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Fundamentos socio-políticos de Venezuela (página 2)


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El hecho mas resaltante durante la segunda presidencia de Rafael Caldera en materia petrolera ha sido la elaboración del Plan de Negocios que ha estructurado Petróleos de Venezuela (PDVSA) para los próximos 10 años, y el cual contempla la apertura petrolera, la cual es un hecho, al ser adjudicados en el mes de junio importantes yacimientos a inversionistas extranjeros, luego de un fructífero proceso de subasta.

Entre los principales planes de apertura se encuentran los convenios operativos para la reactivación de los campos, las ganancias compartidas y las asociaciones estratégicas.

Hasta el momento bajo el esquema de convenios operativos 25 empresas están explotando 14 campos marginales, las asociaciones estratégicas pondrán en funcionamiento 5 refinerías en el área de José (Anzoátegui), y en cuanto al esquema de ganancias compartidas con exploración a riesgo , se ofertaron 10 áreas de las cuales fueron otorgadas ocho.

El duplicar la producción petrolera implica la apertura petrolera y su respectivo impacto sobre la economía el cual ha sido analizado desde tres ámbitos:

* En la balanza de pagos: se considera que el grueso de la producción es para la exportación, por lo tanto los ingresos por exportaciones en 10 años serán cercanos a los 200 millones de dólares resaltando que en 1996 estuvo cerca de los 18.500 millones.

* El ingreso fiscal petrolero va a crecer al crecer la producción

* La inversión domestica: es importante que se produzca una recomposición del gasto con incremento en la generación de infraestructura que permita atender el deterioro de la planta física nacional que depende del gobierno.

La internacionalización le da mucha estabilidad al ingreso petrolero de Venezuela, ya que al estar verticalmente integrado, en cuanto cae el precio del crudo aumentan los márgenes de refinación y cuando aumentan los precios del crudo disminuyen los mercados de refinación. CONCLUSIÓN

La historia permite determinar cómo ha evolucionado Venezuela en materia político-petrolera durante cada periodo presidencial desde 1908 hasta la fecha, además de involucrar las diferentes ampliaciones transitorias por las que la economía minera y petrolera ha pasado.

Por otro lado, se considera relevante mencionar que los periodos de mayor auge del petróleo se observaron durante el mandato de los presidentes Guzmán (ampliación de concesiones y enronquecimiento estatal), C.A.P. (nacionalización) y Rafael Caldera (apertura petrolera).

El advenimiento del petróleo constituye al hecho económico más trascendente dentro de la historia económica del país.

El Petróleo destaca como factor fundamental que sustenta y dinamita la economía nacional en sus diversas áreas y sectores. Por esta razón el desarrollo económico venezolano presentó con características sobresaliente una estrecha correlación entre la expansión del sector petrolero y el crecimiento interno bruto.

El déspota posee la tierra, esclaviza a los hombres y controla el comercio. Además persigue y sentencia a muerte a todo aquel que trata de competir con el producto de sus tierras. Los primeros treinta años de la democracia punto fijita tuvieron en el movimiento estudiantil al principal protagonista del conflicto social. Sin lugar a dudas, fue en las universidades en donde se concentró la oposición al bipartidismo adeco-copeyano. En un contexto social en el cual los sectores obreros y campesinos permanecieron por décadas en pasividad debido al férreo control sindical que el partido Acción Democrática ejercía sobre esos sectores, los movimientos estudiantiles representaron con sus luchas a los sectores que le hicieron oposición al punto fijismo.

La derrota de la izquierda en sus intentos derrocar al gobierno de Betancourt, conllevó que esa izquierda se concentrara en universidades. Habiendo perdido sus vínculos orgánicos con sectores obreros y campesinos, los partidos de izquierda parecieron conformarse con "hacer trabajo político" en universidades. A esto ayudó la misma estructura social venezolana, en la cual existe un grueso sector de clases medias, que desde la llamada generación de 1928 jugó un papel determinante en los acontecimientos políticos del país.

Luego de los 60, ya no se podía aceptar que los participantes en las protestas fueran individuos anómicos e irracionales, como habían defendido los seguidores de las teorías sobre la sociedad de masas; los nuevos investigadores habían descubierto que se trataba de individuos racionales, bien integrados a la sociedad, miembros de organizaciones, y que en sus acciones de protesta estaban impulsados por objetivos concretos, valores generales, intereses claramente articulados y cálculos racionales de estrategia (Pérez, 1993: 162).

Los cambios estructurales en el sistema capitalista han permitido la insurgencia de movimientos sociales distintos al tradicional enfrentamiento burguesía-proletariado o terratenientes-campesinos. La aparición de importantes sectores de clases medias favoreció el desarrollo de movimientos estudiantiles, profesionales, feministas, pacifistas y ambientalistas, entre otros.

Durante el período democrático, la estructura económica continuó dependiendo de la renta Petrolera, y los planes desarrollistas inspirados en la política de industrialización vía sustitución de importaciones, no pasaron de ser buenos deseos que nunca se cristalizaron, como se pudo Comprobar amargamente a comienzos de la década de los 80, con el estallido de la crisis que Se desencadenó el viernes negro de febrero de1983. Los lazos de la dependencia se Prolongaron y se fortalecieron, gracias a la penetración de las compañías multinacionales y al carácter puramente declarativo de las medidas nacionalistas formuladas por los gobiernos que se sucedieron. Los partidos políticos alcanzaron a partir del 58.

La economía de Venezuela

En un trabajo de 1980. B. Mommer calculó cuidadosamente el trabajo en horas que hay en un barril de petróleo y lo comparó con la cantidad de horas de trabajo contenida en los bienes que obtenemos por él en el mercado internacional [2]. La relación es en general superior a 4. Es decir, el país, debido a que en su territorio hay petróleo, recibe por lo menos el producto de 4 horas de trabajo por cada una que da. Puede ser mucho más (8 ó 9) en épocas de precios altos. Dicho sin eufemismos: somos un país parasitario en trabajo. Si, dejando de lado la simplificación marxista de que el valor es producido sólo por el trabajo, tenemos en cuenta que en la formación del valor interviene la capacidad científica, tecnológica y organizativa, que importamos dando muy poco en retribución, la diferencia es aún mayor. Cuando un venezolano formado en el país gracias a esa renta que recibimos del exterior se queda en el exterior contribuyendo al desarrollo de otro país que se ahorra su formación, o cuando científicos venezolanos hacen, gracias a las facilidades que se les dan, una contribución científica que beneficia más a otros países que al nuestro, o cuando un empresario que ha acumulado dinero en el país lo envía al exterior, esto puede considerarse, desde un punto de vista internacional, desapasionado y objetivo, como una pequeña compensación de aquella continua asimetría en el intercambio. Es duro, pero esencial, reconocer esta verdad.

El otro punto básico de nuestra economía es que esa renta petrolera entra exclusivamente al gobierno y en forma de divisas, es decir de capacidad de importar. Esto, dejando ya de lado la cuestión del parasitismo, parece justo nacionalmente. El dueño de recurso petrolero sería el pueblo de la nación y el producto obtenido por él debe ser administrado por el gobierno que lo representa. Desde la nacionalización se ha discutido y peleado por decidir si una parte de esa renta le corresponde distribuirla a la empresa que lo extrae. Ésta, gracias a su eficiente organización y superior conocimiento, se independizó mucho del estado accionista y se convirtió en un nuevo centro de reparto. En el 2003 el estado controló la empresa a costa de reducir su eficiencia. Con el tiempo puede que se independice otra vez. Es una tendencia de la gerencia de toda gran empresa.

En la práctica la administración de todos nuestros gobiernos ha sido un reparto de la renta petrolera misma y de los impuestos al trabajo nacional privado, cuyo mantenimiento depende fuertemente de la capacidad de importar y de las subvenciones directas e indirectas generadas por aquella renta. Esto ha dado un poder extraordinario al gobierno y una gran intensidad a la lucha para entrar en él (y antes en PDVSA), es decir para entrar lo más alto posible en la pirámide de repartidores.

Este sistema, que llamamos rentismo distribucionista ha pasado por varias modalidades. Brevemente: Militar autocrático (Gómez, 1928-1935); militar institucional (López y Medina, 1936-1945); político exclusivista (Betancourt y Gallegos, 1945-1948); militar dictatorial (Pérez Jiménez, 1949-1957); político multipartidista centralizado (políticos del pacto de Punto Fijo, con un intento, al final, de descentralización, 1958-1998); militar populista centralizado (Chávez, 1999) hasta el presente. Este último gobierno ha llegado a controlar totalmente a la empresa petrolera y la distribución de divisas, potencialmente, a toda la economía y ha elevado al máximo el reparto de la renta. Todos estos sistemas rentistas de reparto han tenido rasgos comunes:

1. Han buscado apoyo político usando el reparto de la renta petrolera.

2. Han formado un aparato de distribución (pirámide de reparto), por vinculaciones entre funcionarios, socios, familiares, clientes políticos, militares, banqueros y empresarios protegidos.

3. Como consecuencia de esto, aunque hayan comenzado por un reparto más equitativo, han hecho al consolidarse la pirámide, un reparto muy desigual, produciendo enormes diferencias de ingreso y por tanto grandes diferencia de riqueza, nivel de vida, información, oportunidades y poder.

4. Cuando el sistema de reparto ha durado un tiempo el sistema se ha transformado en un aparato de apropiación, apropiándose cada vez más, distribuyendo cada vez menos en su base y aumentando la desigualdad. Nuestros estudios [3] muestran que esta transformación es una evolución inexorable de todo sistema de reparto y sucede a pesar de las buenas intenciones de algunos dirigentes. El aparato de reparto crece hasta absorber todos los recursos dentro de sí mismo.

5. Otra consecuencia (confirmada por la historia de las modalidades mencionadas) es que, cuando el sistema de reparto se ha transformado en uno de apropiación, se vuelve cada vez más exclusivo, deja afuera a más y más parte del pueblo. El gobierno que lo comanda, acusado de corrupto, queda en peligro de caer. Si es sustituido por un nuevo sistema de reparto de distinta gente y de igual carácter rentista, queda condenado a igual evolución. No puede resolver el problema de la pobreza.

6. Por último la otra característica básica es su absoluta dependencia del consumo petrolero mundial. Si se desarrollaran fuentes de energía alternativas todo el sistema decaería o colapsaría. La historia de casos semejantes muestra que es peligroso depender de un atraso científico particular. Este suele ser transitorio. Y el parasitismo no se tolera mucho tiempo.

7. Las oscilaciones del precio petrolero producen ciclos: gran reparto que se construye en las subidas y endeudamiento estatal y devaluación para proseguir el reparto en los descensos.

No hay aquí espacio para discutir las consecuencias sociales y políticas del rentismo distribucionista. Los más notables son: Arbitrariedad en los proyectos y trabajos que se desarrollan; pugnacidad política (si tu recibes más yo recibo menos); irrespeto a la propiedad (se supone mal habida); despilfarro, el país no quiebra aunque la política económica sea arbitraria e ineficiente; corrupción generalizada, inevitable en los sistemas de reparto; productividad baja pues se recibe mucho dando poco; centralización política, que facilita la apropiación al repartir y dificulta el control por los de la base de la pirámide. No todo es negativo. Han habido progresos notables en educación, salud, obras públicas, instituciones, investigación y hasta 1992 en la producción privada. Han habido también intentos de descentralización (1992-1998). Todas estos progresos han estado subordinados a proyectos de reparto que los distorsionan. Lo más grave es que todo ese progreso en instrucción y desarrollo empresarial no ha logrado una economía independiente. Cuando el desarrollo producido ha sido suficiente (la llamada siembra de petróleo) ni los receptores de la renta ni sus distribuidores han sido capaces de pasar a la etapa de cosechar lo producido mediante un proceso de selección y exigencia que acompañe, cada vez más rigurosamente, al reparto y la protección. Sembrar sobre lo sembrado arruina las posibilidades de una economía independiente.

Tampoco podemos extendernos aquí en las salidas de esta situación recurrente. Se trata de desmontar el sistema de reparto y lograr flexibilidad tecnológica. Implica un esfuerzo de todos y a largo plazo para irnos autoeducando, ir reduciendo el parasitismo petrolero y el distribucionismo clientelar. Es esencial que todos vean la realidad de esta trampa en que hemos caído y sus peligros. Ver que el ingreso petrolero (menos de 40$ mensuales por persona para pagar todos los bienes y servicios, incluidos los estatales) no basta, aunque se duplique, para mantenernos a todos ni siquiera a un nivel miserable y que ese ingreso bajará a largo plazo mientras la población crece. Hay que ver que toda dádiva o protección debe dignificarse exigiendo por contrato una contrapartida en producción y capacitación. Hay que acercar el pueblo a los que toman las decisiones, alentando las iniciativas mediante la participación, la información y la descentralización. Recuperar los talentos y capitales emigrados y excluidos dándoles oportunidades de trabajo e inversión. Controlar a la empresa estatal petrolera desde afuera mediante la competencia con otras nacionales y extranjeras. No controlarla lleva al autoritarismo de sus gerentes. Subordinarla al estado para extraer la máxima renta lleva a su degradación en una productora de crudo contratadora de transnacionales. Activar y proteger la economía privada, pero exigir, por contrato, productividad y exportaciones. Integrar las empresas grandes con redes de empresas menores. Comenzar la diversificación de exportaciones sin tener en cuenta las imposiciones del FMI y la OMC. Tomar conciencia de que en el mundo comienza la era del conocimiento. Nuestro futuro dependerá de lo que sepamos en cantidad y calidad. Abandonar la pelea política. Todo debe hacerse sin excluir a nadie. Al país no le sobran recursos humanos y la recuperación requiere de la dedicación, capacitación y acuerdo de todos.

El consumo como política que produce bienestar y a la vez genera pobreza

La pobreza y la gobernabilidad en América Latina son temas de obligatoria reflexión hoy en día , sobre todo donde esta ha crecido escandalosamente en los últimos años , dejando estragos que han sido ignorados por falta de sensibilidad o de ética , pero que aun así ; por razones políticas el mencionados aspecto no se debe perder de vista. Se define a la pobreza como la carencia de lo necesario para el sustento de la vida.

Otra definición podría ser: la dificultad de los seres humanos para atender las necesidades que le brindan bienestar material y espiritual para tener una vida digna en su medio; las principales necesidades son: alimentación, salud, vivienda, educación, transporte, seguridad social, participación, información y trabajo, algunas de estas son un medio para satisfacer necesidades materiales, pero también son a nuestro juicio una necesidad espiritual, es el caso de la participación, la información, el trabajo y la educación.

Se será menos pobre en la medida en que se satisfagan estas necesidades. Dependiendo de la concepción que se tenga de la pobreza, se han producido métodos de medición, que describen el fenómeno desde distintas ópticas, con bastante frecuencia sin entrar en explicaciones sobre las causas o asomando explicaciones superficiales.

La pobreza es un fenómeno complejo y multidimensional, pero tiene a nuestro juicio una causa estructural: la desigual distribución de los ingresos del estado.

El Banco Mundial, CEPAL citado por Romero (2002), define a la pobreza como la carencia de recursos materiales para tener condiciones de vida que la sociedad considera básicas. Otros autores van más allá e incorporan "carencia de capacidades".

La pobreza puede descomponerse en cada lugar en diversos factores (algunos relacionados directamente con la desigualdad, otros no tanto) que funcionan como una especie de polinomio y que van desde lo estrictamente individual a lo global o viceversa. Desde esta última perspectiva, podemos considerar el empobrecimiento como el resultado de un sistema (el sistema mundial) cuyos procesos están formados, a su vez, por subsistemas desiguales entre sí (Estados, multinacionales, organizaciones) que, a su vez, actúan como sistemas para ulteriores subsistemas desiguales (clases, grupos, instituciones) y así sucesivamente hasta alcanzar el nivel del sistema de la personalidad.

El crecimiento económico no es necesariamente re-distributivo, ni necesariamente alivia la pobreza. Pero una efectiva intervención estatal puede hacer que sus frutos se distribuyan mejor entre los diversos grupos sociales, aminorando la pobreza y reduciendo la concentración del ingreso. El bajo crecimiento económico, en cambio, aunque reduzca la concentración del ingreso, genera más pobreza, agravando todos los males de la sociedad.

Dicho pues de manera convencional: el crecimiento económico es condición necesaria, más no suficiente, para la lucha contra la pobreza. Aquellas políticas que, buscando mayor equidad, pongan en riesgo el crecimiento, producen un balance neto negativo, en lo relativo a la equidad: los efectos re-distributivos que producen se ven más que compensados por los devastadores efectos del bajo crecimiento, y hunden a la sociedad en un círculo vicioso de bajo crecimiento y pauperización.

Es un hecho real que estamos inmersos en una economía crecientemente globalizada, que está cambiando las formas de hacer negocios e interrelacionarse en el mundo. El desarrollo del Internet, el abaratamiento relativo de las comunicaciones y la reducción de los costos de transporte han ocasionado un crecimiento sin precedentes de los flujos de capitales y de comercio de bienes y servicios.

A veces, por ignorancia y otras veces por motivaciones políticas, los gobiernos que procuran el desarrollo distribuyendo mejor la riqueza por medio de la Inversión Social son llamados "populistas". Las políticas sociales pueden producir, en amplios grupos humanos tradicionalmente excluidos de la sociedad capitalista, la magia de convertirlos, además de consumidores, en ciudadanos, en actores sociales productivos y en promotores de proyectos de toda índole.

El tema de la pobreza y la gobernabilidad en Venezuela hoy en día es bastante complejo, en mi opinión; este es un país que ha roto con todos los esquemas explicativos, su análisis requiere de enriquecimiento teórico que está por construirse, esto nos obliga a reflexionar.

La República Bolivariana de Venezuela es un país con abundante recursos, incluso ingentes yacimientos de petróleo que eran el pilar de su economía, se ha visto sacudida en los últimos decenios por episodios de inestabilidad política, crisis económicas y profundas divisiones en la sociedad; sufre un empobrecimiento progresivo de su población ya que los largos años de retroceso económico agravan terriblemente la pobreza, que tiene raíces tradicionales e históricas.

La pobreza y extrema pobreza es un fenómeno que tiene muchas dimensiones, por lo que no existe una única manera de definirla, la mayor parte de las veces, se ha definido la pobreza como la incapacidad de una familia de cubrir con su gasto familiar una canasta básica de subsistencia. Este enfoque metodológico clasifica a las personas como pobres o no pobres.

Los medios de comunicación, controlados por las grandes empresas de la economía del mercado, desempeñan un papel esencial, en tanto mantienen el control y la influencia en el comportamiento social de los individuos determinando y condicionando sus "libertades" de consumo.

Bibliografía

1. Analítica (2001) "Políticas económicas neoliberales no contribuirán al desarrollo de nuestros países" en Informe de relatoría del III Encuentro Internacional de Economistas sobre Globalización y Problemas de Desarrollo. [En línea]. Caracas, Venezuela, disponible en: www.analitica.com. [Accesado el 18 de Julio de 2008].

2. Baptista, A., (2006) El relevo del capitalismo rentístico. Hacia un nuevo balance de poder. Caracas, Venezuela. Fundación Empresas Polar.

3. Chávez, H., (2003) Venezuela promueve la transformación de la estructura económica y social. Alo Presidente Nº 203. Caracas, Distrito Capital.

4. Djkki, S. y A. Incerto, (1997) Efectos de las políticas económicas y sociales sobre los niveles de pobreza en Venezuela (1989-1993). Facultad de Ciencias Económicas y Sociales. Universidad Central de Venezuela (UCV).

5. Giordani, J., (2004) Hacia una Venezuela productiva. Caracas, Venezuela. Ministerio de Planificación y Desarrollo.

6. Giordani, J., (2007) La transición venezolana, y la búsqueda de su propio camino. Caracas, Venezuela. Vadell Hermanos Editores C. A.

7. Guerra, J., (2004) La política Económica en Venezuela 1999-2003. Caracas, Venezuela. Universidad Central de Venezuela (UCV).

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Martínez. N, Piar. (1971). Geografía Económica de Venezuela. Cuarta Edición. Editorial Cobo. Caracas-Venezuela.

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Jiménez G, Morella. (2002). Historia de Venezuela. Editorial Básica 1 Ca. Caracas-Venezuela.

García, Carolina. El capitalismo y el imperialismo – Trabajo publicado en Monografias.com (http://www.monografias.com/trabajos/capimperial/capimperial.shtml)

Rivero, Luisana. Evolución histórica de la economía petrolera en Venezuela – Trabajo publicado en edu.red (/trabajos64/evolucion-economia-petrolera-venezolana/evolucion-economia-petrolera-venezolana.shtml)

 

 

Autor:

Moisés A. León G.

Educación comercial

REPUBLICA BOLIVARIANA DE VENEZUELA

MINISTERIO DE EDUCACION CULTURA Y DEPORTE

UNIVERSIDAD PEDAGOGICA EXPERIMENTAL LIBERTADOR

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