Introducción
El siguiente ensayo que presento a continuación, sobre la gestión del docente en el aula, como facilitador, del proceso de enseñanza aprendizaje, el cual debe desempeñar un rol meramente de calidad, que se reflejará en los resultados académicos de los/as alumnos/as. Para los cuales, se requiere estar preparado no solo de conocimientos, sino también, en la capacidad de resolver situaciones que se le presenten en el aula.
En ese mismo orden, para comprender mejor el significado de gestión de aula, es importante iniciar con su definición, las características de los profesionales en educación, las sugerencias sobre cómo enseñar a los que no quieren, metodologías, estrategias técnicas que se deben utilizar de acuerdo a las necesidades de cada grupo; además, como fomentar un buen clima, hacer uso racional del tiempo y la influencia de la familia en el proceso, así como también, los factores negativos que inducen a los alumnos a la desmotivación, y al desinterés en los estudios.
Finalmente, sugerencias de actividades, mejorar la gestión del aula para favorecer el aprendizaje mejorar el clima de la clases, sugerencias de normas básicas, Aumentando la atención y control de la clase
La gestión del aula es definida como los métodos y estrategias que un educador usa para lograr que el ambiente del aula conduzca a los estudiantes a obtener un aprendizaje significativo y al éxito como futuro profesional.
Según María J. Lera y Knud Jensen (2007), definen la gestión de aula como todas las acciones realizadas por el profesorado para establecer el orden, conseguir la atención de los estudiantes o provocar su cooperación.1
La gestión de aula, consiste en la calidad de profesionales de la educación con buenos resultados académicos e importantes logros en el aprendizaje de sus estudiantes. El profesor debe tener conocimientos sobre su asignatura o los contenidos curriculares, tener experiencia sobre qué hacer en el aula, para que sus alumnos aprendan y también debe saber manejar situaciones que se presentan en el mismo. La gestión de aula se basa sobre todo en la prevención. Hay diversos factores que propician una desorganización en el salón de clases como la pobreza, la escasa habilidad, problemas emocionales, la influencia entre compañeros,etc.En el ese mismo orden, las situaciones que se presenten en el aula, nos conducirá a diseñar actividades de enseñanzas utilizando diversas estrategias, gestionando un trabajo de aula que cause la mayor cantidad de aprendizaje en todos los estudiantes; es decir, es reconocer la complejidad de los procesos de enseñanza y aprendizaje y su rol como agente de cambio y oportunidad, ya que son un factor importante y diferenciador en las escuelas. Las características de los docentes a la hora de enseñar, su compromiso y expectativas, influye en las características que poseerá su aula; los cuales son: el clima, tiempo, implicación de la familia y su metodología. Por ende, la complejidad de enseñar, determinados contenidos y saber cómo aprenden los estudiantes; asume un perfil técnico, científico y didáctico por parte del profesorado; es decir, su papel como docente recae en desarrollar habilidades y estrategias pedagógicas que permitan favorecer el aprendizaje de sus estudiantes; así como, la de ellos. Aplicar y modificar los planteamientos y materia curriculares, crear situaciones de enseñanzas efectivas y afectivas, analizar y diseñar nuevas prácticas, tareas contextualizadas y situadas, razonar y pensar la educación para el cambio educativo desde un papel individual y colectivo. (Ximena Villalobos)2.
Sin embargo, hay factores que infieren en el buen desempeño de los profesores, como la presión en el aula. Según Huberman, 1983, la presión en el aula afecta a los profesores en sus prácticas cotidiana y en su desarrollo profesional, no es un tema sencillo atender a las nuevas tendencias en educación, exige un cuestionamiento a sus creencias y hábitos para modificar las prácticas y la cultura educacional. Dichas presiones exigen vocación y disposición al cambio. Considerar las presiones a la hora de concebir el proceso de enseñanza aprendizaje resulta de vital importancia pues ellas, junto con los problemas específicos de enseñanzas encuentran su lugar exclusivamente en el salón de clases, espacio por excelencia del maestro y horizonte individual de cada uno con sus alumnos. (Ezpeleta, 2000).2
El maestro, debe asumir el rol de profesionalización que se requiere, actuar a favor del logro de aprendizajes en las salas de clases y para esto, diseñan, crean situaciones de aprendizajes y reflexionan sobre sus prácticas. Además, de considerar el contexto escolar y las características de sus estudiantes y las estrategias de enseñanza que propicien un aprendizaje de calidad, efectivo y significativo de los contenidos, objetivos y las competencias. Según Ximena Villalobos, para lograrlo debe tener presente:
Plantear objetivo de aprendizaje que considere habilidades, contenidos y actitudes a desarrollar en la unidad, el cual se debe relacionar con el marco curricular establecido.
Los objetivos deben ser en forma general e involucrar la mayor calidad de logros en los aprendizajes. Y acorde con las actividades que se plantean dentro de la unidad.
Al planificar una unidad, cada clase de estar en razón a dicha unidad y las actividades acorde con los objetivos planteado para la clase.
Al formular una clase todos los contenidos, actitudes y habilidades señaladas deben estar presente en el desarrollo de las clases (Nordahl, 1998).
En ese mismo orden, el profesor debe ser capaz de reconocer en la evaluación una forma de recoger información sobre los niveles de logros de los aprendizajes; para los cuales debe formular un instrumento de calidad, que le permita utilizar la evaluación como un mecanismo de control de aprendizaje. Haciendo uso de diversas estrategias de enseñanzas el profesor genera herramientas que le permite obtener evidencias de los aprendizajes para la toma de decisiones concerniente a lo que sabes el estudiante.
Ximena Villalobos, sugiere utilizar diferentes estrategias de evaluación tales como:
Recuperar los conocimientos previos de los estudiantes
Reconocer los niveles de avance y progreso
Identificar las dificultades y problemas que tienen los estudiantes para aprender
Reconocer los contextos donde acontecen los aprendizajes
Promover la retroalimentación y reflexión en los procesos de aprendizaje. Teniendo en cuenta estos aspectos viene la parte fundamental, actuar, ya que el entrenamiento y el análisis de las pretensiones no son suficientes.
Una buena planificación, con criterios bien definidos nos permitirá mantener el orden en el aula, saber lidiar con situaciones diversas que se presentan en el aula los cuales tenemos que solucionar. Para lograr mejores resultados en el proceso de enseñanza aprendizaje; ya que dependerá de la gestión de aula del docente y del interés o la disposición que tengan los dicentes. Es decir, que el comportamiento tanto del alumno como del profesor, es determinante en dicho proceso.
Kounin, realizó una investigación, basándose en un modelo psicológico centrado en las características medioambientales y su influencia en el comportamiento del profesorado y de las secciones de clase que se relacionan mejor con el comportamiento del alumno, los cuales son:
Tener un alto grado de atención al aula y a los procesos personales (estar o Implicación).
Suavidad o reaccionar de forma apropiada cuando las situaciones son crítica, y asegurar que los procesos de la clase siguen fluyendo.
Multi-rol o habilidad para hacer muchas cosas a la vez
Cambiar y observar al grupo para percibir cuando las cosas no van bien y ser capaz de cambiar y reorganizar.
El salón de clase es el espacio donde el maestro interactúa, comparte, donde se produce el intercambio de saberes, donde se produce el desequilibrio y el equilibrio de lo que se sabe con los nuevos saberes, para luego acomodarlo y finalmente asimilar el conocimiento e integrarlo a la estructura cognitiva. Por ende, el salón de clase, es el espacio donde se experimenta diariamente un alto nivel de estrés. Donde el profesor debe enfrentar cuatro tipos de comportamientos que influyen en el clima de aprendizaje en el aula:
Comportamientos que afectan al proceso de enseñanzas aprendizajes: distracción, parloteos, cuchicheos que distraen a otros y a los profesores.
Aislamiento social: soledad, retraimiento, depresión y carencias de relaciones.
Comportamiento impulsivo, generación de conflictos, agresión, oposisionismo, desafío de las reglas y normas de la sala de clases.
Incumplimiento de las normas y comportamiento criminal que consisten en forma graves de acoso escolar, robo, violencia fuga de clases entre otros.
Estos tipos de comportamientos tienen repercusiones graves tanto en los alumnos como en los profesores, es decir, el alumno que va en busca de adquirir conocimientos a aprender a aprender y el maestro que se organiza para lograr inducir y afianzar el aprendizaje en sus estudiantes, para que construyan su propio conocimiento; debe ser en un ambiente que garantice ese aprendizaje, en un aula que destile la armonía, solidaridad, colaboración comodidad y sobre todo con los recursos didácticos necesarios; en fin, en un clima de indisciplina, es imposible que se pueda desarrollar un aprendizaje significativo.
En el mundo que vivimos hoy la labor del profesor peligra, debido a que muchos estudiantes van a la escuela y/o universidades por cumplir con sus padres y llevarle un título, es decir, van en busca de una calificación que le permita aprobar y no adquirir conocimientos, y en ese mismo contexto, la tecnología que es una herramienta muy valiosa, que podemos utilizar para ampliar nuestros conocimientos, los estudiantes no lo usan como tal, sino más bien para realizar copey pega; la construcción de robótica, ya que se han creado profesores, y peor aun cuando nos encontramos con situaciones difíciles en el aula, como: económica, el desinterés, la desmotivación, problemas emocionales el desamor; como consecuencias de la desigualdad social, la desintegración familiar, entre otros factores. Todo esto nos hace vulnerable en el desarrollo de la labor docente.
Nuestro rol como docente es hacer posible lo que a veces vemos como imposible, debemos centrarnos en las causas y no en las consecuencias, reflexionar y analizar sobre la problemática y buscar soluciones compartida sobre qué hacer y cómo hacerlo. Sobre esto, Vaello, propone las siguientes estrategias, para la mejora de la Gestión del aula:
1-trabajando las actitudes positivas de todos los implicados:
En primer lugar, trabajando las actitudes positivas de todos los implicados, se educan y se pueden en el ambiente escolar. Plantearse como objetivos de clase cambiar las actitudes negativas por positivas. Observando, podemos encontrar tres zonas en función de su actitud ante el trabajo y la convivencia: a) grupos que trabaja, se esfuerza y que conviven armoniosamente al que hay que seguir motivando y valorando sus logros; b) una actitud intermedia donde se instalan la mayoría y que pasan de una zona actitudinal a otra dependiendo en gran medida de la capacidad del profesorado para controlar y motivar el aula. Es el grupo que marca el clima general; c) alumnado reacio a la tarea escolar y con actitudes obstruccionistas, al que hay que ir ganando para la zona intermedia con acercamiento personal y afectivo, pero también marcando las normas claramente. Cuando su número es muy elevado en la clase hay que arbitrar mecanismos de actuación colectiva del centro así como replantearse los criterios de agrupamientos.
Para atraer al grupo de la zona intermedia hacia el polo positivo, debe ser, a fuerza de motivación, control y relaciones de empatía, valorando el esfuerzo del grupo positivo para aumentar su autoestima; emitiendo diariamente mensajes de valoración hacia el esfuerzo y a la tarea bien hecha, dedicando más tiempo a esta tarea que a reprimir al grupo que no la hace.
En segundo lugar, provocando interés por la tarea a través de un currículo funcional que dé valor a otros aprendizajes que se adquieren en otros contextos y que otorgue protagonismo al alumnado para adquirirlos.
En tercer lugar, con una metodología variada y motivadora que contemple desde el trabajo individual, por parejas, en grupos colaborativos, grupos interactivos, alumnado ayudante, y un amplio abanico de posibilidades.
2- Mejorando el clima de la clase
Para mejora el clima de clases, se deben adoptar medidas desde el profesorado que con actitud positiva contemple al alumnado de actitud negativa, como un reto profesional a superar más que como un conflicto. Cada profesor tiene su forma de afrontar su papel en el aula, es decir, cada profesor tiene su estilo. Sin embargo, se debe reflexionar sobre las formas en que se educa a través de nuestras asignaturas a los alumnos, tomando en cuenta la planificación de las clases, dominio de su materia, se adapta a la diversidad y dar respuesta a todos. Con este estilo Yema, podemos tener mejor gestión de aula y de los conocimientos que requieren los alumnos de hoy.
En ese mismo orden, Conseguir afianzar la colaboración de todas las familias, ya que la actitud de las familias de nuestras clases puede ser muy variada, pero generalmente
responden a varios patrones, desde las colaboradoras hasta las que se declaran impotentes. Su conocimiento nos permitirá determinar formas de actuar con ellas:
Colaboradoras: proponiéndoles medidas conjuntas de colaboración, delegados/as de clase, participación en el currículo, lecturas en clase, actividades extraescolares.
Ausentes: haciéndolas presentes, asegurando contacto telefónico regular, información a través de agenda escolar, citaciones periódicas, ofreciéndoles ayuda.
Hostiles: convirtiéndolas en colaboradoras, pidiéndoles su ayuda y colaboración en la educación, ofrecerles información y ayuda en el proceso educativo conjunto.
Impotentes: apoyándolas y adoptando medidas conjuntas centros-familias, firma de compromisos, ofrecerles formación para la educación.
3- Mejorar la gestión del aula para favorecer el aprendizaje
En nuestras aulas surgen de manera habitual conflictos que nos producen desasosiego e insatisfacción y que obstaculizan e impiden el normal desarrollo del aprendizaje entre el alumnado que a ella asiste. Desde la perspectiva de entender que el conflicto es algo natural en los grupos humanos y que debe ser afrontado de una manera constructiva, y por tanto, educativa
Vaello aportar ideas, normas, rutinas y experiencias que están dando buen resultado en otros compañeros y compañeras que la desarrollan de manera habitual en su práctica educativa. Las propuestas ofrecen ideas para que cada cual las traslade a su realidad cotidiana y las haga suyas desde su estilo y el de su alumnado y suponen una forma de entender el proceso de enseñanza y aprendizaje alejado del posicionamiento transmisivo tradicional para contribuir a crear un clima cordial y acogedor que favorezca las habilidades relacionales necesarias y un clima de convivencia en el aula para favorecer el aprendizaje de todos y todas sin excepción.
Clima de la Clase
Las condiciones ambientales del aula permiten crear unas relaciones personales acogedoras y un clima favorecedor del trabajo necesarios para el mejor aprendizaje. Para construir un clima de clase adecuado, Juan Vaello propone una serie de medidas que pueden contribuir a favorecerlo:
Es necesario establecer límites en la primera semana del curso y mantenerlos a lo largo del curso.
Disponer de normas efectivas de convivencia que regulen los comportamientos más frecuentes.
Mantener una relación de confianza con el alumnado. Entrenarles en relaciones de colaboración y de respeto.
Conocer los roles del alumnado y propiciar que contribuyan a la convivencia y no la perturben, reconduciendo su actitud cuando sea necesario.
Sugerencias de normas básicas
Asistir a clase puntualmente, con el material y trabajar sin molestar a los demás
-Consecuencias de su incumplimiento.
-Consecuencias de incumplimiento reiterado.
Respeto a las personas y las cosas para que te respeten a ti y a tus cosas
-Consecuencias de su incumplimiento.
-Consecuencias de incumplimiento reiterado.
El profesorado ha de atender a todo el alumnado y ocuparse de que todos/as prendan adaptando su enseñanza a sus capacidades e intereses
-Consecuencias para su cumplimiento.
-Consecuencias de incumplimiento.
Para lograr el buen funcionamiento de estas normas, es necesario realizar una rúbrica e ir cotejando según su cumplimiento o incumplimiento y comunicarles a los estudiantes sobre la misma.
4- Aumentando la atención y control de la clase
Para poder controlar y mantener el control del aula, el maestro debe fijar su atención de forma equitativa a todos los alumnos, sobre todos a los más distraídos. En ocasiones ocurre que el profesor tiene concentrada su mirada hacia unos pocos, mientras sus alumnos la dispersa hacia diferentes elementos distractores.
La atención se puede estimular a partir de dos estrategias:
1. Estrategias para captar la atención
2. Estrategias para mantenerla
En las Estrategias para captar la atención, se sugiere ochos elementos los cuales son:
a) Inicio puntual y rápido de la clase sin ralentizarla con otras tareas.
b) Asegurar la atención de todos/as sin excepción y no empezar hasta que ésta no esté garantizada
c) Advertir de manera individual al alumnado distraído por su nombre y no de manera general
d) Detectar y neutralizar el efecto de elementos distractores
e) Comenzar la clase con actividades que la favorecen: preguntas breves sobre lo tratado en la clase anterior, actividades prácticas de corta duración, cuestiones o interrogantes que susciten curiosidad
f) Cuidar la ubicación: acercar al alumnado de menor rendimiento
g) Cumplir y hacer cumplir las normas: puntualidad, material hasta hacer que sean interiorizadas
h) Alternar diferentes formas de presentación de los contenidos: lecturas, proyecciones, videos, entre otros.
Estrategias para mantener la atención, se sugieren las siguientes:
Mejorar el nivel atencional de la clase. El mantenimiento de la atención no es algo uniforme ni puede mantenerse por igual. Hay que asumir como normal los altibajos durante la jornada lectiva, pero éstos se pueden atenuar teniendo en cuenta algunos aspectos como: tipo de la tarea, metodología empleada por el profesorado, tipo de alumnado, ubicación horaria de la clase, entre otros. El análisis de estos elementos puede servirnos para planificar el tipo de actividades semanales y ubicarlas de acuerdo con el nivel de atención que se requiera en ellas. Además se sugiere elaborar un cuadro con los criterios bien definidos sobre el nivel atencional por tareas. Se pueden destacar: tarea atención alta, atención media, atención baja, exposición del profesorado, presentación de un trabajo, trabajo por parejas, proyección de transparencias, debate en grupo, proyección de un video, lectura entre otros. Además, se pueden detectar, en qué tipo de actividades se dan mayores niveles de atencionales. Como ubicar una actividad de alto nivel atencional en clase de última hora, en la que están más cansados/as. (Vaello Orts, J. 2005)
En ese mismo orden, se debe:
Diversificar los elementos atencionales. Una forma de mejorarla es planificar
diferentes líneas de atención de la clase.
Incrementar la atención positiva frente a la negativa. Como decíamos al principio, se trata de reforzar la conducta positiva y no centrar la atención en la negativa puesto que así se contribuye a reforzarla. El protagonismo se le debe dar a las conductas positivas, y no a comportamientos perturbadores, prestándoles más atención.
Mantener alto índice de actividad del alumnado con variedad de tareas. Variedad de tareas funcionales que evite la monotonía. Para lo cual se sugiere una tabla indicativa y se debe adaptar a la dinámica de cada clase. Los tiempos dedicados a cada tarea nos pueden permitir una más variada distribución y con ello aumentar los índices de atención y motivación.
La calidad de la educación tanto a nivel escolar como universitario, depende de la profesionalización, las capacidades y habilidades que tiene el docente para enseñar a aprender; dominio de los contenidos acompañado con una buena práctica docente, lidiar con situaciones diversas que se le presenten en el aula y presto a escuchar diferentes opiniones. Estar dispuesto como docente a aprender a aprender continuamente, utilizar métodos, técnicas para que sus alumnos/as aprendan. Además, Estar abierto al cambio o a nuevas tendencias educativas. Maestros/as que se sientan comprometido con la educación.
En otro orden, hay factores internos como externos, que influyen en el desempeño académico tanto de los docentes como de los estudiantes, como dije anteriormente. Los docentes al igual que los estudiantes, somos merecedores de que nos reconozcan y valoren nuestro rendimiento académico, que se incentive de una forma u otra esa labor que realizamos; ya que en su mayoría por no decir todos somos marginado socialmente y económicamente. Independientemente de que se debe estudiar una carrera por vocación y no por la remuneración económica, esto no deja de ser un factor preocupante en cualquier ámbito profesional.
Los factores internos son: marginación social, carencia de vocación y disposición, obligaciones sociales y familiares, salarios bajos que no le permiten suplir su necesidades básicas y mucho menos proveerles a sus hijos/as una educación de calidad, salud y vivienda. Los bajos salarios inducen al docente al pluriempleo ya que con un sólo no le he suficiente costear sus gastos.
Los factores externos son: las falta de herramientas educativas, libros de textos actualizados, computadoras, internet, proyector en las aulas (sólo hay pizarras y borrador), la falta de inversión de las autoridades competentes en el sistema educativo, programa de capacitación continua de los maestros/as; la educación no debe limitarse únicamente a la pizarra y al borrador en pleno siglo XXI. Si queremos educación de calidad y buenos resultados académicos de los dicentes y docentes, púes, se debe empezar por reivindicar a los maestros/as, social y económicamente, proveer los centros educativos con nuevas herramientas acorde con las exigencias de hoy. Ya que los jóvenes de hoy aprenden auxiliándose de la tecnología (videos, documentales, películas, Bibliotecas virtuales, entre otras). Es urgente que se cambie la política educativa.
Referencias bibliográficas consultadas
1- María J. Lera y Knud Jensen (2007) Gestión de Aula. Programa Golden. Web.www.golden5.org
2-Ximena Villalobos. Reflexión en torno a la gestión de aula y a la mejora en los procesos de enseñanza y aprendizajes. Revista Iberoamericana de Educación/Revista Ibero-Americana de Educação. (ISSN: 1681-5653)
3-Recopilación de Francisca Olías Ferrera. Basado en Vaello Orts :
Estrategias para la mejora de la Gestión de Aula. Centro del profesorado de Alcalá
VAELLO ORTS, Juan (2003): Resolución de conflictos en el aula. Santillana.
Madrid.
VAELLO ORTS, Juan (2005): Habilidades sociales en el aula. Santillana.
Madrid.
VAELLO ORTS, Juan (2007): Cómo dar clase a los que no quieren.
Santillana. Madrid.
Autor:
María Elena Diez Pérez