- Testimonios de mujeres que abortaron
- Los doctores y enfermeras hablan de la triste realidad de lo que es un aborto.
- Las feministas como antiabortistas
- Embarazo precoz.
- Violación, Incesto y Aborto: investigando más allá de los mitos
- El aborto – un resumen general
- Argumentos pro-vida
- Argumentos científicos
- Desarrollo fetal
- Recomendaciones para la recuperación
- El padre luego del aborto
- Aborto Espontáneo
- Implicaciones sociales
- Hablar de "Niños deseados" los convierte en objetos lúdicos
- Las feministas como antiabortistas
- Después de un aborto: Pasos hacia la recuperación
Testimonios de mujeres que abortaron
Recibido en Mayo 2000
Hola, quiero que mi nombre quede en el anonimato, por que me da vergüenza decir lo que hice.
Hace un año en el mes de marzo me entere de que estaba embarazada, el padre de mi bebé es un hombre casado, su esposa llevaba el mismo tiempo de ambarazo que yo, había sido su primer embarazo después de tres abortos, yo solo pensaba en el dia en que el se divorciara pero con esa noticia no lo hizo, yo me refugie en una amiga quien me acompaño al doctor que me confirmo
mis sospechas, en ese momento yo solo queria tener a mi bebé, pero cuando le dije a él solo me respondió "y ahora que vas a hacer" solo le respondí lo voy a tener aunque me cueste los regaños y la perdida de confianza de mis padres, el me apoyaba pero no estaba conmigo cuando me sentia necesitada de cariño, solo me evadía diciendome que tenia que ir al doctor con su esposa, un día desesperada por no tener en quien confiar, me puse a escribir todo lo que sentía en un papel, ahí le confese a mi bebé que su padre era un hombre casado, que el no podría estar con nosotros que yo lo quería…..
Pero de repente me entro una idea descabellada y le dije a mi bebé "Mi amor, disculpame por lo que voy a hacer pero entiendeme, no te puedo tener conmigo, tu papi es un hombre con compro miso y yo sola no puedo con la resposabilidad tan grande perdoname"… al otro día me fui a trabajar, mi mamá leyo el papel y cuando regrese me pego, haciendome saber lo mal que
estaba, me dijo que como era posible que con un hombre casado, yo soy la unica hija de cuatro hermanos que somos, mi papá se ve en mi siempre ha presumido de su "beba", dice es la unica que estudio, la unica que solo me ha dado satisfacciones, la unica en quien puedo confiar ciegamente…. me entienden?, entonces los remoridimientos llenaban mi cabeza, y le propuse a
mi mamá que fueramos a ver a un medico, fuimos y me realizo el aborto, me siento tan mal, por que pienzo que no fue la mejor decicion que pude tomar, pero entiendanme no tuve otra alternativa. necesito el apoyo de alguien que me escuche y me ayude.
Recibido en Marzo 2000
Quiero narrar mi experiencia.
Empecé a tener sexo faltando un mes para cumplir los 15 años, duré más de dos años teniendo relaciones con diferentes personas sin quedar embarazada,fué hasta los 17 que tuve mi primer experiencia con lo que aparentemente fue un embarazo y un aborto espontáneo, en ese entonces yo le conté a mi madre,pero ella estaba enferma de diabetes y con lo que le dije empeoró y falleció
a las pocas semanas de haberselo dicho lo que me hace sentirme culpable de su muerte, después de eso yo continué teniendo relaciones con mi vecino, al año siguiente falleció mi papá, triste por la pérdida de mi mamá y de que le amputaron una pierna me dijo que ya no quería vivir porque sentía que era un estorbo para mí, ya que mis otros hermanos ya estaban casados y yo era la única soltera y que además no podía estuidar porque lo tenía que cuidar. A los 19 años me volví a embarazar, sin embargo no estaba segura de quien era el bebé porque había tenido relaciones con dos personas, sin embargo le dije a uno de ellos que era el que más quería y al que más confianza le tenía y él me dijo que era esteril y que no podía tener hijos, ahora ya tiene uno de 8 o 9 años, y entonces yo me sentía sola y no sabía que hacer ya que mi papá murió cuando yo tenía 18 años y había tenido que empezar a trabajar, fue entonces que conocí a un hombre mayor que yo por 15 años, sin embargo para mi mala suerte lo conocí un día antes de que abortara y no tuve el valor de
contarle lo que pensaba hacer, había en el trabajo una compañera que me decía que si no abortaba me hiban a correr del trabajo, después un "amigo" me dijo de un doctor que practicaba abortos y después fuí con otro "amigo" para que me prestara dinero y me lo prestó y fué el día de mi cumpleaños precisamente el día en que cometí el más infame de los crímenes, me duele
tanto haberlo hecho y estoy tan arrepentida.
Actualmente tengo 38 años, estoy soltera y he tenido varias relaciones sin embargo no puedo tener hijos y esto me hace sentir peor todavía y creo que es una de las causas por las cuales no puedo mantener una relación estable;desempeño mi trabajo como profesora y trato de darles la mayor información a mis alumnos(as) más bien formación de los riesgos que se corren al realizar
el sexo sin reflexionar antes, de saber que somos seres humanos con una gran capacidad de amar y de que no somo simples animales que actúan por institnto. Esto yo no lo sabía, no busco justificarme porque sólo Dios puede darme la sanación a mi alma y a mi espíritu, pero sí considero que es de fundamental importancia saber y sobre todo conocer la Palabra de Dios al respecto.
Me duele tanto no tener ese hermoso bebé, he tenido la maravillosa oprtunidad de tener 10 sobrinos(as) y a todos los quiero mucho, los he bañado son mi vida y vivo para gloria de Dios y ayudar a todos aquellos que lo necesiten, considero que Dios tienen un plan de vida para cada uno de nosotros y tenemos que buscarlo. Gracias al apoyo de tanta gente que me quiere y me ha acercado a Dios he podido superar todo esto, sin embargo quiero que sepan que duele y que si alguna persona piensa en abortar que no lo haga por que es un ser humano hecho a imagen y semejanza de Dios y que tiene derecho a la vida y que nada justifica un crimen.
Gracias por permitirme expresar mis sentimientos. perdón por omitir mi nombre pero mi actual papel frente alos jóvenes no me lo permite, sin embargo sé que Dios que conoce el corazón de los suyos ya lo sabe, les pido que oren mucho por mí y por todas aquellas personas que se han practicado un aborto pero sobre todo por aquellos que lo practican.
Recibido en Marzo 2000
Hola, soy K. R. Tengo 24 años de edad…
Hace exactamente 4 meses y 26 dias que me practique un aborto. Fue la peor decisión que he tomado y creo que no puede existir otra cosa peor que eso.
Tengo 2 niñas a las que quiero con toda mi alma, este fue mi tercer embarazo… El padre de Jhonny (mi hijito abortado) es un hombre comprometido y cuando sali embarazada lo primero que hice fue pensar en lo que diria mi familia y que haria ya que el no me podia responder. La primera
opcion que llego a mi mente fue el aborto.
Las personas a las que le confie lo que me pasaba tambien entendian que lo mejor era quitarle la vida a mi hijito. Cuando se lo comunique al padre me hizo sentir que a mi me convenia mas que a el, tal decision y le crei. Yo sabia que eso estaba en contra de las normas morales de Dios, pero me sentia que no tenia salida. Crei que podria superar tal cosa, pero me equivoque!!!.
El dia 9 de Octubre de 1999 fuimos los dos al medico abortista, todo el tiempo que estuve alli deseaba que el doctor no pudiera llegar, pero no fue asi. Llego y no era la unica mujer, habian dos chicas esperando por el tambien, yo tenia el segundo turno. Cuando llego el momento el doctor ni
siquiera me pregunto si estaba segura de hacerlo, solo lo hizo.
Me pusieron un suero con anestecia y me durmieron, no senti nada del procedimiento; a las ds horas cuando desperte solo me preguntaba si habia sido un sueño y al pasar los dias abrigaba la esperanza que no lo hubiera podido matar.
Cuando salimos de alli senti que estaba dejando parte de mi vida, tirado en algun ricon de ese lugar.
La experiencia fue lo suficientemente amarga, como para seguir viviendo tranquila. Cuando decidi hacer esto no queria que en mi casa se dieran cuenta de lo que estaba pasando, pero ahora es peor porque la depresion no me deja ser madre y no he vuelto a tener paz desde entonces. Todos me preguntan que me esta pasando, mi familia, compañeros de trabajo, amigos y hasta personas ajenas a mi, me preguntan porque estoy tan triste.
Todas las noches lloro hasta que no resista mas, y deseo tanto volver solo un minuto antes del aborto para poder pararme e irme y de esta manera tener a mi Jhonny conmigo.
No tengo valor para acercarme a Dios, la verguenza no me deja hacerlo.
Siento un vacio que no puedo llenar con nada, siento que no solo me arrancaron a Jhonny de mi vientre, sino que tambien me arrancaron el alma.
No quiero ir a ningun lado, no quiero que nadie me pregunt que es lo que me pasa, no quiero hablar con nadie, no ni siquiera llegar a mi casa, voy a trabajar porque tengo dos hijas que me necesitan y ellas no tienen la culpa de mis errores.
Hoy solo faltarian 3 dias para que cumpliera los 6 meses y cada dia que pasa siento mas la muerte de mi hijito. No se como sobreponerme a esto, el padre del niño me ha manifestado su arrepentimieto y quiere que hagamos todo lo que podamos para superarlo, pero ya yo agote todas las formulas para esto y no lo logre. Solo quiero estar sola, apartada de todo el mundo y a veces
pienso la mi unica solucion es que dejara de existir, pero seria demasiado facil y entiendo que me toca sufrir el gran error que cometi.
Mientra mas tiempo pasa el dolor es mas grande, el dia 9 de cada mes es el puro infierno para mi; saber que la hora en que mi bebe debio nacer se acerca y que no lo podre tener en mis brazos… es lo mas desastroso que me ha pasado.
Solo me gustaria que mi experiencia le sirva para abrir los ojos a esas mujeres que se encuentren en esta situacion, el aborto no soluciona nada solo detruye tu vida sin regreso…
Espero algun dia tener la oportunidad de poder pedirle perdon a mi hijito.
Te quiero Jhonny ….
Recibido en Marzo -2000
Tengo 20 años y hace poco más de tres años y medio tuve un aborto. Enrique era 6 años mayor que yo. En ese entonces yo estaba por empezar mi tercer semestre de preparatoria y a él le faltaban dos años aún para terminar su carrera. Los dos estudiábamos en la universidad más prestigiada y más cara de México y yo siempre había crecido con la idea de terminar una carrera
exitosamente, tener un buen trabajo y ser una gran ejecutiva, sin darle mucha importancia al matrimonio y a la maternidad. Yo amaba a Enrique, pero nuestra relación no era muy seria, simplemente me entregué a él por amor sin importarme si él sentía lo mismo que yo. Pobre tonta de mí, pensé que entregándome a él me iba a amar y no me di cuenta que de esa forma solo iba
a provocar en él cualquier cosa, menos amor. Veía en él un apoyo, una salida a mis problemas familiares, ya que mis papás estaban por separarse y eso me dolía demasiado. Tenía entonces 15 años. Siempre tuvimos sexo sin protección, así pasaron poco más de cinco meses. Enrique era el primer hombre en mi vida, era demasiado ingenua y pensé que un embarazo sería algo muy difícil y que a mi no me iba a ocurrir jamás.
Cuando me di cuenta de que estaba embarazada no podía creerlo. Tenía mucho miedo principalmente porque había defraudado la confianza de mis papás.
Siempre había sido la hija perfecta que tenía las mejores calificaciones del grupo, que había estudiado siempre en los mejores colegios, la hija en la que habían depositado toda la confianza del mundo para que siguiera su ejemplo y triunfara en la vida. Por este motivo no hablé con ellos al
principio, sino con Enrique. Yo no sabía cómo decírselo, estaba muy nerviosa, tenía miedo a su reacción, pero finalmente hablé, al principio le fue difícil creerlo, pero terminó por creerlo Él estaba muy nervioso, yo me abracé de él fuertemente y no sabía qué hacer, pero él me dijo que no me
preocupara, que ya encontraríamos una solución. Tenía poco más de cinco semanas de embarazo. Ese día no hablamos de nada, sólo me dijo que si su papá se enteraba lo iba a obligar a casarse. Días después él me sugirió el aborto como única opción, y me dio como argumentos que era mejor que un hijo no naciera a que solo viniera al mundo a sufrir, pues un embarazo en
nuestras circunstancias no era una buena opción. A él le faltaba muy poco tiempo para terminar su carrera y yo aún no la empezaba. Me dijo que tomara en cuenta mi propia vida y me preguntara a mí misma si desearía que mi hijo sufriera al igual que yo con tantas peleas, tantos problemas familiares, pues aunque nos casáramos lo más seguro era que nuestro matrimonio fracasara, además ninguno de los dos tenía una vida económica estable y no estábamos preparados para enfrentar una responsabilidad de esa naturaleza teniendo toda una vida por delante. Yo sabía perfectamente bien que sus papás lo hubieran obligado a casarse conmigo y a enfrentar su
responsabilidad, sin pensar siquiera en la posibilidad de un aborto, él también lo sabía y supongo que eso también influyó mucho en su decisión. Yo me convencí también de que el aborto era la mejor opción. Tenía toda una vida por delante y de ninguna manera iba a ver mis sueños frustrados, a pesar de que amaba a mi pareja.
El aborto en México es ilegal, así que había que encontrar a algún médico que estuviera dispuesto a hacerlo. Aún no le decía nada a mi familia, pero al final no tuve otra opción, pues Enrique nunca me apoyó, solamente me sugería ir a ver a tal o a cual médico, pero jamás estuvo dispuesto a ir
conmigo ni a ayudarme económicamente, pues aunque mis papás me daban todo lo que yo quería no era justo que yo cargara sola con toda la carga, y menos sabiendo que él tenía posibilidades de hacerlo también. Finalmente me atreví a hablar con mi mamá y decirle lo que estaba sucediendo. Contrariamente a todo lo que yo esperaba, ella reaccionó de una forma serena y calmada. Me
dijo que qué pensaba hacer y ella misma habló con mi papá. Cuando tuve que enfrentar a mi papá se me partió el alma, pues para mí haberlo defraudado era lo peor que pude haber hecho, tenía mucho miedo a su reacción, sin embargo también me apoyó y en ningún momento me reprendió, sino al contrario, me dijo que la decisión estaba en mi, y decidiera lo que decidiera ellos siempre me iban a apoyar. Ellos en ningún momento me obligaron ni a abortar ni a tener a mi bebé, sólo me dieron todas las posibles alternativas que tenía con sus pros y sus contras, tampoco hablaron
con Enrique, pues ellos sólo lo harían si yo se los pedía, y yo no quería ocasionarle problemas con su familia ni quería hacer más grandes las cosas, pues la decisión yo ya la había tomado: el aborto era la mejor opción en ese momento. Mis papás son médicos, así que encontrar quien hiciera el aborto de la manera más discreta posible fue fácil para ellos, pues tenían muchos amigos médicos. Finalmente todo terminó. No fue nada agradable someterme a un aborto, pero lo hice. Después de eso Enrique se fue un semestre a estudiar fuera del país y yo empecé un nuevo semestre. Él ni siquiera se dignó a llamar para preguntar por mi salud después de que le dije que ya había hablado con mis papás y lo que pensaba hacer. No volví a hablar con él hasta que regresó de nuevo a México. Fueron dos años en que yo misma me negaba las cosas, trataba de pensar que no había sucedido nada, pues en mi casa nunca se habló de ello jamás y yo seguía con mi vida normal,
estudiando. Al regreso de Enrique las cosas volvieron a ser como antes, nos seguíamos viendo y seguíamos teniendo relaciones, aunque esta vez con protección. Mis papás ya se habían separado y yo vivía con mi mamá y tenía demasiados problemas con ella a causa de que yo seguía viendo a Enrique.
Ella no soportaba el hecho de que no me hubiera apoyado en nada y no podía entender cómo después de eso yo siguiera viéndolo como si nada hubiera pasado. Los problemas con mi mamá eran ya insoportables, así que al terminar la preparatoria decidí irme a estudiar a otro estado, al más alejado de mi casa y de tantos problemas, pues también me di cuenta de que Enrique no
merecía mi amor y que en verdad nunca me había querido ni lo iba a hacer jamás, y sólo la distan cia podía terminar con esa relación que estaba terminando conmigo, con mi vida y con mi amor propio y mi dignidad. Así empecé mi carrera universitaria viviendo sola. Fue hasta entonces cuando me di cuenta de lo que había hecho. Fue hasta que estuve sola y viví sola cuando me di cuenta de lo tonta que había sido por no haber tenido el valor de tener a nuestro bebé.
De verdad estoy arrepentida, no puedo creer que fui capaz de abortar, no sé si hubiéramos sido felices o no, si nos hubiéramos casado o no, no sé que hubiera sido de nuestras vidas, sólo sé que si mi hijo hubiera nacido, tal vez yo no estaría estudiando una carrera, tal vez no me divertiría tanto con mis amigos, ni iría a las discos y fiestas como lo hago, quizá no sería quien soy ahora, pero sería muy feliz con mi hijo, yo no tenía derecho de negarle la vida, yo quería la felicidad para mí, pero no me di cuenta de que por mi felicidad le negué la felicidad a un ser indefenso, a un ser que no pidió ser concebido, a un ser que tenía el mismo derecho que yo y que cualquier persona a vivir y a ser feliz. En la búsqueda de la felicidad y el triunfo para mi misma, le negué la oportunidad de hacer lo mismo a una pequeña parte de mí. No me di cuenta en ese entonces de lo egoísta que
estaba siendo y del pecado tan grande que estaba cometiendo. Durante muchos meses me atormenté con todo esto, fueron demasiadas noches de insomnio y de llanto imaginando lo que pudo ser y no fue, cómo sería mi bebé, cómo lo hubiera querido, cuánto habíamos disfrutado todo el tiempo juntos, y que si su papá no me hubiera apoyado, mi bebito me hubiera dado el valor para
seguir adelante, primero por él y luego por mi misma. Fueron muchos meses en una enorme depresión y hasta dejé la escuela por un año, me dediqué a beber en exceso y también caí en el alcoholismo. Era demasiada la culpa que sentía, me sentía la persona más miserable del mundo y me culpaba constantemente por lo que pasó, después culpé a Enrique. Finalmente busqué
la ayuda de un sacerdote por medio de la confesión y esto me ayudó bastante, pues aprendí a perdonarme y a perdonar a todos los que creía culpables, y aunque nunca voy a olvidar lo que hice ni voy a olvidar a mi bebé, ahora sé que no fue mi culpa ni la de Enrique, sino de las circuns tancias, de la ignorancia. Hoy no puedo ya hacer nada más por mi bebito mas que pedirle perdón cada noche y rezar por él, pedirle a Dios que cuide a ese angelito como yo lo hubiera hecho, y rogarle también por todos los niños que, como el mío, nunca pudieron nacer, por que perdone a todas las madres que como yo, por cualquier circunstancia, se vieron obligadas a caer en ese enorme enemigo que es el aborto y sobre todo, a que ayude a que se perdonen a ellas mismas, que ilumine el alma de todas las demás madres que están pensando en abortar para que no lo hagan y para que se den cuenta de lo valiosa que es la vida de una persona que desde que es concebida ya está viva y ya es una personita.
Espero que con mi historia pueda poner mi granito de arena para prevenir el aborto, para que las mamás que están pensando en el aborto como una solución se den cuenta que esto no es el final de un problema, sino el principio de muchos otros, pues ahora puedo decir que el aborto no fue sólo el dolor físico más fuerte que he sentido en mi vida, sino también el dolor emocional más grande que sentiré jamás. Y para aquellas que ya lo hayan hecho solo quiero decirles que aprendan primero a perdonarse por haberlo hecho, porque sus hijos ya lo han hecho, pues en el corazón de un bebito que está con Dios no cabe el rencor, pues solo han conocido el amor de Dios y viven rodeados de él. Sólo nos queda continuar viviendo y hacer de nuestra vida una obra maestra, pues no tiene caso vivir en una constante depresión que no nos permite seguir adelante, pues es el mejor regalo que podemos hacerles a nuestros hijos: tener una vida maravillosa
Recibido el 27-enero-2000
Me llamo Emily hace ocho meses tuve dos abortos. Esto que paso me ha dejado maracada para toda la vida, a veces trato de salir del hoyo, pero la mayoria caigo de nuevo…Yo aborte por amor a mi novio, porque el sabia como chantajearme y me hizo creer que lo estaba condenando por querer al bebe y me dio unas pastillas, aborte y me tuvieron que internar, me hicieron un legrado, pude perder la vida porque tenia una fuerte infección, desde ese dia todo cambio un hombre te dice que va a estar contigo, pero es mentira si no te reponde es porque no te quiere ni ahora ni después, no seas tonta por favor abre los ojos, te esperan noches de sufrimiento, dias de llanto y desesperación….
Mi novio se drogaba y comenze a hacerlo yo también , a veces me golpeaba porque me amaba decia,volvi a quedar embarazada y volvi a abortar, mis padres se enteraron, intente suicidarme con pastillas pero no funciono, me llevaron al médico y me detecto una grave anemia, tengo problemas con mi periodo, he perdido mucho peso , pero sobre todo antes que nada el dolor que siento en el corazón es más fuerte que el físico y se que no existe medicina para eso, no hay dia de mi vida que no me arrepienta, el dia que encontre la pagina habia puesto una pistola en mi cabeza…Karina me ha ayudado, pero siento que cada dia que intento salir caigo de nuevo, hoy el amor de mi vida, el papa de mis bebes, acaba de decirme que no quiere saber de mi, de nuevo intente suicidarme…
Yo no era asi, y solo quisiera tener a mis bebes y amarlos y dar mi vida por la de ellos, solo le pido a Dios que los tenga con él y que ojala algun dia me logren perdonar, los extraño tanto…
El dolor de tu corazon no tendra medicina para calmarlo, por favor, es tu bebe, es parte de ti, y te necesita…yo no senti tanto físicamente a mis bebes, pero en mi corazon existieron y dejaron un hueco tan profundo que nunca se volverá a llenar, por favor, no lo hagas, piensa que es todo lo que tienes, piensa en las madres que sufrimos por no tenerlos por haber tomado el camino equivocado, y te aseguro que el dia que lo mires a los ojos sabras que valio la pena, hoy desearía abrazar a mis hijos y darles todo el amor que un dia les negue, hoy no puedo tomar una goma y borrar el tiempo, tan solo puedo pedir a Dios por ellos y dormir soñando con algun dia poder verlos…
Donde quiera que se encuentren: los amo.
Recibido en Enero 2.000
Hola,
Mi nombre es Karina, soy una mujer de 25 anos de edad y tengo una hija de 3 anos de edad. Vivi con el padre de mi hija hasta hace 2 anos, hace un año empeze a salir con un joven de 24 años un año menor que yo, mi madre se oponetotalmente a esta relacion, el 12 de nov 99 me entere que tenia 4 semanas deembarazo, estava muy desesperada, sabia lo dificil que era ser madre soltera tenia mucho miedo, a la reaccion de mi madre, ya que recientemente me habia enterado que sufre problemas de el corazon.
Pense en huir de mi casa, pero pensaba en mi hija, a donde iba a ir, que iba a hacer, conozco de la palabra de dios, sentia temor ante dios por lo que pensaba hacer, pero sentia que si no lo hacia mi madre moriria al enterarce de mi estado.
Sabia que si algo le pasaba a ella mis hermanos, me odiarian por el resto de mi vida, me decidi a abortar a mi bebe, lo hice el 10 de Dic 99, desde ese dia tengo pesadillas, miro a un bebe que me persigue juntando las diferentes partes de su cuerpo, es un dolor horrible el que siento y sufro en silencio, siento como si se repitiera el procedimiento dentro de mi cuerpo cada noche mientras duermo. Nunca me perdonare ami misma lo que hice, mi consejo para quien lea mi historia es no lo hagas, que si te libra de el problema ante el mundo, pero destrozas tu vida por siempre, y nunca volveras a dormir tranquila siento que como todo asesino recibimos nuestro castigo, solo que
En silencio.
Amigas, dios nunca nos deja solas, nada, nada es mas valioso que la vida de tu bebe, no temas dios siempre estara a tu lado para que te apoyes en el.
Que dios Te Bendiga….. Senor perdonanos a todas las mujeres que como yo tomamos esa horrible decision, pero sobre todo pequeno ser perdon por haberte quitado el derecho de vivir, sin yo tener esa autoridad….te llevo siempre en mi corazon….. Oremos las unas por las otras para un dia al canzar el perdon de nuestro bebe y de nuestro padre dios.
Gracias por la oportunida de expresar mi sentir, Karina _ HYPERLINK "http://www5.mixmail.com/Mail-Bin/send_mail.form?TO=JRALOVE[arroba]aol.com" _JRALOVE[arroba]aol.com_
Recibido en Agosto 1999
Mi nombre es **** y tengo 19 años. Mi experiencia con el aborto es todavía reciente y sé que no voy a ser capaz de escribir esto sin llorar. Soy y siempre he sido pro-vida, pero es asombroso como te extravías cuando estas asustada.
Me embarace a fines de Noviembre de 1998, y mientras el día en que debería dar a luz se acerca más, siento más dolor. No tenía una relación seria, pero la conexión que Dan y yo compartíamos era muy intensa. No temía decirle que estaba embarazada, temía lo que mi futuro me reservaba. Tenía planeado decirle a Dan después de que terminara sus exámenes finales, pero él preguntaba qué estaba mal y al final desistí y se lo dije. En ese momento él sugirió un aborto; le dije que eso estaba fuera de discusión porque no iba a asesinar a mi bebé. Decidimos continuar discutiéndolo hasta que sus exámenes terminaran. Cuando nos sentamos a hablar sobre ello, el aborto fue lo único que él discutió. Me senté y escuché su razonamiento, pero cada vez que mencionaba la adopción, él me decía cuanto mejor un aborto sería. Los dos concordamos entonces que yo era demasiado joven y sin recursos para criar un niño. Yo quería dar mi bebé en adopción, y encontrar una familia que le diera a mi bebé todo lo que merecía. Después de horas de discusión él dijo que cuando mis exámenes finales terminaran yo tendría que decidir, pero que al final sería mi decisión.
Tome los finales con la idea constante de lo que iba a hacer. Dan era tan persuasivo que hacía parecer el aborto como la única elección que tenía. Me hizo creer que el dolor de la adopción me heriría más que el aborto. Y yo le creí. Para mi propio asombro, consentí en tener un aborto en tanto fuera un aborto médico. Es una inyección que detiene el embarazo y causa un arrojo.
Las enfermeras en la clínica me dijeron que tenía suerte pues un día más y el aborto médico sería imposible. No sé a donde fui, pero desaparecí por días. Aborté en Diciembre 25 de 1998, Terminé contándoles a mi madre y una de mis hermanas que tuve un aborto. Ambas me apoyaron, pero empecé a batallar conmigo misma.
Enseguida me arrepentí de mi elección; quería a mi bebé de regreso. Lloré y lloré. Me aislé y recé que todo esto hubiera sido solo un sueño. Dan nunca discutió el aborto hasta que lo obligué. Lo necesitaba allí para escucharme, pero él no podía. Siempre me decía que fue la elección correcta. Finalmente le dije que era un bebé y merecía tener un nombre. Así que a solas, lo llamé Noah James y planeo celebrarlo en Agosto 8, su cumpleaños.
Me di cuenta de como Dan me había forzado a tener un aborto. Sé que fue mi elección al final, pero hasta este día me asombra como él hizo parecer el aborto tan bueno a alguien que está tan en contra de eso. Yo culpé a Dan por mucho tiempo y solo recientemente lo empiezo a perdonar. Es lo único que él conocía y estaba tan asustado como yo. El mayor problema que tengo es yo misma. He luchado y todavía lucho para perdonarme a mi misma. Creo que Noah y Dios me han perdonado, pero no me puedo perdonar a mi misma. Quiero llorar cuando veo bebés y sólo quiero tener a mi Noah en mis brazos. Algunos días son peores que otros pero todavía intento ir hacia adelante. Noah es una parte concreta de mi vida y nunca será olvidado. Esto es un memoria de él, mi hermoso y precioso bebé.
Recibido en Julio de 1999
Mi nombre es Amy y cumplí 15 hace un par de semanas. Hoy es el tercer aniversario de mi aborto. Después de los tres años más largos y dolorosos de mi vida, decidí compartir mi historia con gente que entendiera.
El aborto arruinó mi vida incluso antes de que me embarazara. Mi madre se embarazó justo luego de graduarse del colegio, y su enamorado, mi padre, insistió que ella tuviera un aborto. Mi madre firmemente se negó, y eventualmente los dos se casaron para criar al niño juntos, a pesar que él nunca fue totalmente feliz por ello. Dos años después de esa niña, Mary, nació otra más, Joy. Cuando Mary tenía 10 años y Joy 8, Melissa nació. Cinco años más tarde, mi madre se embarazó de nuevo, pero mi padre declaró que tres eran más que suficiente y por segunda vez demandó un aborto.
Nuevamente, mi mamá se negó. Nací sin padre y mi hermana mayor tenía 15 años más que yo.
Hace cinco años, Mary y Joy se casaron y trataron sin éxito de tener hijos.
Ambas estuvieron devastadas cuando les informaron que probablemente eran estériles. La vida en casa para mí y Mellisa era el infierno. El novio de mi mamá, Sam, se mudó con nosotros y nos odiaba a Melissa y a mi. El violaba a Melissa casi todos los días, y me golpeaba al menos una vez al día. Mi mamá se desentendía durante todo esto, y Melissa y yo estabamos demasiado asustadas para intentar conseguir ayuda; sólo teníamos 14 y 10 años.
Dos años después, Sam todavía violaba a Melissa. El nunca usó ningún tipo de anticonceptivo y cuando Melissa nunca resultó embarazada, pensamos que todas las hermanas éramos probablemente estériles. Recuerdo a las cuatro llorando juntas ese día; todas deseábamos mucho el ser madres.
Un poco antes de mi cumpleaños 12, y dos después de mi primer periodo, Melissa se fue de campamento. Mientras ella no estaba, Sam me violó tres veces. Estuve devastada, pero una semana después cumplí 12 y descubrí que estaba embarazada. Estaba fascinada; ahora tenía una esperanza, luego de que Sam la había tomado de mi, porque yo podía tener niños. Al saber que yo no era capaz de criar al niño yo misma, decidí hacer lo posible para entregarlo/la a Mary y su esposo, quienes estaban encantados con el prospecto de finalmente tener a un niño en su casa.
Pero mis planes se rompieron cuando fui informada por mi mamá y Sam de la decisión. Me asombré cuando mi mamá montó en furia, diciendo que yo debía tener un aborto, no había forma de que ese bebé fuera traído al mundo.
Estaba asombrada, después de todo, ella misma se había negado a tener dos aborto. Pero ahora, su único interés era proteger a Sam. Si daba a luz su hijo, sus crímenes de violación se descu brirían. Mi madre inmediatamente hizo una cita para abortar y me dijo que lo haría. Me gustara o no, yo me negué a ir, diciendo que no era su decisión, lo cual llevó a Sam al borde.
Cuando él me levantó y me tiró en la mesa de la cocina, tiró de mi ropa interior, pensé que me iba a violar de nuevo. Pero cuando tomó un cuchillo de carne del mostrador, diciendo que cortaría al bebé el mismo, yo rompí en llanto, sintiéndome totalmente vencida y dije que iría a la clínica para el aborto. Nunca me recuperé de lo que él casi hizo. Los días hasta el aborto parecieron volar. Antes de que lo supiera, mi madre me llevó a la clínica, debido a que era una menor, tenía que ser acompañada por un pariente. Pero luego de firmar la forma de consentimiento, ella salió, diciéndome que mejor no estuviera embarazada cuando saliera o si no… Me dieron una píldora que se suponía me calmaría pero que no hizo, y algunas formas para firmar que verificaban que había hecho esta decisión por voluntad libre lo cual no era cierto. Me llevaron a ver a un consejero, que preguntó si era feliz con mi decisión y yo dije que sí. Pensé que sería obvio que no lo era, pero él no lo cuestionó. Continúo explicando el procedimiento muy, muy brevemente, usando palabras que yo no entendía. Después del consejero, me llevaron a una habitación para cambiarme, donde me dijeron que me sacara toda la ropa y me pusiera una bata de papel. Me senté en cuarto de espera, temblando por casi media hora antes de que me llamaran en la habitación. Con cada paso que daba, sentía más y más deprimida. Me tomaron el peso, mi sangre y orina fueron sometidos a prueba y mi presión sanguínea fue chequeada. Entonces un hombre mayor y serio entró a la habitación y me dijo bruscamente que me acostara en la mesa de examinación con mis pies en los estribos. Con esas palabras, sentí mi corazón hundirse hasta el suelo, y pregunté si Dios me perdonaría por que estaba a punto de hacer.
Me acosté en la tabla con mis glúteos en el filo, abriendo mis piernas y poniendo mis pies en los estribos, lo que era difícil porque mis piernas eran muy cortas. Cerré mis ojos, humillada mientras el doctor apartaba la bata en mi cintura y abría mis rodillas. Estaba expuesta para todo el mundo.
Sentí que él separaba mis labios e insertaba lo que sentí como su mano entera en mi vagina. Mi espalda se contraía en dolor mientras él movía la mano dentro de mí y presionaba en mi abdomen. Cuando finalizó, él dijo "once semanas" a la enfermera, que fueron las últimas palabras que dijo.
El doctor examinó mi pecho entonces, dejando el camisón abierto sobre mis muslos y área vaginal todavía expuesta. Quería que el terminara con ello, que parara de tocar mis senos y terminara el aborto. Finalmente él lo hizo, moviéndose para sentarse en un banco entre mis piernas. Sentí que él abría mis labios e insertaba un especulo en mi vagina, el cual estaba muy frío e incómodo, y la incomodidad se convirtió en dolor mientras el me abría con eso. La siguiente cosa que sentí era la aguja insertada en mi cuello uterino para matar, la cual se sentía como fuego invadiéndome. Casi pierdo el conocimiento con el dolor de eso, y a pesar de que se supone que aliviaba el dolor del aborto no creo que lo hiciera. El doctor empezó a insertar varillas en mi cuello uterino para dilatarlo, cada una trayendo una ola de dolor e incomodidad.
Cuando mi cuello uterino esta finalmente dilatado, el doctor insertó un tubo largo y delgado dentro de mi útero, mientras raspaba dentro de mí, deseaba que fuera yo, y no mi bebé quien moría. Finalmente el encendió la máquina de succión unida a una manguera, y sentí como mi cuerpo entero era succionado en ella. Fue muy doloroso, incómodo, vergonzoso.
Tuve numerosas complicaciones e infecciones luego del aborto. Sangré mucho por más tiempo del normal, y tuve terribles retorcijones la mayor parte del tiempo. Eventualmente necesité una operación menor para corregir los problemas, una operación que hizo imposible para mi tener niños de nuevo.
Estaba devastada. El aborto, el que nunca quise tener, mató el único bebé que mis hermanas y yo pudimos haber tenido entre todas.
Hoy, tres años después, no pasa un minuto, sin que piense en mi hijo o hija.
No sé si alguna vez podré perdonarme por lo que hice. Pero si puedo ayudar a alguien que está considerando el aborto, entonces tal vez pueda empezar a hacerlo. Para quién lea esta historia y este en esta posición, *por favor* toma en cuenta todas las circunstancias antes de decidir abortar, y recuerda que hay muchos padres potenciales ahí afuera que o no pueden tener niño propios o quieren dar hogar a niños que no pueden quedarse con sus padres.
Recibido en Abril 1999
Encontré su sitio hoy…es difícil para mi describir como me hizo sentir.
Había un artículo acerca de una chica que comparaba al aborto con encontrar jamón en su sopa. Solo la noción de que alguien pudiera ser tan desalmado me hizo llorar. Soy una de esas mujeres de las que ella estaba hablando… como se refería ella a mí? Es inconcebible para mi que alguien pueda tener una alma tan fría. Yo podría, en cualquier momento, decirle exactamente que edad
tendría mi niño. Hoy él/ella tendría 6 meses y tres semanas de edad.
Probablemente estaría aprendiendo a sentarse. No puedo ver al vientre de una mujer embarazada. No puedo encontrar paz de mente en mi iglesia y ya no voy.
En cada aniversario mensual de mi aborto, no puedo salir de cama. Hay veces que paso todo el día allí, y solo lloro. Este fue el peor error de mi vida, y siempre lo será, aunque viva hasta los 100.
No pensé claramente. No supe que me sentiría de esta forma. Nadie me dijo que arruinaría mi vida. Me doy cuenta que usted es una persona pro-vida, y me hace llorar que su respuesta a mi no sería "lo tiene merecido!". Yo trate de encausar toda esta agonía en algo bueno llamando a Paternidad Responsable (USA) y preguntando si había alguna forma de que yo aconsejara a mujeres y muchachas que estaban considerando el aborto. No para sermonearlas o convencerlas de no hacerlo, sino decirles lo que nadie se molestó en decirme a mí, que alterará su vida en formas que no puedo ni siquiera articular.
Pero la mujer con la que hable dijo que debido a que lloraba mientras hablaba, yo no sería una consejera imparcial.
Yo nunca sermonearía pues no creo que eso detenga a nadie, y porque causa más dolor a mujeres como yo cuando ya sabemos cuan desesperadamente equivocadas estemos. Así que parece que tengo todavía que encontrar una forma de cambiar todo esto en algo constructivo.
Gracias por tratar de comprender mi dolor, y por defender mujeres como yo de esa mujer que está tan, tan perdida.
A.M.
Recibido en Abril 1999
Hola, mi nombre es Denise. He experimentado tanto adopción como aborto.
Tenía 18 años y estaba en la universidad cuando me enteré que estaba embarazada. Tuve sexo sin protección y nunca pensé que el embarazo me sucedería a mí. Estaba lejos de casa y todo a mi favor. Mis padres estaban pagando mi educación y vivía por mi cuenta.
En ese momento, en todo lo que podía pensar era que no quería perder todo lo que tenía. Quería ser libre y no estar atada a nada ni nadie. Estaba centrada en mi misma, como la mayoría de chicas a esa edad, pensé solo en mí misma. Me criaron con la creencia de Dios, pero no había ido a la iglesia en años y no tendía una relación personal con él. Me hice un test en Paternidad Respon sable, una consejera me dio los resultados. Ella explicaba que ya que obviamente era un embarazo no planeado, y yo tenía tantas cosas importantes en que pensar, la única opción era el aborto. Siendo una persona ingenua y a quién solo le importaba sí misma, le creí. Tuve un aborto a la sexta semana de gestación.
Poco después del aborto caí en una profunda depresión. Abandoné los estudios y discutí con mis padres. Tenía un enamorado abusivo y manipulador y yo me sentía miserable. No me importaba a mi misma más. Era suicida y fría. Dos meses más tarde, me embarace de nuevo (esta vez usaba la píldora). Yo no podía ni siquiera imaginar atravesar otra vez el dolor y tormento de otro aborto, fue difícil decirles a mis padres que estaba embarazada. Ellos nunca supieron (y todavía no saben) acerca del embarazo anterior. Cuando le dije a mi padre, él me miró intensamente (él no es una persona que muestre sus emociones), y dijo, "por favor no hagas algo tan horrendo como tener un
aborto", mi estómago se revolvió. Mi amigo amenazó con matarme si llevaba al niño, entonces amenazó con matarme si conserva al niño. Todos mis "amigos" (sí, donde están ahora?) me urgieron a que tuviera un aborto. Hablé con alguien que usaba el aborto como forma de control natal. La idea me dio ganas de vomitar! Entonces me encontré con un compañero de trabajo que tuvo algo grandioso que compartir conmigo. Ella sacó unas fotos de una niña pequeña que tenía casi tres años. Ella dijo "es mi hija. La di para adopción al nacer".
"Adopción?" pense, Guau, por qué no pensé en eso antes. Después de todo, yo misma soy adoptada. Mi madre natural me amó lo suficiente para darme la vida como lo había planeado Dios! Así que hice mi elección. No fue fácil. Al mes de que me enteré de que estaba embarazada, conseguí un maravilloso novio. El me ofreció mantenerse conmigo e incluso ayudarme a criar al niño si yo quería. Le dije que yo era demasiado inmadura e inestable para criar a un niño al momento. También creí que el niño necesitaba dos padres si era posible, y ya que apenas habíamos empezado a salir, no podía hacer un compromiso de esa naturaleza. Encontré un abogado y empecé a buscar padres.
Yo fui adoptada en una adopción cerrada, pero ahora se puede escoger una adopción abierta y mantener el control. Miré algunas peticiones y escogí una pareja que me pareció serían buenos padres. Los conocí en persona y hablamos por teléfono muchas veces durante el embarazo. Ellos me ayudaron un poco financieramente porque mi novio tenía un sueldo muy bajo y yo estaba inhabilitada para trabajar. Ellos querían asegurarse que hiciera todas mis visitas al médico y comiera saludablemente (comí demasiado saludablemente, gane 95 libras!!) He sido acusada varias veces (especialmente por madres jóvenes) de que estaba vendiendo mi bebé y que era una persona horrible.
Mantuve mi barbilla alta, sabía que hacía lo correcto.
En Mayo 7, 1990 dí a luz una hermosa niña de 8 libras. Los padres adoptivos vinieron tan pronto como pudieron. Me agradecieron desde el fondo de su corazón por darles la oportunidad de finalmente tener un hijo suyo. Diez años después tenemos dos niños maravillosos. Siempre estaré arrepentida de ser responsable de tomar la vida de mi primer hijo (aborto). NUNCA me arrepentí de dar una vida a una pareja buena. Tengo fotos de ella cada año y debido a que fue una adopción abierta, siempre podríamos vernos si alguna vez fuera necesario. Desearía que la adopción no fuera sojuzgada tanto.
Desearía que me hubieran ofrecido esta alternativa tan fácilmente como ofrecen el aborto. La adopción no deja remordimiento, el aborto sí. Es tan simple como eso! Tener sexo responsable o mantener abstinencia hasta el matrimonio ayudaría mucho también ¡ Agradezco a Dios por no permitirme cometer el mismo error dos veces!!
Gracias por escucharme, es a primera vez que he compartido esta historia. Se siente bien. Espero poder ayudar a alguien…
Recibido en Marzo 1999
En 1972, mientras caminaba a casa desde el colegio un conocido mi me ofreció un aventón. Este hombre tenía un caballo que me dejaba montar cuando yo quería y siendo una muchacha emocionada por los caballos entonces, siempre tomaba la oportunidad de estar cerca para poder continuar con el deporte.
Ah, la inocencia de la juventud. En vez de llevarme a casa, el hombre me llevó a una área escondida y me violó. Siendo orgullosa y terca, me lo guarde. Hasta seis semanas después, cuando empecé a sentirme enferma cada mañana. Mi madre, sospechando que tenía un problema me llevo al doctor.
Allí, luego me hicieron una variedad de pruebas que incluían el embarazo.
Resulto que me había embarazado en la violación. Mi secreto estaba descubierto. Tenía que decirle a mis padres. Temiendo lo peor, me endurecí y mostré a mi madre los resultados del doctor. Me preguntó como algo semejante sucedió. Le dije, dejando fuera detalles, cuando mi padre llegó a casa, ella le dijo. Esperé en mi habitación, temiendo una explosión de ira, pero nunca vino. Mis padres estaban enfadados, pero no conmigo. Con el hombre que me había hecho esto. Ellos decidieron que un aborto se requería. Llamaron al doctor de y completaron un examen psicológico. Estuve 15 minutos con este doctor. En ese tiempo me preguntó si me gustaba el colegio, si tenía muchos amigos y que pensaba acerca de estar embarazada.
"Si", "Si" y "No he pensado realmente acerca de eso."
A partir de estas respuestas, el decidió que llevar el niño a término sería dañino para mi salud psicológica, así que un aborto fue organizado. Bien, al principio de los setenta, en Winsconsin, un aborto era ilegal, a menos que se probara que el embarazo sería dañino para la madre. A partir de algunas preguntas que me hizo, él asumió que yo estaba en un estado demasiado frágil para tener un niño. Hmm, me suena como una confabulación.
De todas formas, una semana después, me admitieron el hospital y el aborto fue realizado. Permanecí en el hospital por tres días, pues el procedimiento se consideraba cirugía. No se hablaba de esto muy seguido. "Algunas cosas están mejor sin que se las mencione".
En 1975 me embaracé de nuevo. Esta vez era una adulta. Yo fui quien decidió que hacer acerca de este problema. Mis amigos me dijeron que aborte. Mi familia estaba dividida entre aborto y adopción. Cada uno estaba preocupado por mi "futuro". Hmm, y que acerca de la pequeña vida que llevaba? No merecía él/ella un futuro? Así que hice la decisión de llevar el niño a término y darlo/la en adopción. En mayor de 1976, di a luz un hijo. Llegué a conocer ese pequeño niño mío por tres meses y entonces fue el momento de firmar los papeles, renunciando a mis derechos de madre. El juez me preguntó si alguien me obligaba para darlo en adopción. "No.", le dije. Que lo "estaba haciendo por amor". Que "Sentía que era la única forma en él podría tener una familia estable y amorosa y vida. Quiero que tenga la oportunidad de ser alguien."
Luego, un amigo me dejó en una iglesia. No recuerdo cual. Solo sabía que tenía que ir allí. Era la primera vez que iba en siete años. Mis amigos?
Ellos me castigaban por "regalar" mi hijo. Se preguntaban como podía hacer una cosa tan odiosa! Esta misma gente que me empujaban a tener un aborto. De alguna forma, estaba bien asesinar a mi hijo, pero no estaba bien ayudarlo a tener una vida decente. Hasta este día no entiendo su forma de pensar. Este es mi hijo, unos días después de que dejó mi vida, para empezar una nueva con la familia que había esperado por años por un niño. Frecuentemente me pregunto como sería el niño que aborté.
Así, yo he estado en los dos lados del debate pro-vida. He experimentado las elecciones disponibles de primera mano. Rezo para que mi hijo esté saludable y feliz. Que algún día él venga a golpear mi puerta y que le pueda decir que renuncié a él porque lo amaba. Sufro por mi pobre bebé no nacido. Quien nunca sentirá el sol en su rostro. Nunca sabrá la majestad de una salida del sol. Nunca conocerá el dolor de un corazón roto. Nunca sentirá el calor y ternura de un abrazo. Sin embargo también sé que está con Dios. Seguro en Su amor y protección.
Cualquier joven mujer que se halle embarazada y se halla indecisa en que hacer, confíe en mi, el aborto NO es la respuesta. No resuelve las cosas.
Puede ser una salida rápida para lo que se percibe como un problema, pero créanme, las ramificaciones permanecerán con ustedes por una vida entera y más allá. La culpa que sigue por el resto de la vida es una carga pesada. Tu vida puede no ser dañada, pero créeme, tu alma lo es. Además, SIMPLEMENTE NO ES CORRECTO EL TOMAR UNA VIDA, sea esta vida seis pequeñas células o una persona que camina y habla.
Damas, desde momentos inmemorables, nos han enseñado y condicionado a ser servidoras de los hombres. Nos pagan menos, nuestro alojamiento es peor, tenemos menos beneficios. Por qué incluso nuestros zapatos son hechos menos durables que los de los hombres. Las mujeres continúan considerándose ciudadanas de segunda clase. Si alguna se viste cómodamente en un día cálido de verano, se le considera una presa fácil, sexualmente. Si usamos shorts y camiseta, muchos hombres lo toman como una búsqueda de relaciones sexuales.
Por favor, sean cuidadosas. La violación es algo que ocurre a un ritmo alarmante. La triste verdad es que el perpetrador es frecuentemente alguien conocido para la víctima.
Damas, confíen su intuición. Si tienen algún mal presentimiento de un hombre, sea un novio, un familiar, un extraño o un conocido, escuchen a su voz interior. Hagan lo necesario para no estar a solas con esa persona.
Estén en guardia todo el tiempo. Su cuerpo es demasiado precioso para ser ensuciado y profanado por alguien en un momento por su propia pasión y dominación egoísta.
Recibido en Enero 1999
A la edad de dieciséis, me embarace por mi primer novio. Mi enamorado estaba igualmente asustado como yo y ambos estábamos en conflicto y confundidos.
Terminé diciéndole a mis padres y mi papá dijo que debería tener un aborto o sino… Así que a los dieciséis, lo hice. El procedimiento fue terrorífico y sin duda la cosa más dolosa que nunca haya soportado. Las consecuencias dejaron a mi enamorado y a mi deprimidos y enojados con nosotros.
Permanecimos juntos por tres años más después y no pasó un día sin que nos odiáramos por lo que habíamos hechos. Y finalmente, hace un año mi novio murió en un accidente de auto.
El primer pensamiento en mi cabeza y el que me ha perseguido desde ese día es que había matado al último pedacito viviente de ese maravilloso y amable hombre, a quien había amado por tanto tiempo. Ese es más traicionero peso que uno puede cargar.
Recibida en Diciembre 1998
Empecé a ser activa sexualmente cuando tenía 14 años y perdí mi autorespeto
luego de que el hombre con el que estaba me fue infiel. Tenía otros compañeros sexuales luego y me embarace a los 15. Le dije a mis mejores amigas luego que empecé a sentirme enferma en las mañanas y escribí una nota de suicidio porque en mi corazón era asesinato y quería morir con mi niño.
No podía vivir con la vergüenza de haber sido tan estúpida como para embarazarme. No podía enfrentar a mi mama, papa o mis amigos. Estaba en un estado de pánico y miedo de que alguien se enterará y solo quería morir. Era solo un problema como suicidarme. Necesitaba tiempo para encontrar la forma.
En vez de eso mi mama encontró la nota y mi tía me llevó a hacerme un análisis de sangre. Fue positivo y me dije a mi misma "Creo que quiero un aborto". Y eso hice. Lloré luego que salí de la clínica en el carro. Trate de prender un cigarrillo pero me dio nauseas. Seguí llorando por un tiempo y nunca hablé de ellos.
Una vez en clase de economía doméstica vi unas fotos de un feto de 12 semanas – Tenía diez semanas cuando aborte, y no sabía que era un bebé.
Nadie me dijo que estaba tan vivo y tan formado y tan real que su corazón estaba latiendo cuando lo maté. Debería haberlo sabido, y profundamente sí lo sabía.
Repetí el mismo procedimiento fríamente y sin emoción cuando tenía 17.
Después de años de luchar con una adicción a la droga y tendencias suicidas a la edad de 19 tuve un niño pequeño y bloquee todas las cosas malas que me pasaron, clamando que había cambiado y creyendo que él era mi absolución.
Ahora no puedo vivir con ello más, no puedo reconciliarlo con la vida que tengo ahora. No puedo hacer que tenga sentido o alejar el recuerdo. Era yo o mis bebés y yo me escogí a mi misma – qué clase de madre hace esto. Quién soy? Tengo tanta ira y tanta pena y no he empezado a expresar este dolor.
Nunca he sido capaz de hablar acerca de esto pero no quiero que más bebés mueran y no quiero seguir viendo las fotos anti-aborto en folletos.
1.300.000 abortos al año, 1,300.000 bebés al año y todo lo que veo es a mis hijos recién nacidos y mi corazón oscuro y mis manos de 15 años temblando de miedo. Sé que necesito consejo y me ha tomado 8 años darme cuenta de cuan tan devastadores son los efectos del aborto, cuan enferma estoy y que tan mal en realidad me siento. Solo estoy arrepentida, no quiero que le suceda de nuevo a ningún bebé. Estos son nuestros niños.
El asesinato no debería ser una opción, no debería…
Anónimo
Diciembre 1998
Siendo una mujer que ha experimentado el dolor y los efectos posteriores del aborto, puedo decir que de ninguna forma fui aconsejada. Esa es una mentira desde el fondo del infierno, esos lugares que ofrecen consejo. En Paternidad Responsable, Lancaster, PA: (USA). Me sentaron con otros 10 otros hombres y mujeres alrededor de una gran mesa.
Estaba extremadamente enferma en ese momento, pero había asistido al así llamado consejo para poder abortar dentro de las 12 semanas. Tuve que dejar el cuarto numerosas veces debido a ataques de asma y tos. Estaba muy enferma física y emocionalmente en ese momento. Estaba esperando una explicación que me hiciera reconsiderar. La QUERIA. Quería conservar a mi bebé, pero estaba tan confundida, , que sentía el tic-tac del reloj. Estaba tan devastada de enterarme que el así llamado consejo era el "y si…" y el "Qué podría pasar", y toneladas de papeles para firmar, en caso de complicaciones. Sabes que ellos debían cuidar su trasero. Ellos necesitaban probar que me habían dicho, en caso de que algo fuera mal. Bueno, me perdí la mayor parte de la conferencia de todas manera porque estaba entrando y saliendo del baño en un ataque de tos.
Es un hecho simple, que si tengo sexo, me puedo embarazar. Siento que tomé mi decisión" cuando pese esas consecuencias en mi mente, antes de tener sexo. Desde ese momento, no tuve otra elección. Dios hizo ese pequeño bebé en mi, lo formo en mi útero. No tenía derecho a detener el progreso natural de ese niño en un ser humano nacido.
La sociedad me llenó la cabeza con no es un niño, es una elección, y tu no puedes MANTENER otro niño, está bien abortar, y yo también lo hice. Me mantuve escuchando esto, una y otra vez. Los dos únicos amigos que apoyaban la idea de tener a mi hijo, vivían 60 millas lejos de mí. Cuando los vi, decidí no matar a mi bebé, cuando regresé a Lancaster, otra vez me bombardearon con negatividad y "no puedes conservar ESO" mentalmente. Yo QUERIA mi bebé. Yo AMABA mi bebé, yo EXTREAÑABA mi bebé, todavía SUFRO y LLORO la pérdida de mi niño. NADIE debió tratar de convencerme de lo que era correcto para mí. Sabía en lo profundo de mí lo que era correcto, y escogí ignorarlo, porque me etiquetaron como una madre soltera en esta sociedad, algo menos valioso que una madre "verdadera". Yo solo entendí esto cuando era demasiado tarde para salvar a mi bebé. Aprendí que Jesús me valoraba tanto como a las madres "verdaderas" y que yo también era una madre verdadera. Yo aprendí que Dios quería protegerme del dolor de la crisis de mi embarazo y que por eso la santidad del matrimonio es tan especial.
Aprendí que hubiera estado bien el conservar a mi bebé, que Jesús me habría amado tanto a cada uno de los demás. Oh, saber del amor de Jesús antes…pero se que este dolor causó que yo buscara su amor Y Dios me hizo que las cosas volvieran a su cause. No seguí su voluntad y salí profundamente herida. El ha sanado mi corazón, a El le importa el niño que llamé Gabriel Wynne, y El me ama y me perdona por enviar a ese niño a El antes de que tuviera una oportunidad de vivir. Recé con todo mi corazón que los hombres que asesinan estos bebés, algún día sientan el dolor de los no nacidos, y sepan que Dios formó a esos doctores en los úteros de sus madres.
Qué los va a perdonar, si tan solo pararan este asesinato sin sentido…
Shellie
Gabriel Wynne
Recibido Noviembre 07,1998
En Nov. 23, 1979, tuve un aborto a pesar de ser católica, moral y saber que esta era una vida humana. Estaba en los primeros años de universidad, asustada de decirle a mis padres, abandonada por mi novio, y segura que era incapaz de mantener y cuidar a mi bebé. Mis hermanos no sabían qué hacer o qué decirme. Mi consejero universitario acordó que tener un aborto era la decisión que me "permitiría seguir con mi vida."
Como quisiera haber tenido UNA fuerte voz pro-vida cerca de mí para urgirme a no tener un aborto. Estaba lista a ser convencida de no tener un aborto — necesitada a alguien que me ofreciera estar conmigo para decirles a mis padres, básicamente, decirme que estaba bien y tener a este niño era la cosa correcta a hacer.
Mi vida giraba fuera de control luego de ese aborto y se volvió una marejada de alcohol y promiscuidad. Era firmemente pro-elección porque, después de todo, yo tuve un aborto y no tenía el derecho de decirles a otros que no "tomaran su decisión".
Finalmente a la edad de 30, casada, con un hijo y renovada en mi cristiandad, yo me ofrecí a tener un centro de crisis de embarazo y vi los videos, leí los manuales y me deshice. La mayor parte de las mujeres allí habían experimentado un aborto y sabía el dolor que tenía que suceder antes de sanar. Oración, apoyo y creencia que Dios perdona nuestros pecados confesados me llevaron a la aceptación, a pesar de que siempre desearía haber dado a luz.
Me di cuenta de que por haber tenido yo un aborto no tenía que luchar para apoyar eso. En los años de ebriedad, conducía ebria casi cada noche- eso no significa que yo tenía que abogar por el derecho a manejar ebrio! Si estas en el dilema, porque has tenido un aborto y ahora no lo apoyas, confía que tu amarga experiencia puede ser dejada atrás y puedes ser activamente opuesta al aborto. Sabes del dolor del aborto y sus efectos destructivos sobre el bebé y su madre.
Kathy
Recibida en Octubre 27, 1998
Luego de leer todos los e-mail, yo también desearía haber estado más informadas. Han sido 3 después del aborto. Yo había negado que estaba embarazada por un mes. Mi enamorado, quién es muy cristiano, me mencionó un día acerca de embarazarse. Yo exploté y le dije "no hay forma, no te preocupes". Estaba en estado de negación. Empecé a pensar en ello y supongo que siempre ha estado en el fondo de mi mente. Le mencioné a mi mejor amiga que lo estaba como un mes más tarde. Así que al día siguiente planee tomar una prueba de embarazo. Cuando resultó positivo, estaba insensible a todo.
En lo que odiaba pensar era como le iba a decir a mi enamorado que acababa de irse a otro país, y no volvería por meses. Todavía lo negaba, así que tomé un test de sangre esa noche. Mi peor temor, ese también fue positivo.
En la mañana, la realidad se empezaba a vislumbrar y me imaginaba criando al niño por mi misma. Me di cuenta que ya me había atado. Me tomó cuatro horas reunir el valor de decirle. Lo tomó mejor que de lo yo hice, pero yo actuaba como si no hubiera decidido que hacer. Quería escuchar que diría, nunca me imaginé que él traería el tema de aborto. Así que dije "esa es la única opción en este momento para los dos". Negué todos los sentimientos dentro de mí. Solo me preocupaba lo que nuestras familias dirían. No pensaba como iba a vivir yo con esta decisión. También pensé que él cambiaría su forma de pensar. Escuchándolo, el no tenía ninguna idea del desarrollo de un embrión de 5 semanas o de los procedimientos de aborto. Hice una cita y mi mejor amiga me acompañó para apoyarme. Ella ya había intentado convencerme de no hacerlo. Todo lo que quería era que mi novio cambiara su decisión. Seguí rezando que algo me detuviera mientras esperaba. Eso habría sido una clave para correr y no mirar atrás. Nunca imaginé que el dolor, era torturador.
Parte del dolor fue por el procedimiento, pero también en el instante del vacío. Sabía que lo había hecho por mi cuenta, y había cometido el peor error de mi vida Quería regresar el tiempo. Tengo un gran vacío, tengo un corazón vacuo.
No hay forma de llenar ese vacío. Lloro todas las noches cuando estoy sola, no hay consuelo en este mundo. Por supuesto, mi enamorado no entiende el vacío que tengo. El nunca sintió el lazo, ha intentado confortarme pero es difícil al estar el océano entre nosotros. Realmente no creo que algo haga que mejore. Me pregunto cada segundo del día, como hubiera sido mi bebé, era un niño o una niña? Nunca planee el atarme, pero ahora cada vez que veo a alguien embarazada o un nuevo bebé, siento envidia. Sé que no la debería sentir. Quiero que todos sepan que no se acaba luego del aborto. El problema solo empeora. Si solo pudiera deshacerlo…
Nombre no proporcionado.
Recibida Octubre 15, 1998
Fui criada como una chica católica pro-vida, y todavía lo soy luego de lo que me ocurrió. Me comprometí cuando tenía 17 y poco después me embarace, mi familia estaba muy feliz y yo tenía casi tres meses. El padre me dijo al principio que él estaba feliz, y lo quería pero yo era joven e ingenua porque cuando él me dijo poco después que si no me hacía un aborto él me dejaría, y que si no lo hacía no estaría demostrando mi amor por él. Así que hice una cita para un aborto, cuando fui allí, estaba asustada y no sabía que hacer, pero continué. Luego de hacerlo me sentí terrible, como si alguien me hubiera arrancado el corazón. Me sentí como si no pudiera manejar esto emocionalmente. Menos de un mes después empecé a tener fuertes retortijones y fiebres ligeras, así que llamé a la clínica; ellos me dijeron que no había nada de que preocuparse, pense que no había nada malo hasta que tuve realmente una fuerte contracción que llevó hasta el hospital. El doctor dijo que a partir del aborto tuve una infección uterina y dos quistes ováricos. Acabé en el hospital por 2 días y con suero en casa con ayuda de una enfermera por dos semanas. Solo ahora averigüe que las oportunidades de tener niños son escasas.
Ahora estoy casada con el hombre que fue el padre y todavía es difícil el manejar el aborto. No puedo olvidar que él me dijo que lo hiciera, él dice que ultimadamente fue mi decisión y si me sentí tan contraría, no debí haberlo hecho, así que ahora me siento peor que nunca. En realidad espero que pueda tener un niño. Una cosa que la clínica de aborto no te dice es que si el feto siente dolor o no. Me enteré de todas las estadísticas luego de leer sobre el tema. Gracias por su tiempo y solo quería compartir mi historia.
Carrol
Recibida en Julio, 1998
Estaba leyendo estas dolorosas historias de estas mujeres con quién por tanto tiempo me había negado la necesidad de reunirme. Sin embargo, solo ahora me he dado cuenta que soy una de ellas. Siempre paso mucho tiempo, juzgándolas por su falta de sentido o personalidad y me negaba a admitir mi propia culpabilidad. Tuve un aborto en 1978. Yo tenia 18 años y estaba comprometida para casarme el siguiente verano. Me había graduado del colegio con honores y planeaba la universidad. Mi vida entera estaba dedicaba a ser la niña estrella. Mi madre se había embarazado conmigo y mi padre biológico se casó con alguien a quien había embarazado al mismo tiempo. Esto dejó a mi madre fuera de su familia y ella pasó los siguiente 18 años enorgulleciéndose de cada uno de mis logros como una forma de justificación por desafiar a sus padres en vez de ir a Tijuana y tener un aborto ilegal como ellos querían.
Al descubrir que estaba embarazada me volví un poco loca. Como le podía hacer esto a mi madre. ¿Que dirían ahora sus familiares? De tal madre, tal hija. Estoy avergonzada de admitir ahora que estaba más preocupada por el bienestar de mi madre que por el de mi bebé. Mi novio me animaba a terminar el embarazo por que como una diabética, su preocupación era que el bebé no naciera saludable o con algún defecto de nacimiento. Así, a pesar de estar en contra de todo en lo que me habían criado para creer y actuar, tomé la salida cobarde y sacrifiqué a mi bebé. Tengo 38 años ahora, y incluso mientras escribo esto estoy llorando.
Me casé con él 3 años después y lo abandoné. El quería una familia. Yo no lo podía ni empezar a considerar. Tener una familia? Ya habíamos empezado una solo para matarla. No lo podía enfrentar, porque enfrentarlo sería como enfrentarme a mi misma y mi parte en esa horrorosa acción.
Me casé de nuevo en 1992. Queríamos una familia por sobre todas las cosas. Desgraciadamente, en 1995 me enteré que ahora era estéril y las oportunidades de embarazarme eran casi nulas. Irónicamente, la esterilidad no tenía nada que ver con el aborto. Así que literalmente había matado la única oportunidad que había tenido de dar a luz un niño. Mi actual esposo y yo intentamos algunos tratamientos contra la infertilidad sin éxito. Pero pudimos adoptar una hermosa niña de 11 días, seis meses luego de casarnos.
Desde entonces adoptamos otra hija y pudimos traerla a casa directamente desde el hospital. Amo a mis hermosas y milagrosas niñas incondicionalmente.
Y no las considero reemplazos para el niño que sacrifiqué. Y nunca olvidaré a ese niño tampoco. He confesado mi pecado y creo que he sido perdonada incluso si aún me castigo a mi misma. Lloro con estas mujeres por todas nuestras pérdidas. Rezo que la muerte de estos inocentes y nuestras experiencias no sean para nada… que alguna mujer las leerá y entenderá que el aborto no es una salida rápida. Vivirá contigo como ese niño lo habría hecho, y tal vez por más tiempo. Así que no las juzgo más, mis hermanas en duelo, me juzgo a mi misma como la más dura, y rezo que nos volvamos buenas maestras. Gracias por proveer este foro.
Recibida Junio, 1998
Mi primer y único aborto sucedió luego de tener mi primer niño en 1987.
Había estado casada por casi 4 años y de repente me encontré embarazada de nuevo. Estaba devastada. No planeaba otro niño tan pronto luego del primero.
El solo tenía cinco meses. Había discutido el problema con mi esposo y contra su mejor juicio, él accedió. No sabía exactamente que conllevaba. Al principio pense "No es de preocuparse". Puedo hacer esto, pero cuando entré a esa clínica, supe que estaba cometiendo el más grande error de mi vida. Y tan estúpida como soy, continué de todas formas. Me encontré con una joven mujer y conversamos. Necesitaba saber como se sentiría así que le pregunté.
Ella dijo "no es nada, es mi cuarta vez aquí." No podía creer lo que estaba escuchando. Ella estaba tan tranquila por ello. Pensé que esta mujer era algún tipo de loca. Pero ahora al volver atrás, me doy cuenta que no era mejor que ella. Después de mi aborto, la culpabilidad llegó. Era horrible.
Recé esa noche esperando que Dios me perdonara por lo que había hecho. Supe que lo hizo. Cinco años después me encuentro embarazada y teniendo los mismos pensamientos de nuevo. Esta vez decidí que no pondría a mi bebé ni a mi misma a través en tal prueba de nuevo. Así que conservé a mi bebé y tuve una ligadura de trompas. Era lo mejor. No quería más niños, y no quería otro asesinato sobre mi cabeza para el resto de mi vida. Muchas veces me hallo pensando si era un niño o una niña, y que edad tendía hoy. Pero siento alivio sabiendo que este niño está con Dios y que me ha perdonado porque nunca volvería a hacer algo así de nuevo. Veo a mis dos niños ahora y le agradezco a Dios por ellos. Ellos me han traído tanto placer y felicidad. No puedo imaginar la vida sin ellos.
Midik
Recibida Mayo 29,1998
Son ahora dos semanas luego del aborto. Sospeche mi embarazo hace cuatro semanas, así que a la hora del almuerzo fui a la farmacia a comprar una prueba casera. Regresé al trabajo y realicé el test en el baño. Cuando vi la marca positiva sentí una mezcla de excitación y miedo. Actualmente estoy comprometida con el más maravilloso hombre que haya conocido. Tengo 29 años soy bien educada y tengo un excelente trabajo. Tengo dos niños de una matrimonio previo y él tiene tres. Es tan difícil que decidimos no más niños. Siempre me sentí triste por esto, no tener un niño con el hombre que amaba tanto. Así que cuando el test fue positivo solo pude imaginarme este hermoso niño con su cabello ondulado y mis grandes ojos cafés!
Le dije la siguiente noche (me tomo ese tiempo reunir el valor), su única respuesta fue, "Ya sabes que hacer". Discutimos y yo acabé abandonándolo esa noche y quedándome con mi familia.
La siguiente semana fue lo mismo, peleas sin fin. Llore más en esa semana de lo que lo había hecho en toda mi vida. Finalmente 8 días luego de esa señal de positivo en mi test, no lo podía soportar más. Le dije que haría una cita para esta tarde. No podía pensar correctamente por toda la pena que estaba sintiendo. No había comido ni dormido en 8 días. Mi cita era para la 1:15 esa tarde, para mi ecosonograma. Reuerdo al doctor diciendo "Ahí está, parece que todavía es temprano." Mi corazón se hundió. El doctor había visto mi bebé, que en pocos minutos iba a ser removido de mi cuerpo. Unos minutos después me dieron una inyección para "relajarme". El resto está en la bruma.
Recuero haber llorado histéricamente y haber gritado "NO". En el cuarto de recuperación, solo me senté y lloré. No podía creer lo que había hecho.
Había terminado con una vida que quería tan desesperadamente.
Todavía estoy con mi novio, y nos vamos a casar en unos pocos meses. No sé porque estoy todavía con él luego de la forma en que nos trató a mí y a nuestro niño. Tal vez al verlo todos lo días tengo una visión de como nuestro niño hubiera sido. El es una buena persona y lo amo. El se hizo una vasectomía la semana pasada. Me alegra. No podría tener un niño suyo y no sentirme culpable por el niño que eliminamos. Compre los más hermosos ángeles de cristal como un memorial de mi niña, la llame Makaela Renee.
Ahora puedo verlos y sonreír sabiendo que ella está con Dios. Todavía siento la necesidad de perdonarme. Sanar tomará tiempo.
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