Así mismo, en Slovenia, Nemec Rudez, H y Mihalic, T realizaron un estudio llamado"Capital Intelectual en la industria hotelera: un caso de estudio de Slovenia". Hasta ahora el modelo de capital intelectual clásico y sus aplicaciones han tratado sobre tres categorías: humano, estructural y capital relacional. El trabajo da un paso más lejos en la evolución del modelo de Capital Intelectual (CI) para la industria hotelera y divide capital relacional en dos categorías: capital relacional con el cliente final, que solamente se refiere a las relaciones con clientes finales y capital relacional con clientes no finales, que comprende las relaciones con todos los otros clientes y/o parejas. Tal enfoque permitió medir la influencia de cada categoría de CI sobre el rendimiento financiero de firmas hoteleras por separado. La aplicación de este modelo en la industria hotelera eslovena indicó las correlaciones seguras entre todos los pares de categorías de CI. Aunque el CI total tiene un impacto importante sobre el rendimiento financiero, el estudio muestra que solamente las relaciones del cliente final corroboraron tener un impacto directo fuerte sobre los resultados financieros. El estudio indica que la dirección de hotel eslovena debe mejorar el CI por inversión en capital humano y tecnología de la información, los cuales están relacionado con la necesidad urgente de acelerar el proceso de desarrollo de canales de distribución directos en la categoría de capital relacional con el cliente final, y así influir en el rendimiento financiero de firmas hoteleras eslovenas directamente.
Aplicaciones sobre Intangibles en Cuba
Actualmente existen en Cuba varios factores que propician la aplicación de investigaciones sobre intangibles en función del desarrollo social y económico del país. Algunos de estos factores son:
El Sistema de Ciencia e Innovación Tecnológica.
El Perfeccionamiento Empresarial.
El perfeccionamiento de las unidades de Investigación Científica, innovación tecnológica, producciones y servicios especializados.
La Estrategia de Informatización de la Sociedad Cubana.
La Política Nacional de Información.
Aunque cada uno de estos factores incide de modo diferente sobre las organizaciones, su acción sobre ellas tiene implicaciones prácticas positivas incluso a corto plazo. Más aún, la acción coordinada y armónica de estos cinco elementos determinan que la perspectiva de las organizaciones cubanas para la utilización exitosa de todos estos nuevos conceptos sea real y beneficiosa. A diferencia de otros países, esto no depende únicamente de las fuerzas propias del mercado sino que la sociedad cubana actúa conscientemente y toma las medidas necesarias para que así sea, en busca del objetivo de la eficiencia en la economía nacional.
Hoy son muchas las investigaciones que se realizan en las diferentes ramas de la economía nacional con vista a introducir, medir y gestionar los intangibles; pero es importante destacar que la generalidad lo realiza bajo la denominación de Capital Intelectual. A continuación en la tabla 1 se muestra un resumen de investigaciones realizadas y sus alcances.
Tabla 1
Origen y evolución de intangibles
No resulta una novedad afirmar que en la historia de la humanidad ésta ha evolucionado sufriendo cambios, unas veces progresivos y otras con formas de revolución (Viedma, M.2000). De este modo, hasta principios del siglo XIX, la creación de riqueza se basaba en la posesión de tierra, que junto con el añadido del trabajo, producía alimentos y rentas. En la segunda década del siglo, en países como Estados Unidos y Gran Bretaña, surgen las manufacturas, las cuales desplazan a la agricultura como fuente principal de riquezas para el país. En las décadas posteriores, la generación de renta se consiguió a través de la combinación del capital, materias primas y trabajo. Como última etapa, a finales del siglo XX la economía comenzó a cambiar con la llegada de la era del conocimiento, era donde el modelo del trabajador altamente calificado y que se basa su trabajo en el conocimiento ha ido reemplazando al obrero industrial como categoría profesional dominante. Así en esta última parte del siglo, el crecimiento económico, las ventajas competitivas y los beneficios sostenidos ya no provienen de la materia prima o de los músculos, sino que, tiene como origen las ideas y el Know how[2]
La sociedad basada en el conocimiento, o sea la sociedad de los intangibles, se caracteriza por los avances tecnológicos que han revolucionado el tratamiento de la información, los adelantos en la tecnología de la comunicación y de los transportes y el incremento de la complejidad de las estrategias a seguir por las empresas y la mayor exigencia de los consumidores.
Por otro lado, es de destacar que el management[3]que se ejercía en las empresas anteriores a la era del conocimiento tenía como objetivo más prioritario la búsqueda de rentas a corto plazo frente a la creación de riqueza a largo plazo. En este sentido, estaba orientado hacia los resultados financieros y era el reflejo de los modelos fabriles. Además, el énfasis se ponía en la combinación del capital, materias primas y trabajo, prestando relativamente poca atención a los activos intangibles. Por el contrario, en el presente, la gestión debe huir del mero hecho de la búsqueda de rentas y de la sola mirada al pasado, requiriéndose una dirección orientada claramente hacia el futuro.
Las consecuencias que se han generado por el surgimiento de la sociedad del conocimiento en la competencia se revelan en la tabla 2.
Tabla 2: Cambios Estructurales y Consecuencias para la Competencia
Fuente: Oberty Z. (2001)
Todo lo anteriormente presentado ha provocado que la última década se haya distinguido por un papel cada vez más importante de los activos intangibles en las empresas; están dejando de ser concebidas como un conjunto de activos tangibles organizados en un determinado proceso productivo y destinados a lograr unos objetivos concretos, para pasar a ser un conjunto de activos intangibles generadores de valor y beneficios sostenidos para las organizaciones. En igual sentido, Malhotra (2000) manifiesta que en la emergente economía de los intangibles las organizaciones son más intensivas en conocimiento y sus productos son más intangibles que los de las empresas de la economía post industrial. Se culminaba en este periodo, el paso desde el sistema económico nacido de la revolución industrial, cuyo núcleo de atención fue entre otros, la optimización de los sistemas industriales, la productividad y la racionalización en la organización del trabajo; a un nuevo entorno, basado en una economía de consumo, regido por los principios de la competitividad y el fuerte protagonismo de los mercados[4]A continuación se muestra en la Figura 1 la evolución de la economía hasta el surgimiento de la llamada Era de la Información o del Conocimiento:
Figura 1: Evolución de la economía.
Fuente: Fortuny, E y González, R (2009)
Los intangibles fidelizan no sólo a los clientes sino también a los empleados y a otros stakeholders[5]de la empresa por su capacidad para generar una cierta empatía y atracción emocional que con frecuencia resulta determinante en las decisiones electivas de esos stakeholders bien ante un acto de consumo o una elección de otra naturaleza. Los intangibles son importantes además porque repercuten en el desempeño de las empresas provocando aprovechamiento de oportunidades de nuevos negocios e inversión en la formación de su personal y otras actividades que contribuyan a la creación de valor, para de esta manera lograr el máximo de eficiencia y eficacia.[6] Para ello es necesario que las empresas amplíen su abanico de posibilidades y oportunidades, considerándose así mismas como una bolsa de capacidades más que como un conjunto de actividades o negocios.
3 Conceptualización de intangibles.
El concepto de intangibles, ha sido abordado por muchos autores desde varios puntos de vista, se puede decir que entre los términos más utilizados se encuentran: activos intangibles, recursos intangibles, activos ocultos, activos de conocimiento, patrimonio intelectual, capital intangible, capital intelectual, entre otros; los cuales en ocasiones son tratados indistintamente como sinónimos. Generalmente se ha utilizado el término activo intangible en la literatura contable, activos de conocimiento en la literatura económica, y capital intelectual en la literatura de dirección estratégica de empresas. (Fortuny, E y González, R.2009)
A continuación se muestra en la Tabla 3 una recopilación de algunos autores que han utilizado dichos términos.
Tabla 3: Terminología sobre Intangibles
Fuente: Actualización a partir de Fortuny, E y González, R (2009)
A la hora de expresar un concepto de intangibles ocurre lo mismo que con la terminología. El mismo ha sido contemplado por muchos autores desde varias perspectivas. En la Tabla 4 se muestra de manera detallada lo antes mencionado:
Tabla 4: Conceptos de Intangibles abordados por diferentes autores.
Fuente. Annayka Abad Alfonso (2009)
Modelos de intangibles
Desde Brooking, A. (1996), la medición del conocimiento ha sido objeto de atención por parte de distintos investigadores. Los diversos modelos que han surgido y se han desarrollado proporcionan las pautas a seguir para la aplicación de un sistema de gestión en una organización. De este modo, la búsqueda de un modelo normalizado, equivale a los modelos contables, que si pudiesen ser aplicados a todas las empresas sería de gran utilidad para éstas y para sus stakeholders (Edvinsson, L. y Malone, M.1999).
Sin embargo, no existe tal modelo normalizado y universal de intangibles debido, primordialmente, a que muchos de éstos se han desarrollado asociados a la estrategia corporativa de la organización que lo implementó y, consecuentemente, se ajustan a una realidad concreta, la cual concederá distinta importancia a los diferentes factores que contemple. Por tanto, la elección de los activos e indicadores que conforman cada modelo se establecieron, en la mayoría de los casos, en función de las características propias de cada empresa.
Se ha revisado los diferentes modelos existentes en la literatura actual y en resumen se han recogido en numerosos trabajos de investigación, distintas conferencias, artículos y libros infinidad de ellos, pero la mayoría han surgido bajo el término o denominación de modelos para la medición y gestión del Capital Intelectual. En la tabla 5 se recoge la terminología de Intangibles o capital intelectual que propone cada uno de los modelos revisados. Se puede apreciar con claridad la convergencia en cuanto al número de componentes principales, pero existe diferencia en cuanto a la terminología para denominar cada componente.
Tabla 5: Terminología de los Intangibles
Fuente: Actualización a partir de Alama, E. (2008)
Los activos que conforman cada uno de los bloques o componentes, tienen elementos o aspectos diferenciadores que resulta conveniente y útil conocer. En la tabla 5 se muestran estos aspectos y las diferentes denominaciones que les dan los autores.
Tabla 5: Elementos por componentes
Fuente: Actualización a partir de Alama, E. (2008)
Todo lo anterior nos permite afirmar que los distintos modelos surgieron bajo la denominación del capital intelectual a pesar de que se propone diferentes terminología, sin embargo, se encuentran más coincidencias que diferencias entre sus componentes, así como en los aspectos que incluyen cada uno de ellos, es el caso del capital humano, ya que este componente aparece sin excepción en todos las propuestas, observando además muy poca variación en cuanto a su denominación.
Con el capital estructural ocurre algo similar, aunque se ha mencionado que algunos autores lo subdividen en capital tecnológico y capital organizativo, y aún otros como Chen et al (2004) establecen un bloque de "capital estructural" y un bloque de "capital innovación", no obstante prima la postura de considerar un solo bloque de capital estructural (Kaplan y Norton, 1993; Edvinsson, L y Malone, M. 1997; Sveiby, 1998; Bontis, 1998; etc.) que incluye tanto activos tecnológicos como organizativos.
En cuanto al capital relacional las diferentes formas de denominarlo aluden principalmente a la relación de la empresa con los clientes, sin embargo, en algunos modelos se amplía su cobertura incluyendo las relaciones de la empresa con otros agentes no sólo vinculados al negocio como son los proveedores, y los aliados, sino que su espectro abarca también las relaciones con otros agentes de la sociedad (Sveiby, 1998; Bontis, 1998; Euroforum, 1998; McElroy, 2002; CIC, 2003; Guthrie et al, 2004; Joia, 2004 y Ordoñez de Pablos, 2004). Sin embargo, esta separación puede inducir a confusión, pues encontramos que en los trabajos de Nahapiet y Ghosal, 1998; Tsai y Ghosal, 1998; McElroy, 2004; y Viedma, M.2004, el denominado capital social incluye no sólo las relaciones de la empresa con diversos agentes de la sociedad, sino también las relaciones entre los trabajadores de la misma.
En resumen, los autores consideran tres grandes grupos en los cuales se descompone el concepto de intangibles (humano, estructural y relacional).
Conclusiones
1. No existe un concepto conclusivo sobre los intangibles a nivel internacional; los distintos autores lo denominan con diferentes terminologías. Es importante destacar que la mayoría lo hacen bajo la denominación de capital intelectual, pero en su esencia son los intangibles que son identificados en la entidad con vista a elevar los beneficios sostenidos en el largo plazo.
2. La revisión de bibliografía sobre los intangibles nos ha permitido verificar que existe consenso en cuanto al número de sus componentes, estos son: componente humano, componente estructural, y componente relacional. Asimismo, mediante la revisión de la literatura se identifican los elementos relevantes de cada uno de ellos.
Bibliografía
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3. Alhama R. 2007. Nuevas formas organizativas y las organizaciones en aprendizaje. Importancia de la organización relacional. Problemas actuales. Ponencia presentada en el XXVI Congreso de la Asociación Latinoamericana de Sociología. Guadalajara. México.
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[1] Proyecto Méritum (2002). Directrices para la Gestión y Difusión de Información sobre Intangibles. Ediciones Fundación Airtel Móvil, Enero, p. 9.
[2] Know how: El Know-How (del inglés saber-cómo) es una forma de transferencia de tecnología. Aunque se traduce literalmente por "saber-cómo", mejor dicho sería "Saber hacer". Know-how describe, básicamente, la habilidad con que cuenta una organización para desarrollar sus funciones, tanto productivas como de servicios, aunque también incluye áreas como contabilidad y RR. HH., entre otras.
[3] Management: metodología empresarial cuyo objetivo es mejorar la eficiencia a través de la gestión sistemática de los procesos de negocio, que se deben modelar, automatizar, integrar, monitorizar y optimizar de forma continua. Como su nombre sugiere, BPM se enfoca en la administración de los procesos del negocio.
[4] Boluda Manzanares, F. “La gestión de intangibles”. Disponible en: http://www.revistasice.com/cmsrevistasICE/pdfs/BICE_2629_IVIII__FB090CF4F410B2D7914D65F9F8AA8F25.pdf
[5] Los stakeholders son los intermediarios necesarios para el logro de las metas contenidas en la visión reputacional de la compañía formulada por su alta dirección.
[6] Delgado Llanes, W. “Los intangibles y su gestión”. Disponible en: http://secretosenred.com/articles/6304/1/Los-intangibles-y-su-gestion/Page1.html
Autor:
Lic. Ansoumane Camara
Lic. Semassa Pierre Avoce
Universidad de matanzas Camilo Cienfuegos
Facultad de Industrial Economía
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