sifones, compuertas, reguladores del flujo,  tuberías,  válvulas, componentes de las estaciones de bombeo,  manómetros, mangueras, recubrimiento de los canales de riego, aforadores, y otros) y

d) los recursos potenciales, aquellos que no posee el agricultor pero de los cuales puede disponer y que  eventualmente tendrán  que  ser pagados, como el crédito, la  capacitación  del personal  vinculado  al proyecto, la asesoría  o  consultoría  de personal especializado en el proyecto y otros.

Recursos de Producción.

Estos  incluyen básicamente la producción agrícola de  la  finca, granja  o área beneficiada por el proyecto. Estos, se  convierten en recursos de capital cuando se las venden y será objeto de análisis particular en otro trabajo.

CONCLUSIONES

En  el documento se realiza un esbozo general de los  principales elementos que se deben tener en cuenta bajo los conceptos actuales de desarrollo agrícola sustentable, al abordar la proyección, el diseño, la construcción, la explotación y el manejo y uso  del agua  de riego, los cuales deben formar parte de  la  información básica que debe estar disponible al tomar decisiones en  relación a la factibilidad de utilizar el método de riego, la técnica,  la forma  de  entrega,  así como de  la  infraestructura  necesaria vinculada  con un nuevo proyecto o cualquier modificación a  uno existente durante su explotación.

Se destaca el importante papel que debe jugar la población  local en  cualquier decisión vinculada con los proyectos de riego,  sus hábitos,  costumbres, nivel educacional y cultural,  de  gestión, así  como los recursos naturales autóctonos, elementos  de  vital importancia  en el momento de tomar la decisión más adecuada,  la cual  debe  estar  en estricta correspondencia  con  todos  estos factores.

Se precisa que no debe obviarse al concebir un proyecto de riego, la creación de las infraestructuras necesarias que pueden garantizar un buen desarrollo del mismo, incluyendo la posibilidad  de capacitar y asesorar a la población autóctona con la finalidad de elevar su nivel educacional, cultural y técnico, que pueda garantizar que sea ésta, básicamente, la encargada en un alto porciento  de enfrentar y desarrollar las diferentes etapas  de un  proyecto de riego, creando condiciones que les permita  interpretar su  alta responsabilidad en el logro de los objetivos  propuestos en cualquier etapa de un proyecto de riego, en el manejo eficiente de todos los recursos vinculados al mismos y en su administración.

BIBLIOGRAFÍA

Altieri, M. A. y J. G. Farrel. 1984. Traditional Farming Systems of South Central Chile with special emphasis in agroforestry. Agrofor.Syst. 2:3-18.

__________ 1986. An ecological basis for the development of alternative agricultural system for small farmers in the third world. Amr. J. Alter. Agric. 1:30-38.

Altieri, M. A. 1987. Agroecology, The scientific basis of alternative agriculture. Westview Press, Boulder.

Altieri, M. A. 1991 Traditional farming in latin america. The ecologist 21:93-96.

Altieri, M. A. y A. Yurjeric. 1991. La agroecología y el desarrollo rural sostenible en América Latina.  Agroecología y Desarrollo. 1:25-36.

CLADES-CEAS-ISCAH. 1996.  Agroecología y Agricultura Sostenible. Módulo 1. Agroecología: Bases históricas y teóricas. Curso para Diplomado de Post grado CLADES 166p.

Conway, G. R. 1985. Agrosystems analysis. Agricultural Administration 20:31-55.

Conway, G. R. y Boudier, E. B. 1990 After the Green Revolution: Sustainable Agriculture for Development.   Earthsan Publ. London.

Edwards, C. A. et al. 1993 The role of agroecology in agricultural sustainability. Agriculture, Ecosystems and  Environment. 46:99-121.

Ecuel, J. J. 1986 Designing agricultural ecosystems for the humid tropics. Ann. Rev. Ecol. and Systematics.  17:245-271.

Folke, Karl, Monica Hammer, Ann-Marie  Jackson.1991.  Life support value of ecosystem: a case study of the Baltic  Sea region. Ecological Economics, 3:123-137.

Gliessman, S. R.; E. R. García; A. M. Amador. 1981. The  ecological basis for the application of traditional  agricultural technology in the manangement of  tropical agroecosystems. Agro-ecosystem. 7:173-185.

Grieshop, J. y A. Raj. 1992. Are California Farmers Headed Toward Sustainable Agriculture.  California Agriculture, 46(2):4-7.

Janzen, D. H. 1973. Tropical agroecosystems. Science  182:1212-1219.

Lal, R. 1994. Methods and guidelines for assessing  sustainable use of soil and water resources in the tropics SMSS Technical Monograph 21. USDA Soil Conservation Service, Washington, D.C.

Thorsell, Jim. 1992. World Heritage Twenty Year Later. IVCN, Gland, Suiza, 191p.

WRI, IUCN, UNEP. 1992. Global Biodiversity strategy. World      Resources Institute, Washington D.C., 240p.

 

 

 

 

 

 

Autor:

Prof. Dr. Ing. Arturo Luis Romero

Ingeniero Civil. Ingeniero Hidráulico. Doctor en Ciencias Técnicas. Profesor Titular. Investigador Titular. Máster en Cálculo Estructural de Obras de Ingeniería. Diplomado en Dirección de Empresas, Marketing y Negociaciones. Máster en Dirección Integrada de Proyectos. Diplomado en Estrategias de Negocios y Comunicación. Diplomado en Gestión de Riesgos, Gestión de la Calidad y Ambiental. UCT Escambray, La Habana. E- mail: ; ;

Partes: 1, 2
 Página anterior Volver al principio del trabajoPágina siguiente