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El Caso Difícil Número 15 – Entender la obesidad (página 2)

Enviado por Felix Larocca


Partes: 1, 2

El hipotálamo

Es la parte del cerebro que regula ciertas actividades vitales de nuestro organismo. Con menos del 1% del volumen total del cerebro, tiene una influencia marcada en casi todas las funciones del cuerpo. Éstas incluyen el comportamiento sexual, las emociones, la regulación en la producción de ciertas hormonas, participando a la vez en las actividades del sistema nervioso autonómico.

El hipotálamo humano pesa 0.14 oz. (4 g) y se encuentra directamente detrás de los ojos, inmediatamente debajo del tálamo y encima de la glándula pituitaria (ver figura en la sección anterior). Por medio de sus núcleos nerviosos el hipotálamo conecta virtualmente, con todas las regiones del sistema nervioso central.

En sus actividades, este órgano dirige una esfera extensa de tareas, las que hemos descrito anteriormente en otras lecciones. De interés especial, aquí recordaremos las siguientes: control del nivel de la glucosa sanguínea, del apetito por agua y comida, de la actividad sexual/reproductiva y de la función de dormir.

Pruebas experimentales de laboratorio demuestran que ciertas lesiones hipotalámicas resultan en la inanición o en la obesidad. Cuando se considera el ser humano, es importante reconocer que en los procesos de comer y de tomar agua, nuestro libre albedrío y nuestros hábitos, ambos, poseen un rol esencial.

No lo olvidemos. Nosotros comemos, muy a menudo, sin necesidad, y sin tener hambre.

Muy importante también, para el ser humano, es que el hipotálamo es responsable por los cambios físicos y mentales que ocurren durante el ejercicio.

Les introducimos a Philip Rabinowitz. Así leían las noticias:

Centenario surafricano rompe la marca de los cien metros por más de cinco segundos, entrando al Guiness Book of World Records, el diez de julio, 2004.

Nuestro maratonista, además de saber cómo come, camina seis kilómetros diarios.

Corre la extra milla, en lugar de comer el bocado extra…

Ya ven que, en algunos casos, la edad no es factor importante para la idoneidad física y mental.

Pensemos entonces en el hipotálamo, como un módulo nato, cerrado, sin acceso fácil, que controla muchas de nuestras funciones vitales, entre ellas (iteramos) el comer, el dormir, la función sexual, beber agua y (más importante) nuestro peso.

Nuestro "nuevo" cuerpo que tiene más de 35.000 años de edad

La obesidad, o su precursor, la gordura, no son situaciones ni naturales ni estables para el ser humano.

Para el habitante indígena de nuestra isla, ser gordo constituiría algo que sería imposible lograr con la dieta escueta que consumiera.

Cerca de Diego de Ocampo… aquí no existen los gordos…

Para variar de peso se necesita una escalera alta y otra chiquita, y arriba y arriba iré, yo no soy marinero… (¿Recuerdan "La Bamba"?)

Para perder de peso, primero hay que pensar en cómo y por qué lo ganamos en primer lugar.

Comencemos con el estrés.

El estrés es el resultado de tensiones y de ansiedades sostenidas, las cuales no han sido controladas por los mecanismos homeostáticos del cuerpo… que en el hipotálamo residen. El estrés que hoy nos motiva a sacrificar una fiesta para pasar la noche estudiando para sacar buenas notas es el mismo que hace miles de años nos hacía movilizarnos en busca de comida o de seguridad.

Los efectos del estrés prolongado, sin resolución, son nocivos para nosotros.

Uno de los procesos de adaptabilidad que, como especie, gozamos, es la capacidad de acumular peso -sí, para luego perderlo.

Comíamos haciendo un esfuerzo físico para procurar la comida. Nuestra capacidad de alcanzar una presa pequeña era necesaria para poder sobrevivir.

Comer era resultado de nuestra actividad física. La actividad física se dificulta con la gordura.

Pero no era siempre cuando podíamos gozar de la disponibilidad de animales y vegetales en nuestro entorno. La escasez alternaba con la abundancia relativa. Entonces, cuando la escasez llegaba, el hipotálamo efectuaba ajustes homeostáticos para que lo poco que comíamos se convirtiera en reservas adiposas.

A esta facultad me refería cuando dijera que no todo depende de la función hipotalámica. Las condiciones del medio ambiente nos indican el tipo de ajuste que es necesario que el hipotálamo haga para ayudarnos a adaptar y sobrevivir.

Como seres omnívoros, nuestra dieta es variada y de oportunidad. No es cierto que había leche en una nevera esperando a los niños para beberla, como también era imposible almacenar comestibles en contenedores sellados para su futuro uso.

Por eso las recomendaciones dietéticas que hoy los dietistas nos hacen, carecen de todo juicio y sentido.

La pirámide dietética del Departamento de Agricultura. Para no ser menos, Atkins tiene la suya… Ambas se consideran espurias por los expertos.

La pirámide dietética del Departamento de Agricultura Estadounidense es un arma al servicio de las industrias productoras de los alimentos ricos, innaturales y que engordan de ese país. No seguir sus direcciones es un paso acertado hacia evitar la gordura.

Aunque la mayoría de las dietistas y endocrinólogos culpan al sistema endocrino por la obesidad (específicamente a la tiroides), esta actitud carece de toda fundamentación científica.

La gordura no es una condición fija y estable. La gordura es un conjunto de circunstancias operando en amalgama en una persona en un momento específico de su vida.

Para asistir al que padece del sobrepeso hay que analizar exhaustivamente su problema y, luego, determinar lo que puede hacerse, para entonces lograr lo que pueda ser alcanzado.

No es fácil para alguien que pesa 300 libras, que come en exceso y que vive una vida sedentaria dejar de ser gordo permanentemente, dejando simplemente de comer.

No hay sistema que sea útil para todos, porque la gordura es diferente entre los sexos, las etapas del desarrollo, la edad del individuo y su estilo de vida.

En general, se puede decir que los lipocitos, las células donde acumulamos la grasa superflua que comemos en exceso, poseen una función necesaria pero transitoria, en el mejor de los casos.

Para ayudar a prevenir un aumento del peso se debe evitar el consumo excesivo de alcohol, el estrés, la depresión, el aburrimiento, la frustración y los malos hábitos alimentarios. Debe también sustituirse el estilo de vida sedentario por el incremento del nivel actual de actividad física y la práctica de ejercicios por lo menos 3 veces por semana. Se recomienda también consumir menos alimentos que contengan grasa, harinas cernidas y azúcar refinado.

Se debe evitar el uso de medicamentos que digan que pueden ayudar a perder peso.

Para ayuda adicional en la pérdida de peso, es recomendable unirse a un grupo de apoyo mutuo. Para muchos, es más fácil seguir una dieta de reducción y programa de ejercicios si forman parte de un grupo de personas con problemas similares.

Se deben fijar metas realistas para la reducción de peso. Una pérdida de 0.5 a 3 Kg. (1 a 5.5 libras) por semana puede parecer poco, pero medio kilo (una libra) de grasa a la semana equivale a 26 kilos (52 libras) de grasa en un año.

Lo que imprimimos en verde, en los párrafos anteriores, son las pautas del Centro para Control de Enfermedades (CDC) de los EE.UU. Para ayudar a soñar el sueño imposible…

Obesidad mórbida

Definición   

El término obesidad mórbida hace referencia a pacientes que tienen del 50 al 100% o 45 Kg. (100 libras) por encima de su peso corporal ideal. Por otro lado, un valor mayor a 39 en el índice de masa corporal se puede utilizar para diagnosticar este tipo de obesidad.

Consideraciones generales   

Algunos de los trastornos médicos ocasionados comúnmente por la obesidad mórbida son, entre muchos otros:

  • Diabetes
  • Hipertensión
  • Enfermedad cardiaca
  • Apoplejía
  • Ciertos tipos de cáncer como el de mama y el de colon
  • Depresión
  • Osteoartritis
  • Apnea del sueño
  • Trastornos de la función sexual
  • Complicaciones del embarazo
  • Trastornos del sistema músculo-esquelético
  • Trastornos pulmonares
  • Várices y trastornos vasculares
  • Cálculos biliares
  • Trastornos digestivos

Las personas afectadas por esta condición pueden desarrollar gradualmente una hipoxemia, consistiendo en la disminución de la saturación de oxígeno en la sangre y problemas con la apnea del sueño (paros respiratorios periódicos mientras se duerme).

Peligros de la obesidad mórbida

La disminución de oxígeno en la sangre y los problemas asociados con la apnea del sueño pueden producir somnolencia durante el día, presión arterial elevada e hipertensión pulmonar. En casos extremos, especialmente cuando no se recurre a un tratamiento médico, esta condición puede provocar insuficiencia cardiaca del lado derecho, resultando en la muerte.

Causas comunes   

  • Consumo excesivo de calorías
  • Diabetes
  • Falta de actividad física

¿Qué es el índice de masa corporal, o BMI (Body Mass Index)?

Este consiste en lo siguiente:

El BMI es una relación de peso por estatura que se puede asociar con el porcentaje de grasa del cuerpo, con indicaciones derivadas de riesgos para la salud. Las personas con un BMI de 25 a 29.9 se consideran sufrir de sobrepeso y los que están por encima de 30 se consideran obesos. Un BMI elevado coloca a quien lo tiene en una categoría de riesgo para todas las enfermedades asociadas con la gordura.

La interpretación de esta medida puede ser errónea en algunos casos. Por esa razón debe de ser analizada por un profesional experto.

¿Cómo se calcula el BMI?

  1. Multiplique su peso en libras por .45 Ejemplo: 150 libras x .45= 6.75
  2. Multiplique su estatura en pulgadas por .025 Ejemplo: 5’9", 69 pulgadas, x .025= 1.725
  3. Eleve al cuadrado los resultados del segundo paso (1.725 x 1.725= 2.976)
  4. Divida la respuesta del primer paso por la respuesta del tercer paso (6.75 dividido entre 2.976= BMI 22.7)

El ámbito saludable del BMI es entre 20 y 25.

Volvamos a Julia Amelia

Uno de los problemas básicos de que nuestra amiga sufriera era que era muy "perezosa" (léase inactiva) y que le gustaban los dulces, especialmente los chocolates y todo lo demás que contuviera el azúcar.

Sus estilos dietéticos la harían candidata para ser una de las muchas personas que han inscrito sus nombres en los registros de todo dietista, endocrinólogo y plan dietético que se haya inventado.

Esta joven mujer se había habituado, asimismo a la dieta del yo-yo, donde las recaídas, seguidas por las eventuales recuperaciones eran de esperarse.

No era que Julia Amelia careciera de toda fuerza de voluntad. Era que su hipotálamo se había desregulado y desorganizado, siéndole imposible descifrar las señales que recibía procedentes de los varios órganos en cargo de asistir en el logro de la homeostasis metabólica de su cuerpo.

En esa situación, Julia Amelia no podía tratar de perder su sobrepeso de modo permanente.

La configuración física de la gordura de Julia Amelia era la de la tendencia a la esteatopigia, con la acumulación de grasa en exceso en la cadera de muchas mujeres dominicanas, que buscan el la liposucción remedio quimérico.

Ambas configuraciones son malas. La de Julia Amelia, la peor, está a mano derecha…

En resumen

Nuestros denuedos han sido proveer a nuestros lectores un fondo de conocimientos certeros, basados en la evidencia científica existente y en la aplicación del análisis de los datos pertinentes y de sus impactos en los problemas que a todos nos afectan.

La obesidad es un Caso Difícil, en todas sus formas. Asimismo es una situación de riesgo para quien la sufre y es un problema que permanece refractario a todo tratamiento.

Las dietas comerciales lo sobre-simplifican y los que a ellas recurren lo hacen a riesgos inmensurables.

Detalles finales

La estría de la fosa poplítea ausente (el pliegue detrás de la rodilla) es un mal signo, cuando ésta se presenta en una persona obesa.

Estría ausente. Fosa poplítea

Células grasas

Lipocitos o células grasas

Obesidad y salud

Calorías y grasa por porción

Dieta saludable

El pescado

Células musculares vs. grasas

Por una mejor vida y por una vida en la mejor salud…

Referencias:

Larocca, F.E.F.: ANOREXIA NERVIOSA POST-TRAUMÁTICA Médico Interamericano, 5:4, pp. 74-80, 1986

Larocca, F.E.F.: (ed.) EATING DISORDERS: EFFECTIVE CARE AND TREATMENT, Ishiyaku Euroamerica, St. Louis, 1986

Larocca, F.E.F.: AN INTERMEDIATE CARE MODEL FOR THE TREATMENT OF EATING DISORDERS, (in Eating Disorders: Effective Care and Treatment)

Larocca, F.E.F.: TRICHOTILLOMANIA (WITH TRICHOPHAGIA) ANOTHER UNUSUAL EATING DISORDER? Obesity ‘86 Update

Larocca, F.E.F. (ed.) EATING DISORDERS: THE FACTS, New Directions for Mental Health Services, No. 31, Jossey-Bass, 1986

Larocca, F.E.F.: UNA INTRODUCCIÓN AL ENTENDIMIENTO DE LAS DISOREXIAS Médico Interamericano, 5:12, pp. 27-30,1986

Larocca, F.E.F.: UNA REVISIÓN DE LOS DESORDENES DEL COMER, DEL ESTADO DEL ÁNIMO Y DE LA AYUDA PROPIA, Médico Interamericano, 6:4, pp. 11-25, 1986

 

Dr. Félix E. F. Larocca

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