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Latencia (página 2)

Enviado por Luciana Carballido


Partes: 1, 2

En la etapa de la segunda infancia el niño amplía sus relaciones, se vincula con otros pares y conoce otras familias. Las observaciones que realiza del mundo, lo llevan a comparar a sus padres con otros, y la imagen idealizada que de ellos tiene comienza a vacilar.

Como detallan Stone y Church (Op. Cit.), el lenguaje se vuelve paulatinamente el principal medio de expresión y comunicación. Aunque aprenden en su casa un lenguaje correcto, con sus pares utilizan un lenguaje agramatical, en código, charlan mucho y dicen poco. Encuentran en esta herramienta un rasgo que los hace parecidos a sus referentes adultos: durante este período busca formar su propia identidad apartado de ellos pero siguen siendo sus referentes.

Podemos decir que entre los 7 y los 12 años se produce un giro decisivo en el desarrollo mental y afectivo. Aparecen nuevos sentimientos morales como la honestidad, la camaradería, la justicia, y una organización de la voluntad. El equilibrio afectivo se hace más estable.

Piaget (Op. Cit.) hace especial hincapié en el desarrollo del sentimiento de moral y de justicia social que adquieren a partir de los 8 años aproximadamente gracias a su capacidad de incorporar internamente reglas. Además, detalla Erikson (Op. Cit.), como el niño va integrando en su superyó valores de sus padres y de la sociedad, empieza a observar defectos en sus progenitores, se "desilusiona". El espectro de su saber se amplía, no responde sólo la relación triangular de la etapa fálica, empieza a hallarse a si mismo como un miembro de la sociedad (gracias a la escuela principalmente y otras actividades que desarrolla en presencia de pares). Debe aprender destrezas de la cultura a la cual pertenece para no enfrentarse a sentimientos de inferioridad, domesticar su imaginación, educarse.

El grupo de pares juega un papel fundamental, la pertenencia a algún grupo y los valores que en éste se tengan influyen su vida. Está caracterizado por un intenso intercambio afectivo entre los compañeros que se caracteriza por: competencia por lograr la atención y la satisfacción de los adultos, solidaridad y cooperación, pactos secretos, exclusiones, envidia, celos, todo ello se entrelaza con la función formal de la escuela.

Tiene una gran influencia en la constitución de la autoestima. Para el niño/a, ser aceptado por el grupo es de fundamental importancia en la construcción de la autovaloración positiva. Como dijimos anteriormente, los niños se hacen cada vez más dependientes de sus compañeros ya que necesitan de su compañía para disfrutar de actividades de juego o de aprendizaje pero también para la aprobación y para recibir consejos. En esos vínculos, aprenden a resolver conflictos, asumir compromisos, compartir y defender puntos de vista e intereses como iguales.

El vínculo del latente con los pares (sin supervisión del adulto) se caracteriza por la búsqueda de lealtad. Se establece una identidad, basado ya no en la pertenencia familiar, ni en la aprobación o desaprobación de los adultos sino en la inserción en un grupo de sujetos de la misma edad, con un conjunto de normas y costumbres diferentes de los de la cultura general del entorno.

Estos grupos van constituyendo formas propias de comportamiento con un vocabulario especial, códigos en el vestir y formas de conducta que se desarrollan muchas veces sin la aprobación, ni el conocimiento de los adultos. Esto se va acentuando a medida que avanzan en este período.

Por último quisiera detenerme en el juego en esta etapa. Resalto su importancia porque permite que el niño desarrolle una capacidad de simbolización que influirá en la manera que tenga de adaptarse a la sociedad. El niño juega en activo lo vivido pasivamente. Así puede elaborar situaciones emocionales y darles una nueva significación. Jugar es sano, un niño que juega está involucrando y desarrollando su aprendizaje, su personalidad, sus sentimientos, la manipulación de objetos, su relación con otros, su capacidad de comunicación.

En este período las niñas prefieren juegos pasivos de dramatización, mientras que los niños a juegos más violentos, donde se personifican en personajes heroicos y luchan entre ellos. Prefieren jugar separados, recién en le final de esta etapa comienzan a relacionarse más entre sexos distintos.

Suelen recurrir a juegos grupales como la mancha o la escondida y acompañarlos de cantos o versitos. También realizan juegos de competencia reglados.

Concepción del latente en la actualidad

No hay que desestimar el importante papel que cumple la cultura en la posibilitación del período de latencia, reforzando la represión y ofreciendo canales de derivación para la simbolización y la sublimación. En la actualidad podemos cuestionarnos sobre la existencia o la desaparición de la infancia en algunas situaciones. Sea por las mayores posibilidades de sufrimiento, por la precoz exposición a estímulos que muestran sin velos imágenes de la vida sexual genital (aquí quiero resaltar al falta de cuidado por parte de los medios masivos de comunicación en cuanto a los contenidos que se muestran a cualquier hora), por la desprotección que amplios sectores infantiles padecen, por la falta de inclusión en las instituciones sociales que significaban y daban sentido a la infancia, pareciera que ese compás de espera en algunos casos es destituido desde lo social, que no hay espera. El aumento de la pobreza, el trabajo infantil, y el desmembramiento de la familia, son ejemplos de situaciones que hacen que chicos de estas edades, lejos de gozar de la protección que aun necesitan, se encuentren en una situación de desamparo en la que deben asumir posiciones de responsabilidad que los condicionan en la estructuración de su subjetividad.

Desde hace varias décadas, pero de manera más marcada en los últimos años con el auge de la globalización y el capitalismo neoliberal, los niños de estas edades se han empezado a caratular como objetos de consumo. La post-modernidad avanza poniendo al adulto en el lugar del que observa al niño sin entenderlo demasiado, las instituciones (especialmente la escuela y la familia) que antes procuraban proteger a este niño inocente y dócil necesitado de cuidado y educación se encuentran tambaleantes frente al discurso de los medios masivos de comunicación. El niño consumidor se ubica al mismo nivel que el padre consumidor, ya no es considerado un futuro ciudadano. Las que se venden como supuestas necesidades en los niños (necesitan estas zapatillas, necesitan golosinas, necesitan muchísima ropa, necesitan usar lo más moderno, necesitan tener) esconden las necesidades latentes mencionadas.

Los ideales internalizados se han teñido de aspiraciones materiales, tanto para los que son posibles y efectivos consumidores como para aquellos que están excluidos de tal condición. Entonces sobreviene una división alarmante: Por un lado, los niños que tienen acceso al consumo son consumidores, por el otro, los que no tienen esta posibilidad son excluidos del sistema. Para ambas situaciones, en la medida en que se cree que se "es" en tanto se "tiene", es en la relación con el objeto (a consumir) y no con el sujeto donde se espera alcanzar la satisfacción.

Y el niño pierde lugar en la sociedad como una persona que está construyendo su subjetividad, que necesita cuidado, límites, afecto, tiempo para jugar y educación, que en un futuro será un ciudadano: es un consumidor importante dentro del mercado.

Análisis de la letra de Canción del despertar y de Niños del 2000

El disco Canciones para gente niña, que incluye el corte Canción del despertar[2] fue editado en el 2006 a beneficio del Hospital Garrahan. Los temas incluídos en el CD hablan de la importancia de la educación, de los niños como portadores de esperanza de un futuro mejor, y relata también sus experiencias y sentimientos de chico.

Considero que en la letra de la canción seleccionada se refleja una demanda latente en el sentido de que no es manifiesta, difícil de ver detrás de las supuestas "necesidades" que la sociedad de consumo les atribuye a los niños en la actualidad.

En la primera estrofa el autor transmite que los niños necesitan cuidado y afecto de un mayor que no los ahogue y sea capaz de dedicarles tiempo para cosas que tal vez pasaron a considerarse "tontas" en la actualidad (como leerles "un cuento de magia y libertad"). Es verdad que hoy en el común de la sociedad se opta por dejar a un niño frente al televisor o a la computadora para que se entretenga en lugar de optar por la opción anteriormente mencionada, y no digo que esté mal hacerlo, pero sí es verdad que ellos quedan expuestos a recibir información que no está pensada para ellos: hoy por ejemplo es común ver en la tele a cualquier hora del día programas en donde se hace alusión al sexo desenfrenado, se muestran mujeres y hombres con muy poca ropa, provocándose entre sí, o se transmiten anti-valores.

El estribillo y la estrofa siguiente reflejan la importancia del juego como esta posibilidad de sumergirse en un mundo de fantasías (por eso dice "yo encenderé la luz del sol") donde pueden elaborarse situaciones por las que atraviesa en niño "sin temerle a nada" (ya que estando en el ámbito del "juego" se simbolizan).

La canción Niños del 2000[3]fue editada como un proyecto solidario que surgió en el programa "La misión", emitido por canal trece en los años 2001 y 2002.

La idea fue lanzar un disco de costo accesible solamente con este tema con el objetivo de transmitir un mensaje y recaudar fondos para la Asociación Argentina de Infectología Pediátrica. Cuenta con la participación de Alejandro Lerner, Alex Batista, Andrés (de la banda ANIMAL), Ariel (el cantante de Ráfaga), Axel Fernando, El Bahiano, Chelo Delgado, Caludis Puyo, Cucho Decadente (de Los auténticos decadentes), Daniela Herrero, Emanuel Ortega, Fabiana Cantilo, Fernando (de Catupecu Machu), Jean Carlos, Juan Carlos Baglietto, los integrantes de Kapanga, Laura Miller, Lito Vitale, Nadin, Natalia Oreiro, Patricia Sosa, Soledad Pastorutti y Walter Olmos.

En ella se resalta la importancia de seguir considerando "niños" a los niños, y el mensaje que transmite es que ellos necesitan recibir cuidados y atención de los adultos porque son portadores de la esperanza de un futuro mejor.

Conclusión

Aunque éste es un tema que abre abanicos para hablar y analizar, no me quedan muchas cosas por decir.

Si el lector pudo considerar el desarrollo esperado y las necesidades reales que se presentan al estudiar el período de latencia; y luego comparar esto con la situación actual y la imagen de niños que se tiene en la sociedad de consumo; si pudo observar este desfasaje y concientizar la diferencia entre una concepción y la otra, el objetivo está cumplido. Queda en cada adoptar lo que dice en estas páginas, cambiar la mirada o no.

Para concluir quiero resaltar la importancia de aprender a mirar más allá de lo evidente, de tener la capacidad de recibir un discurso que nos vende "el niño necesita consumir X" y poder descubrir una necesidad latente detrás de esta "necesidad" que crean los productores para su conveniencia.

Tal vez sea más importante acompañarlo y cuidarlo en la plaza mientras juega a la escondida con un amiguito, sentarse a mirar sus dibujos o leerle un cuento que comprarle las últimas zapatillas que salieron al mercado.

Anexo

Canción del despertar

Alejandro Lerner

Un beso en el alma

yo te daré al despertar

ojos de cielo, voz de mar

yo te daré mi libertad

y un cuento de magia y de verdad

Llega la mañana

vuelve a despertar

sin temerle a nada

se puede jugar,

sin temerle a nada

se puede jugar

Risas de los ángeles

que hablan de mi y de nuestro amor

de un sueño que espera por los dos

dame de ti tu luna mejor

que yo encenderé la luz del sol

Llega la mañana

vuelve a despertar

sin temerle a nada

se puede jugar,

sin temerle a nada

se puede jugar

Dame de ti tu luna mejor

que yo encenderé la luz del sol

Llega la mañana…

Niños del 2000

Alejandro Lerner

Por los niños de este mundo canto yo

a los corazones limpios doy mi voz

Porque traen la esperanza de un milenio sin maldad,

porque niño es el que sueña no es una cuestión de edad.

Con los niños de este mundo canto yo

para quien pueda escuchar su petición

para que los grandes dejen sus juguetes de matar,

para que este siglo empiece caminando hacia la paz.

Niños, niños, niños

canten al mundo que es lo que quieren cambiar

Niños, niños, niños

canten los niños de toda la humanidad.

A los niños de este mundo canto yo

A los de mirada tierna doy mi voz

Para que el mundo comprenda que es la hora de escuchar

el pedido de los niños a toda la humanidad.

Niños, niños, niños

canten al mundo que es lo que quieren cambiar

Niños, niños, niños

canten los niños de toda la humanidad.

Canta una canción de amor con los niños de la tierra

y miles de gargantas se unirán.

Canta con el corazón por la paz en el planeta,

tal vez cantando dejen de pelear.

Por los niños de este mundo canto yo…

El mundo hoy tiene otra oportunidad….

Bibliografía

Libros y apuntes

  • COREA, Cristina y LEWKOWICZ, Ignacio: ¿Se acabó la infancia?. Ed. Lumen hvmanitas. Buenos Aires.

  • ERIKSON, Erik: Infancia y sociedad. Ed. Home-Paidós. 1983.

  • FREUD, Sigmund: Obras Completas. "Presentación autobiográfcia" (1925). Ed. Amorrortu.

  • FREUD, Sigmund: Obras Completas. "Sobre la psicología del colegial" (1914). Ed. Amorrortu.

  • PIAGET, Jean: Psicología del niño. Ed. Paidós.

  • STONE y CHURCH: Niñez y adolescencia. "Los años intermedios de la niñez". Ed. Home. 1979.

  • ZLOTNIK, Mónica: Recorrido de los principales aportes del período de latencia. Apunte de cátedra. Psicología del Ciclo Vital. Licenciatura en Musicoterapia. Facultad de psicología. U. B. A. Buenos Aires. 2008

Discos

  • LERNER, Alejandro. Canciones para gente niña. Track Nº 11: Canción del despertar. Universal. 2006

  • LERNER, Alejandro y VITALE, Lito. Niños del 2000, Promofilm, 2001

Páginas Web

 

 

 

 

 

 

 

 

Autor:

Luciana Carballido

Prof. Adj. Int. a cargo: Mónica Zlotnik

2008

U. B. A.

Facultad de Psicología

Licenciatura en Musicoterapia

Psicología del Ciclo Vital I

[1] FREUD S. (Op. Cit.)

[2] Track Nº 1 del CD Adjunto

[3] Track Nº 2 del CD Adjunto

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