I. La Planeación y la Administración Pública
II. Retos de la Administracion Pública
III. Buenos Administradores Publicos
IV. Rendición de Cuentas en la Administración Pública
V. Conclusiones y Recomendaciones
Introducción
El presente trabajo que tenemos a bien presentar, busca dar a conocer nuestra opinión en cuanto a la participación eficaz del Administrador Público. Esto no constituye un fin en sí mismo, sino muy por el contrario una forma de presentar nuestro punto de vista sobre la mejor forma de alcanzar los objetivos, metas y función de la Administración Pública.
Es así entonces, que la Planeación en la Administración Pública, nos da a conocer una forma de trabajar en la cuestión pública, aceptando en primer lugar, el apoyo de la filosofía para contar con un norte a través de creencias y prácticas, por quien nos representa con su trabajo en el ejercicio de la Administración Pública.
Es por esto que le damos al lector el camino de elegir entre la administración autocrática, democrática o participativa, tomando como base que buscamos ante todo trabajar orientándonos siempre a los resultados.
Todo cambia, nada dura para siempre, no obstante la Administración Pública vino para quedarse. En toda labor realizada se debe actuar con precisión con la finalidad de entregar la tarea a tiempo y no pensar que lo tenemos a nuestro favor.
Los bienes y servicios públicos están creciendo en nuestro país. Así ha quedado consignado en el último Manual de Gobierno de Panamá. Basta con darle una revisión y nos saltará a la vista contraponiendo el mismo, con el Manual de funciones del Gobierno Panameño. Séneca en su momento lo dijo "si un hombre no sabe a qué puerto se dirige, ningún viento le es favorable.
La Administración Pública trae implícitamente retos que giran alrededor de ella. Uno de ellos es mantener y cuidar las estructuras públicas a luz de la educación, la ecología, la economía, lo social y lo político. Es por ello que entre los retos que tiene la Administración Pública, uno es vigilar que los servicios se presten de forma eficiente y que lleguen a todas las clases sociales.
Se tiene que revisar cómo se están prestando los servicios y cómo se pueden mejorar. Ante todo se debe tener presente que el trabajo del servidor público va dirigido a servir al ciudadano, procurar el bienestar colectivo, salvaguardar las instituciones públicas y procurar la continuidad de los mismos. Como creyentes, aceptamos que cada error trae sus consecuencias. Ser vigilantes de nuestro actuar.
La armonía social, es una cuestión de todos, gobierno y sociedad, es decir, del Estado. En la Administración Pública necesitamos conocimientos, se debe crear un ambiente de confianza, guardando el respeto e invitando a la comunicación. Lo contrario nos conduce a la falta de respeto y a la indiferencia de lo que nos acontece en el quehacer diario.
Con relación al tema sobre: Los Buenos Administradores Públicos, nos señala la necesidad de una formación académica, la cual ayuda en términos de actuar, pensar, tomar decisiones y no atentar contra la dignidad humana. Esto nos dará sin temor a equivocarnos normas de convivencia.
Finalmente, todo Administrador Público está obligado a rendir cuentas, estamos obligados a ello, por sencilla que sea la tarea. Existen formas para evaluar y medir y un tiempo para hacerlo. Nadie es perfecto. Cada error trae sus secuelas, revisar nuestra conciencia y actuar en consecuencia. Lejos del clientelismo político utilicemos la equidad buscando siempre el buen vivir y trabajar con discreción para orientar el accionar del Estado en busca de eficiencia y eficacia.
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La Rendición de Cuentas en la Administración Pública es obligante. No rendir cuentas a la sociedad enturbia la tarea que se realiza. La palabra convence, el ejemplo arrastra. Hagamos entonces nuestra rendición de cuentas, A través de ésta, estamos dando a conocer los avances de la ejecución, para demostrar lo que estamos alcanzando y que costos ha conllevado esta tarea en cuando al esfuerzo humano.
Por todo lo anterior recordar que la Administración Pública se caracteriza por ser una ciencia y a la vez un arte. Los invitamos entonces a la lectura de: Participación Eficaz del Administrador Público.
I. La Planeación y la Administración Pública
En Administración ya sea en el ámbito público o privado todo resulta más fácil si se cuenta con un punto de apoyo teórico para ejecutar una tarea. René Descartes dejó sentado: "cogito ergo sum" "pienso luego existo", y es que si aceptamos como un hecho que la Administración sigue un propósito, Descartes nos muestra el camino en su libro el Discurso del Método. En Administración, aceptamos que la Filosofía nos brinda su apoyo, por lo que debemos hacer uso de ella, de lo contrario se estarían aportando los mejores conocimientos en el vacío.
Quien trabaja con una Filosofía y quiere permanecer siempre en un área de comodidad, deberá reconocer que ésta le permite un marco de referencia para trabajar y pensar. Si la filosofía es una forma de vida no otra cosa, aceptar que llevar las riendas de una organización, mucho tiene que ver con las creencias y prácticas de quien representa el papel de gerente o administrador. Ya sea por la vía de administrar de forma autocrática, democrática o participativa, planear es indispensable en la Administración Pública. Es un hecho, que es menos desgastante, cuando involucramos la planeación si queremos orientarnos a los resultados.
Basta con señalar aquí, que en toda labor que se nos asigna, tenemos un tiempo para alcanzar los resultados. Todo cambia, nada es permanente, y el mundo nos está señalando que debemos actuar con precisión, y, que en efecto, para entregar la tarea no contamos con todo el tiempo que creemos nosotros, y que se nos vaya a esperar.
Una Universidad, Escuela o Ministerio tiene una razón de ser; todas estas organizaciones responden a una misión y visión, pero sobre la base de trabajar con valores e incorporarlos al trabajo diario.
Hace unos días pude observar y revisar el crecimiento que ha tenido el sector gubernamental en Panamá de 1903 a 2013 hemos crecido, por tanto debemos incorporar más tecnología y conocimientos a la labor realizada, pero usando la planeación a corto y mediano plazo, preguntarnos siempre qué es lo que queremos alcanzar o realizar. Con cuánto contamos para presentar lo que se nos ha solicitado, por lo anterior inmediatamente pensamos en la planeación de la tarea o proyecto y el tiempo necesario para abordar la problemática y presentar el trabajo.
La planeación es función sustantiva para el ejercicio de toda actividad, dejar en blanco y negro qué estoy haciendo y cómo lo estoy haciendo; la planeación nos apoya para desarrollar las actividades con fecha de inicio y término, enfocándonos siempre en el entorno.
Ya en su momento Lucio Anneo Séneca apuntaba:" si un hombre no sabe a qué puerto se dirige, ningún viento le es favorable".
II. Retos de la Administracion Pública
La razón de este aspecto obedece al comentario de hiciera un usuario de un servicio público y que nos llevó a reflexionar sobre el tema. A nuestro modo de entender el Estado, a través de sus gobiernos tiene la responsabilidad de revisar, mantener y cuidar las estructuras del Estado para de brindar un buen servicio.
Los contribuyentes con el pago de sus impuestos aportan para que el Estado mejore la calidad de vida a través del Desafío Latinoamericano y sus cinco grandes retos, es decir educación, ecología, economía, social y político. Al gobierno le toca hacer la otra parte, que a nuestro juicio debe ser vigilar que los servicios se realicen eficientemente y que lleguen a todas las clases sociales.
Observamos que a algunas estructuras gubernamentales no se les proporciona el mantenimiento adecuado, ya que algunas lucen deterioradas, mustias e incoloras. Hay que revisar también cómo se están prestando los servicios y como se pueden mejorar los mismos.
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Recuérdese que en la actualidad algunos se pagan antes de utilizarlos, parece ser que esto es algo de lo que nos ha dejado la globalización.
El lector tal vez piense que criticar es fácil, que lo difícil es construir, lo cual es cierto, pero ocasiones se hace necesario un llamado de atención, para los responsables de esta tarea; deben ser vigilantes y mantener las estructuras en las mejores condiciones. Como servidores públicos debemos tener presente que el trabajo que estamos realizando es para servir al ciudadano, procurar el bienestar colectivo, salvaguardar las instituciones públicas y procurar la continuidad de los servicios, entre otras cosas.
Cuando se abraza una carrera debe ser por convicción, porque nos agrada lo que hacemos y reconocemos que necesitamos para alcanzar y satisfacer nuestras necesidades. Necesitamos realizar la tarea, es decir, responder a los requerimientos del puesto; así pues tratemos de observar lo bueno y dejar lo feo es decir lo que no nos agrada del puesto de trabajo.
Nadie es perfecto, solamente lo que nos llega del Cielo, y como creyente aceptamos que cada error trae sus consecuencias; tenemos que revisar nuestra conciencia y en función de lo que ella nos diga actuar en consecuencia.
Hoy hacemos nuestra lo que en su momento dijera Gaspar Núñez De Arce: "Conciencia nunca dormida, mudo y pertinaz testigo que no dejas en la vida ningún crimen sin castigo. La ley calla, el mundo olvida, más ¿quién sacude tu yugo? Al Sumo Hacedor le plugo que a solas con el pecado, fueses tú para el culpado delator, juez y verdugo".
Personas que están alrededor en ocasiones blasfeman, increpan, es como si respirar les costara mucho, solo ven lo malo en los demás y en lugar de invitarnos a ejercer la profesión con entrega y a conciencia de la labor encomendada, en ocasiones se siente que procuran desilusionarnos. Hay que ejercer la profesión con entrega y a conciencia de la labor encomendada.
III. Buenos Administradores Publicos
Estoy pensando y repensando el contenido de ésta tercera parte. No es fácil, toda vez que voy a hacer un comentario que tal vez no sea muy sencillo de expresar. Se trata del ejercicio de los administradores públicos en general. En ocasiones, la falta de formación académica en esta profesión hace que las personas que administran piensen que vivir bien es sinónimo de amoralidad y excesos en el poder. Por eso quiero llamar la atención respecto a la formación del administrador público en función de su buen actuar, tomando en consideración la subordinación del interés individual al interés general, principio que no ha perdido su vigencia.
La armonía social es una cuestión de todos, es decir, del Estado como tal de su gobierno y de la sociedad. Ser un buen ciudadano, algo que es sencillo de entender, fue la base de las teorías de John, Locke y Juan Jacobo Rousseau; mucha agua ha corrido desde entonces y parece ser que aún no lo hemos asimilado.
Se debe crear un ambiente de confianza, guardando el respeto e invitando a la comunicación, contrario al irrespeto y la indiferencia que hacen es alejarnos de los demás. En la administración pública necesitamos conocimiento, voluntad, esfuerzo, empeño, empatía y generosidad.
Es por ello, que cuando uno se queja, por decirlo de alguna manera, ya sea por la poca profesionalización o el exceso de clientelismo político, estamos identificando la falta de formación académica en el área en cuestión: Sociedad, y Gobierno, es decir El Estado.
Creemos que una formación académica nos ayudará a ser mejores administradores públicos en términos de actuar, pensar, tomar decisiones, y no atentar contra la dignidad humana. Esto nos va a dará normas de convivencia de respeto mutuo y ese margen de tolerancia tan necesario en una sociedad. De no ocurrir esto, no superaremos lo que afirmara en su momento Thomas Hobbes al decir que "el hombre es lobo del hombre".
Por lo todo lo expuesto, es que nos afirmamos que la falta de preparación del servidor público lo hace despreciar la labor encomendada. Es importante tener presente en todo momento el bien común, tan necesario para contar con armonía laboral que lleve a la paz social.
La acción de gobernar es una misión compleja por tanto, debemos utilizar la equidad buscando siempre el buen vivir. Trabajar con discreción para orientar en forma correcta el accionar del Estado en busca de siempre eficacia política.
Finalmente, en la conducción del Estado que es de carácter público, lejos del interés personal debe prevalecer la visión de estar presente en todo, conjugando esto con las legítimas aspiraciones personales.
IV. Rendición de Cuentas en la Administración Pública
Para los estudiosos en Administración Pública no es nada nuevo incursionar en el renglón de la rendición de cuentas, si partimos creyendo que es necesario informar sobre la labor o el trabajo solicitado, efectuado y cumplido.
Confucio o Kongfuzi (Qiu) 500 años a. C., quien fue desde muy joven un Administrador Público, nos ha dejado como legado que:
1. Todo debe hacerse sin sobrepasar los límites
2. No hay respuesta definitiva a una pregunta ¿cómo decir sí o no?
3. La naturaleza de la gente es similar, pero sus hábitos son diferentes.
Si atendemos estas históricas premisas nos servirán como criterios de medición y de apoyo para una rendición de cuentas efectiva sobre el ejercicio de la labor realizada. Teóricamente desde 1964 se ha incursionado en la Administración o Dirección por Objetivos, luego en Gestión o Administración por Objetivos, y finalmente en la Administración por Resultados; todas ellas con el mismo enfoque. Palabras más, palabras menos el planteamiento es el mismo.
¿Cómo vamos a rendir cuentas? ¿Cómo se hace una rendición de cuentas? ¿Cuáles son los parámetros a seguir? Cuando se encomienda una tarea, y no se tienen claros los criterios se debe investigar; es por ello, que ante ésta se debe poner todo el empeño. En la administración, existen formas para evaluar y medir. El interés que se tenga para la realización dentro de los parámetros que se utilizarán a través de los ratios, indicadores o razones financieras.
La Administración Pública ha ido creciendo, la estructura de gobierno ha variado y consecuentemente, la cantidad de colaboradores que ingresan al sistema y con ello, los pagos por sus servicios. Independientemente del trabajo que se realiza hay que rendir cuentas. Estar abiertos a las críticas tanto constructivas o negativas pues de todas ellas se aprende. Eludir,
evitar o sencillamente no rendir cuentas a la sociedad enturbia la tarea que se realiza. La palabra convence, el ejemplo arrastra y el Estado no trabaja de la lógica de la vocación, las instituciones sí.
Trabajar en equipo enriquece y amplía el conocimiento. ¿Por qué pensar entonces que poseemos la verdad y que somos los dueños de ella? ¿Qué es lo que nos lleva a pensar que somos los únicos que tenemos iniciativa para llevar adelante proyectos cualitativos o cuantitativos? No importa la suma, o monto asignado en cada proyecto, se debe responder por todo lo gastado, por todo lo invertido. La verdad nunca se extingue, el fenómeno siempre nos relata algo bueno; basta con repensarlo, y la rendición de cuentas es una de ellas, obligante y pertinente.
Por tanto, acostumbrémonos a la preparación y redacción de informes parciales y finales, incluyendo las evidencias que sustentan la labor realizada, la sociedad lo pide y lo exige.
Debemos recordar siempre que el Administrador es un siervo y no un amo y estamos para servir a la Administración Pública y no servirnos de ella.
V. Conclusiones y Recomendaciones
En base al análisis anterior presentamos las conclusiones y recomendaciones que surgen del trabajo presentado:
Conclusiones
1. La teoría no da el ritmo para comenzar y delimitar al mismo tiempo ámbito del cual estamos haciendo referencia.
2. Para poder orientar a los resultados se hace necesario trabajar con el principio de la planeación.
3. Si aceptamos como cierto que la planeación es una función primaria para desarrollar la tarea encomendada por lo tanto, se debe o separar lo sustantivo de lo secundario.
4. A la Administración Pública le corresponde tener siempre presente en la agenda cinco grandes retos que son: educación, ecología, economía, social y político.
5. Estamos viviendo continuos cambios en tecnologías y conocimientos.
Recomendaciones
1. La teoría nos ayuda a delimitar el ámbito que será desarrollado.
2. Para la realización de una tarea eficaz se hace necesario elaborar previamente una plan del contenido que queremos desarrollar.
3. El manejo de los tiempos reales para la realización de la labor debe ser efectiva para alcanzar lo planeado.
4. El uso de la percepción es necesario y obligante para evitar el trabajo sin brújula y desordenado.
5. Observando y estudiando hacia donde se dirigen los cambios, se hace necesario que cada área de los cinco grandes retos, realicen los ajustes pertinentes.
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Bibliografía
1. Introducción a la Teoría General de la Administración. Idalberto Chiavenato. Editorial Mc. Graw Hill. China 2006. 562Págs.
2. Introducción a la Administración de Sergio Hernández. Editorial Mc. Graw Hill. Cuarta Edición. México 2007. 464Págs.
3 Administración. Stephen P. Robbins y Mary Coulter. Prentice Hall. México 2010. 564Págs.
4. Ética en las organizaciones. Eduardo Soto Pineda y José A. Cárdenas. Mc. Graw Hill 2007. 363Págs.
UNIVERSIDAD DE PANAMA
FACULTAD DE ADMINISTRACIÓN PÚBLICA
ESCUELA DE ADMINISTRACIÓN PÚBLICA
Autor:
Dallys Kaa de Palma