Descargar

La Tarea del Héroe (Elementos para una ética trágica)

Enviado por caar_2000


Partes: 1, 2

     

    Indice1. Introducción 2. Del querer 3. Del imaginar 4. Del convivir 5. Bibliografía

    1. Introducción

    La presente obra trata sobre una de las ramas de la Filosofía practica, donde se ha ubicado a la ÉTICA, lo que significa que no solamente es un conocimiento más, sino un saber actúa, para llevarlo a la realización en la vida diaria. Podemos decir que la finalidad principal de esta ciencia está en actualizar o poner en actos esos conocimientos y, en síntesis, saber vivir. De esta manera se tocan temas diversos partiendo de lo individual, hasta lo colectivo, en el cual el autor del libro expresa su punto de vista, respaldándose también por grandes pensadores de todos los tiempos. De igual manera al finalizar el tema profundizado doy una particular opinión de lo que pienso, basándome en mi criterio, así pues vivir lo reflexionando será la meta de los que queremos ser más humanos por medio de la adquisición de conceptos y valores éticos.

    2. Del querer

    El planteamiento trágico de la ética Empezaremos con el planteamiento que Savater pone para el análisis, que son las dos corrientes que se generan de un crimen, corrientes opuestas que buscan la explicación de un crimen injustificable por cualquier perspectiva que se le quiera ver, veamos… Louis Althusser uno de los pensadores marxistas más destacados de la década estranguló a su esposa De inmediato surgen dos corrientes la CONDENATORIA, la cual dice que es un criminal porque ya lo era, patentiza una esencia preexistente a las acciones y que las motiva. La segunda corriente es la ABSOLUTORIA, la cual afirma que él no estaba (metafóricamente), cuando estrangulo a su esposa, esto es que lo hizo producto de la sociedad y de todo lo que a su alrededor lo influye. La verdad es que no estoy de acuerdo con esta ultima corriente, porque si bien estamos rodeados de violencia, en todos los medios ya sea televisión, prensa, cine etc. , No es motivo suficiente a menos que exista una muy poco afirmación de la personalidad como para que el derredor nos pueda llevar a ejecutar un crimen de esa magnitud. Así pues estoy de acuerdo con la primera corriente, veamos que dice uno de los grandes pensadores de este siglo, que sin embargo no ha sido reconocido como se le debiera. Schopenhauer, afirmaba del determinismo que uno quiere tal o cual cosa porque tiene un carácter determinado, inmutable y preexistente a cualquier acción concreta que se va descubriendo conforme actuamos, pero esto nos quita en modo alguno responsabilidad a nuestras concretas opciones de cada momento. SU VOLUNTAD ES SU ESENCIA.

    La perduración del sujeto, frágil entidad que se desvanece o se momifica en cuanto se determina valorativamente su intervención en el devenir del mundo. La contradicción existente es que si juzgamos al hombre (los hechos del hombre) desde fuera, cosificandole, sumiéndole en la identidad con su esencia o con alguna instancia esencial fuera de el, pero a la vez debemos seguir viéndole como no idéntico (como no cosa) como perturbación y negación de lo idéntico a merced a ello como realmente activo. El protagonismo ético de la voluntad: de Schopenhauer al psicoanálisis. Kant: "No se puede vivir sin un punto de vista ético, NO SE PUEDE VIVIR SIN LEYES" La obligación verdadera ya esta ahí, lo que la razón venga a poner sobre ella tomara naturalmente un carácter obligatorio. La sociedad con lo que la mantiene y la impulsa hacia delante, esta ya ahí y por eso la razón podrá adoptar como principio de la moral uno cualquiera de los fine que se persigue el hombre en sociedad construyendo un sistema bien coherente de medios destinados a realizar este fin.ª La cuestión fundamental esta ¿De donde proviene la ley?, Poe ley no entiendo nada misterioso sino la norma mas general de acción y clasificación del mundo, formulada de mil modos concretos pero que en abstracto resultaría así: Hay bien y mal el bien es lo que debe ser buscado y practicado mientras el mal es lo que hay que evitar. La ley tiene un presupuesto y unos corolarios: El presupuesto es la libertad, los corolarios la satisfacción moral y la culpa. Si no hay libertad, la ley no es impracticable o superflua, sino absurda e incomprensible, no puede ser leída en modo ninguno. Pero es el caso que la ley e s leída y comprendida, luego somos libres en el sentido mas fuerte de la expresión que afirma que movemos sin ser movidos. Así pues en este capítulo se nos muestran dos corrientes de donde proviene la ley: 1º Es causa si proviene de la razón del espíritu, proviene de lo que ya la supone y ella misma es (Platón hasta Hegel) por un dios omnisapiente que la graba en unas tablas o en el corazón de los hombres en toma de deber. Hay dos de un comienzo: Separación bien y mal. La ley es lo más sólido he inatacable existente. 2º Proviene de lo absolutamente ilegislado del caos. El caos no conoce prohibición o deber alguno. Se quiebra la alianza entre lo bueno y lo eterno. La ley es producto del caos, brota de el y en el hunde sus raíces ª Bergson Les deux sources "Las teorías morales no se han bastado nunca por si mismos, han venido a añadirse como un complemento artístico, a obligaciones que las preexistían y que las hacían posibles". Así pues el pensamiento occidental fundamentaba que lo eterno lo infundado coincidía con el componente racional del hombre y que podía servir como una ultima referencia, estímulo he ideal a la aspiración de perfección ética y humana. De esta concepción saltemos a lo que fue tema de discusión y crítica pesimista, Schopenhauer planteaba que la realidad fundamental es universal, aquello es que el ser es eterno y necesariamente, aquello también que el hombre mismo es tanto en su cuerpo como en su alma tiene los atributos antihumanos por excelencia: No es racional, ni padece leyes universales y necesarias ni tiene propósito o designio de ningún tipo, ni conoce la generosidad, la solidaridad, el renunciamiento o la compasión por el débil y doliente. Solo la infragilidad del hombre posee algún valor moral en tanto se opone a la esencia del universo y combate en lo que el mismo es. Pero este valor es puramente negativo, es una causa basada en la nada como afirmaba Stirner La filosofía debe poder conciliar la fatalidad más inflexible con la libertad llevada hasta la omnipotencia, y es que la voluntad en si misma es voluntad pura puesto que no pertenece al reino de las causas sino al de la indeterminación radical. Todo ser es por una parte fenómeno determinado con necesidad por las leyes fenomenales, pero por otra parte, es en sí voluntad libre. El carácter es lo libre del hombre, para saber lo que un hombre quiere bastaría con saber lo que es pero eso que es ese carácter en la voluntad libre sé objetivado de forma irrepetible solo se revela entre los demás e incluso ante si mismo a posteriori por lo que elige y hace en cada momento. Así pues Schopenhauer fue un defensor de la negación de la voluntad, comparémosle con otro grande pensador como lo fue Nietzsche el cual por el contrario afirmaba la voluntad y a lo largo de su vida se dio a la tarea por la culpabilización de la voluntad. Es moralmente bueno aquello que nos opone a nuestra voluntad. Es decir ser ético es haber aprendido a dominar los malos impulsos de la voluntad. En particular creo que existe una CONTRADICCIÓN si partimos del hecho de que la libertad es la capacidad de elegir de lo que depende nuestra voluntad, pues si consiguiéramos todo cuanto quisiéramos seríamos omnipotentes, así pues como a lo largo del tiempo ha generado la moralidad la cual dice que si vamos en contra de nuestra voluntad seremos moralmente buenos, la cuestión es si al ir encontra de la voluntad iremos en contra de nuestra libertad. Prosiguiendo con Nietzsche, me parecen muy interesantes sus afirmaciones con respecto al cristianismo en el cual el hombre nuevo que esta doctrina hizo triunfar es aquel que ha logrado extirpar su voluntad y sustituirla por una antivoluntad fundada en los mandatos de una trascendente voluntad divina. En el corazón del cristiano hay un querer no querer, un querer lo que otro quiere para así estar mas cierto de ir en contra mi querer: NO SE HAGA MI VOLUNTAD SEÑOR SINO LA TUYA. Los ejemplares éticamente más dignos son precisamente aquellos que no tienen más remedio que ser insolidarios con su querer es decir: Los débiles, los enfermos, los pobres, los fracasados. Los cuales tienen dos caminos, querer contra ellos mismos a pesar de lo que son y querer lo que son, condenar éticamente su voluntad. De igual manera expreso del paraíso cristiano como el extinguimiento de la voluntad en una pura contemplación, sin tiempo. Nietzsche también en contraposición con Schopenhauer afirmaba que el mundo no es dolor sino tragedia, en virtud del PRINCIPIO DE INDIVIDUACIÓN el cual afirma que cada ser desea con toda la voluntad, con la ambición omnipotente de la voluntad pero su poder esta limitado porque no es mas que una objetivación individual de la voluntad entre infinitas otras, De aquí el dolor. De la misma manera Federico Nietzsche afirmaba que la voluntad es creadora poética, instauradora de diferencias que retornan eternamente, siendo el acceso más directo a la voluntad que presentan nuestros humores la SENSACION DE PODER mientras que para Schopenhauer la voluntad es conservación de lo dado e infinita repetición de un mismo tema y para acceder a la voluntad que presentan nuestros humores era el HASTIO. Por otra parte el padre del psicoanálisis S. Freud afirmaba que en él yo hay también algo inconsciente, algo que se conduce idénticamente a lo reprimido ósea exteriorizando intensos afectos, sin hacerse consciente por sí mismo y cuya percatación consciente precisa una especial labor. Freud representa un retroceso a Schopenhauer y Nietzsche es decir un retorno a la culpabilización de la voluntad. Lo destacable es que Freud descubre en ese inconsciente originario no reprimido un sentimiento de culpabilidad. "Todo lo reprimido es inconsciente, pero no todo lo inconsciente es reprimido". Otro estudioso del sentimiento de culpabilidad fue Otto Rank quien decía que contra la supremacía de la conciencia que establece las normas de lo justo y lo injusto para el individuo, reacciona la voluntad ordenando a la conciencia, en la que ve una traba: Esto es lo que descubrimos como sentimiento de culpabilidad.

    El proceso de la voluntad es igual al proceso de individuación. Las normas de la conciencia extraen al individuo de unas apetencias indistintas que le hacen diferir de lo confuso y caótico, lo precisan lo constituyen como tal individuo en su singularidad y diferencia, ese afán de separación de lo indistinto es lo que a padecerse como culpabilidad. La culpabilidad es inextinguible, pues refleja la condición trágica del hombre, la jubilosa condena de la individuación.

    Tragedia y Libertad Los esfuerzos de quienes esgrimen horrores de Auswitz o del Gulag, las víctimas de Hiroshima o de quienes huyen del régimen vietnamita para perecer en mares inhóspitos, la destrucción de la madre naturaleza. No logran provocar en nosotros otra cosa que indignación cívica, quizá pesimismo y resignación pero jamas VISION TRAGICA (punto de vista familiar Shakespeare, Sófocles, Montaigne). Apartar del romanticismo podríamos hablar de LA MUERTE DE LA TRAGEDIA, como Napoleón Bonaparte afirmaba: La historia es lo antitrágico por excelencia, el destino es la política, habría mas tragedia mientras los hombres se sentían concernidos o amenazados por el destino, pero ahora la tragedia ha muerto porque el destino ya nada tiene que ver con ellos dado que aquello por lo que los hombres han de sentirse amenazados es la política. Mientras lo menos sombrío y más amplio es la política e historia, debemos de erradicar el pensar del destino y tragedia. La transformación del destino en política produce: visión trágica, inteligible residuo del pasado. El destino es fatalidad (Haga lo que haga el héroe trágico esta condenado a ser abrumado por la adversidad). En cambio el hombre político puede tomar sus propias decisiones y ganar o perder según lo determinen sus habilidades. Además la visión trágica enfrenta al hombre a fuerzas del orden irracional, impreciso de la superstición religiosa mientras que una consideración política en sentido amplio de la realidad maneja los verdaderos datos que condicionan el juego humano, tales como los factores de poder, las relaciones económicas, las técnicas y conocimientos científicos. El destino no parece tener otra perspectiva que el caprichoso azar, mientras que el planteamiento político autoriza un proyecto histórico de transformación del mundo según determinadas pautas racionales.

    Punto de vista trágico: PASIVIDAD Y DESESPERACIÓN Enfoque Político: ACTIVIDAD Y ESPERANZA. Por otra parte Savater afirma que la visión trágica es la única consideración eficaz de la libertad, es el único enfoque de la libertad que no admite la coerción de la necesidad aun teniéndola soberanamente en cuenta, ni tampoco en ningún camuflaje ideológico del transcendentalismo idealista. Para entender los inicios de la tragedia tendríamos que remontarnos a la antigua Grecia con Aristóteles, quien fue el primero en desarrollar este concepto: La tragedia no imita a los hombres, sino una acción, la vida, la felicidad o la desgracia ahora bien la felicidad y la desgracia están en acción y el fin de la vida es una manera de obrar, no una manera de ser, y en función de su carácter son los hombres de tal o cual manera; pero es en función de sus acciones como son felices o afortunados por consiguiente los personajes no obran imitando sus caracteres sino que sus caracteres quedan involucrados por sus acciones, de manera que los hechos y las fábulas son el fin de la tragedia y el fin es en todas las cosas lo primario. La historia no es trágica porque no se ocupa de la acción sino narra un período de tiempo y lo que ocurrió a una o varias personas durante dicho período; sin que importe la conexión entre un acontecimiento y otro. Fuera del tiempo mismo no tiene protagonista porque a los hombres les ocurre tales o cuales cosas pero no actúan realmente, no están mirados desde el ángulo de la actividad sino desde la corriente temporal que les arrastra pasivamente. Los acontecimientos históricos ocurridos a los hombres pueden ser atroces, sangrientos, dolorosos, pero nunca trágicos ya que se les contempla desde la óptica del tiempo no de la acción. LA INTERVENCIÓN HUMANA EN EL MUNDO SE VUELVE PASIVA. Así pues la libertad humana encuentra por todas partes resistencia y obstáculos que no han creado, pero esas resistencias y esos obstáculos no tienen sentido sino en y por la libre elección que la realidad humana es, esto es lo uno de los más grandes libertarios afirmaba, J. P. Sartre de quien la muy conocida frase "Estamos condenados a la libertad" engloba su corriente filosófica. La formula ser libre, no significa obtener lo que se quiera sino determinarse a querer por si mismo, ósea el éxito no interesa en ningún modo a la libertad, el único éxito que interesa a la moral es el de la propia autonomía de elección. Puede elegir lo que quiera y en ese aspecto soy libre pero no puedo elegir el querer mismo que determina mi elección, mis motivos me condicionan. Así Schopenhauer explica claramente este concepto y anexa obraré siempre según lo que soy es decir mi carácter pero no podré conocer mi carácter mas después: se revela a través de mis acciones. "Cada cual tiene el carácter que quiere, precisamente porque su querer no es otra cosa que su propio carácter". El carácter va a determinar mis acciones y es algo incondicionado. Según Aristóteles la contemplación de una tragedia despierta piedad y temor y esto a su vez develara la esencia de la tragedia. Ambos movimientos del animo parecen tener en común el deplorar algo justamente DOLOROSO E IRREMEDIABLE. George Steiner llama tragedia a todo lo que acaba mal, este punto de vista es muy discutible, pero digamos que en lo cierto de esta afirmación un conflicto cuyo desgarramiento no puede ser reparado nunca de modo pleno por ninguna transformación social o psicológica del hombre. Lo trágico precisamente es que no podemos imaginar ninguna sociedad ni ningún tipo psicológico de humanidad de las que lo trágico este ausente:

    DE AQUÍ LA PIEDAD Y EL TERROR que afirmaba Aristóteles. Como conclusión no quiere decir que la tragedia es que todo da igual y que cualquier esfuerzo por mejorar la condición es inútil sino que tal esfuerzo s son parte fundamental de la tragedia misma y muestran como intentar vivir con NOBLEZA Y CORDURA sobre un fondo fatal y azaroso en que la existencia humana se recorta. TANTO LOS FRACASOS MÁS TERRIBLES COMO LOS PARCIALES ACIERTOS SON IGUALMENTE IMPORTANTES. De este concepto trágico surgen dos vertientes: 1º prevalece como sentimiento la piedad sobre el temor: OPTIMISTA (Hegel) 2ª prevalece el terror sobre la piedad: PESIMISTA (Schopenhauer) De esta manera analizaremos primeramente el concepto optimista defendido por Hegel quien afirmaba que lo trágico ordinariamente es que en el círculo del conflicto los dos partidos opuestos, tomados en si mismos tienen cada uno la justicia de su lado. Pero por otro lado, no pudiendo realizar lo que hay de positivo y verdadero en su meta y su carácter mas que como negación y violación de otra potencia igualmente justa, se hallan pese a su moralidad arrastrados a cometer faltas. De lado pesimista uno de los defensores de esta corriente Baltazar Gracián decía que todo cuanto hay se burla del miserable hombre: El mundo le engaña, la vida le miente, la fortuna le burla, la salud le falta, la edad se pasa, el mal le da prisa, el bien se le ausenta, los años le huyen el tiempo vuela, la vida se acaba, la muerte le coge, la sepultura le traga, la tierra le cubre, la pudrición le deshace, el olvido le aniquila y el que ayer fue hombre hoy es polvo, y mañana nada. Ambas corrientes sostienen que al hombre le falta , en sentido de culpa y creencia. Lo trágico es que al hombre no le falta nada como que nunca tendrá bastante, de aquí brota la tragedia. Pienso que el concepto de destino no debe de impedir luchar por los objetivos que nos planteemos a lo largo de nuestra existencia, pues si nos limitáramos a un determinismo en el cual nuestro futuro esta marcado, nos haría propensos a caer en el conformismo de lo que el destino nos deparara, sin opción a modelar nuestro estilo de vida, en cuanto a nuestras acciones, así mismo el concepto de responsabilidad vendría sobrando pues todo cuanto nos sucediera ya sea para bien o para mal no estaría al alcance de mejorarlo y viviríamos en la asfixia de una libertad nula. Por lo que estoy completamente de acuerdo en este punto con el autor pues debemos de luchar y no pensar que todo da igual.

    Egoísmo contra identidad Al no pertenecer al mundo de lo creado (no tener identidad) él yo todavía no vive y no le queda otro remedio que crear para crearse, pues hay que vivir, la vida es la verdad de toda libertad A eso que somos y que no tiene nombre señalaríamos como yo. Se pierde quien es en lo que hace, pues por sus obras será conocido y por ende: IDENTIFICADO.

    Del yo solo podemos saber dos cosas: 1º No coincide ni puede coincidir con ninguna identidad 2º Vive produciendo identidades en busca de una perfecta coincidencia que le sirva de identificación. Para él yo lo esencial es lo que puede ser lo posible, él yo conserva su poder y ese poder es la fibra del que esta tejido él yo. Sin la IDENTIDAD él yo no reconocería su condición de anti cosa ni el poder propio aprendería a quererse así mismo en la abierta posibilidad. Él yo y la identidad nunca pueden superponerse, él yo siempre necesita una identidad para habitar.ª Mientras tanto podríamos afirmar que el EGOÍSMO es el amor del yo por lo posible. Si lo propio de la identidad es conservar, repetir y condicionar necesariamente lo peculiar del egoísmo es negar diferir e innovar. La realidad humana es un conflicto compuesto de EGOÍSMO e IDENTIDAD. El egoísmo sin la identidad es un ímpetu vacío, la identidad sin egoísmo es inercia y fatalidad, ósea no hay libertad sin vida. El egoísmo busca el placer, los placeres son fundamentalmente irrepetibles, en ellos siempre es esencial el elemento de lo misterioso porque brotan de no se sabe dónde y callan su porque, el egoísmo no selecciona sus placeres los va descubriendo. Sin la satisfacción que la identidad asegura, la vida no sabe mantenerse, sin los placeres en que el egoísmo se empeña, la vida no sabe que es vida. A juicio de la identidad lo tolerable del placer se da precisamente en celebrar la satisfacción y no hay que preguntar que quiere él yo, sino averiguar cuales son las necesidades que padecen los hombres en cuanto participes de la idéntica humanidad. Pero el egoísmo pone su orgullo en no doblegarse a ninguna necesidad y busca su placer en la coincidencia entre lo irrepetible y lo posible.

    El corazón de la ética: reconocimiento Lo que preocupa a la ética es lo realmente quiere el hombre en cuanto hombre, no lo que debe ni lo que puede hacer. Será desde lo que yo quiero radicalmente en cuanto hombre desde donde habrá de determinarse mi deber y donde cobrara sentido mi apertura hacia lo posible. Mi querer es mi deber y mi posibilidad. El deber es lo que el querer funda, la posibilidad lo que el querer descubre. La pregunta de la ética es: ¿Qué quiero hacer? Mi querer es infinito, carece de cualquier limitación, pero todo lo que se le propone en el mundo lo que se ofrece a su proyecto o su apariencia es limitada: ES COSA. El querer busca un objeto que le libere de la amenaza de la cosificación de la que es obvio que ninguna cosa puede rescatarle. Mi realidad depende de otro y esta trágica vinculación engendra a la vez amor y envidia. De la soledad, de la angustia, no se sale a la existencia en un auto solitario, sino a la inversa, de la comunidad en que estoy sumergido salgo de mi realidad a través de alguien en quien me veo, en quien siento mi ser. Toda existencia es recibida. Spinoza afirmaba que no hay nada de mayor utilidad para un hombre que otro hombre, mientras que Federico Nietzsche decía que apenas puedes darte cuenta de cómo me reconforta este pensamiento de la comunidad, pues un hombre solo con sus pensamientos tiene aire de loco y a menudo para sí mismo con dos hombres comienza la sabiduría y la confianza y el coraje y la salud espiritual. Así también Alexandre Kojéve afirmaba que solo siendo reconocido por otro por los otros, y, en ultimo termino por todos los otros un ser humano es realmente humano: Tanto para sí mismo como para los demás.

    ¿Qué es lo que el reconocimiento, reconoce? Ante todo, y en general la infinitud, y el rebasamiento de toda limitación, la superación de las formas. El reconocimiento va a originar así de modo y sé ira despojando poco apoco de sus limitaciones hasta alcanzar la perfección de su infinitud. Mas allá del reconocimiento del otro puede alcanzarse otro tipo de reconocimiento, el reconocimiento en el otro. Este es el que la ética propone, no por otra razón sino porque responde a lo que el hombre primordial y radicalmente quiere. Por este reconocimiento vemos en el otro nuestra propia autodeterminación y queremos su querer como su objeto infinito.

    ¿Qué señalaremos como fundamento del reconocimiento en el otro? El amor, un amor impersonal por lo irrepetible e infinito de la personalidad humana que recibimos del otro al dársela y que consiste precisamente en tal intima intercambio. Así pues definimos como COMUNICACIÓN RACIONAL a la mediación adecuada en que se simboliza el reconocimiento en el otro. En ella de articula una objetividad reversible, donde la intimidad acepta nacerse pública.

    Partes: 1, 2
    Página siguiente