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Mujer y Comunidad: a propósito de un estudio de caso (página 2)


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En el estudio se aplicaron encuestas a 260 mujeres de diferentes grupos de edades para hacer caracterización sociodemográfica y sobre la vida cotidiana, se crearon grupos de debate sobre temáticas específicas para profundizar en los análisis y fundamentar resultados en correspondencia con los objetivos.

Es necesario señalar que la indagación sobre vida cotidiana se centró en cuatro direcciones fundamentalmente, el empleo, desarrollo de las labores domésticas, relaciones familiares y desempeño en la comunidad. Las mujeres objeto de nuestro estudio se dividieron en tres grupos: mujeres de 14 a 34 años, mujeres de 35 a 55 años y mujeres mayores de 55 años.

Nuestro proyecto ha contado con el apoyo de las instituciones y organizaciones de la comunidad, y merecen un destacado reconocimiento las líderes de base de la FMC por su esmerada colaboración en todo momento.

La historia del barrio San Isidro se remonta al siglo XVII , está situado al suroeste del Municipio de la Habana Vieja. En sus actuales terrenos existían huertos en los que se cultivaban vegetales para la Habana intramuros, fue asentamiento de familias humildes y de emigrantes, fundamentalmente yucatecos. Su nombre hace homenaje al Santo patrón de las lluvias.

San Isidro es una de las comunidades atendidas por la Oficina del Historiador de la Ciudad de la Habana para su restauración y transformación integral. Desde julio de l996 fue creado el Taller de Revitalización Integral de San Isidro integrado por un grupo multidisciplinario de profesionales, con el objetivo de impulsar las obras constructivas y también socioculturales que posibiliten elevar significativamente las condiciones materiales y espirituales de una localidad densamente poblada, y con históricos problemas sociales. Está vinculado sólidamente al Consejo Popular creado en l989, con el cual interacciona para las acciones que se acometen dentro de la comunidad.

El Consejo Popular tiene el mismo nombre del barrio, y está regido por un gobierno local integrado por 11 circunscripciones dirigidas por un delegado/a electo por el voto popular.La población de San Isidro en el año 2004 era de 11 554 habitantes, 5 661 hombres (48,9%) y 5 893 mujeres (51%).

Exponemos a continuación solo algunos de los resultados obtenidos en la encuesta realizada a 260 mujeres que viven en este barrio, y como complemento otros aspectos abordados en los grupos de discusión y entrevistas a profundidad.

En la distribución por edades de la muestra encuestada el porcentaje por grupos de féminas refleja que las mujeres de 15 a 34 años representan el 34%, las de 35 a 54 años son el 40,9% y las mayores de 55 años constituyen el 21,7% del total.

El acceso a la educación influye decididamente en la posición de hombres y mujeres en la sociedad. Un logro indiscutible que tiene un claro reflejo en las mujeres cubanas es el nivel educacional alcanzado a través de los últimos 48 años. La campaña de alfabetización de l961 constituyó un hito y un punto de despegue, que contribuyó de forma definitiva a la reconceptualizaciòn del rol de las mujeres cubanas en la vida social. La voluntad política presente en nuestra sociedad ha procurado la instrumentación de políticas educacionales con perspectiva de género, con lo cual se ha logrado que, no obstante, las difíciles situaciones de carácter económico por las que hemos atravesado podemos exhibir altos índices educacionales en el sector femenino de la población.

En San Isidro la mayoría de las mujeres encuestadas tiene estudios medio superior o superior ( 66%) , nivel que les ha permitido el acceso a la cultura, al reconocimiento y autorreconomiento de su lugar en la sociedad, descubriendo matices nuevos y enriquecedores en su vida como mujeres. Durante la investigación vivenciamos que sus aspiraciones se encuentran en estadios superiores, pues, entre otros factores las exigencias que actualmente se manifiestan en el mercado laboral las obliga a una constante superación que ellas asumen. Se aprecia que el nivel educacional constituye punto de partida para plantearse nuevos peldaños en la realización personal. La superación según las especialidades y perfiles y la incorporación a cursos y talleres que abren nuevos horizontes para asumir con mejor preparación otros puestos de trabajo y responsabilidades en el espacio público, son evidencia de ello.

En cuanto a las categorías ocupacionales de estas féminas (técnicas, trabajadoras de servicios, dirigentes, administrativas y obreras) se observan las mismas tendencias nacionales, la mayoría de las mujeres están ubicadas dentro de la fuerza de trabajo más calificada, es decir, en la categoría de técnicas ( 48%) , siendo menos representadas las categorías de dirigentes ( 8%) y obreras ( 7%) . Este es uno de los fenómenos que manifiesta la sobrevivencia de una cultura patriarcal que ha conducido a las mujeres hacia puestos de trabajo y profesiones vinculadas con el entrenamiento que hemos tenido en el hogar. Desde esa cultura los cargos de dirección son visto como funciones fundamentalmente de los hombres, y la erosión que ha sufrido este estereotipo aún es discreta. Quisiéramos destacar que en la categoría servicios se incluye un número importante de mujeres que trabaja como custodias allí en la Habana Vieja, en centros culturales , museos, oficinas y centros turísticos del Casco Histórico de la Ciudad, actividad no tradicional para mujeres hasta hace algunos años en nuestro país, y para la cual han sido entrenadas a través de cursos, sirviéndoles además la experiencia personal acumulada en los espacios de socialización que han brindado los centros de trabajo y las organizaciones de masas (en las guardias obrero-estudiantiles, movilizaciones y ejercicios de preparación para la defensa, etc). De esta manera se ha destruido el mito de la supuesta ineptitud de las mujeres para este tipo de actividad.

En la relación entre el nivel educacional y el promedio de hijos que han tenido estas mujeres se pone de manifiesto que a menor nivel educacional mayor número de hijos. Es decir, más hijos tienen las mujeres con nivel de educación primario ( 4,5 hijos como promedio) , que son a su vez las de mayor edad y que desarrollaron su niñez y primeros años de adolescencia antes de la revolución. Estas mujeres en las entrevistas advirtieron la gran desventaja que constituyó para ellas, la maternidad en la adolescencia al igual que la imposibilidad de tener la capacidad de decidir sobre el número de hijos, algunas lamentaron no vivir las oportunidades que hoy brinda la Revolución. En cambio, las mujeres mas jóvenes que se han ido educando sobre la base de códigos nuevos en los que la realización de carácter personal no esta necesariamente vinculada con la maternidad, el número de hijos ha disminuido sustancialmente, acercándonos o equiparándonos con los índices de los países más desarrollados del mundo ( 1,2 hijos como promedio) .

En las entrevistas las mujeres en edad fértil han expresado de forma clara y directa la complejidad que para ellas adquiere la maternidad, a pesar de todas las posibilidades que en nuestro país se brindan para las mujeres trabajadoras con hijos ( ley de maternidad que permite un año de licencia a las madres manteniendo el derecho a la plaza de trabajo y que puede ser asumida por los padres si de conjunto lo deciden, por ejemplo). Las dificultades económicas y la falta de vivienda son los factores más señalados como limitantes. Este último factor es particularmente evidente en San Isidro donde conviven familias extendidas en espacios habitacionales pequeños y con problemas físico constructivos.

Uno de los aspectos que explica la carga que las mujeres asumen en las distintas tareas, se evidencia en la respuesta a la pregunta ¿Qué actividades realizas en el tiempo libre? Un 23% de las encuestadas refirió no disponer de tiempo libre, hecho que hace visible los efectos de la doble jornada y la cantidad de trabajo y responsabilidades familiares (en algunos casos) que recaen sobre las mujeres, mientras en las restantes respuestas queda muy claro que un porcentaje alto de consumo del tiempo libre se produce al interior del hogar. Las dificultades con la transportación influyen en medida no desestimable para que este aspecto se comporte así, cuando aluden a los años de período especial se mencionan como otras dificultades que condicionan mantenerse en la casa, las asociadas a la falta de fluído eléctrico, problemas con el abasto de agua y combustible y en consecuencia la prolongación de la jornada de labores domésticas.

La manera en que se consume el tiempo libre según las encuestadas es viendo televisión o video, leyendo, durmiendo y en menor medida visitando a un familiar o amigo. Cabe hacerse la pregunta ¿existen en la Habana Vieja otras opciones para consumir el tiempo libre?. La respuesta es positiva ya que a pocos pasos de la barriada San Isidro está la sede de las funciones del Ballet Nacional y otro conjunto variado de actividades que tienen lugar en el Casco Histórico de la Ciudad, junto a los museos y edificaciones que atesoran un valor histórico trascendental, en cambio no se encuentran entre las prioridades de este sector poblacional para el disfrute del tiempo libre.

En las entrevistas se reconoce también por algunas mujeres, que existen actividades socioculturales promovidas por instituciones culturales o por las organizaciones de masas a las que no se incorporan para no restar tiempo a los quehaceres habituales del hogar o al tiempo de estudio. Estos hechos nos muestran el gran camino que aun debemos desandar para ampliar el espectro de consideraciones femeninas sobre el uso del tiempo libre.

Otro elemento que merece una valoración posterior en aras de influir en el cambio de patrones y contribuir educativamente a la cultura integral de las mujeres se refiere al tipo de películas que generalmente gustan, las cuales en su inmensa mayoría sòlo cumplen el objetivo de un entretenimiento falaz. La convivencia y vínculos estrechos que se establecen entre los vecinos de esta comunidad propician la reproducción rápida de estos gustos y patrones, pero también dan la posibilidad de realizar un trabajo efectivo para generar los cambios de mentalidad necesarios.

Al analizar los criterios sobre el trabajo doméstico se tuvo en consideración el estado civil y algunas características de la convivencia familiar. En este barrio son comunes los núcleos familiares extendidos en los que conviven personas de diferentes generaciones, lo que conllevó a precisar en las encuestas las opiniones de las mujeres con niños menores de quince años y que viven con adultos de la tercera edad. Hemos podido apreciar que las mujeres casadas con niños son las que proporcionalmente tienen mayor responsabilidad con el trabajo doméstico, mientras que las solteras sin hijos tienen menos responsabilidad. Los datos obtenidos demuestran como más del 50% de encuestadas siendo trabajadoras activas con niños y que conviven con personas de la tercera edad afirman ser las responsables de los quehaceres domésticos. En los núcleos anteriormente descritos es donde se manifiesta el papel que juegan en la retaguardia las "abuelas". Muchas mujeres decían "si no fuera por mi mamá… ", pero también en esa retaguardia hay que considerar a los "abuelos" que hacen cotidiana la realización de una parte importante del trabajo doméstico, como buscar el abastecimiento alimenticio , buscar medicamentos , pagar la electricidad, el teléfono , el gas, recoger a los niños de la escuela,etc. A la vez es interesantísimo, cómo valoran el trabajo que realizan como un espacio de socialización indispensable.

Para las mujeres laboralmente activas las tareas domésticas que más tiempo le ocupan son, lavado de ropa, compra y preparación de alimentos, y la limpieza del hogar. Para ellas compartir las tareas del hogar con otros miembros del núcleo constituye un hecho imprescindible. En los resultados apreciamos que el esposo/compañero queda ubicado después de la madre/suegra y de la hija/nuera, es decir se mantiene el privilegio de lo masculino, mientras siguen siendo mujeres quienes hacen las principales contribuciones.

Si bien se aprecia por lo planteado anteriormente que el trabajo doméstico sigue siendo una sobrecarga para las mujeres en San Isidro, no puede negarse que en los últimos años se aprecia una tendencia discreta a la a desnaturalización del mismo. La elevada respuesta de que los hombres "a veces" comparten las tareas del hogar trasluce que aunque un número de hombres se involucra en los trabajos domésticos, no es generalizada ni consciente la incorporación masculina en estos quehaceres, y tanto los hombres como muchas mujeres también, siguen viendo la participación masculina como una "ayuda" y no como una responsabilidad imprescindible para la vida, estabilidad y bienestar de todos los miembros de la familia. Esta es una de las cuestiones que amerita cambios sin dilaciones y atención permanente.

Relativo a la participación comunitaria, las mujeres refieren con mayor frecuencia participar en las actividades convocadas por las organizaciones de masas; el mayor protagonismo corresponde a los CDR y la FMC, que además de la realización de sus reuniones, convocan a trabajos voluntarios y acciones de limpieza y embellecimiento del barrio. Otros tipos de actividades mencionadas son las del Poder Popular, reuniones de Rendición de Cuenta, Asambleas de Nominación y elecciones de delegados locales y diputados a la Asamblea Nacional del Poder Popular en el período correspondiente.

Merece destacarse que en este barrio existen "líderes naturales", entre ellas mujeres con gran prestigio entre los vecinos, y que constituyen importantes resortes de movilización y generación de compromiso para el cumplimiento de tareas comunitarias.

No escapa de nuestra reflexión, el hecho de que las encuestadas reducen la participación a asistir a las actividades cuando existe la convocatoria, no fueron expresadas espontáneamente otras acciones vinculadas a la participación como la propuesta acciones o tareas, intervenir en la toma de decisiones, o en el control y retroalimentación de lo que se hace. La respuesta "ayudo cuando lo solicitan" reafirma la idea anterior, además de manifestar indirectamente que la sobrecarga de trabajo que tienen las mujeres limita su interés por hacer tareas fuera del marco de lo considerado "lo habitual".

Llaman la atención esas respuestas en una comunidad que cuenta con un Taller de Revitalización Integral del Barrio que en su dinámica de trabajo tiene como premisa el protagonismo de toda la comunidad y su intervención activa en la proyección y realización de las acciones necesarias. Esto es indicativo de que se deben trazar estrategias particulares para lograr mayor conocimiento sobre los objetivos y esencia de esta importante experiencia de transformación física y socio cultural, así como potenciar el real involucramiento de los miembros de la comunidad en las acciones que se desarrollan, en la búsqueda colectiva de soluciones y en la visión con enfoque de género de todas las cuestiones que se atiendan.

ALGUNAS CONSIDERACIONES FINALES

El análisis que hasta el momento hemos realizado en San Isidro con una perspectiva de género nos ha permitido tener presente sistemáticamente las condicionantes diferenciadoras en las que se desarrollan mujeres y hombres, cuestión que nos ha nutrido de las herramientas imprescindibles para proponernos cambios oportunos en este contexto social.

  • En las mujeres encuestadas en San Isidro se observa un alto nivel educacional que les ha servido de punto de partida para plantearse nuevos y más altos peldaños para el logro de su realización personal.
  • La doble jornada sigue siendo la "imprescindible parte" de la vida cotidiana de las mujeres, que genera altas tensiones agudizada por las carencias que están aún presentes.
  • Compatibilizar empleo y trabajo doméstico es hoy el reto cotidiano al que se enfrentan las mujeres, sin embargo existe una plena convicción de no renunciar al primero para privilegiar el segundo , sino por el contrario cambiar o eliminar las bases que limitan la realización personal de las mujeres.
  • La maternidad ha dejado de concebirse en las generaciones más jóvenes como la única y más alta forma de realización para la mujer, esta concepción ha ido cediendo terreno a otras muy variadas formas de realización personal, efecto directo de los altos niveles de educación y cambios en las condiciones de vida alcanzados por la mujer.
  • Las mujeres de la tercera edad, asalariadas o no, se constituyen en retaguardia imprescindible en los hogares, por lo que la atención a las mismas con el objetivo de enriquecer su calidad de vida es hoy insoslayable.
  • La Revolución ha logrado importantes avances, pero aún queda un camino por desandar para superar las construcciones culturales heredadas, que como expresión de la desigualdad de género mantienen la "estructura sexuada de la vida cotidiana".
  • Debemos desplegar en lo educativo esfuerzos mayores a los que hasta ahora se realizan para lograr desarraigar la cultura patriarcal que imposibilita el despliegue pleno de las potencialidades femeninas.

En ese sentido y por último, queremos señalar algunas de las acciones emprendidas ya.

  • Inclusión de un módulo sobre género en cursos organizados para jóvenes de la comunidad desvinculadas del trabajo y del estudio. El primero de los cursos de computación se realizó en el moderno y funcional laboratorio, ubicado en el antiguo Convento de Belén y donado por la ONG española ´´Paz y Tercer Mundo"; curso que posibilitó la capacitación y posterior ubicación laboral de las cursistas en el propio municipio.
  • La implementación de Talleres de Superación con perspectiva de Género para las dirigentes de bloques de la FMC de esta comunidad, federadas e interesadas en general.
  • La realización de un Taller de Intercambio de Experiencias entre proyectos comunitarios con perspectiva de género, en el que estuvieron representadas otras comunidades de la Ciudad de La Habana y se socializaron experiencias muy valiosas.
  • Encuentros para el debate de las problemáticas de la mujer de esta comunidad con la participación de líderes de base de la FMC, profesoras de la Universidad de La Habana y otras profesionales interesadas.
  • Desarrollo de grupos de discusión de estas problemáticas con hombres de la comunidad y miembros del Taller de Revitalización Integral del Barrio.
  • Socialización de los resultados investigativos e Intercambios con miembros del Comité de Género del Gobierno Municipal, del Programa de Desarrollo Humano Local y de la Casa de Orientación de la Mujer y la familia de esta comunidad..

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Autoras:

MSc: Lourdes Pérez Montalvo

MSc. Inés Rrodríguez Pedroso

Lic. Sonia Enjamio Expósito

Las autoras son profesoras de la Universidad de La Habana vinculadas al proyecto de investigación "Mujer y Comunidad: experiencias intergeneracionales en San Isidro", desde el año 2004.

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